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miércoles, 1 de julio de 2020

Los Huevos

*Chunchulo*

Magna Cognomen:

Dentro del contorno general de la lingüística, la desambiguación es la identificación apropiada del significado de las palabras dentro de un tema específico.  En frases cortas –como el título de este escrito-, es más difícil determinar el significado exacto de la interpretación de una palabra, especialmente si usted tiene una mente de alcantarilla con “sordidum tendit”.

Esto es un dilatado problema en el procesamiento del lenguaje humano, en cualquier lenguage, el que injiere el identificar con qué sentido se usa una palabra en los términos de una oración, o cuando la palabra en cuestión tiene polisemia, es decir, una pluralidad de significados.

En este escrito, la palabra “huevos” se refiere específica y inequívocamente al Ovum biológico, es decir: al huevo de ave.  Si usted piensa diferente, entonces cambie sus calzoncillos por un nido. 

La palabra del Latín “cognomen” contenida en el epígrafe de este párrafo, en su segunda acepción lingüística significa: desambiguación. 

A los huevos entonces

¿Se ha preguntado usted alguna vez cómo --o a través de qué mecanismo--, los huevos obtienen su forma?  Hay algunos científicos que piensan que han resuelto el dilema.

Uno de los sistemas de sustentáculo y sostén vitales más eficaces y confiables para la reproducción de las especies en la naturaleza, es el huevo; en cualquiera de sus muchas manifestaciones y variados tamaños.  Sabemos que los huevos evolucionaron hace ya más de 300 millones de años como animales vertebrados los que se adaptaron a vivir en tierra seca.  Y desde esta evolución inicial,  entonces se produjo la especiación y los huevos han tomado numerosas formas y colores, especialmente entre las aves.

Los biólogos han estado indagando por bastante tiempo acerca del por qué hay tantas formas entre los huevos, y qué determina la apariencia cada uno de ellos.  Los colibríes, por ejemplo, ponen huevos similares a un dulce “Tic Tac”.  Hay un ave llamada Murre que vive a la orilla del océano en acantilados, la que produce huevos en forma de una lágrima grande, pero algunos huevos se asemejan más a una pelota de ping-pong.  Últimamente con este asunto de la forma de los huevos, surgió un equipo internacional de científicos quienes creen que han resuelto el enigma de los huevos.

La bióloga Mary Caswell Stoddard de la Universidad de Princeton comandó esta camarilla de investigadores.  Ella estaba enterada de las teorías de la forma de los huevos: los huevos en forma de cono no ruedan en línea directa, sino que ruedan en un círculo cerrado, por lo que esta moción es buena para las aves que anidan en los acantilados.  También se cree que los huevos elípticos, los que lucen como esferas ligeramente aplanadas, podrían agruparse más cerca entre ellos en los nidos, y así incubar mejor.

Stoddard hizo un estudio de observación con alrededor de 50.000 huevos, los que corresponden a 1.400 especies de aves.  Esto fué para observar el huevo en muchas dimensiones y descifrar su misterio.  Los resultados de esta investigación fueron sorprendentes.  Stoddard concluyó que la forma del huevo parece estar relacionada con la capacidad de vuelo en las aves.  ¿Qué cosas, no?

Un ejemplo: los pollos.  Estas aves domésticas son pésimas y deplorables voladoras, y ponen huevos en forma ovalada.  Pero los huevos de las aves migratorias de larga distancia tienden a ser muy diferentes.  El estudio encontró que las aves de vuelo extendido, aquellas que parecen estar adaptadas para un vuelo largo, pesado y que requiere un inmenso poder, tienden a poner huevos más asimétricos o elípticos. 

Stoddard encuentra que esto tiene sentido lógico.  Las aves que evolucionaron para un vuelo poderoso o de larga distancia necesitaban una forma física acorde a este esfuerzo, un cuerpo más elegante y aerodinámico.  Este requerimiento físico implicaba menos espacio de carga interno.  Stoddard cree con el tiempo evolutivo, la cavidad abdominal de las aves se está volviendo más pequeña, y los órganos internos se les están comprimiendo; y esto tiene una directa consecuencia en el proceso de formación del huevo.  Este proceso comienza dentro del ave madre antes de que la cáscara crezca alrededor del huevo.  También los pingüinos, que son "voladores" maratonísticos; pero bajo el agua, producen huevos alargados.

Mark Hauber, un ornitólogo de Hunter College que es una de las universidades constituyentes de la City University of New York, una universidad pública; y autor de El Libro de Los Huevos, dice que la investigación del grupo de Stoddard resuelve años de controversia.  "Seguimos pensando que los huevos están adaptados para estar en el nido, adaptados para estar en el suelo o en la cavidad de un árbol", dice Hauber, "y resulta que los huevos pueden ser el resultado de la forma del pájaro".  

Huevos pequeños

Vervain hummingbird

El colibrí (Vervain hummingbird) es el ave que ha puesto el huevo más pequeño que se ha inscrito hasta la fecha.  Este huevito se registró en Octubre de 1998.  Sin embargo, la competencia por el título del huevo más pequeño del planeta parece estar en constante debate entre el colibrí Bee y el colibrí Vervain.  El registro en 1998 indica que el huevo más pequeño conocido puesto por cualquier ave, midió menos de 10 mm de longitud y pesó alrededor de 0.365 gr.  Este huevo sostiene el record y fué puesto por el colibrí Vervain.

El hábitat del colibrí Vervain se encuentra en la República Dominicana, Haití y Jamaica, y es un vagabundo que se pasea por Puerto Rico.  Sus hábitats naturales son bosques con biósfera de hoja ancha, húmedos, tropicales, y subtropicales, y también se encuentran en antiguos bosques muy degradados.

El colibrí Bee es endémico en todo el archipiélago cubano, incluída la isla principal de Cuba y la Isla de la Juventud en las Indias Occidentales.  Su población se encuentra fragmentada, entre las áreas de mogotes de Cuba en la provincia de Pinar del Río, pero más comúnmente habita en el Pantano de Zapata, en la provincia de Matanzas; y en el Este de Cuba, en parajes como el Parque Nacional Alexander Humboldt y la Reserva Ecológica Baitiquirí en la provincia de Guantánamo), y en Gibara y Sierra Cristal en la provincia de Holguín.

El colibrí es el ave más pequeña que existe en el planeta y además se le conoce con varios otros nombres en diferentes tiempos y lugares de la Tierra.  Al colibrí se le apoda chuparrosa, picaflor, pájaro mosca, chupamirto, zunzuncito o colibrí Helena; y en algunas localidades de México se le conoce como: "porquesí' (¡pero no tengo la más peregrina idea del por qué, o del ¿por qué no?).

Cuando los Castellanos arribaron al Nuevo Mundo comandados por el Gran Almirante del Mar Océano, quien fué nativo de cuna en Felanitx, Mallorca, España(1), descubrieron este silvático* y nemofilistic* pájaro a quien llamamos: colibrí.  Los Castellanos y Leoneses quienes jamás habían visto un colibrí, quedaron fascinados cuando lo descubrieron (porque América no fué lo único que se descubrió en este evento histórico) y lo advirtieron por primera vez; lo bautizaron "tominejo'', un vocablo de doble diminutivo que proviene de “Tomín”, una moneda de plata pequeñita de la época.


(1) Esto es a pesar del común error sin prontistería* ni excogitacion*, el cual es global y de propiedad de la gran mayoría que erróneamente cree y piensa que Don Cristóbal Colón es de otra equivocada nacionalidad diferente a la española.  Yo no discuto con la caterva, simplemente les explico por qué yo tengo la razón.  Si estuviese de acuerdo con el vulgo, ambos estaríamos hondamente equivocados y cometeríamos tortius*.

Los colibríes son aves constituyentes de la familia biológica Trochilidae.  Éstas son las aves más pequeñas conocidas.  La mayoría de las especies miden 7,5–13 cm. de longitud.  La especie de ave existente más pequeña es el colibrí Bee (abeja) el que mide 5 cm. y pesa menos de 2.0 gr.  ¿Qué cosas, no?


Huevos grandes

Struthio Camelus

El Struthio Camelus o simplemente “avestruz”, es una especie gigantesca de ave que no puede volar, y es nativa de ciertas grandes áreas de África, y es una de las dos especies existentes de avestruces que van quedando, y son los únicos miembros vivos del género Struthio en el orden Ratite de las aves.  El otro es el avestruz somalí (Struthio Molybdophanes), la que fué identificada independientemente como una especie diferente por BirdLife International(2) en 2014, habiéndose considerado previamente como una subespecie muy distintiva de avestruz.

(2) BirdLife International es una asociación global de organizaciones de conservación que se esfuerza por conservar las aves, sus hábitats y la biodiversidad global, y trabajando hacia la sostenibilidad en el uso de los recursos naturales.

Los avestruces tienen cuello y piernas largas, y puede correr durante mucho tiempo a una velocidad sostenida de 55 km/h con aceleraciones súbitas cortas de hasta 70 km/h  la que constituye la velocidad terrestre más rápida de cualquier ave.  El avestruz común es la especie de ave viva más grande y pone huevos más grandes que cualquier otra ave contemporánea.  Otros records en el tamaño de sus huevos fueron sostenidos tiempos A por las ya extintas aves Elefante, originarias de Madagascar;  y el Moa Gigante (Dinornis) el que fué endémico a Nueva Zelanda, quienes  ponían huevos substancialmente más grandes.

El huevo más grande registrado de estas aves pesó 2.589 kg. y fué puesto por un avestruz en una granja de propiedad de Kerstin y Gunnar Sahlin, en la ciudad de Borlänge, Suecia, el 17 de Mayo de 2008, y fué registrado con esa fecha.

El huevo chileno. 

Magna Cognomen

Desambiguación: No confundir “el huevo chileno” con “el chileno huevón”.

En el año 2018, la paleontóloga Julia Allison Clarke, una paleontóloga estadounidense de la Universidad de Texas en Austin quien está particularmente interesada en la evolución de las aves y los dinosaurios más estrechamente relacionados con las aves vivas; estaba visitando a un colega llamado David Rubilar-Rogers, un paleontólogo y chilenosaurista del Museo Nacional de Historia Natural de Chile.  Rubilar-Rogers le mostró a Clarke un misterioso fósil que había recogido años antes en la Antártida, objeto que él y sus compañeros de trabajo lo llamaron: "La Cosa” (The Thing).

Este raro objeto medía más de 28 cm. por 18 cm. de tamaño y parecía una pelota de fútbol desinflada.  Clarke inmediatamente se dió cuenta de que "La Cosa” era un huevo gigante, un huevo de cáscara blanda.  Clarke calcula que este huevo proviene desde hace unos  66 millones de años, previo a la extinción de los dinosaurios.

Nota:
Cuando yo era pequeño, descubrí el “Tritosaurio”.  El Tritosaurio era un valetudinario vejete que deambulaba por las calles de “Vitacura” en Santiago de Chile.  Este vejestorio era más pretérito que la mentira y más arrugado que escroto de momia, y constantemente me estaba pidiendo que le regalase galletas “Tritón”. Por ende, lo bauticé: “El Tritosaurio”.

Hoy en día, muchas tortugas, serpientes y lagartos ponen huevos con cáscaras blandas y flexibles.  Según Clarke, “The Thing” es el huevo con cáscara blanda más grande que se ha descubierto en la historia.

¿Quiénes pone más huevos?

  • El atún rojo puede producir 10 millones de huevos por año.  
  • El Tenrec sin cola de Madagascar es una especie de mamífero de la familia Afrotherian Tenrecidae oriundo de Madagascar, quien vive en ambientes acuáticos, arbóreos, terrestres y fosforiales.  El Tenrec tiene camadas de hasta 32 bebés.  
  • La hormiga conductora africana puede producir de 3 a 4 millones de huevos cada 25 días.
  • La perdiz gris pone una de las mayores nidadas de huevos entre las aves, hasta 22 a la vez. 
  • Los caballitos de mar machos son los que dan a luz. Las hembras insertan sus huevos en la bolsa de cría de un macho, desde 150 hasta 2.000 huevos, según la especie.
  • Los insectos también se destacan en términos de reproducción, y se cree que el más generoso de todos es la hormiga guerrera africana de la especie Dorylinae, capaz de producir entre 3 y 4 millones de huevos cada 25 días.

El pez luna (Mola Mola) que tiene la apariencia de una galleta, y que pesa 2,270 kilógramos, un animal marino de aguas templadas y tropicales es el pez óseo más pesado del planeta quien es el mayor productor de huevos en una camada, pues suelta 300 millones de ellos durante la estación de desove.

La perdiz pardilla (Perdix perdix) pone una de las nidadas más grandes del reino de las aves, con un máximo de hasta 22 huevos, y un promedio de 16 a 18 huevos por camada

La gallina (Gallus Gallus Domesticus) también pone huevos en caso de que no se acordara.  Es importante decir esto porque las últimas generaciones del Homo Sapiens (más Erectus que Sapiens realmente) piensan que los huevos se producen en los supermercados. 

La propiedad de este problema se irradia al “Millennial Domesticis Stulti” o “Stultus Hodiermis”, también denominados “Mentis Hominis Manducans” (Antropófagos mentales), conocidos en nuestros ámbitos como “Los Millenials”.  No vejamen o agravio dirigido a aquellos con un coeficiente intelectual discernible.  Le obsequio la definición de nuestro Millenial contemporáneo del Latín: “Mentis Hominis Manducans”, pero el resto lo busca usted.

Producción mundial de huevos (1990-2018)

La cantidad de producción de huevos en el planeta aumentó de 74 millones de toneladas métricas en el 2016 a 76 millones de toneladas métricas en el año 2018, pero la cantidad mundial de huevos en términos de de producción consumible, ha aumentado en más del 100%.

Los principales países productores de huevo en el mundo

Entre los 10 países de más volumen de producción de huevos en 2011 (no tengo datos más recientes), la mitad de estas naciones abastecieron aproximadamente el 55% de las demandas mundiales de huevos, con un total aproximado de producción de 64 millones de toneladas métricas.  Basado en las predisposiciones actuales en la producción de huevos, se estima que los países en desarrollo serán los mayores proveedores de huevos domésticos en el futuro inmediato.

Se vaticina que la producción mundial de huevos para fines de 2020 será de alrededor de 123 millones de toneladas métricas.  Las cifras en orden ascendente que se lista a continuación, están establecidas en el peso total del huevo de gallina con cáscara antes del procesamiento.

Cuenta regresiva

10. Alemania (0.89 billones de kilógramos)

Alemania ocupa el décimo lugar en la producción mundial de huevos anualmente.  Alemania ha sido el principal protector en la Unión Europea del etiquetado de huevos que cumple con los estándares de la Comisión de la UE.  Otra iniciativa alemana fué la vacunación de pollos para prevenir Salmonella, y mantener huevos libres de enfermedades. La codificación del nivel higiénico de los huevos también fué una diligencia alemana, y le asegura al consumidor la adquisición e un producto seguro.

9. Francia (0,94 billones de kilógramos)

Sin embargo, sigue existiendo una gran complicación sobre este asunto de los huevos con la Comisión de la UE, ya que los agricultores franceses culpan a la Comisión de la UE por la falta de regulación contra la caída de los precios del huevo.  Este desastre también ha afectado la producción de huevos en Bélgica.  Se estipula como una de las causas son los efectos de una directiva de la UE que impone un tratamiento más humano de las gallinas ponedoras.

8. Turquía (1.03 billones de kilógramos)

Las instalaciones turcas en relación con la producción de huevo y la calidad de sus huevos,  franquean los estándares de la industria avícola de la Unión Europea.  Los productores de domésticos turcos de huevo también pertenecen a la Comisión Internacional del Huevo.  Los turcos están apuntando a futuros mercados de exportación de huevos los que  incluirán países del Medio Oriente, y países miembros de la UE.

7. Indonesia (1,22 billones de kilógramos)

La producción de huevos en este país ha alcanzado las 30 toneladas métricas por día.  A pesar de que la mayor parte de estos huevos se venden localmente y en mercados domesticas, el propósito principal de Indonesia es aumentar su producción de huevos.  El objetivo es incrementar esta producción a 50 toneladas métricas por día.  Productos populares en el país tales como los “huevos de diseño”, o los "huevos de té", se consideran los huevos más saludables y con menor colesterol dentro de los mercados internos.

6. Brasil (2.200 millones de kilógramos)

Brasil se mantiene en el sexto lugar en la producción mundial de huevos.  A pesar de que el consumo interno de huevos en el país ha aumentado debido al explosivo aumento de la población, la disminución de exportaciones de huevos al continente Africano ha afectado su producción y mercado de huevos.  Los Estados de Brasil que están a la cabeza en producción de huevos son Sao Paulo, Espíritu Santo, Río Grande del Sur, Goiás y Santa Catarina.

5. México (2.516 billones de kilógramos)

La industria del huevo ha sufrido como resultado de la Influenza Aviar H7N3 desde el año 2003, pero la industria se está recuperando despachadamente para seguir siendo un productor de huevos de clase mundial en América Latina.  Los Estados más substanciales en México para la producción de huevos son Veracruz, Torreón, Campeche, Guanajuato y Yucatán.

4. Japón (2.522 mil millones de kilógramos)

Esta producción de huevos excluye los huevos de Yuzu (o Yuzut)  japoneses, que tienen sabor a cítricos, o los huevos de yema blanca que son puestos de pollos alimentados con arroz.  Japón también es la industria principal de sub-productos de huevo en Asia, para la exportación de huevos líquidos y secos.  Japón además produce los huevos más seguros para el consumo crudo.

3. India (3.8 billones de kilógramos)

La tasa de crecimiento anual compuesta en la producción de huevos está estimada como superior al 8%.  Los factores que influyen grandemente en este crecimiento industrial son el bajo costo de producción, el bajo costo en mano de obra, y el aumento del consumo interno.  Los principales estados productores de huevos en la India son Andhra Pradesh, Tamil Nadu, Maharashtra, Haryana y Punjab.

2. EE. UU. (5.600 millones de kilógramos)

A pesar de que Estados Unidos es el mayor productor mundial avícola, no es el primer productor de huevos.  Los cinco Estados de mayor producción de huevos en USA son Indiana, Pensilvania, Ohio, Iowa y California. Estados Unidos tiene 340 millones de gallinas ponedoras comerciales (Diciembre de 2019), un 1% de aumento comparado con Diciembre de 2018.  La tasa anual de cada gallina ponedora es 294 huevos por año.

1. China (24.8 billones de kilógramos)

China ocupa el lugar más alto en producción de huevos en el planeta.  Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción de huevos de China con una tasa de crecimiento anual compuesta del 2%, podría llegar a un incremento de alrededor de 34,2 millones de toneladas métricas de huevos por año para 2020.  Las principales provincias productoras de huevo en China son Henan, Shandong, Hebei, Liaoning y Jiangsu.

 El huevo más famoso de la historia

El huevo más célebre  y afamado en la historia de la humanidad, es el huevo Fabergé.  Este circumbirúndico* huevo con adornado con una infinidad de joyas, fue diseñado por la Casa de Fabergé, en San Petersburgo, Rusia Imperial.  Es posible que se hayan creado 69 huevos,  pero no sabemos exactamente cuántos fueron fabricados.

De los 69 huevos, 57 todavía sobreviven hoy.  Todos estos huevos fueron fabricados bajo la supervisión de Peter Carl Fabergé entre los años de 1885 y 1917.  Los más famosos entre estos huevos son los 52 huevos "Imperiales", de los cuales aún sobreviven 46 de ellos.  Estos elegantes y valiosos huevos fueron hechos para los Zares rusos Alejandro III y Nicolás II como regalos de Pascua para sus esposas y madres.

¿El huevo más caro?

En el 2014, un huevo Fabergé fué vendido en una subasta en la ciudad de Londres por el  vendedor de antigüedades británico Wartski.  Los Wartski son una empresa familiar británica de anticuarios especializada en obras de arte rusas; particularmente en los trabajos de Carl Fabergé (iba a escribir los huevos de Carl Fabergé, pero no sonaba muy bien).  El remate se hizo en representación de un coleccionista no identificado.  

El distribuidor no reveló la cantidad del importe que pagó, pero las estimaciones de los expertos valoraron el precio del huevo hasta en $ 33 millones, lo que lo convierte en el huevo Fabergé más caro que se haya comercializado en el mercado privado.

Otro Huevo

Otro huevo famoso es “Huevoduro”, un inmortal personaje de “Condorito”.

Nota: Ahora, no estoy seguro de cuál es el país productor de más “huevones”, pero tengo una idea bastante acertada.

Otra Nota: Personalmente no recomiendo la sopa de murciélago chino, con o sin huevos.  Aparentemente no es buena para la salud.  

Un chiste de huevos

Una mujer está friendo unos huevos para el desayuno a su esposo, cuando de repente, éste entra por la puerta de la cocina y comienza a decirle a su señora:

¡¡Cuidado, cuidado!!
¡Ponle más de aceite, por Dios que se te van a pegar!
¡¡Pusiste demasiados huevos al mismo tiempo!!
¡Demasiados!
¡Dales la vuelta o se quemarán!
¡¡Dales la vuelta ya!!
¡Échales más aceite, por Dios!
¿¡Dónde hay más aceite para los huevos!?
¡Se van a pegar, dales la vuelta!
¡¡¡Cuidado, cuidado, te dije que cuidadoooooo!!!
¡Nunca me haces caso cuando cocinas, nunca!
¡Cuidado, dales la vuelta rápido!
¡¡¡Rápido!!!
¡Estás loca! ¿Perdiste la cabeza? 
¡Se van a pegar!
¡¡No te olvides de ponerles sal!!
¡Sabes que siempre te olvidas de la sal, ponle sal, pon la maldita sal!

La mujer lo mira con asombro y le dice:

- ¿¡Qué te pasa, idiota!? ¿¡Crees que no puedo freír un par de huevos!?

El marido sonríe y le contesta calmadamente a su esposa:
- Solo quería enseñarte lo que se siente ¡¡¡cuando voy conduciendo contigo en el coche!!!
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Colofón:


Esto es un colofón, y no un cognomen.  Este colofón fué provisto por nuestro Compañero de Armas Bering Comparini Quintana desde las ancestrales tierras de nuestros patrimoniales antepasados.

Hay una palabra que no encontrará fácilmente, y que no está en los diccionarios modernos, pero lo puede encontrar en Diccionario de la Lengua Española, vigésima tercera edición, Real Academia Española.  Esta palaba es: “uebos”.

Esta palabra del Latín (opus) significa “trabajo, necesidad”, y del italiano (uopo) bajo el código legal Romano significa “necesidad”.  Entonces cuando usted hace algo apremiado por la absoluta necesidad de hacerlo, entonces usted hizo eso con uebos.

Bajo el código legal Romano, lo único que exonera de culpa dolosa a una persona ante un juez de cualquier país donde su matriz jurídica se basa en el código Romano, es exonerado por estos delitos.  Si lo pillan comiendo dentro de un supermercado sin pagar por lo que se comió, bajo el concepto legal de uebos, usted obtendrá perdón penal o judicial.

Otro ejemplo circumbiríndico de uebos, es una carta de un columnista de prensa enviada a su redactor jefe, pidiéndole aumento de salario “por uebos”, a lo cual el jefe le respondió que cuando supiera escribir sin semejantes faltas de ortografía, entonces consideraría su aumento de sueldo. 

Al día siguiente, este jefecito se encontró para su completa e irreversible vergüenza e ignorancia un claro impreso –provisto por el empleado- donde explicaba el significado de la palabra uebos.

A uebos tuve que agregar este colofón.  Gracias Bering. 


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Bueno, ésto ha sido un “hueveo” ornitológico de variados y alternados aspectos, pero esto ha sido además un “hueveo” pedagógico.  ¿Qué cosas, no?

Bueno, ésto ha sido un “hueveo” ornitológico de variados y alternados aspectos, pero esto ha sido además un “hueveo” pedagógico.  ¿Qué cosas, no?

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Circumbirúndico - Este término diccional o vocablo de facundia es de particular territorialidad, y es usado principalmente en Chile por algunas clases sociales connaturalmente desheredadas de una germanía ilustrada y apta, y es una aleatoria fusión de los inuendos del significado de las palabras: asombroso, secreto, misterioso, inexplicable y prodigioso.  Así que cuando usted quiera expresar su admiración por algo, o por algún asunto que confine el significado conceptual de estas varias palabras de la lengua Castellana; simplemente use este práctico vocablo chileno y refiérase al asunto en cuestión como: "circumbirúndico".
Excogitación - Descubrir pensando o razonando
Frontisterio - Un lugar de pensamiento; lugar para estudiar
Nemofilístico - Uno quien ama el bosque
Silvático - Perteneciente o encontrado en bosques
Tortious - Cometer un acto ilícito
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco

jueves, 1 de octubre de 2015

El Chepe

"El Chepe" es un tren de pasajeros que se desplaza desde el Estado de Chihuahua en México, hasta el puerto de Topolobampo al borde del océano Pacífico al otro lado del continente; también en México.  Sus rieles pasan por más de 37 puentes y 86 túneles, encaramándose tan alto como 2,400 metros sobre el nivel del mar -esto cerca de la parada "Divisadero" que marca la división continental y que es un mirador popular en el Cañón del Cobre.  Cada viaje de punta a punta toma aproximadamente 16 horas, unos cinco días si uno hace las paradas de rigor.  Una cosa curiosa es que la via férrea a veces cruza sobre sí misma para ganar altura.

Le llaman "el Chepe", lo que es una articulación fonética de la marca representativa del ferrocarril: Ferrocarril CHP (CH=che, P=pe), y CHP es para indicar Chihuahua-Pacífico.  El nombre completo del tren es: Ferrocarril Chihuahua al Pacífico.  Durante la Revolución Mexicana, a lo que ahora es El Chepe se le conocía como el "Tren de la Revolución".  ¿Qué cosas, no?   

El moderno tren Chepe fué construído en el año 1961, y hoy en día es el único tren de pasajeros en México y la única conexión terrestre entre las ciudades de Chihuahua en el Estado de Chihuahua y Los Mochis, en el Estado de Sinaloa.  Es una inolvidable experiencia pues en su largo recorrido por la Sierra Madre Oriental y las Barrancas del Cobre permiten admirar paisajes realmente espectaculares e inolvidables.

Desde su arranque, el Chepe se interna entre los majestuosos paisajes de la Sierra Tarahumara, el extenso territorio donde se conjugan los rasgos más importantes de la historia y el folklore de la cultura Tarahumara, la cultura Rarámuri, y las Barrancas del Cobre o Copper Canyon, como es conocido internacionalmente.  El Chepe sale todos los días del año de la estación de Chihuahua hacia Los Mochis, y de Los Mochis de regreso a Chihuahua a las 6:00 AM, terminado su ruta aproximadamente a las 21:00 horas durante la cual hace escala en los principales puntos turísticos de la ruta.


En el año 2006 mi familia y yo visitamos Chihuahua por un asunto de negocios mío, pero también era un viaje de vacaciones.  Hacían parte de mi comitiva mi esposa, mis tres hijos y los padres de mi esposa.  Allí encontramos al Chepe, y decidimos tomar esta ruta ferroviaria y aventurarnos anhelosos en los confines de los majestuosos paisajes de las Barrancas del Cobre, donde viven los indígenas Tarahumara y Rarámuri.  El tren era cómodo: coches comedor, coche bar y coches de pasajeros con asientos reclinables, aire acondicionado y calefacción, y además con servicio de alimentos y bebidas.


Es poco sabido, pero las Barrancas del Cobre o el "Cañón del Cobre" como se le conoce mejor internacionalmente, es cuatro veces más grande que el Cañón del Colorado en Arizona, USA.  A éste se le llama Cañón del Colorado porque el río Colorado (por su color arcilloso) lo talló durante los últimos 40 millones de años hasta lo que es ahora.  Nuestro interesante viaje en el Chepe nos llevó por uno de los recorridos más entretenidos y más espectaculares que he visto a lo largo de mi atolondrada y aventurera existencia humana.

La cosa es que nos levantamos antes de las 3:00 AM para viajar a la estación a alcanzar el tren.  Estábamos pernoctando en un rancho que le pertenece a un amigo mío que es uno de los descendientes directos de José Doroteo Arango Arámbula; alias  Pancho Villa, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Chihuahua.  Después de más de una hora de viaje bandeando el costado del desierto de Chihuahua y haciéndole el quite a los borrachos que conducían camionetas destartaladas zigzagueando por la ruta, llegamos sanos y salvos a Chihuahua, y a la estación del tren.  Nuestro amigo nos apeó en la estación junto con nuestros bártulos.

Yo ya tenía los boletos para el viaje, pero me acerqué a la ventanilla para confirmarlos.  Una vez hecho esto, nos hicieron pasar al andén.  Y ahí estaba el Chepe.  Su locomotora y sus coloridos carros estaban sentados silenciosamente sobre los negros rieles.  En el andén había un surtido maremágnum de disímiles pasajeros.  La mayoría de la caterva la constituían indígenas Tarahumara y Rarámuri vestidos en sus coloridos ropajes y sosteniendo sus enseres en zurrones, escarcelas y costales, y las madres acarreando sus retoños en los brazos o cargados a la espalda a modo de mochila.  También había turistas surtidos, la mayoría mexicanos, pero se veían algunos escasos europeos que se distinguían claramente por lo blancos que eran, por los ropajes inauditamente inapropiados para el viaje que llevaban, y por la cara de perdidos por la falta de conocimiento para hablar un lenguaje exquisitamente "mexicano" y más local que el ombligo. 

Entre los pasajeros que esperaban la orden de abordar, en una banca de madera arrimada contra la muralla de la estación, estaba sentado un viejo loco con cara de maldito que nos miraba rencorosamente.  Yo siempre con un ojo avizor para proteger mi familia, ya lo tenía en la mira al viejo éste.  Como muchos mexicanos entienden bastante inglés, con mi quebrado italiano me dirigí a mi suegro (que es italiano) y le dije: "ha il volto di quel vecchio pazzo, tenerci lontano da lui", lo que según yo y mi tarzanesco italiano, significa: "ese viejo tiene cara de loco, mantengámonos alejados de él".  La ley de Murphy probó sin lugar a dudas de que aunque empírica, es efectivamente correcta: el viejo de mierda entendió claramente lo que le dije a mi suegro y apuntándonos con su dedo índice comenzó a vociferar a grito pelado: "¡Facista, facista!".  ¿Éste trasnochado veterano se habrá creído que yo era Benito Mussolini?  ¿Qué cosas, no?

Este viejo chico vestía un terno blanco medio amarillento muy arrugado.  Al parecer, lo había planchado con un repollo.  El terno se veía ajado y deformado, y tenía manchas visibles quizá de antiguas comidas grasosas, las que se habían quedado a vivir en el traje.  Claramente el terno necesitaba un cambio de aceite.  También llevaba escondida debajo de la chaqueta una camisa que en sus orígenes, hubiese podido ser blanca, pero que ahora era de un sospechoso color almendra pálida, casi podrida.  Los zapatos eran de un incierto negro con blanco y no combinaban para nada con la vestimenta.  Al parecer, su vestimenta era el legado de algún gánster con bastante mala suerte.  Los calcetines que envolvían sus ridículos pies eran cerúleos y con esto, uno se podía dar cuenta que su mamá no lo sabía vestir.  Para coronar este "Pierre Cardín" ambulante en desgracia, este hombrecito llevaba un sombrero al estilo Pedro Navaja, también sucio, con marcas de traspiración, y descalabrado por los años de abuso.

No lo sabía aún, pero este viejo chico mal amarrado se convertiría más tarde en una punzante e irritante cefalalgia.

A las seis de la mañana en punto el conductor del tren dió la voz de "¡Todo el mundo a bordo!", y todos los pasajeros esperando abordar comenzaron a subir al tren.  En las puertas de los carros había conductores uniformados revisando los boletos e indicando dónde ir a sentarse.  Una vez que nos conciliamos en los acomodaticios asientos del tren, hubo una corta espera antes de que el penetrante silbato del tren anunciara que dejaba la estación.  Estábamos excitados con el temprano comienzo de esta aventura.  El tren comenzó a desplazarse lentamente por sus arrabios rieles en busca de la salida de Chihuahua.  Los niños y los suegros estaban soñolientos debido temprana madrugada, y se acomodaron en los mullidos sillones y se durmieron plácidamente mientras que el tren nos farfullaba al oído con el sordo paso de sus zapatos de acero: "tacá-tacá (pausa), tacá-tacá, (pausa), tacá-tacá (pausa) ..." y así,  lenta pero seguramente fué dejando en lontananza a la histórica ciudad de Chihuahua, nombre que en el lenguaje Nahuatal significa: "entre dos aguas", aunque en la lengua Tarahumara significa: "lugar seco y arenoso".

No sé cuánto tiempo pasó, pero de pronto apareció el conductor en su impecable uniforme oscuro y con su negro quepís adornado con el logo del tren, para validar los boletos.  Los niños y los suegros continuaban durmiendo a pesar de los lentos pero bruscos bamboleos que daba el tren.  Los boletos parecía una guía turística más que boleto.  Tenían una lista y un horario de todas las paradas, indicaciones sobre hitos y mojones a lo largo de la ruta, y donde uno podía bajarse a visitar, y tomar el próximo tren para continuar a la siguiente parada.  Es como el metro, pero sin el olor a sobaco y a meado.  El conductor le propinaba un hoyo al boleto en el lugar correspondiente con su perforadora manual, la que llevaba convenientemente amarrada a un cordelito alrededor de su cuello.

El tren ya había salido de los límites de la ciudad de Chihuahua y había aumentado su velocidad.  El "tacá-tacá (pausa), tacá-tacá, (pausa), tacá-tacá (pausa)..." era ahora más rápido y más estrepitoso, y los tumbos; más robustos.  Para mi intranquilidad, noté que el enjuto viejo chico vestido de un umbroso blanco estaba sentado al final de nuestro vagón, y que nos miraba incesantemente apuntándonos con el dedo índice.  No le hice mucho caso, y me integré a los bellos durmientes mientras que mi esposa seguía leyendo una de las inagotables guías turísticas que acarreaba en una bolsa hecha de fibra de agave; y entre los tacá-tacás y los secos tumbos, me dormí sin oneirodinias.

Poco tiempo había pasado cuando me despertó la alabarda de los pasajeros que se apuraban en ir al carro-comedor que había abierto sus puertas para el desayuno.  Debería haber sido como a eso de las siete de la mañana, pero me importaba un coco porque no estaba ni apurado, ni en horario.  Cuando miro los números de cualquier reloj, siempre me acuerdo de que el número 30 está envidioso del número 3, porque si el 30 fuese "sincero", sería como el tres...  Despertamos a la familia, y nos dirigimos a calmar nuestros jugos gástricos al carro comedor.  Cuando nos dirigíamos al carro-comedor, pasamos enfrente del seco viejo chico que estaba dormido desparramadamente en su asiento.

El carro-comedor no estaba muy congestionado y había espacio de sobra para todos.  Nos sentamos en una gran mesa y comenzamos a explorar el Menú.  El Menú no era extenso, pero contenía manjares de desconocidos nombres y de los que no tenía la más emigrada idea de lo que eran; y se listaban otras viandas que sonaban a vetandas.  Como mi familia y yo somos sumamente osados y resueltos, pedimos valientemente al azar en esta audaz "Ruleta Rusa de la Manducatoria Mexicana".  Ordenamos diferentes platillos y todos resultaron ser unos delicados manjares dignos del sensorial paladar y las sensuales papilas gustativas de Bacchus (Baco).

Mientras terminábamos de desayunar, yo estaba en la segunda taza de café cuando de pronto, por la puerta de del carro-comedor; apareció el vejete con su pálida cara.  Traía el sombrero en la mano, y su cenceña cabeza exponía unos patéticos pelos grises largos y grasientos a modo de peinado sin ninguna personalidad.  Apenas entró al carro-comedor nos vió y dirigiéndose hacia donde estábamos y apuntándome con el dedo me gritó: "¡Facista, facista!".  Uno de los meseros se dio cuenta de esto, y se llevó al viejujo de un brazo hasta el fondo del carro donde lo sentó en una mesa aislada.  Desde allí nos miraba sin decir palabra. 

Esa mañana como a las 8:30, llegamos a nuestra primera parada: Cuauhtémoc.  En el poblado de Cuauhtémoc se encuentra la comunidad menonita más numerosa del mundo.  Los menonitas son una rama pacifista y trinitaria anabaptista, la que es otra de las incontables ramas sueltas del autodenominado cristianismo.  El nombre de este pueblito, Cuauhtémoc; se deriva del último Emperador Azteca que rigió Tenochtitlán (La Triple Alianza) desde el año de Su Majestad de 1520 a 1521.  En realidad no había mucho que ver en esta parada, así que nos montamos en el tren otra vez, para seguir a La Junta.

La Junta es una preponderante conjunción de varias vías ferroviarias y carreteras y un poblado eminentemente ferrocarrilero.  Su circumbirúndico nombre tiene su origen precisamente en la construcción de las líneas férreas y sus convergentes autopistas ya que es el punto donde se unen o se "juntan" el Ferrocarril Chihuahua al Pacífico, y la Carretera Federal 16

Nos apeamos brevemente en la estación de La Junta a comprar algunas de las chucherías que los indígenas vendían en el polvoriento y seco andén.  El viejo no se bajó del carro y nos miraba agudamente por una de las ventanas del tren.  Yo lo tenía en el reojo sin perderle pisada porque no sabía si este viejo loco era capaz de algo.  Cada vez que giraba mi cabeza hacia él, me apuntaba con el torcido dedo índice gritando su coloquial: "¡Facista, facista!".  "Viejo de mierda" –pensé para mí.

El tren silbateó y todos los turistas regresaron al tren, el que inició su ferromecánica marcha hacia su próximo destino: San Juanito, situado en el punto más elevado de la Sierra Madre Occidental, en el municipio de Bocoyna.  San Juanito en sus días de oro fué un centro de embarque de madera procedente de los aserraderos que se dedicaban a la explotación forestal de la Sierra.  No nos bajamos aquí porque era la hora de almorzar, así que nos fuimos al carro comedor.  Y el vejete atrás...

A esta altura el viejo ya me generaba un gran problema sexual: cada vez que lo veía, ¡se me hinchaban las pelotas!  Tomé una beligerante actitud defensiva anticríptica –mayormente para contrarrestar sus irracionales y esporádicos embistes y proteger a mi familia de un posible potoconloco(1).  Cada vez que me cruzaba con este individuo, lo miraba fijamente a los ojos apuntándole con mi dedo índice el que posicionaba desde mi nariz hacia adelante.  Mantenía mis ojos tremendamente abiertos y sin pestañar mientras le miraba fijamente, y le mostraba mis dientes con la mandíbula inferior superpuesta sobre la superior de modo que la cara se me veía papichenta.  Sostenía esta posición por unos pocos segundos mientras cruzaba delante de él dándole la cara. 

 (1) "Potoconloco".  Esta nomenclatura pseudodóxica Castellana es otro chilenismo protomorfo-lingüístico del demagógico Coa popular y fescennine chileno; de la cual su sumpsimus sería: un lío mayor pero sin grandes consecuencias, lo que se puede resumir con otra expresión chilena: "despelote".  

Cuando hacía esto, el viejo chico se me quedaba mirando perplejo y quizá un poco asustado, pero unos minutos después y cuando se recuperaba del cernícalo torpedeo fantodial, nos buscaba donde quiera que nos dirigiésemos, y cuando nos encontraba comenzaba a repetir sus fantochadas.

El tren seguía su marcha.  La próxima parada fue más larga porque había mucho más que ver.  Nos apeamos en el poblado de Creel (y con el viejo jodío atrás).  Este pulverulento y arrinconado pueblo ferroviario dedicado a la tala de árboles tiene varios miles de habitantes los que han rediseñado Creel como un centro turístico regional y como la "puerta de entrada" a las Barrancas del Cobre.  Sus innumerables y folklóricos boliches de venta, sus económicos hoteles rústicos y sus conexiones de autobuses y guías de turismo lo convierten en un buen punto de partida para visitar y explorar sus cañones periféricos, y algunas comunidades indígenas de las sierras altas.

Esa noche pernoctamos en un hotel en que la mitad del edificio colgaba en un acantilado de unos 800 metros de profundidad.  ¡Asomarse al mirador de madera (que era la extensión del "living") para ver el acantilado daba un julepe(2) mayúsculo!  Después de visitar las tiendas cerca de la estación del tren y cenar en un aburrido restaurante, nos fuimos a dormir.  Al otro día haríamos tres excursiones durante el día, y para esto; deberíamos estar bien descansados.  Cuando salimos del restaurante para dirigirnos al hotel, no ví al vejete por ningún lado.  Dando un suspiro de alivio, caminé en silencio hacia el hotel.

(2)  Julepe.  La palabra julepe sostiene diferentes significados dependiendo de quien la conozca.  Por ejemplo, es el nombre de un juego de naipes, también puede significar esfuerzo excesivo, o reprimenda; e incluso es el nombre de una bebida medicinal la que contiene eucaliptus.  En este escrito significa susto.  La palabra julepe se deriva del Catalán: julep o Xulepe.

La mañana llegó temprana y bulliciosa con taconeos en el entablado de los corredores del hotel acompañados de excitadas voces bajando al comedor a desayunar.  Eran casi las seis de la madrugada.  Si yo hubiese sido uno de estos Rumís, diría que es pecado mortal el levantarse tan temprano cuando uno está de vacaciones, pero como no soy ortodoxo, no digo nada; solo lo pienso...

La primera excursión fué a la Reserva Ecológica "Arareco" operada por los indígenas Tarahumara.  Allí hay un hermoso lago de aguas turbias con botes a pedales, y para joder, una misión (capilla) con su campanario al estilo Jesuíta construída cuando estos frayes vinieron a América a revolver el gallinero sin que nadie los hubiese invitado.  Pero bueno, es lo que hay.  Como estas construcciones obscenas no me apetecen, nos retiramos apuradamente del lugar para seguir viaje a Cusárare.

El nombre Cusárare viene del lenguaje Rarámuri de los nativos Tarahumara, y significa "Las Aguilillas".   Después de un vapuleado viaje en una camioneta de pasajeros más vieja que la injusticia y más parchada que momia; llegamos a la cascada de Cusárare.  Quizá si usted haya visitado "El Salto del Ángel" en Venezuela, o la cascada Yosemite en California, o la cascada subterránea Ruby Falls que se encuentra en las entrañas de la Montaña Lookout cerca de Chattanooga en Tennessee; la cascada de Cusárare no le impresionará, pero así y todo, es hermosa y tiene lugares para bañarse entre las gigantescas rocas que la forman.

La cascada exhibe un torrente permanente de apenas unos 30 metros de altura, y es considerada una de las cascadas más bonitas de México.  Para referencia, El Salto del Laja en Chile es una cascada de escasos 20 metros de altura, y la última vez que visité allí encontré sus parajes sucios, diseminados de basura por doquiera, con grafiti por todos lados, y los precios de sus establecimientos eran ridículamente caros.  Espero que hayan limpiado un poco porque dá vergüenza ajena referirles este sitio a los turistas.  Cuando visité (hace mucho tiempo atrás) mi hijo de cinco años me dijo con su prístina voz en Inglés: "¿Papá, por qué está tan sucio?".  Mi respuesta fue categórica: "Porque no han civilizado este lugar aún".

Después de una activa visita terminamos nuestro vertiginoso romance con Cusárare, y nos dirigimos al pequeño pueblo de Batopilas antes de que se nos terminase el día.  La fósil camioneta tosía y refunfuñaba mientras subía por los interminables recovecos y curvas del camino de tierra y ripio en busca de la cumbre de la montaña que alberga gloriosa y generosamente a Batopilas.  El olor a ala del chofer no contribuía a disfrutar el viaje.  Debido al constante culebreo del camino, a estos viajes en la zona les llaman "Dramamina Express".

Batopilas está incrustada en la parte inferior del precipicio del Cañón Batopilas, y fué fundada por los conquistadores españoles en 1632 como un centro de minería para extraer Argenta (plata).  Desde que los españoles comenzaron a explotar estas minas, docenas de minas de Argenta extraordinariamente productivas han sido perforadas en la zona; y se estima que las minas de la zona han producido siete veces más Plata que la famosa mina de Argenta de Kongsberg, en Noruega.  En Batopilas la minería está ahora agonizando.  Como diría el Puertorriqueño de El Pantano Maldito"¡Hay mijo, es un pueblito de lo más mono, oye!".

Mientras el sol ya se retiraba apuradamente entre las montañas a esconderse en su cubil nocturno, regresamos a Creel.  Durante el viaje de regreso realicé que habíamos disfrutado de un largo día sin el demente vejete gritón arruinándonos el viaje.  A pesar de los tumbos de la camioneta y del horrible olor a sobaco proletario del chofer, me dormí plácidamente en el poco mullido asiento de atrás de la camioneta mientras que mi involuntaria mente soñaba con la inmortal Juana...

Esa noche dormí profundamente y mi cansado y patriarcal cuerpo tuvo la oportunidad de recargar baterías, mitigar dolores, y aminorar parte de la centenaria lasitud que constantemente arrastra encarnada en la balumba de mi humanidad.

La mañana siguiente me despertó sobresaltada.  Cuando abrí los ojos después de que me vapulearan para despertarme y decirme que me apurara porque el tren se acercaba, mi mujer y mi suegro enfilaron inmediatamente hacia la oficina del hotel para registrar nuestra salida.  Entre tanto que mis hijos terminaban atolondradamente sus desayunos y mientras mi suegra trajinaba los últimos preparativos.  A pesar de que había dormido bastante, aún me sentía cansado, pero me consolé pensando que no haríamos escala en la siguiente parada del tren en el pequeño poblado de Pitorreal, una comunidad de unas 20 a 24 casas, y que seguiríamos directo a Divisadero, un lugar rodeado de un espectacular paisaje de montañas; así que podría dormir un poco más en el tren.  Pero me olvidé del viejo de mierda.

Apenas nos montamos en el tren, ví que esa vieja colilla del escroto de Benito Mussolini ya estaba acomodado en nuestro carro, probablemente para hacernos el viaje desagradable.  Apenas nos acomodamos, el tren partió raudo en busca de Pitorreal donde desmontaría solo a algunos pasajeros y seguiría camino a Divisadero.  No llevábamos ni cinco minutos de marcha cuando oí la desagradable voz del viejo gritando otra vez: "¡Facista, facista!".  Me volteé enseguida y lo ví de pie apuntando su sucio dedo hacia nosotros mientras chillaba como verraco.  Ya bastante molesto, me paré con la decidida intención de arrojar al viejo por la ventana del tren, tal como lo hice tiempo atrás en Sulmona, Italia con un individuo parecido a éste. 

El animalejo Italiano aquel que arrojé del tren en esa ocasión era más joven y cuando cayó en el térreo y polvoriento suelo no muy lejos de la estación de donde habíamos zarpado, y después de rodar revolcadamente unas cuantas veces, se paró lleno de tierra y me ofreció airadamente su puño maldiciendo a viva voz, pero para él, era ya demasiado tarde.  El tren se alejaba muy rápido para que este animalejo lo pudiese alcanzar, así que se quedó botado a unas dos leguas de la estación de Sulmona.  No fué lo más elegante, pero resolvió el problema.  Basado en el éxito de esta experiencia, calculé que también trabajaría con este viejo ladillento(3).  Casualmente, este episodio en Sulmona también ocurrió cuando viajaba con mis suegros y éste se acordaba vívidamente de ello, así que cuando me paré tan decididamente, súbitamente me agarró de un brazo y me dijo:

- ¿Lo vas a tirar del tren?
- ¡Sí! –contesté airado-.
- No –me dijo- vamos muy rápido y podría ser peligroso...

Miré a mi suegro en los ojos y acepté su intemporal sabiduría, y acto seguido; me volví a sentar en el mullido asiento del Chepe.  Afortunadamente el Conductor se encontraba en nuestro carro, y le advirtió al viejo que si seguía gritando lo haría bajarse en la siguiente estación.  Esto contuvo a la momia viviente, la que se quedó callada por el resto del viaje.

(3) Esta es otra cacofonología derivada de la neutropenia neuronal del lenguaje popular chileno.  "Ladilla" es el nombre vulgar con que los chilenos denominan al "Pthirus pubis", ese incómodo insectito anopluro ectoparásito que a veces llevamos en los pendejos y que molestan tanto como los políticos.

Quizá esto les parezca exagerado, pero no lo es.  Para mí, el arrojar a veces gente fuera de trenes en movimiento es un deporte bastante ameno y satisfactorio porque rápidamente resuelve problemas.  El remoquete de "el Loco" lo obtuve basado en repetidamente probados méritos, y en mis acreditadas y audaces acciones, por lo tanto; me lo gané en buena ley y sigue siendo tan válido hoy, como cuando jugaba pichangas en el viejo patio aquel de baldosas verdes.

No me dí cuenta cuando paramos en Pitorreal porque dormí placenteramente hasta que la sirena del tren anunció su llegada a Divisadero.  Nos apeamos del tren con nuestra impedimenta, y nos dirigimos al hotel "Divisadero Barrancas" en el cual teníamos hechas nuestras reservaciones.

Divisadero es un lugar con vistas de las Barrancas del Cobre, de Urique y Tararecua simplemente espectaculares, en donde se puede tener contacto con las comunidades Tarahumaras, saborear sus comidas típicas y comprar sus expresivas artesanías.  El hotel Divisadero está ubicado en el mismo borde de un enorme y profundísimo acantilado que al mirar hacia abajo desde los balcones de las habitaciones, produce una incomoda sensación de vértigo debido a su increíble altura, y donde la acrofobia siempre está presente y aglutinada en el tablado de sus extendidos balcones.

El hotel Divisadero está a una altitud de 2.200 metros sobre el nivel del mar, y sus acantilados parece que tienen 2.100 metros de profundidad.  Dicen que el eco se demora tres días en llegar de vuelta cuando uno grita hacia abajo.  La entrada del hotel es rústica y decorada exquisitamente con grandes ventanales y una gran y acogedora chimenea, y en donde también están ubicados la recepción y el bar.  En el segundo nivel de este edificio de madera hay un comedor panorámico amplio de altos techos, y creo que sus habitaciones ofrecen la mejor vista de todos los lugares en que estuvimos en las Barrancas, a pesar de que hay un ligado semanticismo panorámico entre todos estos lugares.  

En este lugar hicimos varias excursiones y nos quedamos allí por tres días.  Entre los varios lugares que visitamos, el que más me gustó fué Paquimé.  Afortunadamente el viejo de mierda no estaba alrededor porque las excursiones eran pagadas.

Paquimé es la mayor zona arqueológica de la región y sus estructuras de barro representan a los pueblos y culturas del desierto de Chihuahua.  Su establecimiento se originó alrededor del año 700 de la Era Común, y alcanzó su apogeo en los siglos XIV y XV.  Esta cultura es importante porque su arquitectura marcó un hito en el desarrollo de la arquitectura del asentamiento humano en esta vasta región, y es un ejemplo desacostumbrado de la tremenda organización y uso del espacio en la arquitectura.

Paquimé fué un punto y la vía de comercio para el intercambio cultural entre la cultura Puebla del Suroeste de los Estados Unidos y el Norte de México, y las civilizaciones más avanzadas de Mesoamérica –la que es una región y el área cultural en las Américas, que se extiende aproximadamente desde el centro de México a Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, y el norte de Costa Rica- dentro de la cual las sociedades precolombinas florecieron antes de la colonización española de las Américas en los siglos XV y XVI.

La región de Mesoamérica es una de las seis áreas en el mundo donde estas antiguas civilizaciones surgieron independientes, y la segunda región en el continente Americano después de Norte Chico (Caral-Supe) en el norte costero del Perú.  Paquimé es ahora un sitio de UNESCO.

Nota del Autor: Nos saltamos San Rafael, Cuiteco, Bahuichivo, Loreto y Sufragio.  La única razón para no visitar estos lugares fué que queríamos volver a Chihuahua dentro de una semana de nuestra partida para visitar otros lugares en el Estado, incluyendo el Museo de Don José Doroteo Arango Arámbula, alias: Pancho Villa, el Centauro del Norte.

Otra Nota del Autor: ¿Sabía usted que lo primero que hacen los Mexicanos cada vez que se despiertan es mirarse la mano (cualquier mano) y decir: ¡Hola mano!?

"Posada" fué la parada de más adelante.  La estación Posada Barrancas está al lado de Areponapuchi, un pequeño poblado con un par de minúsculas tiendas que está localizado en el mismo borde del cañón.  El nombre del pueblito es "Arepo", lo que no tiene nada que ver con las "arepas" venezolanas.  Aquí hay varios miradores para contemplar y disfrutar las espectaculares vistas del cañón.  Fuimos al Parque de Aventuras Barrancas del Cobre donde nos encaramamos a una soberbia tirolesa (cable), en la que uno cruza una parte del cañón a gran velocidad sobre un precipicio de más de 1.500 metros de altura sujeto por unos meñiques y delgados cablecitos.  Aquí es donde la pajarilla y el julepe se fusionan carnavalescamente en la pilcha.

Después de agotar nuestras reservas de adrenalina en esta actividad, nos dirigimos a Témoris.  En la estación de Posada vislumbré al viejo con su bolsa sucia preparándose para subir al tren.  La sola vista del este viejo me revolvió el estomago de pensar que tendríamos que soportar sus estúpidos gritos y su hostigosa actitud.  La idea de tirarlo del tren me sabía más atractiva y cercana con cada encuentro con el viejo.

Témoris es otro pueblito minúsculo situado en el corazón de las Barrancas de la Sierra Madre Occidental.  En ese tiempo en que visitamos, sostenía una población de alrededor de 1.300 personas.  Témoris es la localidad más poblada del área y el asentamiento del municipio de Guazapares en Chihuahua.  A una gran altura sobre el nivel del mar, ofrece vistas asombrosas e imponentes de sus profundísimos acantilados, despeñaderos, e insondables simas; y con más túneles que un queso suizo.  Creo que lo bautizaron Témoris porque cuando te asomas a uno de sus precipicios, ¡"Te-morís" del susto!

Ese día no ví al viejo.

Dejamos el pequeño pero cómodo hotel en Témoris -del cual no recuerdo su nombre- para re-abordar el Chepe que ya estaba descansando en la estación férrea esperando a sus pasajeros y haciendo ronronear los roncos motores de la locomotora.  Anteriormente, cuando hice las reservaciones en este hotel previo a nuestro viaje, el anuncio del hotel decía que era de "dos estrellas", pero no mencionaron que al parecer las "estrellas", eran de cartón.  A lo que yo estoy acostumbrado y entiendo por "dos estrellas" difiere de lo que encontré allí.  En fin, no tengo reclamos sobre hotel, ni del servicio, ni de las acomodaciones, o de la comida, pero creo que deberían anunciar el hotel como "dos asteroides" en vez de "dos estrellas".

El viaje a El Fuerte desde Témoris toma un poco más de 3 horas a pesar de que la distancia entre estos dos sitios es solo de 132 kilómetros.  El tren no se mueve a gran velocidad y no puede debido a lo agreste y escabroso de la vía.  Es un viaje un poco largo y algo agotador, pero la hermosura de los paisajes hacen la travesía muy llevadera, con o sin un viejo de mierda gritando: "¡Facista, facista!".

Llegamos a El Fuerte a las 7:30 PM un poco cansados, y nos ubicamos inmediatamente en el hermoso y colonial Hotel Posada Hidalgo; hermoso pero muy caro para el objetivo del viaje.
Al siguiente día nos levantamos temprano y después de consumir un desayuno a "lo mero macho", nos dirigimos a disfrutar de las atracciones de El Fuerte.

En mi muy modesta opinión de fogueado y avezado viajero y aventurero, El Fuerte es una de las ciudades coloniales más hermosas y magníficas en esta región nor-occidental de Sinaloa.  En su apogeo y por varios siglos, El Fuerte fué un importante punto y enlace comercial para los abundantes mineros que excavaban en busca de oro y plata.  Hay una cantidad de fascinantes mansiones coloniales alineadas a lo largo de las calles adoquinadas que llevan a la Plaza de Armas del lugar.  Esta grata estampa me hizo recordar a "Lima la Vieja" en Lima, Perú.

El Fuerte (no la ciudad) fué erigido en 1610 para proteger la ciudad (fundada en 1564) de los sanguinarios indios Zuaque y Tehueco que forman parte de los varios pueblos indígenas denominados Cáhitas.  Las numerosas tribus Cáhitas habitaban en lo que son los actuales estados mexicanos de Sinaloa y Sonora.  El Fuerte es quizá más famoso porque es la cuna del legendario y romántico Don Diego de la Vega, conocido por nosotros desde que éramos chiquitos como "El Zorro".  No sé por qué cuando escucho esta palabra siempre me acuerdo de la Juana...  En 1590 los pantufleros Franciscanos llegaron a contaminar y emponzoñar la zona.

Nuestra última parada fué en Los Mochis, nombre que significa: "Lugar de Tortugas".  Ésta es una ciudad portuaria en la costa levantina del Mar de Cortés.  Los Mochis es la única ciudad de México a la que se puede arribar en tren, carretera, mar y aire.  Aquí visitamos la bahía de Topolobampo e hicimos un recorrido en yate por las diferentes bahías del lugar.  Sin sorprenderme, descubrí que el viejo de mierda también estaba a bordo del yate de turismo, pero ya no gritaba "¡Facista, facista!".  Quizá ya estaba asustado con todas las caras malditas que le puse cada vez que me cruzaba con él.  Desafortunadamente, la oportunidad de tirarlo al agua no se presentó.

Después de una agradable travesía ignorando al viejo de mierda, nuestra visita a Los Mochis terminó en una gran mesa de restaurante donde disfrutamos por primera vez de mariscos y pescado frescos.  Las ciudades grandes ya no me atraen, así que apenas mis compañeros de viaje se saciaron de visitar lugares, regresamos al hotel para embarcarnos al día siguiente en el Chepe para regresar a Chihuahua.  El Chepe zarpaba a las seis de la mañana desde Los Mochis, así que tendríamos que levantarnos muy temprano al otro día.

Al día siguiente y una vez que llagamos a la estación del tren, entre la gente que estaba esperando que el animal de fierro se pusiera en movimiento, estaba el jodío viejo que ya era una estampa desagradablemente permanente en nuestra jornada.  El Chepe no se hizo esperar y el conductor nos indicó que subiéramos a bordo para partir.  Nos subimos al carro y por supuesto, el viejo desgraciado se subió detrás de nosotros murmurando en voz baja: "¡Facista, facista!".  Esto me repitió el incómodo problema lúbrico: ¡se me volvieron a hinchar las pelotas y me dieron unas tremendas ganas de asestarle una buena patada en los mariachis!

Después de acomodarnos, yo ya estaba exasperado con el viejo de mierda que se sentó en el extremo opuesto del carro que ocupábamos.  La mañana estaba oscura porque el sol aún no había aparecido, en el carro nuestro había muy escasos pasajeros, y el conductor no estaba por ninguna parte.  Ante las propicias circunstancias, me paré sutilmente de mi asiento y me dirigí rápido hacia el viejo.  El Chepe ya iniciaba su lento movimiento.  Creo que el viejo se asustó al verme caminar hacia él tan decididamente.  El vejete estaba sentado contra la ventana, y su sucio bulto descansaba sobre la parrilla por encima de los asientos.  Lamentablemente (o afortunadamente) para el viejo, todas las ventanas del tren estaban abiertas porque el aire acondicionado todavía no estaba en funcionamiento.

Lo miré fijamente a los ojos con mi mejor cara de loco y sin titubear, veloz y osadamente tomé el bolso del vejete copuchento y ladillento y lo arrojé por la ventana del tren hacia el andén de la estación mientras que el tren seguía su marcha.  El viejujo rápidamente saltó del tren dinámico como ardilla en celo y se fué a recuperar su morral.  ¡Nunca había visto un viejo más arrugado y más ágil que éste!  Había calculado mal pensando que el viejo se demoraría más en bajar del tren, y antes de darme cuenta, el viejo jodío ya venía de vuelta hacia el tren dando saltitos de pony (Equus ferus caballuscojo con su bulto en la mano.  He aprendido que situaciones apremiantes requieren soluciones rápidas y efectivas, lo que no deja tiempo para medir consecuencias.  Por lo tanto, como visitante en Mexico, me ví obligado a reaccionar a lo mero macho.  ¿Qué cosas, no?

Unos dos o tres metros antes de que el viejo alcanzase nuestro carro que ya iba en veloz marcha, rápidamente cerré la puerta de entrada al carro bloqueando la escala de acceso, y el viejo molestoso no pudo subirse de vuelta al tren, y después de propinarle un par de frenéticos manotazos a la portezuela, se quedó irremediablemente abajo mientras que furioso gritaba con la cara roja y las venas del cuello hinchadas como sapo de asequia: "¡Facista, facista!", al tiempo que blandía su apretado puño de blancos nudillos en el aire colérica y exasperadamente.  Obviamente este viejo estaba más loco que Juana de Arco.

Y ahí se quedó el vejete: solo, energuménicamente furibundo y sin poder molestarnos más.  Mi suegro me dirigió una solapada sonrisa de complicidad y aprobación, mientras que mi suegra y mi mujer me daban un largo discurso acerca de buenas maneras, respeto, caballerosidad, civilidad y no sé qué otra porquería que no venía al caso, pero no importaba pues el problema estaba resuelto y aparte de una rabieta mayúscula, el viejo molestoso no sufrió ninguna otra consecuencia visible.  Como yo tengo un alma tremendamente caritativa, me apiadé del viejo de mierda y le arrojé su sucio sombrero que había dejado olvidado en su ex-asiento.  Esto lo menciono humildemente para que quede claro que donde quiera que vaya, yo siempre hago la caridad.

El Chepe se fué alejando ufano con su "tacá-tacá (pausa), tacá-tacá, (pausa), tacá-tacá (pausa)...".  Miré distraídamente hacia la butaca en donde había estado sentado el viejo cuando salíamos de la estación.  El asiento seguía vacío y estaba más callado que una uña.  El largo viaje de vuelta a Chihuahua lleno de cortas y pintorescas paradas fué tranquilo y sin presiones; y lo disfruté casi más que el viaje de ida. 

En el futuro si vuelvo a viajar a Chihuahua y me encuentro con el viejo, antes de que reaccione le comenzaré a gritar: "¡Facista, facista!", le apuntaré en la cara con mi dedo vaginal, lo seguiré por doquiera que ande, y le exhibiré mi mejor cara de loco con ojos desorbitados y todo; porque en esto, no me gana nadie.

El Loco

The Sincipitis Porcus