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martes, 1 de septiembre de 2015

Adán y Eva

De acuerdo con los infundados y kenodóxicos mitos sobre la creación imbuídos en las incontables e indistinguibles religiones abrahámicas, Adán y Eva fueron el primer hombre y la primera mujer en posar pié sobre este patético planeta.  Fíjese bien que digo "la primera mujer" porque en ningún escrito por anicular que éste pudiese ser; dice que Eva era la "mujer de Adán".  La ficticia y fantástica historia de Adán y Eva es central en la creencia de que uno de estos incontables dioses creó a los seres humanos y los puso a vivir en un "paraíso"(1) en la tierra.

(1) Paraíso es una palabra Persa y un concepto originado en la antigua Persia.  Este concepto fué originalmente referido con un único sustantivo que significa "un compuesto o jardín amurallado".  De la raíz "pairi" (alrededor) y "daeza" (pared, ladrillo), el historiador Jenofonte de Atenas tradujo la frase persa "pairidaeza" a la versión griega "Paradeisos".  Hoy, el concepto de "Paraíso" se refiere al significado Europeo de Jardín del Paraíso debido a su significado lingüístico Indo-adicional.  Entonces el uso religioso de "Paraíso" es menos original que mear en las murallas.

A pesar del engaño que Adán y Eva sufrieron a manos de los manipuladores del Paraíso, se quedaron en el mismo lugar a las afueras de éste, y formaron nuestro actual mundo el que ahora está cuajado de sufrimiento, políticos, injusticia, abogados deshonestos, pobreza, y frailes degenerados.  Sin embargo, esta prodigiosa ridiculez provee la base para la inconsciente creencia general de que la humanidad es, en esencia; una sola familia, con todo el mundo descendiendo de un solo par de antepasados ​​originales.  ¿Qué cosas, no?

Este fantasioso cuento sufrió una extensa y diversificada elaboración para justificar y acomodar las diversas tradiciones abrahámicas posteriores, por ende; las interpretaciones y creencias con respecto a Adán y Eva y la historia que gira en torno a ellos, varía excesivamente entre las innumerables religiones y sectas.  En cualquier caso, parece que Adán y Eva vivieron juntos y felices en este Paraíso por lo menos, por unos pocos días. 

Preguntas del Autor: ¿Quién nombró a Adán y Eva con esos nombres tan poco imaginativos?  ¿De dónde salieron estos nombres?  Según el hebreo, Adán significa "ser rojo", ¿sería comunista este tipo?, y según el mismo hebreo, Eva significa "respirar".  ¿Es ésto una insinuación pornográfica o un inuendo sicalíptico?  ¿Quién sabe?  Saber la respuesta a esta incógnita podría ser tan importante como averiguar por qué y para qué sirven los vellos púbicos.

Como Adán era ciego y tonto, afortunadamente no podía ver la horrible mancha carnosa oblonga con negros pendejos que Eva tenía en la cara, producto de la pobre manipulación con que su creador la perpetró; ni tampoco podía verle los dientes chuecos, ni las roídas uñas amarillentas de las manos, ni la galopante infección de pie de atleta en los dedos y uñas de los pies, ni el poto horrible que le colgaba desgraciado por detrás como un viejo y flácido escroto de hipopótamo senil. 

Por otro lado, como Eva era más sorda que el Papa, no tenía que escuchar ni oír los gimoteos ni los lloriqueos narcisistas de Adán, ni su infantil, necia y discriminatoria impenetrabilidad para recapacitar o pensar lógicamente.  Eva tampoco tenía que oír los desagradables pedos y ronquidos que Adán soltaba durante aquellas paradisíacas noches, ni tenía que enterarse del contenido verbal de las estúpidas canciones que Adán tarareaba cuando deambulaba por el Paraíso porque no tenía nada en que ocupar su tiempo sino en vagancia y haraganería.   

Pero a pesar de todo esto, las malas lenguas dicen que ellos vivían felices en este cómodo lugar el que no les costaba un céntimo.  Todo marcharía bien mientras fueran buenos inquilinos y obedeciesen castizamente las reglas del propietario del recinto; las que eran extremadamente simples: No comer los frutos de un árbol de manzanas (o una fruta parecida porque no se identifica la naturaleza o el género específico de la frutita ésta) que aparentemente le pertenecía al dueño del inmueble.

Este predio era bastante aceptable y se supone que era limpio aunque no se especifica claramente en dónde Adán y Eva se deshacían de la basura que producían, o qué usaban como letrina, o si había bidet(2) o nó.  Las mascotas eran bienvenidas –las que eran numerosas en este lugar-, no había que hacer lavado de ropa porque andaban en pelotas, no tenían que trabajar, no tenían obligaciones de ningún tipo, no se tenían que sacarse las pelusas del ombligo porque no lo tenían, y no había suegras de ninguna especie.  Esto último computaba por el 95% del éxito en el concepto de felicidad en el Paraíso.  Más tarde, con el advenimiento de las suegras se jodió el Paraíso.

(2) La palabra "bidet" se tomó prestada del Francés como un calque, o sea; una traducción literal palabra por palabra de una palabra fiada de otro idioma.  El bidet es un inventito de lo más mono y práctico que se utiliza principalmente para lavarse los genitales, el perineo, las nalgas interiores, y el afamado ano. Entonces, una piraña en un bidet resultaría un riesgo sumamente peligroso.

Es bien sabido en todos los círculos sociales del planeta de que la ociosidad es la madre de todos los vicios y también la gestadora de la desobediencia civil, por lo tanto; no tomó mucho tiempo para que estos dos mogollones viviendo gratis en el Paraíso se metieran rápidamente en líos.  Aparentemente sus "creadores" no planearon mucho sobre el futuro de sus imperfectas creaturas, lo que prueba que en el "cielo" también hay políticos. Desafortunadamente todas estas cosas comienzan de la misma manera: primero la haraganería seguida de la ineficacia mental, y después se adhieren las malas juntas y las conversaciones insubstanciales, para entonces resultar inevitablemente en la delincuencia, e incluso en uxoricidio.  Gran cantidad de abogados deshonestos se saltan varios de estos pasos para obtener el mismo resultado mas rápida y efectivamente.

Como consecuencia lógica de lo anterior, Adán y Eva decidieron comer del fruto prohibido; no porque tenían hambre o falta de surtido de alimentos o chucherías para sus yantares, sino porque eran sumamente gazmoños por naturaleza.  De acuerdo al cuento, sus cuerpos fueron hechos de polvo, pero al parecer sus cerebros fueron hechos de pavesa.  Entonces, contra las reglas del cacique celestial, se robaron una manzana, y se la comieron detrás de un arbusto para que nadie los descubriese.  Nunca se supo dónde escondieron la coronta.

Como los ociosos dioses son más copuchentos que una suegra sin amigas, rápidamente descubrieron el delito, y los desalojaron del Paraíso; pero no antes de que Adán y Eva descubrieran que esta nueva droga (la manzana) les había dado la facultad de saberlo todo.  Y pasó lo que tenía que pasar: al igual que a un púber de 14 años de edad, a Adán y a Eva rápidamente se les puso bastante negra la cosa.

Hablando de ciertas cosas negras, este hecho gatilló el nacimiento de las teorías e hipótesis sobre los Hoyos Negros del espacio sideral donde, dependiendo de la masa y de las cargas de los Fermiones (Solitones) Oscuros, ellos se podrían combinar o fusionar para crear otros Átomos Oscuros revolviendo alrededor de su propia Química Oscura, sus Moléculas Oscuras y posiblemente formando estructuras oscuras más complejas o sofisticadas; pero este oscuro asunto es materia de otro pugilato científico sobre la energética y dinámica interacción céntrica de la Materia Oscura; como por ejemplo, su nanoactividad causal en un sistema de superfluído fermiótico.  ¿Qué cosas, no?

El enfrentamiento con la realidad fuera del Paraíso llevaron a Adán y Eva a descubrir por ejemplo para qué sirven los genitales y que éstos se pueden usar enclavadamente a modo de un simple rompecabezas porque uno encaja perfectamente en el otro; descubrieron que la caca huele mal; y se percataron de que los pelos de los sobacos no sirven para nada.  Eva también descubrió que sus senos pueden ser un arma mortal para usarlos en contra del hombre, y Adán descubrió que su pene servía para inflar mujeres. 

Los dioses sintiéndose desobedecidos, los expulsaron inmediatamente del Paraíso.  Una vez que los desalojaron y sin saber de cómo exactamente llegaron a este estado de refugiados desamparados, quedaron a merced de los elementos y de las desconocidas fuerzas de la naturaleza, y ésta; rápidamente los curó de su sordera y de su ceguera, por lo tanto Adán y Eva se saltaron la adolescencia y maduraron de golpe en cinco minutos, lo que puso su inconsciente estado marital en circunstancias normales, tal como nos sucede a todos nosotros.  En este momento no solamente se dieron cuenta de su desnudez –lo que era un detalle insignificante-, sino que lo peor; es que se dieron cuenta del tremendo lío en que se habían metido, lo que les traería gatuperios surtidos y berenjenales insalvables en el futuro inmediato. 

Nota:

Contrario a la creencia popular, Adán y Eva no fueron expulsados del Edén por comerse el fruto prohibido del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal como lo hicieron.  La tentación de comer de este árbol fué una meticulosa confabulación embaucadora divina con el fin de evitar que Adán y Eva comieran del Árbol de la Vida, acto que les hubiese concedido a Adán y Eva vida eterna.  Convenientemente, esto nunca nos lo dijeron los frailes ni se menciona en ninguno de los conciliábulos domingueros en los nutridos templos del engaño.  Ambos árboles prohibidos están nombrados claramente en Génesis 2:9.  Lea.

La única y simple razón de por qué Adán y Eva no pudieron comer Árbol de la Vida está claramente explicada y esclarecida en Génesis 3: 22-23: "Y dios dijo: He aquí que Adán es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal: ahora, pues no sea que no alargue su mano y tome también del Árbol de la Vida, y coma, y viva para siempre".

Si esto hubiese pasado, Adán y Eva habrían pasado a tener membrecía automática en el club de dioses, pero ahora como dioses genuinos, y el dios que los creó no podría ya más jugar a ser dios con estas pobres creaturas; y todo el embrollo de la creación habría sido un vergonzoso bochorno canicular para el dios creador.  Entonces para evitar problemas y evitarse una vergüenza con sus colegas, el dios de turno proscribió a Adán y Eva del Jardín de Edén (el que se quedó completamente vacío y sin propósito) para que se las arreglaran solos.  Dios tuvo suerte de que en ese tiempo no existía el Servicio de Protección Infantil.  Aquí queda claro que a los dioses no les gusta la competencia. 

Por otro lado, ¿para qué carajos existía el Árbol de la Vida que daba vida eterna cuando todo lo existía en el Paraíso ya era eterno e inmortal?  ¿Redundancia paradisíaca, error celestial, o falta de cacumen divino?  ¡Quién sabe!

Otro gran error creacionista garrafal que nos acompaña y perjudica hasta el día de hoy, es que estos inoperantes dioses le dieron a Adán (de hecho al Hombre) un cerebro y un pene; pero no suficiente sangre para poder operar los dos al mismo tiempo en forma efectiva.  ¿Qué cosas, no?

Fuera del Edén

Al principio no fué tan malo para Adán y Eva fuera del ahora vacante Paraíso, pero las cosas se pusieron peor a medida de que pasaba el tiempo.  Como los dos eran un par de perfectos inútiles porque sus creadores de poco cacumen los equiparon con la capacidad de no saber hacer nada, descubrieron de que los problemas, anteriormente desconocidos para ellos; existían y eran muy numerosos.  Al principio discutían sin mayores contrariedades, pero después de que los problemas sin resolver se acumulaban a un ritmo insostenible, argumentaban en forma más y más agresiva; y cuando descubrieron que no se podían poner de acuerdo en casi nada, peleaban ácidamente llamándose nombres e insultándose mutuamente.  

Adán insultaba a Eva diciéndole que no se podía distinguir si su cara estaba en la parte delantera o trasera de su cuerpo, y Eva le devolvía la delicadeza abucheándole a Adán de que su herramienta era muy corta, flaca; y que se desinflaba demasiado rápido.

Pero como la naturaleza humana es lo que es, y como no tenían ropa ni cobijas, estaban obligados a dormir juntos para defenderse de los elementos y del frío (todavía no habían descubierto el fuego -eso pasó mucho después), entonces ocurrió lo que tiene que ineluctablemente ocurrir cuando dos tibios y suaves cuerpos entran en desnudo y apretado contacto: Adán infló a Eva.  No una vez, sino que varias.  Como resultado de esta inesperada pero entretenida actividad insufladora, tuvieron varios hijos: Caín, Abel, Enoch y otros que la Biblia no quiere mencionar (como Seth que algunos dicen que es Enoch).  Y los problemas no terminaron aquí, sino que apenas comenzaban.

Después de un tiempo, como Eva era la única mujer sobre la faz de la Tierra, y como la herramienta de Adán estaba desinflada e inservible, Eva se vió abocada a la tarea de poblar este nuevo y amplio recinto en que ahora vivían (muchísimo más amplio que el Paraíso), así que Enoch fué el primer encargado de suministrar un nuevo y más moderno inflador para continuar con la inflación humana, acto que más tarde clasificamos como parafilia-gerontofilia.  Y así, inesperadamente, se creó la profesión más antigua del mundo, y la raza humana se degeneró debido a la suelta y concupiscente práctica de la endogamogénesis.  El acto sexual de Eva y Enoch fué el primer acto de paedogénesis registrado en nuestra historia, y el génesis de la paedofilia –o pedofilia-; hoy, un acto meramente eclesiástico.  Que quede claro que este arbitrario acto nunca fué una partenogénesis.  El incesto lo improvisaron e implementaron corto tiempo después.

A estas alturas, los dioses les habían abandonado completamente, o habían decidido negarles su paternalismo, o simplemente los dioses no existían ya más.  Esto fué lo que les enseñó a descifrar el contenido del tamiz de la soledad, y es por eso que los dioses ahora sólo viven en la imaginación de aquellos que aún no toman responsabilidades por sus propios actos y por sus propias vidas.  Este es un efectivo pero especulativo mecanismo de defensa mental el que habilita la capacidad de echarle la culpa de nuestras fallas al "destino", a la "suerte", a la "fatalidad", o a que "dios lo quiere así", un concepto tectomorónico de resguardo pecaminoso muy popular, pero menos práctico que la electricidad en polvo.

Como todo lo que sube tiene que bajar, Adán y Eva se estaban haciendo viejos y necesitaban de cuidados, de compañía, y de un poco de avenencia para vivir juntos sin importar quién estaba en lo correcto, o nó.  Ahora con una creciente prole había otros problemas que resolver: comida, ropa, habitación y jubilación.  Hay algo inexplicablemente raro en lo de la comida porque aún tenían manzanas para comer...  ¿Una venganza divina, o un descuido de las inoperantes mentes divinas de aquellos nunca vistos ni nunca oídos dioses que les crearon?  ¿Qué cosas, no?

Las buenas relaciones que anteriormente habían tenido en el Paraíso con los otros animales se deterioraron vertiginosamente cuando Adán y Eva (y su ahora creciente y hambrienta prole) descubrieron que aquellas creaturas divinas eran en realidad, comida móvil y ambulante.  De aquí el McDonald's le copió a Adán y Eva lo de Auto-Mac (Drive-thru).  

Otro detalle es que en ningún escrito se menciona que Adán y Eva fuesen casados en matrimonio, ni tampoco se tiene ningún registro de ninguna ceremonia paradiasical que los amarrara de esa forma, por lo tanto no tenían ninguna obligación legal del uno para con el otro, pero aún así, vivieron juntos en cohabitación hasta que se murieron bien muertos.  Y vivieron tranquilos en este estado de amancebamiento porque no había ningún fraile degenerado y metido en lo que no le importa, que los rapapolvase por vivir en condiciones de concubinato voluntario y espontáneo.

Esta pancarta mía de la imaginación histórica no tiene nada de original porque muchos han escrito sobre este tan manido tema, como por ejemplo el "Diario de Adán y Eva" de Samuel Langhorne Clemens, más conocido por su seudónimo de pluma: Mark Twain.  En su pintoresca obra Twain describe con un fárrago de humor, ingeniosidad, sarcasmo, matices de ridiculez y surtidas especulaciones filosóficas, el descubrimiento mutuo entre Adán y Eva.

La soledad es una enfermedad contagiosa de la epilogística longevidad.  El tamiz de la soledad es como un colador de la realidad el cual –con la experiencia de la edad- comienza a filtrar nuestros pensamientos, ideas, principios y sentimientos, y es por eso es que a avanzada edad la vida luce tan diferente.  Esto se acentúa enormemente con el hecho de que ya no tenemos tanta gente alrededor nuestro, gente de "nuestra edad" o "de nuestro tiempo" eso es; porque siempre hay gente alrededor nuestro, pero aunque sean familia, éstos están ahora en la categoría de "forasteros" en nuestras vidas porque funcionan en otra frecuencia cuyos decibeles ya no podemos ya alcanzar ni compartir. 

Nos ponemos lentos y medio despistados porque la tecnología y los avances de la Humanidad nos complican la vida, y nos convertimos en un mueble en que todo el mundo (más joven) revuelve alrededor o franquea sin enterarse de que estamos allí, porque a estas alturas de senilidad; la velocidad de la vida es demasiado para nosotros, entonces nos quedamos atrás.  Y la carrera de Ratas continúa su indolente camino, y en la cual nos rezagamos un poco más cada día hasta que estiramos la pata (o cagamos fuego como lo diría el Cacique-Toqui Araucano Malloquete(3)) y nos vamos derecho al Horno.   

(3) El gran Cacique Malloquete fué un valiente y osado Toqui Mapuche quien condujo decididamente a un nutrido ejército de Moluches (o Aucas como los nombraba el Inca del Perú) del norte de la región del río Biobío, en contra del Gobernador español Pedro de Valdivia, con quien libraron la sangrienta batalla de Quilacura, en el año 1546 de Su Majestad.

Y sí, Adán y Eva a pesar de tener una larga prole alrededor de ellos, se sentían muy solos porque cuando entraron en los agrestes, lentos y bucólicos terrenos de la senectud, Adán y Eva eran los únicos viejos que existían en el planeta y estaban más solos que el centinela del Faro del Fin del Mundo de Jules Gabriel Verne; autor quien murió miserablemente de Diabetes Mellitus.  La soledad pesa y asusta porque no es solo un estado de cautiverio emocional, sino porque es una realidad tañente en que la reclusión nos infecta el espíritu y nos oxida la conciencia debido al incremento de la falta de contacto con otra gente.

Otro detalle persistente que me carcome el coco y me corroe la intelectualidad es que no entiendo cómo Adán y Eva se comunicaban.  Nunca se supo ni se determinó que hubiese habido(4) un lenguage disponible para que las primeras creaturas humanas del planeta –de acuerdo al estólido creacionismo- pudiesen comunicarse.  Basado en la estultilocuencia de los escritos históricos, Adán y Eva no poseían un lenguaje.  ¿Entonces cómo coños éstos dos se comunicaban?  ¿Qué cosas, no?

(4) Esto es correcto porque para aquellos que no dominan el idioma Castellano, esta frase glíptica corresponde a la forma del Pretérito Pluscuamperfecto del Subjuntivo en su forma compuesta.  Usted debe de saber de que en el Paraíso, el Gerundio no existía.  Este docto lenguaje lo aprendí debida y cabalmente de nuestro increíble e inmortal Catedrático y Preceptor de la Lengua Castellana, Don Selim Sadek Nifuri en el indeleble Instituto Alonso de Ercilla de los dedicados Hermanos Maristas.

De acuerdo a los Peritos y Catedráticos de estas ciencias del Lenguaje -porque como lo he mencionado anteriormente en varias ocasiones, yo no sé un carajo de nada-, el origen del lenguaje (en todas sus expresiones) en la especie Humana ha sido el tema central de las discusiones y de la polémica académica durante interminables siglos, y de la que aún nadie tiene la más emigrada idea o un peregrino consenso de cómo se originó y desarrolló su ectogénesis, o su direccionalidad basada en el inconstante comportamiento humano.

Tan complicado y quisquilloso es este oscuro debate sobre el origen del lenguaje que en 1866, la Sociedad Lingüística de París prohibió en todos los círculos intelectuales cualquier y todo debate existente o futuro sobre este inextricable tema, una prohibición que se mantuvo influyente en gran parte del mundo occidental hasta finales del siglo XX.  Hoy, existen numerosas hipótesis sobre cómo, por qué, cuándo y dónde podrían haber surgido nuestros idiomas, pero en esto, seguimos más perdidos que el Teniente Bello(5).

(5)  El Teniente Primero Alejandro Bello Silva (1887 -. C 1914) fué un aviador chileno que desapareció durante su vuelo de calificación para la certificación como piloto militar.  Alejandro fué el tercero de los cuatro hijos de José María Bello (quien era hijo de Andrés Bello) y Ana Rosa Silva.  Desde niño tuvo que vivir en Ancud, Chile; debido al exilio de su padre después de la Guerra Civil chilena en 1891, también conocida como la Revolución de 1891; un conflicto armado entre las fuerzas que apoyaban al Congreso y las fuerzas que apoyaban al Presidente José Manuel Emiliano Balmaceda Fernández, quien formaba parte de la aristocracia Basco-Castellana en Chile. Las malas lenguas dicen que al Teniente Bello lo "desaparecieron".

Cosa sumamente curiosa es que solo tenemos un alfabeto fonético, sin embargo poseemos dos abecedarios.  Esto es porque al ser humano le encanta complicarse la vida, enredar todos los asuntos, y hacer las cosas más complicadas de lo que son, y sin ninguna necesidad para ello.  Si usted compara los dos abecedarios (Mayúsculas vs minúsculas), éstos son indiscutiblemente diferentes.  La única letra que es algo similar entre estos dos abecedarios es la letra X; el resto de estos signos a los que llamamos letras difiere completamente en forma y representación gráfica entre su representación de "minúscula" y su homóloga "mayúscula".  ¿La razón para esto?  Si no es por joder, no sé por qué.  ¿Qué cosas, no?

¿Vé usted que hablando sobre Adán y Eva me sumergí escabullida y solapadamente dentro de una amplia y diestra discusión sobre el lenguaje humano, justito bajo sus narices?  Mantenga sus defensas altas.

Volviendo al curioso e inexplicable tema del lenguaje de Adán y Eva, hay que pensar de que los creadores también eran mudos y faltos de lenguage simplemente porque esta pareja Paradisiacal fué creada a la imagen y semejanza de sus creadores -según los perpetradores de la creación humana- quienes probable y sensatamente deberían haber consultado con alguien más informado sobre este peliagudo temita del lenguaje como por ejemplo, con Don Charles Darwin.

¿Entonces cómo Eva podría haber entendido lo que Adán murmuraba -y viceversa- si ellos no poseían un lenguaje entendible y descifrable?  ¡Inaudito!  ¿Quizá se hacían señas con las manos, brazos, dedos y sus cuerpos?  ¿Quizá se daban miradas llenas de intención? (si usted tiene suegra, entonces usted entiende este ácido concepto nervioso-visual).  ¿Quizá utilizaban una serie de ininteligibles sonidos guturales acompañados de extraños ademanes?  ¿Quizá ampliaban un lenguaje puramente corporal por medio de dancitas o fandanguillos cargados de inuendo?  ¿Sabrían ellos acerca de lenguaje Informativo, Expresivo, o Directivo?

La palabra "comunicación" se deriva del Latín "commūnicāre", que significa "compartir"; por lo tanto esto para mí es de suma importancia porque en mi concepción, el lenguaje en cualquiera de sus múltiples formas y combinaciones es una actividad específica con el solo propósito de intercambiar información entre dos o más personas, con el fin ulterior de rendir o recibir los significados prácticos de destino, a través de un organizado sistema colaborativo de señales, signos, códigos, y reglas semióticas en un explícito y definitivo contexto sintomatológico.  Entonces el "lenguaje" no es un asunto simple de última hora.

Sin un lenguaje fonético articulatorio, acústico o auditivo –esto sin incluír fonética y fonología- es prácticamente imposible comunicarse con otros en forma efectiva, definida y clara.  Hay muchos conceptos que requieren de un específico lenguaje psíquico definido, sin expresión somática para poder entenderlos.  En el lenguaje somático las palabras son innecesarias, por ejemplo si usted tiene calor y se avienta aire en la cara con una mano, su interlocutor sabrá inmediatamente que usted esta acalorado; si usted pone cara de diarrea compungida y se sujeta el estómago con ambas manos mientras que se arquea sobre su vientre, su interlocutor sabrá ipso facto que a usted le duele el estómago, la güata, o las tripas; y para esto, no hay ninguna necesidad de expresarse en forma parlante.  Para otros asuntos más conceptuales y complexos, es necesario poseer un lenguaje fonético abstracto.

Ahora, de modo que podemos asumir bastante inconcusamente de que Adán y Eva no poseían un lenguaje inmaterial avanzado, necesariamente deberían haberse comunicado con un lenguaje somático gestual, porque sin un lenguaje psíquico, Eva no podría expresarle a Adán de que ella estaba temerosa del futuro, y Adán no podría haberle explicado a Eva que él tenía planes.

Pero para otras cosas más mundanas, el lenguaje mímico y titeresco funcionaba: Por ejemplo, Eva podía cazar un ratón, degollarlo y ponérselo arriba entre las piernas para ilustrarle a Adán de que ella estaba menstruando, y a su vez; Adán podría recoger un par de melones de buen tamaño, y también colocárselos arriba entre las piernas y mientras apuntando hacia los melones y hacia Eva alternativamente con su dedo índice, podía comunicarle inequívocamente a Eva de que ésta lo tenía desquiciado y hartado. 

Además, aparentemente el Paraíso no era tan Paraíso después de todo porque allí no tenían casa, estaban desnudos, no tenían trabajo ni dinero, ni seguridad contra la delincuencia, ni seguridad social, ni nada y además, no protestaban.  Si yo no supiese mejor, a mi no me cabría ninguna duda que el Paraíso estaba en Chile (por eso me vine a USA).  ¿Qué cosas, no?

Esto le parecerá inverosímil, pero esta pseudo-histórica aventurilla de Adán y Eva, incluyendo a la pobre y discriminada serpiente que hablaba y decía la verdad y que además era antropóglota, es escandalosa hasta sus raíces; entonces es ineludible, indefectible y necesario recurrir a una explicación alegórica emblemática para zafarse de disparates de envergaduras colosales como éste.  Pero en fin, usted crea lo que quiera creer porque la imaginación es gratis, el castramiento moral es sin cargo, y la circuncisión mental cuesta muy poco.  

Lo que sea que hubiese pasado con esta insólita y anormal pareja durante el resto de sus vidas en las periferias del Paraíso realmente no importa porque al final del cuento, Adán y Eva se hicieron viejos, su inducida evolución biológica llegó a su fin, y se murieron bien muertos como cualquiera de nosotros lo hará más rato.  Lo más triste de todo esto, es que Adán y Eva nunca pudieron celebrar ni el Día de La Madre, ni el Día del Padre.

Quizá lo único que resta por hacer como resultado de este raro cuento, es agradecerles a nuestro patrilineal Y-cromosómico Adán, y a nuestra matrilineal Mitocondrial Eva, los orígenes ancestrales de nuestra naturaleza, aunque todo esto sea una chilindrinada bíblica.

Otro detallito en el que nadie se fija es que el viejo Noé muchísimos años después, tuvo que volver a repoblar la tierra porque a los jodíos dioses arbitrariamente se les ocurrió ahogar a cuanto ser humano pisaba la tierra, dejando al anciano Noé y a su reducida progenie el trabajo de repoblar la anegada tierra.  Lo sospechoso es que había animales merecedores enredados en el entuerto, por lo que creo aquí se inició la práctica de la zoogamia.  Quizá de aquí se derivan las herencias genéticas de los políticos infundiosos, de los siempre abyectos abogados, y de los bizantinos frayes degenerados.

Para terminar este asinino bulo de Adán y Eva en una forma épicamente poética, les ofrezco esta sencillamente armonizante pero realista y axiomática cláusula paradisíaca proveniente de mi propia cosecha:

"Lo real es lo real, el resto; onanismo intelectual".
- RAG





El Loco