sábado, 11 de julio de 2009
Encuentro en El Eladio
Despues de varios intentos y coordinaciones (y tambien descoordinaciones) nos pudimos encontrar en el restaurante Eladio, el jueves 02 de julio de 2009.
La idea en principio, era compartir con nuestro porfesor Sr. Jorge Gutierrez..debido a que el manifesto que "parece que no me quieren invitar"...
Al final nos pudimos reunir...pero sin el profesor...al que su medico le prohibio salir despues de las 18 horas en este periodo de invierno....
Pudimos reunir a Aldo Nally (quien trabaja en USA y esta en Chile, producto del fallecimiento de su papa, don Hernán q.e.p.d), a Patricio Seyler (quien trabaja en Argentina)...Roberto Tucas (quien se arranco de la muerte y fue popular por estar a punto de fallecer, producto de un grave problema en su higado), Jose Luis Cardona (excompañero nuestro que en Tercero Medio se fue a España), Nelson Barriga, Leonardo Villarroel, Miguel Castro, Sergio Ramirez, Luis Vergara (quien lo esperamos...andaba en Collahuasi...), Vicente Lopez y el suscrito....
Estuvo muy entretenida la comida.....
Muestro algunas fotos tomadas
domingo, 19 de abril de 2009
Visita del Centro de Exalumnos a casa Sotero Sanz
En el día de ayer, una delegación de exalumnos del Instituto Alonso de Ercilla fuimos a la Casa de Reposo de los Hermanos Maristas mayores. Concurrimos debido al cumpleaños del Hermano Lucio (ayer 17 de abril cumplió 85 años) y al 10º aniversario de la canonización de San Marcelino Champagnat.
La velada estuvo plagada de recuerdos. Estuvimos además con el Hermano Armando Alegría, Hermano Elías Quijano, Hermano Sixto entre otros hermanos. Pudimos tambien departir unos momentos con el Hermano Provincial de Santa Maria de los Andes, Hermano Antonio Peralta.
lunes, 19 de enero de 2009
Asado Enero 2009
martes, 13 de enero de 2009
Un saludo del hermano Germán Chaves
Amigos:
Testimonio del Hermano Germán Chaves, desde Orán, Argelia
Domingo 11 de Enero de 2009 - Carisma y Misión
Recibe mi saludo afectuoso. Aquí estoy, volviendo a encontrarme contigo. Sí, cada cierto tiempo hablamos de nuestras cosas y compartimos la vida de manera sencilla. Tú, desde esa misión que llevas con alegría sobre tus hombros, en familia, en el trabajo, en la comunidad, entre tus amigos. Yo, desde una manera de "estar" aquí, lo más abierto posible a la verdad y a la vida en Argelia.
1.- Nuestra Fiesta de Navidad, con una novedad ecuménica.
Como te das cuenta, a pesar de estar a unos kilómetros de Europa, la ignorancia es grande entre la gente.
Pero también es cierto que este aislamiento obligado, nos hace tomar conciencia de una manera mucho más fuerte, de lo que decimos y cantamos y sentimos en nuestra fe.
Les aplaudimos mucho. Y después, en el tiempo del chocolate y torta, los pequeños se llenaban los bolsillos de "koyacs y chicles". Y volvían una y otra vez a las mesas, con un poco de timidez. No daban crédito a esa abundancia, en libertad. Y los palitos de los dulces, se les salían de los bolsillos. Pero todo fue sencillo y auténtico. Y este grupo de evangélicos son argelinos, por supuesto.
2.- Año Nuevo fuera de casa.
Esta vez, para final e inicio de año, los siete Hermanos Maristas que vivimos en Argelia, fuimos a una ciudad a 160 kilómetros de Orán. Se llama Tlemcen. Es una ciudad histórica. Allí, los Focolares, los mismos que hacen las Mariapolis, tienen una casa de retiros y convivencias.
3.- ¡Caballero, tiene manchado el pantalón!
Iba tranquilo, con dos bolsas de verduras en las manos. La calle es muy estrecha y en algunos momentos, circulamos con dificultad, muy apretados. Todo favorece el asalto, suavecito y caballeroso. Un señor de unos cincuenta años, me advierte, tocándome el brazo, que mi pantalón blanco tienes tres gruesas manchas negras de barro. Él está arrodillado, mostrándome la situación. Su cara era como de sorpresa y lamento. Me inclino hacia abajo y le digo: "No se preocupe; gracias, señor, no tiene importancia".
En ese mismo momento, en el apretujón de todos, unas manos me aprietan la cintura y la espalda, como en actitud de apoyo y de lamento compartido. Evidentemente, la caja de los lentes, que estaba en el bolsillo de la parka, quedó a merced de alguien que la llevó sin dificultad.
4.- Mis queridos niños, ¡a todo ritmo!:
Ruego por ti al Señor y a su Buena Madre María.
Hermano Germán Chaves, desde Orán, Argelia.
sábado, 10 de enero de 2009
Acerca de Marcelino – Por si no lo sabían, y lo que no nos enseñaron en el colegio.
John Baptiste Marcellin Champagnat nuestro fundador, nació el 20 de Mayo de 1789 en Rosey, cerca de Saint Etienne (Loire), Francia durante los turbulentos días de la Revolución Francesa, y siendo el noveno de un total de diez niños. Marcelino fué un hombre extraordinario con una pasión por Dios inigualable, y una compasión por la humanidad sin límites.
Marcelino fué uno de los hijos de Jean Baptiste Champagnat, un campesino que vivía en una pequeña villa en el sur de Francia, y su esposa, Marie Chirat. Al día siguiente de su nacimiento lo llevaron a la parroquia de Marlhes, a unos kilómetros de su casa, donde fué bautizado
Su padre lo envío al colegio, pero el profesor de Marcelino era un hombre de muy mal carácter quien golpeaba a los niños sin la menor excusa. Marcellin rehusó volver al colegio, y mas tarde usando este ejemplo, definió reglas estrictas para sus Hermanos con respecto a castigo.
Cuando cumplió 16, un cura llegó buscando niños para convertirlos en sacerdotes, y Marcelino decidió seguir este llamado. La educación de Marcelino no era buena, pero él estudió arduamente hasta que completó sus estudios, y finalmente alcanzó el estándar necesario para entrar al seminario. Marcelino vendió sus ovejas para comprar ropa y otras cosas que necesitaba para el seminario, y se fué de la casa. Él no lo sabia aún, pero su padre y su madre morirían antes de que Marcelino se convirtiera en sacerdote.
Champagnat fué ordenado sacerdote en 1816, y fué parte de un grupo dirigido por Jean Claude Colin quien fundó la Sociedad de María, una orden religiosa también llamada Padres y Hermanos Maristas. La primera asignación de Marcelino fué la de cura en la parroquia de Lavalla-en-Gier, una comunidad de alrededor de 2,500 habitantes, solo a 9 kilómetros de Saint-Etienne.
La región de Marlhes en la cual Marcelino vivió y trabajó, había sido terriblemente afectada por la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, y como resultado de esto, la comunidad local era pobre y no tenía educación. En una ocasión, Marcelino se horrorizó cuando atendió en el lecho de muerte a un joven de 17 años que lucía mas como un niño desnutrido de 12 años, y que era totalmente ignorante de las creencias básicas de la fé Católica.
Este episodio le conmovió y le llevo a convencer a dos hombres jóvenes, Jean-Marie Granjon y Jean-Baptiste Audras para que se les unieran y así formar juntos el núcleo original de la Orden de los Hermanos Maristas. Marcelino y los Hermanos Maristas establecieron una red de colegios en las villas circundantes. La filosofía educacional de Marcelino era simple: para enseñarles a los niños, uno debe amarlos profundamente.
Marcelino murió a la edad de 51 años el 6 de Junio de 1840 en la Capilla de Nuestra Señora de los Ermitaños en
El valle de Río Gier, alrededor de 30 kilómetros de donde Marcelino comenzó su trabajo evangelizador y educacional. Para estas fechas, ya habían 48 colegios en Francia y Oceanía (Pacifico Sur), y en 1856 habían 300 casas y mas de 1500 Hermanos. El Instituto de los Hermanos Maristas no fué aprobado formalmente hasta 1863 por el Papa Pío IX.
Marcelino Champagnat fué beatificado por el Papa Pío XII el 29 de Mayo de 1955 y canonizado por el Papa Juan Pablo II el 18 de Abril de 1999. Su día de fiesta en la Iglesia Católica Romana se celebra el 6 de Junio. En su tiempo de más actividad, las Hermanos Maristas se contaban en un número alrededor de 10,000. En el año 2005 los Hermanos se contaban alrededor de 5,000.