domingo, 3 de septiembre de 2017

Desenfrenada Sodomía Religiosa

Carta abierta a la Comunidad Marista a luz de los aborrecedores crímenes sexuales perpetrados por estos mal llamados “religiosos” en contra de sus alumnos.  El depravado delincuente en cuestión se llama Abel Pérez, y su procedencia es tan desconocida como la cantidad de crímenes que ha cometido.

            He recibido estas noticias desde varias disímiles fuentes con tremendo dolor, pero sin sorpresa alguna.  Escribo esta carta porque quiero salvar mi respeto y adoración por esta congregación Marista, la que me entregó tanto y tan desinteresadamente a través de sus decentes y honestos profesores y educadores.  Como todos aquellos que leen mis escritos, sabrán que no tengo empacho en decir lo que quiero y lo que pienso en aras de la verdad, porque no existe ser viviente en el Universo que pueda comprar mi luz, ni ente en el Universo que pueda comprar mi silencio.     

            Estoy seguro de que los sacerdotes, Hermanos Maristas y todos aquellos que se apodan “religiosos” están enterados del “Libro de Gomorra”, escrito alrededor del año 1051 por “San Pedro Damián”.  En varios capítulos de este libro, Damián menciona repetidamente su enorme desprecio por aquellos sacerdotes pedófilos y degenerados quienes tienen contacto sexual con los niños.  Damián habla en su libro del tremendo daño hecho a la iglesia por estos sacerdotes pervertidos y ofensivos, y el irreparable daño consumado en contra de sus indefensas víctimas.  Este libro fué inspirado en siglos de sodomía y pedofilia perpetrados por la llamada “iglesia” en contra de sus indefensas víctimas.  No se olvide que “sodomía” es un término religioso inventado por la misma Iglesia Católica para puntualizar actos sexuales desviados, palabra que adoptaron alegremente junto a la pedofilia.

            Damián le pide en su libro al Papa León IX que tome alguna forma de acción, pero sus alegatos fueron ignorados no solo por este cobarde y deshonesto Papa, pero por la iglesia católica en su totalidad.  Llevamos casi mil años y 115 Papas enfermos moral y mentalmente quienes no han sido capaces de hacer ningún intento notable o razonable para contener las actividades de estos clérigos envilecidos y moralmente muertos, quienes a diario, siguen sodomizando a nuestros inocentes niños.  Esta degenerada iglesia sigue escondiendo y protegiendo a estos criminales a nuestras expensas.  Esto es porque al Vaticano sólo le interesa defender su ya tan sucia imagen, y no resolver el problema.  Esta es  la típica mentalidad paranoica conspiradora que prevalece y supedita el pensamiento y acciones de la mayoría de los prelados de la Iglesia, y aparentemente también a algunos integrantes de instituciones como la de los Hermanos Maristas, tal como lo hemos descubierto hoy.

            Es risible e irónica la gran cantidad de “comisiones” que el descarriado Vaticano ha nombrado  para investigar estos terribles abusos del clero los que ya cuentan con demasiados siglos de antigüedad.  Lo que hacen, es poner al ladrón empapado de la irroración eclesiástica a cargo del botín.  Esta farsa no ha generado resultados porque a la iglesia católica solo le interesa proteger su insaciable y ávida necesidad de sodomía, codicia, y la sórdida auto-preservación de sus virulentas enfermedades mediante el sacrificio de millones de nuestros niños.  Y sabiendo esto, ¿que hacen los cínicos católicos y sus sucios obispos?  Les siguen dando un enorme apoyo financiero y protegiendo al conocido sacerdote abusador sexual, escondiéndolo de la justicia, y predicando basura indigestible en protección de su indefendible posición.  Desafortunadamente, ésta es una vasta e insondable cultura religiosa sacerdotal enraizada en milenios de abuso y cobardía, pero algún día cercano, rodarán cabezas.

            El nutrido rango de feligreses que asisten libre y voluntariamente a estos mataderos intelectuales religiosos debería, seria y honestamente; revisar sus disueltos valores morales, éticos y espirituales.  ¡Qué insensible y superficial me sentiría yo si fuese uno de estos enturbiados feligreses!  Lo cierto es que su silencio otorga, mientras que oculta y protege un peligroso y resbaladizo secreto.  No sé cómo medir tamaña cobardía y cinismo.  Si las víctimas fuesen ellos mismos o alguno de sus hijos o hijas, quizá estos feligreses cambiarían de opinión con respecto a sus amos morales.  

            Recuerde que la Iglesia Católica declaró que la pedofilia es “Libertad Religiosa” para los curas.  La archidiócesis de Milwaukee en USA ha afirmado que la pedofilia es una "libertad dada por Dios" para los sacerdotes.  Estos repugnantes comentarios fueron hechos por el cardenal Timothy Dolan después de que fué capturado transfiriendo fondos de la iglesia a un fideicomiso separado (US $55 millones de dólares), con el fin de pagar para no ser enjuiciados por el abuso de niños.  Ningún miembro de la iglesia lo contradijo y los necios y mentecatos feligreses siguen pagando este diezmo de letrina para darle apoyo y justificación a estos actos.  Si no me cree, descúbralo usted mismo en:


            No es solo atormentante descubrir que un hermano Marista esté involucrado en la constante práctica de abuso sexual de menores, pero cuando se abre la Caja de Pandora, uno se pregunta, ¿desde cuándo ésto está pasando?  ¿Cuántas víctimas realmente existen?  ¿Cuántos otros degenerados se esconden detrás de esta magnífica Congregación Marista?  ¿Por qué se les esconde y protege de la justicia?  No quisiera pensar que los traidores manipuladores de este sistema son de la misma calaña y despreciable ralea, pero tiraron la piedra, y cínicamente ahora tratan de esconder sus sucias y obscenas manos. 

            Esto no pasó ayer ni pasó una vez, y la congregación sabe esto desde hace muchos años.  ¿Por qué los ocultan?  ¿Acaso tienen miedo que el perpetrador les arrastre con él?  ¿Cuánto pesa una sucia conciencia?  ¿Tiene el perpetrador evidencia en contra de otros para obligarlos a protegerle?  ¿Por qué en vez de entregar al criminal a la justicia lo disfrazan?  Sí, los disfrazan hasta que la débil y corta memoria humana no lo recuerde más, y entonces estos degenerados vuelven a sus andanzas.

            Esto me preocupa y me molesta muchísimo: De acuerdo a un enunciado Marista de la Provincia Santa María de los Andes con fecha 26 de Agosto de 2017, Ernesto Reyes Plaza, Representante del Provincial para la Misión dice en su enunciado: “Una vez que se tuvo conocimiento de estos actos abusivos, el hermano tuvo que abandonar inmediatamente el colegio, siendo relegado a cumplir labores estrictamente administrativas, alejado totalmente de toda relación con niños, niñas y adolescentes.”  Ésta es la manida decepción trabajando para sus amos, y una sarcástica y cruel burla en contra de las inocentes víctimas y sus familias.  Tampoco puedo medir el abismante tamaño de esta artera calumnia de adalpelágico cinismo.

            Esto es además una chirigota desabrida, ladrona, hipócrita, sin moral, y de muy mal gusto.  ¿Acaso piensan estos curas que somos estúpidos?  ¿Acaso piensan estos curas que somos uno de ellos?  ¿Y dónde está la justicia para las víctimas y sus familias en esta sórdida e irresponsable declaración?  ¿Por qué éste degenerado no está en la cárcel pagando por sus delitos confesos?  ¿Es que las altas sillas Maristas tienen miedo de que se les descubra algo más siniestro, diabólico y pecaminoso aún?  Desafortunadamente basado en estas irresponsables, desatinadas e impúdicas acciones, tengo que pensar que hay muchísima más basura oculta y enmascarada, ¿y quizá los protectores de este tunante estén asustados de que se les descubran sus indecentes secretos?  El hedor no es ya solo perceptible, pero muy visible.

            Creo y quiero seguir creyendo que la gran mayoría de los Hermanos Maristas son decentes, limpios y bien intencionados, y poseedores de una vocación religiosa sin titubeos y sin lugar a dudas como muchos de ellos lo han demostrado incuestionablemente.  Espero que las desviadas acciones de unos pocos no ensucien ni mancillen lo positivo que aún queda de esta amada y respetada institución en mi profundo corazón.  Esto incluye a quienes están a cargo de la “administración”.  Es innegable lo que la congregación ha hecho por la educación.  Yo me considero un producto de esta magnífica y excelsa educación y estoy orgulloso de ello; pero a la luz de estos asquerosos hechos necesito y demando acciones definitivas y explicaciones lógicas consecuentes, que tengan valor discernible, y que sean moralmente aceptables; y nó estos licenciosos tapujos de lenguas viperinas con sus pecaminosos carteles de injusticia comprada.  Por favor no se olviden de las víctimas.  

            ¿Cuán condescendiente y pusilánime puede llegar a ser un comunicado oficial en el que públicamente se protege y oculta a un sucio criminal?  ¡Hágase usted esta pregunta!  Me molesta profundamente esta vil acción y reacción propia de un hampón intelectual; en la inmensurablemente hipócrita y encubridora declaración emitida por la Provincia Santa María de los Andes.  El incoherente e insensato enunciado Marista perpetrado por este oscuro mensajero de la indecencia, Ernesto Reyes Plaza; en representación directa y personal del Provincial para la Misión; no es más que una excusa patética y absurda para encubrir el enfermo y crónico origen de estos problemas, y perpetuar esta mediocridad moral degenerada para el solo beneficio de esta Mafia Religiosa y sus numerosos esbirros pederastias.  No he oído al Provincial (ni a ningún otro) refutando esta basura, por lo que podemos patentemente adjudicar que éste último, está en la misma pandilla.

            Espero que estos fallidos maestros de la mentira y la falsedad; estos increíblemente cínicos y artificiosos encubridores recapaciten antes de que la justicia verdadera llegue a través de manos ajenas, cansadas ya de falsedades e iniquidad.   Por su propio bién no olvide el sabio dicho: “Dime con quién andas, y te diré quién eres”.  Es obvio para mí que esto salió a la luz porque los han pillado en el delito.  Este es un hecho del que sabían desde hace muchos años, pero estas malintencionadas y ruines alimañas humanas callaron traidoramente para ocultar la indecencia y la culpa de sus propios pecados.  Ahora usan sus vendidas y fraudulentas lenguas para hablar de “justicia”, porque no les queda más remedio que hacerlo para no tener que reconocer y aceptar públicamente su deliberada concomitancia y coexistencia voluntaria en estos horribles crímenes.  Pero desafortunadamente para ellos, la realidad nos muestra claramente lo que es innegable.

            Yo soy un corrosivo guardián intelectual, y quizá mi acerba y ácida opinión sobre este desagradable tema le moleste profundamente, pero de alguna manera tengo que zarandearle en forma real y violenta su dormida conciencia “religiosa” y moral, en un intento de usted que abra sus velados ojos y vea y reconozca la realidad.  Si está en desacuerdo conmigo y con mi sincera opinión, realmente me importa un bledo lo que usted piense o pueda pensar de mí, porque si usted no lleva la camiseta del mismo color de la de mi equipo, usted en mi enemigo declarado y la oficialmente depuesta parte de este descabellado grupo de pedófilos sodomitas.  Espero que conozca y practique la virtud de la honestidad, la que perdió ya hace tantos siglos la moralmente desaseada Iglesia Católica.

            No le temo a nada ni a nadie en el Universo porque los buenos y honestos Maristas me enseñaron a llevar mis bolas bien puestas.  Esta es mi opinión sincera, abierta y sin tapujos, y no existe ser viviente en el Universo que pueda comprar mi luz, ni ente en el Universo que pueda comprar mi silencio; y además porque mi moral, al contrario de la de estos despreciables y soeces rufianes, no tiene precio.


Rodrigo A. Guajardo
Orgulloso Ex-Alumno Marista
Instituto Alonso de Ercilla

Santiago de Chile

sábado, 2 de septiembre de 2017

Morui Sunt Nauta

La más misteriosa y desconocida frontera de la experiencia humana es lo que pasa después de la inapelable muerte.  No llamo a este confín, como muchos lo hacen erróneamente: “La vida después de la muerte” porque ya no es “vida”, y no tenemos la más  romera  idea de qué es lo que hay o pasa desde ese dintel hacia lo desconocido.  No sabemos si entramos a la nada, o a otra dimensión de existencia. 

Las estultas religiones pretenden saber lo que hay después de la muerte, pero este asombroso e incontenible filosofunculismo* no contiene ni lógica, ni valor, ni verdad.  Esta ideación es meramente un decadente retazo de imaginación desequilibrada y paranoica, nacida de una mente pequeña y de escuetísimas fronteras usada para usufructuar de aquellas mentes aún más romas; lo cual en mi opinión estrictamente personal, constituye un Ad Hominem*

Pero este escrito no es un reproche o una crítica a las infundadas creencias humanas, ni a las gratuitas incertidumbres religiosas, o al rebajado copucheo de las agras y fermentadas lengüetas de aquellas preludiantes ancianas de desenganchadas y desenfrenadas lenguas, quienes frecuentan las espadañas de los confesionarios en aquellos degolladeros intelectuales religiosos, o en esquinas, pasadizos, ferias o angostillos de conventillo.

Muertonautas o Argonautas de la Muerte (Morui Sunt Nauta)

El feudo de la muerte es un secreto absoluto para nosotros, es un “territorio” desconocido al que aparentemente podemos hacer solo un viaje de ida.  Lo que nos sucede después de la muerte ha sido y sigue siendo un misterio consumado desde la iluminación humana, este acertijo nos ha sido frustrantemente evasivo porque somos incapaces de explorar esta frontera en un nivel estimable, sin concretar este último viaje de ida por nosotros mismos.

A pesar de nuestros avances en ciencia, tecnología y nuestra desarrollada pericia para indagar aquellos lindes fuera de nuestro magín, y aún siendo socorridos por nuestras teorías científicas y filosóficas, todavía seguimos más ciegos que aquel que no quiere ver.  Tan ciegos como la prestricción* de los Papas católicos ante el abuso sexual de sus patibularios secuaces.

Hay un grupo de científicos quienes ambicionan escudriñar más profundamente dentro de los dominios después de la muerte, pero estos hombres de ciencia son atacados por aquellos de insignificantes mentes quienes se atiestan con los ciegos credos del dogma religioso, con el ridículo social basado en ignotismo*, y con el sempiterno malentendido imbuído en sus mentes trogloditas.

En una amplia encuesta llevada a cabo en 1982, los resultados revelaron que solamente un 16% de los más destacados científicos a través de varios campos de ciencia quienes fueron cuestionados acerca de esto; creían que había una vida después de la muerte.  Solo un escueto 4% piensa que alguna vez seremos capaces de demostrar y evidenciar esta incógnita en forma concluyente.  Esta indolente actitud general de desatención y desinterés por parte de la comunidad científica en general, ha estorbado y entorpecido los esfuerzos de aquellos que ambicionan reflexivamente estudiar la posibilidad de una vida después de la muerte, lo que además conlleva un financiamiento el que muy raramente se concede para estos fines, y los científicos que se embarcan en estos proyectos se arriesgan al ridículo y a la burla de sus colegas.  Pero no hay que olvidar que la risa y la burla abundante son un cuantioso ingrediente de la ignorancia.  

Lo notorio de esto es que la tasa de creencia en algún tipo de “vida” después de la muerte es significativamente mayor entre médicos.  Una encuesta que se realizó en el año 2005 con estos propósitos, demostró que el 59% de los médicos estadounidenses creen en un tipo de “vida” futura, lo que representa un porcentaje dramáticamente más alto que cualquier otra profesión científica.

Tal vez esta poderosa creencia de que hay algo que nos lleva más allá del ámbito de la vida, tiene que ver con las vividas experiencias de los médicos que tratan con aquellos pacientes que han experimentado lo que se llama “experiencias cercanas a la muerte, o NDE (Inglés para “Near Death Experience”).  Hay una gran compilación de informes provenientes de personas que afirman que después de que los han declarado clínicamente muertos, pero que asombrosamente han revivido; ellos han conservado una cierta forma de conciencia de esta experiencia, y han informado más a menudo de lo esperado acerca de fenómenos similares durante este estado -independientemente de sus creencias religiosas- de que han “visto” un tipo de vida alternativa después de la muerte.

Estas extrañas experiencias han sido y siguen siendo reportadas por un asombroso número de personas.  En los Estados Unidos alrededor de 200.000 personas reportan estas experiencias durante su “muerte” cada año, además de una cantidad incalculable en el resto del mundo.  Las experiencias NDE que se suelen reportar más repetidamente incluyen dejar el cuerpo físico para “flotar” observar la habitación donde está su cuerpo, ver una luz muy brillante, experimentar una sensación de paz o de amor infinitos, e incluso reportan el reencuentro con amigos o familiares muertos.

Mi madre tuvo un ataque cuádruple al corazón, y fué reportada clínicamente muerta.  Esto le sucedió por un lapso relativamente corto, pero cuando “revivió”, ella dijo que había visto una luz muy brillante y que también había visto un lugar hermosísimo al que iríamos después de la muerte.  Dijo además que sintió una paz infinita y no sintió miedo alguno.  Años más tarde, mi madre expiró irreparablemente el 22 de Agosto del 2015, el peor año de mi vida; y quizá ella esté ahora en aquel lugar que vió anteriormente.

¿Realidad o Ficción?

Aunque los informes de NDE puedan ser considerados totalmente subjetivos, o ser el mero resultado de alucinaciones bajo una situación traumática, hay similitudes fundamentales entre ellos.  El increíble número de personas que los reportan insinúan un fenómeno subyacente y más profundo, con elementos específicos que posiblemente puedan ser objetivos, y científicamente medidos y cuantificados.

Un meticuloso y serio estudio llevado a cabo por un equipo de científicos alemanes de la “Technische Universität of Berlin” dirigidos por el Dr. Berthold Ackermann, recopiló una gran cantidad de informes de NDE de cientos de pacientes, y llegó a la conclusión de que el extraño paralelismo común derivado de un número extraordinario de crónicas de personas de todos los ámbitos de vida en el mundo entero, quienes afirman haber retenido conciencia después de la muerte; sugirió que el fenómeno merecía más estudio.  El Dr. Ackerman apuntó a estas semejanzas:

Los recuerdos más comunes incluyen un sentimiento de desprendimiento o separación del cuerpo físico, percepciones de levitación, serenidad total, seguridad, calidez, la experiencia de una disolución absoluta del aspecto terrestre, y la manifestación de una luz abrumadoramente brillante.

Las revelaciones de estas visiones entre personas que estuvieron clínicamente muertas en un momento, y las que permanecen bastante consistentes entre creencias e ideales, ha persuadido a algunas colectividades de investigadores de que hay algo que va más allá de los paradigmas actuales, y que incluso podría señalar o establecer la existencia de alguna dualidad desconocida entre el cerebro físico y la conciencia misma, o por lo menos algún proceso físico que aún no podemos entender.  Este raro pero cíclico fenómeno apunta inequívocamente a que pudiese haber una respuesta científicamente demostrable, la que simplemente se encuentra fuera de nuestro entendimiento y de las herramientas que poseemos para cuantificar esta anomalía apropiadamente.

Muchos de los estudios que se han dedicado a estudiar y a objetivar las NDEs, intentan aprender y entender más acerca de la vida después de la muerte, se asientan en escudriñar a las víctimas de un paro cardíaco.  Las víctimas de un paro cardíaco total están normalmente en un entorno completamente controlable –un hospital por ejemplo- y tienen una oportunidad de ser arrancados de las frías garras de la indolente Muerte.  

Uno de los muchos estudios realizados en este ámbito fué efectuado por el investigador principal Pim van Lommel, del Hospital Rijnstate en los Países Bajos en año 2001,  Este estudio fué publicado en la revista médica británica Lancet, y se centró alrededor de 344 pacientes quienes sufrieron masivos ataques al corazón, quienes fueron declarados clínicamente muertos, pero que después, fueron resucitados con éxito.

Este estudio tan poco usual se concentró en la meticulosa y metódica interrogación de los pacientes que murieron y resucitaron dentro de una semana después de “morir”.  El estudio declara que en una u otra forma, el 18% de estos pacientes fueron capaces de detallar algún tipo de conciencia desde el momento en que fueron declarados clínicamente muertos.  Estar clínicamente muerto significa que toda y cualquier actividad cerebral cesa en forma absoluta debido a la falta de flujo sanguíneo, y por lo tanto; no es técnica ni físicamente posible que el individuo esté consciente de nada.  

El 12% de los individuos que participaron voluntariamente en este estudio relataron experiencias clásicas de NDE, tales como túneles de luz o vislumbrando amigos o parientes muertos anteriormente.  Estos “recuerdos” y alusiones de estos acontecimientos son extremadamente agudos, lúcidos, vívidos y detallados, y parecen registrar factores distintos a lo que se considera una especie de alucinación, o falsos recuerdos.

Este estudio no emitió ningún testimonio concreto sobre la existencia de un “alma” o de una “vida después de la muerte”, ni tampoco estipuló una forma específica de medir la existencia de una vida después de la muerte, solo sugirió que algo muy insólito ocurre en esta esfera.  Los cerebros de los participantes de este estudio se declararon clínicamente muertos, lo que manifiesta que no podían haber tenido ningún recuerdo de nada, y si el fenómeno fué causado por un efecto puramente físico -como la hipoxia cerebral- también llamada anoxia, lo que es daño al cerebro causado por la prolongada falta de oxígeno; entonces este fenómeno debería haber sido reportado no por un mayor porcentaje de pacientes en el estudio, si no por todos ellos.  Esto convenció a van Lommel de que quizá hay algo más allá de un efecto puramente físico o celular.

Después de un paro cardíaco total, se pierde la conciencia dentro de apenas ocho segundos.  A los 11 segundos del paro cardíaco total, los ritmos e impulsos cerebrales cesan en su totalidad, y a los 18 segundos ya no hay ninguna posibilidad de que el cerebro pueda crear un modelo del mundo (o tener consciencia) entonces; el cerebro está muerto.  Con esto, entonces ahora existe evidencia categórica para desafiar la teoría actual de que la conciencia sólo puede existir dentro del cerebro, y el hecho de que se experimente una consciencia sin ninguna función cerebral asociada, es extraordinariamente fundamental para nuestra comprensión de la mente humana.

En un futuro, nuevas tecnologías innovadoras quizá nos permitan no sólo observar estas NDE y otros fenómenos similares, pero tal vez poder aventurarnos en la infinita y desconocida esfera de la Muerte de la misma manera que los astronautas viajarán a los ilimitados confines del cosmos.  Esta fué la idea principal detrás del filme “Flatliners” producido en 1990 con los actores Kiefer Sutherland, Kevin Bacon y Julia Roberts, película en la que 5 estudiantes de medicina conducen experimentos secretos para inducir a la muerte y explorar lo que está más allá de ella.  Esta idea descabellada quizá no esté tan lejos de la realidad, y a medida de que nos acercamos a la cúspide de una tecnología que pueda permitirnos -no sólo estudiar las NDEs, sino que posiblemente sondear estas experiencias por nosotros mismos.

¿Dónde se ubica la frontera de la Muerte?

Algunos investigadores piensan que estos estudios, investigaciones y procedimientos solo consiguen empujar el lindero de la muerte porque la definición de dónde reside la barrera final de la muerte depende de la tecnología que se use para revivir al “muerto”.  A medida de que el conjunto de técnicas galenas en este campo avanza y florece, el límite para alcanzar la calificación de “muerto” se extiende poco a poco hacia estados fisiológicos limítrofes más extremos.  ¿Conquistaremos la muerte algún día?  Quién sabe...  para entonces probablemente ya estaremos muertos y solo con un boleto de ida para este sencillo y rápido viajecito.  En Chile los locales se refieren a este proceso como: “estirar la pata”.

La cantidad de estos procesos de revivir a los muertos ha sido demostrado en alrededor de 944 confirmados pretendientes a muerto a lo largo de un período de 4 años.  Se reporta que algunos voluntarios de la muerte han estado en forma permanente en este estado sin vida entre 40 minutos a una hora.  No se ha observado un consenso en qué tipo de experiencias verificables estos oficiosos moribundos puedan haber experimentado mientras visitaban transitoriamente la guarida en que la muerte asienta su sombría existencia. 

¿Nos pone esta ciencia y su práctica en el camino al desenlace de tener el entendimiento y los tejemanejes para permitir que los muertonautas se embarquen en un periplo a soberanías inexploradas e indocumentadas, y después regresar a sus cuerpos que ya han iniciado su propio viaje al “Rigor Mortis”?  Esto es algo como los viajes que hacen los astronautas hacia desconocidos espacios, para luego retornar a su planeta de origen con una sarta de experiencias espléndidamente asombrosas. 

Mientras permanezcamos Vivonautas...

Quizá usted no lo piense así, pero creo que somos simplemente “vivonautas” quienes viajamos este estrechísimo lapso de tiempo al que llamamos Vida.  Estos tránsitos por los que vagamos durante nuestra vida están terriblemente restringidos, están restringidos y confinados a la resumida esfera de nuestras cortísimas vidas que no son más que un Jiffy (un pequeñísimo instante) en el tiempo.

En unidades de tiempo científicas, el “Jiffy” es la cantidad de tiempo que tarda un fotón (unidad de luz) en recorrer un Fermi (tamaño cercano al de un nucleón) en el vacío.  En este mismo tema, el “Tiempo de Planck” es la cantidad de tiempo o el tiempo transcurrido en que un fotón tarda para cubrir la longitud de Planck.  En teoría hasta el momento, ésta sería la medida de tiempo absolutamente más pequeña que jamás sería posible de medir.  ¿Y usted pensaba que su vida era larga?  ¿Qué cosas, no?

A la postre, nadie sabe nada sobre esto a ciencia cierta y creemos lo que queremos creer, y quizá nó lo que deberíamos creer.  Después de todo, “creer” no es nada más que el estado de ánimo en el que una persona piensa que algo es así, con o sin que exista evidencia empírica o real para probar que algo es el caso con certeza factual.  Es para nosotros una forma de representación mental ficticia de una actitud positivamente orientada hacia la sola e ilógica probabilidad de que algo sea verdadero.

¿Qué es el creer? 

En el contexto del pensamiento griego antiguo se identificaron dos parámetros relacionados con el concepto de creencia: “Pistis” y “Doxa”.  En una forma simplista podemos explicar Pistis como una referencia a "confianza" y "confidencia", mientras que Doxa se refiere a "opinión" y "aceptación".  La palabra inglesa "ortodoxia" se deriva de la palabra Griega Doxa.  Al parecer, la “creencia” tiene el objeto de gobernar la acción en lugar de indicar la verdad.  Por eso siempre me pregunto: “Actuamos basados en la Verdad del Valor, o en el Valor de la Verdad?  ¿Qué cosas, no?

Hablo de este complicado y empírico tema porque quiero creer que en mi último día terrestre me iré a un nuevo dominio más allá de la muerte humana donde no hay dioses odiosos, deidades repugnantes, ni creencias “tarradiddles”*, a reunirme con mi bien amado hijo Lucas Martino.

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Ad Hominem Ad Hominem es una palabra latina que significa "contra el hombre".  Como su nombre indica, es un término literario que implica comentar o en contra de un oponente, para socavarlo a él en lugar de sus argumentos.
Filosofunculismo  Alguien que pretende ostentar y reclamar conocimientos que no posee.
Ignotismo – Error debido a ignorancia.
Tarradiddle – Antigua palabra Inglesa que significa: tonterías pretenciosas, mentirillas absurdas.
Prestricción – Ceguera, ojos vendados.



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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 




El Loco