martes, 1 de abril de 2008

Cumpleaños del mes de Abril

Estimados Amigos:

Segun consta en nuestros registros, cumplen a ños este mes los siguientes ex compañeros:

10 de Abril.......Esteban Ahumada P.
20 de abril........Nelson Barriga C.

Un abrazo para ellos y esperamos los cumplan gozando......de una buena salud....

viernes, 28 de marzo de 2008

Reunión 15 de marzo de 2008

Estimados amigos:
Una nueva reunión de excompañeros se realizó el día sábado 15 de marzo, en casa de nuestro continuo anfitrión Francisco Fernández.

Asisitieron: El profesor Don Jorge Gutierrez y nuestros excompañeros: Nelson Barriga, José Cabello, Leonardo Villarroel, Antonio Haddad, Celso Novoa, Alan Espinoza, Sergio De la Barra, Miguel Bellot, Esteban Ahumada, Francisco Fernandez (anfitrión), Luis Vergara(Organizador), Miguel Candia, Vicente Lopez y Juan Carlos Carvajal.

Se aprovecho la ocasión de regalarle a Don Jorge, una camiseta y gorro recuerdo del épico viaje a Mendoza.

Adjunto fotos cortesia de Juan Carlos Carvajal (quien no sale en las fotos)





















lunes, 24 de marzo de 2008

Para Comentar...La Clase Media

Estimados amigos:


Copio carta aparecida ayer en El Mercurio, donde la Sra. Marta Lagos de la empresa Mori, hace sus apreciaciones acerca de la Clase Media, para vuestros comentarios.

sábado, 22 de marzo de 2008

Para dar gracias por lo que tenemos

Estimados amigos:

Copio articulo de Cristian Warnken, cuyo hijo Clemente falleció en un accidente hogareño el pasado 24 de diciembre. Demas estan los comentarios y les invito a leerlo:

Aunque es de noche
Amado hijo: te tengo una noticia muy importante: hoy, a las 2.48 de la mañana, comenzó el otoño. El sol se trasladó del hemisferio sur al norte, cruzando la línea del Ecuador. Ha llegado la estación más hermosa a esta bella ciudad envenenada. Los liquidámbares y los gingos estallarán con su euforia de árboles extranjeros trasplantados aquí. Ojalá abril no sea el mes más cruel, como dijo un poeta de otro hemisferio, sino el más sabio, el que nos enseñe una y otra vez que las hojas tienen que caer para hacerse humus, y que en todo ocaso o final late una remota esperanza. Pisaré todas las hojas posibles por ti, y contigo meteré mis zapatos en todos los charcos de agua, como el niño que nunca debí dejar de ser, me detendré a recibir en la cara todas las brisas de la estación. Nos lo dijo Bob Dylan, quizás el último bardo del norte, en su visita: "La respuesta está soplando en el viento". Valió la pena ir a su concierto, a pesar de la pena, sólo para escucharlo decir otra vez: "The answer, my friend, is blowing in the wind".
Hijo: a veces te siento en el viento, a veces te respiro en el aire de la tarde, cuando todos los niños ya están en sus casas comiendo o preparándose para dormir. Yo ya no espero nada de las imposibles y gastadas preguntas, los "porqués" o "para qués". En tu ausencia, sólo puedo balbucear un "entonces", a lo más un "tal vez".
En el hemisferio norte se espera el fin de la cuaresma con la llegada de la primavera; a nosotros nos toca celebrarla con el otoño. En este fin del mundo, es menos obvia, más interior la coincidencia entre los ciclos de la tierra y ese rito. ¡Y aquí, donde te tocó nacer y morir, las hojas de los árboles nativos son perennes!
Hijo: ésta es la última vez que hablaré de ti a los otros. Ha llegado el momento de que este duelo se eclipse, como uno más entre los millones de duelos anónimos de la multitud de los que siguen alentando pasos sobre la tierra.
Yo -antes de tu partida- creía con un filósofo francés que "el infierno son los otros". Esos miles de correos de los lectores que postearon en los blogs -como rescatistas espontáneos- para tendernos una mano muestran que tiene más razón tu hermano Alonso que Jean Paul Sartre. Él nos contó -apenas partiste- que te habías aparecido en un sueño para decirle: "Dile a mi mamá que no tenga pena, porque la amaré siempre en el corazón de toda la gente".
¿Qué sería de nosotros sin el corazón de los otros? ¡Porque Dios ha callado como un padre ausente y nos ha abandonado a la insoportable sensación de la nada! Son los otros -nuestros hermanos huérfanos- y no Él, nuestro padre, los que hicieron un arca para que no naufragáramos en este mar de lágrimas.
Clemente: ya estás en el corazón de los miles que nos escribieron y regalaron las "extrañas flores del consuelo". Ésas que brotan y crecen lejos del ruido y la furia, "en las holladas praderas de nuestra pobreza".
Hijo: hace más de dos mil años, otro hijo, pero que se decía hijo de Dios, moría, y sus discípulos repartían a todos los vientos la certeza de su resurrección. ¡Yo cambiaría mi propia resurrección -si pudiera, ahora mismo- sólo por abrazarte otra vez!
Hijo: ¿es esa promesa verdad, o el consuelo más extraordinario y hermoso inventado por el hombre para calmar el insoportable dolor del mundo? ¿Nos reencontraremos algún día -hijo y padre pródigos-, o nos disolveremos como una hoja más en el otoño cósmico? Hijo: ¡sólo tú puedes decírmelo al oído, como cuando me contabas un secreto cuando jugábamos! ¡Hagamos trampa esta vez y dime la verdad!: esperaré el otoño, la primavera y todas las estaciones que sea necesario para recibir tu respuesta.
Esperaré que me la traiga el viento. Esperaré como te esperamos nacer. Para nacer de nuevo. Aunque es de noche.