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jueves, 1 de agosto de 2019

El Hombre De Vinci – Parte I de II

Aunque Vinci oficialmente es una “ciudad”, es realmente un pueblo y a la vez una comuna de la Ciudad Metropolitana de Florencia en la región italiana de Toscana.  La domus natalítia* del magnífico erudito renacentista de prodigioso talento Leonardo Da Vinci, se encuentra a las afueras de este pueblo.

Su nombre completo de pila fué Lionardo di Ser Piero da Vinci y vivió trayendo iluminación a este planeta entre los años de 1452 y 1519.  Ordinariamente conocido por la caterva inconsciente como Leonardo da Vinci, o simplemente Leonardo.  El hombre de Vinci nació en lo que fué la República de Florencia, ahora; Italia.

Leonardo, nació de padres solteros el 15 de Abril de 1452, cerca de Vinci, una ciudad de montaña en el paisaje rural toscano entre Florencia y Pisa.  Se polemiza que su madre fué Doña Caterina di Meo Lippi, la adorable hija de un campesino local; y su padre, Ser Piero da Vinci, quien tenía un elevado y reconocido estatus como notario público.  Ser un notario público en ese entonces conllevaba una alcurnia y una importancia enormes, y la imagen pública de un notario era inmejorable, tal como su circunstancia pecuniaria.

Esta era una importante y rentable profesión a la que Leonardo pudiese haber optado si no hubiese sido un bastardo nacido fuera del matrimonio.  En aquellas eras, el bastardo no tenía valor social, por el contrario, era de una insignificancia moral y social muy marcada.  Esta es una peculiar historia con muchos paralelos y semejanzas a la poca conocida, real y verosímil historia de nuestro gran Almirante del Mar Océano Don Cristóbal Colón, nacido en Felanitx, Mallorca, Islas Baleares, España.  ¡España!  Cuando el Mallorquino Don Cristóbal Colón triplicó el tamaño del paneta, Leonardo tenía 40 años de edad.

La Edad Curtal*

Tenemos muy poca información verificable acerca de la niñez de Leonardo.  Los pocos registros sobrevivientes insinúan que vivió la mayor parte de su puericia al lado de sus abuelos en Vinci, quienes le brindaron una educación rudimentaria de acuerdo a sus posibilidades y patrimonios.  A pesar de la mezquina educación que pudo obtener de sus abuelos -herramienta que usó y desarrolló magistralmente, esta formación le brindó la oportunidad de hacerse notar.  En algún momento de su mocedad, el padre de Leonardo reconoció las notables habilidades artísticas de su hijo bastardo, lo que le llevó a enseñarle algunos de los dibujos de su hijo a uno de sus clientes.

Este cliente no era otro que el renacentista italiano Andrea del Verrocchio.  El nombre de Pila de Andrea del Verrocchio era Andrea di Michele di Francesco d‘Cioni, quien fué un consumado pintor, escultor y orfebre quien fué maestro de un importante taller en Florencia.   Aparentemente se le conocía simplemente como Verrocchio por su apellido.  Andrea del Verrocchio reconoció el potencial de Leonardo, y se comprometió a llevarlo como aprendiz a su taller artístico en Florencia.

Desde el comienzo y como aprendiz en la academia de Verrocchio, Leonardo requintó a sus compañeros con una habilidad sin paralelos, y muy pronto sobrepasó a su mentor.  La habilidad de Leonardo se hizo patente tempranamente mientras colaboraba con su mentor originando una serie de pinturas religiosas, y principalmente en la construcción de la esfera de cobre que corona la cúpula de la bóveda de Filippo Brunelleschi El Maestro Brunelleschi fué un arquitecto y diseñador italiano considerado como uno de los fundadores de la arquitectura renacentista, y se le acepta entre los eruditos como el primer ingeniero, planificador y supervisor de construcción moderno.  

El primer trabajo considerado como encargo independiente que se le atribuye a Leonardo es un paisaje a pluma y tinta del valle de Arno el que lleva su nombre por el río Arno.  Esta pintura data del año 1473 cuando Leonardo tenía solo 21 años de edad.  En los años siguientes obtuvo otros trabajos tales como un retablo para una capilla en el Palazzo Vecchio en la Piazza della Signoria en Firenze, y el cuadro "La Adoración de los Magos" para un grupo de monjes agustinos en San Donato, Florencia en 1481.  Pero Leonardo viajó para Milán al año siguiente, dejando este cuadro sin terminar.  Desde entonces, el cuadro ha estado en la Galería Uffizi en Florencia desde 1670.

Vida Profesional

Aunque las pinturas y frescos de Leonardo son los más afamados y conocidos, el increíble caudal de manuscritos y dibujos de este hombre de Vinci desenmascaran las mecánicas  que encerraba su insólita genialidad.  La enorme y aparentemente ilimitada fertilidad de su mente,  la esplendidez y la frondosidad de las muchas hipótesis que Leonardo demostró, las diversas y excitantes jornadas intelectuales, científicas y filosóficas que Leonardo exploró, surgen vívidamente en cada uno de los 7,000 folios los que se conservan hoy en Windsor, en las bibliotecas de París, Londres, Madrid, Turín y Milán; y en la colección privada de William Henry Gates III, conocido por nosotros simplemente como Bill Gates, quien está evaluado hasta Abril de 2019 en la onerosa cantidad de más de 100 Billones de dólares.  ¿Qué cosas, no?

Leonardo pasó la mayoría de su carrera entre Florencia y Milán.  La curiosidad de Leonardo era increíble y procuró perseguirla ampliamente en muchos campos, sin importarle cuán minúsculos éstos fuesen.  Leonardo estudió Latín, inquirió acerca de cómo construír cristales para ver la luna más cerca, y cómo describir la causa de la risa entre muchas de las variadas y quizá adarmes* inquietudes de su fértil mente.

Leonardo escrutó y coleccionó trabajos literarios, estudió a Euclides de Megara el matemático Griego, y al Griego Arquímedes de Siracusa, otro matemático, físico, ingeniero, inventor y astrónomo.  Donde otros adoptaban lo perceptible, Leonardo examinaba nimiedades como ángulos geométricos, las mecánicas de la dilatación de la pupila, las distancias en las características de la cara, etc.; brincando sin orden o euritmia de una disciplina a otra mientras investigaba posibles vínculos entre ellas.  Esbozó naturaleza y dibujó filigranas, bosquejó máquinas voladoras, diseñó complicados artilugios bélicos para su burgués regente el Duque de Milán Ludovico María Sforza (Ludovico el Moro), el hombre que comisionó la conocida obra: “La Última Cena”.

Vida Social

Afortunadamente para Leonardo, su juventud se desarrolló y prosperó en el meollo y núcleo del pensamiento y cultura humanista cristiana en la floreciente República de Florencia.  Leonardo comenzó su aprendizaje con Verrocchio en 1466, año en que murió su maestro el gran escultor Donato di Niccolò di Betto Bardi conocido como Donatello.  Donatello fué un escultor italiano del Renacimiento originario de Florencia.  Basado en escultura clásica desarrolló un estilo renacentista completo e inclusivo en escultura que se diseminó en Roma, Padua y Siena, género que se difundió a otras partes de Italia.

A pesar de que Leonardo tenía muchos amigos y aún más conocidos, el Hombre de Vinci siempre conservó su vida privada incógnita.  A raíz de esta meticulosa y clandestina mesura y discreción, la sexualidad de Leonardo ha sido un constante objeto de sarcasmo, imprudente cuestionamiento y agiotaje*.  La tendencia a cuestionar este aspecto de Leonardo se incitó a mediados del siglo XVI y resurgió más tarde con más fuerza en los siglos XIX y XX.  Uno de los cuestionadores más agresivos en este campo fué el neurólogo austríaco y fundador del psicoanálisis, Sigismund Schlomo Freud.

Se especula que las relaciones personales más íntimas de Leonardo fueron con sus alumnos Gian Giacomo Caprotti da Oreno, más conocido como Salaì quien ademas fué un pupilo de Leonardo, un artista italiano y alumno entre 1490 a 1518; y Francesco de Melzi, quien fué un pintor italiano nacido en una familia de la nobleza Milanesa en Lombardía.  Las dudas acerca de la sexualidad de Leonardo se desprenden de la correspondencia que Francesco de Melzi les envió a los hermanos de Leonardo para informarles de su muerte, donde describió los sentimientos personales de Leonardo por sus alumnos como amatorios, vehementes y apasionados.

En el siglo XVI comenzaron a emerger aseveraciones de que estas relaciones de Leonardo eran de naturaleza sexual o erótica.  Los archivos judiciales de la Republica de Florencia del año 1476, cuando Leonardo tenía apenas veinticuatro años de edad, registran que Leonardo y otros tres jóvenes fueron acusados ​​de sodomía en un incidente que involucró a un pelandusco masculino muy conocido trabajando como meretriz.  Los cargos fueron impugnados por falta de pruebas, pero se pondera que dado que uno de los acusados, Lionardo de Tornabuoni, era familiar de Lorenzo de Medici.  Entonces la venta de Justicia estuvo en liquidación y la familia Medici ejerció su influencia para asegurar la destitución de los cargos, y la exoneración de los acusados.  ¿Le parece familiar?

Debido a esta circunstancias, desde aquel entonces se ha elucubrado y discutido sobre la presunta homosexualidad de Leonardo, y la influencia de ésta en su arte, particularmente en la androginia y el erotismo exteriorizados y enunciados explícitamente en varios dibujos y pinturas eróticas de Juan el Bautista el predicador ambulante coetáneo de uno de los dioses cristianos; y Baco, conocido originalmente como San Juan Bautista.  Esta última es una pintura del Museo del Louvre en París, Francia, basada en un dibujo Leonardo de Vinci.

Legado

Los abundantes y detallados datos científicos y eruditos que Leonardo anotó en sus variadas cartillas y borradores evidencian un trasfondo en cada pincelada de su mano.  Sus puntualizadas observaciones anatómicas sondearon en la biología de las expresiones faciales, sus dedicados estudios de los minuciosos efectos de luz y sombra le permitió a Leonardo delinear en sus dibujos y pinturas ruedos de un sofisma extraordinario, reemplazando con este estilo la acostumbrada técnica del Esfumato.  Sus efectos ópticos y su perspectiva espacial en la geometría de sus obras hacen de sus pinturas, composiciones extraordinarias y únicas.

Esta refinada sagacidad en su principio de la perspectiva está patente en su obra "La Última Cena".  La aplicación de sus estudios sobre la emoción humana y sus técnicas de sombreado y perspectiva le permitieron a Leonardo encarnar maestralmente la diferencia en la apariencia emocional de las personas que pintaba, las que aparentan ser sensibles en lugar de exhibir apariencias inflexibles.

Efectos Menoscabantes

La extraordinaria y vasta inventiva de Leonardo vino con un precio inesperado.  Leonardo constantemente enfurecía a sus clientes con continuos retrasos en sus encargos y una infinidad de trabajos sin terminar incluyendo la famosa obra inconclusa "La Adoración de los Magos".  Los eruditos imputan esta falta de consistencia a la insaciable inquietud de Leonardo por experimentar nuevos tópicos y a su ávido afán perfeccionista.  Para Leonardo el desafío de crear superaba la expectativa de forjar.  Es lo que yo llamo el Itiner(1) de mis historias.

(1) Itiner:
Narro mis historias porque la aventura no está en la meta, sino en la jornada. Narro estas jornadas para revivir su aventura porque las metas cuando se alcanzan, pierden su valor y entonces se tornan efímeras; y se tornan efímeras porque su culminación priva a la aventura del pináculo de la meta. Lo único eterno y con propósito, es la jornada.

Mientras más conocimiento se agenciaba el Hombre de Vinci, más áreas de estudio e investigación analítica se abrían en la mente de Leonardo, haciendo casi imposible la conclusión de los trabajos que estaba haciendo.  Su poderosa inclinación al estudio de nuevas metas era superior al valor de lo que estaba produciendo.  Es como tener dos mentes: una que ejecuta y la otra que descubre, siendo esta última la fuerza determinante y definitoria.

Mientras pintaba, la mente descubridora de Leonardo, la que estaba siempre en eterna actividad y funcionamiento; con cada pincelada de la maestra mano de Leonardo ésta elucubraba que se podían crear más órdenes y progresiones de tono para crear una transición imperceptible y progresiva casi inapreciable, una conversión paulatina desde la sombra más clara a la más oscura en una escala casi interminable de tonos.   Exámenes y diagnósticos analíticos de radiación de ondas electromagnéticas (rayos X) de algunas de los trabajos de Leonardo desenmascaran sus numerosas rehechuras mientras pintaba, conocidas como Pentimenti (arrepentimientos).  Este proceso y concepto de aprendizaje interminable trae serias consecuencias prácticas lo que afecta el finalizar o completar una tarea.

Posiblemente es por esta razón por la que Leonardo jamás publicó ninguno de sus fascículos.  Quizá Leonardo tuvo el propósito de consumar sus tratados sobre las muchas cuestiones sobre las que estudiaba, incluyendo temas de geología y anatomía; sin embargo, sus croquis y pergaminos se los cedió a su devoto discípulo Melzi para que los escrutara antes de terminarlos.  En los años ulteriores a la muerte de Leonardo, la gran mayoría de sus notas y cuadernos originales fueron hurtados, sisados o perdidos.  Las obras y trabajos sobrevivientes de Leonardo comenzaron a publicarse a finales del siglo XVIII, más de 200 años después de su muerte.  

Arrivederci

La correría final de Leonardo acaeció durante el Otoño de 1516.  Ésta se desenvolvió en Amboise, Francia, donde el Rey Francisco I de Francia, un admirador de Leonardo y un prodigioso patrón y entusiasta de las artes, le ofreció un aceptable salario y la libertad absoluta para crear y producir lo que el maestro quisiese, y además; le regaló un pequeño castillo donde residir.  Leonardo ya estaba viejo para los estándares de la época.  A los 64 años, Leonardo tomó sus  numerosos dibujos y los tres retratos de los que jamás se separó: "San Juan Bautista", "La Virgen y el Niño con Santa Ana", y la "Mona Lisa", trasladándose a su nuevo y campechano castillo conocido como Clos Lucé (Château du Clos Lucé), a unos 500 metros del Castillo Real de Amboise, al que está conectado por un pasaje subterráneo.  En su nueva residencia y a través de la ventana de su aposento, Leonardo podía  vislumbrar el castillo del rey.

Durante su retiro en Clos Lucé, Leonardo agasajó al reino con originales redes hidráulicas, diseñó detallados planes para un nuevo palacete real, y coordinó alegres y originales celebraciones para el Rey Francisco I de Francia, su espléndido patrocinador.   A pesar de la abundancia de deliciosos platillos y un exuberante menú, Leonardo disfrutaba de un simple placer: tomaba sopa.  Por si no lo saben, creo que éste es un inmemorial secreto para vivir saludablemente por un largo tiempo.  Es el secreto de las tres “eses” (SSS: Sopa, Sexo y Sudor).  Desafortunadamente Leonardo se saltó las dos últimas eses y murió en Amboise, Francia el 2 de Mayo de 1519 a los 67 años de edad.  ¿Qué cosas, no?

Fin Parte I de II



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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Domus natalítia Casa natal en Latín
Curtal - Corto; abreviado; acortado; forma temprana del fagot
Adarme – Insignificancias, nimiedades, menudencias
Agiotaje - Especulación
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco

domingo, 1 de marzo de 2015

El Pantano Maldito

Mis interminables "pataperreadas"(1) me han llevado por muchos inmemorables rincones de este inverosímil y curioso planeta al que llamamos "Tierra" y que sin embargo es casi pura agua; y a pesar de que la mayoría de los lugares en los que mi planta ha impreso su sello han sido agradables y aventurosos, este periplo sucedió a finales de Julio en un año que prefiero olvidar, donde los días son más húmedos que de costumbre, calurosos y ciertamente más tenebrosos durante la bulliciosa noche; pisé osadamente  los parajes del Pantano de Manchac; el que realmente me enseñó "de facto" el hecho de que todo lo que brilla no es oro.  Manchac me llevó por un inolvidable y tétrico peregrinaje.  Digo que me envolví "osadamente" en esta jornada porque cuando uno es osado, es normalmente porque no tiene la más peregrina idea de en qué es lo que se está metiendo.  ¿Qué cosas, no?

(1) La expresión "pata de perro", "pateperro", o "pat'eperro" es un filologismo lingüístico del Coa chileno que es usado sueltamente para señalar a un individuo que viaja o recorre mucho.  La circumbirúndica expresión se deriva de los perros, los que cuando están despiertos recorren enormes distancias de aproximadamente 120 kilómetros  por día (alrededor de 9 horas al día a un promedio de 13 kilómetros por hora).   Esta prosaica expresión "perruna" no tiene ninguna relación con la magistral obra del extraordinario autor Chileno Carlos Droguett: "Patas de Perro".

Manchac, también conocido como Akers; es una comunidad en Tangipahoa, Luisiana, Estados Unidos.  Este extravagante y peculiar lugar se encuentra en el canal Paso Manchac del lago Maurepas, que se conecta con el lago Pontchartrain.  Aquí se encuentran las ruinas de uno de los cinco faros originalmente construídos en el lago Pontchartrain para la seguridad de los navegantes de estas pantanosas aguas.  Éste era el faro "Manchac Luz Pass".  El nombre "Manchac" se desprende de una expresión de la lengua de la nación indígena Choctaw que significa literalmente: "puerta trasera" (hacia el lago Pontchartrain).

Preámbulo al Susto

Para poder tener una aventura que sea verdaderamente espeluznante, hay que tener pelos en la nuca; los que tienen un talento y una idoneidad especial para pararse con el susto.  Si usted es pelón, también se asustará pero no podrá usar la expresión "espeluznante", sino que se tendrá que conformar con expresiones paralelas como pavoroso, espantoso, horrendo, o simplemente "atroz" como diría cierto portorriqueño que cruzó suave y delicadamente una de mis aventuras. 

Incluso para llegar a esta zona, hay que cruzar uno de los puentes más largos del mundo, el tercero en la lista por su longitud, el Puente del Pantano de Manchac de casi 37 kilómetros de longitud.  La larga travesía de este puente con sus lóbregas vistas le agrega más emoción y suspenso a la anticipación de la aventura.

Cuando puse pié sobre esta pretérita ciénaga, yo no sabía que el Pantano de Manchac era considerado tan seriamente como un lugar maldito o embrujado, una pegajosa reputación que se le colgó e imputó a causa de una historia antigua del siglo pasado.  Entre otras siniestras historias se encuentran la leyenda de Julie White, la Reina Vudú Presagiadora de la Muerte; también se rumorea que es el hogar de Rougarou el sanguinario Hombre Lobo Cajún; y que Big Bad es un fantasma residente del lugar; asimismo se dice que ahí vive Letiche, el críptico monstruo homínido del negro y pestilente pantano, y esto sin contar los descomunales mosquitos, los hercúleos caimanes, las desmedidas serpientes, los lagartos formidables, y otra gran menudencia de raros anfibios que a la vista hacen temblar la "pajarilla".  Los tenebrosos y deformados cipreses le dan al pantano un marco aterrador.

Durante la tarde anterior a la excursión por el pantano, en el hotel en que nos alojábamos nos visitó un guía para explicarnos las actividades a ocurrir el día siguiente.  El guía, que era un indio Choctaw, se demoró cerca de tres minutos en decirnos cuál sería la ruta a recorrer el siguiente día, pero se tomó más de dos horas para relatarnos unas historias horrorosamente espeluznantes acerca del pantano maldito.  Sentada al lado mío había una gorda con más rollos que el hombre "Michelin", la que gemía cada vez que el indio decía algo asustadizo.  No le ví parársele un pelo en la nuca porque los pobres pelos estaban sepultados en grasa.  Pensé que sería más seguro estar cerca de la gorda en el bote que usaríamos prontamente, porque si nos hundíamos, ella les iba a durar más a los caimanes y el resto de nosotros podría nadar para salvarse antes de que los caimanes tuvieran tiempo de terminar este magnífico bocadillo de comida chatarra.  También consideré comprar una botella de Kétchup para embetunar a la gorda antes de que se hundiera y hacerla más atractiva para los cocodrilos rapiñeros, pero me arrepentí.

El guía Choctaw hizo especial hincapié en las historias del Hombre Lobo Cajún, y Marie Laveau, otra Reina del Vudú  de origen africano, la que vivió en Nueva Orleans entre los años 1794 y 1881.  Cuenta la leyenda que en las licuadas e hidrófilas cercanías de Nueva Orleans la Reina del Vudú Marie Laveau, quien se encontraba encarcelada por ejercer actos de hechicería, rabiosa les expelió un hechizo a las aguas de este pantano, y a causa de este iracundo y vengativo hechizo, se produjo un devastador huracán que ocasionó la completa destrucción y consecuente desaparición de tres aldeas en el año 1915, y que además fué sindicado culpable de muchas muertes de pescadoresexploradores turistas de la época.  Cuando la gorda escuchó la palabra "turistas", repentinamente la atacó un hipo galopante.  Otro efecto de la maldición fué que los bellos cipreses cobraron formas tenebrosas, y las aguas se volvieron turbias y hediondas como promesa de político.

También nos advirtió Uskula Humma –que era el nombre del guía indio, y que su nombre significa "Flauta Roja" en Choctaw–  de que la zona a explorar estaba sobrevolada por brujas invisibles, las que acostumbraban a lanzarles hechizos Vudú a los intrusos que se atrevían a invadir el pantano.  Lo de "Rojo" en el nombre del guía no sé de donde salió, pero lo de "Flauta" era probablemente porque este indio grandote tenía voz de pito.  Cuando la gorda escuchó lo de los hechizos voladores, se cayó de su silla, que a estas alturas, a las pobres y flacas patas de la silla les estaban saliendo várices.  Nunca había visto yo antes desplomarse tan desordenadamente a un poliedro mazacotudo.  ¿Qué cosas, no?

La Espeluznante Aventura (Ta-ta-ta-táaaan)

La aparentemente inapropiada embarcación dejó el pequeño muelle de maderos para adentrarse incautamente en los parajes de ese pantano que parecía estar esperándonos con sus oscuras fauces de neblina y con una arboleda de deformadas ramas adornadas con lóbregos colgajos.  Poco a poco la embarcación comenzó a penetrar ese lugar que de por sí, su aspecto nos hizo sentir que si cayésemos accidentalmente (o nó) en sus fangosas aguas, no saldríamos jamás de ellas, y nuestros desahuciados gritos pidiendo auxilio no serían oídos nunca en la sordina del pantano; y que no seríamos encontrados por nadie.   Los invisibles y parapetados cantos de las ranas se escuchaban amenazadores desde el neblinoso fondo del pantano.  Por sus sonidos, uno podría pensar que cada rana era del tamaño de un hipopótamo.  A medida de que nos internábamos en el siniestro pantano, las conversaciones en el bote bajaban de tono, hasta que ellas desaparecieron paulatinamente casi completamente.  Muy poco a poco e imperceptiblemente estábamos sucumbiendo irremediablemente al hipnotizador sortilegio del Pantano Maldito, de igual manera en la que Jasón y sus osados Argonautas sucumbieron al cántico de las seductoras Sirenas.   Niaaaaahahahaa!

El Capitán de la lancha se veía cabizbajo y melancólico y nos miraba recelosamente de reojo.  Traté de ser cortés y tratar de iniciar una conversación con él, pero cuando me acerqué y lo saludé, me miró sospechoso y me dijo:


- "No me gusta hacer amigos con gente que puede desaparecer misteriosamente". –Acto seguido, me dió la espalda.

Sin amedrentarme, traté otra vez de abrir una vía de comunicación, y apuntando hacia una entrada en la umbrosa selva cenagosa; agregué:

- "¿Se puede ir por ahí?"

Volteándose rápidamente hacia mí como irritado e impaciente me dijo con una voz agria pero firme, voz que estaba subrayada por uno de sus ojos cubierto con nubosas cataratas con lo que se veía aún más tenebroso que el pantano mismo:

- "Los que conocemos el lugar y que sabemos de sus perversos caminos, nos negamos a entrar a las zonas oscuras.  Los que lo han hecho, nunca han regresado". –Agregó algo molesto, y volteando su cabeza hacia el área de los asientos, me hizo un gesto claramente insinuativo para que fuese a sentarme.

De vuelta en mi asiento me concentré en el paisaje otra vez.  Ya se estaba poniendo bastante oscuro y la densa camanchaca que cubría las turbias aguas estaba alta y casi llegaba hasta la borda del bote.  Me pareció escuchar en lontananza unas risas histéricas que resonaban drenadas por el viscoso aire.  El Capitán se dirigió a nosotros diciendo:

- "Esas risas son las de las brujas que nos esperan".

Lo dijo con tanto convencimiento que por lo menos tres pelos de la nuca se me pararon, y la oportunista incertidumbre invadió la lancha y se apoderó de las ansiosas imaginaciones de los pasajeros de a bordo.  Todos estos detalles casuales agregados a las estampas visuales del pantano, conlleva a mantener la creencia de esta vengativa maldición de la Reina del Vudú, rodeada espesamente por el ácido y desabrido aroma del miedo.  Iba a agregar aquí: Niaaaaahahahaa!, pero me arrepentí.

La lenta marcha proseguía cansina por los tétricos, largos y sombríos canales mientras que la furtiva oscuridad de la tarde se comenzaba a acomodar disimuladamente entre las foscas sombras al tiempo que yo ponderaba:  "Quizá yo no crea en estas historias tan fantasiosas y tan parecidas a las que los paranoicos y desviados frailes cuentan; pero algún tipo de explicación racional debe haber para que tantos pescadores, exploradores y turistas desaparezcan incesantemente año tras año; para que los mismos guías no se atrevan a adentrarse por los canales que llevan a las "zonas oscuras" según dicen ellos, y para que haya tanta faramalla en explicar el embrujo, el Vudú, y la maldición que rodea y envuelve misteriosamente a este Pantano Manchac.

Casi al terminar la tarde y cuando las sombras aún batallaban los escasos rayos solares que luchaban por mantener alguna luz entre el apretado dosel superior del pantano; llegamos a nuestro destino.  Estábamos cansados y un poco nerviosos.  La gráfica forma en que el paraje se desplegaba ante nosotros, no ayudaba a calmar la telúrica imaginación que ya a estas alturas estaba significantemente alborotada.

Nuestro destino era una derruída cabaña de madera bastante deteriorada que calzaba y se fundía perfectamente con los alrededores.  Nuestro albergue temporal contaba con una amplia y cómoda sala de cielos altos; pero nunca supe cuántas habitaciones había aunque todos fuimos acomodados en nuestros propios cuarteles privados.  Había una cocina, una gran despensa con variadas herramientas de trabajo, y un solo baño.  Había dos letrinas más (según nos dijeron)  instaladas a unos 30 metros hacia el Sur de la cabaña, pero nadie se atrevía a ir por allá después de que la oscuridad se sentaba en el pantano, porque incluso de día los más valientes esfínteres no se relajarían a gusto en tal escalofriante escenario.  La cabaña no tenía aire acondicionado y olía a una húmeda y anfibológica antigüedad.  A pesar de la preocupante apariencia externa de la cabaña, su interior era más placentero y acogedor. 

El guía nos dió escaso tiempo para acomodarnos en nuestras habitaciones, y nos instigó a apurarnos para una excursión que estaba planeada para ese momento hacia el interior del pantano, antes de que la crónica oscuridad se tragara todos los alrededores.  Nos sugirió que llevásemos linternas o faroles.  Él portaba un roñoso candil de aceite el que apenas iluminaba con su nerviosa e irradiante flama unos pocos pasos adelante.  Nuestro guía con su puntiaguda y picuda voz nos advirtió:

- "No lleven ninguna clase de armas porque son inútiles en contra de los habitantes del pantano.  Manténganse juntos y no se queden atrás porque espero que todos puedan volver a la cabaña". – Y acto seguido comenzó a caminar hacia la oscuridad con decididos pasos.  Nos miramos inquietamente entre nosotros y le seguimos incómodos, pero sin chistar. 

Haciendo caso omiso de su advertencia, escondido debajo de mi pantalón en la canilla derecha, yo llevaba mi cuchillo de montaña, muy parecido al que poseía en Chile el que llevaba en mis aventuras cuando mi indomable espíritu aventurero me arrastraba indolente a recorrer cordilleras, serranías o volcanes.  La gorda se veía un poco pálida, y los ríos de sudor que emanaban de su masivo cuerpo corrían indefensos arrastrados por la gravedad por entre los múltiples toboganes de grasa que forraban su cuerpo sin fronteras dietéticas, hasta que lograban zafarse del mantecoso cebo, y caer libres al suelo del pantano.  La gordinflona era sorpresivamente ágil para su ciclópeo y esferoidal tamaño.  Habíamos iniciado la marcha hacia nuestro nuevo destino: un lugar en el pantano donde haríamos una fogata, comeríamos, y aprenderíamos sobre la historia de este siniestro lugar antes de regresar a nuestro albergue nocturno.

El grupo caminaba más apretado que mano de trapecista.  Nadie quería quedarse muy atrás o rezagado.  La gorda bufaba como locomotora de vapor, pero se mantenía impertérrita en la formación.  Y mejor que lo hiciera porque bloqueaba completamente el estrecho sendero por donde circulábamos, y nadie podía adelantársele por más que tratara.  Uskula Humma, nuestro enigmático guía volteaba su cabeza engalanada con una larga trenza de pelo gris de vez en cuando para observarnos, mientras que su vocecita chillaba:

- "Itanowat ia!" –(¡Caminen juntos!) –Sonido vitriólico bucal que repiqueteó como chillido de Enicognathus Leptorhynchus, o Choroy, la bulliciosa y alharaca cotorra chilena que habita el sur de ese luengo y estrecho país.

La tenebrosa y sórdida manera en que los árboles extendían sus famélicas ramas cubiertas de Tillandsia Usneoides (musgo colgante) parecían enormes y filudas garras que intentan atrapar a quien se les acercase lo suficiente; los oscuros agujeros que la pérdida de ramas habían dejado en sus troncos se asemejaban a macabras sonrisas; las enormes y roncas ranas nocturnas cantaban sus graves y mortecinos tonos en rápidas sucesiones con tenores que podían inquietar al más valiente; mientras que las verdosas aguas fangosas y malolientes endosaban una sensación de inerte y enlutado vacío.  Si alguien caía en sus verduscas aguas lodosas, nadie oiría los desesperados gritos de ayuda que la víctima emitiese, y por seguro; nadie vendría en su rescate. 

Nuestras linternas y lámparas revelaban el acuático escondite de algunos caimanes al iluminar sus vidriosos ojos flotando en el agua, los que con la luz, instantáneamente se tornaban de un demoníaco color rojo.  Casi sentía en mi piel la presencia de sadísticos y maliciosos espíritus milenarios, nuestras sombras se confundían con los gases del pantano, y se oían en lontananza lo que parecían desesperados gritos humanos de intenso dolor.  Eran las almas en pena de los que habían caído víctimas de la maldición Vudú, según nos aseguró Uskula Humma.

Nunca supe si lo que ví flotando en el ruedo de la escasa luz que nuestras candelas arrojaban tímidamente sobre la ciénaga fueron troncos de árboles, o cadáveres putrefactos de aquellos miles de despojos mortales que aún yacen en las profundidades del Pantano Maldito.  ¡Huy, qué miedo!  La gorda seguía desplazándose por la ciénaga como un indetenible buldócer.  Por fin llegamos a un espacioso claroscuro en la selva de patituertos cipreses.  En la egoísta apertura del follaje encontramos una serie de troncos gruesos llenos de musgo colocados a modo de asientos alrededor del lecho de una fogata, el que estaba rodeado de unas grotescas piedras negras llenas de hollín bordeando los restos de una pasada fogata fenecta.

Uskula Humma rápidamente amontonó los troncos necesarios para hacer un buen fuego, y no perdió tiempo encendiéndolo y asegurándose que ardía frenético como los Lunes de Pablo Neruda.  Nunca pude averiguar de dónde demonios Uskula Humma sacó los varios elementos para la fogata...  Lo miraba mientras él se afanaba despabiladamente con la construcción del fuego, y observé que tenía fósforos, varias hojas de periódico, ramitas y hojas secas, también palitos y ramas de mediano tamaño; bastante leña y un incognoscible y subrepticio líquido combustible que encendió un fuego que parecía estar en esteroides. 

Nuestro guía portaba un pequeño morral en el que apenas cabía un gato doblado.  Este morral en realidad era una bolsa medicinal.  Esta peculiar y folclórica  talega estaba hecha de la caparazón de una tortuga de unos 12 a 13 centímetros de longitud que en su parte trasera llevaba una bolsa de gamuza cosida a mano y le colgaban trenzas de piel decoradas con cuentas de vidrio de un brillante color turquesa, y otras cuentas de huesos de animales desconocidos.  No era posible que todos los aparejos usados para hacer la fogata cupieran en esa faltriquera de tan minúsculo morralillo.  Esto era muy sospechoso.  Según un argentino, tan "sos-pechosa" como la gorda.

Una vez organizados y con el fuego incinerando como un cosquilloso averno, nos sentamos alrededor de las llamas en los troncos astutamente armados de unas largas varillas para ensartar los "marshmallows" (malvaviscos) y poder asarlos en las llamas.  También había "S'mores".  Los S'mores son un bocadillo típico de las fogatas de los Boy Scouts gringos y canadienses.  Ésta delicadeza consiste en hacer un sánguche (sandwich) de un malvavisco tostado y un trozo de chocolate intercalados entre dos trozos de galleta Graham.  Tampoco sé de dónde cresta(2) salieron todas estas cosas.

(2) La "cresta" es el sombrero del gallo o la carúncula; que a pesar de su nombre, se encuentra localizada en la cabeza.  Esta  palabra es también un chilenismo para expresar orígenes completamente desconocidos.

Apenas habíamos comenzado a disfrutar de estos frugales pero dulces mendrugos, la vocecilla de Uskula Humma comenzó a rechiflar como Soprano C6 con una fábula que me paró hasta el último pelo que tengo escondido donde las espalda pierde su honorable y decente nombre.  Creo que a todos se nos pararon los pelos con esta historia; a los espeluznados y a los otros con pelos desubicados; incluyendo a la tripuda gorda a quien secretamente llamábamos: La Oronda Señorita Puff (personaje de Spongebob Squarepants –Bob Esponja en chileno), que con los pelos parados parecía un Tetraodontidae (pez globo) o un puercoespín embarazado. 

Ésta es la historia que nuestro guía nos relató:

Antes de comenzar a relatar, Uskula Humma nos hizo callar con un ademán de sus dedos y sus labios, y miró seriamente hacia la oscuridad del pantano como si hubiese oído algo.  Después de unos tensos segundos se volteó hacia nosotros y comenzó narrando esta pavorosa y licantrópica historia diciendo:

- "En una de las casas abandonadas que vimos al pasar mientras nos dirigíamos aquí, vivía un porteador afroamericano horrible, tan feo que hacia lucir bien al "chupacabras", y que tuvo que esconderse en este pantano para que nadie los viese.  Su nombre era Rougarou.  Nunca se había casado ni tampoco había tenido descendencia alguna que se supiera.  El pobre hombre vivía en condiciones de gran pobreza, pero no obstante, él siempre fué capaz de darles la bienvenida a los escasos turistas que se apiadaban de él, y que se detenían momentáneamente a visitarlo; ocasiones en que Rougarou les ofrecía cordialmente carne fresca y otras menudencias locales.

Una vez no hace mucho tiempo –continuó nuestro guía– un explorador vino a visitarlo, y Rougarou le ofreció un trozo de carne fresca para agradecerle la visita.

Después de comer un trozo de la carne, el hombre le preguntó sorprendido: "Dime, Rougarou, ¿de dónde sacaste esta tortuga tan sabrosa?", a lo que Rougarou respon...

Súbita y abruptamente Uskula Humma interrumpió su relato, se giró rápidamente hacia la negra espesura conteniendo la respiración por unos momentos para escuchar mejor, y se quedó paralizado así por unos largos e intensos segundos.  Su mano derecha masajeaba nerviosamente un amuleto de Shilup Chitoh Osh (El Gran Espíritu) que llevaba colgando apegadamente al pecho.  Todos aguantamos la respiración y auscultamos la incertidumbre con él.  Cortos pero crispantes momentos después, el guía resumió su interrumpido relato después de exhalar profundamente.  Todos nosotros hicimos lo mismo.

"... a lo que Rougarou respondió: "Te voy a mostrar como la consigo.  Sólo sube a la azotea de la casa usando la escalera que está apoyada contra la muralla posterior."

El hombre hizo exactamente lo que Rougarou le pidió que hiciese.  Una vez parado en la azotea, desde la altura pudo ver claramente y no muy lejos una pequeña ensenada a modo de laguna, en la que se veía una tranquila y nutrida paca de tortugas.  Mientras miraba a las tortugas, repentinamente un lobo negro salió de entre los matorrales adyacentes a la paca de tortugas, y lanzándose velozmente hacia ellas; con sus poderosas mandíbulas cogió una desprevenida tortuga de una aleta y comenzó a arrastrarla hacia la espesura.

El hombre en el tejado, sobresaltado por el evento, llamando a Rougarou le gritó: "¡Rougarou, Rougarou!, ¡ven pronto!, mira lo que está pasando con las tortugas!".  El hombre escuchó los pesados pasos de Rougarou corriendo primero, y subiendo la escala después hasta que sintió la presencia de él a su lado.  Mientras tanto, la indefensa tortuga luchaba desesperadamente por zafarse de las prensiles mandíbulas del lobo, pero todos sus esfuerzos eran en vano.

De pronto, mientras que el visitante apuntaba con su mano hacia los eventos, el lobo que estaba atacando a la tortuga la soltó y volteó su cabeza hacia donde estaba parado el hombre; lo miró erguido desde la distancia por un par de segundos, e inmediatamente dejó a la tortuga y se marchó velozmente.  El hombre sorprendido por este lance que no tenia lógica, se volteó para hablar con Rougarou, el que ahora estaba allí a su lado de pié; en su verdadera forma...  El Hombre Lobo Cajún, –prosiguió nuestro guía– arremetió ágilmente al desprevenido y aterrorizado viajero, y de un veloz y letal tarascón, le cercenó el cuello.

 ¡Pobre hombre!, !y él pensaba que estaba comiendo tortuga!...  Ahora hay más carne fresca para el próximo turista –dijo Rougarou calmadamente mientras se bajaba del techo lamiéndose sus largos y filosos colmillos, y arrastrando por detrás el ensangrentado cadáver del infortunado viajero.

A este punto, Uskula Humma dejo de hablar y se quedó contemplándonos con una mirada perdida que hacía parecer que estaba en trance.  Un escalofrío nos recorrió la nuca a todos.  Los espeluznados teníamos los pelos de la nuca izados; el resto del grupo nó, pero estaban visiblemente asustados.  La vasta gorda estaba pálida como la luna que alumbraba nuestro campamento, y se estremecía como gata en celo.

- "Bueno, dijo Uskula Humma– terminen de engullir los S'mores para hacer lo que vinimos a hacer a este lugar". 

Ya un poco más tranquilo, miré hacia el canasto donde se encontraban los ingredientes para los S'mores pensando en comerme uno más antes de proseguir, pero la canasta que había estado repleta hasta la manija unos pocos momentos antes, ahora se encontraba desahuciadamente vacía.  Miré a la gorda con clara desconfianza porque que se veía sumamente sospechosa con chocolate chorreado por su cara y sus dedos estaban llenos de una materia blanca pegajosa...  La gorda temblaba, pero ahora yo no sabía si era de susto, o de un ataque de glotonería galopante.  ¿Qué cosas, no? 

- "¡Pongan atención! –chilló la puntiaguda voz del guía– lo que haremos ahora es ver la cantidad de caimanes que nos rodea, y a los que no podemos ver.  Tomen sus linternas y nos dirigiremos a un gran árbol a la orilla del vado.  Este árbol tiene construída una plataforma entre sus gruesas ramas a unos tres metros de altura para que podamos observar el pantano desde su elevación.  Una vez en la plataforma, dirigirán los haces de luz de sus linternas hacia las aguas pantano enfrente de la plataforma".

Después de habernos dado un par de diligentes minutos para reunir nuestras vituallas, nos encaminamos en dirección del vado.  La gorda no dejaba de admirarme.  Por más que me apurase en hacer mis cosas, ella siempre se las arreglaba para estar lista antes que yo, y siempre enfrente mío.  Caminar detrás de la gorda es igual que manejar en un Fiat 500 detrás de un camión de Chuquicamata en el Camino Cintura de Playa Ancha

Después de una sudorosa y oscura caminata de unos 20 minutos llegamos a la ensenada.  Se veía tétrica pero hermosa.  La plateada luna iluminaba el claro y a las rumorosas aguas del pantano.  Todo estaba en silencio, sólo se escuchaban los graves tonos del canto de las ranas encaramándose por las sombras para ir a perderse entre las lóbregas ramas y sus ondulantes colgajos.  El árbol que nos esperaba era simplemente enorme.  Tenía varias escaleras colgantes alrededor se su generoso tronco para poder treparse hasta la plataforma.  Estaba oscuro, pero la luna nos prestaba el resplandor de su escarlata y selenita sonrisa. 

La gorda, –pensé– ¿cómo irá a subirse a la plataforma?  Me dió un poco de pena y decidí ayudarla a treparse al árbol.  Ágilmente subí por una de las colgantes escaleras hasta el estrado para poder ayudar a la gorda a izarse.  Cuando llegué a la desvencijada tarima hecha de rancias tablas que crujían más que mis rodillas, ¡la bendita gorda ya estaba allí!  En ese momento comencé a creer en brujas.

Una vez que nos acomodamos en el tablado, el guía nos indicó hacia dónde apuntar nuestras invasivas luces.  Cuando las luces golpearon el agua del pantano, pudimos ver decenas de pares de ojillos de un vivo rojo que nos miraban desde todas direcciones.  Debe de haber habido por lo menos unos setenta pares de ojos rojos diseminados a nuestro alrededor.  Por un momento me sentí como un triste pollo entre hambrientos zorros.  Las voces de admiración y sorpresa no se demoraron en enturbiar el silencio del pantano.  El espectáculo era enervante y amenazador.

Mientras estábamos ensimismados observando a los caimanes, de pronto a espaldas nuestras se oyó un terrible aullido seguido incontinenti por otro espantoso bramido aún más aterrador.  Todas las luces se volvieron instantáneamente hacia donde provenían los baladros; y para el estupor de todos, a un par de escasos metros de nosotros había un gigantesco lobo negro parado en el tablado sobre sus largas patas traseras, con sus fauces abiertas exhibiendo un portentoso y amenazador par de colmillos blancos como la palidez del pavor, los que centelleaban a la luz de la luna.  La bestia inicua agitó violentamente sus patas delanteras en el aire y emitió otro escalofriante e inhumano ladrido.

¡La confusión y el pánico fué general!  El terror se apoderó súbita y bruscamente de todos nosotros, y cuando pensábamos que inevitablemente iba a ocurrir lo peor, Uskula Humma entró fulminantemente en acción parándose osadamente entre nosotros y en frente del Hombre Lobo con su talismán de Shilup Chitoh Osh en la mano izquierda, y un enorme cuchillo dentado en la derecha; y sin dilación alguna comenzó a gritar incesantemente mientras adelantaba el amuleto hacia la bestia y agitaba violenta y amenazadoramente en su dirección el pedazote de cuchillo que parecía un alfanje:

"¡Ak okpani máhli!, "¡Ak okpani máhli!" – (¡te destruiré!, ¡te destruiré!)

La palabra "atónitos" no puede describir la ciclópea sorpresa estampada en las espantadas caras de todos los que nos hallábamos ahí.  Respondiendo a los enérgicos y repetitivos comandos de Uskula Humma emitidos a altísimos decibeles, el Hombre Lobo dando un tremendo brinco desde la plataforma hacia el vacío, desapareció raudo en la oscuridad de esa tenebrosa noche, la que abruptamente quedó inmersa en el más completo y total silencio.  Todo esto ocurrió en alrededor de diez apocalípticos segundos. Uno segundo más tarde me percaté de que los pelos de mi nuca estaban tan duros como agujas de acero.  La plataforma comenzó repentinamente a zarandearse y pensé que para peor de males, ahora nos caía encima un terremoto.  Afortunadamente no fué así.  El movimiento telúrico era producto de que la gorda se había sentado (o explayado) en el suelo, y la temblequera de su susto se traspasaba a la plataforma.  Respiré con gran alivio.  Uskula Humma nos urgió regresar de inmediato a la cabaña para evitar más peligros, lo que acatamos sin chistar. 

Después de una corta y acelerada carrera llegamos de vuelta a la cabaña.  Una vez en su interior Uskula Humma nos dijo con una amplia y gratificada sonrisa en sus labios:

- "El Hombre Lobo Cajún que acaban de ver, era un actor.  Es parte de la excursión". Acto seguido, desde debajo de una mesa cubierta de un colorido mantel sacó una caja de madera conteniendo estatuillas del maldito Hombre Lobo Cajún para la venta.  ¡Lo que debería haber estado vendiéndonos eran calzoncillos limpios!  No lo matamos porque en Luisiana el asesinato y el homicidio siguen siendo crímenes capitales.  Por joder, compré una estatuilla del Hombre Lobo Cajún a la que bauticé: Trauco.

A la mañana siguiente iniciamos nuestra marcha de regreso a la barcaza que nos regresaría al hotel.  Durante la lenta marcha de repatriación a la civilización, la embarcación bufaba con un ruido sordo y monótono mientras que su quilla le abría una larga herida a las turbias y silenciosas aguas del pantano.  Los grotescos y malformados cipreses parecían reírse de nosotros mientas nos alejábamos amilanados.  Los regurgitantes ruidos del pantano parecían apagarse paulatinamente a medida de que la lenta barca nos alejaba ceremoniosa de su espantadiza fetidez.  La gorda estaba pálida, pero respiraba.  El resto de los exploradores se veían temblorosos y un poco apurados por regresar a la civilización.  El viaje de vuelta fué bastante silencioso.  Sólo el obturador de las cámaras fotográficas quebraban el frágil silencio de vez en cuando para capturar una cigüeña o a una suegra, perdón; bruja en el subrepticio y escalofriante movimiento de las siniestras ramas de aquellos inmortales cipreses con sus invisibles escobas voladoras, caimanes, Reinas Vudú, y su peludo y realista Hombre Lobo.

No he vuelto a pisar ese pantano maldito.  Ahora voy a Fort Lauderdale y me quedo en el Holiday Inn.  ¿Qué cosas, no?



El Loco

domingo, 1 de diciembre de 2013

Los Annunaki

¿Quiénes eran los Exohuman Annunaki?


El término Annunaki es el nombre que se usa para dirigirse a un grupo de deidades Persas de la antigua Mesopotamia, entre las cuales estaban  las civilizaciones Sumeria, Acadia, Asiria y Babilónica; todas relacionadas con el concepto de "Anunna"(1) y de los "Igigi".

(1) Annuna significa: los “cincuenta grandes dioses”, un grupo de deidades como los 
Gugalann, los Ninsun, los Shamash, los Silili y los UtuEn la mitología Caldea, los Igigi eran grupos de dioses de menor importancia.  En la literatura de la antigua Mesopotamia esta palabra además era utilizada para designar al consejo supremo de los dioses de las áreas celestiales y sus lugares en ellas.

La primera lengua escrita de la que se tiene conocimiento en Mesopotamia era la lengua Sumeria, la cual era una lengua aislada y aglutinada, hoy; una lengua fenecta.  Junto con este lenguage Sumerio, hubo contemporáneamente también otros varios dialectos semíticos que estaban presentes a principios de la gestación de lo que conocemos hoy como Mesopotamia.  Por ejemplo, hay evidencia de un dialecto conocido como Subartuan, que era  una lengua proveniente del Zagros que es la denominación que se les dá a la cadena de montañas de la cordillera más grande que hay en Irán e Irak. 

Se conceptúa y pondera que esta lengua quizá estaba relacionada con la familia de lenguas Hurro-Urartuan, otro lenguage extinto en el que se mencionan y refrendan nombres de personas, ríos, montañas, y de diversos oficios.  El Acadio llegó a ser el idioma dominante en los Imperios Acadio y Asirio, no obstante; el lenguaje Sumerio fué retenido por la administración para su uso en materias religiosas, literarias y científicas.  ¿Qué cosas, no?

Los Annunaki en purlicue

Los Annunaki aparecen por primera vez nombrados en los relatos el míticos babilónicos sobre la creación llamados Enuma Elish, los que son narrativas simbólicas de como comenzó el mundo y de cómo los primeros habitantes se originaron.  Los fragmentos de este escrito fueron descubiertos por Austen Henry Layard en 1849 en las ruinas de la Biblioteca de Asurbanipal en Nínive (Mosul, Iraq), el que después fué y publicado por George Smith en 1876.

Los escritos cuentan que Marduk, fué un dios de la última generación de dioses de la antigua Mesopotamia, y deidad patrona de la ciudad de Babilonia.  En esta historia, se narra que Marduk dividió a los Annunaki y les asignó lugares apropiados: trescientos en el cielo y  trescientos en la tierra.  En agradecimiento a esto los Annunaki, los "Grandes Dioses"; construyeron la espléndida ciudad de Esagila.

Los Annunaki también se mencionan en la Epopeya de Gilgamesh cuando Utnapishtim cuenta la historia de la inundación.  Aparentemente las inundaciones eran un problema universal en aquellos tiempos.  Según una versión más nueva de estos mitos Asirios y Babilónicos, los Annunaki eran hijos de Anu y Ki, una pareja de dioses que eran hermano y hermana.  Está demostrado de que en todas las religiones aparecen estas relaciones incestuales Electrales, Odipales o de mestizaje que aparentemente les encantan a todos estos dioses depravados, sea quienes sean; y del club religioso que sea al que pertenecen).

Anu y Ki a su vez eran hijos de Anshar y Kishar (Skypivot y Earthpivot, los polos celestes), los  que a su vez fueron los hijos de Lahamu y Lahmu (" los fangosos "), nombres dados a los guardianes del Abzu (Casa de las Aguas Lejanas) en el templo de Eridu, sitio en el que se creía que la creación que se había originado.  Por último y para hacer las cosas más complicadas aún, Lahamu y Lahmu eran hijos de Tiamat, la diosa del mar; y de Abzu, el dios del agua dulce.  Como ven, las religiones acomodan lo que sea y a los dioses que sean necesarios para aliñar sus historias, y al final; ¡nadie sabe para quién trabaja!

Las Fábulas

Fábulas ancestrales relatan que los Annunaki arribaron desde su planeta natal Nibiru por primera vez a nuestro planeta hace más de 450.000 años.  Nibiru, es una masa planetaria enana de color marrón de unas cuatro veces el tamaño de la Tierra, y que se encuentra (o se encontraba) en una órbita elíptica de unos 3.600 años en relación y concordancia a nuestro sistema solar.  Según el libro del Génesis de los Sumerios (hay muchas copias pirateadas del librito éste), un Consejo de 12 miembros Annunaki entre los cuales Anu, Enlil, Enki  eran los tres principales protagonistas; administraba las cosas y los destinos de la Tierra.

Según un mito babilónico más reciente, los Annunaki eran hijos de Anu, que en la lengua Acadia significa "Cielo", hijos que eran dioses hermanos (y hermana), los vástagos de Anshar y Kishar, quienes a su vez eran, uno el pivote del cielo, y el otro el pivote terrestre; en otras palabras, ellos eran los polos celestiales de nuestro planeta.  Anshar y Kishar a su vez, eran los hijos de Lahm y de Lahmu a quienes les llamaban “los fangosos”.  Estos eran los nombres con que se les identificaba a los guardias del templo en Eridu, en el sitio de Absu donde según los Annunaki, la Creación ocurrió. 

Después de este tremendo esfuerzo realizado por estos aesopianos de estar viajando, creando mundos, creando ciudades, inventando habitantes, y escribiendo complicadas historietas de viñetas mentales sin sentido para explicar lo inexplicable y criptártico, los dioses de estos conventículos se cansaban; así que se tomaban unos merecidos días de descanso en el balneario de Puma Punku.

Entre los integrantes de la cabeza rectora del Consejo de Annunaki estaban el gran Anu y
Uruk; los otros miembros eran sus descendientes directos.  Sus posiciones fueron usurpadas por Enlil (En: señor; Lil: viento), quien en la antigüedad era considerado como el separador del cielo y de la tierra.  Como pueden ver, en materias de las inmanentes y consubstanciales religiones, no se le puede creer nada a nadie, y menos confiar en la honestidad de ciertos "dioses"(2).

(2)  Los Annunaki se mencionan en la Epopeya de Gilgamesh cuando Utnapishtim cuenta la historia de la inundación. Esta historia de la inundación está en todas las religiones y epopeyas que se conocen.  Los siete jueces del infierno entonces segun la leyenda, incendian la tierra mientras la terrible tormenta que inundaba al planeta se desataba. ¿Que dioses más confiables, no?  Menos mal que están para protegernos... con dioses amigos como éstos, ¿quién necesita enemigos?

A pesar de todo esto, teorías de cómo comenzó o cual fué el génesis del mundo han abundado como el "copucheo" desde que el Hombre aprendió a sacudir suelta e irresponsablemente su desligada lengua. La mayoría de estas teorías fueron y siguen siendo nada más que descaradas herramientas inventadas, las que se usan en la desesperación religiosa por la búsqueda del poder y sometimiento sobre los ilusos y sobre aquellas salvajes piaras abarticulares de entes chatos y acervulinos, y de seres maquinales y atolondrados. 

La Agenda Reptiliana

La "Agenda Reptiliana" o "Agenda Reptil" es una glosa rejuvenecida y expandida de la teoría Sumeria cuneiforme de los Annunaki.  Esta versión sin embargo no considera la versión Gnóstica de esta leyenda, y tampoco produce una razón o un raciocinio contundentes y perentorios para explicar, o retratar la apariencia física de los susodichos Annunakis.

Casi la totalidad de los miembros que participan en la discusión de las teorías Extra Terrestials le adjudican a los Annunaki una naturaleza reptil.  La "Agenda Reptiliana" se basa exclusivamente en la versión personal que cada escolástico en esta materia le dá a los escritos cuneiformes.  La misma practica que usan los políticos, o los "venit faecibus" (comemierda) como diría un Cubano letrado y erudito en el Latín de Latium, el país de la tribu de los Latiums, sitio de la original capital Romana que eran los territorios que estaban situados en la orilla izquierda (al este y al sur) del río Tíber; y que se extienden hacia el norte hasta el río Anio (el afluente de la orilla izquierda del Tíber), y hacia el sureste hasta Pomptina Palus (Pontinas Marismas, ahora los Campos de Pontina), llegando al sur hasta el Promontorio Circeiano.  Créame; Latium no aparecerá en su navegador GPS, pero si busca por el nombre moderno de esta región Italiana el que es Lazio, otro pájaro cantará.

El misterio sigue siendo el averiguar a ciencia cierta quién escribió los epigramas cuneiformes.  La respuesta más común a esta encrucijada es que fueron los Escribas pagados por los teócratas Sumerios.  Esta respuesta se basa en las prácticas comunes y conocidas de todas las religiones, las que se escriben y acomodan sus historias para manejar sus intenciones.  Hay que tener en consideración de que los Escribas solo escribían, de ahí su nombre; y no originaban o creaban dichas historietas.

Entonces, ¿quién, o quiénes fueron los que inventaron las historias que los Escribas relatan en su arcaico lenguage escrito?  Probablemente fueron una manga de adivinos, brujos, nigromantes, agoreros, hechiceros, cabalistas, taumaturgos y otros muchos abogados procuradores pasantes al servicio de teócratas interesados en crear un canal psíco-anímico mental e inmaterial.  ¿Qué cosas, no?

Si tomamos en cuenta la peligrosa distancia entre realidad y fantasía, se puede juzgar la urgencia, necesidad y la mingitoria coacción de aquellos teócratas que les suministraban los cuentos a los Escribas.  Estos eran el instrumento para elucubrar y forjar una jácara que se adaptase estrechamente a las necesidades de sus dueños y señores; los que perseguían el objeto de referirse a sí mismos como "divinos" y crear una impresión de que ellos eran descendientes de "dioses".  Estas esquelas moralmente abiotrópicas son absolutamente esquizofrénicas, pero en completa concomitancia coherencia la mentalidad de aquellos a quienes las escuchaban, las cree, y las profesan.

Si a la postre los relatos cuneiformes son el puro resultado y gaje de una conscientemente perpetrada inducción psíquica delinquida por algunos de aquellos desequilibrados antepasados nuestros, entonces la "Agenda Reptiliana" tendrá que ser escudriñada cuidadosa y detalladamente en su totalidad y en conjunto bajo la lupa de la teoría Gnóstica de Archon, y también bajo el recuento de la inmensa colección de religiones antiguas.  Ésta es una buena y sonada estrategia para defendernos de la amenaza reptiliana, pero creo que ahora es demasiado tarde porque los reptiles ya nos han infiltrado y viven entre nosotros, a los cuales nosotros les identificamos como abogados deshonestos, políticos fuleros y curas degenerados.  

¿Sabía usted que en la capital del Imperio Norteamericano, en la ciudad de Washington, Distrito de Columbia; si uno lanza una piedra al aire, ésta le pega por lo menos a cinco abogados antes de caer al suelo?  ¿Que cosas, no?

Incunabulum (¿Apocatástasis o Panspermatismo?)

Los más peritos en estas materias dicen que la Antigua Mesopotamia (o Sumeria) es el lugar de nacimiento de la civilización establecida más antigua y conocida por la humanidad, y yacía en lo que es hoy la República de Irak, ubicada en las extensas llanuras aluviales Mesopotámicas.  Si acaso los numerosos y antiquísimos escritos de esta añosa ascendencia humana realmente ha sido traducidos en forma correcta y fidedigna, entonces la formación de la Tierra comenzó como una tremenda colisión hace más de 450.000 años entre dos planetas, los cuales en un desastroso día, letalmente cruzaron órbitas. 

Uno de aquellos planetas se llamaba Nibiru -que también es conocido como "Marduk"-; y a la otra masa planetaria se le conoce como Tiamet.  Según los escritos, el encontronazo que Nibiru le propinó a Tiamet lo partió en dos.  Acto seguido y aprovechándose del pánico, una de las lunas que orbitaban Nibiru golpeó una de las mitades de Tiamet lo que puso a ambos trozos en otra órbita completamente diferente, y esta luna se quedó en esa órbita como un planeta solo al que ahora conocemos como Tierra.  La otra infortunada mitad de Tiamet se pulverizó convirtiéndose en cometas, según nos cuenta leyenda sumeria a través de las traducciones realizadas por Zacarías Sitchin(3).

(3)  Zecharia Sitchin nació en Rusia desde chiquitito y creció en Palestina, donde adquirió un profundo y vasto conocimiento de las lenguas hebreas moderna y antigua, de otras lenguas semíticas y europeas, del "Antiguo Testamento" y de la historia y arqueología del Cercano Oriente.  Sitchin fué uno de los pocos estudiosos que era capaz de leer y entender sumerio.  Murió irreversiblemente en la fresca mañana del 9 de Octubre de 2010.

Estas antiguas leyendas, como muchas otras de las cuales sabemos y que se diseminan por todas partes del planeta; también hablan de una raza de extraordinarios gigantes que una vez habitaron nuestro planeta.  En el capítulo seis del libro Génesis, y en de la mayoría de las biblias católicas, hay una monserga que habla de la existencia de unos gigantes portentosos que vivieron entre nosotros en aquellos días de oscurantismo en que "la Iglesia" profesaba de que estos seres eran "ángeles".   Lo curioso de esto es que la biblia no niega estos hechos, sino que los usa como chirimbolo político.  Los sumerios que aún no estaban tan contaminados con la apócrifa panmnesia religiosa, creían que estos colosos eran una raza de extraterrestres que vinieron del planeta Nibiru.  A esta "raza" le llamaron: los Annunaki.

Sabemos que la Tierra en su infancia era muy rica en minerales naturales, y esto antes de que nosotros los hallásemos explotado inconscientemente y sin medida hasta que dejamos a la pobre Tierra más seca que saludo de suegra.  Los sumerios sospechaban seriamente de que los Annunaki habían venido a nuestro planeta para explotar estos ricos recursos ya que ellos ya los habían agotado en su planeta natal.  También los sumerios creían que los Annunaki fusionaron su propio ADN con el del Homo Erectus y el del Homo Sapiens para poder adaptarse y sobrevivir en la roquita ésta en que vivimos.  Asimismo los sumerios creían que lo habían hecho para esclavizar a la humanidad.  ... Ésta pneumatofonía seguro suena y apesta a político contemporáneo...

Siguiendo con el asuntito de los Annunaki, los viejos transcritos dicen que Sumeria fué construída por los humanos bajo el ojo y la dirección de los Annunaki, y la región de Ur(4) se constituyó en el punto culminante de los avances urbanísticos y formativos de esta cultura. Los sumerios dicen que los Annunaki se hicieron construír múltiples santuarios en su honor, y algunos dicen que los Annunaki diseñaron y construyeron las pirámides del antiguo Egipto.  Los sumerios afirmaban que los Annunaki eran una raza muy superior y avanzada, pero que adosada a esta superioridad poseían una arrogancia extrema, la que finalmente los arrastraría a su completo exilio.

(4) Ur (Urim en Sumerio), fué una importante ciudad-estado Sumeria en Mesopotamia la que estaba ubicada en el sitio de la moderna Tell el-Muqayyarin.  En un punto de la historia esta localidad fué una ciudad costera cerca de la desembocadura del río  Éufrates, en el golfo Pérsico.  La ciudad de Ur se encuentra ahora tierra adentro, al sur del Éufrates y en su ribera derecha, a unos 16 kilómetros de Nasiriya.

Según los registros de las escrituras Sumerias, fué en la ciudad de Ur en que los Annunaki encontraron su destrucción y muerte y el fin de sus existencias en este planeta.  Las añejas escrituras también dicen que esto fué debido a guerras internas motivadas por su egoísmo y codicia, y que la lucha por el poder los llevó a la aniquilación metódica de sus números.  Se calcula que la caída de Ur debe de haber ocurrido entre los años 2024 y 2000 de la Era Común.  Habría que preguntarle a Ben...(5) ... o a su amigo Messala.

 (5)  Para los poco avispados u olvidadizos, Ben-Hur es un protagonista de un cuento novelístico cristiano escrito por el cuentista y novelista norteamericano Lew Wallace, quién la publicó el 12 de Noviembre de 1880.  Wallace fué un General de la Unión durante la Guerra Civil norteamericana; y también fué abogado.  De ahí es que viene lo de cuentista...

Debe de tomarse en cuenta de que las conclusiones de Sitchin ha sido altamente criticadas por científicos y astrónomos (¡y ni que hablar de la iglesia!), aunque cabe decir que la mayoría del establecimiento científico cree que las traducciones e interpretaciones de Sitchin sobre estos antiguos escritos Sumerios son correctas, y que el misterioso planeta nombrado por los Sumerios, era Júpiter.  Como en toda materia científica desde el principio de los tiempos, han sobrado aquellos que tratan de ocultar la verdad a toda costa, aunque sean inventando sandeces.  El asunto de los Annunaki se le ha catalogado por algunos grupos menos sagaces como: "materia oscura".  En defensa de esto, también podemos decir sin lugar a dudas de que la mierda es asimismo "materia oscura".

Se sabe que la biblia cristiana tiene su base en muchos de estos fenecidos escritos antiguos, y tiene muchos paralelos con cuanta religión existe, lo que indica que los periodistas de la biblia cristiana estaban retallando la historia como les habían enseñado a hacerlo, pero a pesar de esto, la iglesia tomó la biblia y la transformó en una doctrina y un programa de control de masas.  Los versos fueron reescritos completamente para cambiar significados, y gracias a esto, nuestros orígenes siguen siendo un misterio; pero es lo que hay.  Los Hombres de Monteverde no hacían esto.

Una atisbada un poco más científica

Los diversos resultados genéticos de laboratorio sitúan a los Annunaki donde se cree que los primeros seres humanos aparecieron, y esto es; en el África central.  Los análisis del ADN mitocondrial humano sitúa al primer Homo Sapiens-Sapiens en el mismo período de tiempo y en la misma localidad que se nombra en los inmemoriales escritos Sumerios; y esto es, en el Este de África Central.

Independientemente de las creencias, teorías y manipulaciones de la historia sobre los orígenes humanos (y nuestra vinculación con los Annunaki), la historia, las leyendas, y la biblia atestiguan por todo el mundo el hecho de que en un tiempo, hubo una vez gigantes habitando la tierra, unos hombres de dimensiones impresionantes, en corpulencia y altura.

En la sección llamada Génesis de la biblia, en 6:1-4 se recita lo siguiente: "Y aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y los hijos de dios (los Annunaki) vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, entonces tomaron para sí cuantas mujeres eligieron...  Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que los hijos de dios (los Annunaki) desposaron a las hijas de los hombres y les engendraron hijos, éstos fueron hombres poderosos que desde la antigüedad se convirtieron fueron varones de renombre".(6)

(6)  Si usted no comparte cabalmente esta traducción, no se aflija porque hay más de 3.600 diferentes traducciones de la biblia cristiana, y algunas de estas traducciones no tienen nada que verla una con la otra.

Curiosamente, el Libro de Enoc; un texto escrito antiquísimo descubierto en Etiopía en el año 1773, y su antigüedad se asevera también por referencia en antiguos escritos hebreos que lo consideraban como uno de los manuscritos más antiguos en existencia; habla de que 200 "ángeles" vinieron a la Tierra para  copular y fecundar a las "hijas de hombre".

Encabezados por un "alto ángel" llamado Azazyel, los otros "ángeles" de la pandilla produjeron "hombres gigantes" en los vientres de las "hijas del hombre".  Durante el tiempo en que ocurría esta extraña actividad, Enoc escribe detalladamente de que los humanos aprendieron a hacer espadas, cuchillos, escudos, petos, espejos, joyas, pinturas y tintes, cosméticos y a hacer uso de piedras valiosas.  Los hombres también aprendieron a hacer hechicería, a usar raíces y plantas para medicina, aprendieron astronomía, astrología y otras "señales", y también aprendieron sobre la importancia del movimiento de los cuerpos y objetos celestes.

De vuelta a la realidad

Por otro lado, al ser humano le fascina creer en lo increíble y en lo inexistente, como por ejemplo cree en los inauditos e ilusorios dioses que viven solo en sus cabecitas y de los que escuchan "sus voces"; y cree en histriónicos políticos badulaques, cree en resabiantes curas de profundidades morales sub-hadalpelágicas, y creen y siguen confiando en los badulaques e inescrupulosos abogados de liviana y difractometrada ética moral. 

Estas blandas inclinaciones humanas pseudo-coprolitas han existido en nuestra naturaleza desde que el hombre se inventó a sí mismo.  Por naturaleza, el Hombre en este aspecto es de una línea mental de iluminancia puramente isofótica, que a la postre es la que débilmente alumbra su entendimiento en este tipo de materias (oscuras?).

Quizá después de todo los Annunaki no fueron nada más que un grupo de dioses o seres primordiales de la fatua, faunística y morosópica imaginación Sumeria; pero entonces, ¿por qué la tremenda alharaca histórica y religiosa acerca de ellos?  La única conclusión segura que se puede sacar de todas estas historietas sin verificar (de las so llamadas "sacras" y de las otras), es que basados en estos nutridos testimonios y atestaciones histórico-religiosas, se puede confirmar sin ningún lugar a dudas e incuestionablemente de que los Annunaki, viniendo de donde sea que hayan venido; indudablemente tenían pene y sabían usarlo.



El Loco