Carta abierta a la
Comunidad Marista a luz de los aborrecedores crímenes sexuales perpetrados por
estos mal llamados “religiosos” en contra de sus alumnos. El depravado delincuente en cuestión se llama
Abel Pérez, y su procedencia es tan desconocida como la cantidad de crímenes
que ha cometido.
He recibido estas noticias desde
varias disímiles fuentes con tremendo dolor, pero sin sorpresa alguna. Escribo esta carta porque quiero salvar mi
respeto y adoración por esta congregación Marista, la que me entregó tanto y tan
desinteresadamente a través de sus decentes y honestos profesores y educadores. Como todos aquellos que leen mis escritos,
sabrán que no tengo empacho en decir lo que quiero y lo que pienso en aras de
la verdad, porque no existe ser viviente en el Universo que pueda comprar mi
luz, ni ente en el Universo que pueda comprar mi silencio.
Estoy seguro de que los sacerdotes,
Hermanos Maristas y todos aquellos que se apodan “religiosos” están enterados
del “Libro de Gomorra”, escrito alrededor del año 1051 por “San Pedro
Damián”. En varios capítulos de este
libro, Damián menciona repetidamente su enorme desprecio por aquellos
sacerdotes pedófilos y degenerados quienes tienen contacto sexual con los
niños. Damián habla en su libro del tremendo
daño hecho a la iglesia por estos sacerdotes pervertidos y ofensivos, y el
irreparable daño consumado en contra de sus indefensas víctimas. Este libro fué inspirado en siglos de sodomía
y pedofilia perpetrados por la llamada “iglesia” en contra de sus indefensas
víctimas. No se olvide que “sodomía” es
un término religioso inventado por la misma Iglesia Católica para puntualizar
actos sexuales desviados, palabra que adoptaron alegremente junto a la
pedofilia.
Damián le pide en su libro al Papa
León IX que tome alguna forma de acción, pero sus alegatos fueron ignorados no
solo por este cobarde y deshonesto Papa, pero por la iglesia católica en su
totalidad. Llevamos casi mil años y 115
Papas enfermos moral y mentalmente quienes no han sido capaces de hacer ningún
intento notable o razonable para contener las actividades de estos clérigos
envilecidos y moralmente muertos, quienes a diario, siguen sodomizando a
nuestros inocentes niños. Esta
degenerada iglesia sigue escondiendo y protegiendo a estos criminales a nuestras
expensas. Esto es porque al Vaticano sólo le interesa defender su ya tan sucia
imagen, y no resolver el problema. Esta
es la típica mentalidad paranoica
conspiradora que prevalece y supedita el pensamiento y acciones de la mayoría
de los prelados de la Iglesia, y aparentemente también a algunos integrantes
de instituciones como la de los Hermanos Maristas, tal como lo hemos
descubierto hoy.
Es risible e irónica la gran cantidad
de “comisiones” que el descarriado Vaticano ha nombrado para investigar estos terribles abusos del
clero los que ya cuentan con demasiados siglos de antigüedad. Lo que hacen, es poner al ladrón empapado de
la irroración eclesiástica a cargo del botín.
Esta farsa no ha generado resultados porque a la iglesia católica solo
le interesa proteger su insaciable y ávida necesidad de sodomía, codicia, y la
sórdida auto-preservación de sus virulentas enfermedades mediante el sacrificio
de millones de nuestros niños. Y
sabiendo esto, ¿que hacen los cínicos católicos y sus sucios obispos? Les siguen dando un enorme apoyo financiero y
protegiendo al conocido sacerdote abusador sexual, escondiéndolo de la
justicia, y predicando basura indigestible en protección de su indefendible
posición. Desafortunadamente, ésta es
una vasta e insondable cultura religiosa sacerdotal enraizada en milenios de
abuso y cobardía, pero algún día cercano, rodarán cabezas.
El nutrido rango de feligreses que
asisten libre y voluntariamente a estos mataderos intelectuales religiosos
debería, seria y honestamente; revisar sus disueltos valores morales, éticos y
espirituales. ¡Qué insensible y
superficial me sentiría yo si fuese uno de estos enturbiados feligreses! Lo cierto es que su silencio otorga, mientras
que oculta y protege un peligroso y resbaladizo secreto. No sé cómo medir tamaña cobardía y cinismo. Si las víctimas fuesen ellos mismos o alguno
de sus hijos o hijas, quizá estos feligreses cambiarían de opinión con respecto
a sus amos morales.
Recuerde que la Iglesia Católica
declaró que la pedofilia es “Libertad Religiosa” para los curas. La archidiócesis de Milwaukee en USA ha
afirmado que la pedofilia es una "libertad dada por Dios" para los
sacerdotes. Estos repugnantes
comentarios fueron hechos por el cardenal Timothy Dolan después de que fué
capturado transfiriendo fondos de la iglesia a un fideicomiso separado (US $55
millones de dólares), con el fin de pagar para no ser enjuiciados por el abuso
de niños. Ningún miembro de la iglesia
lo contradijo y los necios y mentecatos feligreses siguen pagando este diezmo
de letrina para darle apoyo y justificación a estos actos. Si no me cree, descúbralo usted mismo en:
No es solo atormentante descubrir
que un hermano Marista esté involucrado en la constante práctica de abuso
sexual de menores, pero cuando se abre la Caja de Pandora, uno se pregunta,
¿desde cuándo ésto está pasando?
¿Cuántas víctimas realmente existen?
¿Cuántos otros degenerados se esconden detrás de esta magnífica Congregación
Marista? ¿Por qué se les esconde y
protege de la justicia? No quisiera
pensar que los traidores manipuladores de este sistema son de la misma calaña y
despreciable ralea, pero tiraron la piedra, y cínicamente ahora tratan de
esconder sus sucias y obscenas manos.
Esto no pasó ayer ni pasó una vez, y
la congregación sabe esto desde hace muchos años. ¿Por qué los ocultan? ¿Acaso tienen miedo que el perpetrador les
arrastre con él? ¿Cuánto pesa una sucia
conciencia? ¿Tiene el perpetrador
evidencia en contra de otros para obligarlos a protegerle? ¿Por qué en vez de entregar al criminal a la
justicia lo disfrazan? Sí, los disfrazan
hasta que la débil y corta memoria humana no lo recuerde más, y entonces estos
degenerados vuelven a sus andanzas.
Esto me preocupa y me molesta
muchísimo: De acuerdo a un enunciado Marista de la Provincia Santa María de los
Andes con fecha 26 de Agosto de 2017, Ernesto Reyes Plaza, Representante del
Provincial para la Misión dice en su enunciado: “Una vez que se tuvo conocimiento
de estos actos abusivos, el hermano tuvo que abandonar inmediatamente el
colegio, siendo relegado a cumplir labores estrictamente administrativas,
alejado totalmente de toda relación con niños, niñas y adolescentes.” Ésta es la manida decepción
trabajando para sus amos, y una sarcástica y cruel burla en contra de las
inocentes víctimas y sus familias.
Tampoco puedo medir el abismante tamaño de esta artera calumnia de
adalpelágico cinismo.
Esto es además una chirigota
desabrida, ladrona, hipócrita, sin moral, y de muy mal gusto. ¿Acaso piensan estos curas que somos
estúpidos? ¿Acaso piensan estos curas
que somos uno de ellos? ¿Y dónde está la
justicia para las víctimas y sus familias en esta sórdida e irresponsable
declaración? ¿Por qué éste degenerado no
está en la cárcel pagando por sus delitos confesos? ¿Es que las altas sillas Maristas tienen
miedo de que se les descubra algo más siniestro, diabólico y pecaminoso aún? Desafortunadamente basado en estas
irresponsables, desatinadas e impúdicas acciones, tengo que pensar que hay muchísima
más basura oculta y enmascarada, ¿y quizá los protectores de este tunante estén
asustados de que se les descubran sus indecentes secretos? El hedor no es ya solo perceptible, pero muy
visible.
Creo y quiero seguir creyendo que la
gran mayoría de los Hermanos Maristas son decentes, limpios y bien
intencionados, y poseedores de una vocación religiosa sin titubeos y sin lugar
a dudas como muchos de ellos lo han demostrado incuestionablemente. Espero que las desviadas acciones de unos
pocos no ensucien ni mancillen lo positivo que aún queda de esta amada y
respetada institución en mi profundo corazón.
Esto incluye a quienes están a cargo de la “administración”. Es innegable lo que la congregación ha hecho
por la educación. Yo me considero un
producto de esta magnífica y excelsa educación y estoy orgulloso de ello; pero
a la luz de estos asquerosos hechos necesito y demando acciones definitivas y
explicaciones lógicas consecuentes, que tengan valor discernible, y que sean moralmente
aceptables; y nó estos licenciosos tapujos de lenguas viperinas con sus
pecaminosos carteles de injusticia comprada.
Por favor no se olviden de las víctimas.
¿Cuán condescendiente y pusilánime
puede llegar a ser un comunicado oficial en el que públicamente se protege y
oculta a un sucio criminal? ¡Hágase
usted esta pregunta! Me molesta
profundamente esta vil acción y reacción propia de un hampón intelectual; en la
inmensurablemente hipócrita y encubridora declaración emitida por la Provincia
Santa María de los Andes. El incoherente
e insensato enunciado Marista perpetrado por este oscuro mensajero de la
indecencia, Ernesto Reyes Plaza; en representación directa y personal del
Provincial para la Misión; no es más que una excusa patética y absurda para encubrir el enfermo y crónico origen
de estos problemas, y perpetuar esta mediocridad moral degenerada para el solo beneficio
de esta Mafia Religiosa y sus numerosos esbirros pederastias. No he oído
al Provincial (ni a ningún otro) refutando esta basura, por lo que podemos
patentemente adjudicar que éste último, está en la misma pandilla.
Espero que estos fallidos maestros
de la mentira y la falsedad; estos increíblemente cínicos y artificiosos encubridores
recapaciten antes de que la justicia verdadera llegue a través de manos ajenas,
cansadas ya de falsedades e iniquidad. Por su propio bién no olvide el sabio dicho: “Dime
con quién andas, y te diré quién eres”.
Es obvio para mí que esto salió a la luz porque los han pillado en el
delito. Este es un hecho del que sabían
desde hace muchos años, pero estas malintencionadas y ruines alimañas humanas
callaron traidoramente para ocultar la indecencia y la culpa de sus propios
pecados. Ahora usan sus vendidas y
fraudulentas lenguas para hablar de “justicia”, porque no les queda más remedio
que hacerlo para no tener que reconocer y aceptar públicamente su deliberada concomitancia
y coexistencia voluntaria en estos horribles crímenes. Pero desafortunadamente para ellos, la
realidad nos muestra claramente lo que es innegable.
Yo soy un corrosivo guardián
intelectual, y quizá mi acerba y ácida opinión sobre este desagradable tema le
moleste profundamente, pero de alguna manera tengo que zarandearle en forma
real y violenta su dormida conciencia “religiosa” y moral, en un intento de usted
que abra sus velados ojos y vea y reconozca la realidad. Si está en desacuerdo conmigo y con mi sincera
opinión, realmente me importa un bledo lo que usted piense o pueda pensar de
mí, porque si usted no lleva la camiseta del mismo color de la de mi equipo,
usted en mi enemigo declarado y la oficialmente depuesta parte de este
descabellado grupo de pedófilos sodomitas.
Espero que conozca y practique la virtud de la honestidad, la que perdió
ya hace tantos siglos la moralmente desaseada Iglesia Católica.
No le temo a nada ni a nadie en el
Universo porque los buenos y honestos Maristas me enseñaron a llevar mis bolas
bien puestas. Esta es mi opinión
sincera, abierta y sin tapujos, y no existe ser viviente en el Universo que
pueda comprar mi luz, ni ente en el Universo que pueda comprar mi silencio; y
además porque mi moral, al contrario de la de estos despreciables y soeces rufianes,
no tiene precio.
Rodrigo A.
Guajardo
Orgulloso
Ex-Alumno Marista
Instituto Alonso
de Ercilla
Santiago de Chile