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domingo, 1 de mayo de 2016

Conquistando Aucanquilcha

Mis queridos leyentes y fieles lectores todos; ustedes, mis imperturbables decodificadores y descifradores de éstos, mis indefinibles y ensortijados escritos, acaban de leer un artículo sobre mis montañas y mis volcanes, pero para vuestro justificado estupor, aún no he terminado con estas maravillosas crestas de piedra cordillerana.  Y ahora, abusando de vuestra paciencia y lealtad literaria, en este escrito les emborracharé la psiquis con otro de mis demenciales cruceros cordilleranos.  Gracias por su entereza intelectual y probidad moral. 

Aucanquilcha

Aucanquilcha es un volcán de más de 11 millones de años de edad.  Esta montaña se formó durante el período Mioceno, que es la primera época geológica del Período Neógeno. El nombre Mioceno se deriva de las palabras Griegas μείων (meiōn, "menos") y καινός (kainos, "nuevo"), por lo que significa: "menos reciente".  Este período tenía sólo el 82% de los invertebrados marinos modernos que tenía su periodo anterior; el Plioceno.  El Mioceno se ubica entre su predecesor el Plioceno, y su sucesor, el Oligoceno.  Me pregunto: ¿de dónde habrá surgido la rimante palabra "obsceno"?

Aucanquilcha es un masivo estratovolcán de 6,176 metros de altura sobre el nivel del mar, y está sentado en la Región de Antofagasta en el norte de Chile, al oeste de la frontera con Bolivia, y forma parte de la Reserva Nacional Alto Loa, ubicado en la parte central de la Cordillera de los Andes.  Aucanquilcha forma parte de una agrupación más grande de volcanes conocidos como el "Cúmulo Aucanquilcha".  

Entre otras, en Aucanquilcha existe una antigua mina a una altitud de 5.950 metros, la que inicialmente se perforó en el año 1913; pero que se mantuvo bajo explotación desde 1950 hasta 1992.   Esta fué la mina ubicada a más altura en el planeta durante ese período, y su producto; azufre, era transportado usando llamas hasta el pueblito de Amincha, ubicado a unos 42 kilómetros de Antofagasta, una localidad tan desolada como Calihue.

No sé exactamente qué significa la palabra Aucanquilcha.  No sé si es un nombre o un vocablo, un patronímico o simplemente un término lingüístico.  Sé que posiblemente es una palabra Quechua o Mapudungún, y que si la desgloso arbitraria y semi-fundadamente, puedo señalar que en Mapundungún, "Auco" significa "Se terminó el agua"; "quilaleu" significa "tres ríos"; y "chabunco" (de la terminación "cha") significa "confluencia de agua".   Ahora, en Quechua que es la lengua prominente de esa región desde el Incanato; no he podido dilucidar ninguna palabra que por lo menos se acerque a la filología del vocablo.

El problema es que los monosílabos "au" y "qui" no existen en ninguna de estas lenguas, incluyendo el Quechua y el Aymará.  Entonces, basado en lo poco y esparcido que sé de la palabra "Aucanquilcha", temeraria y osadamente me aventuro a decir que Aucanquilcha podría significar "Lugar de Aguas".  No sé si usted haya visitado esas alturas, pero le aseguro que son sin duda abrasadora y tórridamente secas, pero no sé cómo estos lares eran durante su constitución Miocénica, la que quizá perduró hasta que fueron habitadas hace más de 21.000 años atrás, y donde posiblemente hubo abundante agua una vez.

Esta anécdota acerca de este volcán-montaña no se trata de una aventura del cuerpo o del espíritu, sino que una aventura de la psiquis existencialista.  Escalando Aucanquilcha aprendí cosas que no habría podido aprender jamás en las calles de ninguna de las sucias ciudades en que vivimos, en este planeta que obviamente gira en el sentido descaminado.

Aprendiendo de la Montaña

Si bien recuerdo, la primera vez que escalé una montaña fué cuando apenas contaba con seis años de edad (o quizá menos).  Mi amado tío Lucho me llevó a estos lugares por primera vez.  Fué una de las montañas que rodean la localidad de Agua Fría, en las vecindades de Angol, en la Araucanía chilena.  Aquí aprendí por primera vez el valor de subir una montaña.  Lo que aprendí fué que no es la montaña lo que hay que conquistar, sino que a nosotros mismos.  Esta verdad se hizo patente tiempo después entre los turbulentos días que forman mi vida.  El nombre Angol según el diccionario Mapundungún-Castellano significa: "subir a gatas".  ¿Qué cosas, no?

Creo que el escalar montañas nos enseña verdades importantes sobre nuestra vida.  Una de las cosas que aprendí de la montaña, es que los senderos que caminé me mostraron el duro trabajo de aquellos que los imprimieron por primera vez, y de aquellos muchos que los caminaron antes que yo.

Por ejemplo, Aucanquilcha me enseñó que el silencio es el mejor ruido.  También me aleccionó de que puedo viajar más lejos de mi meta, y lograr más de lo que creo que puedo; y que en medio de una senda de subida hay sólo dos opciones: conquistar la cima; o rendirse y retornar derrotado.  Esto fué importante porque aprendí que el llegar al pináculo de algo requiere gran perseverancia, obstinación y esfuerzo; y esto, sólo para dar el próximo paso adelante.  Cuando la vida me atrapa con sus sucias emboscadas de dificultad y obstáculos haciéndome difícil la existencia; pienso en aquellas jornadas de dura subida a la cumbre de Aucanquilcha, y recuerdo que lo único sensato que puedo hacer, es seguir porfiadamente poniendo un pie en frente del otro, y seguir escalando el trabajo de vivir.

Otra enseñanza que obtuve de este volcán milenario, es que hay que llevar sólo el peso necesario.  Como con la mochila de la vida, el peso de los pertrechos que cargamos o que arrastramos a nuestra espalda, se registra y es manifiesto cuando éstos se acumulan amotinadamente sobre nuestra vida.  Este embalaje es cierto para el saco de un viaje corto, o para la arpillera de la gran jornada de la vida.

Si puedo subir una montaña, puedo conquistar cualquier altura por sobre mi cabeza.  Esto por supuesto es totalmente incierto e indemostrable, pero el mantra todavía vive en mi mente y resuena tenazmente como un himno Védico de una entonación predestinada, como el numinoso sonido de la conciencia.  Conquistar la cima de una montaña no es solamente un logro físico, pero lo es también mental y emocional el que –al menos para mí- trae gran motivación.

Más Lecciones de Aucanquilcha

Cuando subo una montaña como el volcán Aucanquilcha, el que descansa cerca del volcán Santa Rosa, y aunque muchas veces lo hago acompañado, habitualmente subo impávido y envuelto en la recluída compañía de mi cariñoso equipaje emocional -el que acarrea mi esfuerzo y mi concentración - el que se explaya con el paisaje, con el silencio, y con la brutal naturaleza de Los Andes; y subo impávido hacia la cumbre; sin una dirección exacta, pero no marcho derrelicto.

¿Habrán sido los antiguos y olvidados dioses pre-colombinos que aún habitan los cosmos de Aucanquilcha, o habrán sido los penetrantes silbidos del tajante e incisivo viento Andino?  No lo sé, pero algo o alguien me ha imbuído estas profundas enseñanzas sobre la vida mientras me encaramaba invadiendo esas encumbradas alturas.

Aprendí por ejemplo que la audacia paga, pero que vale la pena detenerse y tomarse un respiro para ver dónde uno se encuentra; aprendí que el equilibrio ocupa el primer lugar entre las virtudes, que la impulsividad siempre debe ser la segunda, y que la desesperación engendra errores.

Aprendí que las situaciones más duras y estoicas son también los entornos más solitarios; y que siempre habrá una bosta la que pisaremos irremediablemente en nuestro camino por delante; aprendí que todas las subidas siempre encuentran una bajada velada e inesperada; y que la verdadera diversión solo comienza cuando se presionan y empujan los límites.

Aprendí que el verdadero Amor es lo que más duele; y que el éxito requiere de una gran confianza y perseverancia, y que la pereza rápidamente invita al fracaso; y que a veces la mejor manera de pasar un obstáculo es cortar a través de él; y lo que puede derrotarte, normalmente no lo ves venir.

También aprendí de la montaña que el progreso consiste en ser e ir, y no en tener o en llegar; y que en cada intersección de nuestra vida, hay una manera fácil y una manera difícil de tomar decisiones; y que si caigo herido, me puedo curar, lamer mis magulladuras, levantarme y proseguir la marcha.

Aprendí de la montaña otras cosas como por ejemplo que hay que siempre mantener el sentido del humor; que uno nunca debe creerse demasiado bueno como para no comenzar desde abajo; que nuestra familia es lo más hermoso y lo más valioso que siempre jamás tendremos en nuestras vidas; y que nunca debo tener temor de ser quien verdaderamente soy.

Aprendí que lo más difícil es aprender a perdonar, que debo explorar mi mundo y permanecer siempre curioso; que no debo tomarme muy seriamente a mí mismo porque nadie más lo hace; que debo llorar mis penas con alguien más porque alivia más que llorar solo; y que cuando se trata de chocolate, toda y cualquier resistencia es completamente inútil.

Aprendí que debo hacer las paces con mi pasado para que éste no me demuela el presente y me arruine el futuro; que nunca debo comparar mi vida con la de los demás, porque no tengo idea de cómo lucen sus jornadas; que nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz; que hay que ser excéntrico ahora, y no esperar a ser viejo para usar pantalones de color morado; y que el órgano sexual más importante es el cerebro.

¡La montaña está llena de enseñanzas!  Además me enseñó que nadie está a cargo de mi felicidad; que a tu trabajo no le importa que estés enfermo, solo a tus amigos les importa, manténte en contacto con ellos de cualquier manera en que puedas; no creas en milagros porque no existen; que el hacerse viejo es mejor que morir joven; y que la vida no viene envuelta en papel de regalo, pero sigue siendo un regalo.  ¿Qué cosas, no?

Desde la cumbre del Aucanquilcha, si miras al Este, podrás ver a la cansada Bolivia.  Una cosa más aprendí de Aucanquilcha...  nuestra vida es demasiado corta para lamentarse por mucho tiempo; o hay que mantenerse ocupado viviendo, o perseverar ocupado muriendo porque no hay que tomar decisiones permanentes basados en emociones temporales. 

Se puede aprender mucho de la vida subiendo una montaña, cualquier montaña; pero una montaña.  Cualquiera, hasta el más flojo, apático y enervado puede subir un cerro, una colina, un promontorio, una loma, un montículo, y hasta un pedestre mogote, pero subir una montaña verdadera toma a un ser más especial; a uno que se pueda elevar por sobre el nivel de una simple prominencia, a uno que debe ser capaz de negociar y resolver alturas y dificultades extraordinarias e inusitadas.

El impertinente e intruso ruido de la ciudad con todas sus falsas comodidades no nos deja tiempo ni de pensar ni de meditar.  Nuestra mente está constantemente presa en una inefable nube de preocupaciones y reacciones, y vivimos corriendo sin sentido de un lado para otro, porque no hay tiempo.  Y no hay tiempo porque tenemos muchas obligaciones con la sociedad, con la familia, con nosotros mismos, y con el resto de la humanidad.  Y así es como el tiempo que le deberíamos dedicar a nuestra conciencia se esfuma y desaparece en el cendal de las histéricas ciudades. 

En la montaña no pasa esto.  Nunca.  Escalando una montaña o un volcán como el dormido Aucanquilcha, juntos caminan nuestro esfuerzo sin distracciones, nuestra tenacidad sin mezquindades, y nuestros pensamientos sin obturación los que masajearán suavemente y con cariño los entumidos músculos de nuestra entorpecida conciencia.  Y durante la pesada marcha y enfrascados en nuestra lucha espiritual con nuestra envarada conciencia, sacudimos y despertamos también nuestros principios olvidados, y nuestra polvorienta moral, aquella que cuando éramos mozos jugando descuidadamente en aquel proverbial patio de baldosas verdes, estaba límpida y cristalina.

Una Experiencia

Tras un fláccido día anterior, un largo día caliginoso y húmedo casi a finales de Noviembre y durante el extraño interregno de las estaciones planetarias, que en mi Nueva Tierra se denomina "el Verano Indio", a la mañana siguiente partí en busca de las colinas.  Cada colina tiene su propia personalidad y un brutal genio, y escoger acertadamente una de ellas para que nos acompañe en una jornada, es siempre difícil; casi una parodinia.   

Partí hacia las nebulosas alturas esa mañana cerca de las seis de la madrugada, cuando el sol comenzaba a iluminar la tierra.  Dirigí mis largos y apurados trancos sin demora hacia unos montes que nunca había explorado antes.  Después de unas dos horas de marcha, sin saber realmente dónde estaba; me tropecé con un barranco.  He caminado desfiladeros antes, pero éste me llamó particularmente la atención.  El paisaje de la quebrada no era extraordinario en ningún aspecto, pero parecía tener la oculta y lúgubre catadura de una desolación luctuosa.  La soledad de esta hendedura supuraba un sentimiento de virginidad sepultural.

Mientras penetraba esta impávida garganta, no pude sacudirme la impresión de que el suelo en que caminaba no había sido nunca pisado antes por la planta de otro aventurero.  La pesada camanchaca que es peculiar del "verano indio", lo cubría todo.  Mientras me adentraba es sus entrañas, el inexistente sendero que ahora yo estaba creando me parecía tortuoso y serpenteante, y el sol que me seguía desde las plenitudes del cielo, seguido se escondía entre el ramaje que crecía rápidamente, hasta que se perdió completamente detrás de mis sudorosas espaldas.

Marché durante un largo tiempo poniendo especial cuidado en dónde pisaba.  De pronto y sin ninguna advertencia, penetró mi espíritu un incipiente temor que me anegó de vacilación y dudas.  En ese momento tuve miedo de tener un accidente, y que ningún ser humano podría salvarme si mi vida se quedase suspendida por un accidente de lamentables circunstancias.  Lidiando con el olor a miedo que se depura de la asustada mente, oí el ruido que hacen las ramas secas al quebrarse bajo la presión de una pisada.  Mi corazón se puso frío como la incisiva brisa de Media Luna.

Seguí mi jadeante marcha lentamente mientras que trataba de auscultar cuidadosamente aquel ruido para dilucidar qué era lo que oía.  El ruido aparecía y desaparecía a mi alrededor.  Era como si alguien o algo me seguía en mi marcha, la que estaba a punto de convertirse en una huída.  He mencionado anteriormente  en algunos de mis escritos de que no le temo a nada ni a nadie en el Universo, incluyendo todos y cada uno de los indeterminados dioses que la enclenque y disociada moral del Hombre ha inventado; pero a este punto, el ruidito éste ya me traía nerviosísimo y un poco apavorado.

Hice varias paradas para descansar, pero en realidad, yo sabía que estaba actuando, y esas cortas ancladas eran solo para pretender descansar, y en realidad las usaba para poder contener el ruido que yo hacía, y prestarle oído al que me perseguía.  Un terrible pensamiento me asaltó, súbito y emboscado: "Si pienso y creo que no le temo a la muerte, ¿por qué ahora estoy tan asustado?".  Y lo peor de todo es que este estado de pánico espiritual no era provocado por la inminencia de la muerte o por un peligro horripilante; simplemente goteaba parsimonioso desde un sórdido ruido, de un aparentemente indefenso susurro.  ¿Qué cosas, no?", me pregunté preocupado...

Por más que traté, con y sin disimulo; no ví nada ni pude saber desde dónde se desprendía el enervante y chisporroteante sonido.  El salobre temor me lamió la nuca y me mordió las sienes con sus inertes agujas estimulando desasosiegos y ansiedades en mi cabeza durante el resto del ascenso.  Tan absorto yo estaba con la distracción de no perder de "vista" el enervante ruido, que casi sin darme cuenta, me encontré en el cenit de una montaña desconocida para mí.  Desde la altura se veía una vasta y quieta llanura verde a la que un antropófago y anguloso río la rajaba salvajemente en dos.  Recordé que un río corta a través de un valle no porque es poderoso, sino porque es persistente.

Estas experiencias se diferencian de los sueños en que la realidad se oye, se siente y se puede tocar, opuesto a la idiosincrasia inconfundible de los sueños en que nada es auto-consistente.  Basado en esto que es real y propio, puedo decir que Novalis está completa y acertadamente en lo correcto.  "Novalis" fué el seudónimo de un poeta, escritor y filósofo de la época del Romanticismo Alemán el que su nombre de pila fué Georg Philipp Friedrich Freiherr von Hardenberg, hijo de padre minero (sin duda su padre habría de ser minero para poder desenterrar este tortuoso nombre).

Cito a Novalis porque él sostiene sin alardes que "estamos más cerca de la realidad cuando soñamos que soñamos".  Si escribo y describo como veo lo me ocurrió, sin ni siquiera sospechar de que es un sueño, aunque absolutamente pudo haberlo sido puesto que ocurrió y está en mis memorias aunque no recuerdo hoy claramente qué parte fué sueño o imaginación, o qué parte fué realidad; me veo obligado a clasificarlo como la filosófica anomalía a la que determinamos como "soñar despierto".  Comparto completamente este principio.  ¿Mis calificaciones para hacer esta aserción?: soy un soñador empedernido.

El descenso físico de la montaña fué sin accidentes o acontecimientos materiales, todos fueron abstractos, y todos ellos ocurrieron en mi mente.

El descenso de Aucanquilcha

El sol y el límpido aire de Aucanquilcha terminaron de alimentar mi espíritu y limpiar my psiquis durante el rápido y ágil descenso.  Cuando llegué a los cimientos de Aucanquilcha, reparé en que las montañas no tienen "pié", sino que tienen base...

Quizá sea menester subir una montaña de vez en cuando, o por primera vez si usted no lo ha hecho aún.  Quizá descubra más paisaje en su espíritu del que usted cree que tiene, quizá encuentre enterradas más virtudes de las que está usando; y por ventura, usted posiblemente pueda sacudir y cepillar aquellos principios morales y espirituales que el smog de la ciudad le ha estado maculando por tanto tiempo.

Anímese y busque una gran montaña para escalar.  Recuerde, la "edad" es un fenómeno que sólo vive en su imaginación.  El paso del tiempo poco a poco deteriora, menoscaba y termina aniquilando nuestro envoltorio corporal; pero el paso del tiempo alimenta nuestra mente, la desarrolla, la enriquece, y la hace más sabia y potente hasta que el cuerpo caduca.  ¡Úsela!  La experiencia no ocupa lugar, y a pesar de que la "edad" le cobra un pesado impuesto al cuerpo, para la mente es gratis y no necesita estanterías.

No subir estas montañas:

Antes de subir una montaña, asegúrese que no es la incorrecta.  Una montaña incorrecta es inservible, y le puede provocar más daño que beneficio.  Tampoco sea demasiado soñador, el sendero de las montañas son ásperos y difíciles, así que vaya bien aperado y con los zapatos apropiados.

Una Montaña de deudas

Nunca suba una montaña de deudas.  Estas montañas son imposibles de subir porque crecen constantemente alimentadas por sus propias acciones, y por más que avance, más atrás se queda.  Estas montañas no tienen cima.  Cuando estas montañas se acercan a construír una cima, entonces explotan desquiciadamente como un volcán demente y rabioso, y sólo dejan un hoyo insondable imposible de rellenar.  Recuerde: escalar significa subir.

Una Montaña de temores

Las montañas de temores también son muy inasequibles.  Al igual que la montaña de deudas, éstas las hacemos crecer nosotros mismos.  Además, a la montaña de temores no se le puede escalar, hay que confrontarla.  Estas montañas tampoco tienen cima.  Al enfrentar nuestros temores y miedos, los destruímos uno a uno sistemáticamente y con cada victoria, reducimos el tamaño de la montaña hasta que ésta deja de existir, por lo tanto ya no hay montaña, sino que solo queda una planicie, y las planicies son fáciles de caminar.

La Montaña de Nuestra Vida

La única montaña de la cual quizá nunca podamos conquistar su cumbre, es la montaña de nuestras vidas.  Esta montaña está viva y se mantiene en constante evolución.  Nos presenta cada día con nuevas alturas y nuevos pináculos, y cambia de fisonomía infatigablemente.  Lo que hoy parece una montaña, mañana puede lucir como una simple lomita, y lo que aparenta ser un sencillo promontorio, más tarde puede resultar ser una afilada cordillera.

Hay momentos en que conquistamos una gran altura de su tamaño en nuestro andinismo hacia su culminación, pero también hay momentos en que perdemos pié (nuestro pié, las montañas no tienen pié), y nos deslizamos cientos de metros hacia abajo, solo para comenzar la ascensión de nuevo.  Y la experiencia de otros acerca de andinismo, alpinismo o montañismo a secas, no nos sirve de nada porque nadie ha visto nuestra viva montaña, ni jamás la podrán ver en su totalidad como la vemos nosotros mismos.

Pero no es necesario conquistar uno, todos, o ninguno de los elevados apogeos de nuestra cambiante montaña de la vida; lo que es un riguroso menester es el conquistar algunos de aquellos pináculos.  Cada lomo que podamos conquistar de aquellos promontorios con que nuestra montaña nos presenta a diario, son una gran victoria, porque lo importante no es ganar o perder, ¡lo imperativo es no rendirse jamás!    No pretendo decirle cómo subir una montaña, solo quiero decirle que comience a hacerlo.

Trato de conquistar el Summit de mi montaña tenaz e infatigablemente cada día con renovado vigor, sabiendo que quizá jamás lo logre, pero lo hago incansable porque aparte de ser loco, soy curioso, y quiero descubrir qué es lo que hay allá arriba; porque hay que vivir antes de morir, y hay que reír antes de llorar.

Lo que pienso que tiene más valor para mí entre las cosas que he aprendido de la vida mientras subo gigantescos peñascos en mi afán de conquistar sus cimas, es que mientras más me gasto, más me doy cuenta de que la vida no es acerca de cosas materiales, u orgullo, o ego.  Creo que es acerca de mi corazón y por quién, o por qué cosas o motivos se mantiene latiendo.   Esto es porque cualquier tonto puede saber, la cuestión es entender.

No puedo obligarlo a hacer nada por usted mismo o por su familia, o amigos o conocidos o por la sociedad en que vive, así que lo único que puedo hacer es animarlo a la acción.   Bueno, aquí le va: ¡Anímese!  ¡Suba una montaña!  Este planeta es como un gran libro, y aquellos que no han subido montañas, han leído sólo una página de este vasto vademécum.  No se puede subir una montaña simplemente mirándola.

¡Anímese!  ¡Suba una montaña! 
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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 




El Loco

domingo, 3 de enero de 2016

Acordarse o no Acordarse, ahí está el asunto...

Los seres humanos somos unas creaturas superlativamente extrañas e insólitas, y además; pertenecemos a una especie muy peculiar y privativa.  A pesar de nuestras capacidades, inteligencias y de nuestros mejores esfuerzos, algunas de nuestras asombrosas cualidades y extrañas prácticas aún desafían la existencia de explicaciones sensatas.  Mientras que las ciencias humanas penetran, escarban y sondean estas excentricidades del ser humano, cada vez es más claro que las conductas y atributos que nos parecen frívolos a primera vista, a menudo demuestran ser parte del inentendible núcleo de lo que significa ser un espécimen de la raza humana. 

Una de estas numerosas y multifacéticas características tan humanas como defectuosas, es nuestra memoria, y cómo la usamos.  En psicología, la memoria es el proceso en el que la información que recibimos se codifica, se almacenada, y el mecanismo de cómo se recobra.  Este proceso parece simple, pero no lo es en ninguno de sus combinados aspectos.  Tampoco entendemos bien el proceso o el por qué y cómo seleccionamos el tipo y clase de información que finalmente almacenamos para recuperar más tarde.  Es evidente de que cierto tipo de información es preferida u optada por nuestros cerebros, sin embargo; esto no lo es para otros cerebros, ni tampoco es la regla de comportamiento.  ¿Qué cosas, no?

Este frívolo e intrascendente escrito simplemente propala un montón de hechos tal vez inconsecuentes y fortuitos los que quizá usted ya conoce o posiblemente no le importen, pero más que contribuír a su conocimiento personal o el del ser humano, lo único que este panfleto busca es darle un ligero entretenimiento a su polvorienta psiquis, y al mismo tiempo para que usted vea qué tipo de pulcra broza mental es la que yo guardo en mi cerebro, y que está almacenada en los interminables pliegues de mi arrugada memoria.

Como muchos de mis inmanentes, y quizá inmateriales escritos, éste no tiene ni lógica discernible, ni un orden nomológico planeado, ni una nomotética específica.  Los diversos temas garrapateados aquí son simplemente un flato mental.  Lo más agradable de estos eructos de mi memoria, es que no huelen a cebolla, ajo, o pescado muerto; por ende la olfacción no es aplicable aquí porque ésta se produce solamente cuando es causada por uno o más compuestos químicos volatilizados.  Algunos pensarán que tengo la cabeza llena de excremento mental, pero cada uno tiene el derecho de pensar como la capacidad de su cerebro le permita o transija.

Aquí tengo algunas viejas memorias...

Telstar

Cuando éramos cabros chicos por allá en 1962, en Julio de ese año la NASA lanzó alegre y esperanzadamente al espacio -donde viven casi todos los sueños de la Humanidad- el satélite de comunicaciones Telstar-1.  Este satélite iba montado en la cabeza de un poderoso cohete Thor-Delta.  Este acólito de telecomunicaciones y todas sus partes le pertenecía a la compañía telefónica AT&T (American Telephone & Telegraph) con sede en la Torre Whitacre, en el centro de la ciudad de Dallas, en el Estado de Texas, USA.

El satélite sostenía una forma bastante esférica midiendo 87,63 centímetros de largo, y pesaba alrededor de 77 kilógramos.  Nó, no se me olvidó poner lo que el satélite medía de anchura porque dije que éste era esférico, por lo tanto; mi lógica me dice que no necesito ser redundante con esa tácita e implícita medida homóloga.  ¿No cree usted?

Lo curioso de esto es que para demostrar las capacidades de esta creativa pelotita espacial, las varias redes de televisión norteamericanas transmitieron la primera señal televisiva transatlántica enviada por el Telstar-1, marcando el comienzo una nueva y extraordinaria era de comunicaciones globales.  En esta primera transmisión llevada a cabo por las redes televisivas de USA, Canadá y Europa, se mostraron imágenes vivas de la Estatua de La Libertad, de la Torre Eiffel, se transmitieron comentarios hechos por el Presidente John F. Kennedy, se mostró un partido de béisbol, y al cantante franchute Yves Montand.  ¿Se recuerda usted del cantor éste?

Pocos años más tarde en 1969, muchos de nosotros tuvimos la más que increíble y única oportunidad de ver en-vivo-y-en-directo al astronauta Neil Armstrong en su último modelo Apollo 11, posar la primera planta humana en ese romántico astro que nos visita cada noche con su crepuscular y selenita luz, en Julio 21 de 1969, a las 2:56 UTC (tiempo universal coordinado).  ¿Se acordaba usted de esto?  Nunca sabremos cual será la generación que verá en-vivo-y-en-directo cuando el Hombre pose su planta en otro planeta.  Si usted vivió visualmente el aterrizaje en la luna de 1969, entonces está entre una muy reducida y compendiada elite de seres rajudos(1).

(1)  Esta intervocálica terminología no es un Castellanismo "per sé" o un sustantivo ingénito de la lengua Castellana.  La pseudo-palabra "rajudo" es un suelto pero aceptado opúsculo regional de la germanía del Coa chileno.  Esta expresión simplemente significa: "suertudo".  Ahora, "raja" es una displicente dicción para denominar al acantilado que está formado entre los maximus glúteos a los que sueltamente llamamos: poto.  Aparentemente en Chile, mientras más grande y largo sea este gluteal acantilado, el sujeto en cuestión es más "suertudo".   

Para las mentes con hambre de detalle, el Telstar-1 operaba en una órbita baja de la Tierra y fué rastreado por estaciones terrestres en Maine, USA; y Francia.  Cada una de estas estaciones poseía una gran antena de microondas montada en rodamientos, para permitir el seguimiento del satélite durante cada órbita de un período de alrededor de media hora mientras pasaba estaba por encima de ellos.

Las señales del Telstar-1 se recibían y amplificaban por un proceso llamado "MASER", que es la sigla en Inglés para "Amplificación de Microondas por Emisión Estimulada de Radiación", este magín fué el precursor del láser moderno.  Ahora los satélites de comunicaciones usan una órbita mucho más alta a unos 35,889 kilómetros sobre la Tierra, y giran a una velocidad igual a la rotación de la Tierra.  Durante el curso de su vida útil operacional, el Telstar-1 facilitó más de 400 transmisiones de teléfono, telégrafo, fax y televisión.  El satélite funcionó celestialmente hasta el mes de Noviembre de 1962, cuando los equipos electrónicos de abordo se malograron a causa de los poderosos efectos de la radiación solar; esto sucedió el mismo mes en que la primera Constitución de Kuwait fué aprobada por el Emir Abdullah III Al-Salim Al-Sabah, y el mismo año en que el US Marine Teniente Coronel John H. Glenn, Jr., se convirtió en el primer estadounidense en orbitar la Tierra en la nave Friendship 7; y aunque el famoso Popeye no participaba en nada de esto; en aquel entonces las gloriosas pichangas en el patio de baldosas verdes, eran ya Epopeyas.

El Revólver Colt

La leyenda del Lejano Oeste del revólver Colt comienza en el año 1836 cuando el Gobierno de los Estados Unidos finalmente le otorgó al industrialista americano Samuel Colt, un gallo oriundo de Hartford, Connecticut, USA.  Esta fué la patente comercial precursora para el primer arma de fuego de cilindro giratorio inventada en el planeta.  Este arma de fuego de cinco tiros fué un avance decisivo en el diseño de las armas de fuego que se usaron, y que dominaron la conquista del Lejano Oeste de los Estados Unidos debido a su dinámica acción repetidora.

Este revólver fué bautizado Colt Paterson porque fué confeccionado y manufacturado en la ciudad de Paterson, en el Estado de New Jersey.  Más tarde, al revólver se le encontraron detalles los que se consideraron defectos del arma.  Por ejemplo, el gatillo se mantenía oculto hasta que se amartillaba el arma.  Sin embargo, en 1844 los Rangers de Texas descubrieron que este temprano modelo Colt Paterson invirtió el equilibrio de poder en contra de sus enemigos, la tribu de los Comanche.  Poco antes de 1700, los Comanches surgieron como un grupo distinto e independiente cuando se segregaron del pueblo Shoshone quienes, por miles de años; han vivido en la parte alta del río Platte en el Estado de Wyoming. 

Matar Comanches era una necesidad necesaria que se necesitaba necesariamente y con mucha necesidad.  ¿Le quedó clara la necesidad?  Estos indios eran más malos que un sánguche de caca con piduyes.  Estos salvajes, los Comanches, descuartizaban bebés y asaban a sus enemigos vivos.  Tomaban prisioneras mujeres jóvenes especialmente para abusarlas, torturarlas, y deformarles la cara horriblemente, y no tenían ningún problema en galopar más de 1,600 kilómetros a través de las extensas praderas del Oeste solo para descuartizar una familia entera de colonos.

El 3 de Octubre de 1871, seiscientos soldados y veinte exploradores Tonkawa levantaron campamento en una pradera a unas 150 millas al oeste de Fort Worth, Texas.  La razón era para iniciar la exterminación total de los Comanches y otros indios surtidos desde el río Washita a Washington, D.C. porque la frontera occidental del país era una herida abierta y sangrante, y los Comanches más que ningún otra tribu, eran los responsables.

Inicialmente, este revólver de cinco tiros se manufacturó en calibre .28.  Como los Comanches eran duros de matar y porfiados para morirse, se tuvo que desarrollar un modelo de proyectil más fornido, así que un año más tarde apareció un modelo de calibre .36.  Al igual que el diseño de la Colt original, este nuevo modelo todavía no tenía una palanca de recarga; así que los cowboys, pistoleros, soldados y cuanto gil que portaba uno de estos revólveres, tenían que desarmarlo parcialmente para poder volver a cargarlo.  ¿Que cosas, no?

A comienzos de 1839, una palanca de recarga y una ventanilla cubierta se incorporaron al diseño, lo que permitió la recarga directa en el cilindro del revólver sin necesidad de desmontarlo parcialmente.  Más tarde, esta nueva palanca de carga y la ventanilla cubierta se incorporaron después a la mayoría de los revólveres Colt Paterson que se habían producido desde 1836 hasta 1839.  A diferencia de los revólveres más modernos, un disparador plegado se incorporó al Colt Paterson, el que sólo era visible al amartillar el revólver.  Defectuoso o nó, el Colt definió la historia en el Lejano Oeste.

Nota del autor: En Chile se toma Cola de Mono, un trago parecido al Ruso Blanco, un cóctel dulce clásico hecho con vodka, licor de café y crema servido con hielo.  La teoría más aceptada sobre el origen de este nombre se relaciona con el presidente chileno Pedro Montt, apodado El Mono Montt.  Durante una fiesta nocturna, Montt preparándose para partir pidió su revólver, un Colt, pero lo convencieron de que se quedara y continuase con los festejos.  Después de que se tomaron todo el vino y todo el mundo estaba borracho, los invitados aún seguían sedientos por más, así que comenzaron a mezclar ingredientes como leche, café, aguardiente y azúcar; y comenzaron a beber este virulento brebaje.

La poción resultó ser un éxito por lo sabrosa que era.  No pasó mucho tiempo antes de que esta bebida alcohólica ganara gran popularidad, y entonces fué apodada "Colt de Montt".  Con el tiempo y a causa de las lenguas traposas de los borrachines, se transformó fonéticamente en "Cola de Mono", y más tarde las aún más traposas y dipsómanas lenguas la transformaron en: "Colemono".

La Brújula de Lewis y Clark

Contrario a la creencia popular de que una Brújula es una viejújula sentádula en una escóbula, este aparatito también llamado "Compás" es un simple pero brillante artificio que tuvo una incidencia increíble en la llamada Expedición Americana.  La Brújula magnética fué originalmente inventada como un artefacto para adivinar el futuro durante la dinastía Han en China, alrededor del año 206 antes de la Era Común.

La Brújula es un instrumento indefectible utilizado para la navegación y la orientación que muestra la dirección en relación con los puntos cardinales geográficos.  Por lo general, en un pequeño diagrama llamado "Rosa de Vientos" se muestra las direcciones Norte, Sur, Este y Oeste como iniciales abreviadas en la superficie de la Brújula.  Cuando se utiliza la Brújula, la "Rosa de Vientos" se alinea con la orientación geográfica buscada, por lo que la marca "N" en la "Rosa de Vientos" como ejemplo; señala la dirección hacia el Norte del globo terráqueo.

También en la Brújula se muestran los ángulos en grados.  El Norte corresponde a cero grados, y la cantidad de ángulos aumenta en la misma dirección que las manecillas del reloj, por lo que el Este está situado en los 90 grados, el Sur en los 180, y el Oeste en los 270 grados.  Esta notación de grados numerados muestra los acimuts o "direcciones".  Pero no se complique la vida con esto y cómprese un "Navegador" de cualquier marca, el que le dirá exactamente para dónde ir aunque esté más perdido que gaviota charadriiforme en Bolivia.

En el año de 1803 en Philadelphia, USA; un año antes de que el Capitán Meriwether Lewis con su amigo William Clark iniciasen la Homérica jornada por el Oeste del continente norteamericano que los llevaría en una increíble expedición de casi 12,000 kilómetros, Lewis compró tres brújulas del fabricante de instrumentos de Philadelphia Thomas Whitney; dos pequeñas por $ 2.50 cada una, y una Brújula más grande para el largo viaje por la que pagó 5 dólares.  Este fué un precio alto para una simple Brújula, pero esta última elegante Brújula estaba destinada a hacer su marca en la historia.  Era de bronce y estaba cubierta en plata para evitar corrosión, y ensamblada en una caja de madera de caoba para protegerla de los elementos, y medía menos de 9 centímetros. 

La Brújula en sí no fué el artefacto que marcó un hito en la historia, pero lo que Lewis y Clark hicieron con ella fué lo que cambió los destinos del continente norteamericano.  Con la brujulita ésta los exploradores que no eran simples "boy scouts", crearon el primer mapa que representó el verdadero alcance de la cadena de montañas rocosas llamada Rocky Mountains lo que demuestra la completa falta de imaginación de quien la bautizó ya que Rocky Mountains significa: "Montañas Rocosas".  ¿Qué cosas, no?

La expedición de Lewis & Clark también conocida como "El Cuerpo de Expedición Discovery", fué la primera expedición americana para cruzar lo que hoy es la parte occidental de los Estados Unidos.  La expedición con 29 participantes zarpó el 14 de Mayo de 1804 a las 4 PM desde el Campamento Dubois (Camp Wood) en aquel entonces, el territorio de Indiana; e iniciaron su camino hacia el Oeste a través de la división continental de la costa del Pacífico.  La expedición fué encargada por el Presidente Thomas Jefferson, poco después de la compra de Luisiana en 1803.

Entre otros, el principal objetivo de la expedición era el explorar y cartografiar el territorio recién adquirido, y encontrar una ruta práctica hacia la mitad occidental del continente, y establecer una presencia estadounidense en este territorio antes de que Gran Bretaña u otras potencias europeas intentaran reclamar estos territorios.

Después de tres años de viaje llenos de peligro y descubrimiento, con mapas, croquis y diarios de la jornada, la histórica expedición regresó a San Luis en Missouri el 23 de Septiembre de 1806 para reportar sus hallazgos al Presidente Jefferson.  Entre los aperos del famoso "Cuerpo de Expedición Discovery", esta Brújula de 5 dólares fué uno de los pocos instrumentos que regresaron del viaje. 

Para cuando regresaron de esta osada expedición, muy pocos de los instrumentos que se compraron originalmente para el viaje sobrevivieron la odisea.  Sin embargo, Clark se quedó con esta Brújula de bolsillo como recuerdo de la expedición.  Más tarde, le regaló la Brújula a su amigo el Capitán Robert A. McCabe, cuyos herederos la donaron en 1933 a la Institución Smithsonian.

R2-D2

El nombre de este singular robot de "La Guerra de las Galaxias" (para la fonética Castellana el nombre se pronuncia: ar-tu-di-tu) tuvo un peculiar origen.  Este droide astromecánico que en la novela se le refiere como "Ayudante termocapsular hogareño", fué el disfraz que Kenny Baker usó para filmar la película.

Un día mientras que George Lucas estaba terminando la producción de la película "American Graffiti", el diseñador de sonido de esta producción, Walter Murch; dió la orden de filmar la próxima acción en el "Carrete 2, Diálogo 2" (en Inglés: Reel 2, Dialogue 2) expresiones que se usan comprimidas en el lingo: R2-D2.  Cuando Murch comandó a viva voz en el set de la película: "¡R2-D2!", Lucas, que ya había comenzado a escribir el guión para "La Guerra de las Galaxias" oyó esto y dijo: "¡Qué gran nombre!".  Por supuesto que Murch no entendió ni jota.

Entonces Lucas decidió nombrar a este robot: R2-D2, en vez de "Ayudante termocapsular hogareño".  Algunos de los modelos de este robot usados para hacer el film, eran máquinas controladas remotamente y eran difíciles de usar, fallaban mucho, se atascaban en el terreno, no eran capaces de mantenerse erectos en superficies rugosas, y no funcionaban como se esperaba; así que diseñaron un robot-disfraz más confiable para poder avanzar más rápido con la filmación de las series.

Este disfraz de R2-D2 fué usado entonces por Kenny Baker para la filmación del Episodio VI: "El Retorno del Jedi" en 1983, el mismo año en que el científico virólogo francés Doctor Luc Antoine Montagnier descubrió el HIV.  Hoy, cada día 650 bebés nacen infectados con el virus HIV.  ¿Qué cagada, no?

La Vacuna contra la Poliomielitis

El virólogo e investigador médico Americano Dr. Jonas Salk tenía los cojones de acero.  Si los ponía sobre la via férrea, seguro que descarrilaba al tren.

En el año 1957 mientras que nuestra generación todavía ensuciaba pañales, fué cuando se introdujo la vacuna Salk contra la Poliomielitis.  Esta enfermedad causada por un poliovirus se extiende a lo largo de ciertas vías de fibras nerviosas, se reproduce y destruye de las neuronas motoras en la médula espinal, el tallo cerebral, o corteza motora.  Esto conduce al desarrollo de la poliomielitis paralítica, lo que deja al infectado, bueno; paralítico!  La poliomielitis era considerada uno de los problemas de salud pública más aterradoras del planeta.  Durante la posguerra, en Estados Unidos las epidemias anuales eran cada vez más devastadoras.

En 1952, Estados Unidos tuvo el peor brote epidémico en la historia del país.  De los casi 58.000 casos reportados ese año, 3.145 personas murieron y 21.269 quedaron con parálisis incapacitante, siendo la mayoría de sus víctimas niños.  En un documental de "Public Broadcast System" (PBS) en el año 2009, la PBS dijo: "Aparte de la amenaza de la bomba atómica, el mayor pánico de los Estados Unidos era la poliomielitis".  En 1938, el Presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, quizá la víctima de esta enfermedad más reconocida en el mundo, instauró la "Fundación Nacional para la Parálisis Infantil", conocida desde el año 2007 como "The March of Dimes Foundation", organización que financiaría el desarrollo de una vacuna.

Mencioné anteriormente que Jonas Salk era bien macho porque en 1952 dijo que él se haría personalmente responsable por los resultados de la vacuna que desarrolló; entonces, Salk se inyectó él mismo con la vacuna, inyectó a su esposa y a sus tres hijos; y a otros niños que ya estaban sufriendo de la enfermedad.  Si esto no es ser macho, entonces no sé lo que es.

Anteriormente a esto, Jonas Salk desarrolló el virus en probetas de vidrio las que contenían células de riñón de mono, y una vez que las células de polio se desarrollaron, las aniquiló con Formaldehido.  El formaldehído (o Metanal – diferente del Metanol) es un compuesto químico aldehído altamente volátil y muy inflamable, de fórmula H2C=O que se obtiene por oxidación catalítica del alcohol metílico.  La fórmula del Metanol es CH2OH.

El periódico The New York Times declaró acerca de su hazaña científico-médica: "Vacuna contra el polio de Salk es exitosa - Millones serán Inmunizados en Breve".  Esta vacuna ayudó a contrarrestar la contagiosa enfermedad de la parálisis, enfermedad que aterrorizó a la Humanidad por décadas.  Ojalá nuestros científicos contemporáneos estén trabajando en una vacuna contra la política.

Los Jeans Levi

Cuando yo era chico, a los "blue jeans" que conocemos ahora simplemente como: "jeans", en aquel tiempo se les llamaba: "Pecos Bill".  Este nombre para esta línea de ropaje se desprendió de la imaginación de los vaqueros del Suroeste durante la expansión hacia el Oeste de Estados Unidos, en la que la figura de "Pecos Bill" personificaba las virtudes fronterizas de valor, fuerza, osadía y humor.  Este héroe popular mítico que data de 1917 fué popularizado por el autor Edward O'Reilly, quien basó su historia en cuentos narrados de generación en generación acerca del cuidado diario del ganado por los vaqueros de la época.

Pero en 1872, estos pantalones resistentes para trabajos duros y sucios, se convirtieron en un clásico artículo de la cultura Norteamericana.   Ese año, un mercader de la ciudad de San Francisco en California llamado Levi Strauss, se asoció con un sastre del Estado de Nevada para inventar el "overol de cintura con remaches de cobre".  Overol es el calque de la palabra Inglesa "Overalls", la que significa: Mameluco.  Los existentes mamelucos eran incómodos de usar y difíciles de ponérselos y sacárselos, y si le quedaban chicos, se le metían en la raja; entonces la idea de Strauss era la de crear una prenda de ropa que fuese resistente, cómoda, y más práctica que el mameluco.  Su idea entonces fué la de diseñar un medio-mameluco, u "overol de cintura".

El resultado de esta idea fué el overol de cintura hecho de algodón de color café, de tejido pesado y resistente, con costuras fuertes y remachado con cobre en las partes más débiles, siendo éstas, las terminaciones de los bolsillos y el botón de abroche del pantalón.  Sí, sin duda alguna, los primeros jeans fueron de color marrón; lo de "blue" (azul) vino después. Esta peculiar y osada prenda de vestir fue un éxito instantáneo y rotundo entre los mineros del oro, y que prontamente fué adoptado por casi todas las profesiones y oficios del Lejano Oeste norteamericano.  Estoy seguro de que ya está verificando que sus jeans tengan remaches de cobre en todos sus bolsillos.  ¿Ve usted?, ¡también soy adivino!  Ya van dos.

Hoy en día, los americanos compramos 450.000.000 de "bluejeans" cada año, y el mercado global para esta prenda se calcula en 50 billones de dólares para el año 2018.  El afamado diseñador Italiano oriundo de Piacenza Giorgio Armani una vez dijo: "El "jean" representa libertad, y significa la democracia en la moda".  Los primeros pares de jeans eran más pequeños y delgados, apropiados para los trabajadores del 1800 los que estaban en buena y esbelta forma física.  Los jeans de ahora tienen que ser más "industriales" para que los guatones sinflones de nuestra sociedad quepan en ellos.  Las medidas del primer modelo de jeans eran: 69,85 centímetros de cintura, y 66 centímetros de tiro (el "tiro" es la medida entre el ombligo y las bolas).  ¿Cree que usted cabe en uno de ésos?

Un Citroënët llamado Yagán

Para aquellos que se acuerdan, un pequeño vehículo manufacturado en Chile entre los años 1970 y 1976 se llamó: "Yagán".  Este "autito de los pobres" tenía carrocería de metal y fué el modelo de fabricación experimental más económico que la Citroën fabricó.

El modelo "Yagán" terminó siendo una mezcla de los modelos Citroën "Citroneta 2CV", de una versión del "Baby Brousse", y del "Citroën Mehari".  El nombre de este automóvil en parte se deriva de la tribu nómada nativa chilena de ese nombre y ahora extinta que vivió en Tierra del Fuego.  Yagán también fué un osado y beligerante guerrero indígena australiano de la tribu de los Noongar.  Yagán jugó un papel clave en la resistencia temprana contra la colonización británica y el imperio de la zona que rodea lo que hoy es Perth, Australia Occidental.


Originalmente concebido en 1963 por dos franceses, el señor Letoquin y el señor Lechanteur, que eran los propietarios de Les Ateliers et Forges de l'Ebrié, una empresa en Abidján, en Côte d'Ivoire (Costa de Marfil), el Brousse bebé fue originalmente basado en el Ami 6 chasis y los componentes mecánicos pero con un cuerpo de chapa de acero que no requiere soldadura.  Por lo tanto, puede ser visto como una especie de cuerpo metálico Méhari. Se sugiere a menudo que el Méhari se inspiró en la Brousse bebé a pesar de la construcción de los dos vehículos es totalmente diferente.

En ese tiempo, unos 800 vehículos "Yagán" fueron producidos en forma "no oficial", mientras que las negociaciones continuaron con Citroën para poner las cosas de una manera más formal.

En 1969, Citroën compró la licencia para el diseño de bebé Brousse de Ateliers et Forges de l'Ebrié con el fin de que el diseño de este vehículo se produjera en otros países.  Ese mismo año, el Dalat entró en producción en lo que entonces era Vietnam del Sur.  Si hubo aportes de Citroën para la fabricación de este vehículo; no está claro, de hecho, en 1973 Citroën trajo tres cuerpos Dalat a Francia desde Vietnam y analizó el diseño sin poder hacer sugerencias.  

A raíz de estos estudios se diseñó un vehículo cuya fabricación sencilla podría llevarse a cabo sin necesidad de grandes inversiones en herramientas de prensado, y se utilizó el nombre del bebé Brousse, utilizado originalmente en Côte d'Ivoire (Costa de Marfil).  Además, Dalat propuso una versión 4x4 del coche, pero Citroën no estaba interesado.  El único ejemplo fabricado por Dalat fué enviado a Citroën para su estudio.

Más tarde, el bebé Brousse se basó en los diseños mecánicos de la furgoneta 2VC, y se decidió que los componentes mecánicos se exportarían desde Francia como paquetes CKD (componentes completamente desarmados) para el montaje en los países que no poseían la infraestructura industrial para construír automóviles.  Por lo tanto, este modelo era bastante similar en concepto a los FAF y Africar.

La carrocería estaba hecha de acero prensado que no requería de soldadura, y ésta se atornillaba al chasis.  Debido a la naturaleza artesanal de la construcción y a los problemas con la obtención de los componentes de este peculiar vehículo, una serie de modificaciones se hicieron con bastante frecuencia a nivel local, los que resultaron en notables cambios en la apariencia del vehículo.

En 1977, Citroën firmó un acuerdo de trabajo con Guinea Bissau para producir 500 vehículos por año, pero no se sabe si fueron vehículos Bebé Brousse, o FAF.   En 1979, Citroën firmó contratos para la fabricación del vehículo FAF con Senegal, Costa de Marfil, Guinea Bissau, y la Republica Centroafricana.

Y el Yagán se jodió en Chile (los automóviles).

¿Sabía usted acerca de estos detallitos?


Un abogado puede mantenerse vivo más tiempo sin agua que un camello.  Perdón quise decir una RATA.

Nuestro estómago tiene que producir una nueva capa de mucosa cada dos semanas, si no, los ácidos estomacales lo digerirían. 

El mejor ácido es el ¡ácido-un-placer!

El punto sobre la letra "i" se llama tilde.  ¿Qué cosas, no?

Si usted deja caer una pasa en un vaso de champaña fresca, la pasa rebotará de arriba hacia abajo en forma continua desde el fondo de la copa al tope de ella.

Si una hembra hurón entra en calentura sexual y no encuentra un compañero prontamente, morirá sin remedio.  ¡La naturaleza se equivocó de especie!

El "cuac" de un pato no hace eco, y nadie tiene idea del por qué.  Es como un político hablando.

El número de posibles configuraciones para hacer los primeros cuatro movimientos por lado en un juego de ajedrez, es de 18.979.564.000.

La primera bomba que los aliados dejaron caer en Berlín durante la Segunda Guerra Mundial, mató al único elefante africano del zoológico de Berlín.  De los 3.715 animales del zoológico, solo sobrevivieron 91.

El primer CD impreso en los EE.UU. fué la canción de Bruce Springsteen "Nacido en los EE.UU" ("Born in the USA").

La frase "regla del pulgar" se deriva de una vieja ley Inglesa que se prohibía golpear a la esposa con un palo más grueso que el dedo pulgar.  ¡Cómo se pierden las buenas costumbres!

Las rosas pueden ser de color rosa, pero las violetas son siempre de color violeta.

El apio es el único vegetal que tiene calorías negativas.  Se gastan más calorías para comer un pedazo de apio, que las calorías que el apio tiene en si mismo o pueda proveer.

Sir Charles Spencer Chaplin (Charlie Chaplin) una vez que ganó el tercer premio en un concurso de parecerse a Charlie Chaplin.

Sherlock Holmes NUNCA dijo: "Elemental, mi querido Watson".  Eso lo debe de haber inventado un fraile.

El Libro Guinness de Récords tiene el récord de ser el libro más robado de las bibliotecas públicas.

A pesar de no ser comunistas, los murciélagos siempre giran a la izquierda al salir de su cueva. 

La novia del Súper Ratón se llama Chelo.

Ya no me acuerdo de nada más por hoy.  Feliz y próspero Año Nuevo 2016.



El Loco


viernes, 1 de mayo de 2015

π

Sí, esta es la famosa letra Griega π (pi).  π es la vigésimoprimera letra del antiguo alfabeto Griego, letra fonética que representaba una sorda aspirada bilabial oclusiva, y que fué el génesis de su romanización habitual como el sonido de la letra "pe" ("p"), o "pf" ("ph") en Inglés.  En griego moderno, representa una fricativa labiodental sorda y está correspondientemente romanizada como la letra "efe" ("f").

Para los desubicados, en el idioma Griego la "orina" no se escribe como: ππ.

Este bienquisto símbolo alfabético representa a la vez a un número: π.  El número π es una constante matemática que es la relación de la circunferencia de un círculo a su diámetro, comúnmente aproximado a 3,14159.  Esto lo aprendimos a temprana edad -en aquellos tiempos en que no queríamos aprender nada- del "coco" de nuestro profesor pseudo-Marista conocido como Justo Margalet.  Este peculiar y circumbirúndico numeral se ha representado por la letra griega "π" desde mediados del siglo XVIII.  Dependiendo de dónde sea usted, la denotación de la fecha: Sábado 14 de Marzo del 2015; corresponde en una exacta forma matemático-cronológica al valor de la famosa letra π (3.14.15), esto por supuesto, dependiendo de dónde vive usted y de cómo se garrapatean las fechas en su medio ambiente.

Yo habito, vivo y gasto mi tiempo en "gringolandia" así que esto es aplicable para mí y para mi abirragada historia.  La razón específica por la que escribo acerca de π es porque hace unos días la "fecha π" ha ocurrido en esta parte del planeta donde se usa un calendario de notaciones algo diferentes con respecto a otros calendarios.  El día 14 de Marzo de 2015 (o 03/14/15, o 3.14.15) marca una conmemoración muy "nerdística", por lo tanto; un día de fiesta para los nerds o "empollones" como sería la aproximación verbal al apodo de estos hombres de ciencia en el lingo Castellano.  Es la celebración oficial de π, la constante mágica matemática e infinita, la que se obtiene como la relación entre la circunferencia de un círculo y su coqueto diámetro.  Por si acaso no se acuerda de estas cosas, si usted divide la distancia alrededor de un círculo Euclideano por la distancia a través de ella (la circunferencia dividida por su diámetro), obtendrá pi, o este singular numerito que técnicamente no tiene nada de "singular":

3.1415926535897932384626433832795028841971693993751058209749445923078164062862089986280348253421170679821480865132823066470938446095505822317253594081284811174502841027019385… etc., etc. 

Esta es sólo una expresión de π porque hay muchas fórmulas de π de muchos tipos.  Entre otros, estos incluyen las series de π, productos, construcciones geométricas, límites, valores especiales, e iteraciones de π.  En este hierático escrito, yo me referiré sola y exclusivamente a las primeras cinco cifras de este arcano, pero cabalístico y famoso numerito, que está representado en esta pasada fecha.

La fecha que encarna los primeros cinco dígitos de π es una coincidencia de cierto atavismo que acaece solamente una vez cada 100 años.  Para ponerse más detallado y minucioso, si le agregamos a la fecha la hora correspondiente de este día que serían las 9:26 y 53 segundos (tanto en la mañana como en la tarde), ese Sábado pasado correspondió con los 10 primeros dígitos de π: 3,141592653 = 3.14.15 9:26:53  ¿Qué cosas, no?

¿Y cómo este numerito llegó a llamarse π?

Un pionero Suizo de las matemáticas y la física llamado Leonhard Euler popularizó el uso de la letra griega π en las obras que publicó en 1736 y 1748 los que incluyen "Introducción al Análisis del Infinito", "Elementos de Álgebra",  "Mecánica", e "Institutionum Calculi Integralis" entre otros varios libritos sumamente entretenidos.  Este muchacho urdió importantes descubrimientos en campos tan diversos como el cálculo infinitesimal y la teoría de gráficos.  También produjo e implementó gran parte de la moderna terminología y notación matemática, particularmente para el análisis matemático como por ejemplo la noción de función matemática; y desarrolló trabajos en la mecánica y dinámica de fluídos, en la óptica, astronomía y en la teoría de la música.  A pesar de todo esto, la única contribución que Leonhard Euler hizo con respecto al uso de π como nombre del número en cuestión, es que popularizó el uso de esta lechuguina letra Griega, la que llegó a los atentos oídos de William Jones.

Entonces, el primer uso conocido de la letra Griega π para representar la relación entre una dada circunferencia y su diámetro, fué el matemático Galés William Jones que la usó en su trabajo publicado en 1706 llamado "Sinopsis Palmariorum Matheseos"; que en Castellano puro quiere decir: Nueva Introducción a las Matemáticas.  Esta acreditada y dilecta letra Griega aparece entonces por primera vez en este libraco en la frase "medio Periferia (π)" en su abierta discusión de un círculo con radio de valor uno.  

Se especula que Jones pudo haber elegido a π porque ésta es la primera letra en la ortografía Griega de la palabra periferia.  Sin embargo, él escribe que sus ecuaciones para π provienen de la "astuta pluma del verdaderamente ingenioso Sr. John Machin"; lo que lleva a la especulación de que Machin pudo haber empleado la letra griega antes de que Jones.  John Machin era profesor de astronomía en el Gresham College de Londres, pero mejor conocido por desarrollar de una rápida serie convergente para π en 1706, las que usó calcular π con 100 decimales. En matemáticas, una "Serie Convergente" es un número tal que el límite de sus sumas parciales son finitos.  Por otro lado, en matemáticas, un "límite" es el valor que una función o secuencia de "enfoques" como el índice de datos entrados se acerca a algún valor.  Los límites son esenciales para el cálculo (y el análisis matemático en general) y se utilizan para definir continuidad, derivadas, e integrales.  ¿Vé? ¡Ahora le quedó todo claro!

Después de que Jones estableció la letra griega en 1706, este símbolo no fué adoptado por otros matemáticos hasta que Leonhard Euler comenzó a usarlo en su trabajo de 1736: "Mechanica".  A consecuencia de esta movida de Euler, otros matemáticos de Europa comenzaron a hacer uso de ella, y la usanza de esta simpática letra Griega se extendió rápidamente por todos los rincones de las exactas matemáticas.  En 1748, Euler utilizó π en su muy leída obra: "Introductio in Infinitorum Analysin" publicada en 1748.  En ella él hizo el siguiente comentario escrito: "en beneficio de la brevedad, hemos de escribir este número como π, por lo que π entonces; es igual a la mitad de la circunferencia de un círculo de radio 1".  Y de ahí para adelante la práctica de usar la letra Griega π fué adoptada alegremente en el mundo occidental.

Pero π no es una letra aparecida de última hora porque π se conoce desde hace casi 4,000 años.  Les ofrezco una brevísima parte de la historia de cómo π fué hallada y adoptada para estos efectos.  Lo haré breve porque al parecer (y esto me lo repiten constantemente mis hijos y mi mujer) mis historias son más aburridas que seguir un partido de ajedrez por radio y menos interesantes que leer las Guerras Púnicas de Appian de Alexandria; dos veces.

Comencemos.  En la antigua Babilonia, los matemáticos calculaban el área de un círculo tomando 3 veces el cuadrado de su radio al que se le otorgaba un valor de π igual a 3.  Se encontró una tableta Babilónica proveniente de los años 1900-1680 antes de la Era Común, la que indica un valor de 3,125 para π.  Poco antes de eso, Babilonia fué originalmente una pequeña ciudad Sefardita del Imperio Acadio la que data de la época de 2300 antes de la Era Común.  Con este sistema de cálculos, los babilonios acercaron el valor de π tres dígitos hacia el valor con que la conocemos hoy.

Después los egipcios se metieron al baile de π.  El Papiro de Rhind que data de 1650 antes de la Era Común nos dá una idea del conocimiento y la destreza matemática del antiguo Egipto.  Los egipcios calculaban el área de un círculo usando una fórmula media palúdica de la que no me acuerdo en este preciso momento, pero que su producto aproximó el valor de π a 3,1605. 

El papiro matemático de Rhind es el mejor ejemplo que tenemos hasta la fecha de las facultades matemáticas Egipcias. Este papiro asumió su nombre de Alexander Henry Rhind, un dedicado anticuario Escocés que en un golpe de fortuna, compró este papiro en el año 1858 en una feria de la ciudad de Luxor, Egipto.  Aparentemente el papiro fué encontrado por un ladrón pirata durante los saqueos ilegales en, o cerca de Ramesseum; el templo conmemorativo funerario del Faraón Ramsés II.  Según los resultados arrojados por el isótopo radioactivo Carbono 14, este pergamino data de alrededor del 1650 antes de la Era Común.  La mayoría de los papiros de este tipo se encuentran en el Museo Británico de Londres, institución que lo adquirió en 1865 junto con el Rollo Matemático Egipcio de Cuero, también propiedad de Henry Rhind.  Este papirito es uno de los dos Papiros Matemáticos más conocidos junto con el Papiro Matemático de Moscú.  

El Papiro Matemático de Moscú es también un antiguo papiro matemático Egipcio, al que igualmente se le conoce como el Papiro Matemático de Golenischev, el que le pertenecía al Egiptólogo Vladimir Golenishchev.  Golenischev, al igual que Rhind; le compró este papiro en 1892 o 1893 a un oscuro mercader en la ciudad de Tebas.  Tebas es el nombre que los Griegos le dieron a una ciudad en el Antiguo Egipto la que originalmente se llamaba Waset, y que estaba situada a unos 800 km. al sur del Mediterráneo en la orilla oriental del río Nilo, en el lugar que ocupa ahora la moderna ciudad de Luxor.  Más tarde, este magnífico papiro pasó a ser parte de la colección del Museo Estatal Pushkin de Bellas Artes de Moscú, donde permanece en la actualidad.  El Papiro de Rhind es más grande que el Papiro de Moscú, pero el Papiro de Moscú es más antiguo que el Papiro de Rhind.  ¿Qué cosas, no?

El primer cálculo moderno de π fué hecho por Arquímedes de Siracusa (287-212 aEC), uno de los más grandes matemáticos Griegos, y a la vez físico, ingeniero, inventor, cocinero y astrónomo.  Arquímedes quería calcular el área de un círculo en forma más exacta, y para eso utilizó el teorema de Pitágoras (Pitágoras de Samos fué otro hippie de la época que era un filósofo Griego-Jónico, matemático y fundador del movimiento religioso llamado Pitagorismo) para encontrar las áreas de dos polígonos regulares: el polígono inscrito dentro del círculo y el polígono en el que se circunscribe el círculo.  ¿Qué choro, ah?

Puesto que el área real del círculo se encuentra entre las áreas de los polígonos inscritos y circunscritos, las áreas de los polígonos dieron límites superior e inferior para el área del círculo en cuestión.  Arquímedes se dió cuenta de que no había encontrado el valor real de π, sino que una aproximación de él dentro de esos límites.  A pesar de encontrar este resultado fallido, Arquímedes logró demostrar que el valor de π es entre 3 1/7 y 3 10/71.

Aunque con una diferencia en proceso lógico, un rumbo similar fué utilizado por Zu Chongzhi (429-501 aCE al que algunas veces le llamaban Tsu Ch'ung Chi), un matemático y astrónomo Chino considerado muy brillante.  Zu Chongzhi no habría estado familiarizado para nada con el método de Arquímedes, por eso la diferencia en lógica y proceso; Zu Chongzhi calculó el valor de la relación de la circunferencia de un círculo y su diámetro con un valor de 355/113, lo que se grafica como la aproximación: 3,14159292.  Desafortunadamente el libro de anotaciones de Zu Chongzhi se ha perdido irremediablemente tal como las ilusas esperanzas del pobre, así que muy poco se sabe de su trabajo y de sus procesos lógicos.  

Tiempo después, aproximadamente en el año 1700; los matemáticos de casi todas partes comenzaron a usar la letra Griega π, y luego fué formalmente presentada y publicada por William Jones en 1706.  La difusión y uso del símbolo fué popularizado por Leonhard Euler, quién lo adoptó permanentemente en 1737.  Hubo otros muchos matemáticos que se aventuraron en descubrir el valor de π, y en esta empresa muchos fracasaron, pero hubo algunos que pudieron dilucidar el misterioso y cabalístico número más allá que sus antecesores.

Entonces, la tabla cronológica de las peripecias y periplos de π luce aproximadamente de esta manera:

  • Los Egipcios designaron el valor de π como (16/9) ^ 2
  • Los Babilonios le dieron el valor 3 1/8
  • Ptolomeo de Alejandría en el año 150 aEC utiliza a π con un valor igual a 3 + 17/120 (377/120)
  • Arquímedes definió π como 211875/67441 <π <197888/62351
  • Herón redujo π al racional 22/7
  • Fibonacci en 1220 calcula π como 864/275
  • En India el valor de π era (10) ^ 0.5
  • Viete (1593 EC) incrementó los límites de π entre 3,1415926535 y 3,1415926537
  • En la década de 1970 un gil surfer (tablista de olas) medio hippie en California arbitrariamente redondeó el valor de π a la totalidad de 3, para su uso en el estado de California.  El cálculo de este valor proviene del enunciado Chino (1200 aEC) de que "la circunferencia es tres veces el diámetro".  Probablemente este hippie calculó esto después de que se cayó de su tablita desde una ola grande, y se azotó la cabeza en la arena o en una concha.
  • Los chinos tenían la notablemente exacta medida de 355/113 alrededor de 500 EC.  En el siglo V EC, Tsu Chung-Chi estableció π con un valor de 3.1415926.
  • El valor 3.1415927 de π es una precisión que no se alcanzó en Europa sino que hasta el siglo XVI. 
  • ¿Qué cosas, no?

Bueno, todo esto se me metió en el tintero cuando ese Sábado ya circunscrito al pasado contuvo esa fecha que me llamó la atención: 3.14.15.  Me pregunto ¿qué individuo de mis generaciones futuras vivirá un día π como lo hice yo? 

Nota: Albert Einstein fué un físico teórico de origen alemán nacido en Ulm, Württemberg, que nació desde chiquito en un día π: 3.14 en 1879.

Nota: Si usted quiere saber cuánta cerveza se ha bebido en todos os barrilitos o botellas de cerveza se ha succionado, calcúlelo usando esta ecuación para volumen: V = πr2h.  Normalmente esto no trabaja porque después de unas cervecitas, usted no puede calcular ni hacia dónde debe apuntar su arrugada herramienta en el urinario del bar.   ¿Qué cosas, no?

Una persona normal puede leer aproximadamente 120 dígitos por minuto (a no ser que sea un Flaite).  Si se pudiese mantener este ritmo, tomaría más de 158.000 años el recitar solamente los primeros 10 trillones de los decimales de π.  En la actualidad hay 10.000.000.000.000 decimales verificados del valor de π.

Algunos factoides interesantes de π, pero sin ningún valor cuantificable aunque dentro de la praxis categoría general de: "Qué cosas, no?"


  • En el episodio de Star Trek: "El lobo en el redil", Mr. Spock frustra al equipo cuando los manda a calcular el último dígito π."
  • Los científicos de la novela de Carl Sagan "Contacto", son capaces de desentrañar lo suficiente del valor de π para encontrar mensajes ocultos de los creadores de la raza humana, lo que les permite a los seres humanos acceder los niveles más profundos de la conciencia universal.
  • Durante el famoso juicio de O.J. Simpson, hubo discusiones entre el abogado defensor Robert Blasier y un agente del FBI sobre el valor real de π; aparentemente para revelar los defectos en la perspicacia intelectual del agente del FBI.
  • Nunca podremos medir realmente la circunferencia o el área de un círculo en forma exacta, porque nunca podremos conocer verdaderamente el valor de π.  Es como tratar de creerle a los políticos.
  • En la película "π" de Darren Aronofsky (Pi: Fé en el Caos) se muestra cómo el intento del personaje principal de la película  para encontrar respuestas sencillas sobre π, y por ende respuestas simples sobre el universo; lo vuelve loco.  La película ganó el Premio de Dirección en el Festival de Cine de Sundance en 1988.
  • La letra π y la letra "p", ambas son la decimosexta letra de los alfabetos Griego e Inglés respectivamente.
  • La letra π es la primera letra de las palabras Griegas "periferia" y "perímetro".
  • Los egiptólogos y seguidores del misticismo infundado han estado fascinados durante siglos por el hecho de que la Gran Pirámide de Giza parece aproximarse al valor de π.  La altura vertical de la pirámide tiene la misma relación con el perímetro de su base como el radio de un círculo lo tiene con su circunferencia.
  • Los primeros 144 dígitos de π suman 666, por lo que muchos estudiosos de las artes ocultas y esotéricas dicen que π es "la marca de la Bestia".  Y = 144 (6+6) x (6+6).  ¡Si serán huevones!
  • Si la circunferencia de la tierra se calculase utilizando π redondeada a sólo nueve decimales, el resultado sería un error de no más de 0.635 centímetros en 40.233,6 kilómetros.
  • En 1995, el Japonés Hiroyoki Centella memorizó 42,195 decimales de π, y se considera el actual campeón mundial de π.  Algunos eruditos especulan que los japoneses se adapta mejor a otros idiomas para la memorización de secuencias de números.  ¡Y así dicen que los japoneses tienen una visión estrecha!
  • Un misterioso círculo aparecido en un campo de cosecha en Gran Bretaña en 2008 muestra una imagen codificada que representa a los 10 primeros dígitos del π.
  • Ludolfo van Ceulen (1540-1610) pasó la mayor parte de su vida calculando los primeros 36 dígitos de π, los que fueron nombrados el "Número Ludolphiano".  Según la leyenda, estos números fueron grabados en su lápida la que ahora está desatentamente extraviada.
  • William Shanks (1812-1882) trabajó manualmente durante muchísimos años para encontrar los primeros 707 dígitos de π.  Por desgracia, inconscientemente cometió un error después de llegar al dígito 527, y en consecuencia; todas las siguientes cifras estuvieron erradas.  Desde aquí parece que los meteorólogos hacen sus cálculos para predecir el tiempo (clima).
  • Le tomó al superordenador Hitachi SR-8000 más de 400 horas ininterrumpidas de cálculo para alcanzar el dígito 1.240.000.000.000 de π.  Este tiempo fué un nuevo récord.
  • π es el código secreto en las películas "La Cortina Rasgada" y "La Red" de Alfred Hitchcock.
  • El primer millón de cifras decimales de π constan de 99.959 ceros, 99758 unos, 100,026 dos, 100,229 tres, 100,230 cuatros, 100,359 cincos, 99,548 seises, 99,800 sietes, 99,985 ochos, y 100,106 nueves.  Esto lo sé porque los conté yo mismo mientras esperaba que los políticos cumplieran sus promesas.
  • Los primeros seis dígitos de π (314159) aparecen en orden al menos seis veces entre los primeros 10 millones de cifras decimales de π.
  • Solamente 39 cifras decimales de π son suficientes para calcular la circunferencia de un círculo, y calcular el universo conocido con un error no mayor que el radio de un átomo de hidrógeno; el que seria un valor aproximado a 5,2917721092(17) × 10-11 m.  En la exacta germanía cloacal Chilena esta expresión sería denotada como: "un pendejésimo elevado a la potencia de -38".

Tomé demasiado café negro mientras escribía esto, así que ahora me voy a hacer π urgentemente.




El Loco