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jueves, 1 de agosto de 2019

El Hombre De Vinci – Parte I de II

Aunque Vinci oficialmente es una “ciudad”, es realmente un pueblo y a la vez una comuna de la Ciudad Metropolitana de Florencia en la región italiana de Toscana.  La domus natalítia* del magnífico erudito renacentista de prodigioso talento Leonardo Da Vinci, se encuentra a las afueras de este pueblo.

Su nombre completo de pila fué Lionardo di Ser Piero da Vinci y vivió trayendo iluminación a este planeta entre los años de 1452 y 1519.  Ordinariamente conocido por la caterva inconsciente como Leonardo da Vinci, o simplemente Leonardo.  El hombre de Vinci nació en lo que fué la República de Florencia, ahora; Italia.

Leonardo, nació de padres solteros el 15 de Abril de 1452, cerca de Vinci, una ciudad de montaña en el paisaje rural toscano entre Florencia y Pisa.  Se polemiza que su madre fué Doña Caterina di Meo Lippi, la adorable hija de un campesino local; y su padre, Ser Piero da Vinci, quien tenía un elevado y reconocido estatus como notario público.  Ser un notario público en ese entonces conllevaba una alcurnia y una importancia enormes, y la imagen pública de un notario era inmejorable, tal como su circunstancia pecuniaria.

Esta era una importante y rentable profesión a la que Leonardo pudiese haber optado si no hubiese sido un bastardo nacido fuera del matrimonio.  En aquellas eras, el bastardo no tenía valor social, por el contrario, era de una insignificancia moral y social muy marcada.  Esta es una peculiar historia con muchos paralelos y semejanzas a la poca conocida, real y verosímil historia de nuestro gran Almirante del Mar Océano Don Cristóbal Colón, nacido en Felanitx, Mallorca, Islas Baleares, España.  ¡España!  Cuando el Mallorquino Don Cristóbal Colón triplicó el tamaño del paneta, Leonardo tenía 40 años de edad.

La Edad Curtal*

Tenemos muy poca información verificable acerca de la niñez de Leonardo.  Los pocos registros sobrevivientes insinúan que vivió la mayor parte de su puericia al lado de sus abuelos en Vinci, quienes le brindaron una educación rudimentaria de acuerdo a sus posibilidades y patrimonios.  A pesar de la mezquina educación que pudo obtener de sus abuelos -herramienta que usó y desarrolló magistralmente, esta formación le brindó la oportunidad de hacerse notar.  En algún momento de su mocedad, el padre de Leonardo reconoció las notables habilidades artísticas de su hijo bastardo, lo que le llevó a enseñarle algunos de los dibujos de su hijo a uno de sus clientes.

Este cliente no era otro que el renacentista italiano Andrea del Verrocchio.  El nombre de Pila de Andrea del Verrocchio era Andrea di Michele di Francesco d‘Cioni, quien fué un consumado pintor, escultor y orfebre quien fué maestro de un importante taller en Florencia.   Aparentemente se le conocía simplemente como Verrocchio por su apellido.  Andrea del Verrocchio reconoció el potencial de Leonardo, y se comprometió a llevarlo como aprendiz a su taller artístico en Florencia.

Desde el comienzo y como aprendiz en la academia de Verrocchio, Leonardo requintó a sus compañeros con una habilidad sin paralelos, y muy pronto sobrepasó a su mentor.  La habilidad de Leonardo se hizo patente tempranamente mientras colaboraba con su mentor originando una serie de pinturas religiosas, y principalmente en la construcción de la esfera de cobre que corona la cúpula de la bóveda de Filippo Brunelleschi El Maestro Brunelleschi fué un arquitecto y diseñador italiano considerado como uno de los fundadores de la arquitectura renacentista, y se le acepta entre los eruditos como el primer ingeniero, planificador y supervisor de construcción moderno.  

El primer trabajo considerado como encargo independiente que se le atribuye a Leonardo es un paisaje a pluma y tinta del valle de Arno el que lleva su nombre por el río Arno.  Esta pintura data del año 1473 cuando Leonardo tenía solo 21 años de edad.  En los años siguientes obtuvo otros trabajos tales como un retablo para una capilla en el Palazzo Vecchio en la Piazza della Signoria en Firenze, y el cuadro "La Adoración de los Magos" para un grupo de monjes agustinos en San Donato, Florencia en 1481.  Pero Leonardo viajó para Milán al año siguiente, dejando este cuadro sin terminar.  Desde entonces, el cuadro ha estado en la Galería Uffizi en Florencia desde 1670.

Vida Profesional

Aunque las pinturas y frescos de Leonardo son los más afamados y conocidos, el increíble caudal de manuscritos y dibujos de este hombre de Vinci desenmascaran las mecánicas  que encerraba su insólita genialidad.  La enorme y aparentemente ilimitada fertilidad de su mente,  la esplendidez y la frondosidad de las muchas hipótesis que Leonardo demostró, las diversas y excitantes jornadas intelectuales, científicas y filosóficas que Leonardo exploró, surgen vívidamente en cada uno de los 7,000 folios los que se conservan hoy en Windsor, en las bibliotecas de París, Londres, Madrid, Turín y Milán; y en la colección privada de William Henry Gates III, conocido por nosotros simplemente como Bill Gates, quien está evaluado hasta Abril de 2019 en la onerosa cantidad de más de 100 Billones de dólares.  ¿Qué cosas, no?

Leonardo pasó la mayoría de su carrera entre Florencia y Milán.  La curiosidad de Leonardo era increíble y procuró perseguirla ampliamente en muchos campos, sin importarle cuán minúsculos éstos fuesen.  Leonardo estudió Latín, inquirió acerca de cómo construír cristales para ver la luna más cerca, y cómo describir la causa de la risa entre muchas de las variadas y quizá adarmes* inquietudes de su fértil mente.

Leonardo escrutó y coleccionó trabajos literarios, estudió a Euclides de Megara el matemático Griego, y al Griego Arquímedes de Siracusa, otro matemático, físico, ingeniero, inventor y astrónomo.  Donde otros adoptaban lo perceptible, Leonardo examinaba nimiedades como ángulos geométricos, las mecánicas de la dilatación de la pupila, las distancias en las características de la cara, etc.; brincando sin orden o euritmia de una disciplina a otra mientras investigaba posibles vínculos entre ellas.  Esbozó naturaleza y dibujó filigranas, bosquejó máquinas voladoras, diseñó complicados artilugios bélicos para su burgués regente el Duque de Milán Ludovico María Sforza (Ludovico el Moro), el hombre que comisionó la conocida obra: “La Última Cena”.

Vida Social

Afortunadamente para Leonardo, su juventud se desarrolló y prosperó en el meollo y núcleo del pensamiento y cultura humanista cristiana en la floreciente República de Florencia.  Leonardo comenzó su aprendizaje con Verrocchio en 1466, año en que murió su maestro el gran escultor Donato di Niccolò di Betto Bardi conocido como Donatello.  Donatello fué un escultor italiano del Renacimiento originario de Florencia.  Basado en escultura clásica desarrolló un estilo renacentista completo e inclusivo en escultura que se diseminó en Roma, Padua y Siena, género que se difundió a otras partes de Italia.

A pesar de que Leonardo tenía muchos amigos y aún más conocidos, el Hombre de Vinci siempre conservó su vida privada incógnita.  A raíz de esta meticulosa y clandestina mesura y discreción, la sexualidad de Leonardo ha sido un constante objeto de sarcasmo, imprudente cuestionamiento y agiotaje*.  La tendencia a cuestionar este aspecto de Leonardo se incitó a mediados del siglo XVI y resurgió más tarde con más fuerza en los siglos XIX y XX.  Uno de los cuestionadores más agresivos en este campo fué el neurólogo austríaco y fundador del psicoanálisis, Sigismund Schlomo Freud.

Se especula que las relaciones personales más íntimas de Leonardo fueron con sus alumnos Gian Giacomo Caprotti da Oreno, más conocido como Salaì quien ademas fué un pupilo de Leonardo, un artista italiano y alumno entre 1490 a 1518; y Francesco de Melzi, quien fué un pintor italiano nacido en una familia de la nobleza Milanesa en Lombardía.  Las dudas acerca de la sexualidad de Leonardo se desprenden de la correspondencia que Francesco de Melzi les envió a los hermanos de Leonardo para informarles de su muerte, donde describió los sentimientos personales de Leonardo por sus alumnos como amatorios, vehementes y apasionados.

En el siglo XVI comenzaron a emerger aseveraciones de que estas relaciones de Leonardo eran de naturaleza sexual o erótica.  Los archivos judiciales de la Republica de Florencia del año 1476, cuando Leonardo tenía apenas veinticuatro años de edad, registran que Leonardo y otros tres jóvenes fueron acusados ​​de sodomía en un incidente que involucró a un pelandusco masculino muy conocido trabajando como meretriz.  Los cargos fueron impugnados por falta de pruebas, pero se pondera que dado que uno de los acusados, Lionardo de Tornabuoni, era familiar de Lorenzo de Medici.  Entonces la venta de Justicia estuvo en liquidación y la familia Medici ejerció su influencia para asegurar la destitución de los cargos, y la exoneración de los acusados.  ¿Le parece familiar?

Debido a esta circunstancias, desde aquel entonces se ha elucubrado y discutido sobre la presunta homosexualidad de Leonardo, y la influencia de ésta en su arte, particularmente en la androginia y el erotismo exteriorizados y enunciados explícitamente en varios dibujos y pinturas eróticas de Juan el Bautista el predicador ambulante coetáneo de uno de los dioses cristianos; y Baco, conocido originalmente como San Juan Bautista.  Esta última es una pintura del Museo del Louvre en París, Francia, basada en un dibujo Leonardo de Vinci.

Legado

Los abundantes y detallados datos científicos y eruditos que Leonardo anotó en sus variadas cartillas y borradores evidencian un trasfondo en cada pincelada de su mano.  Sus puntualizadas observaciones anatómicas sondearon en la biología de las expresiones faciales, sus dedicados estudios de los minuciosos efectos de luz y sombra le permitió a Leonardo delinear en sus dibujos y pinturas ruedos de un sofisma extraordinario, reemplazando con este estilo la acostumbrada técnica del Esfumato.  Sus efectos ópticos y su perspectiva espacial en la geometría de sus obras hacen de sus pinturas, composiciones extraordinarias y únicas.

Esta refinada sagacidad en su principio de la perspectiva está patente en su obra "La Última Cena".  La aplicación de sus estudios sobre la emoción humana y sus técnicas de sombreado y perspectiva le permitieron a Leonardo encarnar maestralmente la diferencia en la apariencia emocional de las personas que pintaba, las que aparentan ser sensibles en lugar de exhibir apariencias inflexibles.

Efectos Menoscabantes

La extraordinaria y vasta inventiva de Leonardo vino con un precio inesperado.  Leonardo constantemente enfurecía a sus clientes con continuos retrasos en sus encargos y una infinidad de trabajos sin terminar incluyendo la famosa obra inconclusa "La Adoración de los Magos".  Los eruditos imputan esta falta de consistencia a la insaciable inquietud de Leonardo por experimentar nuevos tópicos y a su ávido afán perfeccionista.  Para Leonardo el desafío de crear superaba la expectativa de forjar.  Es lo que yo llamo el Itiner(1) de mis historias.

(1) Itiner:
Narro mis historias porque la aventura no está en la meta, sino en la jornada. Narro estas jornadas para revivir su aventura porque las metas cuando se alcanzan, pierden su valor y entonces se tornan efímeras; y se tornan efímeras porque su culminación priva a la aventura del pináculo de la meta. Lo único eterno y con propósito, es la jornada.

Mientras más conocimiento se agenciaba el Hombre de Vinci, más áreas de estudio e investigación analítica se abrían en la mente de Leonardo, haciendo casi imposible la conclusión de los trabajos que estaba haciendo.  Su poderosa inclinación al estudio de nuevas metas era superior al valor de lo que estaba produciendo.  Es como tener dos mentes: una que ejecuta y la otra que descubre, siendo esta última la fuerza determinante y definitoria.

Mientras pintaba, la mente descubridora de Leonardo, la que estaba siempre en eterna actividad y funcionamiento; con cada pincelada de la maestra mano de Leonardo ésta elucubraba que se podían crear más órdenes y progresiones de tono para crear una transición imperceptible y progresiva casi inapreciable, una conversión paulatina desde la sombra más clara a la más oscura en una escala casi interminable de tonos.   Exámenes y diagnósticos analíticos de radiación de ondas electromagnéticas (rayos X) de algunas de los trabajos de Leonardo desenmascaran sus numerosas rehechuras mientras pintaba, conocidas como Pentimenti (arrepentimientos).  Este proceso y concepto de aprendizaje interminable trae serias consecuencias prácticas lo que afecta el finalizar o completar una tarea.

Posiblemente es por esta razón por la que Leonardo jamás publicó ninguno de sus fascículos.  Quizá Leonardo tuvo el propósito de consumar sus tratados sobre las muchas cuestiones sobre las que estudiaba, incluyendo temas de geología y anatomía; sin embargo, sus croquis y pergaminos se los cedió a su devoto discípulo Melzi para que los escrutara antes de terminarlos.  En los años ulteriores a la muerte de Leonardo, la gran mayoría de sus notas y cuadernos originales fueron hurtados, sisados o perdidos.  Las obras y trabajos sobrevivientes de Leonardo comenzaron a publicarse a finales del siglo XVIII, más de 200 años después de su muerte.  

Arrivederci

La correría final de Leonardo acaeció durante el Otoño de 1516.  Ésta se desenvolvió en Amboise, Francia, donde el Rey Francisco I de Francia, un admirador de Leonardo y un prodigioso patrón y entusiasta de las artes, le ofreció un aceptable salario y la libertad absoluta para crear y producir lo que el maestro quisiese, y además; le regaló un pequeño castillo donde residir.  Leonardo ya estaba viejo para los estándares de la época.  A los 64 años, Leonardo tomó sus  numerosos dibujos y los tres retratos de los que jamás se separó: "San Juan Bautista", "La Virgen y el Niño con Santa Ana", y la "Mona Lisa", trasladándose a su nuevo y campechano castillo conocido como Clos Lucé (Château du Clos Lucé), a unos 500 metros del Castillo Real de Amboise, al que está conectado por un pasaje subterráneo.  En su nueva residencia y a través de la ventana de su aposento, Leonardo podía  vislumbrar el castillo del rey.

Durante su retiro en Clos Lucé, Leonardo agasajó al reino con originales redes hidráulicas, diseñó detallados planes para un nuevo palacete real, y coordinó alegres y originales celebraciones para el Rey Francisco I de Francia, su espléndido patrocinador.   A pesar de la abundancia de deliciosos platillos y un exuberante menú, Leonardo disfrutaba de un simple placer: tomaba sopa.  Por si no lo saben, creo que éste es un inmemorial secreto para vivir saludablemente por un largo tiempo.  Es el secreto de las tres “eses” (SSS: Sopa, Sexo y Sudor).  Desafortunadamente Leonardo se saltó las dos últimas eses y murió en Amboise, Francia el 2 de Mayo de 1519 a los 67 años de edad.  ¿Qué cosas, no?

Fin Parte I de II



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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Domus natalítia Casa natal en Latín
Curtal - Corto; abreviado; acortado; forma temprana del fagot
Adarme – Insignificancias, nimiedades, menudencias
Agiotaje - Especulación
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco

viernes, 1 de febrero de 2013

Pasajes – Galileo Galilei


Galileo Galilei no inventó ni la pizza, ni los fideos, ni el i-Pod, ni contribuyó a Internet.  Tampoco diseñó ropa ejecutiva, programas de copucheo, y no tuvo nunca un "Blog" para publicar sandeces o aciertos, no escribió los guiones para los absurdos programas de Walt Disney o Cartoon Network, y ciertamente no enchuecó la torre de Pisa.  Tampoco pudo jugar ping-pong con Képler,  y ni siquiera compuso el "Pata-Pata" de Miriam Makeba; cosas que aparentemente son los valores más importantes que rigen a la mayoría de las estultas sociedades en las que estamos estancados viviendo hoy en día.

Antes de morir, Galileo era un viejito más tranquilo que una fotografía a los 77 años de edad y que tenía más cojones que el caballo de Espartero(1).  Lucía como un apacible abuelito cuya apariencia nunca delató el poder indomable e incontenible de su poderosa entelequia, la increíble profundidad de sus pensamientos, ni el tesoro intelectual y científico inmensurable que desató sobre la sociedad de su época, siendo ésta el amorfo e irreflexivo ente inconsciente que nunca valoró la importancia ni la inmensidad de su eterno legado.

(1)  Hay un  monumento erigido al político y General Joaquín Baldomero Fernández-Espartero Álvarez de Toro quien nació desde chiquitito en la ciudad de Villa de Madrid, en España en 1793.  La estatua está ubicada en la bifurcación de las calles de Alcalá y O'Donnell entre los distritos de Salamanca y Retiro.  La escultura marca la puerta de Hernani, el portón de acceso al Parque del Retiro.  Espartero fué Regente del Reino de España bajo el interregno de Isabel II de Borbón la de los Tristes Destinos.   ¿El caballo?   ¡Bueeeno!, el caballo es otra cosa...

Galileo Galilei nos honró humildemente con su vida desde el 15 de Febrero de 1564 al 8 de Enero de 1642, nacido de Sangre Noble proveniente de Gonfalonier de Florencia.   Este importante heliocentrista –Galilei- fué un Físico italiano, Matemático, Astrónomo y Filósofo que horneaba unos panes de Anís con Alcaparra para chuparse los dedos, y que desempeñó quizá el más innovador y más importante papel en la revolución científica la que continúa agitando al estricote y empujando las fronteras de nuestra curiosidad y la de algunos de aquellos otros seres humanos.

Este hombre extraordinario fué el mayor de siete hijos.  Su padre era un músico y comerciante de lana, cosas que no eran congruentes entre sí, pero como todos sabemos, la necesidad es madre de todas las situaciones.  Vincenzo Galilei deseaba que su hijo estudiase medicina y se convirtiese en un afamado y respetado doctor ya que en esos tiempos la práctica de la medicina ofrecía las oportunidades monetarias más altas y rentables de la época.  Consecuentemente, Vincenzo envió a Galileo a la corta edad de once años a estudiar a un monasterio jesuíta.

Después de cuatro años en este retardado y deletéreo ambiente, Galileo le comunicó a su descorazonado padre que quería convertirse en un monje.  Es como que hoy su hijo le anunciase a usted que que se quiere convertir en un "Punk/Flaite" profesional y desgraciado.  Esto demuestra que los "teenagers" (adolescentes) han sido insanos, insensatos y desquiciados mentalmente en cualquier época y lugar del planeta durante los años del azote social de la pubertad.  Por supuesto de que esta insana idea no era exactamente lo que su consternado padre tenía en mente, por lo que Vincenzo Galilei lo rescató apresuradamente de estas malas juntas.  Entonces en 1581 a la edad de 17 años, Galileo Galilei se enlistó en la Universidad de Pisa para apaciguar a su padre estudiando medicina, como éste tanto lo deseaba.

A los veinte años mientras se encontraba visitando una catedral, Galileo notó que una gran  candelabro que colgaba por encima de su cabeza se balanceaba incesantemente.  Inquieto y curioso por averiguar cuánto tiempo le tomaba al candelero en columpiarse entre sus máximos puntos de fluctuación oscilante; quiso medir su tiempo de pendulación.  Como no tenía una herramienta apropiada para cronometrar el tiempo en ese momento, decidió usar los latidos de su corazón a través de su pulso como escala referencial para medir el lapso cíclico de las suaves oscilaciones.

Para su sorpresa, Galileo descubrió un detalle que jamás antes ningún otro ser humano había observado, -con un ojo científico eso es- y un detalle al que nunca nadie le había dado ninguna importancia antes: el período cíclico de cada oscilación de este acompasado vaivén de la colgante lámpara era exactamente el mismo.  Esta superficialmente inocente observación en el poderoso cerebro de Galileo, le dió nacimiento al fenómeno de restauración de contrapeso debido a la fuerza de gravedad la que acelera los cuerpos con masa hacia una posición de equilibrio.  Así nació  la "Ley del Péndulo", el exordio de un Principio que hizo a nuestro querido Galileo Galilei, súbitamente famoso.  ¿Qué cosas, no?

El Ácido y Deliberado Obscurantismo Mental

Cuando se cuentan las historias de Galileo y del señor Nicolaus Copernicus quien escribió "De Revolutionibus Orbium Coelestium", hay una conexión inevitable y mandatoria con un hombre de un tamaño sorprendente y de un ponderosidad individual tan extraordinarios, que no puede desprenderse ni separarse de la historia del surgimiento y evolución de las ciencias de la Astronomía.  Giordano Bruno nació el año 1548 durante el tempestuoso Renacimiento Filosófico en la ciudad de Nola, un encantador pueblito italiano de la comuna de Campania, en el Reino de Nápoles; y situado en las llanuras entre el voluble Monte Vesubio y los altos Apeninos que cubren desde el Golfo y Mar de Liguria en el Mediterráneo, hasta la Península de Calabria que es la puntita de la península Italiana. 

La Inquisición Romana, un grotesco e infinitamente ignorante y servil adefesio del omnipotente obscurantismo analfabeto y barbárico de la iglesia católica, incapaz de rebatir la indiscutible e innegable lógica de lo cierto y de lo real, en un repelente acto de salvajismo bestial e irracional y con la más absoluta preterición eclesiástica, declaró arbitrariamente a Giordano Bruno "culpable de herejía" por su panteísmo, y entonces fué quemado vivo en la hoguera atado a una estaca.  La particular "ofensa" que decidió el término de esta valiosa e irremplazable vida humana a manos de la "misericordiosa iglesia" fué su honesta y valiente declaración de que: "La infalibilidad del Papa se aplica solamente a las materias espirituales, y no es aplicable a la ciencia de las cosas materiales.

Obviamente y como siempre ha quedado de patente manifiesto a través de la historia, con la iglesia la Verdad es simplemente una cuestión de lugar, tiempo, y conveniencia.  El Cardenal Francesco Satolli, un teólogo católico italiano, profesor, cardenal y el primer delegado apostólico a los Estados Unidos dijo exactamente las mismas palabras que enunció Giordano Bruno, con una mera diferencia de menos de 300 años; pero esta vez la iglesia lo premió con ese cuico sombrerito rojo por su "sabiduría", y no lo quemó cínicamente en la hoguera como lo hizo con Giordano Bruno.


El Poder de Galileo

Galileo Galilei durante su tenencia en la Universidad de Pisa daba conferencias sobre "Los Centros de Gravedad y el Balance Hidrostático", pero lo que realmente le revolvió las tripas a la iglesia fué la invención del telescopio, "El Tubo de Galileo"; porque este simple aparatito hecho de metal y vidrio, destronó estrepitosamente al dios católico y a los "otros" dioses de menor importancia, todos inútiles apéndices de la tramoya religiosa.

Hoy es tal vez difícil e inverosímil para nosotros el comprender la virulenta oposición que se desató en contra del telescopio.  Debemos recordar que en el medieval período del siglo XVI, la creencia en brujería, hadas, espíritus, fantasmas, espantajos, magia, encantamiento, poderes supernaturales, y el infaltable gato negro; era la ciencia común, y los hombres que creen y creían en milagros son mas bién oráculos politécnicos de la ignorancia con el facultativo e inalienable derecho de ser libremente imbéciles.

En 1610 el polímata Galileo publicó un compendio llamado "Sidena Medicea" donde describió las maravillas que se podían observar en los cielos usando el telescopio.  Entre otras cosas, probó que la "Via Láctea" no era un gran "rayo de luz", sino que estaba compuesta por una multitud de estrellas que se podían ahora observar.  Esto terminó de revolverla la diarrea mental a la iglesia, y entonces para salvar la situación, el Arzobispo de Pisa Giulio de Médici (entre otros de los tristes enemigos de Galileo) se autodenominó incumbente para "traer a Galileo a la Justicia por sus heréticas palabras y absurda filosofía contrarias a las Escrituras".  Lo más cómico y cínico de esto, es que la iglesia convenientemente oculta el hecho de que el Arzobispo Giulio di Alessandro de Medici fué el hijo ilegítimo de Alessandro de' Medici, el Duque de Florencia, y su desconocida madre aparentemente fué Taddea Malaspina, una mujer de mala naturaleza como su nombre lo indica; en otras palabras, Giulio di Alessandro era un simple bastardo sin valor humano para la época, pero algo que por pura conveniencia; la iglesia católica ocultó.

El cinismo clerical no termina aquí, ni cerca.  Giulio se casó con Lucrezia Gaetani, y tuvieron una hija a la que llamaron Catalina, la que se convirtió en una monja benedictina y que posteriormente murió en 1634 sin haber hecho ningún ruido.  Este pícaro bandido de Giulio también tuvo dos hijos ilegítimos; Cosme, al que le nombraron Caballero de la Orden de San Esteban; y el otro bastardo fué llamado Giuliano.  ¿Qué cosas, no? 

Después del Juicio de 1633, Galileo Galilei durante sus últimos días estuvo bajo la custodia del Arzobispo Engelberto d'Ugo Piccolomini en Siena por apenas seis días.  A fines de 1633, Galileo recibió permiso para irse a su pequeña granja en Arcetri, Florencia, Italia, donde murió ciego en medio de la generalizada ignorancia humana en 1642 a la edad de 77 años, gracias a la perenne y sempiterna ignorancia y solecismo intelectual de la Iglesia Católica Romana.  En una nota más moderna, el Deutsche Bank de Alemania, en Enero de 2013 retiró todos los cajeros automáticos del Vaticano, acusando a la iglesia y al Vaticano de "lavado de dinero"(2), esto de acuerdo a los resultados de una larga investigación efectuada por el banco; el que descubrió que el Vaticano perpetraba este crimen impunemente usando estos cajeros.  ¿No me cree?, pues lea los diarios. 

(2) Por si no lo sabe, el lavado de dinero se explica de la siguiente forma: "El blanqueo de dinero; también conocido en algunos países como lavado de dinero, lavado de capitales, lavado de activos, blanqueo de  capitales o legitimación de capitales;  es el proceso a través del cual es encubierto el origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades ilegales o criminales, o una combinación de ellas, como el narcotráfico o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, desfalco, fraude fiscal, crímenes de guante blanco, prostitución, malversación pública, extorsión, secuestro, trabajo ilegal, piratería y últimamente terrorismo.  El objetivo de la operación, que generalmente se realiza en varios niveles, consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legítimas y circulen sin problema en el sistema financiero". 


El Final

Más de cuatrocientos años después del primer telescopio, el legado de Galileo Galilei continúa viviendo e influyendo en la forma en que el mundo considera a la ciencia y cómo la ciencia ve al mundo y al universo.  En cada generación hay un genio que tiene la valentía y la visión para liberarse de la tradición aceptada, y cambiar el modo de pensar y de ver las cosas.  Galileo Galilei fué sin duda una de estas personas.  Fué el primer hombre en enfocar un telescopio a los cielos y ver más allá de la cegadora venda que la limitada iglesia católica lleva constante y perseverantemente sobre sus ojos.  La forma de pensar de Galileo se consideró peligrosa porque la creencia de la iglesia era que la gente común no sería capaz de afrontar el conocimiento y las enseñanzas de Galileo sin perjuicios para el alucinado establecimiento religioso.  A la iglesia nunca le ha gustado o ha querido que sus vagas ideas sean desafiadas, porque sin las infundadas creencias palustres del "cielo y el infierno", no tendrían ningún control sobre las personas.  El Misterio siempre ha odiado a la Luz del Entendimiento.

La muerte vino silenciosa y respetuosa a buscar a Galileo, y a transportarle sin dolor y cariñosamente a un lugar más ilustrado para que ahora, por fin libre de la draconiana imbecilidad humana y religiosa, pudiese visitar a gusto todos aquellos lugares celestiales que su visionario telescopio le había traído tan cerca en vida.  Pero esto de la muerte es una simple quimera, porque mientras existimos, la muerte no existe; y cuando la muerte existe para nosotros, nosotros ya no existimos.  ¿Qué cosas, no?

La muerte de un hombre como Galileo me disminuye grandemente en forma personal sencillamente porque yo formo parte de la humanidad.  Nunca pregunto por quién doblan las escabechinas campanas, porque siento que cuando alguien como Galileo muere, esas tristes campanas también doblan por mí.

Galileo nació el mismo día en que Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni murió; y el mismo día en que Sir Isaac Newton nació.  Sir Isaac Newton extrajo las "Leyes del Movimiento" del legado de Galileo Galilei.  ¿Extrañas coincidencias?  ¿Quién lo sabe?


Otro Detallito

Galileo Galilei descubrió cuatro de las 67 lunas confirmadas de Júpiter hace cuatrocientos años atrás.  También dijo:  "He amado las estrellas con demasiado cariño para tenerle miedo a la noche".

El Loco