martes, 13 de enero de 2009

Un saludo del hermano Germán Chaves


Amigos:

a continuación un saludo del hermano Germán Chaves desde la ciudad de Orán, Argelia.

Testimonio del Hermano Germán Chaves, desde Orán, Argelia

Domingo 11 de Enero de 2009 - Carisma y Misión

 El Hermano Germán Chaves Alonso, perteneciente a la Provincia Santa María de los Andes, está ejerciendo su labor de apostolado entre los más necesitados en la Misión Ad Gentes, desde hace dos años, en la ciudad de Orán, Argelia. Al momento de su partida a esas lejanas tierras, era el Asesor Nacional de los Exalumnos Maristas de Chile. Con frecuencia nos envía su testimonio del trabajo que por allá realiza, por lo que en esta oportunidad queremos compartir con ustedes su saludo de Navidad y Año Nuevo que nos enviara recientemente.

Recibe mi saludo afectuoso. Aquí estoy, volviendo a encontrarme contigo. Sí, cada cierto tiempo hablamos de nuestras cosas y compartimos la vida de manera sencilla. Tú, desde esa misión que llevas con alegría sobre tus hombros, en familia, en el trabajo, en la comunidad, entre tus amigos. Yo, desde una manera de "estar" aquí, lo más abierto posible a la verdad y a la vida en Argelia.

1.- Nuestra Fiesta de Navidad, con una novedad ecuménica.


¿Quién celebra las Fiestas de Navidad aquí, en Orán?
Somos un grupito pequeñísimo de "extranjeros", que para las gentes del lugar somos franceses y cristianos, todo junto.
Me pregunta Nacerá, una tía de los Niños Enfermitos, en la Asociación "Luz":
.- ¿Qué hacen ustedes en la Fiesta de Navidad?
.- Bueno, le digo, la oración es lo más importante. Nos juntamos para orar. 
.- ¿Y qué le dicen a Dios?
Le contesto:
.- Yo ruego por ti, por tu familia, por Argelia.
Y me mira sorprendida: ¿Haces oración por mí?
.- ¡Pero, claro! ¿no quieres que lo haga?
.- ¡¡¡Al contrario, te agradezco mucho!!!
Y continúa: 
.- ¡Ah, qué bonito! ¿Y cuál es el sentido de la fiesta?
.- Celebramos el nacimiento de Jesús.
.- ¡Uf, qué tierno! es porque nació el bebé Jesús.
.- Sí, y a causa de esa alegría, después tomamos chocolate y pasteles.

Como te das cuenta, a pesar de estar a unos kilómetros de Europa, la ignorancia es grande entre la gente.

Pero también es cierto que este aislamiento obligado, nos hace tomar conciencia de una manera mucho más fuerte, de lo que decimos y cantamos y sentimos en nuestra fe.

"Para animar la fiesta", hemos organizado un pequeño Coro de Voces que ayudan a todos a cantar en la Misa del Gallo y en la Misa del día.
Y esta vez, la comunidad protestante de Orán, nos trajo un gran regalo:
Diez niños y niñas, entre ocho y catorce años, representaron en la capilla escenas del Nacimiento y Adoración de los Magos. 
Hablaron en correcto francés y en árabe.

Les aplaudimos mucho. Y después, en el tiempo del chocolate y torta, los pequeños se llenaban los bolsillos de "koyacs y chicles". Y volvían una y otra vez a las mesas, con un poco de timidez. No daban crédito a esa abundancia, en libertad. Y los palitos de los dulces, se les salían de los bolsillos. Pero todo fue sencillo y auténtico. Y este grupo de evangélicos son argelinos, por supuesto.

2.- Año Nuevo fuera de casa.

Esta vez, para final e inicio de año, los siete Hermanos Maristas que vivimos en Argelia, fuimos a una ciudad a 160 kilómetros de Orán. Se llama Tlemcen. Es una ciudad histórica. Allí, los Focolares, los mismos que hacen las Mariapolis, tienen una casa de retiros y convivencias.

No te extrañes. Este Movimiento Católico es admirado y aceptado en Argelia desde hace años. Parece un poco extraño que se reúnan con gusto, desde hace tiempo, grupos de argelinos, musulmanes, a recibir formación humana y comunitaria.
Yo soy el primero en admirarme.

En todo caso, nuestra experiencia fue bonita. Los dueños de casa, (cuatro italianos del Movimiento Focolar) recibían a tres familias para celebrar el Año Nuevo, junto con nosotros.
Entre las visitas, un pintor de renombre, argelino, por supuesto, sumamente abierto a lo religioso y su señora agradecida de pertenecer al grupo.

Los niños y adolescentes, muy bien educados. Las señoras aportaron los platos especiales para la cena. Nosotros cantamos algunos Villancicos. Y te agrego que entre las visitas había seis estudiantes del Camerún, (muchachos y muchachas), que asisten a la Universidad en esa ciudad.
Después de media noche, pequeña presentación de cada uno y los jóvenes, cantos y bailes modernos hasta bien tarde.

3.- ¡Caballero, tiene manchado el pantalón!


Ya conoces "la técnica de la amabilidad" que utilizan algunos ladrones.
Te contaré cómo me robaron el estuche con los lentes, en el mercado.

Iba tranquilo, con dos bolsas de verduras en las manos. La calle es muy estrecha y en algunos momentos, circulamos con dificultad, muy apretados. Todo favorece el asalto, suavecito y caballeroso. Un señor de unos cincuenta años, me advierte, tocándome el brazo, que mi pantalón blanco tienes tres gruesas manchas negras de barro. Él está arrodillado, mostrándome la situación. Su cara era como de sorpresa y lamento. Me inclino hacia abajo y le digo: "No se preocupe; gracias, señor, no tiene importancia".

En ese mismo momento, en el apretujón de todos, unas manos me aprietan la cintura y la espalda, como en actitud de apoyo y de lamento compartido. Evidentemente, la caja de los lentes, que estaba en el bolsillo de la parka, quedó a merced de alguien que la llevó sin dificultad.

Salí del apretón un poco despistado, pues la caballerosidad se me mezclaba con los ajetreos en mi cintura y espalda.Un minuto después, al final de esa calle, cuando pensé un momento, me daba cuenta de que esas manchas en el pantalón habían sido lanzadas en el barullo, para realizar la escena y llevarse (probablemente en la intención, un celular o una billetera).
¡Exitosa técnica para los ladrones! Además de que escogen la persona ya sea que la ven despistada, o muy ocupada, o viejita, o todo ello junto.
¡¡¡A río revuelto y apretado, ganancia de robadores de todo lo que pillan!!! 
Entre bromas, hemos representado los hermanos de la comunidad la escena del "asalto a mano amable". Todos se rieron con ganas.

4.- Mis queridos niños, ¡a todo ritmo!:

Y no puedo dejar de hablarte de mis pequeños amigos enfermitos de la Asociación "Luz", para niños con dificultades.
Hace dos semanas, estábamos terminando la mañana, antes de irnos a vacaciones de invierno. Y todos, en el Centro, fueron llevados, en brazos, en sillas de ruedas o caminando, a un saloncito con televisión.

Era un programa de teatro infantil, con un humorista.
Pero tú me dirás: ¿no nos has contado que son autistas y que poco caso harán de la Televisión?
Si, es cierto eso, pero logran interesarse en alguna medida. Por eso te digo que a las cuatro criaturas más centradas en sí y con menos conciencia de los demás, me las encomendaron, a parte, durante ese rato.
Pusimos música árabe, bailable.

Qué maravilla, entre los cinco: los cuatro y yo. Bailábamos y gritábamos a nuestro gusto. Uno de ellos, que apenas le mantienen los piececitos en pie, marcaba el compás con la cintura y gritaba contento. 
Otro, pobrecito, que tiene unas piernas delgaditas, sin fuerza, pero que canta bien, entonaba una y otra vez el "happy birthday".
Y una niña, que siempre vive tapándose los oídos, como rechazando el ruido, retirada en su mundo, parecía que despertaba de un sueño y "le daba como caja""al baile, como transformada.

En medio de la ronda, la más pequeña, con cara de viejita y "humilde cosa débil que tiembla", sacaba una sonrisa y yo me la comería a besos cuando intentaba participar.
Pensé: el Señor Jesucristo se alegra de verlos y les regala la paz de su corazón.
Fue un momento de vida. La música era el pretexto de estas criaturas para vivir. Quedé bañado en su inocencia de niños y de "niños especiales".

Un abrazo lleno de cariño.
Espero que en todo te vaya bien, ya sea en tiempo de descanso o en tu tiempo de formación.

Ruego por ti al Señor y a su Buena Madre María.

Hermano Germán Chaves, desde Orán, Argelia.

 


sábado, 10 de enero de 2009

Acerca de Marcelino – Por si no lo sabían, y lo que no nos enseñaron en el colegio.

Los Maristas son una congregación Católica Romana de Hermanos Educadores fundada cerca de Lyon, Francia, el 2 de Enero de 1817 por John Baptiste Marcellin Champagnat para la educación Cristiana de la juventud francesa. En 1836 varios hermanos acompañaron a los primeros Padres Maristas en una misión a terreno en las islas del Pacifico Sur. Desde entonces, hay mas de 4,500 Hermanos Maristas en 76 países, y aumentando…

John Baptiste Marcellin Champagnat nuestro fundador, nació el 20 de Mayo de 1789 en Rosey, cerca de Saint Etienne (Loire), Francia durante los turbulentos días de la Revolución Francesa, y siendo el noveno de un total de diez niños. Marcelino fué un hombre extraordinario con una pasión por Dios inigualable, y una compasión por la humanidad sin límites.

Marcelino fué uno de los hijos de Jean Baptiste Champagnat, un campesino que vivía en una pequeña villa en el sur de Francia, y su esposa, Marie Chirat. Al día siguiente de su nacimiento lo llevaron a la parroquia de Marlhes, a unos kilómetros de su casa, donde fué bautizado

Su padre lo envío al colegio, pero el profesor de Marcelino era un hombre de muy mal carácter quien golpeaba a los niños sin la menor excusa. Marcellin rehusó volver al colegio, y mas tarde usando este ejemplo, definió reglas estrictas para sus Hermanos con respecto a castigo.

Cuando cumplió 16, un cura llegó buscando niños para convertirlos en sacerdotes, y Marcelino decidió seguir este llamado. La educación de Marcelino no era buena, pero él estudió arduamente hasta que completó sus estudios, y finalmente alcanzó el estándar necesario para entrar al seminario. Marcelino vendió sus ovejas para comprar ropa y otras cosas que necesitaba para el seminario, y se fué de la casa. Él no lo sabia aún, pero su padre y su madre morirían antes de que Marcelino se convirtiera en sacerdote.

Champagnat fué ordenado sacerdote en 1816, y fué parte de un grupo dirigido por Jean Claude Colin quien fundó la Sociedad de María, una orden religiosa también llamada Padres y Hermanos Maristas. La primera asignación de Marcelino fué la de cura en la parroquia de Lavalla-en-Gier, una comunidad de alrededor de 2,500 habitantes, solo a 9 kilómetros de Saint-Etienne.

La región de Marlhes en la cual Marcelino vivió y trabajó, había sido terriblemente afectada por la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, y como resultado de esto, la comunidad local era pobre y no tenía educación. En una ocasión, Marcelino se horrorizó cuando atendió en el lecho de muerte a un joven de 17 años que lucía mas como un niño desnutrido de 12 años, y que era totalmente ignorante de las creencias básicas de la fé Católica.

Este episodio le conmovió y le llevo a convencer a dos hombres jóvenes, Jean-Marie Granjon y Jean-Baptiste Audras para que se les unieran y así formar juntos el núcleo original de la Orden de los Hermanos Maristas. Marcelino y los Hermanos Maristas establecieron una red de colegios en las villas circundantes. La filosofía educacional de Marcelino era simple: para enseñarles a los niños, uno debe amarlos profundamente.

Marcelino murió a la edad de 51 años el 6 de Junio de 1840 en la Capilla de Nuestra Señora de los Ermitaños en
El valle de Río Gier, alrededor de 30 kilómetros de donde Marcelino comenzó su trabajo evangelizador y educacional. Para estas fechas, ya habían 48 colegios en Francia y Oceanía (Pacifico Sur), y en 1856 habían 300 casas y mas de 1500 Hermanos. El Instituto de los Hermanos Maristas no fué aprobado formalmente hasta 1863 por el Papa Pío IX.

Marcelino Champagnat fué beatificado por el Papa Pío XII el 29 de Mayo de 1955 y canonizado por el Papa Juan Pablo II el 18 de Abril de 1999. Su día de fiesta en la Iglesia Católica Romana se celebra el 6 de Junio. En su tiempo de más actividad, las Hermanos Maristas se contaban en un número alrededor de 10,000. En el año 2005 los Hermanos se contaban alrededor de 5,000.

miércoles, 7 de enero de 2009

Del Baul de los Recuerdos

Año 1971....cerca del colegio....algunos eran "habitues"..... Festival de la Cancion en el Colegio Santa Elena...que tal????

martes, 30 de diciembre de 2008

Deseos de Año Nuevo de Rodrigo A. Guajardo.

Mis queridos y valientes Ercillanos,

Siempre en estas fechas me acuerdo de aquellos tiempos en que celebrábamos el Año Nuevo con la familia en la casa. En aquellos tiempos yo vivía en Valparaíso y no tenía más de cuatro años. El 31 de diciembre nos tomábamos una copa de champaña, y como porteño imberbe, siempre me tocaba un vaso de vaquelita con un jodío jugo de manzanas, pero me las arreglaba para saborear un poco de champaña del vaso de algún pajarón que lo había dejado descuidado. No me retaban mucho, y esto, solo porque también era el día de mi cumpleaños.

Después de la celebración en la casa, nos íbamos al paseo Atkinson a ver los fuegos artificiales de la bahía de Valparaíso, y yo miraba los despliegues multicolores en el cielo del puerto con ojos desorbitados y llenos de imaginación, interrumpido ocasionalmente por una vieja, un petardo, un cuete, o una estrellita alrededor de donde estábamos. A mi me gustaban mas las viejas… Ahora lo puedo comprobar…

Terminado el despliegue de luminosos colores, nos desbandábamos a visitar todas las fiestas que había en el barrio, y no llegábamos a casa sino hasta la madrugada. ¡Que tiempos aquellos! No me preocupaba la economía, los negocios, los estudios, ni siquiera lo que llevaba puesto. Vivía esos intensos momentos libre de preocupaciones, y dejaba volar mi imaginación con las promesas de ese “Próspero Ano Nuevo”.

Han pasado ya 55 años… y ya casi he olvidado la mayoría de esos 31 de diciembre que nos traían siempre la promesa de bonanza y fortuna. Antaño no teníamos nada. Ahora tenemos un montón más, y tenemos que reconocer que hay mucha fortuna en ello. Ahora tenemos nuestras propias familias, nuestros hijos, nuestros logros profesionales, nuestras porciones de alegría y llanto, y nos tenemos a nosotros mismos, crecidos, conscientes.

Es cierto que a veces las cosas no nos salen como queremos, y que también nos desalientan y hasta nos ponen un poco deprimidos. Pero a la postre, tenemos un montón mas de que con lo que empezamos, y tenemos que darle el valor merecido a nuestros logros, no importa cuáles sean.

Pero el día de hoy es muy diferente, ¡es el 31 de diciembre!, ¡el Año Nuevo!, ¡es mi cumpleaños! (que desde los 50, no le doy la bienvenida como solía hacerlo). Sí, hoy como todos los Años Nuevos pensaré un poquito en varias cosas, pensare mucho en las cosas buenas y ligeramente en las malas, pensaré en recuerdos y ansiedades. Pensaré por ejemplo en saber a mis amigos de la niñez tan lejos, pensaré porque hay momentos en que a veces desfallecemos. Pensaré en aquellas ocasiones en que envidié la alegría de los niños, pero también recordaré que fuí uno de ellos.

Me acordaré de la hermosura que los atardeceres no han perdido, redescubriré aquel lucero perdido entre el rebozo de las estrellas. Me delataré a mi mismo el inmenso amor de mi madre, y suspiraré por estar a veces tan lejos de todo, en especial de mi niñez.

Me amargaré un poco porque una mariposa agoniza en los marchitos pétalos de una rosa, pero me alegraré por la alegría de mis triunfos, y por la invencibilidad de mis sueños. Me acordaré de todos, de amigos y enemigos, y ya no me importará el que a veces dude y tropiece.

Me acordaré por los que a veces se acuerdan de mí. Pensaré en aquellas ausentes sonrisas. Pensaré en pobres y ricos, en débiles y poderosos. También me acordaré de un día abracé a mi abuelo, y en el que defendí a mi hermano.

Cuando el último día del año esté por expirar, pensaré un poquito en mí, luego, pensaré unos momentos en este nuevo año que nos trae una renovada promesa. Y volveré a ser niño, aunque sea por unos efímeros instantes, y miraré la vida con ojos un poco diferentes, con mas ilusión, con mas esperanza, con mas convicción, con mas sinceridad, con mas inocencia, con mas determinación, y con mas deseos de que a cada uno de ustedes la vida les traiga bonanza, felicidad, y el amor que todos necesitamos alguna vez.

Maristas de la Gloriosa y Heroica Promoción del ‘72, les deseo un buen Año Nuevo, salud, felicidad, y que vuestro espíritu se hinche de orgullo y esperanza, que los pelos que les queden; les duren, que los dientes que les queden; se queden donde están, que la memoria no se les olvide, que nunca veamos un bastón como regalo en nuestro cumpleaños, que nunca necesitemos pañales desechables, que ojalá inventen mejores anteojos, que las cejas no nos crezcan tan salvajemente, que no nos salgan muchos pelos en la nariz ni en las orejas, y que no nos pongamos tan viejos, tan rápido, para así poder ver a nuestros compañeros de la Vieja Guardia aunque sea solo una vez mas.

El Loco.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Saludos de Sergio Reckmann

QUERIDA COFRADIA,

ME PERDÍ ESTA COMIDA POR UN PELITO,YA QUE LA NOCHE DEL JUEVES VOY VIAJANDO A SANTIAGO,PERO LES DESEO TODO EL EXITO,QUE LO PASEN SUPER BIEN OJALA SEAN MUCHOS LOS QUE ASISTAN,LES MANDO UN GRAN ABRAZO Y LES DESEO A TODOS FELIZ NAVIDAD,Y UN PROSPERO AÑO NUEVO,TÓMESE UN TRAGUITO A MI SALUD,
SE DESPIDE SU AMIGO SERGIO RECKMANN VITORES