Esto me tiene cogitabundo. Nada me parece más lógico y congruente que una perspectiva o enfoque monista que nos dé el discernimiento adecuado y el amplio punto de vista que necesitamos, para encontrar o dilucidar la respuesta a los vastos enigmas siderales, y a los arcanos misterios contenidos en el Universo que nos acorrala.
La perspectiva monista se refiere a la creencia de que todo en el Universo se puede reducir o explicar en términos de una única realidad fundamental. Desde esta óptica, no hay una separación estricta entre las alógenas* disciplinas o fenómenos, sino que todo está conexo y se puede comprender a través de un enfoque general y unificado.
No sólo indica perspicuamente el verdadero lugar de un hombre en la Naturaleza, sino que disipa la ilusión prevaleciente de la suprema importancia y arrogancia injustificable del hombre con la que equivocadamente se aparta del Universo ilimitado y se exalta a sí mismo a la posición de su elemento más valioso, al sacerdote de la más alta silla; especialmente cuando el hombre no tiene la más peregrina idea de lo que contiene el Universo, y aún delibera y debate su auténtica y real position en la infinita extensión del Cosmos.
Esta presunción desmedida del hombre engreído le ha llevado a errar constantemente autoidentificándose como la “imagen de dios”, lo que no habla bien de esta inexistente deidad que vive en las arrugas de la endeble imaginación humana, pretendiendo aspirar a una “vida eterna” para su efímera y momentánea personalidad e imaginando que posee una ilimitada “libertad de voluntad o libre albedrío”.
Libre Albedrío
Este insensato y estultilocuente* concepto de libre albedrío ha sido discutido y debatido por filósofos, teólogos y científicos durante siglos. Hay varias perspectivas sobre la naturaleza del libre albedrío, y el debate a menudo se centra en la cuestión de si el libre albedrío es compatible con el determinismo, la idea de que todos los eventos están determinados en última instancia por causas precedentes. Algunos le llaman a este fenómeno: “Destino”.
El libre albedrío se refiere a la capacidad de un individuo para tomar decisiones que no están determinadas por factores externos o predestinados por el destino, lo que es falso porque todo lo que hacemos y decidimos está atado a reglas existentes o a condiciones que nos llevan a tomar decisiones alteradas o forzadas por las circunstancias o por fuerzas completamente fuera de nuestro control.
Es la ilusoria creencia de que los individuos tienen agencia y pueden actuar de manera independiente, basados en sus propios deseos, creencias, valores y nociones. De hecho, todo lo que hacemos está regulado por leyes civiles o penales, reglas y reglamentos, y por inmateriales leyes “divinas”, creencias personales, actitudes preceptivas* u otros varios contextos. No es lo que el hombre “quiere hacer”, sino lo que está obligado a hacer.
Destino
"Destino" es un concepto que se refiere a la idea de que los eventos y los hechos y resultados en nuestras vidas son predeterminados o inevitables, a menudo influenciados por algún poder superior o fuerza sobrenatural. Este principio sugiere que nuestras vidas están guiadas por un plan o destino predeterminado, que decreta el curso de nuestras acciones y los resultados que experimentamos. Por supuesto en cualquier sociedad, ya sea “libre” o nó, cada uno cree lo que quiere. En una sociedad libre, tenemos el inalienable derecho de ser estúpidos, y permanecer estúpidos de por vida.
El concepto de destino ha sido explorado en varias tradiciones culturales, religiosas y filosóficas a lo largo de la historia sin llegar a ningún acuerdo sensato. Diferentes sistemas de creencias proporcionan diferentes explicaciones sobre la naturaleza del destino. En algunos contextos religiosos, el destino se ve como la voluntad de una deidad o deidades, mientras que en otros puede atribuirse al Karma, o a una ley cósmica de causa y efecto.
Karma es la suma de las acciones de una persona en éste y los estados de existencia anteriores, considerados como factores decisivos del su destino en futuras existencias. Esto es simplemente causa y efecto.
El destino a menudo se asocia con la idea de que ciertos eventos están fuera de nuestro control y que nuestras elecciones y acciones son, en última instancia, insignificantes frente a un resultado predeterminado. Esta perspectiva sugiere que nuestras vidas son parte de un gran diseño y que somos simplemente piezas de juego que siguen un guión lleno de contorsiones y arqueamientos, y sin un fin determinado.
Sin embargo, el concepto de destino no es universalmente aceptado. Muchas perspectivas filosóficas y psicológicas lógicas abogan por la agencia humana y la capacidad de tomar decisiones que pueden dar forma a nuestras vidas, pero todo esto está vinculado a consecuencias.
Es importante tener en cuenta que el concepto de destino puede ser interpretado y entendido de manera diferente por diferentes personas y culturas. Algunas personas encuentran, aunque vidous*; un consuelo en la idea del destino ya que proporciona un sentido de propósito y significado a sus vidas, mientras que otras pueden rechazarlo prefiriendo creer en el poder de la agencia personal y la capacidad de dar forma a sus propios destinos, o sea, la realidad.
La ignorante creencia de ser la imagen de dios es una ridícula y absurda locura del mortal. Esto no es más que el garabato personal de la arrogante e irracional exaltación de la divinidad propia por parte del jactancioso y presuntuoso hombre el que desperdicia miserablemente su valioso y lacónico tiempo tratando de calcular cuántas almas caben en un dedal.
Piense
¿Se ha preguntado usted alguna vez si existe una relación entre la conciencia y el Universo? ¿Es éste un enigma filosófico, metafísico, o ideológico? ¿Cómo es posible entonces que el Universo engendre a seres conscientes capaces de escrudiñar sus misterios? La paradójica naturaleza de la conciencia y su ignota conexión con el mundo físico siguen siendo un misterio sin respuesta. El único avance que la condición humana ha logrado hasta ahora es el caminar erecto, pero su engreído intelecto humano no ha conseguido aún la misma condición.
Conclusión
Creo que solo cuando hayamos abandonado esta ilusión incoherente e insostenible y hayamos asumido la perspectiva cosmológica cierta, irrefutable y correcta; podremos optar por llegar a la solución del Enigma del Universo y nuestra real posición, influencia y valor en éste. Como no poseemos un mapa del Universo, no tenemos la más vaga idea de dónde estamos y tampoco sabemos cuándo comenzamos a ser lo que somos.
En esto, el impedimento a la acción avanza la acción. Lo que se interpone en el camino se ha convertido en el camino.
Esto me lleva a repetir mi slogan:
¿Actuamos sobre el valor de la verdad, o sobre la verdad del valor? De otra forma, ¿cuál es el punto de la existencia humana?
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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Alógenas - Diferente
Estultilocuencia - Charla tonta o sin sentido
Preceptivo – relativo a reglas de conducta, leyes o preceptos
Viduous – Vacío, desocupado
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.
Caveat: Mis opiniones pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido. Gracias.
El Loco