sábado, 1 de marzo de 2014

El Bombero

Estas estelas bomberiles provienen desde un caliginoso y libático rincón del baúl de mis recuerdos juveniles, que aunque menos exóticos; son sin embargo señalados.  Más que aventuras, son una relajada reflexión de la historia que escribió algunas de las páginas de mi verde pasado.  Cuando me encontraba estudiando Ingeniería en la Gloriosa y Espléndida Universidad Técnica Federico Santa María ubicada en la inmortal ciudad de Valparaíso, Chile; yo, como la gran mayoría de los estudiantes de esa época tan soberbia; me encontraba en un estado catatónico consumado de bancarrota permanente, y andaba siempre más planchado que pantalón de milico.

Como el instinto de conservación y el sentido de supervivencia son ignatos en el ser humano y son aun más poderosos que la fé, cuando apenas me quedaba poto para sujetar los pantalones, y los libros que acarreaba pesaban más que yo; y ante la evidencia de tener que andar con piedras en los bolsillos para que no me arrastrase el viento, encontré una solución casi perfecta para salvar el pellejo: Me hice Bombero.

Digo casi perfecta, porque como ustedes leerán mas adelante, este oficio tenía sus gajes altos y bajos; los altos siempre más profusos que los bajos, pero los sinsabores, aunque en solo algunas contadas ocasiones, nunca fueron tan malos.  Hoy, no me acuerdo ni de los contratiempos ni de las contrariedades, pero ciertamente me acuerdo de aquellos eventos que contribuyeron a exaltar mi exorbitante inmadurez y mi escandalosa falta de criterio, los que atesoro con especial aprecio porque ellos están entre las más justipreciadas y más preciosas memorias, aquellas que están embetunadas de los más felices recuerdos y momentos de mi desordenada y desregulada vida.

Corría presuroso y violento el año de 1973, donde los políticos desgraciados delinquían desfachatadamente perpetrando la violación general y desvergonzada de aquella, nuestra frágil y quebradiza sociedad contemporánea, y nosotros; los imberbes y pluripresentes ciudadanos jóvenes y estudiantiles, era poco y nada lo que podíamos hacer en beneficio y defensa de la frágil dignidad humana, y no teníamos más remedio –forzados por las leyes del probabiliorismo- que gastar casi toda nuestra energía en sobrevivir.  En ese año depravado de sentido común y dignidad humanas me inscribí como Voluntario del Cuerpo de Bomberos de Viña del Mar, en el Cuartel de la romántica, osada y resuelta 4ª Compañía de Bomberos de la Ciudad Jardín.  Nada sospechaba yo de que más de veinte años más tarde haría lo mismo en Alexandria, Virginia, USA, donde reviviría mis aventuras bomberiles, pero aquello no fué lo mismo.  La segunda vez siempre carece de originalidad y emoción.

Debo de aclarar fehacientemente y en forma perspicua de que todas las Compañías de Bomberos de las magníficas ciudades de Valparaíso y Viña del Mar eran (y quizá lo sigan siendo hoy) románticas, osadas y resueltas; pero la Cuarta Compañía de Bomberos de Viña del Mar era la más elegante, distinguida, aristocrática y gallarda; la que contaba entre sus filas -y no sin la envidia general-  con los Voluntarios más gentiles, apuestos, elegantes y más positivos y valientes bomberos de esa larga y políticamente enferma nación.  Esto viniendo de una persona ecuánime y plenariamente imparcial como yo.  Si hubiese un Premio Nobel Bomberil, el primero debería serle conferido a la 4ª.  Y no se ría.  Comenzaré por los albores de mis legendarias aventuras bomberiles cuando yo tenía apenas el rango de "Material". 

Antes de entrar en materia, debo de otorgar algunos antecedentes a mis lectores para que se ubiquen en el espacio-temporal en que yo vivía en esa época, y las demandas cotidianas que mi vida acarreaba en ese joven entonces.  Poco antes de convertirme en efectivo bomberil, yo vivía en una Pensión ubicada estratégicamente entre los dobleces de las cortas faldas del Cerro Castillo, en la regia ciudad de Viña del Mar, frente al Mar de Chile en un romántico paraje de aquella fértil provincia y señalada, en la región Antártica famosa.

Durante esos suaves pero indóciles días, yo estaba asistiendo a mi primer año de Ingeniería en la Universidad Técnica Federico Santa María, alias "La Santa María", aunque muchas de las actividades estudiantiles tenían más de "diablillo" que de "santa".  Previamente, había investigado e inspeccionado los aposentos de la universidad donde se alojaba parte del cuerpo estudiantil, pero las condiciones deleitables del lugar y las exigencias económicas que demandaban, no me apetecían ni cuadraban con la bancarrota permanente en que yo vivía, por lo tanto, busqué refugio en esta inolvidable Pensión, de la cual guardo exquisitos  momentos y sublimes memorias de mi –solo físicamente ida- juventud.  

Pero los morlacos no alcanzaban para cubrir las necesidades básicas, y llegado el irremediable final de cada mes, económicamente me quedaba más corto que pulgar de enano chico, y los Escudos(1) no escudaban nada.  Esta situación empeoraba a medida de que el tiempo transcurría, hasta que no me quedó más remedio que elucubrar una solución apropiada para el problema.

(1) El "Escudo" era la moneda de Chile entre los años 1960 y 1975 que utilizaba el símbolo Eº.  Esta cuasi-moneda fué un estertor económico gubernamental para minimizar los efectos de la Gran Depresión, donde la dependencia de las exportaciones de salitre contribuyó a la inestabilidad financiera del país.  El  Escudo estaba dividido en 100 centésimos y sustituyó al antiguo Peso a un cambio ajustado de 1 Escudo = 1.000 Pesos.  Después, como el truco no resultó; el Escudo se reemplazó nuevamente por un nuevo Peso, a una nueva tasa de cambio equivalente a 1 peso = 1.000  Escudos.   Anteriormente y hasta 1851, año en que se firmó el Concordato de 1851 entre el Gobierno Español, la Reina Isabela II, y el puñetero Vaticano; se emitieron Escudos de oro, con un valor equivalente de 8 Reales cada uno.  ¿Qué cosas, no?

La solución adecuada fué hacerme bombero para poder vivir parcialmente en el Cuartel de la Compañía.  Cada Voluntario, desde el "Material" al Capitán, debían de "hacer guardia", y para cumplir con este requisito, debían vivir en el Cuartel 15 días al año.  Naturalmente los hombres casados no deseaban hacer esto bajo ningún punto de vista, y suertudamente, los Voluntarios solteros eran más acomodados que yo, así que tenían sus propios acogedores lugares para vivir, y tampoco les gustaba la idea de pernoctar por dos semanas en el, aparentemente; eremofito Cuartel.

Aquí fué donde la oportunidad golpeó firmemente la puerta, y fué cuando me presenté a estos superhombres ataviados de quijotescos adalides, y me inscribí como flamante Voluntario.  Inmediatamente después de hacer esto me dieron las dos primeras semanas de Guardia porque era el nuevo Material, y entonces (astutamente como me enseñó mi mamá) aproveché esas dos semanas para preguntarle a los otros Voluntarios si les interesaba que yo les reemplazase durante el período de sus Guardias, y como lo había previsto sagazmente; todos accedieron a hacerlo, y así pude vivir el año completo bajo un techo seguro y sin pagar renta.  Poco después, un compañero de Universidad caído en desgracia financiera se me unió, y entre el Manguera y yo, cubrimos el servicio nocturno de aquel memorable año, y nuestra estadía en el Cuartel. 

Debo hacer un "aro" para explicar el concepto de "Material" para los que estén curiosos.  Como nuevo Voluntario, automáticamente uno asume íntegramente el rol de esclavo de los demás Voluntarios, cuyos rangos superiores se basan solamente en el haber sido Voluntarios más tiempo que la última víctima.  Entonces uno debe cocinar, limpiar, barrer, ir de compras, hacer las camas, limpiar la Bomba (el camión de bomberos), servir a los Voluntarios como Mozo y Niño de los Mandados y efectuar a pedido, otras actividades menos dignificantes, pero respetables.  Todo esto valía la pena a cambio de vivir gratis en una casa magnífica como la era el Cuartel de la Cuarta de Viña, frente a la playa y con vista al Mar de Chile.  Además, la manducatoria estaba incluída.

↭↭↭↭

Equitibus Vrina

Mi primera asignación como parte del entrenamiento, fué el aprender y ejecutar un ejercicio llamado "Equitibus Vrina", lo que literalmente significa: meado de caballo.  Yo no lo sabía, pero sonaba tan romántico e importante, que sin ninguna dilación me engalané con mi glorioso y gallardo uniforme de Bombero, y con garbosas botas hasta la rodilla y un victorioso casco con un dorado y arrogante número 4 en el frente del casquete y apenas descansando sobre la visera, salí a la calle (donde me habían indicado) más altanero que un pavo real caliente.

Una vez que terminé rápida y eficientemente conectando las mangueras a las salidas de las bombas del carro bomberil, me dí vuelta enfrentado a la calle, y preguntándome que diablos tenía que hacer para completar mi "Equitibus Vrina".  El Capitán que me miraba con una sarcástica sonrisa en los labios los que apenas dejaban vislumbrar una desnivelada línea de dientes amarillos con algunos huecos sospechosos, apuntó con su regordete dedo índice hacia la calle y la cuneta que la sujetaba para que no se desparramase, y gritó: "¡a manguerear Material!"  Para mi incontenible asombro, en lo que el "entrenamiento" realmente consistía era en limpiar el meado de los caballos de las "Victorias" que se estacionaban frente al Cuartel.  La caca de caballo era de "yapa".  Especialmente en el Verano, el olor a meado era insoportable así que había que manguerear todos los días.  ¡Malditos jumentos!  Esta poco honrosa actividad no duro mucho porque el Manguera la heredó apenas entró en servicio.

Gómez Carreño

En otra ocasión y siendo ya un Bombero más experimentado, tuve otro desengaño poco ennoblecedor y bastante ignominioso.  Una tarde llegando al Cuartel desde la Universidad, encontré todas las puertas del Cuartel abiertas de par en par.  Intrigado por esto, entré al Cuartel apresuradamente y me fuí directamente a la Sala de Máquinas, y para mi sorpresa y desconcierto, el carro Bomba no estaba allí.  Inmediatamente me fijé en la pizarra de comandos y esta leía gravemente con tiza blanca y con grandes letras: "Incendio en Gómez Carreño – Tres Alarmas".  Mi corazón casi se me escapó del pecho con la emoción, arrastrado por un sañudo torrente de adrenalina.

Más rápido que apurado me abalancé hacia el dormitorio donde mi "mono"(2) estaba siempre listo para la acción, y en un dos por tres, estaba vestido con mi uniforme bomberil completo.

(2)  El "mono" consiste en tener las botas de incendio paradas al pié de la cama con los pantalones insertados en ellas, mientras que en la cama –también apuntando hacia los pies- estaba la chaqueta con los guantes ensartados en la salida de las mangas, y el casco a su lado; todo listo para vestirse en unos pocos segundos y salir disparado al incendio.

Como no había carro-bomba en el garaje, salí a la calle como tempestad e hice parar el primer taxi que pasó.  El taxista me miró con los ojos desorbitados y llenos de emoción y me dijo:

¡P'a 'onde, jefe!
¡A Gómez Carreño! – repliqué con voz autoritaria.
¡Agárrese jefe que volamos p'allá!
¡Gracias! – vociferé agradecido.
¡De ná! – dijo el taxista - ¡Ustedes son héroes y hay que ayudar gratis!

Y el Simca 1000 modelo 1961 con un motor de 0.8 L Tipo 315 OHV I-4 de 4 rugientes cilindros bramaba por las calles Viñamarinas en dirección a Gómez Carreño.  El motorcillo tronaba aún más cuando comenzó a escalar bravíamente la empinada cuesta hacia la población Gómez Carreño.  Yo estaba sentado en el asiento del pasajero al lado del chofer  sujetando mi casco bomberil fuera de la ventana y en alto para que todos pudieran verlo, y así los otros ciudadanos le dejasen paso entre el tráfico a tan magnos héroes; mientras que el chofer del taxi tenía la mano pegada en la chillona bocina para llamar la atención.

A medida que nos acercábamos velozmente a Gómez Carreño, yo trataba de descubrir una columna de humo que me indicase el lugar del siniestro Siniestro, pero no veía nada...  Entonces le comenté al taxista:

¿Usted vé humo en alguna parte?
- No jefe – contestó el patriótico piloto mientras estiraba el cuello tratando de mirar a través del escueto parabrisas de la maravilla mecánica Italiana. – Parece que no hay n'a -.
- Yo tampoco veo humo – agregué un poco confuso.

Cuando llegamos a la cima del cerro en que descansaba la gloriosa población Gómez Carreño(3), repositora de tantas memorias surtidas de mi salvaje y activa pubertad, los cielos se miraban despejados, y no había conmoción en el camino principal y único de acceso a este seductivo lugar.  

(3)  Luis Esteban Gómez Carreño quien nació el 26 de Enero de 1865, y murió sirviendo a la Patria en la aislada isla Guar el 6 de Enero de 1930; fué un rutilante oficial de la marina Chilena.  Se escurrió en la marina de guerra a la edad de 15 años a bordo del monitor Huáscar durante la captividad de éste a manos chilenas.  Más tarde se desempeñó como Comandante en Jefe de Escuadrón, director de la Escuela Naval, y Ministro de Guerra y de la Marina bajo la Junta de Septiembre.   Sufrió un accidente automovilístico en una de las endiabladas curvas de la carretera "El Olivar", entre la idílica ciudad de Quilpué (que en lengua Picunche significa "lugar donde se encuentran las palomas") y Viña del Mar el 1 de Enero de 1930,  y como resultado de este infortunado accidente, murió 5 días después. Se supone que está enterrado en el Cementerio Número 2 en Valparaíso, a no ser que un terremoto o los Comunistas lo haya movido.

Derepentemente (¿les gustó esta palabrita?), el taxista ya con menos patriotismo y con más desengaño le gritó a un "maestro" que estaba trabajando en la fachada de una casa a la orilla el camino:

¡Amigo!, ¿Ha visto a los bomberos? -
- Nooo... p'o – dijo el chato comenzando su respuesta con un lento tono de incredulidad y acabando con un arrastrado sonsonete de pregunta curiosa. – No he visto n'aaa, p'o -.
¿Está seguro? -
- Segurete amigo, estoy tra'ajando desde las siete aquí y no he visto n'iuna 'omba, p'o. -

El chofer del taxi se dirigió hacia mí, me miró con el ceño fruncido; y me dijo con una voz sumamente porteña:

¡Oye gil, vay a tenel que pagal la trifa, p'o! -

Ante tan embarazosa circunstancia, no me quedó más remedio que asentir con la cabeza, y le dije:

- Vamos a tener que volver al Cuartel para buscar plata.   ...p'o... -
- Güeno, p'aya vamo, p'o. -

Y acto seguido, le metió la "chala" al acelerador, y volvimos a Viña envueltos en un silencio sepulcral, pero no dejé de notar una sonrisa de sarcasmo en el taxista, mientras que los ecos de la risa insolente del maestro se escuchaban diáfanos en lontananza mientras nos alejábamos.

Llegamos al Cuartel al corto tiempo, y me bajé del vehículo a buscar dinero para pagar la tarifa del taxi.  Cuando entré a Cuartel me encontré con el Cuartelero que me recibió con una sonrisa diciendo:

¿Y qué hací vestío de bombero? -
- Ví en la pizarra que había un incendio en Gómez... -
¿Y te jüiste p'allá? –
¡Sí, po! –
- Oye gil, el incendio j'ué en la mañana...  No he borrao la pizarra toavía. –  Y se largó a reír como contratado.
- Pero la Bomba no estaba... –
¡No p'o gil!  Le lle'e a echal'le bencina, p'o! –
- Aah, por eso... ...¿Tenís 30 Escudos p'al taxi?  Ando planchao... – le dije.
- Aquí tenís. – me dijo riendo y salpicando de saliva los billetes que me pasaba mientras se reía.

Salí del Cuartel cabizbajo y le pagué el importe al taxista que mientras limpiaba el parabrisas con un calzoncillo viejo, ahora se reía desahogadamente.  Recibió su dinero y me dijo:

¡Lo lle'o cuando qu'era p'a Gómez Carreño, jefe! -  Y se alejó sonriente entre los estruendosos rugidos del motor del Italianissimo Simca 1000.

La pesadilla no terminó aquí.  Por un tiempo todos los demás bomberos me hicieron bromas al respecto, y en vez de dirigirse a mí por mi nombre; me llamaban "Gómez Carreño".

↭↭↭↭

El Fuego Fantasma

Esta coyuntura histórica de mi vida bomberil merece un capítulo aparte.  Por supuesto que los fantasmas no existen porque de otro modo, serían otro de los innumerables espejismos dogmáticos religiosos.

Era tarde en una templada noche a fines de Agosto.  Los maullidos felinos alfombraban la ciudad y se escuchaban hasta las arenas de la playa Acapulco, en donde se sentaba apacible y románticamente esta célebre e inmortal 4a Compañía de Bomberos de Viña del Mar.  El Correo de las Brujas dice que cuando los dioses decidan apagar el Infierno, harán sonar 4 alarmas para la Cuarta de Viña, la más memorable institución establecida en esta longitud.

Serían alrededor de las 2 A.M. cuando las alarmadas alarmas hicieron trizas el sereno silencio de la noche.  El Manguera y yo despertamos sobresaltados, pero conscientes de lo que pasaba y con los ojos abiertos.  Saltamos ágilmente dentro de nuestros "monos", y en un santiamén estábamos abordando la Bomba que ya salía presurosa del Cuartel, porque el cuartelero no esperaba a nadie.  Ésta era la cuarta alarma, por lo que sabíamos que habría otras compañías de Bomberos en el lugar del siniestro, las que habían sido llamadas a combate antes de nosotros.  También sabíamos de que el incendio estaba fuera de control, de otra forma, no hubiese habido necesidad de más de una o dos alarmas.

El cuartelero dirigió el carro bomba hacia la parte de atrás del área afectada por el fuego que era una de esas endiabladas poblaciones que crecían silvestres colgándose precariamente de los cerros, en donde había muchas casas de madera y una multitud de Eucaliptus los que eran fácil presa del voraz fuego, y algunas solitarias palmeras.  Ágil y con precisión milimétrica, el cuartelero estacionó la bomba a unos metros del grifo de incendios, emplazó diestramente las mangueras de acepción, abrió el grifo para que el agua fluyera hacia el carro bomba, y encendió los pistones apenas lograron su requerido nivel de vacío.

En el intertanto, el Manguera y yo nos encaramamos en el techo de una de las casas, lo que nos permitía observar el incendio desde un punto de ventaja.  Desde el techo construído con económicas "fonolas" y práctico "pizarreño", podíamos ver cómo se había desplazado el fuego y qué lugares afectaba, y afortunadamente parados en este techo; estábamos en una posición en la que dominábamos la vista completa de la hoguera, y ya estábamos preparados listos para la acción con nuestra manguera de 4 pulgadas y su correspondiente pitón de descarga de ½ pulgada, al que cariñosamente llamábamos: "la callampa".

- ¡Agua vá! – gritó el cuartelero con su voz aguardentosa a medio dormir todavía.

Y el agua vino ella toda con su poderosa presión la que casi nos hizo perder pié.  Había oscuridad y niebla por todos lados y la visibilidad era malísima, además; éstas se mezclaban con el abundante y grueso vapor del agua que al caer sobre las desprevenidas llamas, se evaporaba con encrespados alaridos chisporroteantes y húmedos.

¡Fuego a la izquierda! – gritó el cuartelero que estaba parado sobre la cabina del camión bomberil con unos binoculares, ayudándonos a dirigir el chorro de agua. 

Y hacia la izquierda lo dirigimos.  Después de unos segundos de lanzar cuatro pulgadas de agua a 120 libras de presión, escuchamos una ensalada de alarmados gritos los que no podíamos entender.  Apenas dejamos de lanzar agua en esa dirección, los rojos resplandores que danzaban violentamente entre la oscuridad y el chisporroteante vapor de agua; desaparecieron.

¡Güena cabros! – le escuchamos decir al cuartelero, y acto seguido; dirigimos el potente chorro de agua hacia otro sector que desplegaba un festival de saltones y corcoveantes  matices rojos y amarillos.  Tiramos agua como locos en esa dirección acompañados por el ronroneo del motor de la Bomba que nos proveía agua en abundancia.  Segundos más tarde, escuchamos otra vez esa mezcolanza de inquietos gritos que tampoco entendimos.  Al mismo tiempo que esto ocurría, los resplandores se apagaban.

¡J'uego a la izquierda othra'e! – gritó el cuartelero atragantándose.  

Y hacia allá dirigimos el chorro nuevamente hasta que el griterío se repetía, los fulgores desaparecían, y el festival de destellos reaparecían nuevamente a la derecha.   Seguimos haciendo esto por un largo rato y apoyados por las chillonas indicaciones del cuartelero.  La noche seguía firme, y nosotros estábamos ya sintiendo el frío con que nos lamía la ropa mojada el helado viento marino.

Un poco más tarde desde cuando comenzamos a apagar las porfiadas y obstinadas llamas, y el incendio se había reducido a unos pocos focos de poca monta -serían unos treinta minutos después- llegó corriendo el jadeante Capitán con su ayudante, los dos más mojados que pañal de güagüa meona, despeinados y sin casco.  Apenas estuvimos al alcance de sus gritos, nos increpó el Capitán:

- ¡Oye par de güeones!, ¡Qué chucha están haciendo! – rugió su voz haciendo temblar nuestras pajarillas.
¡Apagando el incendio, p'o! – respondimos casi al unísono con el Manguera.
¡¿Y sa'en p'a'onde están tirando el agua?! -

El Manguera y yo nos miramos desconcertados, y respondí:

¡Hacia el foco del fuego! ¡Hay dos lugares que el fuego se apaga y se vuelve a encender! –
¿Y no escucharon los gritos? –
¿Qué gritos? –
¡Los gritos 'e nosothros p'os güeones!-
¡No escuchamo n'á, p'o! – dijo el Manguera.
¡Bájense de ahí! – nos ordenó visiblemente enojado el Capitán - ¡Y vo's apaga la bomba! – le dijo al cuartelero que corrió presurosamente a hacerlo con una cara de que sabía algo más...

Regresamos al cuartel sentados en la cabina de la Bomba con el cuartelero que manejaba cabizbajo.  De pronto rompió el silencio para decirnos:

¡Oye cabros, dejamo la cagá! –
¿Por qué? -
¡Porque le estaban tirando agua a los bomberos! – dijo con voz alarmada.
¿A los bomberos? – inquirí con mi voz escudriñante...
¡Sí!, ¡A los bomberos" -

Lo que había sucedido fue los siguiente:

Estando parados en el techo de esa vivienda, entre la negra noche solo podíamos ver el vapor y las fulgentes y centelleantes matices de luces rojas, las que pensamos (al igual que el cuartelero) que eran llamas.  No lo eran.  ¡Eran las luces de emergencia de los carros bomba!  Entre el humo, la oscuridad y el vapor, estos resplandores efectivamente parecían llamas, pero a lo que le estábamos tirando agua era sin duda a los bomberos y a las luces rojas y amarillas de los carros bomba.

Los gritos indescifrables que escuchábamos desde nuestra posición en el ciego techo antes de que las "llamas" se apagasen, eran los pobres bomberos que nos gritaban que no los apagáramos a ellos, y estos gritos probablemente estaban aliñados con abundantes garabatos y maldiciones...  Para poder llamar nuestra atención, apagaban las luces del carro bomba, con lo que nosotros pensábamos que habíamos apagado las llamas.  Una vez que dejamos de tirarles agua, encendían las luces de emergencia otra vez, y nosotros repetíamos la maniobra pensando de que el fuego había resucitado en ese sector.  Error inocente; digo yo...

De vuelta al Cuartel, y después de haber aclarado la situación que había ocurrido con el Capitán y los demás bomberos, las cosas se calmaron, nos reímos un poco del asunto.  El cuartelero no sonrió ni una vez; y se mantenía más serio que muerto enojado.

Para que no cometiésemos este error otra vez, el Capitán nos asignó al Manguera y a mí al servicio de Equitibus Vrina por el resto del Verano.  Esto complació mucho a los mojados y enojados bomberos, y sirvió de escarmiento para el futuro.  Pero no todo fué tan protervo, cada vez que manguereaba el meado de caballo en el pavimento de la calle, los escuálidos jumentos con gastadas viseras de cuero negro sobre sus ojos me recordaban a mi amado y libre Pehuén.

↭↭↭↭

Felis Putredinem

Tirarse un pedo es una acción natural necesaria y lógica para bajar la presión intestinal, la cual fuera de control, podría causar serios estragos en nuestra salud y nuestra integridad física interna.  Es también un acto semi-involuntario el que se puede manipular solo hasta cierto punto.  Es tan natural así la necesidad del pedo, que en la mayoría de los casos es siempre más acertado perder un amigo, que perder una tripa.

Ahora, lo más importante de tirarse un pedo es dónde uno se lo tira.  Si se lo tira en el ascensor, no le puede echar la culpa a Fido.  Si se lo tira en la iglesia, la culpa es siempre de las viejas beatas que perpetuamente están haciendo ruidos raros mientras balbucean y rezongan murgas ininteligibles.  Si se lo tira en una "micro", siempre se le puede echar la culpa a un "rotito" o a un "flaite"; pero cuando se lo tira en público, a no ser que sea silencioso; es otra cosa.  Este es el caso de esta lamentable y triste historia. 

Teníamos un compañero Voluntario en la Cuarta que era un poco excéntrico y a veces, ¿por que no decirlo?: peripatético.  Pero era un buen chato, solo que era medio cuico.  Era un hombre en los avanzados cuarenta, soltero, aún vivía bajo el patrocinio y asidero de su madre, y tenía contadísimos amigos, por lo que a él le era sumamente conveniente ser bombero porque en la Cuarta, todos lo tratábamos con camaradería y amistad: era uno del clan.

Le conocíamos muchos intentos con intenciones pro-conyugales con las muchas damas a las que intentó atrapar en sus intrincadas redes amorosas, pero que por esas vicisitudes de la vida, nunca consiguió atrapar a ninguna.  Quizá sería porque no sabía cómo terminar una pichanga, o porque le faltaba "moyo" o un poco de "je ne sais quoi"; o porque la mamá quizá no lo dejaba salir hasta tarde, o no le cambiaba los calzoncillos más seguido.  Además era medio pelado, tenía una panza de cerveza, y calzaba 42 con los dedos doblados y el talón afuera.  En fin, era poco agraciado, pero esto no le impedía conseguir algunas citas con el sexo opuesto.  Esto lo aclaro bien porque este "gallo" no era maraco para nada.  Y así va la historia:

Una noche de Verano nos encontrábamos varios bomberos Voluntarios aparejados con nuestras mujeres veraniegas en la sala del Cuartel, relajándonos después de un largo y ardiente día en la playa.  La sala tenía unos grandes ventanales que enfrentaban el Mar de Chile donde la luna se bañaba desnuda y sin inhibiciones, mientras que besaba las olas con sus plateados besos que danzaban nerviosos sobre la superficie del océano, y que finalmente se dejaban arrastrar hacia las murmurantes arenas de la playa; esa playa que guardaba tantos de nuestros eróticos y carnales secretos en sus furiosamente revueltas arenas. 

También se podían ver claramente los cielos azul-negros adornados con una tremenda explosión de titilantes y nerviosas estrellas y con los cuerpos celestes de la Via Láctea.  Por un rincón allá de la bóveda celeste, se vislumbraba la Cruz del Sur, callada, glacial y frígida como aquel ácido beso de despedida que en un fulminante momento de mi pasado, me quemó la boca para siempre; regalo de unos mezquinos y desapegados labios que me lo me dieron sin piedad alguna en la acerba noche de un amargo día.

Estábamos todos sumidos en un silencio cuasi completo besando a nuestras complacientes mujeres, protegidos y amparados por la oscuridad y la complicidad que las extinguidas luces nos brindaban.  Apenas se oía el sorbeteo de los besos, no había ni quejidos ni jadeos.  Era un ambiente sereno y muy romántico.  ¿Qué cosas, no?

Mientras disfrutábamos del postre de Eros, sentimos que la puerta de entrada al Cuartel se abrió con un lento y angustioso crujido, digno de las películas de Alfred Hitchcock.  Todos paramos la oreja.  Se oyó una susurrante y pasional conversación que decía:

- Ya p'os, déjame... –
¡No p'o, aquí no! –
- Un poquito no'ma –
¿T'ai loco?  ¡Nos pue'en ver! –
- Aquí no hay nadie, p'o –
¿Y si viene alguien? –
¡Nadie va' venir, p'o! –
¿T'ai seguro?
¡Si p'o! –
¡Tenís la mano helá!
- Se calienta rápi'o p'o... –
- Ya p'os, no –
- No seai difícil –
- Mejor me 'oy, lo hacimo mañana... –
- Güeno ya...
- Ya, p'o –
- Ya, p'o...
- Chao..
- Chao...

Y la puerta se cerró con el mismo crujido, pero al revés.

Todos estábamos callados escuchando sin decir ni pío.  Sabíamos que nuestro compinche bomberil no sabía que estábamos allí ya que la oscuridad era total y el silencio, sepulcral.  Sentimos que se encaminó hacia los baños.  Para llegar a ellos tenía que pasar a través de la sala.  Pero nunca lo hizo.  Se detuvo casi a la entrada de la sala, y desató el concierto de pedos más bullicioso, con una multitonalidad y una modulación extraordinarias; que nunca antes habíamos escuchado en nuestras vidas.  La sinfonía de gases letales era digna de las alturas de Wagner, y entre pedo y pedo; se quejaba lastimosamente con un dejo de orgasmo gaseoso, y con una creciente y balsámica sensación de alivio, exclamaciones desenvainadas de las escenas de Satyricon, de Federico Fellini.

Entre los pocos pedos que pude identificar, estaban los ascendente con sinfonía final, también estaban los con babilla estridente, los sonoros de cuatro fases, aquellos extra largos y gritones, los indecisos, los nítidos y los potentes.  Sería que esta cacofonía era la asonancia de una bocina de mojón, o quizá el grito de libertad de la mierda oprimida, o la eufonía del alma de un poroto que se vá al cielo, o el suspiro de un poto enamorado, ¿o simplemente fué la ridícula pretensión del poto de querer hablar? ¿Quién sabe?  Esto será un misterio infinito...  Pero sin duda, fué el canoro grandilocuente producto de un intestino magistral y superdotado.

Cuando completó su sonata de pedos y su lamento de quejidos surtidos, encendió la luz de la sala, y para su sorpresa, nos vió a todos.  Nosotros tratábamos de sujetar una cara impávida, y una risa a punto de explotar en mil direcciones, la que no se hizo esperar.

Impávido y usando toda la experiencia, la bravura y la sangre fría que había acumulado durante su existencia; calmadamente dijo:

¡Ah, no los había visto! –

Seguidamente apagó las luces de la sala, se dió media vuelta; y salió por la misma crujiente puerta por la que había entrado.  Un llamado urgente de ventilación general de desató en el Cuartel para rápida y velozmente reducir la flamabilidad del establecimiento.  Nunca más se habló de esto en los anales bomberiles, ni en las letrinas, ni en las filas de combate.

↭↭↭↭

Tengo más historias, pero no el suficiente tiempo libre para contarlas, ni ustedes la suficiente paciencia y aguante para leerlas; así que aquí termino de narrar, y el resto las dejaré para otra ocasión.  Si, p'o.




El Loco

sábado, 1 de febrero de 2014

Limpieza de Primavera

Llámenme Loco.

Como lo hago consuetudinariamente todos los años y al igual como muchas otras personas lo hacen; yo limpio diligentemente la buhardilla de mi casa para hacer espacio para poner las cosas de Invierno.  Pero no me detengo ahí, también despejo el sotabanco de mi mente para deshacerme de algunos pensamientos rancios, de algunas ideas estancadas, de algunos principios linajudos pero inútiles, y de la mayoría de los fragmentos y astillas de información general y sin peso, las que obstruyen y tupen el fino y demandante filtro de mis pensamientos.  En otras palabras, le hago un "tune-up" a mi coco pensante.

Esto me ayuda enormemente porque a pesar de que el saber no ocupa lugar, lo congestiona.  Cuando escribo, escarbo por los rincones (sin arañas de rincón) de mi mente por ideas, conceptos, conjeturas, e incluso por sospechosas nociones y rudimentos para estampar en el virgen papel; y a veces esto se me dificulta mucho porque me encuentro mirando al blanco cielo raso babeando profusamente, mis ojos están blancos (porque me estoy mirando el cerebro), y la mano que sostiene mi temeraria y levantisca pluma es presa de un galeótico tic nervioso.  En algunas ocasiones este estado persiste por varios minutos como un disco(1) rayado, pero el vivo y alerta centinela de mi mente que se pasea constantemente patrullándola me despierta y me saca de este incómodo y poco dignificante trance.  Por si se estuvieran preguntando cuál es el centinela de mi mente, es un peo mental que nunca ha podido encontrar su legítimo o autorizado lugar entre las grietas de los enmarañados pliegues de mi resuelto e inquieto discernimiento, y ni entre mi lucidez o mi raciocinio, por eso; jamás ha podido escaparse de mi calavera.

(1) Un "disco", para aquellos que aún  vivimos capturados en las edades de la vaquelita, la "pluma-vit", y de los chaquetones de Castilla (comúnmente llamados "chaquetón de pendejos"), el disco es un inventito plano y redondo (semejante a una pizza proletaria hecha con harina de lentejas); donde se grababan sonidos usando un gramófono.  Estos sonidos entonces se escuchaban usando un fonógrafo, y estos negros discos  estaban hechos de cloruro de polivinilo, material al que anteriormente se le llamaba "Shellac".     

Después de esta sagaz y minuciosa profilaxis mental, mi pluma corre rauda y libre sobre el desprevenido e incauto papel.  Así entonces, mi pluma galopa sin preocupaciones, las que en realidad nunca ha tenido ni las tendrá; y esculpe insidiosamente los ácidos y energúmenos escritos que ustedes pacientemente han estado ojeando durante el olvidado pasado.  Hoy he decidido sacar esta basura mental y darle un lugar; aunque no el más apropiado, para que se explayen y se deshagan de su inédita y empalicada frustración.  Todos ustedes saben que estoy loco y les advierto de que estos trozos de sedimento mental están escupidos despreocupadamente al azar, así que para leer e interpretar estos papiros de dudosa calidad intelectual, en la mayoría de los casos; la supervisión de sus padres no es necesaria.  Disfrute.

Insedit (Miscelánea)



¿Por qué las azafatas no nos dejan usar el teléfono celular durante el vuelo?

En USA, la Administración Federal de Aviación (FAA) prohíbe el uso de todos los dispositivos de transmisión inalámbrica porque existe la posibilidad de que éstas transmisiones puedan interferir con los instrumentos de navegación de un avión y con su componentes de comunicaciones, lo que causaría un mal funcionamiento de los sistemas. 

Ciertamente que estas intranquilidades son bastante exageradas, pero la FAA prefiere equivocarse por el lado de la precaución y la prevención, asunto del que ninguno de nosotros los puede culpar.

Como todo el mundo (que vuela al menos) lo sabe, los teléfonos celulares son un gran  recelo y una estricta prohibición durante el despegue y el aterrizaje (en ese orden para los menos entendidos).  A pesar de que todos saben de este asunto, lo que la mayoría de la gente no sabe, sin embargo, es el real "por qué" de esta conflictiva regulación.

Lo interesante de esto es que la FAA dice que los teléfonos móviles cuentan con "dispositivos de transmisión de radio", los que posiblemente podrían interrumpir la aviónica del aeroplano, pero increíble o convenientemente ignoran el mismo tipo de dispositivos en los marcapasos, en los auriculares para los sordos, en los audífonos para música, etc., que también y sin duda son y contienen dispositivos de transmisión.

En el año 2007, el un reportaje noticioso de la ABC en su programa 20/20 discutió con el veterano y experimentado piloto de líneas aéreas John Nance las investigaciones que 20/20 realizó en este campo, cuyos resultados desmienten y rivalizan los argumentos de la FAA.

Durante la entrevista, Nance dijo: "Casi no hay razones para preocuparse de que los teléfonos celulares vayan a interferir con el equipo de navegación de un avión"; y seguidamente continuó diciendo que los sistemas electrónicos de los aviones de pasajeros están "fuertemente blindados" en contra las señales electrónicas directas, emisiones de radio, y señales electrónicas. 

Si fuese cierto de que uno pudiese interferir en las comunicaciones y sistemas de un avión, los terroristas no necesitarían más que un celular pre-pagado barato para destruír todas las aerolíneas mundiales de pasajeros.  Y si estos mongoloides fueran más astutos, usarían un celular robado para echarle la culpa a otro.

La verdadera razón del por qué las autoridades no quieren que usted use su celular durante el despegue y aterrizaje, no tiene nada que ver con estrellar el avión o interferir con la aviónica de éstos; sino que tiene que ver con desbaratar la red de telefonía celular.

La Comisión Federal de Comunicaciones (FAA) después de efectuar detallados estudios de seguridad sobre el tema, concluyó que las llamadas activas durante despegue y aterrizaje tienen una repercusión directa en la estabilidad del servicio de telefonía celular a nivel del suelo.  Esto es así porque los aparatos celulares están diseñados para que se efectúen llamadas en tierra firme y no a altura, y para que los aparatos celulares se comuniquen y conecten con solo una torre de telecomunicaciones a la vez, y la que está más cerca de ellos.

Por otro lado, si usted efectúa una llamada celular mientras vuela a más de 885 kilómetros por hora, su teléfono se conectará con varias torres al mismo tiempo para mantener la llamada, y con esto ocupará el escaso y valioso espacio disponible en los circuitos, lo que causaría enormes estragos e interrupciones en el servicio.   En USA en el 2007 se propuso un plan para levantar la prohibición sobre el uso de celulares en los aviones, pero los que se opusieron no fueron la FAA o los pilotos, sino que la enérgico oposición vino de las compañías de redes celulares, las que arguyendo esta específica razón.

Ahora, los oponentes a este razonamiento arguyen que a pesar de que unos pocos dispositivos celulares estén en funcionamiento al unísono; estos en conjunto no podrían fragmentar un escudo de aviónica, o desmantelar una red de telecomunicaciones; pero que quizá muchos de ellos funcionando al mismo tiempo podrían interferir con la comunicación entre el piloto y el control de tierra.  Esto es importante porque esta comunicación es especialmente crítica durante el despegue y el aterrizaje.  En un caso de emergencia, la interferencia de comunicación con la torre podría causar un desastre terrible.

Por otro lado, si unos pocos teléfonos celulares funcionando en un avión mientras despega o aterriza son capaces de abatir una red de telecomunicaciones celulares, entonces estas redes son menos confiables que un abogado deshonesto, mas débiles que la conciencia de un político, y más falsas que el relleno de una sotana.

Esto se complica, pero ¿quién está en lo correcto?

Bueno, de acuerdo a las ociosas mentes de MythBusters, ha sido siempre seguro usar un celular en un avión, lo que probaron con sus burdos experimentos.  Sin embargo, debido a que hay incontables y diferentes tipos de dispositivos y modelos celulares que pueden o podrían funcionar mal, no hay forma ni manera de que los gandules de MythBusters puedan experimentar con cada teléfono celular que se ha fabricado en el planeta. 

La investigación de 20/20 determinó que la principal razón para la prohibición del uso de teléfonos celulares en los aviones es que ni la FAA ni la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) están dispuestos a gastar el dinero requerido y suficiente para llevar a cabo una investigación seria, y efectuar las pruebas de seguridad necesarias para obtener una conclusión irrebatible.  ¿Que cosas, no?

De acuerdo a las aseveraciones de Wiki, "Prácticamente todos los auriculares que los pilotos usan y que se venden en el mercado hoy en día, vienen equipados con un adaptador de teléfono celular para que el piloto puede usar su teléfono celular durante el vuelo".  Las compañías aéreas afirman que sus pilotos nunca usan sus teléfonos celulares en pleno vuelo, pero ellos no pueden saber ni afirmar esto porque el mentir es una costumbre encarnada en la esencia misma del ser humano, y yo personalmente tampoco estoy completamente convencido de esto.

Otras investigaciones independientes y surtidas indican que la compañía AT&T sugiere la  restricción de llamadas celulares durante el vuelo, con el dudoso interés de reducir las molestias a otros pasajeros causadas por las conversaciones.  ¿Desde cuándo a AT&T (o a cualquier otro proveedor) le ha importado o interesado la comodidad y la seguridad de sus usuarios?  Si usted es usuario de AT&T, ¿alguna vez en su vida AT& T le ha llamado a usted preocupada por su bienestar o seguridad?  La única vez que lo joden por teléfono es para cobrar, además; la caricaturesca sugerencia de AT&T no tiene absolutamente nada que ver con la cuestión de seguridad.  ¿AT&T piensa de que somos todos uno pendejos?

Algunos escépticos como usted y yo, creemos que la idea se ha planteado con el único propósito de impulsar el uso de los teléfonos incorporados en los respaldos de los asientos de las líneas aéreas, teléfonos que cobran una tarifa de asalto.  El usar un teléfono de respaldo no evita que un gil hable a gritos y moleste al resto de los pasajeros.

Hay otra investigación que sugiere que los teléfonos móviles no son tan fiables en el aire porque no están diseñados para que la señal cambie y salte de antena en antena de telefonía móvil a la velocidad de un avión.

Curiosamente, la FAA le dá al piloto de cada aeronave el derecho de conceder permiso para el uso de teléfonos celulares en pleno vuelo cuando al piloto le parezca.  Así que la próxima vez que viaje en avión y quiera, o necesite usar su teléfono celular durante el vuelo, cómprele un sánguche de pernil con cebolla y una Pilsener a su piloto en el terminal del aeropuerto antes de encaramarse al pájaro de metal.  ¿Quién sabe?, a lo mejor con la guatita llena y el corazón contento, puede ser que el cochero aeronáutico le deje usar su teléfono celular.

Nota: el uso excesivo del celular no causa celulitis.
________________________________________

Jeroglífico

¿Puede usted descifrar este jeroglífico?:   l l l l l e – e e e, l l l e

Respuesta:  Palo, palo, ♪ palo, palo, palito, palo é,   é - é - é,  palo palito palo é 
________________________________________

¿Qué animales se encuentran solamente en los Zoológicos?

Hay solamente 4 animales que usted puede ver, y que solo se encuentran en los parque zoológicos.

La gente normalmente visita los parques zoológicos para ver animales exóticos y desconocidos provenientes de lugares remotos, a los cuales nosotros no podíamos visitar por nuestra propia cuenta.  Hay algunos de estos animales que no se pueden ver en ningún otro lugar que no sea un zoológico.

¿Por qué? Porque estos animales están extinguidos en su hábitat natural.  Los últimos sobrevivientes de estas especies están acuartelados y protegidos en algunos zoológicos del planeta para resguardar su propia supervivencia hasta que desaparezca el último.  Así es como gastamos el dinero de los contribuyentes a manos llenas en un propósito que no tiene esperanza ni futuro alguno, y que será una pérdida garantizada y completa de inversión.  ¿Que cosas, no?

Aquí les presento a los susodichos:

La tortuga de Isla Pinta.  Su representante más famoso es Lonesome George, quién nació antes de 1912, y murió el 24 de Junio del 2012.  Esta tortuga es considerado el animal más raro del planeta.  Hasta su muerte, Lonesome George vivió en la Estación de Investigación Charles Darwin, la que se encuentra ubicada en Puerto Ayora, en la Isla Santa Cruz; en el archipiélago de las Islas Galápagos.  George fué descubierto el 1° de Noviembre de 1971 por el húngaro József Malacologist Vágvölgyi mientras comía "Töltött káposzta" con "Császármorzsa".  Para este entonces, la escasa vegetación de la isla había sido devastada por unas cabras desconsideradas de mierda y por la población indígena, lo que redujo a la especie a este último y solitario individuo.  Desafortunadamente no lo veremos más a Lonesome George porque ya se fué, pero me gusta Lonesome George así que lo puse aquí porque a pesar de que se extinguió, todavía vive en mis vívidas memorias.

El Martín Pescador de Micronesia.  Al igual que muchos animales de la isla, el Martín Pescador de Micronesia se adaptaba perfectamente bien a su hábitat nativo en Guam.  Pero con un minúsculo cambio, su existencia cambió inesperadamente para siempre.  Durante la Segunda Guerra Mundial, las serpientes arbóreas pardas fueron traídas a la isla desde Australia, Nueva Guinea e Indonesia.  La isla de Guam nunca tuvo grandes serpientes nativas, y estos pobres pajaritos no tenían mecanismos de defensa contra estas rápidas serpientes trepadoras de árboles, que terminaron comiéndoselos a todos.  Estas #$%@$# culebras se han comido a casi todos los pájaros de estas islas. 

El Perro Cantor de Nueva Guinea.  Los científicos siguen discutiendo sobre la clasificación taxonómica de este magnífico y hermoso cánido, también llamado Dingo de Nueva Guinea.  Algunos taxonomistas los han clasificado en la misma familia de los perros domésticos, aunque estos cánidos tienen un código genético distinto y exclusivo con respecto a todos los demás caninos existentes.  Estos Perros Cantores de Nueva Guinea se conocen por su aullido distintivo y melodioso, el que se caracteriza por un fuerte aumento de decibeles en su tono cuando comienza a aullar, y por las altísimas frecuencias al término del aullido.  Si nó todos, la mayoría de estos encantadores perritos canta mejor que cualquier participante de "América Tiene Talento".

El Cóndor de California.  Este es el más íntimo amigo de Condorito.  Los cóndores en general maduran sexualmente a una edad muy tardía, y por ende; su tasa de natalidad es más baja que la moral de un abogado deshonesto.  Estos magníficos pájaros carroñeros son mártires de nuestra irresponsable contaminación de la Biota y de los peligros ambientales tal como el DDT (DichloroDiphenylDrichloroethane) y el envenenamiento por plomo al ingerir animales muertos con perdigones, cortesía de cazadores inconscientes de quienes sus madres probablemente fueron flamantes pelanduscas.  Debido a esto, estos cóndores tan especiales no han podido aumentar su número para la seguridad de la especie.  En 1987 quedaban solamente 22 cóndores en estado salvaje, todos los cuales fueron capturados para un programa de cría en cautividad.  Y ahora sí que se jodieron los pobres pajarracos.
________________________________________

¿Cuál es la diferencia entre Depresión y Recesión?

Los periódicos y las desvalijadas transmisores de radio y TV siempre hablan suelta y dilatadamente sobre estos conceptos, y al escuchar estas gansadas vocales, estoy seguro de que los que hablan no tienen la más meretriz idea de la diferencia entre estas dos nociones.

El ciclo de negocios se mueve como las olas del mar.  Suben y se hacen fuertes, y después bajan y son débiles.  En esto no hay ciencia.  La recesión es como la ladera descendente de una ola, desde la cresta; hasta su punto más bajo.

Durante estas bajadas económicas, la producción industrial junto con la capacidad de originar trabajo disminuye grandemente, y por ende, también disminuye lo que los trabajadores ganan, y el lucro neto de la industria en general desciende a niveles bajísimos.

Definir la recesión en términos exactos es un tarea difícil e inexacta, pero como regla general, si el GDP (Producto Doméstico Bruto, o Producto Bruto Interno) declina o disminuye por dos trimestres seguidos, y a pesar de que esta disminución no es más que una gota en el balde con respecto al valor de mercado nacional incluyendo todos los productos y servicios de un país; esto es una importante señal de recesión.

Entonces en Economía, una recesión es la contracción del ciclo económico.  Es una desaceleración general de la actividad económica de un país o de una región.

Por otro lado, la depresión es como la recesión, ¡pero muchísimo peor!  Es más acentuada que la bajada por la ladera de la ola; es como una caída libre sin julepe(2) desde el tope de un alto precipicio.   

(2)  El Julepe es un juego de naipes, es también la definición para un esfuerzo excesivo, una reprimenda, una paliza, y también es una bebida medicinal hecha con agua destilada, jarabe, eucaliptos, y otras substancias; pero en Chile esta palabra es usada para indicar susto o miedo, estado de ánimo que siempre va acompañado por un nudo en el estómago, o con besitos estercóreos que atacan la oscura salida común  de los varios integrantes del intestino grueso.

Durante una depresión, a menudo, el desempleo alcanza niveles alarmantemente exorbitantes, la producción industrial del país se desploma completamente en todos los sectores económicos, el mercado de capitales se desmorona completamente, y la moneda del país pierde casi completamente su valor. 

En otras palabras, la depresión es la cagada económica más nefasta y dañina que le pueda ocurrir a un país.

En economía, se conoce como depresión a un período dilatado y continuado de recesión.  La Gran depresión fué una crisis económica mundial iniciada en Octubre de 1929, y que se prolongó durante toda la década de 1930.

Ahora sabemos indubitablemente que los curas, los abogados deshonestos y los políticos, están hechos de una aguda recesión ética, y firmemente complementados con una monstruosa y estentórea depresión moral.
________________________________________

Charles Chaplin

Sabía usted que... probablemente no, así que le cuento.  Sir Charles Spencer "Charlie" Chaplin sustentaba también el título de KBE (Knight Commander of the Most Excellent Order of the British Empire), fué un actor británico cómico, compositor, y quizá el más afamado director de cine que saltó al estrellato y a la notoriedad durante la época del cine mudo, aquel tiempo ido en que no se hablaban sandeces en el cine, y las películas actualmente eran buenas.

Alrededor de Octubre de 1977, a la edad de 88 años la salud de Charles Chaplin se había deteriorado a tal punto que necesitaba cuidado constante.  En la fría madrugada del 25 de Diciembre del año 1977, Chaplin murió en su casa después de sufrir un masivo derrame cerebral mientras dormía.  La ceremonia del funeral fué realizada el 27 de Diciembre en una pequeña ceremonia privada Anglicana, de acuerdo con sus póstumos deseos.   Acto seguido, Chaplin fué enterrado en el cementerio de Corsier-sur-Vevey, un municipio en el distrito de Riviera-Pays-d'Enhaut, en el cantón de Vaud, sobre el Lago Ginebra en Suiza; donde ahora también yace su cuarta esposa Oona O'Neil Chaplin.  Ambos fiambres se encuentran en tumbas adyacentes.

Todos saben acerca de la vida de Charlie Chaplin, pero pocos de lo que pasó después de su muerte. Tres meses después de que Charlie Chaplin murió y fué enterrado, su cadáver fué robado por dos mecánicos suizos con el fin de extorsionar a la familia a través de Oona Chaplin por dinero.  Oona Chaplin fué la cuarta esposa de Charlie después de Mildred Harris, Lita Grey y Paulette Goddard.  Oona y Chaplin se casaron en 1943, cuando ella tenía 18 años y él tenía 54.

Después de que la última viuda de Chaplin recibiera una demanda de rescate por los secuestradores de US$ 600.000; la policía comenzó a monitorear el teléfono de Oona, y otras 200 cabinas telefónicas en la región.  Acuérdese de que en ese tiempo no había celulares.  Oona se negó rotundamente a pagar el rescate, diciendo que su marido habría pensado de que la demanda era absolutamente "ridícula".  Los ladrones de cadáveres la llamaron más tarde y amenazaron la vida de sus dos hijos menores.  Chaplin fué casado 4 veces, y tuvo 6 hijos y 5 hijas. 

Nota: No se sabe exactamente cuándo se comenzaron a usar los condones en la antigüedad, pero el condón de Goma fué inventado en 1855; el de Látex en 1920; el de Poliuretano en 1994, y el que usa usted ahora, el de Polyisopreno en el 2008.  El condón más inútil es el de papel de volantín amarillo.

Como todo buen final de películas, los ladrones fueron capturados, pero el cuerpo de Chaplin fué encontrado 11 semanas más tarde.  Para evitar nuevos intentos profanadores, Sir Charles Spencer "Charlie" Chaplin fué vuelto a enterrar, pero esta vez bajo cemento.  ¿Qué cosas, no?
________________________________________

¿Cómo (y por qué) las Películas en Blanco y Negro son Coloreadas?

Recuerdo que cuando era joven, si alguien pedía algo inusual o muy difícil, nuestros amigos o conocidos nos decían: "¿Y que más 'querís'? ¿la Segunda Guerra Mundial en colores también"?  Esto parecía lo imposible.  ¿Pero que sabíamos los ignorantes y desorientados lolos de los 70?  Recuerden que la tecnología de aquel entonces se reducía al "pong" y al "Walkman", todavía teníamos teléfonos de disco rotatorio; el "floppy disk" acababa de nacer; las ampolletas halógenas se acababan de concebir y en Chile no había ninguna; para los más pudientes el VCR era lo máximo en entretenimiento hogareño; y para el automóvil, el "Ocho pistas" con sus "cassettes" de tamaño monstruoso, era lo más "pulento"(3) que había. 

(3) Esta es una palabra vulgar y sanchopancesca del coa Chileno casi sin uso hoy en día.  Se usaba más generalizadamente durante la década de los 70, y se empleaba para referirse a algo bueno u óptimo.  Este término es un chilenismo de estrato cultural rastrero y marginal.        

Muriendo la década, en 1979 Seymour Cray inventó el Supercomputador Cray, Scott Olson inventó los "Roller Blades", el primer teléfono celular del tamaño de un ladrillo hizo su aparición en USA, y para nuestra delicia visual las lolitas usaban minúsculos "Petos".  Y usted...  bueno; usted entonces estaba joven.

Durante la década de 1980 y a principios de 1990, recuerdo que cuando cambiaba los canales de TV y veía películas y seriales en blanco y negro (como por ejemplo las del guatón "Batman" y los chiflados de "Perdidos en el Espacio") a veces me tropezaba con algunas películas malamente coloreadas.

Las primeras colorizaciones de las películas se remontan a principios del siglo 20, siglo aquel del que nosotros éramos dueños.  Estos procesos eran decididamente de baja tecnología, sin embargo, los artistas se armaban de copias en color de sus películas antes de enviarlas a los cines.  El proceso de coloración computarizado con el cual estamos familiarizados hoy, no fué una parte activa del despliegue tecnológico de entonces, sino que hasta que el ex ingeniero de la NASA Wilson Markle, lo inventó en 1970.  El primer proyecto de Markle fué la adición de color a las imágenes del alunizaje original de 1969, pero ahora jubilado, tornó su atención a proyectos comerciales, y para este fin fundó la compañía "Colorization Incorporated" en 1983.  Este proceso no era barato porque les costaba a los productores más de $3,000 dólares por minuto de película.

¿Por qué entonces los estudios y los poseedores de derechos de autor se complicaron con todos estos costosos problemas para colorear películas?  La respuesta es simple.  Era una manera fácil de inyectarle vida nueva a sus películas obsoletas.  Al público no le interesaba ver otra vez películas viejas en blanco y negro, pero sí acudían en masa para ver las versiones coloreadas de sus películas favoritas.  Se estima que en 1988 el costo de colorear un largometraje era alrededor de $300.000 dólares, pero el promedio de ganancias generados por la redistribución de las películas coloreadas, pasaban los $500.000 dólares.

Todo esto murió principios de los años 90 y Hollywood no pudo ya explotar más este mercado ya que para esto, necesitan una fuerte y constante demanda para que colorear películas viejas fuese un negocio lucrativo.  
________________________________________

12 Formas de las Cuales Usted no Sabe los Nombres

Si le pido a usted que dibuje una estrella, le será muy fácil hacerlo a no ser que usted crea que un "cheerio" es una semilla de "doughnut".  Ahora, si yo le pidiese que usted dibuje una balbis, probablemente no tendrá la más peregrina o romera idea de lo que estoy hablando. 

Esta rara palabrita (balbis) suena muy extraña y difícil, pero lo que no usted quizá no sabe, es que usted ha estado dibujando balbises desde que aprendió a escribir.  Lo más circumbirúndico y peripatético del asunto, es que hay una runfla de formas con las cuales la mayoría de los seres humanos están muy familiarizados visualmente; pero que no tienen la mínima sospecha de cuál es el nombre que se les dá a ellas.

Balbis. 

Matemáticamente una "balbis" se define como una línea singular la que es delimitada por otra línea secundaria en cada uno de sus extremos.  Estas líneas secundarias están emplazadas anexamente en un ángulo recto (90°) con respecto a  la línea principal.  En otras palabras menos intricadas, balbis es el nombre de la forma de la letra H mayúscula.

Vesica Piscis. 

Una vesica piscis se construye superponiendo dos círculos con radios iguales, de modo que el borde o circunferencia de cada círculo pasa por el centro del otro círculo. En Latín, vesica piscis significa "vejiga de pez", y es el área congruente entre los dos círculos, la que está contenida entre lo que parece dos "medias lunas".  Una pelota de fútbol americano que parece una aceituna, tiene la forma de vesica piscis.

Eneagrama.

También esta forma de estrella de nueve puntas afiladas es conocida como la “Estrella de Goliat” o "Polígono Estrella" y no tiene absolutamente nada que ver con un "enema".  En geometría, un eneagrama es una figura geométrica de nueve puntas, a la que a veces se le denomina nonagrama.  Hay muchas figuras geométricas de distinta forma que son eneagramas, como por ejemplo el eneagrama Gurdjieff en cosmología.

Lemniscata.

En geometría, la Lemniscata de Bernoulli es una curva plana algebraica donde dos líneas se unen en un punto central.  Esto puede referirse a cualquiera de las diversas formas parecidas a la curva del número ocho en forma horizontal.  La lemniscata fué descrita por primera vez en 1694 por Jakob Bernoulli como una modificación de una elipse, que es el lugar geométrico de los puntos para los que la suma de las distancias a cada uno de los dos puntos focales fijos es una constante.  Esta forma se ha convertido en el famoso "Símbolo del Infinito."

Squircle.

No hay una traducción exacta de este nombre al Castellano.  El nombre de esta forma es una ridícula cruza híbrida de un cuadrado y de un círculo, lo que sería un "círculo cuadrado", una forma con las propiedades geométricas de ambos.  Un squircle es una forma matemática con propiedades entre las de un cuadrado y las de un círculo.  Es un caso especial de superelipse.  La palabra "squircle" es un acronismo de las palabras inglesas "square" (cuadrado) y "circle" (círculo).

Nota: las "cruzas" a veces son inverosímiles  Por ejemplo, la cruza entre un elefante y un elástico es un "elastifante"; entre una culebra y un puercoespín, alambre púa; y entre un gorila y un canario, nada; pero vieran como grita ese pobre pajarito...

Annulus.

El término técnico para el espacio que se forma entre dos círculos concéntricos, es annulus, una palabra de raíces Latinas muy apropiada para esta forma y que significa "anillo pequeño".  Esta forma de anillo abierto es topológicamente equivalente a ambos, el cilindro abierto y el plano perforado.  En matemáticas, el annulus es un objeto o corona circular con forma de anillo, específicamente la región contenida entre dos círculos concéntricos.

Stadium.

El stadium o "estadio", no tiene nada que ver una sede deportiva para practicar deportes.  Un "estadio" geométrico es un rectángulo con un par de semicírculos situados en los extremos opuestos.  Un nombre común alternativo para esta forma geométrica de dos dimensiones es: "discorectángulo".  Ahora sabe por que los Estadios se llaman "estadio".  Una forma tridimensional de stadium sería una cápsula, del Latín "capsulae".

Triquetra

Esta forma es más intricada.  Esta forma es también conocida como "nudo de trébol".  Las Triquetras son un elemento primordial del arte Celta, y de las normas cristianas primitivas de decoración, las que a veces se dibujaban entrelazadas con un círculo.  La palabra original Latina se deriva de "tri -tres" y "quetrus -acorralado", la que originalmente significaba "triángulo", y que se utilizaba para referirse a diversas formas de tres esquinas.

Nonagon.

Es una figura geométrica de nueve lados.   Un nonágono regular tiene ángulos internos de 140° cada uno, y ángulos concéntricos de 40° cada uno.  Un nonágono regular no se puede construír solo con compás y una regla, y hay métodos de construcción que producen resultados análogos aproximados.

Heptagrama.

Esta forma es la de una estrella de siete puntas afiladas.  Esta forma es también intitulada septagrama, o setptegrama.  En general, un heptagrama es cualquier heptágono auto  intersectado, o un polígono de 7 lados.  Comúnmente entre las culturas religiosas modernas y aquellas neopaganas, el heptagrama se usa como un símbolo cristiano-pagano, incluyendo diversas tradiciones de brujería modernas, englobando a la mayoría de las religiones.  Por eso que para hacer un "Exorcismo" los curas usan un heptagrama y no una bacinica.  ¿Qué cosas, no?

Triángulo Reuleaux

Esta forma curvilínea lleva el nombre del ingeniero alemán Franz Reuleaux, y es el polígono más simple y mejor conocido.  Este triángulo es una curva de amplitud constante, lo que quiere decir que la separación de dos líneas tangentes a la curva, es independiente de su orientación; y todos sus diámetros miden lo mismo.  Esta forma se usa comúnmente en la fabricación de "uñetas" para tocar guitarra.

Nota: ahora usted busque en internet, en la enciclopedia o en alguna otra parte las manifestaciones visuales de estas formas y diga: "¡Aaaaah, esta gueá yo ya la sabía, po!"
________________________________________


No puedo acabar una limpieza correcta y completamente sin terminar de sacar la toda la boñiga.  Este es el último trozo de broza:

Insultos Cosechados y Legítimamente Merecidos (nivel: leve)

Abogados deshonestos:

-       El certificado de nacimiento de los abogados deshonestos no es más que una sincera y sentida carta de disculpas de la fábrica de condones.

-        El árbol genealógico de las familias de abogados es un cactus porque todo el mundo en él, es un aguijonazo potencial.

-          Si quiere suicidarse, súbase al EGO de uno de estos esbirros, y láncese al vacío.

-         Los abogados deshonestos son prueba innegable e incuestionable de que la evolución puede revertirse.

-        A estos individuos no se les pude dar una paliza, porque es considerado abuso y crueldad de animales.

-       Los abogados deshonestos ocasionalmente se encuentran con la VERDAD, pero rápidamente reaccionan y actúan como si nada hubiese pasado.

-          Los abogados deshonestos no son buitres, sino lo que los buitres comen.

-          Cualquier similitud entre abogados deshonestos y un ser humano es pura coincidencia.

-          Los abogados deshonestos no beben de las Fuentes del Saber, solo hacen gárgaras con ellas.


Políticos:

-          Los políticos se debieran de callar porque por más que hablen, ellos nunca serán el hombre que fué su madre.

-          Aparentemente, la moral de estos esbirros se incendió, y los bomberos apagaron el fuego a hachazos.

-          Si los políticos fuesen dos veces más inteligentes de lo que son, serían estúpidos.

-          El culo de todos los políticos está hondamente celoso de sus bocas por la cantidad de mierda que sale de ellas.

-          Si el cerebro de los políticos explotara, ni siquiera los despeinaría.

-          Los políticos no saben que la arrogancia NO ES una virtud.

-          Cada vez que me acuerdo de los políticos, es porque estoy en el Zoológico observando la jaula de las hienas.

-          Si asesináramos a todos aquellos que odian a los políticos, no sería asesinato, sino genocidio masivo.

-          Los cerebros de los políticos están como nuevos porque nunca los usan.


Frailes:

-          Los frailes deben haber nacido en una carretera porque ahí es donde la mayoría de los malos accidentes ocurren.

-          La primera vez que sus madres fueron a dejar al colegio a los futuros frailes, el Departamento de Sanidad les dió una multa por tirar basura en lugares públicos.

-          Usted podría estar de acuerdo con los que estos extemporáneos frailes profesan, pero entonces ambos estarían equivocados.

-          Los frailes tienen una cuantiosamente baja y constantemente perdida opinión de la gente, porque piensan que somos todos iguales.

-          Los frailes son los únicos que cuando toman un prueba de Coeficiente Intelectual, los resultados son siempre negativos.

-          Los frailes no saben cuál es la diferencia entre un pasatiempo (Hobby) y una enfermedad mental.

-          Los frailes son una prueba innegable de que dios tiene un triste y sádico sentido del humor.

-          Los frailes son muy aritméticos: agregan problemas, restan placer, dividen la atención, y multiplican la ignorancia.

-          Todos descendemos de los simios, pero los frailes no descendieron lo suficiente.


Me limité a ser justo y equitativo; así que solo le dí 9 opiniones sobre cada uno de estos mentecatos y escuálidos escualos morales.  Los políticos, los abogados deshonestos y los frailes no me pueden acusar de imparcialidad o discriminación, porque honestamente, los desprecio superlativamente a todos equitativamente.
________________________________________


Creo que cuando la tecnología ocupe la mayor parte de nuestro tiempo y de nuestra atención, tendremos una generación de perfectos idiotas.  Aparentemente ya pasamos la mitad del camino.
________________________________________

Otra gran mentira:

¿Por qué la fotografía y el video no son permitidos en la Capilla Sixtina?

La respuesta es muy simple: dinero para El Vaticano.

Yo he sido en más de una ocasión, uno de entre los cuatro millones de visitantes que visitan la Capilla Sixtina, no para ver este estrecho y mal construído, sino que para admirar los extraordinarios y hermosos trabajos de Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni, conocido por sus amigos, hinchas y conocidos, simplemente como Michelangelo.

A pesar de que se supone que la contemplación de estas obras extraordinarias se debe hacer en silencio, los descomedidos e insolentes guardias de seguridad del Vaticano, los visitantes de la capilla nos encontramos asaltados por idióticos y zafios gritos de "¡No foto! ¡No video!" de estos policías de closet.  Esta absurda e incoherente prohibición ha estado en vigor desde hace varias décadas, y si usted cree que esto se implementó para evitar que el parpadeante "flash" de las cámaras no dañe las obras, usted no tiene idea de fotografía, arte o la interacción entre ambos.

La absurda mentira que empuja y publica El Vaticano es ésa, pero la verdadera razón se remonta a la restauración del arte de la capilla que comenzó en 1980, y que tomó cerca de 20 años en completarse.

Cuando los burócratas del Vaticano decidieron embarcarse en la restauración del arte de Michelangelo, el precio para tal delicado esfuerzo los convenció de buscar limosna externa para financiar el proyecto ya que El Vaticano no quería gastar su propio dinero.  Despues de mucho mendigar, el postor más barato fué la compañía Nippon Television Network Corporación del Japón, los que pidieron 3 millones dólares por el trabajo, pero que a la postre terminó costándoles a los sonsos vaticanenses más de $4,2 millones de dólares.  Los japoneses no pueden hacer presupuestos exactos porque los Nipones tienen una visión mas "estrecha" que el resto de nosotros.

A cambio de la financiación por la renovación artística, Nippon TV recibió los derechos exclusivos de fotografía y video de todo el arte restaurado, así como las fotos y las grabaciones del proceso de restauración efectuadas por el fotógrafo Takashi Okamura.  Como resultado de este acuerdo comercial, Nippon produjo múltiples documentales, libros de arte, y otros proyectos que ofrecen sus fotos exclusivas y filmaciones de la restauración de la Capilla Sixtina, incluyendo varias colecciones célebres de los estudios fotográficos que informaron sobre el proyecto; y por supuesto, El Vaticano recibió suculentas comisiones en sus bolsillos sin fondo.

Usted debe de saber que la prohibición de tomar fotografías en la capilla expiro hace mucho tiempo.  La exclusividad comercial de Nippon sobre las fotos expiró tres años después de que cada etapa de restauración se completó.  Por ejemplo, las fotos de la representación épica de Michelangelo "El Juicio Final", ya no estaban sujetos a los derechos de autor de Nippon a partir del año 1997, porque esa etapa de restauración termino en 1994.  Sabiendo esto, tomé fotografías de la Capilla Sixtina hasta que me dió hipo.

Para que sepa más detalles, la prohibición de tomar fotos de la Nippon no era para "los turistas ordinarios," sino que para fotógrafos profesionales.  Como los nipones son paranoicos, para evitar "que algún fotógrafo profesional disfrazado con Bermudas, calcetines y sandalias" se les colase, las autoridades decidieron arbitrariamente y sin derecho aplicarle la norma a todo el mundo.  Típico del Vaticano y sus conocidas prácticas mafiosas.

Así que cuando visite la Capilla Sixtina la próxima vez, y esos guachimanes vaticanescos disfrazados con bombachas de payaso le griten que no tome fotografías, no les preste atención alguna, y si tiene problemas, mándelos a hablar conmigo porque tengo un par de cosas específicamente especificas para decirles.

Esta ciudad-estado independiente (El Vaticano) fué establecida en el año 1929 por el Tratado de Letrán (me pregunto qué tipo de asientos tendría este lugar...), el que fué firmado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Gasparri, en nombre del Papa Pío XI y por el primer ministro Benito Mussolini en representación del rey Víctor Manuel III de Italia.  El tratado se refiere al Vaticano como una nueva creación (Preámbulo y artículo III), y no como el residuo que es de los mucho más grandes Estados Pontificios (756-1870), que abarcaban previamente gran parte del centro de Italia.

Nota: ¿Sabe usted por qué el Papa tiene condones en su velador?    Por si la Santa Sede...
________________________________________


Sí señores, señoras, señoritas y el resto; todo este desecho sobrante de discernimiento hueco, sin mucho valor de trueque y el que no le importa a nadie, estaba acumulado en los zócalos de mi cerebro y permanecía atascado en los fuelles de mi mente y en sus innumerables e inquietas dendritas. 

Ahora que mi mente está más acendrada, tengo más espacio disponible para basura nueva.
Llámenme Loco.




El Loco