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viernes, 1 de febrero de 2019

Los Registros Akásicos


Se formaliza que los Registros Akásicos (Akashic Records) son los registros energéticos de todas las fuerzas de vida humana (Navitas) sobre nuestras vidas pasadas, actuales y las posibles vidas futuras.  Algunos grupos ígnaros se refieren a esta energía de vida al azar como “Navitas”, “espíritu” o “inmortalidad”.  En este escrito me referiré neutral y ecuánimemente sobre esta energía de vida con la simple palabra del Latín Clásico: “Navitas”.  

Cada Navitas tiene sus Registros Akásicos.  Esto se podría visualizar como una biblioteca de libros en que cada libro o tomo, representa una vida.  El Salón de los Registros Akásicos es el lugar donde se acopian en forma energética los Registros Akásicos de todas las Navitas que supuestamente; residen en cada ser humano.  En otras palabras, toda esta información individual se aprovisiona en el Campo Akásico -también citado como Campo de Punto Cero.  No me pregunten por qué, pero le ofrezco la siguiente pista:

Como referencia, en el campo de la teoría cuántica el estado de vacío es el estado cuántico que posee el nivel de energía más bajo posible.  Este estado no contiene partículas físicas y está compuesto por la energía del estado fundamental.  A esto se le llama “energía de punto cero”, que es la energía contenida en un sistema a una temperatura de cero grados.  ¿Qué cosas, no?

Los Registros Akásicos sin embargo, no son sólo un compendio individual de los eventos vitalicios de cada Navitas, sino que también se propone que contienen y abarcan nuestra completa sabiduría colectiva.

En las aéreas de teosofía y antroposofía, los registros Akásicos conforman un gran compendio incluyendo todos los eventos, pensamientos, palabras, emociones e intentos humanos que hayan ocurrido en el pasado, que ocurren en el presente o que ocurrirán en el futuro.  Los teósofos creen que estos compendios están codificados en un plano de existencia no físico conocido como el plano etérico.  Hay una variedad de glosas anecdóticas pero no hay ninguna evidencia científica de la existencia de los Registros Akásicos.  La palabra Akasha (de la versión Castellanizada Akásico) es la palabra original del Sánscrito para "éter" o "atmósfera" (ākāśa आकाश).

El Efecto Casimir

No debemos confundir el concepto de “energía punto cero” con el Efecto Casimir.  El efecto Casimir es una pequeña fuerza de atracción que actúa entre dos placas conductoras paralelas cercanas entre sí sin carga eléctrica.  El Efecto Casimir se debe a las fluctuaciones cuánticas de vacío del campo electromagnético.  Este singular efecto fué predicho por el físico holandés nacido en La Hague, Hendrik Brugt Gerhard Casimir en 1948.

La Sociedad Teosófica

El uso del término sánscrito Akasha que comenzó a ser usado en el lenguaje de la teosofía, fué adoptado por la espiritualista Yelena Petrova Blavatsky (1831–1891), una aristocrática Rusa-Alemana quien caracterizó este colofón como una especie de fuerza vital.  Blavatsky  también vaticinó sobre "tabletas indestructibles de la luz astral", las que supuestamente registran tanto el pasado como el futuro del pensamiento y la acción humana, pero Blavatsky no utilizó el término "Akashic" para referirse a ellas.

El esotérico fundamento de un registro Akásico fué también difundido por un contemporáneo de Blavatsky, por el autor inglés Alfred Percy Sinnett en su libro “Budismo Esotérico” en 1883 donde convoca el Catecismo Budista de Henry Steel Olcott (1881).   Olcott, un Coronel militar estadounidense; escribió que "Buda enseñó que dos cosas son eternas, a saber, 'Akasia' y 'Nirvana': todo ha salido de Akasia en obediencia a una ley de movimiento inherente a ella, y desaparece.  Ninguna cosa sale de la nada".

Olcott declara y manifiesta igualmente que "El budismo temprano entonces, mantuvo claramente la permanencia de los registros Akástico,s y la capacidad potencial del hombre para leer lo mismo cuando  evolucionó a la etapa de la verdadera iluminación individual".

En su libro “Clarividencia” (1899), Charles Webster Leadbeater (2/16/1854–3/1/1934), dice que la asociación del término con la idea de clarividencia, es completa.  En su libro, Leadbeater identificó los Registros Akásicos por nombre como algo que un clarividente podía leer.  En su libro publicado en 1913 “Man: How, Whence and WHERE”, Leadbeater afirma que él registró la historia de Atlántida (y la de otras civilizaciones), así como la futura sociedad de la Tierra en el siglo 28.  ¿Qué cosas, no?

                              Nota:
La clarividencia, del francés “clair” que  significa "claro" y “voyance” que significa "visión"; es la supuesta capacidad de obtener información sobre un objeto, persona, ubicación o evento físico a través de una percepción extrasensorial.  En consecuencia, se supone que cualquier individuo que se piensa o cree que tiene esta habilidad, es un clarividente.

Alice Ann Bailey (6/16/1880-12/15/1949) fué una escritora que produjo una miríada de libros sobre varios temas teosóficos, y se convirtió en una de las primeras escritoras en utilizar el término New Age (Nueva Edad).  Bailey nació bajo el nombre de Alice La Trobe-Bateman en Manchester, Inglaterra, quien más tarde emigró a los Estados Unidos en el año 1907, donde terminó pasando la mayor parte de su vida como escritora y maestra.

En 1927, Bailey escribió lo siguiente en su libro “Luz de los Navitas” acerca del Yoga Sutras de Patanjali; Unión lograda y sus Resultados:

El Registro Akásico es como un inconmensurable celuloide fotográfico, el que registra todos los deseos y experiencias terrenales de nuestro planeta.  Aquellos que sepan distinguirlo verán en esta película las experiencias de vida de cada ser humano desde el comienzo del tiempo; las reacciones a la experiencia de todo el reino animal; la agregación de las formas de pensamiento de naturaleza Kármica basada en el deseo de cada unidad humana a través del tiempo.  

Nota:

Para aquellos que han nacido en la edad electrónica en que todo se expresa en ceros y unos, el Celuloide, es una clase de compuestos creados a partir de nitrocelulosa y alcanfor, con colorantes añadidos y otros agentes.  Generalmente se considera el primer material termoplástico.  Se creó primero como Parkesine en 1856, y como Xylonite en 1869, antes de ser registrado como celuloide en 1870.  El celuloide es fácil de  moldear, y fué primero utilizado ampliamente como un reemplazo de marfil.  ¿Qué cosas, no?

Su uso principal se aplicaba a las  industrias del cine y la fotografía, industrias que lo utilizaron únicamente para hacer películas, antes de la adopción de la película de acetato en la década de 1950.  Hoy por hoy, como el Celuloide es altamente inflamable,  difícil y caro de producir;  ya no se usa mucho.  Sus aplicaciones y usos más comunes hoy en día están en las industrias del tenis de mesa, instrumentos musicales, y uñetas de guitarra.

Bailey asevera que aquí radica el gran engaño de los Registros porque sólo un ocultista o clarividente propiamente entrenado, podría distinguir entre la experiencia real, y las imágenes astrales creadas por la imaginación y el gran deseo.  Y después dicen que el loco soy yo.  ¿Qué cosas, no?

Inconsciente Colectivo

El Inconsciente Colectivo es un término acuñado por Carl Gustav Jung, quien fué un psiquiatra y psicoanalista suizo que fundó la psicología analítica.  En el Inconsciente Colectivo, Jung se refiere a las estructuras de la mente inconsciente que se comparten entre los seres de la misma especie.  Según Jung, el inconsciente colectivo humano está poblado por instintos y arquetipos, símbolos universales tales como La Gran Madre, el Anciano Sabio, la Sombra, la Torre, el Agua, el Árbol de la Vida y muchos más.

Carl Gustav Jung desarrolló el concepto de Inconsciente Colectivo durante su estancia como doctor en el hospital psiquiátrico Burghölzli cuando estuvo trabajando con pacientes esquizofrénicos.  Este hospital le pertenece a la Universidad de Zürich en Suiza.  Aunque inicialmente Jung siguió la teoría freudiana del Inconsciente como los estratos psíquicos formados por deseos reprimidos, más tarde desarrolló su propia teoría para incluír algunos conceptos nuevos.  El más importante de ellos es el arquetipo.

El Inconsciente Colectivo es un “datum universal”, lo que significa que cada ser humano está dotado con este estrato de arquetipo psíquico desde su nacimiento.  Uno no puede adquirir este estrato por educación u otros esfuerzos conscientes simplemente porque su adquisición es innata.  La práctica psicoterapéutica de la psicología analítica gira alrededor del examen de la relación del paciente con el inconsciente colectivo.  Lo más importante de todo, es el Sí mismo, que es el arquetipo del Centro de la persona psíquica, su totalidad o integridad.  El principio del Inconsciente Colectivo está directamente relacionado con los Registros Akásicos.

Rudolf Joseph Lorenz Steiner

Steiner fué un filósofo, reformista social, arquitecto, esotericista, y teósofo austríaco quien más tarde fundó la Antroposofía utilizando el ya conocido concepto de Registros Akásicos, principalmente en una serie de artículos en su revista Lucifer-Gnosis publicada desde 1904 a 1908.  En esta revista, Steiner escribió sobre Atlantis y Lemuria y los temas relacionados con su historia y civilización.

Vuestros Propios Registros Akásicos

Nuestros Registros Akásicos contienen los archivos vibracionales individuales de cada Navitas y su jornada a través de su existencia.  Hay dos compendios separados para los Registros de cada persona.  El primero es el cianotipo* de su Navitas el cual es inmutable y jamás cambia; y el segundo compendio es la historia dinámica de nuestra jornada a través del tiempo como seres humanos, y el que refleja la evolución de nuestras conciencias y de nuestra conciencia sobre nuestra propia evolución.

Los políticos mentirosos, los abogados deshonestos y los frailes degenerados no tienen acceso e este segundo registro porque éstos, están irremediablemente corruptos por la falta de moral y consciencia de su bien conocido estado del hediondo excremento humano.

Se dice que para poder tener acceso a sus Registros Akásicos, éstos se pueden acceder a través de un estado de profunda relajación o meditación.  Cualquiera puede tener acceso a sus propios Registros Akásicos.  Estos registros pueden ser una herramienta para asistirlo en descubrir o manifestar su propio propósito en la vida.

Meditación

La meditación es una práctica en la que un individuo usa una técnica, como la atención plena o la concentración de su mente en un objeto, pensamiento o actividad en particular, para entrenar la atención y la conciencia, y lograr un estado mentalmente calmado y emocionalmente sereno.

La meditación se ha practicado desde la antigüedad en numerosas tradiciones y creencias sincretismas* y filosóficas.  A partir del siglo XIX, estas prácticas se han extendido fuera de sus márgenes esotérico/religiosos originales a otras culturas donde la meditación se practica comúnmente en la vida privada y pública.

Yoga

El Yoga (del Sánscrito “joʊɡə”), es un grupo de prácticas o disciplinas físicas, mentales y espirituales las que hayan su origen en la antigua India.  La “‘antigua India” es la cultura de Madras en Tamil Nadu, que es el sitio paleolítico más antiguo conocido en la India, y que data de hace aproximadamente 1,5 millones de años.

La disciplina Yoga es una de las seis escuelas dogmáticas de las antiguas tradiciones filosóficas Hindúes.  En las prácticas Hinduístas, existe una enorme diversidad de escuelas de Yoga, de prácticas de ésta, y de los diferentes objetivos que el Yoga persigue; no solo en el Hinduísmo, pero también en el Budismo y el Jainismo.  En el mundo europeo y en el continente americano, el término "Yoga" en general representa una forma más reciente del Hatha Yoga, práctica que envuelve posturas físicas llamadas “Asanas”.

Se teoriza que el origen de la práctica Yoga se remonta a las antiguas costumbres indias védicas.  Esta práctica se alude en el Rigveda(1), pero es muy posible que se haya concebido como tal a finales del siglo IV, o a principios del siglo V AEC (Antes de la Era Común) en los movimientos ascéticos y Śramaṇa de la antigua India.  La cronología exacta de los textos más antiguos descubiertos que describen prácticas de Yoga, aún no puede especificarse claramente pero algunas corrientes le acreditan su nacimiento a Upanishads, los que son textos sánscritos antiguos que comprenden algunos de los conceptos filosóficos centrales del Hinduísmo.  Los Yoga Sutras de Patanjali datan de la primera mitad del primer milenio de la Era Común, pero su importancia no fué de relevancia en Occidente sino hasta el siglo XX.

(1) El Rigveda del Sánscrito: "alabanza" y veda: "conocimiento", es una antigua colección india de himnos Sánscritos Védicos que conllevan acotaciones  sobre el culto ritual, y la exégesis mística.

¿Son los Registros Akásicos Reales?

Bueno, no hay prueba alguna de la veracidad y existencia de los Registros Akásicos, pero si nos basamos en el inventito cristiano de la “Fé”, entonces podemos creer en cualquier cosa por más absurda, ilógica, infantil, inconcebible, incoherente, irracional, pueril, inaudita o ridícula que parezca, porque estos conceptos viven sólo en la imaginación de la mente humana tal como todos los dioses y las creencias y dogmas implantados.  Usted decide.

En caso de que...
Usted no pudiese -por más que trate- de tener acceso a sus Registros Akásicos, no se preocupe porque hay una fórmula criptodinámica* y aeosopia* la que usted puede usar para romper la clave de acceso a sus archivos de vida histórica, presente y futura; especialmente para la vida futura.  Y la factible y reduccionista* clave para este acceso es: ¡piense antes de actuar!

  
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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Aesopia Transmitir significado o conocimiento solo a miembros del movimiento secreto
Cianotipo – Plano original, proyecto original
Criptodinámico – Tener una visión o un poder secreto
Reduccionismo – La falsa creencia de que fenómenos complejos se reducen a simples anomalías
Sincretismo – La combinación de diferentes creencias religiosas
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco

miércoles, 1 de agosto de 2012

El Dinero Adormita la Conciencia


En casi todos los casos que conozco, el dinero adormita la conciencia.  El dinero encuentra siempre y siempre encontrará fértiles tierras en las conciencias humanas débiles y pequeñas para diseminar ampliamente su comisión maléfica, y desarrollar con fuerza y bravuconería su lado protervo.  Esto no es de extrañarse simplemente porque usted sabe muy bien que todas las cosas -como los seres humanos- tienen dos caras.  Una cara es buena, honrada y limpia, y la otra; bien notada y reconocida por todos, es mala, innoble y sucia, como las hermafroditas flores de la falaz familia de la Canna Indica Rubra.

Por ejemplo, el dinero siempre encuentra fructíferos parajes donde es siempre bien recibido: en los abogados deshonestos; en los políticos inescrupulosos; en los curas que gritan pobreza pero que viven como reyes, y en los muchos cicateros que viven alrededor nuestro y a los que vemos casi siempre y con los que muchas veces tratamos consuetudinariamente.  Esto pasa porque la miseria moral humana no conoce límites visibles.  Así como el hambre es el arma más poderosa para quebrar el espíritu humano, el dinero es el arma omnipotente que adormita la conciencia.

Pero no quiero hablar de lo malo y lo desalmado porque esto es nada más que la negra y falsa semilla de una pasioncilla envuelta en su saquito de envidia, propia de esos humanos espectros desahuciados y egoístas; empero, quiero hablar de lo bueno, de lo luminoso, de lo limpio, de lo humano que posee el valor contradictorio de lo negativo, que sostiene el importe contrapuesto al personalismo, esa valiosa tarifa que anula el egoísmo en sus más profundas raíces... ese altruísmo de que a pesar de ser abundante, no se nota. 

Sí, en casi todos los casos que conozco, el dinero adormita la conciencia; pero sin embargo, la otra cara del dinero que adormita las conciencias hace también su trabajo despertante y sin el menoscabo de las escabrosas acciones de su gemelo demoníaco, triunfa sin pompa ni gloria, sin gritos ni estridencias; pero con la muda algarabía de los honestos y generosos corazones de los hombres que los sostienen. 

El dinero no es un fetiche: es REAL.  El dinero no hace a las personas malas, solo les dá la oportunidad para mostrar lo que realmente son.  Si usted cree que usted es una buena persona y de pronto se hace rico, entonces ¿se tornará ahora usted en un criminal?  ¿Se transformará ahora un asesino?  ¿O quizá ahora que tiene dinero permutará su buen carácter por un temperamento despótico y opresivo?  Probablemente no, pero ciertamente la posibilidad existe. 

Los malos son y han sido malos todas sus vidas, los buenos son y serán buenos todas sus vidas, pero el dinero les dará la franca oportunidad para lucir los verdaderos colores de sus auténticas banderas.  El dinero no es un fetiche: es REAL, y tiene la indomable capacidad de adormitar la conciencia.  Ahora que es rico es posible que se le olvide el prójimo, es posible que ya no se acuerde de las cosas buenas que quería hacer cuando era menos rico, y también es posible que rápidamente relegue a un segundo término los buenos hechos que soñaba hacer cuando tuviese dinero...  ... y esto es porque, en casi todos los casos que conozco, el dinero les adormita la conciencia.  

No conozco a ninguno que no le guste o no necesite el dinero.  Si alguien dice lo contrario, es un sofista mentiroso.  Es cierto que lo odiamos cuando no lo tenemos, pero lo amamos cuando está en nuestros bolsillos; porque contrario a todos los otros fetiches divinos, el dinero es real.  Hoy en día, el dinero es una necesidad crucial para nuestras vidas y su dependiente supervivencia.  El que no tiene dinero, perece.  Algunos sicarios de estrechas corrientes ideológicas demonizan al dinero, pero sin embargo se pasan sus vidas en pos de éste y se aseguran de tenerlo en buenas cantidades para su propio bienestar y supervivencia. 

El dinero, contrario a los innumerables dioses que existen, es real y no es demoníaco como predican las irresponsables, sueltas e hipócritas lenguas de esos fantoches que venden bolsas invisibles de aire y que se ocultan y disfrazan en sotanas oscuras, los atuendos que reflejan lo emocional y concienzudamente necrofílico de sus escrúpulos, los que son del mismo color con que pintan lo que condenan.

Ciertamente el dinero no es lo más importante o trascendental de nuestras vidas, pero sin duda es una herramienta fundamental e imprescindible para la supervivencia humana, para la supervivencia de los buenos y de los malos igualmente.  Si usted se dá cuenta, casi todo en este mundo tiene un precio y sin duda se puede comprar con dinero; y lo que no, no importa porque no cuenta.  A usted le aman o no le aman, o quizá le odian, y el dinero no tiene lugar en esto porque no puede comparar amor ni odio; esto lo genera usted mismo sin necesidad del dinero, así que en las cosas que no se pueden comprar con dinero; como por ejemplo el amor de su Madre, el dinero no tiene ninguna incidencia.

El dinero tampoco puede comprar salud física, mental o emocional, y si usted se enferma, no necesita el dinero para hacerlo.  Esta es una de las gratuitas gracias de nuestras débiles y volubles calidades humanas.  Sin embargo con dinero se pueden comprar los mejores doctores, las mejores medicinas, los mejores tratamientos, y los mejores hospitales.  En este caso, el dinero es bueno porque le hará la vida menos miserable que a aquel que no lo tiene, y quien tendrá que sufrir la enfermedad en forma miserable y dolorosa, y hasta quizá viva menos que usted porque usted puede comprar los remedios de la salud; y todo esto gracias al dinero porque el dinero es real y puede comprar recetas de salud.  Trate usted de comprar medicinas con oraciones, o trate de mejorarse rezando...  quizá sus cuentas se paguen mágicamente si hace una buena "manda"...

¿Cómo es que el dinero adormita la conciencia?  Pues bien, gracias al dinero que usted posee, usted puede pagar por las necesidades y las muchas instancias que su enfermedad demanda, pero ¿se ha detenido a pensar en aquella persona que no puede pagar por esas cosas que nos podemos proveer nosotros con la ayuda del dinero?  Aquí es donde la conciencia se toma la primera siesta.  Es cierto que debemos preocuparnos de nuestra salud, pero debemos ser tan egoístas que solo pensamos en nosotros. 

Según me acuerdo y de la forma de cómo nos imbuyeron algunos de aquellos principios basados en arcaicos escritos en una lengua desconocida e incomprensible en ese entonces para nosotros; los que por lo tanto no fueron una enseñanza sino que una supuesta "reforma del pensamiento", una "nueva educación", o una "reeducación vanguardista"; lo que en realidad era, fué un malicioso lavado de cerebro aprovechando que nuestras jóvenes mentes no estaban desarrolladas y eran muy susceptibles de ingerir cualquier mierda que nos ofreciesen; principios que hablaban de hacer lo que era lo correcto con el prójimo, uno de esos "principios cristianos", que son los primeros en salir por la ventana cuando el dinero nos adormita la conciencia.  La razón inexcusable de por qué todo el mundo necesita la "mano de dios", es porque nunca nadie la recibe.

Entonces, usted paga por sus apremiantes necesidades y se olvida de aquel que está en su misma situación, pero que no tiene dinero como comprar algún alivio para las circunstancias de él.  Usted me dirá usando magistralmente una de esas insensibles y rimbombantes pero huecas frases como: "La caridad empieza por casa".  Párese a pensar un momento a ver si se acuerda de quién le metió esta egoísta basura en la cabeza.  También deténgase a pensar cuántas veces usted ha repetido como un vistoso pero intrascendental papagayo esta presuntuosa frase para justificar su adormitada conciencia...  Esto no es una crítica para usted, sino que un "recordatorio" de los instantes de su propia y libre determinación, que quizá está más manchada y contaminada más allá de la reparación, de lo que cree que cree gracias a esas arcaicas y vacías "enseñanzas" sin intento.

¿Se ha dado usted cuenta de que existen instituciones que se dedican a ayudar al prójimo?  ¿Y de que las personas que las corren y manejan, al menos la mayoría de ellos; todavía no tienen la conciencia adormitada por el dinero?  Nunca se olvide de que la más importante institución de caridad, es usted.  Quizá usted deba comenzar a ejercitar algunas de esas arcaicas "reformas del pensamiento" que tal vez no estén tan vacías después de todo, y hasta quizá posean algún  intento.  No deje que el dinero le adormite la conciencia.

Hay mucha gente que adora el dinero pero que también adora a su prójimo, independientemente de la forma en que este "prójimo" esté hecho, y de la forma en que este "prójimo" piense.  La Caridad se supone que esté por sobre la naturaleza y el pensamiento humanos, ¿es cierto esto?, usted dígame... 

Entre estas gentes que aman el dinero -que es real- (¿he mencionado esto anteriormente?), también los hay los que aman honestamente a muchos de sus prójimos porque sus conciencias aún no están adormitadas.  Digo honestamente porque sus acciones nacen de sus claras conciencias y no de la inescrupulosa presión de dar un diezmo en la públicas y forzadas apoteosis de las reuniones idólatras y de "estatus social" que brindan los fachosos y chocarreros espectáculos místicos de los Domingos por la mañana, orquestados por bufones sin palacio ni substancia.  Esto no es mi invento, esto es historia y los hechos de la historia son reales; interpretación creacionista no lo es.

Estos seres especiales a los que el dinero no les ha adormitado la conciencia, están hechos de una mágica materia etimológica que contiene amor al ser humano, amor a la humanidad, que exudan caridad y respeto positivo y constructivo; y no tienen nada que ver con los misántropos del párrafo 2 que menciona este abierto y corrosivo escrito.  Sé que este papiro de la conciencia es incisivamente mordaz y abiertamente insolente, pero es honesto, directo y sin tapujos; y lo puedo escribir así porque no le temo ni a los magros dioses, ni a nada más en el Universo. 

Puesto en los términos más simplistas de la lengua Castellana, estos filántropos seres humanistas buscan en una forma totalmente desinteresada la excelencia en cada faceta y circunstancias de la vida humana, para cada vida humana indiscriminadamente, creando múltiples maneras y vías para traer esa filosofía humanista a fruición.  El caso curioso es que este dinero que adormita conciencias, también las despierta y las despabila en una gran forma.

El dinero te pertenece y te sirve momentáneamente solo cuando está temporalmente entre tus manos.  Y muchas veces esas manos tuyas no te pertenecen a ti, sino que al que sirves, a tu amo.  Y tu amo es muchas veces el dinero, ése que te acaricia primero, que te saca de apuros, que cimienta tu progreso y el bienestar de tu familia, y que te hace feliz después; y durante este interludio cuando estás complacido, te adormece la conciencia.

No todo se compra con dinero, repetirá concienzuda y reflexivamente usted.  Y tiene mucha razón, absoluta razón.  Por ejemplo el dinero no compra carácter, no compra amor, no compra honestidad, no compra lealtad, ni tampoco compra la limpieza y la solidez de la conciencia moral; por lo tanto no importa porque estos elementos están en otra liga, en una liga en donde el dinero no existe y en que nada está a la venta.  Entonces es ridículo tratar de establecer que el dinero no compra cosas como éstas, porque es una verdad que no puede ser más cierta ni establecida, y que usted probablemente sabe y entiende muy bien.

No hay ningún dios que exista en este planeta que esté sobre cualquier otro, o que sea más cierto o importante que ninguno de sus émulos.  Todos estos pequeños y desvalorizados dioses son nada más que una vaga e inmanente promesa que vive hacinada en las mentes humanas a expensas de las ignorantes e impensantes conciencias de los hombres, conciencias tan inhibidas intelectualmente y tan superlativamente estorbadas en erudición y lógica; que tratan una verdad innegable y patente con ojos absolutamente ciegos y con un vacío total de lógica y sentido común, elementos que les hacen confundir la realidad con la ficción sin límites. 

Por ejemplo, tratan la virginidad como un guante reversible, como una verdad bizantina, como un sortilegio fantástico que ni el más tonto de los hombres honestos creería por un segundo si no tuviese la mente envenenada con las ácidas mieles del vano creacionismo.  El creacionista adicto y partidario no se dá cuenta -y muchas veces porque no quiere-  de que su mente está desesperanzadamente irrecuperable, tan irrecuperable como la pérdida de la virginidad.

El gran desafío de la conciencia se presenta cuando hay que tomar una decisión, en ese segundo cardinal cuando hay que definirse entre ser honesto o nó; cuando debemos definir un dictamen de comportamiento que marcará nuestras vidas y nuestra conciencia privada por la eternidad.  Esos momentos son aquellos en que debemos decidir qué es lo correcto que deberíamos hacer en dadas circunstancias.  Cuando usted se encuentra una billetera en el suelo, la que contiene dinero, tarjetas de crédito y otros valores, pero también contiene la  identidad de su dueño, ¿qué hace usted?: ¿llama al dueño para devolvérsela?, ¿le extrae los valores liquidables y después la tira?, ¿o se la guarda en el bolsillo para después lidiar con sus sentimientos cívicos y morales porque en ese momento no se puede definir como un hombre cabal?  ¿Es posible que el deslumbre de aquellos coloridos billetes le hayan adormecido instantáneamente la conciencia con su estallido de avaricia?...  ...es muy posible hombre, porque el dinero adormita la conciencia.

La respuesta es sin duda un asunto muy personal y privado, la que dejará un insistente residuo moral, positivo o negativo; el que usted deberá llevar pegado como una mancha o como un trofeo en su conciencia para el resto de su vida.  Si es que tiene conciencia, eso es, porque cuando el dinero entra por la puerta, la conciencia es lo primero que se escapa presta por la ventana.

Esta mágica poción de tiempo indeliberado que usa el dinero para inyectar la dormitación de la conciencia, sobrepasa los poderes de los pequeños e imaginarios dioses que están por todos lados, como las moscas,  incluyendo al más venerado de los mundanos dioses, los que nunca tendrán más seguidores que un simple pero real dios: el dinero; aquel Dios Latino inventado por los Romanos al que llamaron Denario, esa transcendental moneda romana principal y de principio a la que hoy llamamos "Dinero".  Este dios que es tan real, ha puesto de manifiesto la locura de vivir precariamente para poder morir rico.

El dinero le pertenece a todos y no es de nadie, solo acata las órdenes de aquellas manos que lo sostienen momentáneamente.  El dinero dá la luz a quien lo emplea para abrir la flor del mundo y aniquila a quién se endiosa con él confundiendo la riqueza con el espíritu.  Muchos se expresan con sinceridad cuando señalan que desprecian las riquezas, pero que quede claro que la mayoría de las veces se refieren a las riquezas que poseen los demás.

Muchos no encuentran la diferencia entre el dinero y la conciencia, no distinguen entre la conciencia y la muerte, y no notan la discrepancia entre la muerte y la riqueza.  Aquellos que consideran que el dinero puede hacerlo todo, son un ejemplo sin tapujos ni dudas y un claro y fundamentado indicio de que estos individuos son capaces de hacer cualquier cosa por dinero, y esto es porque  lo único que nos distingue de los otros animales, es que éstos no tienen preocupaciones financieras.

Lo mas cómico de todo esto, es que al final del controversial camino del uso del dinero, no es el dinero el que cuenta, sino que el ser humano y su conciencia.  El dinero no es malo, el ser humano es el que tiene la capacidad de ser bellaco y usar el dinero como un mero instrumento de su perversidad o de su altruísmo, el ser humano es el que asesina a otros y no el dinero, el ser humano es el que tiene la conciencia; el dinero es un simple papelito pintado con coquetos y variados colores y con unos lechuguinos números que nunca representan el valor que murmuran.  El único dinero que mantiene su valor real siempre, es el dinero del "Monopoly".  

No existe absolutamente nada que sea inherentemente bueno, o malo sobre el dinero.  El dinero, ésta irracional herramienta; la utilizamos lo mismo para financiar hecatombes humanas o para aliviar y enaltecer al ser humano.  Le inventamos (al dinero) convenientes nombres y egoístas barreras, le colgamos horribles y hermosos poderes, lo usamos para destruirnos a nosotros mismos, o le dejamos fluír libre y sin tapujos traspasando nuestras naturalezas como otro símbolo de nuestro autodeterminado derecho a la exuberancia.  Como sea que sea el caso, a la postre el dinero es una reflexión de nosotros mismos, y por eso es que el dinero posee el poder de adormitar la conciencia, porque no hay maestro que nos pueda sobornar mejor que nosotros mismos.

¿Por qué me arriesgo de esta manera interviniendo en un asunto tan controversial?   Sabiendo cómo "piensan" algunos ahí afuera, ¿por qué me expongo a la crítica irreflexiva?  Muy simple, o porque soy loco, o porque tengo conciencia de tener miedo, y porque no tengo miedo de que me califiquen de materialista, ni tengo terror de que los creacionistas me tilden de algo que no soy y que probablemente no existe, ni tampoco tengo miedo de que aquellos que me conocen cambien su actitud hacia mí.  Pero me arriesgo de ésta, quizá imprudente pero audaz manera interviniendo en asuntos espinudamente controversiales; porque si no intervengo, quizá deba tener más miedo de darme cuenta de que soy un cobarde por no hacerlo, o que quizá el dinero ya me haya adormitado la conciencia.


El Loco