En memoria de
George Bursenos (Georgie) (10 de Abril, 1987 - † 15 de Mayo, 2013)
Encontrarás y conocerás el oscuro secreto de la muerte sólo si estás
dispuesto a descubrirlo en el espíritu mismo de la vida. Si alguien sabía esto,
ese era Georgie Bursenos.
Me enseñaste a beber del sereno río del silencio para que yo pudiera decir
lo que pienso con palabras claras, claras como el agua de aquel río. Si alguien sabía esto, ese era Georgie
Bursenos.
Para conocer el dolor debemos conocer la alegría. Tú Georgie nos enseñaste la alegría bien, y es
por eso que sentimos un profundo dolor hoy, no porque te hayas marchado; sino
porque nos hemos quedado atrás sin tí. No
me enseñaste resistencia, pero me enseñaste a resistir con una brillante sonrisa
en mi cara.
Adiós camarada de la vida. Cuando te
conocí me tomó sólo un segundo para decirte ¡hola!, pero ahora sé
que me tardaré una eternidad para decirte adiós. Adiós camarada de la vida. Estoy muy orgulloso y honrado de haberte
conocido, y me siento afortunado de tener a alguien como tú Georgie, alguien a quien
se hace tan difícil decirle adiós.
Es difícil decirte adiós a tí Georgie, porque algunas personas como tú
entran en nuestras vidas sin prisa, pero que se marchan demasiado rápido. Tú entraste brevemente en las nuestras, pero dejaste
profundas huellas en nuestros corazones, y por eso; nosotros nunca, nunca seremos
los mismos.
Ahora eres libre para ir a todos aquellos lugares con que soñaste, ahora eres
libre de visitar todos los etéreos espacios que siempre quisiste visitar, ahora
eres libre para perseguir tus sueños sin los grilletes fantasmales de la vida. No hay necesidad de que envíes postales Georgie,
porque siempre estarás en nuestros recuerdos.
Un simple hombre como yo nunca será capaz de decir correctamente un adiós
para siempre, así que sólo voy a decir; que tengas una feliz marcha Georgie.
Rodrigo A. Guajardo
Mayo, 2013
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