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viernes, 2 de enero de 2015

¿Simplex Vita?

Casi todos aquellos que conozco, desean o sueñan con una vida más simple.  Yo también deseaba y soñaba con una vida más simple hasta que me puse a cavilar seriamente sobre este asunto. 

Irónicamente, "vida simple" es una pareja de utópicas palabras muy complicadas y sin simpleza alguna.  "Simplex Vita" (vida simple) como lo apuntó el filósofo Griego Epicúreo (Epicurus), --quien vivió y murió en la Ciudad-Estado de Atenas, en su trabajo que se ha titulado como Epicureísmo, afirmaba que una vida sin problemas --así como el paradigma de la felicidad, es posible conseguirla por medio de elecciones bien meditadas.  Acuérdese de que Epicúreo vivió entre los años 341 y 270 antes de la Era Común.

Entonces, ¿qué es la vida simple?  Tengo varios ejemplos de "vida simple" para ilustrar el dificultoso secreto que estas cínicas y satíricas palabritas esconden, las que bajo su escueto e inocente aspecto auditivo y de contenido, disimulan una embrollada sarta de compendios de noción elementales y mecanismos inasequibles los que hacen a esta yunta voquible y locutora, más complicada y peliaguda que nadar en contra de la corriente en un bituminoso río de alquitrán crudo.

La noción de "vida simple" se ha tornado incrementalmente más polémica y difusa en la percepción y comprensión de la gente que busca una supuesta "simpleza de vida".  Para muchos cosmopolitas, la idea de vida simple en gran medida se asocia con la idea de fácil, sencillo, con algo que requiere poco proceso mental o habilidad para obtenerse y en muchos contextos; pienso que se ha utilizado en un sentido desatento e irrealista con respecto a nuestras ocupadas vidas cotidianas modernas contemporáneas.  He oído utilizar este concepto de muchas maneras diferentes y con tonos altamente dispares y disonantes, por lo que personalmente creo que es necesario darle a este concepto de "simpleza" una nueva, diferente y seria consideración, especialmente cuando se trata de ofrecerle un sentido y una perspectiva más real y consecuente con respecto a la vida moderna.

Para mí, lo contrario de simple no es solamente lo complicado, sino que también lo difícil, lo comprometido y lo indócil.  Yo creo que la gente tiene una razón más profunda para idealizar este concepto de lo simple o de vida simple, y es quizá la misma razón que está atrayendo a una nueva generación que busca un oasis de respiro y desahogo, una válvula de escape a las vicisitudes y a las presiones del mundo caótico y agotador en que vivimos.  El ritmo y las demandas de la vida moderna resultan en una constante fragmentación de nuestras vidas y en una continua transgresión de nuestras voluntades, por lo que la idea de "vida simple" representa un retorno a lo esencial, a la calma, a lo "simple".  La persecución de este concepto de vida simple constituye un intento de desarticular las infinitas capas de complejidad que gobiernan cada minuto de nuestras aceleradas y convulsivas vidas.  Quizá su propio concepto, noción y percepción de "vida simple" cambie irremediablemente después de haber leído este subversivo escrito, producto de una pluma indomablemente animosa, insolentemente audaz y eternamente oficiosa, firmemente esgrimida en el pendenciero puño de un Loco más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.

Vida Simple

Conozco a muchos inconscientes y maquinales simplistas que hablan de lograr una "vida simple" sin tener la más filosofunculista y atravesada idea de lo que están hablando, y que tampoco pueden alcanzarla porque el esfuerzo para hacerlo es muy dispendioso y muy complicado.  La "vida simple" abarca un número de diferentes prácticas voluntarias para simplificar el estilo utilitarista de vida de uno mismo.  Este estilo simplista incluye la reducción drástica de las posesiones terrenales y el considerable aumento de la autosuficiencia (otro concepto tremendamente malentendido y foráneo para muchos), cosa que casi ningún ser humano en su sano juicio ha logrado alcanzar cabalmente a no ser que sea un Esquimal, o un ermitaño que viva en una cueva perdida en un oscuro pliegue del mundo donde nadie lo vea ni se entere de su existencia.  Recuerde que Robinson Crusoe es un cuento, no una realidad. 

Para poder sobrevivir una vida así, tiene que saber de agricultura y ganadería para poder comer, debe de saber medicina y odontología para mantenerse sano, debe saber construcción y arquitectura para poder construír un mínimo albergue para refugiarse de los elementos, debe de saber sastrería y zapatería para poder confeccionar ropa y calzado, debe saber cazar y pescar para poder alimentarse equilibradamente y no perder su capacidad mental debido a una dieta vegetariana, debe saber metalurgia y forja para poder manufacturar armas para defenderse y herramientas para trabajar, debe de saber encontrar agua potable e inventar algo mejor que un palo sin corteza o una hoja de árbol para limpiarse el culito después de ir al baño, necesita saber fabricar tijeras y cepillos para cortarse el pelo y cepillarse los dientes, requiere de ser un "Unguentarius" o un "Apotecario", o por lo menos saber cómo fabricar químicos para confeccionar medicinas porque tarde o temprano va a ingerir más alopatías que alimentos.

Es más; entre otras muchas cosas usted precisa saber cómo entretenerse apropiadamente para no volverse loco y comenzar a oír voces en su cabecita ya casi pelada, hablarles a las palmeras, pelear con las piedras (como lo hace con la Tele hoy), o empezar a creer en lo religioso...  Asimismo, usted tiene un baño dentro de la casa, de otro modo usted tendría que construír una letrina alejada del hogar para que los vapores del olor de su humanidad y la de la humanidad de su familia no los asfixie.  Circumbiríndicamente(1), usted se puede comunicar con cualquier persona a cualquier hora en cualquier parte del mundo.  Durante la época de La Colonia en Chile, mientras O'Higgins y los hermanos Carrera no se ponían de acuerdo en cómo joder y jeringar más al país, el viaje de Santiago a Valparaíso tomaba tres semanas en carreta de bueyes; y si usted tenía un caballo, este viaje se le podría acortar unos dos o tres días para poder ir a hablar con alguien.  Ahora usted aprieta un botoncito cuico en una cajita pituca, y ¡jarbalay chúm!, la persona con la que quiere hablar está dentro de la cajita aunque usted no la vea, y en materia de unos dos o tres segundos ya está conversando con ella.   Todo esto es sin considerar una pareja en su vida... lo que complicaría las cosas a un nivel inaguantable...  ¿Qué simple, no?

(1)  Esta nota es simplemente para recordarle al lector la afluencia de la consumada palabrita Circumbirúndico(a).   Este término diccional o vocablo de facundia es de particular territorialidad, y es usado principalmente en Chile por algunas clases sociales connaturalmente desheredadas de una germanía ilustrada y apta, y es una aleatoria fusión de los inuendos del significado de las palabras asombroso, secreto, misterioso, inexplicable y prodigioso.  Así que cuando usted quiera expresar su admiración por algo, o por algún asunto que confine el significado conceptual de estas varias palabras de la lengua Castellana; simplemente use este práctico vocablo chileno y refiérase al asunto en cuestión como: "circumbirúndico".

Vida Sencilla

La vida sencilla se puede caracterizar en una suelta definición como ascetismo, y es para aquellos inconscientes e ilusorios individuos que creen que se podrían sentir satisfechos con poco y deseando casi nada.  En otras palabras, les debe gustar la pobreza extrema y ser tremendamente egoístas e irresponsables porque en esto no pueden arrastrar a la familia.  A pesar de que el malentendido ascetismo generalmente promueve una falsa vida sencilla absteniéndose de lujo e indulgencia, no todos los defensores de la vida simple son ascetas.  Dicen que la vida sencilla es distinta de la pobreza forzada ya que es una elección voluntaria de estilo de vida.  Claro, es como ser un hippie sin drogas.  Lo que significa que para poder tener una vida sencilla sin caer en la pobreza forzada, primero hay que hacerse rico y después hacer la elección en forma consciente.  ¿Qué cosas, no?

Además, a la "vida sencilla" la llaman en forma generosa, equivocada e irresponsable con el mote de: humildad; lo que en nuestros días es un claro sinónimo de pauperrimidad social en múltiples niveles.  La humildad es muchas veces un conveniente disfraz para celar la falta de acometividad de la virtud y capacidad de adaptación social de un individuo.  Con esta conveniente confusión de conceptos que vienen muy a mano para justificar y mantener la mediocridad tras el velo de la aceptación, aparece el concepto del Minimalismo.  El vocablo "minimalista" en su condición general y de criterio se refiere a cualquier cosa o situación que se haya reducido a lo más esencial, y que haya sido despojada de todos los elementos considerados sobrantes o superfluos.  Éste término es una puntual transliteración de la palabra Inglesa: minimalist, la que se ha traducido y expresado en la confundida lengua Castellana como: "minimista", y como pura expresión transliterada, no encontrará una definición clara o sustancial para esta palabra ni en el diccionario de Condorito.

La vida no ha sido nunca sencilla para la especie humana desde que el Homínido decidió aparecer hace unos 2.500.000 años atrás en el período Mioceno, donde estos parientes cavernarios nuestros tenían que sobrevivir de los dinosaurios, tigres dientes de sable, pterodáctilos, y de unas cucarachas del tamaño de un burro moderno, y lo único que tenían para defenderse era una pesada maza que acarreaban dondequiera que iban y que también les servía para cazar y buscar novia.  Y si nos saltamos varias millonadas de años, a los humanos no les fué nada fácil sobrevivir durante los últimos 5,000 años, y esto lo sabemos porque la escritura scriptofonética se inventó en aquella época y es así como sabemos lo que pasó en ese entonces.  La vida del ser humano ha sido una dura lucha por sobrevivir los elementos, las condiciones de vida, y sobrevivir a los propios humanos mismos desde la Edad del Bronce, pasando por la Edad Media, y durante nuestro último agotador y fatigoso milenio.  Tanto así, que si usted sigue leyendo este escrito que ya lo tiene nervioso y no se va a trabajar pronto, su familia puede enfrentar extinción económica, seguida por extinción social, y finalmente extinción biológica; los peldaños lógicos, consecutivos y necesarios del protocolo de extinción urbanita.

Otras cosas "simples"


 Ingeniería

Hay otras cosas "simples" dependiendo de quién sea usted.  Por ejemplo si usted es un Ingeniero maniático, usted encontraría que es simple el Análisis de Regresión Linear (o Regresión Analítica Simple).  El análisis de regresión lineal simple es una herramienta estadística para cuantificar la relación entre una sola variable independiente (de aquí sale lo de "simple") y una (o más) variable dependiente en base a la experiencia pasada (u observación o data estadística).  Por ejemplo, el análisis de regresión lineal simple se puede utilizar para expresar cómo los costos de electricidad de una empresa (la variable dependiente) cambian en relación a la variación de las horas de funcionamiento y producción de las máquinas de fabricación de una compañía (la variable independiente).  ¿Qué simple, no?

Criminal

En el área de criminalidad, el "asalto" es un crimen de violencia, el que se define de manera diferente de una jurisdicción legal a otra.  Algunas jurisdicciones definen asalto como el uso intencional de la fuerza o violencia en contra de otra persona, como pegarle un combo en l'hocico o golpear a una víctima con un objeto contundente.  En otras jurisdicciones el asalto no implica necesariamente contacto físico real, y se define como un "intento" de cometer una agresión física o actos intencionales que susciten que una persona sienta temor de violencia inminente en contra de su naturaleza.  Bajo esta segunda definición (arbitraria como todo en la justicia), amenazas verbales normalmente no son suficientes para constituir un asalto simple; pero amenazas con un puño o moverse amenazadora o agresivamente en dirección de la víctima, generalmente se considera un asalto simple.  En estas jurisdicciones, el amenazar con hacer daño a alguien mientras dirigiéndose hacia él o ella con un puño en alto, constituye asalto simple.  Entonces, ¿cuán simple es el asalto simple?  Pues dígame usted....  ¿Qué cosas, no?

Vida Complicada

Mire; lo que es realmente simple es lo complicado.  Lo complicado es muy simple.  Déjese de soñar con la tontería de la simplicidad y póngase las pilas con la realidad actual.  Usted ya sabe cómo vivir, manipular y administrar lo complicado, pero asimismo usted no tiene la más peregrina o exótica idea de cómo manejar o disponer de lo simple.  En lo complicado usted ya tiene ventaja y sabiduría y sabe perfectamente cómo vivir en una ciudad, ese gran monumento a la complicación de la existencia humana.  Si usted se detiene un momento --no a oler las flores porque lo más seguro es que ellas ya hayan sido meadas por innumerables perros proletarios marcando su territorio-- a pensar y a evaluar su capacidad de supervivencia urbana, se dará cuenta de que usted es un magnífico ejemplar de persistencia y un arquetipo de la vida complicada, reducida a su más simple expresión.

Por ejemplo, usted tiene (¡ojalá!) un trabajo en el que cuando usted concluye ciertos períodos de quehacer, le dan un simpático papelito normalmente de color verde claro o celeste el que usted lleva al Banco donde los puede cambiar por otros papelitos de todos colores los que sirven para comprar cosas, para pagar cuentas, para coimear abogados deshonestos, sobornar políticos mentirosos y mantener curas flojos, pusilánimes, degenerados y chupasangres.  Entonces en vez de irse a cazar para alimentar a su familia, simplemente se va al supermercado con sus multicolores papelitos en el bolsillo y allí obtiene su carne apropiadamente cortada y envuelta, y así no tiene que matar una vaca, descuartizarla y quedar bañado en sangre.  Además tiene sus frutas y vegetales convenientemente ordenados en cubículos donde usted simplemente los elije y los pone en su canastita, en su bolsita o en su carrito, dependiendo de dónde esté haciendo sus compras. 

Esto le evita tener que trabajar la tierra por un año completo para obtener solamente algunos de estos víveres, y así habilita a sus hijos para que asistan al colegio y a su esposa para que vaya a la cantera o al taller de belleza.  Después tiene a su disposición bajo el mismo techo: bebidas, remedios, artículos de baño, panadería, detergentes, jabones, champús, comida congelada, comida en conserva, aceite, vinagre, sal, productos lácteos, pasta, papeles, bolsas, productos plásticos, y un millón de otros productos que ni conoce.  ¡Como haría usted para producir todo esto si usted no sabe ni cómo poner un huevo!  Toda sus necesidades biológicas de subsistencia y las de su familia están resueltas en el boliche de la esquina.  Y si se le acaban los papelitos de colores para adquirir los enseres y alimentos para cubrir sus necesidades, entonces usa una postal chiquita de plástico la que desliza por una ranura en la misma moción como cuando se limpia el pompis, y paga así su importe.  ¿Qué cosas, no?

Aparte de esto, usted sabe cómo pagar impuestos, como ir a su trabajo ya sea en bus, automóvil, taxi, metro, o a pie.  Entiende el enjambre de innumerables letreros que tapizan las calles y los edificios, sabe interpretar las señales de los "Pacos", se conoce la mayoría de las calles así que no se pierde muy seguido, sabe usar los ascensores, comprar paraguas y libros, sabe cruzar las calles y evitar el peligro de las bestias depredadoras motorizadas, sabe manejar el control remoto de la Tele, sabe ver la hora, sabe lo que es un colegio y para qué sirve, no necesita producir electricidad, gas, gasolina, ni ningún tipo de combustible, el agua está casi siempre limpia y disponible en el cuartito del agua de su casa, entiende los refrigeradores, no le tiene miedo al Wii ni al Xbox, conoce el café en libertad (Ex-presso), sabe que no debe tragarse el chicle, sabe que no se va a desangrar si se corta el pelo o las uñas, sabe que hay que comer helado escondido de la esposa, sabe evitar el inminente peligro de la suegra, sabe irse de vacaciones, se sabe su dirección, ¡y hasta sabe decir malas palabras cuando es necesario!  

Y también sabe hacer otro montón requetegrande de cosas y funciones para sobrevivir y mantenerse vivo usted y a su familia.  Ya vé, a pesar de que todas estas cosas son un universo de sistemas de complicación en sí mismos, nada de esto es complicado para usted.  Entonces, ¿qué tan complicada es la Vida Complicada?  ¡Pues para nada!

Volviendo a la Complicación de la Simpleza

¡Siga mi consejo y no se complique la vida con la simplicidad!  ¡La simplicidad no existe!  Es solo la complicación disfrazada de simple.  Al final, lo único que usted tiene que hacer en nuestra vida moderna para mantenerla simple, es estudiar un poco y tener un trabajo remunerado.  Todo el resto lo resuelve ese inventito llamado ciudad.  La gente que vivió vidas simples están todos extinguidos.  Tome como ejemplo a Los Hombres de Monteverde.  Esta gente del Sur vivía vidas muy simples.  No tenían departamentos ni desagües, ni Metro ni el Transantiago, ni ninguna de esas complicaciones urbanas.  Lo único que hacían era salir de sus cuevas, hacer un fueguito y tostar una rata, un conejo o a un congénere para comer, no se bañaban nunca y todos y cada día hacían la mismas cosas.  ¡Una vida muy simple y sin complicaciones!  Por eso es que estos giles se extinguieron hace unos 13,000 años atrás.

Sin embargo, cuando el Hombre Moderno se puso las pilas e inventó las primeras ciudades, comenzó a cultivar, a hacer artefactos y demases hace unos 9,500 años atrás; se concentró en hacer la vida mucho más complicada para simplificar la vida simple.  Este Homo Erectus increíblemente ha sobrevivido ya por más de 12,000 años hasta la fecha, y se espera que siga sobreviviendo unos cuantos millones de años más, a no ser que nuestras sociedades modernas sigan enviciadas inconscientemente y manteniendo estultamente vigente a los políticos chamulleros, a los abogados deshonestos y a los frailes degenerados.  Apenas el Hombre de Monteverde se cogía un simple resfrío, contagiaba al 80% de la tribu, y el 70% se moría de gripe, diarrea, o piduyes.  Solo tomaba unos dos o tres resfríos para aniquilar a la población completa.  En ese tiempo las farmacias estaba cerradas.  ¿Qué simple, no?

Otros problemas 

Por supuesto que hay una gran cantidad de otros problemas y complicados desafíos que llevamos encima y que nos enmarañan la vida, pero no son parte de la complicación vital de la existencia comunitaria humana, sino que son un producto generado exclusivamente como resultado  de las múltiples y concurrentes ramificaciones de nuestras propias e inalienables condiciones y contextos personales, a los que yo personalmente llamo "razones socioeconómicopolíticoreligiososintomáticoendoposturo" (o Socoporesienpo).  Y esto lo resolvemos tal como resolvemos el resto: como todo es esta vida y en este mundo que dá vueltas en sentido contrario al sentido común de lo que llamamos "vida" (porque los movimientos celestes no tienen juicio), en este mundo casi todo se consigue con dinero; y lo que no se puede conseguir con dinero, se consigue con más dinero.  ¿Qué cosas, no?

Otra cosa que puede ser difícil en la existencia complicada es que aparentemente la vida transita demasiado rápido en esta inmensa bola de tierra y agua donde vivimos.  Esto es quizá porque nos afanamos y nos preocupamos tanto por las cosas y los hechos que tenemos por delante, que no nos damos tiempo para disfrutar dónde estamos y lo que tenemos en la actualidad.  Y así los días se nos pasan volando, nos dejan atrás, y apenas notamos que han pasado por nuestras vidas.  Los días pasados de nuestras vidas se convierten en una confusa memoria sin definición que nos deja con la vista clavada en el suelo y con los pensamientos perdidos en el éter de nuestras existencias, hasta que un profundo y sentido suspiro nos rescata y nos trae de vuelta a la realidad. 

Muchas veces toma que nos pase alguna calamidad o nos caiga encima una desgracia o una catástrofe que nos obligue a abrir los ojos y los sentidos para darnos cuenta del presente.  Entonces repentinamente, despertamos y nos damos cuenta de todos los errores que hemos cometido, pero es ya muy tarde para cambiar o reparar cualquiera de ellos.  Y ya despiertos, nos percatamos del ruido que hace la carrera de ratas, y nos apresuramos a reintegrarla para no quedarnos atrás.  Sí, algunas veces la vida se pone un poco difícil y después nos morimos, y luego nos tapan la cara con tierra, y seguidamente nos comen los gusanos.  Por eso es que estar agradecidos de que estas últimas cosas nos pasen en ese mismo orden.

¿Vida Simple?

¡Pues sí hombre!  ¡No podemos tener una vida más simple de la que ya tenemos ahora!  Todo se reduce (en el sentido de supervivencia) a tener un ingreso decente y constante.  Esto no es fácil de conseguir, pero es realmente la única seria complicación a la que nos enfrentamos hoy, ¡y ésta tiene solución!  De otra forma o de cualquier forma diferente, tendríamos que enfrentar las condiciones de una vida tan simple que las complicaciones inherentes de mantenerla nos mataría bien muertos a todos.  ¡Descúbrale la Longitud a su vida!

Vaya al parque y párese al lado de una flor aunque ésta esté sucia y ennegrecida con smog pero no la olfatee, y admire la belleza de este valeroso trocito de naturaleza que lucha por sobrevivir en un mundo atmosféricamente hostil y rencoroso.  Observe el camión de la basura que viene a recoger sus desechos a la puerta de su casa para que usted no tenga que preocuparse de qué demonios va a hacer con ellos, admire al carro de bomberos o a la ambulancia que pasan gritando sirenas locas y chillonas quienes le facilitarán la vida cuando esté con la mierda hasta el cuello y desesperado sin saber qué hacer, admire al restaurante que ofrece comida preparada para que usted pueda comer cuando se le pare el hoyo, asómbrese con la enorme simplicidad con que su ciudad nace, vive y muere cada día para mañana repetir otra vez este interminable ciclo una y otra vez, y pásmese de saber que si quiere ir a pasar un fin de semana a la playa o a la montaña, no tiene que arrastrar su casa, sino que simplemente se aloja en un templo llamado hotel.  Y finalmente, tenga un poco de consideración por aquellos otros seres humanos que se han rezagado y están perdiendo irremediablemente la triste y sucia carrera de ratas, y a los que a veces usted encuentra botados en la imperdonable calle quienes le estiran la mano de vez en cuando pidiendo una subvencionable dádiva.

Después de que haya gastado unos minutos en esta actividad, no se quede ahí parado como un huevón pensando en que la vida es complicada porque la vida que tenemos ahora es la más simple que ha existido para el ser humano desde la iniciación del Período Cambriano cuando el primer Cordate saltó de proto-vertebrado a Conodonto.  A estas especies les tomó casi 550,000,000 de años para lograr pararse en dos patas.  Todas las especies entre usted y la Metazoa están extintos.  ¿No se siente ahora un poco mejor de que esté viviendo en esta "complicada" sociedad contemporánea?  Si no se siente más contento es quizá porque usted se está rindiendo, y su calidad innata de Hombre se está esfumando rápidamente y será mejor que comience a darle una seria y profunda mirada a su intrínseca naturaleza Humana.

Sí amigo mío, la Vida Simple es complicadísima, al contrario de la Vida Complicada la que es el epítome de la simplicidad.  En otras palabras, usted ya posee y maneja lo más simple en lo que es simplicidad de vida, así que no se queje de complicaciones porque si la vida fuese más simple de lo que es y de la que usted tiene ahora, usted será irremisiblemente extinguido.  No se queje más de sus angustias de vida, no gimotee acerca de las dificultades, no lloriquee los problemas,  no se lamente de las estrecheces, y no refunfuñe cuando las cosas no le salgan bien.  Agradezca lo que tiene, y no joda más.

A pesar de lo que usted pudiese creer o imaginarse, al igual que usted; yo no he tenido una vida fácil o simple, empero una llena de reventones, bretes, complicaciones, obstáculos y desafíos, pero cuando se me acaba la paciencia y quiero reclamar, protestar, quejarme o lamentarme; lo hago solo y a puerta cerrada sentado firmemente en la letrina mientras que me deshago y abato el vehemente y badulaque peso humano no-solidario, a la vez que trato de no asfixiarme con aquellos malos olores gaseosos los que se despiden despachadamente de mi vida en su desahuciada jornada hacia lo infinito de lo eterno en el desagüe de la existencia humana.

Durante mis delirantes y elementales jornadas de pensamiento he descubierto que los seres humanos están divididos en dos simples grupos principales, y cada uno de estos grupos está dividido asimismo en otros tres simples grupos.  La primera división es entre los Idealistas y los Realistas.  Esto es crítico porque los poderes autocráticos del Idealismo y del Realismo constantemente compiten entre ellos por dominar las volubles mentes humanas, una actividad que no concluye nunca y que vincula y fusiona constantemente todas y cada una de las actividades y relaciones humanas.

Los otros tres grupos de pensamiento (bajo Idealismo y Realismo) son los siguientes: 

El primer grupo lo forman aquellos individuos que se preguntan ¿qué traerá el futuro, qué va a suceder mañana?; y se lo pasan conjeturando y elucubrando pronósticos para estar preparados.

El segundo grupo está instituído por esos sujetos que se preguntan ¿qué está pasando?, ¿qué pasa a mi alrededor?, y tratan tenazmente de encontrar una respuesta para enfrentar el presente.

El tercer grupo son aquellas gentes que la única y singular pregunta que tienen para sí mismos y que la formulan con ojos del tamaño de huevos fritos es: ¿Qué mierdas pasó?  Estos son los mojigatos meníngeos.

No importa si usted es Idealista o Realista, lo que es importante es saber en qué grupo está usted en la segunda división.

Ya vé, la Vida Simple es una desorbitada e insana complicación impracticable, pero en cambio la Vida Complicada; ¡es una bagatela!, ¡es real y muy simple!  ¿Qué cosas, no?


El Loco



lunes, 1 de octubre de 2012

El Tiempo


Conversaciones con Bering Comparini

Este es un extracto arbitrario y resumido de las hilvanadas conversaciones notadas entre mi compañero de colegio Bering Comparini y yo, que comenzaron en una de esas extraviadas y soñolientas mañanas en que ventilábamos nuestras imaginaciones y ejercitábamos nuestros cerebros. 

Todo comenzó un día durante una inocente conversación en Skype acerca del valor de la existencia en referencia a lo que actualmente existe en yuxtaposición espacio-temporal y en paralelo a lo no contractual.  En otras palabras, nuestra cháchara incluía todo lo físico y metafísico, lo abstruso y lo simple, lo filosófico y lo natural, lo sobrenatural y lo imaginativo, la protociencia y la pseudociencia, lo real y la quintaesencia del creacionismo pseudoclásico.

¿Por qué entramos Bering y yo este tipo de conversaciones tan conjeturales?  La respuesta es muy simple: los dos somos locos.

Advertencia

El contenido de este escrito se soslaya al sesgo en manifiesta contra de la imaginaria línea de la cordura, y se disuelve en la lógica aplicada desde un aspecto nomotético Renacentista.  Leer este escrito de inclinaciones lacrimógenas le pude causar estitiquez mental, diarrea espiritual, derretimiento doctrinal intelectual, dolencia lógica, tortura silogística, atrición creacionista, deterioro del Sensus Communis del que hablan Aristóteles y Cicero, y hasta le puede reducir severamente la distancia del Cerínter(1).

(1) El Cerínter es el vector de la distancia física directa entre el cerebro y el esfínter del ano.  Hay muchos que no guardan mucha distancia entre las válvulas de acepción y los obturadores de salida.  Durante la Antigüedad, en los Escritos Cuneiformes a las personas con falta de distancia Ceríntera se les denominaba "Dryadalis Mentalia".


De vuelta en materia

Como mencioné anteriormente, todo comenzó inocentemente con una casta pregunta de Bering que fué el detonante suficiente para desatar una enriquecedora y profetal discusión acerca del misterio que ha anonadado al Homo Sapiens desde que hablaba Akkadiano, Eblaite, Elamita, Hitita, Ugaritic, Luwuiano, Hattic,  Urartian, y Castellano.  Las otras lenguas vinieron después, y aún se sigue hablando de esto.


Bering:

Rodrigo, ¿te has preguntado alguna vez sobre el entresijo de la existencia?. 

Rodrigo:

¿Qué clase de existencia, Bering?  Porque las hay muchas..  como la existencia de predicado, la semántica, la existencial, la ideológica, la metafísica...


Bering:

No, me refiero a la existencia referente al sentido.  ¿Cuál es la objetividad cierta de las afirmaciones acerca de la existencia?  Tenemos muchas categorías, símbolos, conceptos  y abstracciones que usamos sueltamente para articular nuestro conocimiento acerca del mundo, de la historia, y de las cosas que existen.


Rodrigo:

Bering, yo creo que la existencia es temporal y no existe.  El pasado no existe, y el futuro tampoco existe, lo único que existe es el efímero presente.  Quizá debamos mirar hacia algo de existencia perpetua...  ¿Quizá el Tiempo?


Bering:

Humm...  pues sí.  Lo fenoménico de esto es que la existencia no es nada más que el aspecto con que las cosas se manifiestan ante nuestros sentidos, por lo tanto, esto puede cambiar y dejar de existir...  Humm... ¿el tiempo, ah?  ¿Algo así como el noúmeno?


Segundo plano:

Jí, jí, jí... (risita sonora)


Rodrigo:

Creo que sí.  Creo que más que la existencia, el tiempo es algo así como la intuición intelectual que transciende la existencia.  La existencia nace y muere con el Hombre, el tiempo transciende sin necesidad del Hombre.


Bering:

Entonces la existencia es la consciencia y existe porque el hombre existe, por lo tanto la existencia no es absoluta.  Podría catalogarse como un concepto en que el hombre posee una esencia eterna e inmutable de un ser "posible", que puede "existir" en el mundo.  Entonces cada uno posee una existencia diferente y permutable...


Rodrigo:

Tal vez Bering, pero la existencia es finita y delimitada, no se transmuta ni cambia, y no admite representantes, ¡por eso es que el creacionismo es falso!


Bering:

¡Apaga el ventilador que nos vas a ensuciar a todos!


Segundo plano:

Jí, jí, jí... (gorgoritos de risa sonora)


Bering:

¿Quién se ríe?  ¿Hay una risa por ahí?


Rodrigo:

Sí, es mi hija Giuliana que se ríe.  Está mirando unos videos cómicos en su computador con sus audífonos.  – ¡Gigi! (en Inglés)  ¡No te rías tan fuerte!


Segundo plano:

Oooops!  Sorry!


Rodrigo:

Bueno, se declara día de paz para todos los curas degenerados, los abogados deshonestos, y los políticos falsos, dignos grumetes de aquel triste buquecito de Nueva York.


Bering:

Rodrigo, ésa es la clave, lo que existe es el tiempo.  La nada es lo que está fuera del tiempo.  La conciencia del tiempo más allá de la propia inmediatez de la existencia es la diferencia fundamental del hombre con respecto al resto de las criaturas del planeta .

Me has creado una nueva línea sobre la cual pensar sin la asistencia del lenguaje matemático (que en mi caso estoy al margen) el tiempo es la definición y medida de todo lo reconocible; nada escapa a él.

El nuevo y viejo anhelo de escapar al tiempo, "la inmortalidad"; es una definición exacta de la divinidad.  Iremos pensando sin poder parar el tiempo.


Segundo plano:

Jí, jí, jí... (risita sonora otra vez)


Rodrigo:

Me alegro de haberte inspirado Bering, y de paso poder haberte creado una nueva línea de pensamiento para desarrollar; sin la ayuda de las ordenadas y exactas matemáticas.

Pero, ¿qué es el tiempo, Bering? ¡He ahí la cuestión mi amigo!  A la pregunta le cuelgan jirones de tontería y de obviedad porque TODOS saben lo que es el tiempo... pero, ¿lo saben realmente?  Veamos...

Quizá el tiempo; ese material hecho de pensamientos, de conceptos, percepciones y principios, sea solo el progreso continuo e indefinido de la existencia real, y quizá sea una larga sucesión de todos los acontecimientos que ocurrieron, ocurren, y ocurrirán en una imparable sucesión de momentos irreversibles, siendo el tiempo una constante eterna y axiomática de cambio infinitamente inmutable que nos sigue desde el primer yoctosegundo, pasándonos velozmente a través del presente, y perdiéndose en el infinito futuro donde no lo veremos nunca jamás. 

Y contrario a las creencias religiosas que le adjudican a un "hombre especial" las características de PRINCIPIO y FIN: "soy el Alfa y el Omega"...  El tiempo no puede ser ni el Alfa ni el Omega porque éstas restringidas medidas son demasiado finitas: una es un comienzo arbitrario y la otra, el fin arbitrario.  ¡Si hay un principio, la eternidad no puede existir! ¡Ahí terminan definitivamente! El tiempo no tiene ninguno de estos cotos porque es eterno; sin principio ni fin.

¿Filosófico dirás, Bering?  Ésta es una afilada pregunta con más filo que sófico...

Ese pequeño gusanito que se arrastra estentóreamente por la tierra de este planeta y al que llamamos generosamente "hombre", se empeña en ordenar y medir al tiempo con una increíble cantidad de componentes ilusorios, reales, y de muchas otras distintas medidas con las que quiere organizar su lógica y ordenar los innumerables acontecimientos. 

Y se entretiene rompiéndose la cabeza comparando los lapsos de las efemérides, y los intervalos cronológicos entre dos puntos, y se impone el finito gravámen de ponderar lo infinito y lo imponderable; asignándole repertorios misceláneos de medidas de cambio en empíricas cantidades asociadas con un material real, o con medidas sumidas en la experiencia consciente y retórica.  

Y esto no tiene nada que ver con la VERDAD.  Y la VERDAD de hoy es real, pero la VERDAD del pasado y del futuro no son más que PROBABILIDADES.  Al final, son todas alegorías; simples grafemas de logogríptica semántica.


Bering:

Pero, ¿qué límites hay?  Por ejemplo, en las matemáticas el concepto de un "límite" se utiliza para describir el valor que una función o una secuencia de "enfoques" de un índice de acontecimientos que se acercan a algún valor final.  Entiendo que los límites son esenciales para el cálculo y el análisis matemático en general; y también se utilizan para poder definir la continuidad en derivadas, integrales, etc.; pero en esto del "tiempo" no hay nada de eso....


Rodrigo:

Esto es porque las matemáticas se limitan (entre otras cosas) a los Espacios Topológicos, los que son simplemente estructuras matemáticas que permiten la definición formal de conceptos como la convergencia, conectividad y continuidad; todo esto nacido en la teoría.  El tiempo no tiene límites.  Los "limites" son un pobre concepto de nuestras distorsionadas mentes que quieren entenderlo y explicarlo todo en un patético esfuerzo por mantener un control inasible.

Al hombre le encantan los límites.  No puede vivir sin ellos.  Los límites les dan "categoría".  Lo limitamos todo, sin excepción alguna: tierras, países, derechos, libertades, futuro, sueños, amor, comportamiento, dicción, vida y tiempo; y siempre queremos establecer límites arbitrarios como el Origen y el Apocalipsis; y hasta les asignamos sexo: "El Padre Tiempo". 

Y asombrosamente usamos nuestras ciencias para encasillar al tiempo en un lugar, en una cajita, y a pesar de que es eterno, lo queremos encasillar en un "momentico" como diría "Tico".  Inventamos el "segundo" usando el veloz intervalo en la velocidad de la radiación emitida por los átomos del alcalino metal Cesio, interrumpida rutinariamente por un celular orificio en una placa de plomo.  ¡Y hasta inventamos el opto-cronómetro!  Sin esto ser suficiente, entonces nos fuímos en pos de inventar el "reloj biológico"...  Ridículo, pero cierto; ingenioso y brillante también, y todo esto para el confort de nuestras conformantes mentes que atentan explicar lo que es a veces;  inexplicable.  ¿Qué cosas, no?


Bering:

Entonces "la inmortalidad" de la que hablaba antes no es realmente inmortalidad, o una  definición de la divinidad, sino otro artilugio para explicar y apaciguar la glotonería de límites de nuestras complacientes e intratables naturalezas.  Tú dices que el tiempo transciende sin necesidad del Hombre, por lo tanto, ido el hombre, ida la divinidad e ida la inmortalidad.


Segundo plano:

Mas risillas estridentes...


Rodrigo:

¡Eureka!  La inmortalidad no existe porque todo lo que muere ya es inmortal.  Para morir hay que nacer y para nacer hay ya que estar muerto o no existir, y lo muerto o no existente no puede morir, por lo tanto existe solo la mortalidad.  ¡Ni las ideas son inmortales!

La inmortalidad ha tratado de ser inmortal desde tiempos "A".  Les preocupó a los Griegos, a los Budistas, a los Cristianos, a los Hinduístas, a los Islámicos, a los Judaístas, a los Shintoístas, a los Taoístas, a los Zoroastroístas; y lo mas cómico de todo esto, es que todos ellos y sus corrientes de límites han incluso desarrollado unas curiosas y creacionistas "Éticas de Inmortalidad".  Como nadie ha podido conseguir una explicación lógica o cuerda para la inmortalidad, inventaron el "Más allá", el "Después de la Vida", la "Otra Vida", "La Reencarnación", y hasta tienen paradas de descanso como el "Purgatorio", lo que tampoco trabaja.  Si esto no es ridículo, no sé lo que es... Y yo que pensaba que el "Tony Caluga" era cómico...  ¿Qué cosas, no?


Bering:

Pues bien, entonces el "tiempo" es más que una invención nuestra, es una dimensión que usamos en la cual los eventos pueden ordenarse entre el pasado, el presente y el futuro, y que también la usamos para medir las duraciones de los intervalos entre los acontecimientos.  Si esto es así, aquello de que "Soy, luego existo" es un concepto vanguardista y filosófico bastante reducido... porque los "presentes" y los "pasados" con respecto al "tiempo" son muchos.  Ambos tenemos un pasado y un presente, pero mi pasado no es igual al tuyo a pesar de que el "pasado" del planeta es congruente para los dos, y el presente mío, a pesar de ser simultáneo al tuyo, es completamente diferente; ninguno de ellos es parecido al otro.  Si le sacamos estos tapujos al "tiempo" el tiempo es sin duda mortal, pero es eterno.  ¿Estoy perdiendo mi "tiempo" aquí?


Rodrigo:

"Pienso, luego existo" debería ser, lo que para la mayoría de los Homo Sapiens es, "Existo, y a veces Pienso".

El tiempo es lo único que es común a todas las cosas del universo, sin excepciones.  Nada más lo es; ni los dioses, ni el espacio, ni los conceptos, ni la cronometría ni la inmortalidad.  Todos los acontecimientos tienen una posición temporal con respecto al presente el que solo dura un yoctosegundo aunque nos parezca de una velocidad geológica; por lo tanto es también efímeramente transitorio y cambia inagotablemente.  Por eso es que no podemos zambullirnos dos veces en el mismo río, y cada paso que damos, es siempre único aunque transitemos siempre el mismo camino. 

El tiempo sabe más por viejo que por tiempo.   El tiempo es importante en todo, pero la definición de éste, construída en una forma parametrizable a todos los campos de conocimiento humano, definitiva y sin circularidad, nos sigue eludiendo magistralmente.  Por eso es que, mi querido amigo Bering, que te hablo tan desprendidamente de lo que pienso que es el "tiempo".

En algún momento de nuestra cuerda locura definimos al "tiempo" como una de las siete cantidades físicas fundamentales en el sistema de unidades que pretendemos sea universal y que sea capaz de "medirlo todo".  Así es como entonces utilizamos el tiempo para definir otras cuantías e integridades inmanentes como por ejemplo, la velocidad.  Me pregunto ¿cómo podríamos usar el tiempo para medir un pensamiento? 

Piénsalo...  Y después nos pondremos pitucos y esgrimiremos nociones e ideas como el espacio-tiempo o el espacio-crono-temporal, y con estas rudimentarias herramientas pondremos en duda el cosmos, y enredaremos la filosofía, y nos haremos parte de la estructura fundamental del universo, y las usaremos para embutirnos en una dimensión desconocida en la osada inmensidad del infinito proceder humano que se atreve insolente inventar cosas como "universos paralelos", "reencarnación", "viajes astrales", las divinas "sopaipillas pasadas", el omnipotente  "mote con huesillos", los paradisíacos "cuchuflís", y la edénica Caleta Tortel.


Bering:

¿Cómo conviven el tiempo y la mortalidad?  Si el tiempo es inmortal, y la mortalidad una realidad cronológica del tiempo, ¿entonces nos empeñamos en la inmortalidad para no dejar mortales a nuestros recuerdos a merced del paso del tiempo?  Quizá sea cierto aquello de que tratar de entender al tiempo es como querer entender a una suegra... y la inmortalidad solo tiene valor porque existe la mortalidad.  ¿Cómo es que dices tú..? ¿Qué cosas, no?


Rodrigo:

El tiempo solo tendrá sentido mientras exista la vida.  El "tiempo" adquiere valor para nosotros solo cuando envejecemos, antes de esto; nunca nos importó, y todo esto simplemente porque mientras nuestra edad avanza, nuestro "tiempo" se torna cada vez más cuantificable y entonces se vuelve personal y subjetivo.

Según la Teogonía de Hesíodo, del alegre himeneo entre Gea-Tierra y Urano-Cielo nacieron doce hijos.  Estos eran seis mujeres: Tea, Rea, Mnemosine, Temis, Febe y Tetis; y seis varones: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Japeto y el pequeño Cronos-Tiempo, el menor y el más terrible de todos ellos.

Además de los anteriores, Gea y Urano, procrearon a los Cíclopes, esos hombrones grandes de un solo ojo, y también a los Centímanos, de cincuenta cabezas y cien brazos.  Obviamente no había control de la natalidad en esos tiempos. Conforme iban naciendo sus doce primeros hijos, Urano los regresaba al vientre materno, con la finalidad de quedarse con el poder para él sólo.

Pero, cansada y ofendida, Gea decidió detener a Urano y formando una hoz con un duro diamante se la presentó a sus hijos pidiendo ayuda para detener al cruento dios.  Todos ellos salvo el menor, se aterrorizaron y se negaron a participar; por lo que Gea le entregó el arma a Cronos y lo ocultó para que emboscara a Urano-Cielo.

Cronos esperó pacientemente desde su escondite el momento oportuno para vengar las injurias cometidas contra su madre, y aprovechando el instante en que Urano-Cielo yacía descansando y durmiendo sobre su cama, salió furtivamente desde su escondite y rápidamente castró a su padre arrojando los genitales en el mar.

Como éstos (los cojones) aún tenían la capacidad de engendrar, de las gotas de sangre que cayeron sobre el cuerpo de Gea-Tierra, nacieron las Erinias, los Gigantes y las Ninfas, y de la espuma que se formó en el mar, nació Afrodita.  Entonces los Griegos, y nadie más que los Griegos son los culpables de la invención del tiempo.


Bering:

Y para tí Rodrigo, ¿qué es el "tiempo"?


Rodrigo:

El "tiempo", mi querido amigo Bering; es la sola satisfacción de nuestras animadas conversaciones, la brillante candidez de nuestras ideas, lo efímero y temporal de nuestras aflicciones, nuestras percepciones del bien y del mal, nuestras intuiciones acerca del futuro y del pasado, nuestras apreciaciones de realidad y fantasía; es el peso de nuestro humor, la solidez de la lealtad, y es la realidad del último segundo de nuestras vidas; tiempo es lo que cambia y se multiplica para que la Eternidad se quede en un estado simple; pero más que todo esto y por sobre todas las cosas del universo, para mí; el "tiempo" es cuando veo en mi pantalla de Skype, la cara esa tuya que aún vibra inquieta e impaciente con los valores que vivimos y servimos, y que se manifiesta con los simples placeres de la vida, tan simples, como una sincera y franca sonrisa; y también "tiempo" es para mí el escuchar la descuidada y estridente risita de mi hija Giuliana María.  Esto, Bering, y nada más que esto; es el "TIEMPO". 


Bering:

Me quitaste las palabras de la boca.  Bueno, ya es "tiempo".  Hasta mañana Loco.


Rodrigo:

Hasta mañana, Bering.  Gracias por tu "tiempo" y el sacudón intelectual.


Segundo plano:

Jí, jí, jí... otra vez esa risita estridente y diáfana...  Es otra vez la risa de mi hija Giuliana pero que ahora me sonaba como un anuncio de que el final de nuestro tiempo se acerca irremediablemente, y el comienzo del tiempo de ella comienza también irremediablemente, irremediable como el tiempo...

Esa risilla me recordó que al tiempo no le importa si estamos apurados o nó, y también me recordó de que tengo que armarme de mi propio tiempo, y buscar motivos para la risa y la misericordia.  Además, tengo la risilla de Giuliana a mi lado.  Pues bien, tengo bastante.


El Loco