Mostrando entradas con la etiqueta pobreza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pobreza. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de abril de 2019

El Sueldo

Me imagino que como le sucede a la gigantesca mayoría de nosotros, su sueldo es de una importancia crítica y de una agobiante e inmóvil preocupación la que es quizá la mayor y la más constante en su vida.  Esto es porque casi toda su vida (sino toda) y la de su familia están desafortunadamente imputadas a la remuneración que usted recibe.  Este salario que usted recibe no está basado en justicia, necesidad, lógica, respeto o dignidad humanos; sino en la medida del egoísmo y la codicia de su empleador.  ¿Qué cosas, no?
    
Ya por muchos años se ha discutido que el ingreso pecuniario de las personas se ha estado deteriorando gradualmente, y que el poder adquisitivo de los asalariados ya no es el mismo del que hace un tiempo atrás.  La mayoría de la gente atribuye esto a la inflación, a la deflación, a las inorgánicas subidas de precios, a la falta de trabajo y oportunidades, y a otras muchas razones y motivos que en mi llana pero respetuosa opinión, son nada más que el artero producto de una subrepticia Ecmnesia que vive y ha vivido alegre e ininterrumpida por años bajo sus propias narices, cosa que sus políticos e industrialistas lo saben muy bien, pero que les importa un bledo porque para ellos; usted vale menos que los subtítulos de una película porno. 

Esto no es su culpa, pero lo será si no es capaz de visualizarla, entenderla, y actuar en base a ello.  Los salarios pueden aumentar, reducirse, o estancarse.  El estancamiento es una situación que ocurre dentro de una economía cuando la producción total está disminuyendo, se está estabilizando, o está aumentando ligeramente.  El desempleo constante es también una característica de una economía estancada.  En cambio, el estancamiento produce como resultado un bajo crecimiento de empleos, sin aumentos salariales y una ausencia de auge o alzas en el mercado. 

El estancamiento o la variación de los salarios no están correlativamente vinculados o es una consecuencia de las alzas de precios o los costos de vida.  Estos fenómenos están más supeditados al desarrollo económico de una región o de un país.

Vamos al grano como dijo el cirujano(1).  ¿Qué les ha pasado a los salarios desde que se inventaron?  Bueno, en los comienzos esta sucia palabrita (sueldo) tiene sus orígenes apegados a la palabra “salario”, que por su aplicación, le dió el nombre a los individuos que forman parte de los ejércitos en todo el planeta.

(1)  La consuetudinaria y contemporánea palabra “cirujano” es la última derivación idiomática en inglés.  Esta palabra se origina del Anglo-Norman Francés “surgien”, que es una contracción del Antiguo francés “serurgien”, palabra que a su vez está basada en el Latín “chirurgia”, y del griego “kheirourgia” donde kheir significa “mano”, y  ergon significa “trabajo”.

La Base del Salario o Sueldo
La palabra con que denominamos a nuestros ciudadanos que pelean como parte de un conjunto de fuerzas armadas terrestres es: soldado.  Hoy, cualquiera sabe lo que es un soldado, pero; ¿sabe cualquiera qué significa la palabra "soldado" y de dónde viene?  He descubierto que la mayoría de la gente no tiene ni la más peregrina ni la más nebulosa idea, quizá porque no sea importante; o tal vez –como muchas palabras de nuestro lenguaje- las repiten solo porque se las enseñaron.

La palabra soldado se deriva de la palabra "salis" del Latín, la que también en Latín se escribe sal.  La sal ha sido una parte extraordinariamente importante en la historia de las civilizaciones por milenios.  La facultad de la sal para preservar alimentos fué uno de los elementos de la fundación misma de la civilización porque eliminó la dependencia de la sustentación basada solo en los alimentos disponibles localmente para consumo durante las estaciones, e hizo posible el transporte de alimento a través de largas distancias, y propició la conservación de éstos por mucho tiempo.

La sal no era fácil de obtener lo que la convirtió en un artículo de muy alto importe comercial, y que hasta se transformó en una forma de capital o dinero para ciertos grupos.  Su antigüedad, importancia, y dependencia estratégica se puede ver en muchos caminos antiguos establecidos desde la Edad del Bronce.  Se dice que algunos caminos de sal como la Via Salaria de la Antigua Roma, la que comunicaba a la ciudad de Roma con el puerto de Castrum Truentinum y el puerto de Ancona en el Mar Adriático en la Provincia Romana de Picenum; estuvieron directamente ligados a la fundación de Roma.

¿Y esto qué tiene que ver con soldado?  Pues bien, ya sabemos que la sal era valiosa, tanto así, que parte de la paga de las milicias de la Legiones Romanas, era en sal.  De aquí es que se deriva la palabra "salarium", o salario en Castellano (en Inglés es salary), y los que reciben salario son "asalariados", lo que es sumamente contrario a "estar salado" o "andar salado".  Entonces, para poder entregar la parte de la paga en sal a las milicias diseminadas y desparramadas por todos los lejanos y recónditos rincones del Imperio Romano, los Césares tenía divisiones especiales entre sus milicias para transportar y proteger la sal. 

Según el autor, historiador, naturalista y filósofo Romano Gaius Plinius Secundus (23 AEC – Agosto 25, 79 DC) mejor conocido como Plinio el Viejo; a estas milicias especiales se les llamaba "sal dare", que en Latín significa "dar sal", y a sus integrantes, "dadores de sal" o " dadores de sal".  Una vez que el salarium se les pagaba a las tropas, éstas estaban "sal-darem" o pagados o saldados, y los entregadores de la sal estaban "sal tradidit" o "sal liberados"; desde donde se deriva la expresión "saldar una cuenta" pendiente.  Cuando un legionario era atacado con la negra intención de robarle su sal, era "asaltado".  ¿Qué cosas, no?

Entonces el milico que transportaba, protegía y entregaba los pagos en sal incluyendo su parte, era un "saldado" o "soldado".  La palabra se mantuvo porque estos "soldados" eran los más populares entre las tropas.  Hoy por hoy, la sal no es una cosa de milicia, pero un asunto más culinario.  Esta curiosa palabra ha generado otras palabras tales como salsa, ensalada, salame, salero, salado, salchicha, salcochar, saliva, salmuera, comensal, y otras más entre muchas con la excepción de “saltimbanqui”, el que es una caenogénesis* de "Chinchinero".  Ahora sabe por qué llamamos a nuestros guerreros: soldado.  

Una Palabra Acerca de Sueldo o Salario
Es importante hacer hincapié en que el conocimiento de la estructura y tendencias de los salarios es vital para valorar el estado económico de la población trabajadora.  Las tasas de sueldos y salariaos siguen siendo la base remunerativa principal del trabajo, aunque durante las últimas décadas se ha creado una nueva dimensión con la asurgencia* de diversas formas de suplementos salariales para aumentar la compensación de los empleados.

También hay que tener en consideración que la fluctuación y niveles de sueldos y salarios se basan sobre la estructura de los tipos y características de las fuentes de trabajo, tales como ocupación, industria, región, estado de unión o sindicato, y sexo.  Estos elementos proporcionan una visión crucial sobre el estado y bienestar de la población asalariada. 

Las Razones más Comunes por las que los Salarios Varían
Todos aportan destrezas y habilidades únicas a un trabajo, y no hay dos trabajos exactamente iguales.  Hay variaciones que afectan la remuneración por trabajos dentro de la misma ocupación.  A menudo, cuanto más pronunciadas son estas variaciones, mayor es la diferencia salarial.

En gran contraste, las ocupaciones con menos variabilidad entre las capacidades de los  trabajadores y empleos pueden arrojar diferencias salariales menos disparatadas.  Los cocineros de comida rápida por ejemplo, tienen salarios bastante consistentes, y los empleos en esta ocupación tienden a involucrar tareas similares, industrias de empleo similares, y una base de requisitos de habilidades bastante pareja entre los trabajadores.

Requisitos Necesarios Para Optar a un Salario Beneficioso
Credenciales
Los trabajadores o el personal que tiene educación avanzada o tiene una certificación o licencia profesional, pueden optar a sueldos más altos que otros trabajadores en la misma ocupación que no tienen estas credenciales, especialmente cuando los empleadores solicitan credenciales como condición de empleo.

Experiencia y Habilidad
Más a menudo que nó, cuanto más tiempo una persona hace un trabajo, más productiva y prolífera se vuelve.  Como resultado de esta experiencia, aquellos trabajadores más experimentados generalmente ganan más que aquellos menos diestros o principiantes.  Aquellos trabajadores que poseen ciertas habilidades que están en alta demanda, también pueden ganar más.

Industria o Empleador
Normalmente los salarios ocupacionales varían según la industria y el empleador de éstas. Las diversas condiciones de trabajo, el tipo de clientela y los requisitos de capacitación industriales son algunas de las razones por las cuales los salarios pueden diferir en gran medida de un entorno laboral a otro.

Labores de Trabajo
Las labores de trabajo para una ocupación específica a menudo tienen descripciones de posición similares a través de la industria, pero las tareas o labores individuales específicas pueden variar bastante.  Habitualmente los trabajos que implican tareas o labores más complejas o que acarreen una mayor responsabilidad, pueden gozar de salarios más altos que aquellos que no lo tienen, incluso dentro de una misma empresa.

Ubicación Geográfica
Algunos lugares o áreas a menudo ofrecen salarios más elevados que otros para trabajos en una misma ocupación.  La demanda local por la mano de obra y el costo de vida asociado con la región se encuentran entre los factores geográficos más importantes que afectan el nivel de los salarios.

El Éxito y el Rendimiento
Algunas ocupaciones son extremadamente competitivas y una pequeña cantidad de trabajadores que tienen probado éxito en ellas, a menudo tienen ingresos muy altos.  Por otra parte, aquellos trabajadores cuyo salario depende de su desempeño laboral, también pueden optar a salarios mucho más, o en contraste; salarios más bajos.

Como usted puede ver, hay muchos factores que están entrelazados para definir un sueldo o un salario.  Los nombrados arriba son los de más peso, pero hay otros factores que afectas el nivel de salarios como por ejemplo la salud, la disponibilidad de empleos, poca demanda de empleados y una gran cantidad de postulantes para las vacantes ofrecidas, edad, y educación por nombrar algunas.

Además, factores sociales a menudo afectan el empleo de las personas.  Complicaciones sociales se inyectan en la infraestructura de la empresa creando una guía de facto para la interacción entre empleados, lo que puede tener un efecto positivo o negativo en los empleados y en la producción.  Aprender qué factores sociales están en juego es un paso importante para identificar lo positivo y lo negativo dentro de una empresa.  Y por último, si usted tiene mala suerte, le podría tocar un jefe o una jefa de mierda.

Salario Mínimo
¿Qué es el salario mínimo?
En los Estados Unidos, un salario mínimo es la remuneración más baja que los empleadores pueden pagar legalmente a sus trabajadores, y a su vez, es el importe mínimo por el cual los trabajadores pueden vender su labor.  Aunque las leyes que regulan el salario mínimo están vigentes en muchas jurisdicciones, existen diferencias de opinión sobre los beneficios e inconvenientes que un salario mínimo significa para los trabajadores asalariados.  Los correligionarios del salario mínimo expresan que éste eleva el nivel de vida de los trabajadores, reduce la pobreza, reduce la desigualdad salarial, y aumenta la moral.

Contrariamente, los contrincantes del salario mínimo señalan que, en efecto; aumenta la pobreza, aumenta el desempleo -especialmente entre los trabajadores no calificados o sin experiencia- y es altamente perjudicial para las empresas porque los salarios mínimos excesivamente altos, obligan a las empresas a aumentar los precios de sus productos y servicios para poder resguardarse del gasto adicional de pagar un salario más costoso, y además dicen que algunos trabajadores de bajos salarios no podrán encontrar trabajo(2) los que tendrán que incrementarán las hileras del desempleo.

(2)  El raciocinio detrás de esta corriente de pensamiento es que las empresas tienen que gastar más dinero para cubrir los gastos ordenados por las leyes del salario básico, entonces se ven obligados a reducir las vacantes existentes de empleo para poder compensar los gastos incurridos por los requerimientos del salario mínimo.

Por otro lado, los modelos de oferta y demanda sugieren que puede haber pérdidas de bienestar y empleo a partir de salarios mínimos, para el trabajador y para la empresa también.  Sin embargo, si el mercado laboral está en un estado de monopsonía(3), los salarios mínimos pueden aumentar la eficiencia del mercado.  Acerca de esto, se mantiene un debate permanente acerca de los posibles efectos de los salarios mínimos en la economía.

(3)   En economía, un monopsonio (del Griego Antiguo “μόνος” (mónos) "uno" + ὀψωνία (opsōnía) "compra") es una estructura de mercado en la que un solo comprador de bienes y servicios controla substancialmente el mercado de vendedores.  En la teoría microeconómica del monopsonio se supone que una sola entidad tiene poder de mercado sobre los vendedores como el único comprador de un bien o servicio, de la misma manera que un monopolista puede influír el precio de sus compradores, en el que solo un vendedor está disponible para muchos compradores.

Las primeras leyes federales que imponen la afiliación sindical obligatoria que prescribe salarios mínimos para sus miembros, se aprobaron por primera vez en Nueva Zelanda y Australia en la década de 1890.  El movimiento por los salarios mínimos fué motivado por primera vez como un recurso para proteger a los trabajadores de la explotación en las fábricas.  Se pensaba que los empleadores tenían un poder de negociación injusto y arbitrario sobre sus trabajadores.  Con el paso del tiempo los salarios mínimos se concibieron como una manera de asistir a las familias de más bajos devengos.  Hacia fines del siglo XX, la mayoría de los países civilizados ya habían introducido alguna legislación sobre salarios mínimos.

En los Estados Unidos, en el año 1938 cuando el salario mínimo Federal se convirtió en ley por primera vez, el salario mínimo era de 25 centavos de dólar.  Si ajustamos este salario en base a la inflación, hoy valdría alrededor de US$ 4.19.   El salario Federal mínimo hoy en los Estados Unidos es de US$ 7.25 por hora de trabajo, alrededor unos $ 4,772 Pesos chilenos.  ¿Se quiere venir para acá?

¿Se Puede Vivir con un Salario Mínimo?
Bueno, aquí en Norteamérica, si usted es bastante joven, soltero y sin vicios y vive en la loma de los quesos donde nadie vive; quizá pueda sobrevivir con este sueldo.  Si usted vive en una zona urbana civilizada, el salario mínimo no es apropiado para los costos urbanos. 

Un salario anual para una persona que gana US$ 7.25 por hora es de US$ 15,080 anual, lo que está por encima del umbral de pobreza que el gobierno de EE. UU reclama.  El umbral de pobreza para una sola persona en al año 2012 era de US$ 11,945 anual.  Pero si usted tiene dos hijos y una esposa que aun siga con usted, el umbral de pobreza aumenta a US$ 23,283, lo que significa que se necesita que dos adultos trabajen a tiempo completo, lo que aumentaría los gastos en cuidado infantil, y no caer en las redes de la pobreza.

Si su trabajo se complementa con propinas, su situación entonces es aún más precaria porque el salario mínimo Federal para los trabajos que reciben propinas es de solo US$ 2.13 por hora.  Supuestamente las propinas compensarían la diferencia de peculio.  Si las propinas no cubren la diferencia, entonces usted está completamente y absolutamente  jodido.  Tristíficamente la mayoría de las veces, los restaurantes y sus clientes tacaños y otros cicateros empleadores de servicios no logran cerrar la diferencia monetaria, sino que aumentan su inmiseración*.

¿Quién Trabaja por Salario Mínimo en USA?
En el año 2010 según la información provista por la Oficina de Estadísticas Laborales, 4.4 millones de trabajadores estadounidenses recibieron el salario mínimo Federal o inferior. Más de la mitad de aquellos trabajadores eran menores de 25 años, lo que significa que eran adolescentes y estudiantes universitarios con trabajos de medio tiempo y de temporada.  Aquellos que ganan el salario mínimo son una porción relativamente pequeña de la economía nacional estadounidense.  El total de trabajadores a quienes se les paga por hora con el salario mínimo es solo el 4%, o menos.

La mayoría de los que trabajan en restaurantes y en otros trabajos de servicio; tales como las industrias del turismo y hospitalidad, incluyendo hoteles, complejos turísticos, centros de vacaciones, etc.; tienen el porcentaje más alto de trabajadores con salario mínimo el que cuenta alrededor del 23% en los Estados Unidos. 

Sueldo
De acuerdo a mi assot mentalidad, la palabra esclavo se trocó por la palabra empleado.  En la antigüedad al esclavo se le sometía a través de varios sistemas de explotación, pero el inteligente humano elucubro una manera más activa y efectiva para mantener la esclavitud y la llamó: empleado, y ahora lo azota con un salario mínimo.  No todos los esclavos son fustigados con un salario mínimo, algunos de ustedes también lo son: mire su cheque cuando lo recibe, y vea lo que queda después que lo gasta.  ¿Es usted un esclavo de su cheque?  ¿Qué cosas, no?

El otro inventito fabuloso para perpetuar la esclavitud económica entre los humanos debiluchos se llama Tarjeta de Crédito.  Este invento de vasallaje consciente es fantástico: le apetece a todos y es muy fácil de enviciarse con él.  Les lava el cerebro a los mas débiles convenciéndolos de que pueden gastar más de lo que ganan.  Yo pensaba que la esclavitud de la Hipoteca era malo, pero éste solo dura entre 30 y 40 años, el de la Tarjeta de Crédito es de por vida.  ¿Es usted un esclavo de su Tarjeta de Crédito?  ¿Qué cosas, no?

Otra cosa curiosa acerca del crédito es que borro completamente el valor del ser humano y su palabra.  La palabra de un gentilhombre tenía valor y ostentaba crédito, pero con estos inventitos del crédito, ahora su palabra vale mierda.  Vaya al banco y pida crédito con su palabra y una promesa de pagar a ver cómo le vá.

Poder Adquisitivo
¿Qué es el poder adquisitivo?  El poder adquisitivo o de compra es también conocido como exceso de capital.  Esto es el dinero que un inversionista tiene disponible para adquirir valores al considerar el término en un contexto comercial.  El poder de compra es igual al total de efectivo retenido en la cuenta de corretaje más todo el margen disponible.

Inflación
¿Qué significa inflación?  Esto no es cuando su suegra se pone horriblemente gorda.  En economía, la inflación es un aumento sostenido en el nivel general de precios de bienes y servicios en una economía durante un período determinado de tiempo.  Cuando el nivel general de precios aumenta, cada unidad monetaria compra menos bienes y servicios; en consecuencia, la inflación refleja una reducción en el poder de compra por unidad de dinero, una pérdida de valor real en el medio de cambio dentro de la economía.  Una medida principal de la inflación de precios es la tasa de inflación, que es el cambio porcentual anualizado en un índice general de precios, generalmente el índice de precios al consumidor.  Lo contrario de la inflación es la deflación (tasa de inflación negativa).

Costo de vida
¿Qué es el costo económico de la vida?  El costo de la vida es la cantidad de dinero necesaria para mantener un cierto estándar de vida al pagar gastos básicos como vivienda, alimentos, impuestos y atención médica.  El costo de la vida se usa a menudo para comparar lo caro que es vivir en una ciudad en comparación con otra.  El costo de la vida está ligado a los salarios.  Si los gastos son más altos en una ciudad, como Nueva York por ejemplo, los niveles salariales deben ser más altos para que las personas puedan vivir en esa ciudad.

Si usted vive en una ciudad cara y su sueldo es pequeño, al costo de vida urbano se le suma el costo de su propia vida, la que se ve expuesta a los filudos anzuelos de la pobreza.

Pobreza
En pocas y claras palabras, la pobreza económica es la escasez o la falta de una cierta cantidad de posesiones materiales o de dinero.  La pobreza es un concepto multifacético, que puede incluír elementos sociales, económicos y socio-políticos.  La pobreza absoluta, la pobreza extrema o la indigencia se refieren a la falta total de los medios necesarios para satisfacer las necesidades personales básicas, como alimentos, ropa y refugio.

La pobreza moral es otro concepto de pauperrimidad que solo se enseñorea entre políticos, abogados delincuentes y frailes degenerados.

La pobreza es como caminar descalzo en un piso de vidrios quebrados, y la riqueza es como vivir en las nubes, lo más alejado posible de ese terrible suelo.  Como si no fuese lo suficientemente malo que su sueldo puede que lo tironee hacia el suelo de cristales molidos; las Tarjetas de Crédito lo arrastran irremediablemente hacia él.  Comience a mirar con recelo a sus Tarjetas de Crédito.

Como decía mi abuelito Víctor: “Aquel que gasta más de lo que tiene, pretende ser más inteligente de lo que realmente es.  Ambos son un infantil engaño”.  Esta frase resume al perfecto filosofunculista económico.

He hablado.


____________________________

Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Asot – Engañar, besar para vender.
Asurgente - Ascendiendo creciente; curvándose hacia arriba.
Caeonogénesis  Proceso de crecimiento de un individuo no común en su especie.
Ecmnesia - Una forma de amnesia en la que el paciente puede recordar eventos más antiguos pero no los recientes.
Inmisceración  Empobrecimiento progresivo o degradación.
Monopsonio  - Con un solo empleador disponible que está contratando.
____________________________

Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 





El Loco

viernes, 2 de enero de 2015

¿Simplex Vita?

Casi todos aquellos que conozco, desean o sueñan con una vida más simple.  Yo también deseaba y soñaba con una vida más simple hasta que me puse a cavilar seriamente sobre este asunto. 

Irónicamente, "vida simple" es una pareja de utópicas palabras muy complicadas y sin simpleza alguna.  "Simplex Vita" (vida simple) como lo apuntó el filósofo Griego Epicúreo (Epicurus), --quien vivió y murió en la Ciudad-Estado de Atenas, en su trabajo que se ha titulado como Epicureísmo, afirmaba que una vida sin problemas --así como el paradigma de la felicidad, es posible conseguirla por medio de elecciones bien meditadas.  Acuérdese de que Epicúreo vivió entre los años 341 y 270 antes de la Era Común.

Entonces, ¿qué es la vida simple?  Tengo varios ejemplos de "vida simple" para ilustrar el dificultoso secreto que estas cínicas y satíricas palabritas esconden, las que bajo su escueto e inocente aspecto auditivo y de contenido, disimulan una embrollada sarta de compendios de noción elementales y mecanismos inasequibles los que hacen a esta yunta voquible y locutora, más complicada y peliaguda que nadar en contra de la corriente en un bituminoso río de alquitrán crudo.

La noción de "vida simple" se ha tornado incrementalmente más polémica y difusa en la percepción y comprensión de la gente que busca una supuesta "simpleza de vida".  Para muchos cosmopolitas, la idea de vida simple en gran medida se asocia con la idea de fácil, sencillo, con algo que requiere poco proceso mental o habilidad para obtenerse y en muchos contextos; pienso que se ha utilizado en un sentido desatento e irrealista con respecto a nuestras ocupadas vidas cotidianas modernas contemporáneas.  He oído utilizar este concepto de muchas maneras diferentes y con tonos altamente dispares y disonantes, por lo que personalmente creo que es necesario darle a este concepto de "simpleza" una nueva, diferente y seria consideración, especialmente cuando se trata de ofrecerle un sentido y una perspectiva más real y consecuente con respecto a la vida moderna.

Para mí, lo contrario de simple no es solamente lo complicado, sino que también lo difícil, lo comprometido y lo indócil.  Yo creo que la gente tiene una razón más profunda para idealizar este concepto de lo simple o de vida simple, y es quizá la misma razón que está atrayendo a una nueva generación que busca un oasis de respiro y desahogo, una válvula de escape a las vicisitudes y a las presiones del mundo caótico y agotador en que vivimos.  El ritmo y las demandas de la vida moderna resultan en una constante fragmentación de nuestras vidas y en una continua transgresión de nuestras voluntades, por lo que la idea de "vida simple" representa un retorno a lo esencial, a la calma, a lo "simple".  La persecución de este concepto de vida simple constituye un intento de desarticular las infinitas capas de complejidad que gobiernan cada minuto de nuestras aceleradas y convulsivas vidas.  Quizá su propio concepto, noción y percepción de "vida simple" cambie irremediablemente después de haber leído este subversivo escrito, producto de una pluma indomablemente animosa, insolentemente audaz y eternamente oficiosa, firmemente esgrimida en el pendenciero puño de un Loco más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.

Vida Simple

Conozco a muchos inconscientes y maquinales simplistas que hablan de lograr una "vida simple" sin tener la más filosofunculista y atravesada idea de lo que están hablando, y que tampoco pueden alcanzarla porque el esfuerzo para hacerlo es muy dispendioso y muy complicado.  La "vida simple" abarca un número de diferentes prácticas voluntarias para simplificar el estilo utilitarista de vida de uno mismo.  Este estilo simplista incluye la reducción drástica de las posesiones terrenales y el considerable aumento de la autosuficiencia (otro concepto tremendamente malentendido y foráneo para muchos), cosa que casi ningún ser humano en su sano juicio ha logrado alcanzar cabalmente a no ser que sea un Esquimal, o un ermitaño que viva en una cueva perdida en un oscuro pliegue del mundo donde nadie lo vea ni se entere de su existencia.  Recuerde que Robinson Crusoe es un cuento, no una realidad. 

Para poder sobrevivir una vida así, tiene que saber de agricultura y ganadería para poder comer, debe de saber medicina y odontología para mantenerse sano, debe saber construcción y arquitectura para poder construír un mínimo albergue para refugiarse de los elementos, debe de saber sastrería y zapatería para poder confeccionar ropa y calzado, debe saber cazar y pescar para poder alimentarse equilibradamente y no perder su capacidad mental debido a una dieta vegetariana, debe saber metalurgia y forja para poder manufacturar armas para defenderse y herramientas para trabajar, debe de saber encontrar agua potable e inventar algo mejor que un palo sin corteza o una hoja de árbol para limpiarse el culito después de ir al baño, necesita saber fabricar tijeras y cepillos para cortarse el pelo y cepillarse los dientes, requiere de ser un "Unguentarius" o un "Apotecario", o por lo menos saber cómo fabricar químicos para confeccionar medicinas porque tarde o temprano va a ingerir más alopatías que alimentos.

Es más; entre otras muchas cosas usted precisa saber cómo entretenerse apropiadamente para no volverse loco y comenzar a oír voces en su cabecita ya casi pelada, hablarles a las palmeras, pelear con las piedras (como lo hace con la Tele hoy), o empezar a creer en lo religioso...  Asimismo, usted tiene un baño dentro de la casa, de otro modo usted tendría que construír una letrina alejada del hogar para que los vapores del olor de su humanidad y la de la humanidad de su familia no los asfixie.  Circumbiríndicamente(1), usted se puede comunicar con cualquier persona a cualquier hora en cualquier parte del mundo.  Durante la época de La Colonia en Chile, mientras O'Higgins y los hermanos Carrera no se ponían de acuerdo en cómo joder y jeringar más al país, el viaje de Santiago a Valparaíso tomaba tres semanas en carreta de bueyes; y si usted tenía un caballo, este viaje se le podría acortar unos dos o tres días para poder ir a hablar con alguien.  Ahora usted aprieta un botoncito cuico en una cajita pituca, y ¡jarbalay chúm!, la persona con la que quiere hablar está dentro de la cajita aunque usted no la vea, y en materia de unos dos o tres segundos ya está conversando con ella.   Todo esto es sin considerar una pareja en su vida... lo que complicaría las cosas a un nivel inaguantable...  ¿Qué simple, no?

(1)  Esta nota es simplemente para recordarle al lector la afluencia de la consumada palabrita Circumbirúndico(a).   Este término diccional o vocablo de facundia es de particular territorialidad, y es usado principalmente en Chile por algunas clases sociales connaturalmente desheredadas de una germanía ilustrada y apta, y es una aleatoria fusión de los inuendos del significado de las palabras asombroso, secreto, misterioso, inexplicable y prodigioso.  Así que cuando usted quiera expresar su admiración por algo, o por algún asunto que confine el significado conceptual de estas varias palabras de la lengua Castellana; simplemente use este práctico vocablo chileno y refiérase al asunto en cuestión como: "circumbirúndico".

Vida Sencilla

La vida sencilla se puede caracterizar en una suelta definición como ascetismo, y es para aquellos inconscientes e ilusorios individuos que creen que se podrían sentir satisfechos con poco y deseando casi nada.  En otras palabras, les debe gustar la pobreza extrema y ser tremendamente egoístas e irresponsables porque en esto no pueden arrastrar a la familia.  A pesar de que el malentendido ascetismo generalmente promueve una falsa vida sencilla absteniéndose de lujo e indulgencia, no todos los defensores de la vida simple son ascetas.  Dicen que la vida sencilla es distinta de la pobreza forzada ya que es una elección voluntaria de estilo de vida.  Claro, es como ser un hippie sin drogas.  Lo que significa que para poder tener una vida sencilla sin caer en la pobreza forzada, primero hay que hacerse rico y después hacer la elección en forma consciente.  ¿Qué cosas, no?

Además, a la "vida sencilla" la llaman en forma generosa, equivocada e irresponsable con el mote de: humildad; lo que en nuestros días es un claro sinónimo de pauperrimidad social en múltiples niveles.  La humildad es muchas veces un conveniente disfraz para celar la falta de acometividad de la virtud y capacidad de adaptación social de un individuo.  Con esta conveniente confusión de conceptos que vienen muy a mano para justificar y mantener la mediocridad tras el velo de la aceptación, aparece el concepto del Minimalismo.  El vocablo "minimalista" en su condición general y de criterio se refiere a cualquier cosa o situación que se haya reducido a lo más esencial, y que haya sido despojada de todos los elementos considerados sobrantes o superfluos.  Éste término es una puntual transliteración de la palabra Inglesa: minimalist, la que se ha traducido y expresado en la confundida lengua Castellana como: "minimista", y como pura expresión transliterada, no encontrará una definición clara o sustancial para esta palabra ni en el diccionario de Condorito.

La vida no ha sido nunca sencilla para la especie humana desde que el Homínido decidió aparecer hace unos 2.500.000 años atrás en el período Mioceno, donde estos parientes cavernarios nuestros tenían que sobrevivir de los dinosaurios, tigres dientes de sable, pterodáctilos, y de unas cucarachas del tamaño de un burro moderno, y lo único que tenían para defenderse era una pesada maza que acarreaban dondequiera que iban y que también les servía para cazar y buscar novia.  Y si nos saltamos varias millonadas de años, a los humanos no les fué nada fácil sobrevivir durante los últimos 5,000 años, y esto lo sabemos porque la escritura scriptofonética se inventó en aquella época y es así como sabemos lo que pasó en ese entonces.  La vida del ser humano ha sido una dura lucha por sobrevivir los elementos, las condiciones de vida, y sobrevivir a los propios humanos mismos desde la Edad del Bronce, pasando por la Edad Media, y durante nuestro último agotador y fatigoso milenio.  Tanto así, que si usted sigue leyendo este escrito que ya lo tiene nervioso y no se va a trabajar pronto, su familia puede enfrentar extinción económica, seguida por extinción social, y finalmente extinción biológica; los peldaños lógicos, consecutivos y necesarios del protocolo de extinción urbanita.

Otras cosas "simples"


 Ingeniería

Hay otras cosas "simples" dependiendo de quién sea usted.  Por ejemplo si usted es un Ingeniero maniático, usted encontraría que es simple el Análisis de Regresión Linear (o Regresión Analítica Simple).  El análisis de regresión lineal simple es una herramienta estadística para cuantificar la relación entre una sola variable independiente (de aquí sale lo de "simple") y una (o más) variable dependiente en base a la experiencia pasada (u observación o data estadística).  Por ejemplo, el análisis de regresión lineal simple se puede utilizar para expresar cómo los costos de electricidad de una empresa (la variable dependiente) cambian en relación a la variación de las horas de funcionamiento y producción de las máquinas de fabricación de una compañía (la variable independiente).  ¿Qué simple, no?

Criminal

En el área de criminalidad, el "asalto" es un crimen de violencia, el que se define de manera diferente de una jurisdicción legal a otra.  Algunas jurisdicciones definen asalto como el uso intencional de la fuerza o violencia en contra de otra persona, como pegarle un combo en l'hocico o golpear a una víctima con un objeto contundente.  En otras jurisdicciones el asalto no implica necesariamente contacto físico real, y se define como un "intento" de cometer una agresión física o actos intencionales que susciten que una persona sienta temor de violencia inminente en contra de su naturaleza.  Bajo esta segunda definición (arbitraria como todo en la justicia), amenazas verbales normalmente no son suficientes para constituir un asalto simple; pero amenazas con un puño o moverse amenazadora o agresivamente en dirección de la víctima, generalmente se considera un asalto simple.  En estas jurisdicciones, el amenazar con hacer daño a alguien mientras dirigiéndose hacia él o ella con un puño en alto, constituye asalto simple.  Entonces, ¿cuán simple es el asalto simple?  Pues dígame usted....  ¿Qué cosas, no?

Vida Complicada

Mire; lo que es realmente simple es lo complicado.  Lo complicado es muy simple.  Déjese de soñar con la tontería de la simplicidad y póngase las pilas con la realidad actual.  Usted ya sabe cómo vivir, manipular y administrar lo complicado, pero asimismo usted no tiene la más peregrina o exótica idea de cómo manejar o disponer de lo simple.  En lo complicado usted ya tiene ventaja y sabiduría y sabe perfectamente cómo vivir en una ciudad, ese gran monumento a la complicación de la existencia humana.  Si usted se detiene un momento --no a oler las flores porque lo más seguro es que ellas ya hayan sido meadas por innumerables perros proletarios marcando su territorio-- a pensar y a evaluar su capacidad de supervivencia urbana, se dará cuenta de que usted es un magnífico ejemplar de persistencia y un arquetipo de la vida complicada, reducida a su más simple expresión.

Por ejemplo, usted tiene (¡ojalá!) un trabajo en el que cuando usted concluye ciertos períodos de quehacer, le dan un simpático papelito normalmente de color verde claro o celeste el que usted lleva al Banco donde los puede cambiar por otros papelitos de todos colores los que sirven para comprar cosas, para pagar cuentas, para coimear abogados deshonestos, sobornar políticos mentirosos y mantener curas flojos, pusilánimes, degenerados y chupasangres.  Entonces en vez de irse a cazar para alimentar a su familia, simplemente se va al supermercado con sus multicolores papelitos en el bolsillo y allí obtiene su carne apropiadamente cortada y envuelta, y así no tiene que matar una vaca, descuartizarla y quedar bañado en sangre.  Además tiene sus frutas y vegetales convenientemente ordenados en cubículos donde usted simplemente los elije y los pone en su canastita, en su bolsita o en su carrito, dependiendo de dónde esté haciendo sus compras. 

Esto le evita tener que trabajar la tierra por un año completo para obtener solamente algunos de estos víveres, y así habilita a sus hijos para que asistan al colegio y a su esposa para que vaya a la cantera o al taller de belleza.  Después tiene a su disposición bajo el mismo techo: bebidas, remedios, artículos de baño, panadería, detergentes, jabones, champús, comida congelada, comida en conserva, aceite, vinagre, sal, productos lácteos, pasta, papeles, bolsas, productos plásticos, y un millón de otros productos que ni conoce.  ¡Como haría usted para producir todo esto si usted no sabe ni cómo poner un huevo!  Toda sus necesidades biológicas de subsistencia y las de su familia están resueltas en el boliche de la esquina.  Y si se le acaban los papelitos de colores para adquirir los enseres y alimentos para cubrir sus necesidades, entonces usa una postal chiquita de plástico la que desliza por una ranura en la misma moción como cuando se limpia el pompis, y paga así su importe.  ¿Qué cosas, no?

Aparte de esto, usted sabe cómo pagar impuestos, como ir a su trabajo ya sea en bus, automóvil, taxi, metro, o a pie.  Entiende el enjambre de innumerables letreros que tapizan las calles y los edificios, sabe interpretar las señales de los "Pacos", se conoce la mayoría de las calles así que no se pierde muy seguido, sabe usar los ascensores, comprar paraguas y libros, sabe cruzar las calles y evitar el peligro de las bestias depredadoras motorizadas, sabe manejar el control remoto de la Tele, sabe ver la hora, sabe lo que es un colegio y para qué sirve, no necesita producir electricidad, gas, gasolina, ni ningún tipo de combustible, el agua está casi siempre limpia y disponible en el cuartito del agua de su casa, entiende los refrigeradores, no le tiene miedo al Wii ni al Xbox, conoce el café en libertad (Ex-presso), sabe que no debe tragarse el chicle, sabe que no se va a desangrar si se corta el pelo o las uñas, sabe que hay que comer helado escondido de la esposa, sabe evitar el inminente peligro de la suegra, sabe irse de vacaciones, se sabe su dirección, ¡y hasta sabe decir malas palabras cuando es necesario!  

Y también sabe hacer otro montón requetegrande de cosas y funciones para sobrevivir y mantenerse vivo usted y a su familia.  Ya vé, a pesar de que todas estas cosas son un universo de sistemas de complicación en sí mismos, nada de esto es complicado para usted.  Entonces, ¿qué tan complicada es la Vida Complicada?  ¡Pues para nada!

Volviendo a la Complicación de la Simpleza

¡Siga mi consejo y no se complique la vida con la simplicidad!  ¡La simplicidad no existe!  Es solo la complicación disfrazada de simple.  Al final, lo único que usted tiene que hacer en nuestra vida moderna para mantenerla simple, es estudiar un poco y tener un trabajo remunerado.  Todo el resto lo resuelve ese inventito llamado ciudad.  La gente que vivió vidas simples están todos extinguidos.  Tome como ejemplo a Los Hombres de Monteverde.  Esta gente del Sur vivía vidas muy simples.  No tenían departamentos ni desagües, ni Metro ni el Transantiago, ni ninguna de esas complicaciones urbanas.  Lo único que hacían era salir de sus cuevas, hacer un fueguito y tostar una rata, un conejo o a un congénere para comer, no se bañaban nunca y todos y cada día hacían la mismas cosas.  ¡Una vida muy simple y sin complicaciones!  Por eso es que estos giles se extinguieron hace unos 13,000 años atrás.

Sin embargo, cuando el Hombre Moderno se puso las pilas e inventó las primeras ciudades, comenzó a cultivar, a hacer artefactos y demases hace unos 9,500 años atrás; se concentró en hacer la vida mucho más complicada para simplificar la vida simple.  Este Homo Erectus increíblemente ha sobrevivido ya por más de 12,000 años hasta la fecha, y se espera que siga sobreviviendo unos cuantos millones de años más, a no ser que nuestras sociedades modernas sigan enviciadas inconscientemente y manteniendo estultamente vigente a los políticos chamulleros, a los abogados deshonestos y a los frailes degenerados.  Apenas el Hombre de Monteverde se cogía un simple resfrío, contagiaba al 80% de la tribu, y el 70% se moría de gripe, diarrea, o piduyes.  Solo tomaba unos dos o tres resfríos para aniquilar a la población completa.  En ese tiempo las farmacias estaba cerradas.  ¿Qué simple, no?

Otros problemas 

Por supuesto que hay una gran cantidad de otros problemas y complicados desafíos que llevamos encima y que nos enmarañan la vida, pero no son parte de la complicación vital de la existencia comunitaria humana, sino que son un producto generado exclusivamente como resultado  de las múltiples y concurrentes ramificaciones de nuestras propias e inalienables condiciones y contextos personales, a los que yo personalmente llamo "razones socioeconómicopolíticoreligiososintomáticoendoposturo" (o Socoporesienpo).  Y esto lo resolvemos tal como resolvemos el resto: como todo es esta vida y en este mundo que dá vueltas en sentido contrario al sentido común de lo que llamamos "vida" (porque los movimientos celestes no tienen juicio), en este mundo casi todo se consigue con dinero; y lo que no se puede conseguir con dinero, se consigue con más dinero.  ¿Qué cosas, no?

Otra cosa que puede ser difícil en la existencia complicada es que aparentemente la vida transita demasiado rápido en esta inmensa bola de tierra y agua donde vivimos.  Esto es quizá porque nos afanamos y nos preocupamos tanto por las cosas y los hechos que tenemos por delante, que no nos damos tiempo para disfrutar dónde estamos y lo que tenemos en la actualidad.  Y así los días se nos pasan volando, nos dejan atrás, y apenas notamos que han pasado por nuestras vidas.  Los días pasados de nuestras vidas se convierten en una confusa memoria sin definición que nos deja con la vista clavada en el suelo y con los pensamientos perdidos en el éter de nuestras existencias, hasta que un profundo y sentido suspiro nos rescata y nos trae de vuelta a la realidad. 

Muchas veces toma que nos pase alguna calamidad o nos caiga encima una desgracia o una catástrofe que nos obligue a abrir los ojos y los sentidos para darnos cuenta del presente.  Entonces repentinamente, despertamos y nos damos cuenta de todos los errores que hemos cometido, pero es ya muy tarde para cambiar o reparar cualquiera de ellos.  Y ya despiertos, nos percatamos del ruido que hace la carrera de ratas, y nos apresuramos a reintegrarla para no quedarnos atrás.  Sí, algunas veces la vida se pone un poco difícil y después nos morimos, y luego nos tapan la cara con tierra, y seguidamente nos comen los gusanos.  Por eso es que estar agradecidos de que estas últimas cosas nos pasen en ese mismo orden.

¿Vida Simple?

¡Pues sí hombre!  ¡No podemos tener una vida más simple de la que ya tenemos ahora!  Todo se reduce (en el sentido de supervivencia) a tener un ingreso decente y constante.  Esto no es fácil de conseguir, pero es realmente la única seria complicación a la que nos enfrentamos hoy, ¡y ésta tiene solución!  De otra forma o de cualquier forma diferente, tendríamos que enfrentar las condiciones de una vida tan simple que las complicaciones inherentes de mantenerla nos mataría bien muertos a todos.  ¡Descúbrale la Longitud a su vida!

Vaya al parque y párese al lado de una flor aunque ésta esté sucia y ennegrecida con smog pero no la olfatee, y admire la belleza de este valeroso trocito de naturaleza que lucha por sobrevivir en un mundo atmosféricamente hostil y rencoroso.  Observe el camión de la basura que viene a recoger sus desechos a la puerta de su casa para que usted no tenga que preocuparse de qué demonios va a hacer con ellos, admire al carro de bomberos o a la ambulancia que pasan gritando sirenas locas y chillonas quienes le facilitarán la vida cuando esté con la mierda hasta el cuello y desesperado sin saber qué hacer, admire al restaurante que ofrece comida preparada para que usted pueda comer cuando se le pare el hoyo, asómbrese con la enorme simplicidad con que su ciudad nace, vive y muere cada día para mañana repetir otra vez este interminable ciclo una y otra vez, y pásmese de saber que si quiere ir a pasar un fin de semana a la playa o a la montaña, no tiene que arrastrar su casa, sino que simplemente se aloja en un templo llamado hotel.  Y finalmente, tenga un poco de consideración por aquellos otros seres humanos que se han rezagado y están perdiendo irremediablemente la triste y sucia carrera de ratas, y a los que a veces usted encuentra botados en la imperdonable calle quienes le estiran la mano de vez en cuando pidiendo una subvencionable dádiva.

Después de que haya gastado unos minutos en esta actividad, no se quede ahí parado como un huevón pensando en que la vida es complicada porque la vida que tenemos ahora es la más simple que ha existido para el ser humano desde la iniciación del Período Cambriano cuando el primer Cordate saltó de proto-vertebrado a Conodonto.  A estas especies les tomó casi 550,000,000 de años para lograr pararse en dos patas.  Todas las especies entre usted y la Metazoa están extintos.  ¿No se siente ahora un poco mejor de que esté viviendo en esta "complicada" sociedad contemporánea?  Si no se siente más contento es quizá porque usted se está rindiendo, y su calidad innata de Hombre se está esfumando rápidamente y será mejor que comience a darle una seria y profunda mirada a su intrínseca naturaleza Humana.

Sí amigo mío, la Vida Simple es complicadísima, al contrario de la Vida Complicada la que es el epítome de la simplicidad.  En otras palabras, usted ya posee y maneja lo más simple en lo que es simplicidad de vida, así que no se queje de complicaciones porque si la vida fuese más simple de lo que es y de la que usted tiene ahora, usted será irremisiblemente extinguido.  No se queje más de sus angustias de vida, no gimotee acerca de las dificultades, no lloriquee los problemas,  no se lamente de las estrecheces, y no refunfuñe cuando las cosas no le salgan bien.  Agradezca lo que tiene, y no joda más.

A pesar de lo que usted pudiese creer o imaginarse, al igual que usted; yo no he tenido una vida fácil o simple, empero una llena de reventones, bretes, complicaciones, obstáculos y desafíos, pero cuando se me acaba la paciencia y quiero reclamar, protestar, quejarme o lamentarme; lo hago solo y a puerta cerrada sentado firmemente en la letrina mientras que me deshago y abato el vehemente y badulaque peso humano no-solidario, a la vez que trato de no asfixiarme con aquellos malos olores gaseosos los que se despiden despachadamente de mi vida en su desahuciada jornada hacia lo infinito de lo eterno en el desagüe de la existencia humana.

Durante mis delirantes y elementales jornadas de pensamiento he descubierto que los seres humanos están divididos en dos simples grupos principales, y cada uno de estos grupos está dividido asimismo en otros tres simples grupos.  La primera división es entre los Idealistas y los Realistas.  Esto es crítico porque los poderes autocráticos del Idealismo y del Realismo constantemente compiten entre ellos por dominar las volubles mentes humanas, una actividad que no concluye nunca y que vincula y fusiona constantemente todas y cada una de las actividades y relaciones humanas.

Los otros tres grupos de pensamiento (bajo Idealismo y Realismo) son los siguientes: 

El primer grupo lo forman aquellos individuos que se preguntan ¿qué traerá el futuro, qué va a suceder mañana?; y se lo pasan conjeturando y elucubrando pronósticos para estar preparados.

El segundo grupo está instituído por esos sujetos que se preguntan ¿qué está pasando?, ¿qué pasa a mi alrededor?, y tratan tenazmente de encontrar una respuesta para enfrentar el presente.

El tercer grupo son aquellas gentes que la única y singular pregunta que tienen para sí mismos y que la formulan con ojos del tamaño de huevos fritos es: ¿Qué mierdas pasó?  Estos son los mojigatos meníngeos.

No importa si usted es Idealista o Realista, lo que es importante es saber en qué grupo está usted en la segunda división.

Ya vé, la Vida Simple es una desorbitada e insana complicación impracticable, pero en cambio la Vida Complicada; ¡es una bagatela!, ¡es real y muy simple!  ¿Qué cosas, no?


El Loco



domingo, 1 de mayo de 2011

El Buque Manicero

Me acerqué recelosamente al barco que me ignoraba con una displicencia casi insultante, y pedí un tanto indeciso una bolsita de maní confitado. Vacilante estaba porque el maní confitado que este tío vendía parecía estar enfermo. Tenía un color pálido como el de las sucias caras de los huérfanos, y estaba apilado como las pobres almas judías hacinadas en Auschwitz; perdidos en un rimero de otras golosinas extranjeras que no pertenecían a la tripulación del barco.

- ¿Cuánto por el maní confitado? - pregunté en inglés.

-- Cuatro dólares -- respondió el vendedor sin mirarme y con un letal aliento que competía con los fétidos desagües legales neoyorkinos.

- ¿Cuatro dólares? - inquirí con voz sorprendida y un poco molesto por la sinvergüencería.

-- Si no le gusta, puede ir a comprar a otro lado -- me respondió agrio el bruto comisionista.

- Déme una bolsita, por favor - le pedí también en inglés y cortésmente, aunque sabía que estaba perdiendo miserablemente mi tiempo.

El almacenista me hizo una seña despreocupada con la cabeza la que llevaba cubierta con un sucio especie de sombrajo que parecía un gorro hecho en Gomorra, mientras que arqueaba sus cejas en dirección de la pila de bolsas de maní que se amontonaban sin concierto en la cubierta del barco sin capitán. Tomé una bolsita de "maní confitado", y le pagué el importe al mercader que cogió el dinero despreocupadamente de mi mano, y sin darme las más mínimas gracias. Me alejé rápidamente de esa mísera y egoísta comarca de lo incógnito, cargando una profunda desilusión que se balanceaba peligrosamente sobre mi espíritu…

Desde mi niñez
El Barquito Manicero es la embarcación más portentosa y resistente que he conocido en mi larga y azarosa vida. Ya hubiese querido el Glorioso Comandante, el Capitán Agustín Arturo Prat Chacón(1) quién entró clandestinamente a la Escuela Naval cuando tenía apenas 10 años de vida, el haber tenido una falúa de tan invencible estatura. El Buque Manicero ha sobrevivido guerras, debacles económicos, severas tormentas de mierda política, agria pobreza, indecente intolerancia, ácidos prejuicios, viciosa y fétida discriminación general, furúnculos especulativos y otras variadas y punzantes pestes sociales y almorranas intelectuales que le han mirado con menosprecio. A pesar de esto, jamás se ha hundido ni rendido, y jamás de los jamases ha arriado su digna banderita chilena que ondea siempre orgullosa cerca de la chimenea, un poquito torcida a estribor.

(1) Agustín Arturo Prat Chacón es el más ilustre, distinguido y el más notable héroe naval chileno. Prat fué un Oficial de la Gloriosa Marina de Chile nacido el 3 de Abril de 1848 en una localidad cerca de Ninhue, Chile, y murió heroicamente el 21 de Mayo de 1879 durante el Combate Naval de Iquique defendiendo su amada patria. Fué ultimado poco después de haber abordado temerariamente, primero y antes que sus cosacos navales, el monitor acorazado peruano Huáscar, después que éste embistiera letalmente la nave bajo su comando, la Gloriosa fragata Esmeralda.

El tolerante Buque Manicero es originario de las tierras de Chile y del Estado de Arauco, una fértil provincia rubricada, en la región antártica famosa, el buque manicero ha sido un faro de dulzuras gastronómicas, por remotos habitantes consumidas, y por otras naciones respetado por fuerte, principal y pintoresco; el "Maní Confitado"(2), los "Cuchuflís"(3) y el "Mote con Huesillos"(4) que produce son tan granados, tan soberbios, gallardos y sabrosos, que no han sido por Rey jamás rechazados, ni por extranjero dominio sobrepasados.

(2) El Arachis hypogaea confitado, conocido popularmente como "maní confitado" es un producto elaborado a base de maní, mezclado con azúcar y agua, al cual se le añaden unas gotitas de colorante, dejándose hervir a punto de caramelo. Sabe mejor cuando se prepara a bordo de un barquito manicero.

(3) El cuchuflí es un dulce seráfico chileno de masa esponjosa, relleno con manjar virtuoso (dulce de leche), y tiene forma fálica tubular. Es primo del barquillo y su proceso de llenado es similar al del churro. En Argentina se le conoce como cubanito, pero los cubanos no entienden de qué cojones hablan los argentinos.

(4) Cualquier Latino que no conoce el Mote con Huesillos, no sabe nada. Si quiere aprender sobre este brebaje celestial, vaya y busque (Google para los siúticos) por: Néctar de Dioses, Bebida de Zeus, Sexo Líquido, u Orgasmo Culinario; ¡y aprenda!.


El robusto Buque Manicero ha derrotado todos los cataclismos mercantiles que le han afectado y acosado, ha sobrevivido todos los vendavales de ciega inopia, y ha sorteado con gran esfuerzo todos los laberintos sociales y políticos para convertirse en el más significante emblema de un valor implacable, y en una de las simples pero más preciosas particularidades chilenas de más prestigio y originalidad que el Homo Chilensis haya concebido hasta hoy.

En aquellos viejos veranos en que pasaba un tiempo vacacionando en la casa de mis abuelos paternos, me acuerdo claramente que cuando aún era un desgarbado carajito de pantalones cortos y patas flacas, mi abuelito Víctor me llevaba todos los Domingos sagradamente a la Plaza Victoria en Valparaíso, en donde alimentábamos a las palomas de la República de Chile arrojándoles las duras y desabridas migas de pan que habíamos juntado durante la semana, tal como lo hacían los políticos con los pobres y sentenciados mineros del Norte.

Después de que se nos habían acabado las migajas, nos montábamos en las estatuas de los leones de cemento negro que adornaban una entrada de la plaza, luego íbamos a mirar los peces de la pileta central donde me quedaba atónito observando un enorme pez de piedra que lanzaba un arqueado chorro de agua por la boca y que nunca acababa, y el rechoncho querubín que meaba en la pileta sin jamás interrumpirse. Finalmente, mi abuelito me llevaba al "Quisisana" o al "Bogarín" a comernos unos "sanguches" (sandwishes para los siúticos) de jamón con queso y lechuga milanesa en pan de molde sin orilla y con mayo, y un rico jugo de frutillas donde las alegres pepitas de éstas todavía nadaban mareadas en rojos y coléricos circuitos. Acto seguido, me llevaba al "Petit Paris" donde las viejas siúticas compraban los Domingos en la mañana para que la gente creyera de que ellas eran "refinadas", y me compraba un pastelito de crema y chocolate. Le verdad es que estos boliches estaban bastante bien, pero lo que me gustaba más, no era esto.

Lo que realmente esperaba con la joven ansiedad de mis verdes años que se aferraban histéricamente a mis pantalones cortos de cotelé café oscuro, era cuando cruzábamos la calzada desde la Plaza Victoria hacia la Plaza Simón Bolívar (a la que mi hermano, mi hermanita y yo, conocíamos como "La Plaza de Tierra"), frente a la Catedral de Valparaíso a la que los terremotos no habían terminado de descojonar completamente todavía, y en donde las viejas beatas entraban como vacas al matadero.

Y allí en la Plaza de Tierra estaba el siempre alegre Don Lolo con su buque manicero que despedía un aromático humo blanco por su quimérica chimenea, y con su variedad de golosinas y exquisitas gollerías que llenaban las bodegas de su impecable buque, y que hacían palpitar nuestros corazones mientras que se nos hacía agua la boca. En la proa del buque manicero, y en un mástil de madera en forma de "T", Don Lolo tenía su socio comercial y compañía personal: un hermoso loro de vivos y chillones colores y con una lengua sumamente suelta al que había bautizado "Matías", igual que el loro de Condorito(5).

(5) Condorito es el personaje antropomórfico principal de una folklórica historieta cómica chilena creada por el dibujante chileno René Ríos, conocido mejor como "Pepo". Condorito normalmente viste una camiseta roja apretada, pantalones negros parchados que no le llegan a los talones, y ojotas (sandalias hechas de neumáticos viejos). Condorito es pícaro y despreocupado, y se pasa los días divirtiéndose, pidiendo dinero prestado, cortejando chicas hermosas, y haciendo trabajos esporádicos que le dan apenas lo justo para vivir.

¡Que festín! Maní confitado para empezar, cocadas en segundo lugar, el infaltable cuchuflí forrado en chocolate, y para apagar la sed y empujar estas finuras, ¡un gran vaso de mote con huesillos!. Ya tenía el ombligo plano de tanto comer, pero me acababa hasta el último mote que flotaba en el vaso, hasta el último huesillo, y cuchareaba hasta la última gota del dulce jugo de aquellos arrugados y legendarios duraznos secos. No me podía lamer los bigotes porque aún no los tenía, pero por cierto me lengüeteaba los labios y la barbilla hasta donde mi lengua podía alcanzar, y después me limpiaba la boca con la manga de mi camisa, la que al limpiar mi boca, ocasionalmente arrastraba uno que otro moco peregrino que me colgaba despreocupadamente de la nariz.

Don Lolo atracaba su buque manicero en la plaza Brasil porque los "pacos" no lo dejaban instalarse en la Plaza Victoria ya que había una "Orden Municipal" que lo prohibía. Nunca supe cuál fué la famosa "orden municipal" o el por qué de ella , pero me imagino que habría sido una sectaria, segregante, artera y discriminadora maniobra de algún sucio político nacido solo para joder. Estos engendros siguen hoy destruyendo la sacra ciudad de Valparaíso a pesar de que el resto del planeta y su inquilina sociedad la ha declarado oficialmente "Patrimonio de la Humanidad". ¡Por ventura! ¡Ojalá que haya algún valiente porteño que se anime a notificarles de esto a esa alucinada tarambana de politicuchos incultos e incontinentes! Cabe mencionar aquí que le doy mi respaldo completo a las bacterias, porque ésta es la única "cultura" que estos libertinos de mestizaje intelectual tienen.

Pero esto no le molestaba para nada a Don Lolo, porque él era muy civilizado, él respetaba a todos, él honraba y veneraba a los Carabineros, y él no era parte ni descendencia de esa maloliente y bazófica raza de pestilentes ratas a la que conocemos hoy como abogados y políticos. Don Lolo los perdonaba a todos con sus afables maneras y siempre tenía una honesta sonrisa para sus clientes, le comprasen sus mercancías, o no; y nunca le echaba la foca a nadie. En otras palabras, a Don Lolo le daban una profunda y arraigada lástima los circuncidados emocionales con hernias morales y hemorroides mentales(6).

(6) Es ineludible, oportuno y necesario aclarar aquí (otra vez) que en el caso de los abogados, hay que diferenciar nuclearmente en este género entre los "Hombres de Ley", quienes son los que cosechan abundantemente merecido respeto; y el resto de los "abogados" que no valen su peso en feca, ¡ni con descuento!. En cuanto a los políticos, a todos laberintos mentales se les abstiene de cualquier honesta genuflexión.

A veces durante la semana veía a Don Lolo en las empinadas y adoquinadas calles del Cerro Alegre empujando afanosamente su barquito manicero cuesta arriba bajo el vehemente sol del Pacífico, mientras sudaba y se arremangaba los pantalones unas tres o cuatro veces por cuadra porque el cinturón que llevaba era solo para adorno, tratando de llevar sus esenciales delicias a clientes más "elevados". No sé que habrá sido del buen Don Lolo, pero aprendí un montón de civilidad y hombría de él.

Casi al final de la jornada dominguera, mi abuelito Víctor me hacía sentarme en uno de esos verdes y sólidos bancos de la Plaza Victoria con sus costados exquisitamente adornados con sueños de fierro forjado, y en medio de las precámbricas palmeras y de las grises y conversadoras palomas, me hacía lustrarme los zapatos con uno de los numerosos "lustrabotas" que tenían establecido su cepillante dominio en el lado noroeste de la plaza, mientras que él me narraba pacientemente prodigiosas historias de exploradores y aventureros. A lo lejos y cruzando la calle, podía distinguir el humeante buque manicero de Don Lolo trabajando a todo vapor.

Una vez Don Lolo me contó que ese barquito manicero había sido de su abuela y que cuando era pequeño, dormía en él y pretendía ser el Capitán de "La Esmeralda"(7). Y que las chuecas y destartaladas ruedas del barquito eran del destruído triciclo de reparto de su abuelo el que murió trágicamente cuando un camión pasó una luz roja en el momento en que él cruzaba la última intersección antes de llegar a casa...

(7) El Buque Escuela "Esmeralda" de la Gloriosa e Invicta Marina de Chile, conocida también como "La Dama Blanca", es una embarcación de 3.673 toneladas, con un calado de 7 metros, y una eslora de 113 metros; impulsada por un velamen de 29 unidades con un total de 2.870 metros cuadrados, comandada por una dotación de 22 Oficiales, 110 Oficiales de Instrucción, 142 Gentes de Mar, 52 Marineros, y un enorme polvorín hecho de los corazones más grandes y más heroicos que la raza humana haya conocido jamás. Vea Armada de Chile | Historia de la Esmeralda: http://www.esmeralda.cl/prontus_armada/site/artic/20091229/pags/20091229162751.html

Cuando la abuelita de Don Lolo no pudo empujar más aquel barquito que ahora le pesaba más que un transatlántico, lo heredó su mamá que había enviudado cuando Don Lolo era apenas cinco, pero cuando Don Lolo llegó a ser un "lolo" y cumplió los dieciséis; terminó el colegio y se hizo cargo del negocio de la familia, y así su madre pudo dedicarse a otra actividad para ayudar a mantener al resto de la familia. Y así como el buque manicero de Don Lolo, había una armada completa de buques maniceros patrullando las calles del nervioso Valparaíso y perfumando sus deleitosas calles barridas por el viento, con el ensoñador aroma de su etéreo maní confitado.

A veces cuando viajo intermitentemente a Valparaíso, rastreo las calles con atenta mirada en busca de "El Pirata Coqui", que era el nombre del alegre buquecito de Don Lolo, pero no le he visto otra vez. Siempre he estado esperanzado de encontrar a su hijo o quizá a un nieto o nieta comandando ese heroico navío que aún navega vencedor en el mar de mis recuerdos, y que ha sobrevivido tantas generaciones de la familia y tantas degeneraciones de la sociedad que le ha abrazado, escupido en la cara, sonreído, y mirado de reojo.

¿Cuántas otras historias de gloriosos buques maniceros tapizan las calles chilenas? No lo sé, pero aún se ven esporádicamente sus gloriosos Capitanes maniobrando pertinazmente los obscuros estrechos y los insolentes fiordos de la sociedad que les ama, pero que les mantiene eternamente anclados en una negra y escuálida pobreza.

Sus fútiles esfuerzos me recuerdan y me pintan un tétrico parecido entre las lóbregas migajas que les arrojábamos a las palomas, y los sangrantes esfuerzos de los buques maniceros tratando de atrapar con su vendimia, las residuales migajas de vida que la sociedad les arroja, y que les sustentarán por el día siguiente…

Pero el Buque Manicero es más que todo esto, es más que Don Lolo, es más que la mera vendimia, es mucho más que un símbolo de originalidad; es acerca de la ingenuidad del pobre chileno y del chileno pobre y de la inquebrantable resistencia de sus naturalezas invencibles.

Los buques maniceros y los "Don Lolos" han ido desapareciendo triste y paulatinamente de los mares de negro asfalto y lustrosos adoquines de Valparaíso, y ya casi no se les ve navegando por las estrechas callejas ni por sus humildemente empingorotados cerros. Se están extinguiendo angustiosamente y no hay nada que yo pueda hacer al respecto… todavía… El día que desaparezcan será un día muy triste para la humanidad. Valparaíso sin sus buques maniceros va a ser como un general sin soldados, como una mariposa sin colores, como una flor sin pétalos; lucirá macilento como un triste hombre sin sueños… Estos adorables buquecitos se están convirtiendo paulatinamente en pequeños "Caleuches"(8). Tristemente he llegado a la conclusión de que las delicadas existencias de estas románticas navecitas son más frágiles que el himen.

(8) El Caleuche es una nave mítica fantasma de la mitología Chilote y del folklore local de la isla de Chiloé, en Chile. Según cuenta la leyenda, el Caleuche es una nave fantasma de gran calado que navega las aguas alrededor de Chiloé durante las noches. Piloteada por marineros ahogados y por tres figuras mitológicas Chilotas: dos hermanas, Pincoya y Sirena; y su hermano Pincoy.

El Organillero
Pero aunque lo parezca, no todo es tan trágico ni sin solución en esta vida. Hay otros "gremios" también menoscabados, e incluso más afectados que el de los buques maniceros. Dentro de esta categoría de "gremios en peligro de extinción" se encuentran como por ejemplo, los Organilleros. Los Organilleros son otro ilustre ejemplo de la picardía y el ingenio del "Homo Paupérrimus Chilensis". También perseguidos por los estultos políticos de subyacente juicio monocelular.

A unos metros del buque manicero de Don Lolo, siempre se hallaba un organillero con un mono "Tití" al que mantenía con una pretina amarrada al cuello, y el otro extremo amarrado al soporte del organillo. El monicaco éste llevaba una chaqueta roja con botones dorados que se parecía a la chaqueta de Parada del Capitán de Bomberos de la 4a de Viña; y un sombrerito turco también rojo, con un pompón desordenado que le colgaba inquietamente desde el tope.

¡Para qué decir de la cantidad de maní que le vendía a los niños para que le alimentaran el famoso mono! Recuerdo que el mono era medio hediondo, tenía una cola larguísima (como aquellas en los tiempos de la "Unidad Popular") y si no le dabas el maní rápidamente, te lo arrebataba de las manos y se volvía a subir rápidamente con un par de saltos al crujiente organillo con perfecta agilidad cuadrumana para comérselo tranquilo. Creo que el mono hubiese sido capaz de comer más maní si no fuese porque se lo pasaba rascando el hoyo. El Organillero también me confió que los "verdes"(9) no lo dejaban instalarse en la Plaza Victoria porque el mono se cagaba en los bancos de la plaza.

(9) Los términos más comunes como "verdes" y "pacos" son usados despectiva e insolentemente para referirse a los distinguidos miembros del glorioso Cuerpo de Carabineros de Chile, que sin él, el país sería desesperanzadamente una casa de putas revuelta y sin concierto, y sin Orden ni Patria. Vea: http://www.carabineros.cl/

Cuando terminaba su turno, el Organillero metía al mono en una pequeña jaula hecha de madera y con una puerta de malla metálica que parecía una miniatura de la casa de "Viernes", el criado de Robinson Crusoe, y acto seguido, se marchaba dejando atrás un cementerio de cáscaras de maní en el suelo, y se escabullía furtivamente por las alegres calles de Valparaíso por donde se iba a encaramar a saltitos a alguno de esos cerros porteños hasta el otro día; con su organillo colgando en un hombro, y el mono sentado en el otro.

El Chinchinero
Otro héroe colonial de mi Valparaíso del alma era el "Chinchinero", u "hombre orquesta" como le llaman los con la lengua muy gorda o que no pueden pronunciar la palabrita correctamente por la falta de dientes; o sencillamente porque no tienen la más peregrina idea de lo que es una orquesta. ¡El gallo con el bombo a cuestas y los platillos en la espalda se llama Chinchinero! ¿OK?

En aquellos memorables Domingos de antaño en que la sana ociosidad se manifestaba en todas las plazas de Chile, el Chinchinero bailoteaba en las plazas y calles haciendo gala de su agilidad y equilibrio, mientras que se daba más vueltas que un mojón en el agua, entretanto que hacía sonar los platillos de bronce que coronaban el bombo con un cordelito atado al taco del zapato del pié derecho, y le daba huascasos sin piedad al menos traído tambor con un palillo de bombo firmemente asido en la mano derecha.

Mientras ejecutaba estos ardides y maniobras sincrónicamente, le añadía a la música los sonidos de una harmónica desafinada que llevaba instalada en un armatoste que le colgaba en el pecho cerca de la boca, al mismo tiempo que zarandeaba febrilmente unas
maracas hondureñas con la mano izquierda… !y hasta cantaba! … y la NASA todavía no puede encontrar a alguien que sea capaz de maniobrar y salabardear más de tres cosas al mismo tiempo sin equivocarse…

¡Cosa más grande! El Chinchinero se adueñaba de la calle. Había que mantenerse a distancia para que el bombo no lo aturdiera a uno si lo pillaba al alcance de uno de esos giros de molinete acelerado. ¡Para que decir del zapateo! Mientras bailaba, ejecutaba unos tejemanejes con los pies con una precisión que dejaban a Fred Astaire marcando ocupado. Siempre me llamó la atención de que llevaban un curioso sombrerito que parecía que lo habían heredado de un muerto más chico, o quizá yo no me habría percatado nunca de que todos los Chinchineros quizá eran cabezones… ¿Qué cosas, no?

En todo caso, el Chinchinero era parte integral de las actividades domingueras de aquellos largos días de Verano de mi soñadora niñez. Apenas el Chinchinero terminaba su perspicaz acto circense/musical/malabarista/equilibrista, yo me acercaba a su sombrerito que ahora le pedía propina al improvisado público, y depositaba ansiosamente mis 5 Escudos para contribuír con este arte tan circumbirúndico (si usted es chileno, no necesita explicación alguna para esta notoria y singular facundia verbal).

El Afilador
Otro "Perdido en Acción" es el "El afilador". Quizá este título le cause nerviosidad por su claro significado alelo a ciertas actividades sexuales, pero no se preocupe de ello porque éste "afilador" no era nada de eso, sino que era un flamante "Afilador de Cuchillos" que portaba una rueda de piedra de esmeril a pedales, la que sentaba verticalmente en un bastimento de madera con una sola rueda.

Recuerdo que mi abuela juntaba laboriosamente en un cajoncillo de madera todos los cuchillos de la casa que habían perdido su filo, y que necesitaban ser afilados nuevamente. Ella nunca se perdía el llamado de los Sábados por la mañana que vociferaba: "¡Cuchiiiillllooos!, ¡afilo cuchiiiillllooos!, ¡afilo lo que sea patronciiitttaaaa!". El Afilador se detenía en ciertas esquinas estratégicas, y después de unos instantes, las clientas comenzaban a descolgarse desde las multicolores casas porteñas con sombreros de fonolita acarreando sus colecciones de cuchillos y tijeras romas para que El Afilador les diera nueva vida.

Por la forma en que algunas usuarias miraban al afilador y en la coqueta forma en que le hablaban, no me extrañaba que El Afilador afilara más que simples cuchillos. ¿Quizá de ahí se deriva su reputación? ¿Qué cosas, no?

El caso es que a mí me encantaba ver como El Afilador pedaleaba su piedra esmeril y maestramente deslizaba las hojas de los romos cuchillos para atrás, y para adelante acompasadamente, mientras miraba a sus clientas con una sonrisa pícara mientras que hacía saltar sus cejas rápidamente tres o cuatro veces, a lo que éstas respondían con amplias sonrisas y coqueteos. Algunas viejas (también con cuchillos romos) miraban este animado coloquio con un muy serio desapruebo hecho patente en sus graves y arrugados talantes.

Durante la pulimenta, el esmeril que parecía hecho de pedernal escupía diligentemente una lluvia de chispas rojas, naranjas y amarillas que caían al suelo y rebotaban como saltamontes en celo, y se desparramaban avivadamente como mis ansias de vivir, y el infernal ruido que hacía esa rueda de piedra al morder el metal, llenaba la calle y saturaba mi imaginación con los mismos sonidos que emanaban de los relatos fabulosos que mi abuelito Víctor me narraba cada noche de Verano, lloviera, o no.

Con el tiempo, aquellas fogosas chispas y ese metálico y abrasivo sonido del esmeril se fueron disolviendo entre los días y las semanas, y ya no oigo ni los llamados, ni el incesante sonido de la rueda, ni veo ya más las vivas chispas que me regalaron su magnífico espectáculo de luces inocentes.

El Botellero
El último protagonista de que me acuerdo que deambulaba por ese gran teatro de las calles y de las plazas, era El Botellero. El Botellero estaba más inclinado hacia el comercio que hacia la expendeduría del show y la entretención. Éste poseía un carromato de dos ruedas gigantescas que a veces lo tiraba un caballo o un burro, o que lo tiraba el mismo Botellero desde su amplio agarradero. También gritaba a pulmón abierto su llamado de la selva: "Boteeeellllaaaas, diaaaarioooos, cartoooones comproooo!" y repetía el sonsonete con su voz rancia de aguardiente hasta que alguien le salía al paso acarreando alguna de estas desmerecidas mercancías.

Nunca entendí el por qué de que éste señor compraba diarios viejos. ¡Las noticias ya estaban añejísimas! Ya existía el "papel confort" en esos tiempos, y no había uso para este tipo de documentos en los inodoros de la República. ¿Sería que se los vendía a las persona más "lentas" para que se pusieran al día? Nunca lo supe, pero como dice el adagio, "cada loco con su tema".

Deus Absconditus
Hay otros dioses escondidos (deus absconditus) de los cuales no tengo historias o apólogos para compartir con ustedes, o para relatarles tradiciones o cuentos acerca de estos otros personajes que también son partes calificadas del paño tan heterogéneo que enrama e hila nuestra sociedad tapizada del "Homo Paupérrimus Chilensis".

A estos personajes se les denomina "vendedores ambulantes". Lo único que tienen de "ambulante" son sus clientes. Ellos normalmente estaban estacionarios atendiendo a sus negocios. Nosotros éramos los "ambulantes" que pasábamos despreocupadamente alrededor de sus sacrificadas e injustas vidas. Si no tengo otra opción de que llamarlos "vendedores ambulantes" porque la sociedad lo dicta así, pues entonces los nombro aquí oficialmente y públicamente ante mundo y todos sus habitantes planetarios inteligentes como "Deus Viatoris Absconditus" - Dioses Viajeros Ocultos.

Me acuerdo de "El Viejo del Saco" con que nuestras madres y abuelitas solían asustarnos para que nos portáramos bien, del "Canilla" que se preocupaba de que usted tuviera su periódico el momento en que lo necesitaba, me acuerdo del "Algodonero" que producía esas enmeladas nubes de colores ensartadas en largos palitos de bambú para alimentarles el alma a los niños, me acuerdo del "Churrero" infaltable en cada soleada playa de la Larga República que encara el Mar Pacífico, me acuerdo de "Heladero" con su carrito lleno de polares delicias que nos ayudaba a combatir los secos calores que hervían en nuestra piel. También me acuerdo de otros, pero no me quiero acordar de ellos ahora.

Me acuerdo de todos ellos, pero no me acuerdo ni una vez en que la sociedad chilena haya sacado la cara por ellos… Ellos estuvieron (y siguen estando) por nosotros para cuando les necesitemos, …pero no me acuerdo ni una vez en que la sociedad chilena haya sacado la cara por ellos… No, no me acuerdo ni de una sola vez…

Espejismos
El último buque manicero que ví fué en la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos… Hace un tiempo ya, pero me llamó poderosamente la atención de cómo ésta Flota Naval Sobre Ruedas había expandido sus horizontes de Terras Navales hasta lugares tan lejanos y remotos, navegando tímida y humildemente para traer sus delicias a paladares nuevos y extranjeros.

Lo descubrí solitario entre el fétido vapor que emanaba de las cloacas neoyorkinas mezclado con la matinal neblina de río Hudson que cubría las gastadas veredas de mayólicas baldosas del "Rockefeller Center". Me pareció estar viendo un espejismo como aquellos que vieron los asustados enemigos de los "Cazadores del Desierto" durante sus fantasmagóricas cargas en la Campaña del Norte en el polvoriento y sangriento año de 1881.

Con disimulo pero con la naturalidad con que mi vida me enseñó a defenderme, me aproximé al buque manicero abriéndome paso a codazos - el estilo propio de esta ciudad- entre la caterva neoyorkina que me bloqueaba el paso. El barco, arrimado contra una muralla sucia y húmeda escupía humo negro por una chimenea sin personalidad.

Me acerqué recelosamente al barco que me ignoraba con una displicencia casi insultante, y pedí un tanto indeciso una bolsita de maní confitado. Vacilante estaba porque el maní confitado que este tío vendía parecía estar enfermo. Tenía un color pálido como el de las sucias caras de los huérfanos, y estaba apilado como las pobres almas judías hacinadas en Auschwitz; perdidos en un rimero de otras golosinas extranjeras que no pertenecían a la tripulación del barco.

- ¿Cuánto por el maní confitado? - pregunté en inglés.

-- Cuatro dólares -- respondió el vendedor sin mirarme y con un letal aliento que competía con los fétidos desagües legales neoyorkinos.

- ¿Cuatro dólares? - inquirí con voz sorprendida y un poco molesto por la sinvergüencería.

-- Si no le gusta, puede ir a comprar a otro lado -- me respondió agrio el bruto comisionista.

- Déme una bolsita, por favor - le pedí también en inglés y cortésmente, aunque sabía que estaba perdiendo miserablemente mi tiempo.

El almacenista me hizo una seña despreocupada con la cabeza la que llevaba cubierta con un sucio especie de sombrajo que parecía un gorro hecho en Gomorra, mientras que arqueaba sus cejas en dirección de la pila de bolsas de maní que se amontonaban sin concierto en la cubierta del barco sin capitán. Tomé una bolsita de "maní confitado", y le pagué el importe al mercader que cogió el dinero despreocupadamente de mi mano, y sin darme las más mínimas gracias. Me alejé rápidamente de esa mísera y egoísta comarca de lo incógnito, cargando una profunda desilusión que se balanceaba peligrosamente sobre mi espíritu…

No pude saber de qué nacionalidad era el vendedor. Su incógnita estirpe se enmascaraba con los visos del ruido, de la neblina, del humo, y de las macilentas memorias que llegaban atrasadas a mi mente. El buque manicero no llevaba los vívidos colores de las banderas de mi puericia… Ni tampoco tenía nombre el barquito éste. Si lo hubiese tenido, estoy seguro que hubiese sido "Caleuche". Me alejé despacito del buque manicero mirando hacia atrás soslayadamente y con grandes sospechas.

Abrí desapaciblemente y sin ganas el estulto paquetito que contenía el "maní confitado", agarré unos tres o cuatro quizá, y empecé a comer desabridamente… Ya no sabían a niñez ni a Valparaíso, ni a Don Lolo ni al Organillero, ni al Chinchinero y ni a los inmortales Relatos Fabulosos de mi bien amado abuelito Víctor; ni tampoco tenían la amplia sonrisa del "Lustrabotas" de la Plaza Victoria, ni evocaban el preocupado canto de las palomas de La Plaza de Tierra. No señor, no señor; estos engendros de maní confitado no sabían a nada de esto…

Ya tarde esa fría noche, me encaramé en mi automóvil y me volví presuroso entre el odioso tráfico de la carretera interestatal 95 a mi hogar en Arlington, Virginia. Durante el aburrido viaje sin eventos repasé en mi cabeza los recientes acontecimientos de mi viaje a esa sodómica ciudad saturada de gentes cuyas existencias están indulgentemente constituídas de pasiones erróneas, intransigencias inmorales, y de lúbricos y ligeros principios que rigen sus disipadas existencias. Me hablaba en voz alta a mí mismo mientras manejaba de vuelta preguntándome de cómo las cosa habían cambiado desde el ayer tan cercano y palpable en mi corazón, pero tan lejano e inmanente en la realidad.

Necesito explicar y aclarar aquí de que el hecho de que usted se hable a sí mismo en voz alta no es ningún signo de estar loco (exceptuando la presente compañía por supuesto). El ambiguo y perplejo hecho de contestarse a sí mismo en voz alta durante este coloquio monológalo, a pesar de que es un nivel más arriba de hablar consigo mismo; tampoco constituye de por sí un serio argumento para acreditar locura. El estado de locura se acrisola y se convierte en un embarazoso e irremediable problema cuando uno ¡comienza a interrumpirse a sí mismo! ¿Yo? Yo todavía no me he interrumpido a mí mismo. Creo…

Después de casi un tanque completo de gasolina y un montón requetegrande de millas, llegué de madrugada y muy cansado a mi albergue y fortaleza familiar. Tenía muchas ganas de irme a dormir y descansar de tan agobiadora jornada, pero decidí en cambio tomarme el tiempo de escribir con gran esfuerzo y en el más profundo silencio este desconsolado panfleto, porque sabía que éstas últimas protervas memorias no sobrevivirían largo en los apasionados e infernales fogones de mi alma inmortal y sempiterna.

¿Qué cosas, no?

El Loco.