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sábado, 1 de septiembre de 2018

Memorándum de Vuestra Madre Tierra

Si nuestra Madre Tierra pudiese comunicarse efectivamente con nosotros, probablemente lo haría por escrito porque nuestras memorias son extremadamente frágiles y pasajeras. Asumiendo que la Madre Tierra tenga acceso a un procesador de palabras y sepa usarlo, la carta que sigue es probablemente lo que ella nos diría.  Ella necesita un procesador de palabras porque todos los mensajes que nos ha estado enviando repetidamente usando multifarios y misceláneos medios, nunca los hemos leído, escuchado o tampoco seguido.

“Estimados inquilinos de la especie Homo Sapiens,

Hola, soy vuestra Madre Tierra.  Quiero que sepan que a pesar de que estoy muy entusiasmada y francamente halagada con vuestra presencia en el Hogar que les estoy agasajando como invitados; además de que quiero reconocer y que me halaga mucho el que me hayan estado honrando el 22 de Abril de cada año por más de 40 años ya, pero tengo que comunicarles que estoy sumamente enervada, seriamente molesta, y sincera y abiertamente encolerizada a raíz de que la gran mayoría de ustedes me ignora el resto de los días de vuestros años, lo que no solo le quita valor a este 22 de Abril, sino que lo hacer lucir cínico.

Asiduamente he tratado de establecer una consciente y abierta comunicación con ustedes sin obtener ningún resultado.  Como ustedes no quieren aguzar sus oídos ensordecidos por vuestros propios ruidos, he tenido que recurrir a métodos más vehementes para hacerlos despertar.  Desafortunadamente ustedes siguen brindándome vuestra conveniente (para ustedes) ley del hielo, así que quisiera recordarles algunos de mis últimos mensajes los cuales han sido ignorados impúdicamente.

Como avisos para vuestra insistente delincuencia acerca de las obligaciones que tienen como visitas, les he enviado numerosas advertencias tales como inundaciones masivas, terremotos altamente destructivos, furiosos huracanes, un gran calentamiento global, tornados demoledores, avalanchas mortales, pestes deletéreas*, exterminadoras sequías, nevazones desastrosas, tormentas eléctricas devastadoras, y además; letales hambrunas.

Tristíficamente* nada de esto ha surtido efecto o a rendido resultados en llamarles la atención, así que para tocar el timbre de vuestra puerta, he desatado furibundos volcanes, relentes tormentas de hielo, derrumbes, temporales, tifones, maremotos, tormentas de arena, tornados, tsunamis, siniestros incendios, y como ultimo remedio; les he enviado políticos mentirosos, abogados deshonestos y frailes degenerados, pero todos mis denuedos ha sido en vano.

El hecho de que les haya enviado estos felones y rufianes nombrados arriba como advertencia, no les dá la libertad de competir con éstos, sin embargo lo han hecho.  Pretendiendo que esto es un juego irresponsable o a risus*, ustedes se aprovecharon de las circunstancias para generar pirómanos, pedófilos, contaminadores, desperdiciadores, consumidores inconscientes e irresponsables, drogadictos, destructores de recursos naturales, asesinos, y muchos otros y otras maleantes a quienes dejan perpetrar sus   acciones sin una consecuencia real excusando sus defectivas naturalezas.

Si no se han dado cuenta de esto, les quisiera recordar que tienen varios tipos de delincuentes, los que desafortunadamente son delincuentes antropológicos tales como delincuentes natos, delincuentes morales, delincuentes pasionales, delincuentes ocasionales; y otro gran montón de maleantes a quienes ustedes ya conocen muy bien.  Desafortunadamente para mi, ésta es vuestra naturaleza. 

La próxima vez haré un estudio más apropiado de los antecedentes penales y morales de mis próximos invitados antes de recibirlos como bienvenidos.  Quizá gente más civilizada aprecie lo que les brindo y cuide su casa más responsablemente.  Por supuesto esto no es más que una aspiración.
Debido a estos fallidos esfuerzos y a vuestro disártrico* entendimiento, he decidido mantener mi presión sobre ustedes y seguiré enviando estos desenfrenados mensajes hasta que alguno de ustedes me ponga atención.  Como cortesía, les ofrezco una lista de cosas como recordatorio amistoso para refrescarles la memoria sobre las reglas de nuestro contrato de visita.  Este contrato de visita en la Tierra, el que firmamos hace miles de millones de años atrás, está llegando a su fecha de caducación más pronto de lo que ustedes creen o se esperan.

Es de suma importancia para ustedes el revisar los reglamentos que circunscriben este largo y detallado contrato, y renovar éste a la brevedad posible para que puedan prorrogar su residencia en la Tierra.  Éstas son algunas de las cláusulas más fundamentales que deben deliberarse y reconsiderarse antes de la firma del nuevo contrato de alquiler:

Extracto del Contrato de Visita

Cláusula 23 - Energía

Deben de solventar su increíblemente alta factura de energía.  No sólo es demasiado alta, sino que ha estado en los libros de delincuencia por demasiado tiempo ya.  No entiendo cómo es admisible el que ustedes consuman, y más que nada; desperdicien niveles estratosféricos de energía.  ¡Esto es incomprensible!  Les he proporcionado con una cantidad ingente de gas natural, además de una serie de combustibles fósiles y vegetales, carbón y muchas otras fuentes de energía tales como hidráulica, solar, eólica y geotermal -por nombras sólo algunas; las que deberían sostenerles por una eternidad.  Lo cierto es que en los últimos 30 a 40 años aproximadamente, ustedes se las han arreglado para dilapidar casi todas las existencias y suministros de estas valiosas energías.  Lamentablemente el nuevo contrato no agrega más recursos en este aspecto.

Cláusula 318 - Agua

Cuando construí su vivienda, dejé grandísimos almacenamientos de agua limpia y quizá hasta un exceso.  Además, les proporcioné un único e ingenioso sistema meteorológico de nubes, presiones y temperaturas para constantemente reciclar el agua en cualquier punto del planeta, pero ustedes se las arreglaron para contaminar prácticamente todas las reservas y dañar el funcionamiento apropiado de este sistema a un nivel parluoso*.  Es imperativo el reconvenir y repactar el uso, consumo y distribución del agua.  Si fueran inquilinos responsables, no deberían ser tan altamente negligentes y descuidados como para seguir emponzoñando e intoxicando vuestras fuentes de sostén tan negligentemente, de lo contrario tendrán que beber orina, la que al final será el líquido más séptico existente en el planeta.

Cláusula 6.724-C – Comida

Me ha llamado mucho la atención este problemita.  Requiero una explicación lógica y aceptable sobre por qué algunos homo sapiens comen en abundancia, al mismo tiempo que otros padecen hambre.  ¿Cómo es ésto posible?  Les he proporcionado abundantes y fértiles tierras –tal vez más de lo necesario- para que ustedes puedan producir grandes cantidades de alimentos.  No entiendo de dónde viene esta inesperada escasez, ni cómo es que no tienen suficiente sustento para todos.  Es menester renegociar el empleo y moderación en el uso de la tierra para que todos los homo sapiens puedan alimentarse como corresponde.  El contrato de visita en la Tierra es para TODOS los seres vivientes, no sólo para unos pocos.

Cláusula 118.223-A – Árboles

No aprovisioné árboles en la Tierra para su desperdicio.  Ustedes ya han -y siguen haciéndolo- aserrado árboles en forma extralimitada, lo que ha conllevado una devastación de bosques completos.  Hoy por hoy lo que va quedando es menos sombra, menos oxígeno, menos especies animales, y una pobre biota completamente desequilibrada.  A causa de vuestra irresoluta irresponsabilidad, la temperatura de la Tierra ha aumentado más de lo que yo lo he hecho, y esto se ha transformado en una inestable y peligrosa amenaza para ustedes, y para mi bienquisto* planeta.  Aparentemente ustedes no alcanzan una lasitud* en arruinar y desmoronar vuestras fuentes de vida.  ¡Esto es completamente insensato y estúpido!  Es vuestra obligación común el reinventar un acuerdo mejor sobre el uso de los árboles, su reforestación, y los peligros de su sobreconsumo.

Cláusula 7.529.336 – Especies de Vida

He notado que tratan pésimamente y sin escrúpulos a casi todas las otras especies que comparten la Tierra con ustedes.  Necesitan ser más justos y equitativos con ellas porque éstas además de compañía, les proveen con muchas otras funciones que ustedes no pueden ejecutar con constructivismo, todo para vuestro beneficio.  Es del sólo interés y beneficio vuestro el conservar y proteger la vida en todos sus niveles, porque la vida tiene valor en cualquier paralelismo.

Es muy simple: ustedes viven en el nivel superior de este esplendoroso edificio llamado Madre Tierra, y si ustedes destruyen los niveles inferiores, todo este Edificio Ilusión caerá estrepitosamente, les aplastará con dolor, y lo más probable es que les lastime gravemente.  Me alarmé mucho cuando inspeccioné el inventario de animales, plantas e insectos porque no encontré a todos aquellos que estaban en mi lista del comienzo.  ¿Qué han hecho con ellos?  Los seres vivientes y otras especies que viven en ríos, lagos y océanos casi han desaparecido.  ¿Dónde están? ¡Y por favor no me den la estúpida respuesta de la evolución!

Cláusula 13.495477 – La Atmósfera

No sé si se habrán dado cuenta a estas alturas de vuestra lerda evolución de que les convidé con una límpida atmósfera para que pudieran vivir.  Sí, lo hice para hacer posible vuestra existencia.  Quizá se les olvidó que sin oxígeno perecerán irremediablemente.  No puedo explicarme esos extraños hollines, humaredas y gases de varios colores que obscurecen los otrora limpios cielos azules que incluí en la propiedad.  Ya los rayos del sol no llegan a la superficie de la Tierra con el poder y la abundancia con que solían hacerlo.  Al parecer el único filtro que va quedando para depurar estas toxicogénicas* ponzoñas, son vuestros propios pulmones.  ¡Buena suerte con eso!

Cláusula 318.423.198 - B – Desperdicio

Con respecto a vuestra propia escoria, ustedes han convertido el planeta en un desastre, y no sólo en sus propios hogares, ¡pero en el espacio exterior alrededor de la Tierra también! Básicamente están viviendo en una inmunda pocilga, y no se cansan de ensuciarla más.  ¡Que desgracia!  Y se supone que ustedes son la especie “inteligente”...  Desde lejos, la Tierra lucía como una prístina, resplandeciente y lustrosa joya la que llenaba mis ojos con placer y delecte, pero ahora la impresión que me dá cuando la miro desde mi balcón, es la de un retrete lleno de sucias moscas volando alrededor de ella.  ¿Qué tan bonito sería si ustedes se levantaran una mañana y miraran por sus ventanas y no vieran nada más que bazofia e inmundicia?

Cláusula 729.534.2098 – Paz

El su Libreta de Instrucciones y Responsabilidades del Inquilino está claramente definida y especificada esta importante cláusula.  Dice así:

“La Paz es el concepto de consumada armonía y la completa ausencia de hostilidad.  La paz es la falta de amenaza, de conflicto y la ausencia total de temor a la violencia entre individuos y grupos sociales heterogéneos.  La Paz resulta en crecimiento e interactividad económicas y sociales, en la eliminación de conflictos retóricos y físicos, y es un beneficio irreemplazable para la humanidad, y en consecuencia; resulta en una prosperidad comunitaria y patrimonial sustancial. “

¿Hay alguien que haya leído este párrafo?  Cuando firmaron vuestro contrato conmigo ustedes  prometieron vivir en paz y armonía mientras estuviesen en mi propiedad, lo que no ha sucedido.  Quizá no hayan madurado lo suficiente como para ser responsables por vuestro propio comportamiento y para con el cuidado de la Tierra.  Recuerden que es la única morada que tienen.  Con el respeto que ustedes se merecen, les comento que en casa tengo una piara de cerdos que se comporta de una manera bastante más civilizada que todos ustedes en conjunto.  ¿Qué cosas, no?

Hay otras varias e importantes cláusulas que se deban revisar, pero creo que con la mejora de éstas, las que les he traído a su atención; el resto de las cláusulas que están siendo violadas mejorará adecuadamente por sí solas.  Espero que se esmeren en resolver estos apremiantes asuntos.  Si ustedes quieren continuar albergándose en mi propiedad, sería tranquilizante para mí el saber si tienen alguna seria intención y la abierta disposición para cumplir con este nuevo contrato.  Me agradaría tenerles de visita para siempre, pero tristíficamente para vosotros, hay límites y fronteras para todo.

Tal vez estos requerimientos sean mucho que pedir para ustedes, pero necesito tener residentes responsables quienes me puedan ofrecer garantías de una reforma primordial y substancial en su sentido de responsabilidad hacia mi propiedad, y últimamente; hacia el beneficio de vuestra propia especie.  Yo no podría mirarme a los ojos en espejo todos los días sin sentir una profunda y arraigada vergüenza mientras continúo viviendo con una conciencia de violador y profanador ecológico consensuado por mí mismo.

Lamento mucho el que haya tenido que llegar a esto mis queridos homo sapiens (¿u homo stolidus?), pero desgraciadamente ustedes son los únicos culpables y los exclusivos responsables de este absurdo desorden, y como propietario consciente y solidario, no puedo permitir un momento más la irresponsable devastación de mi venerada propiedad.  A lo mejor ustedes no se han detenido a pensar y a considerar seriamente que es muy posible que haya otros inquilinos más responsables y confiables, los que están dispuestos a mudarse a vuestra morada y cuidarla apropiadamente.

Estoy seguro que ustedes han visto a estas interesadas y potenciales visitas en raras ocasiones cuando ellos han visitado la Tierra para evaluarla como residencia.  Ustedes les han tildado de OVNIs, marcianos, extraterrestres, etc.; pero nunca les han considerado como su posible reemplazo.  ¿Qué cosas, no?     

Como propietario paciente, considerado y tolerante, esperaré un tiempo prudencial por una respuesta positiva vuestra sobre los cambios que he formulado y sugerido.  No les citaré sobre esto otra vez.  Sin embargo, si no recibo noticias vuestras antes de la fecha de renovación del nuevo contrato de alquiler, simplemente lo dejaré caducar, y les deseo la mejor fortuna encontrando una vivienda más apropiada para vuestro nivel de civilitud.”

Afablemente,
Su Madre Tierra


Dux Editor: Bering Comparini Quintana.

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Bienquisto – Apreciado, dilecto, estimado, querido
Deletéreo – Mortífero
Disartria – Habla arrastrada o lenta difícil de entender.
Grufted – Sucio, begrimado, tiznado
Lasitud – Estado de estar cansado o fatigado  
Parluoso – Lleno de peligro y riesgo
Risus – Una risotada, una sonrisa cínica
Toxicogénico – Producto venenoso, tóxico, o ponzoñoso   
Tristífico – Desafortunado

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 





El Loco

viernes, 1 de noviembre de 2013

El Arbolito

Las altas montañas siempre me han susurrado al oído con un llamado de añoranza letárgico y soporífero.  Me invitan a pisar sus suaves declives y sus ariscas laderas y a escalar sus secos pináculos y sus nevadas cúspides, hermosas y silentes cumbres como las del Volcán Tacora.

Desde que fuí capaz de arrastrar mis "bototos" sin tropezarme mucho, escalé los vértices de los muchos declives y pináculos de Los Andes (o la Cordillera de Chile), y caminé también algunos macizos y otros grandes altozanos en otros lugares.  Una vez escalé el volcán Téyotl en Puebla, Mexico.  El Téyotl es el segmento más antiguo del volcán durmiente Ixtaccíhuatl (al norte del Popocatépetl) el que tiene su cumbre lamentosamente erosionada.  Estando en Mexico, también tuve la oportunidad de subir el Nevado de Colima en el Estado de Jalisco.  La cima de este gigante se encuentra cubierta por nieve durante casi todo el año, pero sus invitantes laderas se visten con florestas de pino, oyamel o abeto, y de encinos.  Cuando digo "escalar", no siempre llegué a las cumbres de dichos colosos, sino que acaricié sus faldas, respiré sus brisas, y caminé sus huellas hasta donde pude.

Pero no todos los titánicos gigantes son jayanes montañas, o apoteósicos volcanes.  En este escrito quiero hablarles de un titán de naturaleza diferente y prodigiosa, de un titán tranquilo y reposado con una vida taciturna como el llamado de las montanas; de un gentil titán como ningún otro en este planeta. 

Por uno de esos nefandos azares del destino, me encontraba en un viaje de negocios en California, USA, y mis transacciones se realizaron muchísimo más rápido de lo esperado; así que me quedaron unos días libres los que utilicé en una invitación impromptu de uno de mis asociados que vive en la región.  Me invitó a conocer el Parque Nacional Sequoia, localizado hacia el sur de Sierra Nevada que es una cadena de montañas repartida entre los Estados de California y Nevada.  La cordillera de Sierra Nevada se encuentra ubicada entre el Valle Central y la Provincia Basin y Range.  Ésta era una invitación que no podía dejar pasar, y con la cual; mi sed de explorador se vería templada profundamente.

El coloso que conocí se llama "Presidente", nombre que le fué otorgado hace aproximadamente unos 90 años por unos sensibles admiradores humanos.  Este nombre no es un "apodo", sino un Nombre.  Este inmenso y magno coloso es un árbol; una Sequoia Gigante, conocido también como Sequoia Gigantesca, Secoya Gigante, Secoya Sierra, o Secoya Wellingtonia; de la especie Sequoiadendron Giganteum, una pinopsida miembro de la familia Cupressaceae.  ¿Qué cosas, no?

Cuando llegué a sus pies, estaba tan emocionado que me quedé pasmado como cuando Perseo vió por primera vez a Medusa; y así me quedé ensimismado y con la boca abierta por unos largos minutos admirando este apacible titán que no me cabía en los ojos.  Después de unos momentos, miré a mi amigo que me observaba complaciente con una amplia sonrisa dibujada a través de su cara, y me dijo antes de que yo pudiese pronunciar una sola palabra: "Eso les pasa a todos aquellos que ven al Presidente por primera vez".  No sabía que contestarle, así que me limité a hacer una callada observación: "¡Menos mal que no hay mosquitos aquí, de otra forma ya me hubiese tragado una docena!".  Mi amigo me contestó con una sonrisa aún más amplia.  Cerré la boca.

La corteza de esos árboles es resistente a los políticos, a los abogados, y a los curas; perdón, quise decir fuego, termitas y moho.  El Presidente vestía una seca corteza resistente al fuego de un color de arcilla oxidada, de color greda rojiza oscura.  Su corteza era gruesa, suave y plisada de enormes y profundas arrugas, secas al tacto, y que parecían acariciar a las manos que las sentían.  El Presidente no se puede apreciar de cerca.  Su base tiene 27 metros de diámetro, y tratar de verlo entero desde esta posición es imposible.  Parado a sus pies, su copa superior no se puede entrever; no obstante, su tamaño es latente.

Dicen las malas lenguas que el Presidente no es el árbol más alto del planeta, dicen que aquel que sustenta este título es un Eucalyptus Regnans de Australia llamado "El Grande"; un primo "cachetón" de nuestra Jubaea Chilensis.  Pero este arbolito ("El Grande") no es masivo como lo es nuestro Presidente; ése es flaquito y tiene menos hojas.  Dicen que el Presidente tiene casi dos mil millones de hojas, y crece y se fortalece agregándose más madera.  Y crece despacito, como crece la esperanza.   Crece unos 2.1 cm. al año.  Lento como las reformas sociales.  Estos arbolitos son muy viejos.  Viven como 3.500 años.  Son más viejos que las artimañas políticas...  pero estos árboles son buenos y honestos.

Caminé alrededor del Presidente; a veces mirando hacia arriba para tratar de ver su copa, otras; mirando la amable corteza de su colosal tronco, y de vez en cuando, miraba al suelo para no tropezar y caerme y dejar un "souvenir" de dientes en el parque.  Mientras lo circundaba, lo abracé varias veces, lo olí, lo acaricié.  Hice esto porque no sabía si lo volvería a ver otra vez, tal como no pude ver una vez más a mi Abuelito Víctor.

Me pasé casi toda la tarde dando vueltas alrededor del árbol sin poder saciar cabalmente mi admiración.  A cada paso y en cada mirada había algo nuevo que descubrir en su gigantesco tronco.  Antes de irnos, me paré una vez más enfrente del árbol.  Lo miré cuidadosamente y en detalle.  Estuve haciendo esto por casi cuarenta minutos mientras mi compañero de viaje me esperaba pacientemente.  Me sentía insignificante pero cómodo al lado de este grandioso y estupendo árbol.  Pude ver grandes nudillos en sus muchas ramas las que se esforzaban por alcanzar el cielo.  Escrudiñé las ramas bajas y las altas, noté los diferentes matices de colores en sus ramas y sus hojas; encontré unas pocas "piñas" escondidas que apenas se dejaban ver entre el ramaje.  Creí escuchar el flujo de savia que viajaba afanosamente desde sus raíces hacia arriba, pasando por el tronco, y finalmente repartiéndose eficientemente entre sus ramas, hojas y frutos.  Creí oír.  Creí escuchar el ruido de la vida en acción.  Esa tarde regresamos del parque conversando animadamente acerca de este noble gigante y de nuestras profundas impresiones de él.     

Pausa

Como ustedes habrán notado, me gusta hacer pausas mientras escribo.  Esta es una Pausa Menor, y no una Menopausia literaria.  Una de las razones por lo que las hago, es para no aburrir a mi lector con una misma trama de un solo trago.  Ahora, como estamos hablando de árboles, quisiera darles algunos datos interesantes acerca de los arbolitos.

Para comenzar, en las ciencias botánicas la definición general de un árbol es que es una planta con un tallo alargado, o tronco, hojas o ramas.   Para algunos usos, la definición de un árbol puede ser más precisa, incluyendo solamente a aquellas plantas leñosas las que solamente son utilizables como una fuente de madera; y solamente aquellas plantas por encima de una altura específica; o que pertenecen solamente a especies perennes.  En una definición más amplia, los árboles incluyen palmas, helechos arborescentes, plátanos y bambú.  El árbol de piedra que se encuentra en la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa en la provincia de Sur Lípez, en Bolivia; no es un árbol!

Curiosamente y poco sabido, los árboles son los organismos más antiguos vivientes del planeta y uno de los recursos naturales más grandes del orbe.  Estos maravillosos y trabajadores organismos nos ayudan a mantener nuestro suministro de aire puro, reducen la contaminación acústica, mejoran la calidad del agua, ayudan a proteger la tierra de la erosión, proporcionan deliciosos alimentos en forma de frutas, nos proporcionas una gran cantidad de material de construcción, crean sombra, y encima de todo esto; adornan nuestros paisajes de una forma agradable y preciosa.  

Como usted puede ver, estas miríficas especies no tienen absolutamente nada que ver con los políticos nefandos y coprolitas intelectuales de nuestra era; aquellas formas de vida de mentalidad abásica y con marginales y secundarios valores morales que dejan de manifiesto sus hadalpelágicos niveles de bajeza.  ¿Sabía usted de que el Demonio vive en el Vaticano?  Es un cura que es abogado y que se dedica a la política.

Aquí hay algunas estadísticas bastante acertadas y correctas sobre este ciudadano global, y el más antiguo de nuestro acongojado planeta: ¡el árbol!

·         Los arbustos y los árboles bien mantenidos normalmente pueden aumentar la plusvalía de una propiedad hasta en un 14%.

·         Árboles plantados correctamente y estratégicamente próximos a los edificios pueden reducir las demandas de aire acondicionado hasta en un 30%.

·         Un árbol maduro elimina casi 70 veces más contaminación que un árbol recién plantado.  (Y dicen que los viejos no servimos, ¿Qué cosas, no?)

·         Un árbol sano puede tener un valor de hasta $10,000.

·         En USA se ha calculado que la sombra y la protección contra el viento proporcionada por los árboles, reduce los costos de calefacción y refrigeración en alrededor de 2,000 millones de dólares anuales.

·         Cada arbolito de mediano tamaño suministra un ahorro de aproximadamente 7 dólares en beneficios ambientales cada año, incluyendo conservación de energía y reducción de contaminación.

·         Un árbol solito y sin ayuda produce aproximadamente 120 kilos de oxígeno anualmente.  Si usted tiene dos árboles maduros en su propiedad, éstos pueden producir suficiente oxígeno cada año para mantener una familia de cuatro personas.

·         También en USA, el agua originada desde los suelos de nuestros bosques nacionales,  contribuyen con agua potable para sustentar más de 3.400 comunidades con un total aproximado de 60 millones de personas.  ¡Que lo parió!

·         Un solo árbol absorbe la contaminación que usted deja irresponsablemente desparramada por todos lados cuando maneja  su troncomóbil por unos 42.000 km.

·         Durante y a lo largo de su vida, un árbol es capaz de eliminar una tonelada de dióxido de carbono.

·         Un ciudadano estadounidense utiliza unos 340 kilos de papel "pálculo" (higiénico) cada año como promedio (unos 24 rollos por persona), y el 95% de las viviendas están construídas en su gran parte con madera. Eso equivale a un consumo de más de 500m3 de árboles por persona, aproximadamente unos 250.000 kilos de madera.

·         Aproximadamente un tercio del territorio de los Estados Unidos de Norte América está poblado por bosques.

·         De acuerdo a los resultados del último censo forestal en el año 2006, en los en los Estados Unidos de Norteamérica hay casi 247.000 millones de árboles de más de 2,6 centímetros de diámetro.  Como del tamaño de los arbolitos del Patio Verde.

·         La longevidad promedio de un árbol en un área urbana o en una ciudades de sólo 8 años.

·         Los árboles son lindos.

Sentimentalismo

Las Sequoias de Sierra Nevada son quizá los más antiguos árboles que existen en nuestro planeta, y aún más antiguos que nuestras civilizaciones.  Estas Sequoias son "jóvenes" hasta los 350 años; son "maduras" a cuando alcanzan los mil años; y se agencian dentro de la Tercera Edad a partir de los 1,500 años.  Nunca se jubilan y algunos de estos colosales gigantes viven productivamente hasta unos 3,500 años.  Estos arbolitos han logrado sobrevivir por millones de años a pesar de nosotros.  Esto es significante porque se cree que la vida en nuestro planeta recién comenzó hace unos 3,500 a 4,000 millones de años atrás; mientras que los primeros Homo Sapiens aparecieron apenas hace 200,000 años atrás en África. 

Más notable aún es que los árboles Sequoia que hoy podemos ver en Sierre Nevada, comenzaron a germinar durante el Evento 5,9 Kiloaño (o los ciclos de Bond que son los ciclos climáticos de 1500 años ocurridos durante el Holoceno), uno de los eventos más intensos de aridificación durante el período del Holoceno, al término del periodo Neolítico Subpluvial cuando se inició la más reciente desecación del desierto del Sahara.  

Estos arbolitos presenciaron los inicios del arte rupestre, pasando por la unificación de las dinastías faraónicas; observaron el auge y caída del Imperio Romano;  asistieron a la segunda unificación de China (Sui), estuvieron en el entierro de Alfredo El Grande de Wessex, recibieron a Cristóbal Colom de Felanitx en América,  vieron la firma de la Triple Alianza entre Inglaterra, Francia y los Países Bajos; fueron testigos cuando los Gurkhas conquistaron Nepal; acompañaron a los astronautas a la luna; vigilaron la subida de Vladimir Putin como Presidente de Rusia; y vieron a este loco observarles a ellos mismos con la boca abierta en California.  Sé que las Sequoias verán mucho más de nuestra historia, pero nosotros ya no estaremos aquí. 

Memorias Curiosas de mi Mente Extraña

Mi mente siempre ha sido sumamente extraña porque muy a menudo establece relaciones entre cosas, ideas, y conceptos que la mayoría de la otra gente considera insólito, o al menos; estrambótico si no estrafalario.  Yo lo considero simplemente una expresión doctamente apócrifa de raíces reales.

Los árboles se asemejan mucho a los peces.  Cuando un árbol se envejece, forma anillos.  Cuando un árbol es cortado transversalmente se pueden ver estos anillos en su tronco.  Cada anillo representa un año de vida, y cada anillo es una enciclopedia de datos referente al clima, humedad, temperatura, etc.  En las escamas de los peces sucede lo mismo.  Aunque no tan visibles como los de los árboles, los anillos de las escamas de los peces se forma de la misma manera y contienen el mismo tipo de data que los de los árboles.   Estos anillos son citológicos, pero se pueden observar con un microscopio.  ¿Qué cosas, no?

Contario a como nosotros menguamos con la edad hasta que nuestro crecimiento se detiene con la madurez; los árboles como los peces nunca dejan de crecer.  Los peces y los arboles crecen hasta que se mueren.  El anillo de las escamas de los peces lo forma el Invierno porque es la época en que el pez come menos y pasa hambruna, lo que deja una marca oscura en sus escamas.  Al igual, un Verano muy seco deja una marca oscura en el anillo de un árbol.  A pesar de todo esto, siguen siendo pescados frescos.

La regla general es de que los peces viven en el agua, pero aparentemente nadie le ha comunicado esto al Cyprinodontidae manglar, un pez gordito pequeño de unos 2 a 8 centímetros de tamaño el que se adapta muy bien a las condiciones de salinidad y temperatura variable.  Todos estos pececillos son ovíparos; esto es, un animal cuya modalidad de reproducción incluye el depósito de huevos en el medio externo donde completan su desarrollo antes de la eclosión, contrario a los otros ovíparos políticos quienes depositan sus huevos en los cómodos asientos del Congreso y no hacen nada.

Muchas especies de estos peces están restringidas al agua dulce pero otras son comunes en las marismas, manglares, estuarios y ambientes marinos costeros.  Lo circumbirúndico(1) de este pez es que vive escondido dentro de las ramas y troncos podridos, y estas notables criaturas alteran temporalmente su constitución biológica para poder respirar aire.  Este hecho junto con su extraordinaria capacidad, siendo un vertebrado; de reproducirse sin un compañero o compañera, hace al Cyprinodontidae manglar, o "Rivulus Marmoratus Poey" como dicen lo más pitucos en el ambiente científico; tal como la Sequoia Gigante; a uno de los peces más extraños que el hombre conoce.

(1) Este término diccional o vocablo de facundia es de particular territorialidad, y es usado principalmente en Chile por algunas clases sociales connaturalmente desheredadas de una germanía ilustrada y apta, y es una aleatoria fusión de los inuendos del significado de las palabras asombroso, secreto, misterioso, inexplicable y prodigioso.  Así que cuando usted quiera expresar su admiración por algo, o por algún asunto que confina el significado conceptual de estas varias palabras de la lengua Castellana; simplemente use este práctico vocablo chileno y refiérase al asunto en cuestión como: "circumbirúndico".

Estos pejes viven normalmente en piscinas de barro y en madrigueras de cangrejos inundadas en los manglares del Estado de Florida, USA; en América Latina y en el Caribe.  También sabemos de que estos pizcos alteran sus cuerpos y su metabolismo para poder sobrevivir fuera del agua.  Sus branquias se alteran para retener agua y nutrientes, y excretan residuos de nitrógeno a través de su piel.  Circumbirúndico es también que estos cambios se invierten tan pronto como el pez retorna a vivir al agua.  No más del pescadito éste.  ¿Sabía usted de que el único pez que puede pestañear con ambos ojos a la vez (como nosotros) es el tiburón?

De Vuelta al Arbolito otra vez

Al día siguiente de mi visita con el Presidente, como mi vuelo de regreso a casa en el Estado de Virginia no era hasta la noche y mi amigo tenía que trabajar ese día; me fuí solo a ver este magnífico ejemplar una vez más.  Tenía que saciar mi egoísmo espiritual, así que volví a pararme en la base de su tronco y me engolosiné llenándome de su espíritu, saturándome de su espléndida presencia y atiborrándome de su noble magnificencia antes de irme.  Y también porque no sabía si lo volvería a ver otra vez.

Me pareció que el día anterior no había sido suficiente para absorber en detalle su majestuosidad e imponente presencia, además; mi atención había estado mezquinamente dividida entre él, mi amigo, y el entorno que nos rodeaba.  Ahora solo, podía dedicarle mi atención indivisa.  Me recibió en silencio esa fría y serena mañana, y me dedicó unos largos minutos para saturarme de su cigüeñal y arcaico hálito.  Nos miramos en silencio por un largo rato.  Me susurró su larga historia, me mostró su perpetuación y su prolongada paciencia; y con eso me enseñó, que el ser más civilizado toma tiempo, bastante tiempo.

Antes de dejarle, le abracé como pude su fenomenal tronco y le deposité un beso de despedida en su ardua corteza, un beso como aquellos que le doy a mi hija Giuliana.  Levanté mis ojos y miré hacia el infinito de su copa.  El agitó cadenciosamente sus pretéritas ramas en señal de despedida y sus hojas y el viento me ofrecieron una armoniosa endecha de despedida.  Le sonreí un poco triste y acto seguido; le dí la espalda y me encaminé una vez más a enfrentar de lleno mi turbulento destino.

No he visto otros árboles tan espléndidos y suntuosos como éste, pero sí he visto, visitado y disfrutado los regios, majestuosos, y vírgenes bosques ancestrales nativos del sur de Chile, los que despliegan como un carnaval su salvaje naturaleza y sus indómitos Alerces, Coigües, Cipreses, Mañíos, Tepuses,  Lunas, Tiacas, Chaquihues, Fuinques, Tepas, Pitrapitras, Saúcos, Tineos, y una tremenda estampida de otros magníficos árboles los que juntos, miran con añoranza por sobre el horizonte del Mar de Chile hacia donde una vez vivieron los idos Toromiros de Isla de Pascua.  Snif...

Neftalí Ricardo Reyes Basoalto tenía mucha razón cuando vociferó legítimamente desde los gastados peldaños de la casa de su rocosa Isla Negra: "El que no conoce el bosque Chileno; ¡no conoce este planeta!".



El Loco