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viernes, 1 de julio de 2016

Nerón

Nerō Claudius Caesar Augustus Germanicus, nacido como Lucius Domitius Ahenobarbus; pero mejor conocido para la humanidad simplemente como Nerón, fué el último Emperador Romano de la dinastía Julio-Claudiano, quien reinó desde el año 54 al año 68 antes de la Era Común.  A Nerón lo adoptó su tío abuelo Tiberius Claudius Caesar Augustus Germanicus; para convertirse más tarde en su heredero y sucesor, y ascendió al trono del Imperio Romano en el año 54 AEC, después de la muerte de Claudius.

En aquellos tiempos, la intrincada estructura política Romana lucía algo así como esto: los ricos y poderosos de la antigua Roma eran los Patricios, quienes gobernaban la ciudad desde el Senado.  El Senado era el cuerpo legislativo y gobernante de Roma durante la República cuyos integrantes eran elegidos por votación una vez al año por una Asamblea de ciudadanos.  También estaban los Equites u hombres de propiedad.  Con esta estructura, todo el poder social y político recaía en las manos de unas pocas familias antiguas, tales como los Cornelii, los Julios (la familia de los Césares) y los Aemilii.  El Senado perdió la mayor parte de su poder bajo los Emperadores, pero las familias Patricias seguían representando a la opinión pública.

Vida Familiar

Las esposas de Nerón fueron Claudia Octavia, Poppaea Sabina, Statilia Messalina, y Sporus.  Esta línea anterior de solo cuatro nombres habla volúmenes del belén socio-político-moral que existía en Roma durante la regencia de los Emperadores. 

Claudia Octavia fué una de las Emperatrices de Roma.  Ella fué sobrina-nieta del Emperador Tiberio, primera prima paternal del Emperador Calígula, hija del Emperador Claudio, y hermanastra y primera esposa de Nerón.

Poppaea Sabina (Popea) conocida como Poppaea Sabina la Joven y después del año 63, como Popea Sabina-Augusta.  Ella fué otra Emperatriz romana y la segunda esposa de Nerón.  Popea también había sido esposa del Emperador Otón.

Statilia Mesalina, contrario a las otras esposas, ella fué una mujer de ascendencia Patricio-Romana, Emperatriz romana, y la tercera esposa del Emperador Nerón.  Suetonio no está seguro de que si Statilia Mesalina era una bisnieta de Tito Estatilio Tauro, un importante General Romano que fué cónsul en el año 45 de la EC; o una hija de la hermana de Corvinus, Statilia Messallina.  Su familia está en relación con Valeria Mesalina, una de las hijas de Senador Romano, Marco Valerio Mesala Corvino quien sirvió como cónsul en el 31 AEC.

Sporus era un muchacho joven que Nerón favoreció.  Nerón hizo castrar a Sporus, y se casó con él; y durante la celebración de su matrimonio, Nerón hizo aparecer a Sporus en público como su esposa, ostentando las insignias que eran el uso de costumbre de las Emperatrices Romanas.  Nerón anteriormente se había casado con otro hombre llamado Pitágoras, el que desempeñó el papel de marido de Nerón. 

La historia escrita nos dice que Nerón mató a dos de sus esposas y, posiblemente también haya asesinado a su madre.  Aleatoriamente, los historiadores señalan la posibilidad de que Nerón haya presidido el incendio de Roma, de lo cual no hay ningún indicio verificable, sino que simples opiniones de algunos desacreditados historiadores antiguos que no ofrecen nada más que un relato personal, o quizá una opinión comprometida.  Tampoco hay ninguna evidencia de que Nerón haya tocado jamás el violín, de hecho, en ningún escrito de la época se menciona que Nerón tocase el violín, o ningún otro instrumento musical.

El Incendio del año 64

El gran incendio de Roma entró en erupción en la noche del 18 de Julio al 19 de de Julio del año 64, durante la Era Común.  El fuego se inició en el extremo sureste del Circo Máximo en las tiendas que vendían productos inflamables; esto, de acuerdo a Tacitus.

La extensión del siniestro es incierto.  Según Tacitus quién tenía nueve años en el momento del incendio, el fuego se extendió rápidamente y ardió durante más de cinco días.  Se destruyeron tres de los catorce distritos romanos, siete fueron severamente dañados.  El único otro historiador que vivió a través de la período y menciona el fuego es Plinio el Viejo.   Otros historiadores que vivieron durante el período incluyendo a Josephus, Dio Chrysostom, Plutarch y Epictetus; no hacen mención del incendio en sus trabajos literarios.

Tampoco se sabe qué o quién fué el culpable del incendio, o si el fuego fué accidental, o fué un incendio provocado, o un acto piromaníaco.  Suetonio y Dión Casio culpan a Nerón como el incendiario porque éste quería construír un complejo palaciego en la localidad afectada por el siniestro.  Tácito menciona que los sediciosos cristianos confesaron del crimen, pero no se sabe si estas confesiones fueron inducidas por medio de tortura.  Historiadores aseguran que los incendios accidentales eran muy comunes en la antigua Roma.  De hecho, Roma sufrió otros catastróficos incendios en los años 69 y en el 80 EC.

Suetonio y Dión Casio denuncian que Nerón cantó el Iliupersis(1) o "Saqueo de Troya" en sus ropajes de escena mientras la ciudad ardía.  La leyenda popular afirma que Nerón tocaba el violín en el momento del incendio, pero esto es un anacronismo basado simplemente en el concepto de la Lira, un común instrumento de cuerda asociada con Nerón y sus actuaciones.  Para que quede claro, el instrumento de cuerdas llamado "Violín" no fué inventado hasta el siglo 10 de la Era Común.

(1)  El Iliupersis, también conocido como "El Saqueo de Troya", es un poema épico perdido de la literatura Griega antigua.  Fué parte del "Ciclo Troyano", el ciclo literario que narró la historia completa de la Guerra de Troya en verso épico.  La historia de la Iliou Persis viene cronológicamente después de la de la Pequeña Ilíada, y es seguido por el Nostoi (La Vuelta).  La paternidad literaria de El Iliou Persis se le atribuye a Arctino de Mileto.  El Iliupersis es un poema compuesto por dos libros de versos en hexámetros dactílicos.  ¿Qué cosas, no?

Tácito sin embargo, reporta que Nerón estaba en la localidad de Anzio, al sur de Roma en el territorio de Antium en el momento del incendio.  Tácito también explica que lo de Nerón tocando su lira y cantando mientras la ciudad ardía; es nada más que un infundado y calumnioso rumor de sus enemigos.

Según las crónicas de Tácito, Nerón al escuchar las noticias del incendio, regresó inmediatamente a Roma para organizar un esfuerzo de ayuda, gasto que se abonó a los fondos personales de Nerón.  Las contribuciones personales de Nerón para los esfuerzos de alivio se extienden desde tomar parte personalmente en la búsqueda y rescate de víctimas del incendio, pasando días buscando entre los escombros sin siquiera llevar consigo a sus guardaespaldas de la Guardia Pretoriana.  

Después de pasado el incendio, Nerón abrió todos sus palacios para darle cobijo y resguardo a las personas que perdieron sus hogares y al resto de los afectados, además, dispuso y puso en acción el suministro de alimentos para ser entregados a la población de Roma con el fin de evitar el hambre entre los supervivientes.

A raíz de la masiva destrucción del incendio, Nerón diseñó y puso en efecto un nuevo plan de desarrollo urbano.  Después del incendio, las nuevas casas que se construyeron fueron espaciadas entre sí, se construyeron con ladrillo, y enfrentando anchas vías de acceso con grandes pórticos de entrada.  Nerón también construyó un nuevo palacio conocido como la Domus Aurea en un área despejada por el fuego.  Este palacio incluía paisajes artificiales exuberantes y una estatua de 30 metros de altura de sí mismo, el Coloso de Nerón.  Se debate que el tamaño de este complejo era de entre 100 a 300 acres.  Para financiar los costos de reconstrucción del área quemada los fondos necesarios se obtuvieron de tributos impuestos a las provincias del Imperio.

Tácito hace referencia a un documento no-cristiano escrito previo a los orígenes del cristianismo, el que señala que la población pre-cristiana buscaba un chivo expiatorio, y éste incendio de Roma le dió la oportunidad a este grupo para sindicar a Nerón como responsable de la catástrofe.  Para defenderse de este rumor insubsistente y difamatorio que lo retrataba como culpable --aún siendo una víctima inocente--, Nerón confrontó a los cristianos sediciosos, y ordenó que los cristianos facciosos comprometidos fuesen arrojados vivos a los perros hambrientos, mientras que los integrantes responsables de otras facciones cristianas amotinadoras, fueran crucificados y quemados públicamente.  ¿Qué cosas, no?

Emperador

No se esperaba en el Imperio Romano que Nerón se convirtiera en Emperador porque su tío materno, Calígula; había comenzado su reinado a la edad de 24 años, lo que le daba suficiente tiempo para engendrar su propia prole hereditaria.  La madre de Nerón, Julia Augusta Agrippina, perdió el favor de Calígula y se exilió en el año 39 AEC después de la muerte de su marido.  Calígula entonces se apoderó de la herencia de Nerón, y lo desterró para ser criado por su tía menos rica, Domitia Lépida, quien era la madre de Valeria Mesalina, la tercera esposa de Claudius. 

La historia nos pone un cuadro muy protervo y diabólico de Nerón, pero ahora muchos estudiosos y escolásticos aseguran que Nerón no era tan malo como lo pintan; y que la verdad es otra muy diferente de lo que la repintada historia nos lega.  El artificioso y falaz legado histórico que hemos recibido de Nerón, es el nuncio que los políticos e historiadores romanos dejaron impresos acerca de su enemigo, tal como nuestros políticos modernos se acometen entre ellos mismos: en base a añagazas y falsedad.

Roma, año 68 de la Era Común

En  la base de la colina Oppian en la ciudad de Roma, se encuentra semi enterrado uno de los grandes palacios que formaron parte de la violenta historia de la Ciudad Eterna.

El nombre de este palacete es "Domus Aurea" (Latín para: Casa Dorada) y fué construído por Nerón para él mismo.  Cuando el enloquecido mundo en que vivía este Emperador de 30 años de edad estalló violentamente en pedazos en el año 68 de la Era Común, Nerón le ordenó a un sirviente que le degollara la garganta con un cultellum (cuchillo).  Mientras jadeaba y se atragantaba con la sangre que le salía a borbotones por la zanjada glotis, dijo: "¡Oh, qué artista muere en mí!".   

De los emperadores que le siguieron en el trono, algunos reconfiguraron el palacio, pero otros lo ignoraron completamente, y finalmente en el año 104 EC; el emperador Caesar Nerva Traianus Divi Nervae filius Augustus, conocido mejor como Trajano; re-estilizó las paredes y las bóvedas del incompleto palacio de Nerón, para establecer una base adecuada para sus famosos baños.  Durante los siguientes 1.400 años, el palacio enterrado fué completamente olvidado por Roma, los romanos, y su historia.

Marco Valerio Marcial fué un poeta Romano de Hispania(2) (nombre que Roma le dió a la península de Iberia) quien era mejor conocido por sus doce libros de epigramas publicados en Roma entre los años 86 y 103 de la EC, durante los reinados de los emperadores Domiciano, Nerva y Trajano.  El poeta Marcial, contemporáneo del emperador; escribió en uno de sus libros: "¿Lo peor de Nerón?", pero la siguiente línea de su escrito lee: "¿Qué mejor que los baños de Nerón?"

(2) Hispania era el nombre romano de la Península Ibérica.  Durante la República, Hispania se dividió en dos provincias: Hispania Citerior e Hispania Ulterior. Durante el Principado, la Hispania Ulterior se dividió en dos nuevas provincias, Bética y Lusitania, mientras que Hispania Citerior fué renombrada Tarraconensis. Posteriormente, la parte occidental de Tarraconensis se separó, primero como Hispania Nova, y más tarde como Callaecia o Gallaecia (ahora Galicia).  Desde la tetrarquía de Diocleciano (284 EC) en adelante, el sur de Tarraconensis se dividió una vez más como Carthaginensis; y probablemente las Islas Baleares y todas las provincias Celtas resultantes, formaron una sola diócesis civil bajo la vicaría de Hispaniae.  El nombre Hispania, también se utilizó en el período del dominio Visigodo.  El nombre moderno de España se deriva de Hispania.  ¿Qué cosas, no?

Nota del autor:

Nadie se ríe de los nombres largos que se usaban durante el Imperio Romano; sin embargo, a uno lo miran raro cuando uno tiene un nombre largo...

En Roma por ejemplo, sin contar los nombres del vulgo, había nombres como:

Caesar Marcvs Avrelivs Commodvs Antoninvs Avgvstvs (Comodus), Caesar Marcvs Antonivs Gordianvs Sempronianvs Africanvs (Gordian I), Caesar Marcvs Avrelivs Severvs Antoninvs Pivs Avgvstvs (Caracalla), Marcvs Opellivs Severvs Macrinvs Avgvstvs Pivs Felix (Macrimus), Caesar Marcvs Antonivs Gordianvs Semprovianvs Romanvs Africanvs Avgvstvs (Gordian II), y Caesar Caivs Valens Hostilianvs Messius Qvintvs Avgvstvs (Hostilian).  Este último no tiene nada que ver con Lionelivs Messi del Barsa.

Los conquistadores españoles también tenían nombres sumamente largos, y tampoco nadie se reía de ellos:

Alonso de Alvarado Montaya González de Cevallos y Miranda (Mexico), Francisco Vázquez de Coronado y Luján (Kansas), y Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Primer Marqués del Valle de Oaxaca (Mexico), para nombrar sólo a algunos y no aburrirlo.

Estos nombres aparte de no ser divertidos, mostraban una amplia gama de pedigrí e historia familiar, los que es su propio derecho; eran títulos de nobleza y epígrafes de honor hidalgo o aristocrático.  Entonces me pregunto: ¿Por qué se reían de mi nombre en Chile?  Mi humilde y noble nombre completo era Don Rodrigo Antonio Sylvestre Guajardo Izquierdo de Santa Maria y Escobedo.  Este nombre mío tiene más aristocracia y nobleza que cualquier nombre de flaite.

En todo caso, esto ya no me preocupa porque cuando llegué a esta tierra y me nacionalicé, el Servicio de Inmigración y Nacionalización de los Estados Unidos de Norte América decidió que mi nombre es ahora: Rodrigo A. Guajardo.  A secas.  Traté de cambiármelo a Rodrigvs Antonivs Sylvestrvs Gvajardivs Sinistram et Furentur Eum Gibbosus Eexire Stylum, pero no me lo aguantaron.  ¿Qué cosas, no?

Cambios Radicales

Lo que no nos cuenta la historia, es de los magníficos y futuristas avances socio-políticos que implementó Nerón durante su regencia.  De acuerdo a historiadores e investigadores contemporáneos, desde el punto de vista de la arquitectura romana, el emperador Nerón contribuyó con los más importantes e imperecederos avances en construcción; dejando un legado arquitectónico asombroso.

Este legado arquitectónico que heredamos de Nerón, habría sido imposible sin el uso de los avances previos del "hormigón" en las construcciones.  Ahora sabe que el "hormigón" (cemento) lo inventaron los romanos.  Esto acaeció circa 300 AEC, y esta fórmula de cemento se utilizó en construcciones hasta el año 1824, cuando Joseph Aspdin de Inglaterra inventó el cemento "Portland".  

Entre las maravillas arquitectónicas erigidas durante la era de Nerón, como muestras de esta arquitectura modernista se encuentran el Frigidarium de Pompeya, los baños termales de Baia, y el Templo de Mercurio.

Durante la ejecución de unos estudios de impacto ambiental que se estaban desarrollando en Roma en el año 2007, los que estaban destinados para la construcción de una línea adicional para el metro subterráneo la que pasaría por el centro de Roma, una arqueóloga del Ministerio de Cultura Italiano de nombre Fedora Filippi durante una excavación bajo la calle Corso Vittorio Emanuele II, se encontró con la base de una gran columna.  Siguiendo cuidadosamente con la excavación, más adelante se topó con un edificio de la época de Mussolini en el cual encontró con un pórtico, y a través del cual; el borde de una piscina.

Después de más de un año de efectuar los apropiados análisis estratigráficos(3), y después de estudiar minuciosamente los existentes textos históricos disponibles, Filippi llegó a la conclusión de que había descubierto el enorme gimnasio público construido por Nerón unos años antes del gran incendio del 64 AEC.  Los planes para la línea del metro fueron descartados incontinenti. 

(3) La estratigrafía es la rama de la geología que trata del estudio e interpretación de  rocas sedimentariasmetamórficas y volcánicas estratificadas, y de la identificación, descripción, secuencia -tanto vertical como horizontal-, cartografía y correlación de las unidades estratificadas de rocas.

Este enorme gimnasio era parte de un gran cambio que Nerón desencadenó en Roma.  Nerón incorporó el concepto de la cultura Griega, y con ello, esta idea de la educación física e intelectual de la juventud rápidamente se diseminó por todos los rincones del Imperio.  Con anterioridad a Nerón, el uso de este tipo de baños estaba solamente dedicado para los aristócratas.  Este acto de Nerón cambió completamente las relaciones sociales en Roma y el resto del Imperio, porque puso a todos los ciudadanos al mismo nivel, desde soldados a senadores.

Nerón se granjeó muchos enemigos porque sus acciones fueron como meter una rata rabiosa en un saco lleno de gatos furiosos, lo que describe bastante acertadamente el anárquico orden social romano ya caótico y licencioso.  A pesar de Nerón poseía las conexiones sanguíneas con la línea de sangre real de Augustus por ambos lados, materno y paterno, Nerón lucía físicamente como cualquier otra cosa, menos Romano.  Nerón era rubio, de ojos azules, muy pecoso; y con demostradas aptitudes para el arte, y no para la guerra.

Su astuta y ambiciosa madre, Agripina, fué acusada de conspiradora en la muerte de su hermano Calígula; y más tarde mató a su tercer marido, Claudius, con hongos venenosos. Después de nombrar al ensayista estoico Séneca como mentor de su pequeño Nerón, Agripina proclamó a Nerón como el digno sucesor al trono, y en el año 54 EC con apenas 16 años de edad imberbe, Nerón asumió el trono del Gran Imperio Romano.  ¿En qué escalón de su sociedad estaba usted a los 16 años de edad?

El comienzo del reinado de Nerón fué su época de oro.  Como progresivo y responsable estadista, instauró medidas inmediatas para limpiar la corrupción del Estado como por ejemplo, eliminó los juicios clandestinos de Claudius, emitió indultos para ciudadanos presos y enjaulados injustamente, y cuando se le pedía su firma de aprobación para las órdenes de ejecución, Nerón se quejaba en voz alta, "¡Cómo me habría gustado nunca haber aprendido a escribir!".   Estos hechos y acciones no hablan de un tirano o un opresor, sino que de un gran Emperador, justo y benigno.

Suetonius, el biógrafo de Nerón dice en sus crónicas que Nerón era un artista incansable que pasó a ser el Emperador de Roma, y que su habilidad como hombre de relaciones públicas, estaba por delante de su tiempo.  Nerón mostraba una comprensión más amplia y era mucho más astuto de lo que el corrupto establecimiento Romano quería.  Esto en contra de los deseos de la "publicum vox et vulgi multitudinis" (la voz pública y la muchedumbre popular), quienes lo adoraban.

Nerón nació en el año 37 EC y fué emperador Romano entre el año 54 y el año 68 EC.  Su muerte fué un organizado asesinato político (político... ésta sucia palabrita me dá náuseas intelectuales...).  Nerón fué obligado a suicidarse en el año 68 EC a raíz de una condena emitida por el Senado.  El Senado Romano emitió un "Damnatio Memoriae" (condenación de memoria) un decreto en contra del entonces Emperador Nerón.  El edicto "Damnatio Memoriae" es la condenación permanente de memoria.  Esto significa que se ordenó borrar todo trazo y memorias de Nerón, incluyendo la destrucción de sus retratos, sus decretos, sus constituciones, y también la destrucción de todos sus monumentos arquitectónicos. 

No soy un escolástico per sé o un erudito en los asuntos de la vida de Nerón, pero he estudiado, indagado, e investigado bastante y lo suficiente como para emitir una opinión educada, informada y adecuada acerca de Nerón.  Yo humildemente diría que Nerón fué indudablemente el modelo de una arquitectura extraordinaria y genial.  Su colosal e inaudita contribución al desarrollo de la arquitectura romana es simplemente extraordinaria.  

Su indomable pasión por las artes alimentó y forjó su dedicación hacia la arquitectura y construcción.  Después del gran siniestro que quemó y arrasó la ciudad de Roma causando estragos increíbles, Nerón en lugar de reconstruír los sectores destruídos en el centro de la ciudad, expropió los 300 a 350 acres de bienes raíces de primera clase desintegrados en el centro de Roma, y ​​los utilizó para construír su propia villa, su propio palacio, y en el centro de Roma la famosa "Domus Aurea", la que tenía una fachada dorada.  También construyó el palacio llamado "Domus Transitoria".  Lo quizá sea lo más curioso de la arquitectura de Nerón, es que está entrañablemente ligada a las violentas vicisitudes de su vida; y a su distintiva personalidad.

Nerón estaba muy inclinado hacia la axialidad y la simetría, y eso es exactamente en lo que se concentró cuando diseñó y construyó sus palacios, estatuas y monumentos.  En sus palacios, alineó las habitaciones axialmente entre sí, colocando habitaciones a ambos lados en simetría con la sala principal. Las habitaciones están dispuestas simétricamente alrededor de un baño central que ocupaba el centro del palacio, el Frigidarium.  Si usted quiere un día visitar este magnífico palacio erigido cuando los dioses eran menos pequeños que los de hoy, aquí le doy la dirección: Via della Domus Aurea, 1, 00184 Roma RM, Italy.

Hasta la vista, Nerón

Nerón, el último Emperador Romano representante de la familia Julianus-Claudius, nació en Antium, la actual ciudad de Anzio, en Italia.  Era hijo legitimo del cónsul Cneo Domicio Ahenobardo y de Agripina la Menor, bisnieta del emperador Octavio Augusto.  Nerón era bien educado.  Durante su escolaridad tuvo por maestros a Séneca en Retórica y Moral; y al Prefecto del Pretorio, Burro, que lo instruyó en las Artes Militares.

Los cinco o seis años iniciales como Emperador se estacaron como un período de gran prosperidad para Roma.  Asesorado con la mentoría de Séneca y Burro, Nerón se envolvió en el Senado y en las prácticas constitucionales de Augustus, circunscribiéndose a tutelar política exterior y a regentar al ejército.  Basados en el desempeño de su habilidad política progresiva, el Senado Romano lo distinguió con el título de "Padre de la Patria".

Nerón redujo los impuestos fiscales, controló a los desgraciados publicanos y políticos demagogos, y garantizó la seguridad en las fronteras del Imperio; tarea que no era fácil.  Recomendó a los gobernadores provinciales que escucharan las quejas de los esclavos maltratados, transfirió algunas competencias de los ediles a los cónsules y pretores con el fin de que aquellos atendiesen mejor los asuntos municipales; se ocupó en persona de los negocios públicos.  En cuanto a la política exterior, también obtuvo brillantes éxitos en estos primeros años.  En el año 54 mandó a Gneo Domicio Corbulón contra el Imperio Parto que había invadido Armenia, donde obtuvo una importante victoria.

Una cita de Nerón: "El talento oculto no vale nada". 

Y sí; señores y señoras todas, a mí me gusta Nerón, pero no me gusta que lo calumnien y lo vilipendien como lo han hecho y como los cretinos y cristianos siguen haciéndolo con Judas Iscariote, el hombre de Kerioth, hijo de Simón Iscariote.

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 




El Loco

lunes, 1 de julio de 2013

Longitud


Es curioso como a veces la búsqueda de algo específico nos puede conducir con albúrico azar al insólito descubrimiento de otro objeto; muchas veces, impensado.  Éste es el caso de la Longitud.

Vivimos en una avanzada era de comunicaciones en que el conectarse con otro individuo –independientemente de la distancia a que se encuentre el uno del otro-  solo toma oprimir uno o dos botones de su aparato comunicador (al que antaño se le llamaba "teléfono"); y que para encontrar información no hace falta nada más que garabatear unas cuantas palabras en una placa electrónica portátil, o simplemente dictarle verbalmente las instrucciones al "confingunt exuperet automaton", y poder acceder así a un mundo de información que vive flotando allá arriba, en las etéreas nubes. 

O si queremos saber dónde estamos, ya sea de que estemos caminando o viajando en algún vehículo, solo basta apretar un menudo botoncito en nuestro "navegador", y ¡Eureka!, nos dice exactamente dónde estamos, con solo unos centímetros de error posicional, y en un par de cortos y consecutivos segundos.  Lo curioso es que este par de cortos y consecutivos segundos son una eternidad eternal eterna de perpetuidad pertinaz, porque el viaje de ida y retorno de la señal que le envía su aparatito a un satélite que está en una órbita asincrónica a unos 20.000 kilómetros de la Tierra, solo tarda alrededor de unos 600 milisegundos (0.6 segundos).

Esta maravilla sucede porque hoy tenemos una increíblemente enorme red de satélites en  órbita, tan avanzados tecnológica y ópticamente, que no solo pueden ubicar una hormiga en un decímetro cuadrado, pero que hasta pueden decirnos a qué velocidad camina, de qué color es, cuántas patas tiene, y cuál es la temperatura del suelo en que pisa.  ¡Y a mí que me cuesta tanto encontrar mis lentes!  ¿Qué cosas, no?

Esto no fué siempre así, claro está.  Durante el período de la historia del hombre en que comenzó a navegar las mojadas aguas de su planeta desde la simple balsa, pasando por los Fenicios y los barcos de vapor, hasta nuestros submarinos de la clase "Virginia" de propulsión nuclear; tenían que mantener la tierra siempre a la vista sin que desapareciera detrás del horizonte; de otra manera, estarían irremediablemente perdidos, y a merced de los míticos monstruos de los anchos, desconocidos y peligrosos océanos.

Cualquier embarcación de hoy tiene la capacidad portátil de determinar su ubicación exacta con respecto a la Longitud.  No solo las embarcaciones marítimas, pero cualquier vehículo que se mueve, incluyéndolo a usted si tiene un GPS (Global Positioning System) en su "teléfono"(1).  Pero en aquellos instintivos entonces, el saber dónde se encontraba una embarcación mientras estaba navegando, era una gran disyuntiva problemática mundial, la que persistió inmutable por muchos siglos. 

(1)  El asuntito al cual los viejos como yo seguimos llamando "teléfono", no es ya más un teléfono. Solía ser ese aparatito que transformaba la voz humana en un sonido por medio de señales electrónicas, por las cuales dos individuos se podían comunicar "hablando" aunque no estuviesen en las misma vecindad.  Esos aparatos hoy tienen nombres diferentes (IPhone, Blackberry, Palm, Remotum Loquela, etc.) y ya no son simples "teléfonos", sino que constituyen complejísimos dispositivos con mecanismos electrónico-multicomunicacionales.  Un largo camino recorrido desde la simple e inocente paloma mensajera (Columba Livia).  Si Alexander Graham Bell pudiese ver estos inventitos ahora, ¡estaría más contento que tortuga con ruedas!

Como los barcos de la época se pasaban perdiendo constantemente en los mares, estrellándose en contra de ariscas y peligrosas costas, y naufragando en arrecifes desconocidos; cuando llegaban a puerto lo hacían con semanas o meses de atraso debido a que nunca sabían exactamente dónde estaba el punto de la costa en el que debían arribar para atracar sus naves.  Las corrientes marinas y los vientos los desviaban tanto de sus rutas, que el hecho de que llegasen a tierra, ya era una suerte y un logro extraordinarios.

La completa carencia de un procedimiento práctico y exacto para determinar la Longitud, mantenía a los capitanes de estas embarcaciones infatigablemente adivinando hacia dónde navegar.  En aquellos días de ciega exploración, cada capitán navegaba aferrado a una divagante y peregrina idea de dónde carajos estaba parado, y para donde coños iba; esto a pesar de haber tenido tablas de navegación, compases, cuadrantes celestiales y brújulas a su disposición.  En otras palabras, aquellos navegantes andaban mas perdidos que Adán en el Día de la Madre.

La ciega y embobada navegación de aquellos días era tan astuta como la forma en que nuestros políticos de mierda y de pensamientos hermafroditas; aquellos catatónicos hircismus axilares de pseudo lenguaje posesionados de una bancarrota moral completa,  que navegan las anoréxicas y patogénicamente estíticas economías contemporáneas de nuestros infortunados países.   

Entonces, el apuntarle al puerto de destino era una verdadera hazaña.  Grandes navegantes como Marco Polo, Hernando de Magallanes, Vasco De Gama, Zheng He, Bartolomé Díaz, Cristóbal Colón, Vasco Núñez de Balboa, Juan Caboto, Sir Francis Drake, Jacques Cartier, Vicente Yánez Pinzón, y hasta Juan de la Cosa; todos ellos llegaban a destino la mayor parte de las veces por actos del acaso, del capricho, por casualidad, por desconocidos impulsos de buena suerte, o por mágicas razones, y no como el soberbio Capitán de un  Buque Manicero. Cuando no le apuntaban al puerto de destino, seguro que encallaban en algún otro lugar desconocido, o sin saber cómo; arribaban a una costa completamente desconocida y se convertían automáticamente y sin quererlo; en "Descubridores".  ¿Qué cosas, no?

Debido a las gigantescas pérdidas de peculio, riquezas, barcos y tesoros a raíz de extralimitados naufragios marítimos, los gobiernos de los países exploradores y sus navegantes comerciales, ofrecían formidables sumas de dinero a quien fuese capaz de inventar o desarrollar un método de navegación que fuese más exacto, y que pudiese remediar el problema imposible e inexistente de la navegación Longitudinal.

Los más renombrados y famosos astrónomos de la época aceptaron el reto de desenredar el enigma de la navegación Longitudinal.  Todos ellos basaron sus trabajos de investigación  en las recientemente descubiertas "mecánicas del universo".  Astrónomos como Giovanni Doménico Cassini (Italiano-Francés, 1625-1712); Christiaan Huygens (Holandés, 1629-1695); Galileo Galilei (Italiano, 1564-1642); Sir Isaac Newton (Inglés, 1642-1727); y Edmond Halley (Inglés, 1656-1742), todos ellos acabados conocedores del cosmos, recurrieron a los astros, a la luna, a cuerpos astrales y a las estrellas para extraer su conocimiento y poder aplicarlos al arcano entresijo de la Longitud.

Debido a le enorme cantidad de dinero ofrecida y en juego, por todos lados surgieron observatorios, miradores siderales y balaustradas galácticas que emperifollaron la mayoría de las ciudades grandes como Talca, París y Londres, con el solo designio e intención de determinar la jabonosa Longitud basados en las señales y marcas que ofrecen los infinitos cielos.  

También hubo abundancia de aquellas mentes más estrechas y de baja celeridad que desde sus fimbriados pedúnculos cerebrales proponían poner un oráculo en el barco y preguntarle a los ángeles que estaban colgados del cielo por dónde ir, otros; planteaban interpretar los aullidos de un perro herido a bordo, y otros un poco menos estultos; el ubicar de alguna manera una línea marítima de barcos a través del océano que disparasen sus cañones para guiar acústicamente a los barcos que estaban de paso.  Esto parece completamente ridículo y chusco, pero no tan estúpido como los dodoístas y beocios comentarios del omnismo típico de esta decadente era, saturada de aquellos cartujos, tan necesitados de una pequeña dosis de lógica y realidad.

A través de los muchos esfuerzos que se iniciaron para poder definir la Longitud, todos aquellos que se aplicaron a esta tarea terminaron elevando algunos métodos ya existentes a un nivel más avanzado; y también terminaron desenmascarando otros importantes descubrimientos que influyeron grandemente cómo el Hombre enfocaba su visión de la bóveda celeste y el universo; esto último para gran detrimento de la alcatótica Iglesia Católica.  Estos nuevos descubrimientos y aparatos que se inventaron durante la jornada del largo y fosco camino hacia la Longitud,  ayudaron a determinar los primeros cotejos, cálculos y mediciones reales de la distancia de la Tierra a las estrellas, y asentaron la vigente velocidad de la luz; también para el infinito y pavoroso horror infligido en la mágicas prácticas de la quoz e incoherentemente mostrenca Iglesia Católica Romana. 

Como el tiempo pasaba rápido e inexorable sin que nadie pudiese producir un método fiable y claro para medir la escurridiza Longitud, la pesquisa de la respuesta a esta incógnita alcanzó proporciones épicas a nivel científico y general durante los siglos XV, XVI y XVII.  Los capitanes y sus tripulaciones también participaban activamente en la búsqueda de la solución porque el botín a cobrar, era altísimo.  Entre osadía, temeridad y ambición, estos navegantes comenzaron a desarrollar ciertos "ajustes de navegación" basados en observaciones destinadas a obtener una mejor medición de las incógnitas distancias con respecto al Este o al Oeste de sus embarcaciones y con respecto a sus puertos de origen. 

En un intento por hacer mejores y más precisas mediciones, los capitanes dejaban caer por la borda un grueso madero que flotase atado a una sirga que llevaba una gran cantidad de nudos espaciados equitativamente, y con esto; podían observar la velocidad linear con que sus navíos se distanciaban de esta boya flotante momentánea.  Después de observar unos instantes cómo se alejaba el madero del barco y de contar los nudos que le habían seguido, recuperaban el madero jalándolo a bordo; y repitiendo la maniobra otra vez hasta que estaban satisfechos de los resultados.  Así es como se determinaba la velocidad marítima o "velocidad linear" en "nudos", medición que sigue vigente hasta hoy. 

Para ayudarse con estas imprecisas medidas de pilotaje náutico, utilizaban como complemento para sus observaciones las estrellas, la dirección de navegación, los inexactos relojes de arena o de bolsillo, y sus brújulas; datos que anotaban celosamente es sus toscas bitácoras.  Con esto registraban su calculada estimación de la distancia recorrida, y lo que demoró el recorrer dicha distancia.           

Considerando lo escaso que sabían de los cambios e influencias de las corrientes marinas, incluyendo el calculado impacto de los inestables vientos, e injiriendo sus propios errores de juicio, estos capitanes y navegantes entonces determinaban lo que creían o pensaban que era en ese momento su posición con afinidad a la Longitud.  A pesar de estos complicados esfuerzos por determinar su Longitud, los viajes se alargaban demasiado mientras que los bajeles muy a menudo erraban en encontrar tierra donde conseguir agua y verduras frescas, lo que causaba estragos entre la marinería condenados a sufrir escorbuto, producto de una dieta incompleta desprovista de frutas, hortalizas y verduras frescas lo cual les privaba especialmente de vitamina C. 

El escorbuto conllevaba al deterioro completo de la salud de la marinería.  Un peligroso efecto del escorbuto es que fragiliza los vasos sanguíneos haciendo que se rompan fácilmente con una rozadura, lo que a los argonautas les llenaba el cuerpo de moretones con el menor impacto.  Esto es muy parecido (pero no tan virulento) al homeomerous escorbuto moral de los abogados deshonestos.

Peor aún, en el caso de heridas abiertas, éstas no sanaban; a la marinería se les hinchaban las piernas y los brazos a causa de la retención de agua, sufrían hemorragias espontáneas incontrolables, las hinchadas encías les sangraban profusamente, se les soltaban los dientes, sufrían falta de aliento lo que prevenía grandemente su rendimiento, padecían de un agotamiento severo, y si llegaban a golpearse la cabeza, los vasos sanguíneos intracerebrales se les reventaban, causándoles una rápida y dolorosa muerte.  En otras palabras, en ese tiempo el escorbuto era más peligroso que recoger el jabón en la  ducha de una cárcel. 

En estas condiciones, el sufrimiento y la pérdida de vidas humanas era ya enorme, pero se acrecentaba aún más con los gigantescos estragos económicos obrados por la falta de una fórmula apropiada para conjeturar la Longitud. Con esto, las rutas marítimas que usaban las flotas bélicas y mercantes se reducían solo a unos escasos derroteros oceánicos bien conocidos, los que brindaban más seguridad de navegación.  Esta embarcaciones y su tripulación estaban forzadas a navegar confiando solamente en sus cálculos de Latitud, por ende; manteniéndose muy cerca a tierra y en un pasillo de litoral costero bastante angosto, lo cual a su vez convertía este ceñido y lineal pasaje en un tumulto naval.                         

Como si la falta de Longitud no causase suficientes problemas simplemente por su ausencia, a esto se agregaba otro gran problema.  Como había solo una estrecha carretera oceánica para navegar sin perderse, todos los barcos la usaban: navíos de guerra, buques mercantes, barcas balleneras, bateles pesqueros, falúas cargueras, barcos de pasajeros, carabelas piratas, bergantines corsarios, balandros bucaneros, y bajeles filibusteros; los que cruzaban rutas entre ellos muy a menudo, y caían presa el uno del otro.  La piratería era también un problema catastrófico; algo así como vivir a merced de una ciudad llena de abogados deshonestos impúdicos, políticos libertinos y corruptos, y frailes pedófilos mentirosos y degenerados.  ¡Ah!, y también con unos pocos "Patos Malos". (2)

(2) Entre las expresiones lingüísticas etimológicas más extrañas se encuentra ésta.  La filología moderna no ha podido encontrar una explicación sensata, filológica y lingüísticamente acertada desde los tiempos de Pergamum en Alexandria, Egipto entonces bajo el dominio de Roma.  En "Vilitates Chilenus Linguam" (lenguaje vulgar Chileno) la expresión es usada para referirse a netos delincuentes y proscritos habituales consuetudinarios; quienes se ubican en la escala social un amplio y claro centímetro por sobre los facinerosos nombrados en el párrafo precedente.

Extremadamente urgido por la gran cantidad de calamidades marítimas y por el monto y costo abismal de pérdidas que éstas causaban, el Parlamento Británico aprobó el "Acto Parlamentario Británico de la Longitud" durante el caluroso y entusiasta Verano del año de 1714; año que comenzó prestamente un Lunes por la mañana, y el mismo año en que se estableció la primera comunidad europea en el territorio de Luisiana, USA; y el afortunado año en que nació el astrónomo Francés César-François Cassini de Thury, y en que murió Ana Stuart, Reina de los tronos de Inglaterra, Escocia, e Irlanda. 

Este desesperado acto gubernamental prometió como recompensa la cantidad de 20.000 Ducados (Libras Esterlinas - £), aproximadamente el equivalente a $12 millones de dólares en la numismática de hoy(3); ofrecida a cualquier individuo que diseñase un aparato, o desarrollase una técnica o un método efectivo que le permitiese a los navegantes encontrar su Longitud exacta; y esto, con un error de unas 30 millas náuticas más o menos, lo que traducido a una medida decimal terrestre son unos 55.56 Km.  Es como ir desde la ciudad de Santiago a Valparaíso, pero terminar en Melipilla, un extraño y misterioso lugar donde enigmática y celadamente se acumulan las gentes que pierden sus sillas.  ¿Qué cosas, no?

(3) Para poner esta cantidad ($12 millones de dólares) en perspectiva, en aquellos entonces un artesano experto, como un albañil o un carpintero, podría llegar a ganar alrededor de 7 peniques por un día de trabajo, alrededor de 7 centavos de dólar en moneda de hoy (unos 35 pesos chilenos por día).  Indudablemente era una cantidad colosal de dinero.

Entre otros componentes y otras recompensas del Acta de Longitud, se estableció un panel llamado "Ribete Azul", que era un colectividad de magistrados a cargo de juzgar los resultados que se presentasen, al que se le denominó "La Junta de Longitud".  Esta Junta incluía entre sus integrantes renombrados científicos de la época, experimentados Almirantes, y para el infaltable e inerte relleno; algunos funcionarios del gobierno, conocidos en todas partes como sanguijuelas.  Dictado en el Acta de  Longitud, esta autoritaria Junta podía otorgar no solamente los premios prometidos, pero también podía suministrar estímulos económicos para ayudar a inventores algo paupérrimos y a otros más necesitados para incluírlos en el esfuerzo, y así no perder alguna idea promisoria que pudiese ayudar a resolver el formidable problema.  

Una de las obligadas exigencias y como un estricto requisito que cualquier invento, método o técnica tenía que cumplir, era que éstos se deberían probar a bordo de uno de los navíos de Su Majestad; y la travesía determinada como estándar de medida de pruebas, era la marea entre un determinado puerto de Inglaterra y otro puerto en las Indias Occidentales elegidos por los Comisarios de la Junta.  Para pasar la prueba, los nuevos artificios y las técnicas para medir la Longitud deberían arribar a estos señalados puestos  sin perder su Longitud más allá de los límites definidos por el Acta.

La Junta después de que se hizo público el anuncio de las recompensas, comenzó a recibir diariamente una cantidad ingente de propuestas.  Los "inventores" se apiñaban en las puertas del edificio de la Junta para presentar sus trabajos, y para exigir que sus diseños se les revisase en orden de llegada.  La "colas" (hileras, filas) de inventores eran sumamente largas, pero ni parecidas las colas de las JAP (Las Juntas de Abastecimiento y Control de Precios) de la UP (Unidad Popular) en Chile, un tétrico período de vergüenza nacional en que los funcionarios de gobierno podían robar sin descaro porque tenían "carnet" para ello, y lo que el resto de pueblo podía conseguir a un alto precio de moneda desvaluada, era un kilo de pan añejo por familia después de haber estado esperando a la intemperie en esta "colita" entre cuatro horas y tres días.

La cosa es que la Junta durante sus 100 largos años de existencia, muchas veces estuvo a punto de derrumbarse bajo el peso de esquemas, proyectos, planos, dibujos, bosquejos, croquis de "máquinas de movimiento perpetuo"; y un sinnúmero de compendios, modelos, ideas, borradores, ensayos, planteamientos y muchas otras propuestas que aspiraban desde resolver cuadraturas circulares, pasando por la maquinación de darle sentido linear al valor de pi (π); y terminando con otros tratando de probar que se podía hacer oro (Au79) del plomo (Pb82), aunque estos chirimbólicos intentos y soluciones no tuviesen absolutamente nada que ver con el urgente y apremiante asunto de la Longitud.

Después de haber invertido colectivamente una increíble cantidad de cacumen, los científicos y devotos entusiastas de la Longitud de la era, concluyeron que para poder medir con exactitud, y en base a esto poder contestar la escuchita cuestión de la Longitud, deberían crear o elaborar un artificio(4) más preciso para mantener la medición del tiempo.

(4)  La palabra "reloj" se deriva de las palabras Goidelicas y Proto-Celtas "clagan" y "clocca", que significan "campana".  Se cree que el reloj se desarrolló en Italia alrededor del año de  1500, o quizá un poco antes; y basado en un tipo de dispositivo portátil de cronometraje que ya estaba comercialmente disponible alrededor de 1450.  En cualquier caso, estos relojes eran más inexactos que el pronóstico del tiempo.

Entonces, la idea era el poder mantener los intervalos de tiempo lo más exactamente a bordo de un navío, para después de la marea; compararlos con la hora correcta que se mantenía en los puertos de origen y destino.  El poder comparar la hora local en los puertos de arribo con el cómputo del tiempo de navegación, permitía entonces a los navegantes el  lograr convertir la diferencia de tiempo –o los lapsos de tiempo- y los errores deferenciales de cálculo, en una secesión geográfica llamada: Longitud.  

Considerando de que la mayoría de ustedes saben que el planeta Tierra es aparentemente una esfera de arbitrarios 360° de circunferencia, y que a esta piedrita esferoidal le toma un día entero para girar sobre sí misma con respecto al sol; entonces si dividimos estas 24 horas por los 360°, estos corresponden a 15°.  Esto es, claro está; de que un grado de longitud en tiempo es equivalente a cuatro minutos en cualquier punto del planeta, pero en términos de distancia, un grado en el Ecuador mide 68 km., y en los Polos se reduce a 0 (cero) km.   ¿Qué cosas, no?

Aunque la frenética carrera por conquistar la Longitud seguía delirante, alrededor de 1550  quedaban solo dos serios y pertinaces contendientes por el premio ofrecido.  En un equipo estaba el completo e indiviso estatuto científico de Europa; en el que sus plurales y numerosos científicos estaban enfrascados y ensimismados con un enrevesado y confuso sistema de observaciones y anotaciones estelares al que llamaban "Distancias Lunares", apostillas que usaban para determinar el tiempo transcurrido entre dos puntos, y así poder establecer la Longitud con respecto a la Latitud.

En el otro bando se encontraba un solitario pero audaz paladín de la imaginación de nombre John Harrison Uhrmacher.  Juanito Harrison era un soberbio autodidacta y relojero Bretón.  Harrison proponía un mecanismo horario que mantendría con precisión y puntualidad los lapsos de tiempo transcurridos entre dos puntos del planeta, por remotos y separados que éstos estuviesen.  Ésta era una idea audaz y revolucionaria para aquellos opacos tiempos de descubrimientos accidentales y poca ciencia.  El resto de los contendores habían ido desapareciendo paulatinamente uno a uno, ante la imposibilidad de producir una solución práctica y transferible para desvelar la clandestinidad de la Latitud.

Según los rumores del "Correo de las Brujas", Juanito Harrison tenía dos problemas esenciales de popularidad para con la Junta de Longitud: primero, él era un forastero de Inglaterra y no Italiano; o en el peor caso, Francés.  Segundo, Juanito era un "geek" al que se le consideraba por debajo de la reputación de los "científicos" de la época.  Prueba de esta arbitraria intolerancia social y embargada discriminación esnobista, es que incluso Sir Isaac Newton cuando actuaba como primer Comisionado de la Junta de Longitud, emitió una marginante opinión expresando que el reloj de Harrison nunca sería capaz o competente para mantener la precisión del tiempo a bordo de un buque en movimiento, y menos el poder prestar un beneficio para la tarea de la correcta determinación de la famosa Longitud.  Ésta era la actitud general de aquellas mentes Nibelungas de esos entonces.

A Harrison le importó una "güeva" (vulgi testiculum nervumque chilensis) la opinión de Newton, y siguió trabajando compendiosamente en su relojito mecánico, el que tiempo después demostró sin dejar lugar a dudas, ser el método superior a todos, incluyendo las intituladas selenitas "distancias lunares".  Desafortunadamente y para reafirmar la diferencia clasista, Harrison no poseía una educación formal, y jamás fué un aprendiz o estudiante de relojería; pero anteriormente él había compuesto una serie de maquinillas de intervalos de tiempo (relojes) a los cuales había provisto con una fricción casi inexistente (el principio del movimiento eterno), y sus partes no necesitaban lubricación alguna.  

Harrison no quería utilizar los aceites y grasas lubricantes de la época simplemente porque estos eran susceptibles a cambiar su viscosidad constantemente con los acérrimos cambios de temperatura, lo que inminentemente causaba una gran variación en la velocidad y desplazamiento angulares correlativos del pseudovector cuantitativo de los planos bidimensionales interactivos de los engranajes múltiples y cremalleras diferenciales de sincronización mecánica del ordenador horológico autónomo; haciéndolos altamente inexactos e ineficaces.  En otras palabras un poco menos anamórficas y menos gnósticas: los aceititos no servían. 

Juanito Harrison también decidió astutamente no hacer uso del péndulo porque los relojes de péndulo deberían mantenerse en superficies fijas y sin movimiento y en forma constante  para que pudiesen funcionar apropiadamente, lo que jamás ocurriría a bordo de una embarcación aunque no estuviese navegando.  Otra innovación que introdujo fué el uso de aleaciones y bimetales con las que construyó las partes de su reloj.  Esto obedecía a que Harrison sabía que los metales fácilmente se  expanden cuando se calientan, y se contraen en base a un canon diferente cuando se enfrían. 

La genialidad de esta innovación reside en que Juanito, sabiendo manejar las normas de dilatación y contracción térmica de los metales; combinó en aleación diferentes metales para fabricar los diferentes engranajes y partes de sus reloj de tal modo que cuando uno de los componentes se dilatara o contrajera, uno de éstos contrarrestaba la menor alteración del otro, y con esta causa de efecto mecánico conexo interactivo y recíproco (lo que siempre me hace recordar a Isaac Newton); podía mantener constante la velocidad de su máquina medidora de tiempo.  ¿Qué cosas, no?

Después de una verdadera guerra en contra del establecimiento mental engatusado con la mohína añagaza religiosa, y embetunado con el marcado oscurantismo científico del  período, John Harrison con mucho esfuerzo y gran éxito completó una larga sucesión de experimentos, pruebas y ensayos marítimos a bordo de muchas embarcaciones incluyendo las embarcaciones de la corona, producto de los cuales; sus resultados no podían ser ya  ignorados. 

Esto causó épicas batallas y desgañitadas discusiones argumentativas en el Parlamento, el cual finalmente tuvo que aceptar que los progresos de Harrison eran calificados, y entonces se le recompensó por sus esfuerzos; pero esto ocurrió después de más de 40 años de ácidas reyertas con la sempiterna intriga política, la maledicencia académica generalizada, la inconsciente insidia y encarnada estupidez religiosa, y hasta cierto grado, por la inestabilidad económica reinante.  Esto es simplemente una pequeña muestra de los cordajes y aparejos que formaron parte de la gran intriga de la Longitud.

Para el desmedro de nuestra civilización inteligente, John Harrison nacido en 1693, murió apenas 83(5) años después en 1776, pero no antes de habernos legado quizá el más fabuloso tesoro científico que nos ha servido tan bien: La Longitud.  Lo paradójico de este asuntito de la Longitud, es que solo gracias al reloj de Harrison pudo ser domada y sometida; phanerosis que nos servirá para siempre.  

(5)   ¡John Harrison fué exacto hasta para morirse!  Nació un 24 de Marzo y se murió sin boleto de regreso también  un 24 de Marzo.  Fué un acabado carpintero  autodidacta y luego un increíble Horologista (relojero o quien estudia el tiempo).  Harrison fué nombrado número 39 en una encuesta pública de la BBC en el año 2002 para "Los 100 Británicos más Grandes de la Historia".

John Harrison, gracias al oscurantismo, la ignorancia y nulidad religiosas -como tantos otros; se convirtió en el venerado mártir de los relojeros del planeta entero.  Por largas décadas permaneció postergado por el ciego establecimiento social y religioso, pero tenazmente armado con su clara y férrea obstinación; fué el único individuo en el mundo que buscó y encontró una solución real y configurable al cronometraje destinado a resolver el problema de la Longitud.  Y todo en base a un desnudo relojito que ni siquiera era parte de esta carrera.  ¿Qué cosas, no?

Súbitamente y a raíz de este inocultable, extraordinario y asombroso desarrollo intelectual y politécnico de Harrison, ingentes catervas y tropelísticas profusiones de relojeros de todos los rincones del planeta se dedicaron a emular este aparato horológico de Harrison, y entonces comenzó una nueva y frenética carrera para construír el cronómetro marino.  La persecución por la perfección del cronómetro marino se convirtió rápidamente en una colosal y rentable industria que significó un extraordinario auge económico, bélico y de dominación para los países marítimos.  

La historia y los horologistas son tremendos y ponderados testículos de que el inusitado trabajo de Harrison fué una de las más serias y determinantes causas, y la razón gestora principal del dominio de Inglaterra sobre el mar océano, y por ende; la definitiva constitución de lo que se conoce ahora como el Gran Imperio Británico.

Grandes compañías marítimas mercantes como la "East India Company", poderosas flotas navales de todo el mundo como la "Royal Navy" de Inglaterra, y capitanes de todo tipo de embarcaciones flotantes se arremolinaron como hambrientos enjambres alrededor de las fábricas de estos fabulosos cronómetros marítimos, -y todos sin excepción alguna- pagaban el importe del elevado costo de estas extraordinarias maquinitas de su propio bolsillo, y ninguno se quejaba del costo de su portentosa compra.

La endémica revolución de la navegación había sido desatada en toda su furia por el reloj de Juanito Harrison.  En todas las bitácora navales de las embarcaciones del siglo XVII se encuentran exactas anotaciones de navegación  las que comenzaron velozmente a cambiar la fisonomía de la navegación oceánica.  Las observaciones diarias anotadas en las bitácoras comenzaron a mostrar manifiestas referencias con respecto a las lecturas de Longitud basadas en este nuevo y fantásticamente preciso "cronómetro". 

Tan efectivo fué este aparatito creado por John Harrison, que en el año marítimo de 1791 de Su Majestad, la compañía mercante "East India Company" comenzó a publicar nuevos manuales y tratados oceánicos de navegación para los capitanes de sus navíos, que en sus páginas desglosaban una columna especial para anotar las observaciones de "Longitud por cronómetro".   

Empero, muchos otros capitanes menos astutos o más paupérrimos, continuaron navegando y haciendo sus observaciones argonáuticas basados en las cómicas y desacertadas  "Distancias Lunares".  Estos eran lo únicos giles que todavía se perdían en la tina.  Desde el primer cronómetro marino que inventó Harrison, en 1735 solo había uno en existencia –el de Harrison; pero en 1815, solo 80 años después, había en uso más de 5.000 instrumentos.  Esto es una gran cantidad si se toma en cuenta de que estos instrumentos se fabricaban a mano, y tomaba meses la manufacturación de uno.  Una vez cuando yo era apenas un proyecto de hombre, ví una simulada réplica de este instrumento en el glorioso almacén "Cori".

La practicidad infinita y la total carencia de creencias en magia en la perspectiva y visión de John Harrison se demostró tan fehaciente, irrebatible, e irrefutablemente que desde aquellos tiempos en que se encontraba solo contra el mundo, y además en contra de la insípida política, y contra de las necias y mentecatas corrientes religiosas completamente deshabitadas de razón; todos estos insípidos enemigos se hicieron humo en el aire tan rápido como desaparece un acólito después de recoger el diezmo.

Longitud entonces, es una coordenada geográfica imaginaria que especifica la posición de Este a Oeste de un punto sobre la superficie de la tierra.  Es una medida angular expresada en grados (°), y se denota por la letra Griega Lambda (λ).  Puntos con la misma Longitud se encuentran denominados en líneas imaginarias que van desde el Polo Norte al Polo Sur.  Por una Convención de obscuros orígenes, uno de ellos, el Meridiano que pasa por el Observatorio Real de Greenwich, Inglaterra; establece la posición de cero grados de longitud (0°).

Por otro lado, si la Longitud la hubiesen descubierto los chilenos, ese arbitrario Meridiano Bretón en vez de pasar por Greenwich, sin duda estaría pasando por uno de los lugares más preponderantes del planeta, el que sería el verdadero Meridiano 0, y ciertamente se le habría denominado "El Meridiano de Pelotillehue".

Probablemente usted tenga un inventito nacido de las ideas de Harrison en su "teléfono", el que usa para no perderse en las junglas metropolitanas única y exclusivamente gracias a la carrera de la Longitud y a la brillante mente de John Harrison.

Persiga ese pequeño y olvidado sueño que nunca persiguió, porque si no lo hace; éste le perseguirá a usted por el resto de su vida.


El Loco