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viernes, 1 de mayo de 2020

La Muerte del Sol

Si usted todavía está vivo a pesar del Coronavirus y se asustó (o sigue asustado) con este infausto y negro episodio, ahora quiero asustarlo más con este artículo que está a punto de leer.  La diferencia es que no tiene que aislarse ni pelear ni batallar por el papel higiénico.  Antes de leer este escrito, tampoco necesita apanicarse y correr al almacén más cercado a abarrotarse con desinfectante para las manos.  Este es un cambio radical pero necesario y no es postiche* en nuestra civilización actual, aunque éste sea temporal.

El susto es bueno en pequeñas dosis porque lo mantiene alerta y piensa en preparación y prevención, y mantiene en buena forma a los veleidosos esfínteres.  Tampoco quiero preocuparlo más que una monja con retraso, pero quiero que esté consciente de cosas fuera de la esfera de su pensamiento diario.

El Sol

El sol le dá energía a toda la vida que existe en la Tierra, y sin esta brillante y cálida estrella, no sobreviviríamos en este suertudo planeta.  Pero como la mayoría de las cosas y objetos que conocemos en el espacio, incluso la vida de las estrella es también limitada y algún día, aunque nos parezca muy lejano; nuestro querido y bien ponderado Sol sucumbirá como todos nosotros, a su avanzada ancianidad.

En caso de que usted esté un poco desubicado debido al pandemónium que estamos viviendo aquí en la tercera roca en el bies de las enaguas del Sol, esta luminaria se encuentra en el meollo de nuestro sistema solar, y quien es el objeto de más tamaño en este coqueto sistema solar.  El hidalgo Sol acapara el 99.8 % ciento de la masa completa del sistema solar, y su cintura se acerca aproximadamente a unas 109 veces el diámetro de la Tierra.  Si tuviésemos que llenar el Sol con nuestro planeta, se requerirían alrededor de un millón de Tierras para colmarlo.

¿Y qué tan caliente es el sol?  ¡Buena pregunta!  La temperatura de  la parte que podemos observar del Sol desde nuestra palestra, es de aproximadamente unos 5,500° Celsius, mientras que las temperaturas dentro del núcleo solar se calcula que se elevan a más de 15.000.000° Celsius.  Estas temperaturas se generan a través de reacciones termonucleares o de fisión nuclear.   Según la NASA, para poder ecualizar esta temperatura producida por el Sol, deberíamos detonar alrededor de 100 mil millones de toneladas de dinamita por segundo.  ¿Qué cosas, no?

El Sol es solo una de las más de 100 mil millones de estrellas en la Vía Láctea.  Su órbita oscila a unos 25,000 años luz del núcleo galáctico, en la que realiza una rotación aproximadamente cada 250 millones de años.  El Sol es relativamente nuevo y es partícipe de una descendencia de estrellas conocidas en Hiperfísica como “Población I” las que, comparativamente a otras estrellas; son las que ostentan más abundancia de elementos que abrigan una tara más pesada que el Helio.  

El Funeral del Sol

Los dedicados científicos de nuestro planeta quienes se consagran a la ciencia, piensan que han descubierto cuándo y cómo morirá nuestro Sol.  ¡Esto va a ser homérico!

Nuestros avispados científicos están emitiendo frescas predicciones acerca de cómo se desarrollará el momento final de nuestro Sistema Solar, y cuándo éste va a acaecer.  Afortunadamente para usted y el resto de los humanos y humanoides que pululan sueltos por el planeta, no habrá nadie presente para atestiguar el Dantesco acto final; eso es, si usted me cree.

No mucho tiempo atrás, los astrónomos especulaban que el Sol en su momento postrero se tornaría en una caliginosa nébula, en una intumescente* burbuja luminosa de gas y pavesa celestial, pero estos peritos han descobijado nueva evidencia que sugiere que el fin del Sol va a ser más literianístico*, catastrófico y vorpálido* que lo que se estimaba.  ¡Huy que miedo!, ¿no?  Esto es además porque ahora tienen mejores instrumentos de trabajo que los que venden en el “Dólar Store”.

Entre tanto, una diligente e industriosa pandilla internacional de astrónomos desacertó esta última teoría y ahora proclaman que, basados en sus postreros descubrimientos y en la evidencia que han recolectado recientemente; opinan que han descubierto que una nebulosa planetaria es la más probable representación de un cadáver Solar.

La  mayoría de los integrantes de nuestra comunidad científica está de acuerdo en que nuestro Sol tiene una edad aproximada a unos 4.600 billones de años.  Para llegar a esta conclusión, nuestros duchos hombres (y mujeres) de ciencia han medido la edad de otras muchas entidades celestes que se cree se plasmaron y configuraron aproximadamente al mismo tiempo en que lo hizo nuestro querido y brillante Sistema Solar.  

Entonces, comparando estas sobreabundantes y próvidas observaciones, agregando el legado obtenido de largas y meticulosas observaciones de otras estrellas paranatelónicas*, los astrónomos cavilan que pueden profetizar el momento del fallecimiento de nuestro Sol.  Se premedita que el Sol se convertirá en un fiambre y exhalará y su último suspiro (el Sol no suspira, solo quiero ser un poco más dramático aquí) aproximadamente en unos 10.000 billones de años.  ¡Esto es un arsenal de años! 

Anteriormente mencioné: “...el resto de los humanos..., no habrá nadie presente para presenciar el Dantesco acto final”, con lo que me refería a la especie humana en general y colectiva, ya que basados en nuestro comportamiento social y moral; ninguno de nosotros sabe si nuestra insulsa e insensata especie sobrevivirá tantos años.  ¿Qué cosas, no?

Antes de que nuestro brillante y caliente Sol fenezca, existe una franca decumenia* de acontecimientos que la raza humana encontrará para sortear en el camino.  Nuestros astrónomos predicen que en alrededor de unos 5.000 billones de años, el Sol se convertirá en un gigantesco globo rojo.  Entonces, el núcleo de esta luminaria se va a implosionar, pero sus mantos externos se expandirán hasta alcanzar la órbita de Marte.  Si nuestro planeta todavía está en existencia para ese entonces, la Tierra se verá irremediablemente enmarañada en el caos solar.

Para evitar que nos tostemos hasta carbonizarnos, a la humanidad nos quedan apenas unos escuetos mil millones de años para, o morirnos todos; o para encontrar una ingeniosa manera de cómo escabullirnos de esta maloliente roca aguada y establecernos en algún otro punto del Universo.  Pero al mismo tiempo, tendremos que saber exactamente hacia dónde nos dirigiremos, cómo llegaremos allí o allá, y si nos vamos a llevar consigo toda la ingente e interminable cuantía de la mierda moral y excrementos éticos que nos hemos arreglado para acopiar, y con las que nos hemos arreglado para contaminar a este pobre planeta, el que ya nos ha advertido de lo que le estamos haciendo.

Esto último no les es pertinente ni les concierne a los ciegos.  No me refiero a aquellos que desafortunadamente han perdido su sentido de la visión, sino que claramente aludo al resto de los pendejos humanoides que se rehúsan a ver la realidad a pesar de la evidencia.  Si no lo ha notado, el Sol ha estado aumentando su resplandor cerca de un 10% por cada mil millones de años.  Esta cantidad brobdingnagiarística* de años parecen muchos, pero el aumento de irradiación no lo es.  Este aumento en el brillo del Sol extinguirá la vida en la Tierra en menos de 5.000 millones de años, evaporando en el camino polos, ríos, lagos y océanos, matando desde nanoplankton a ballenas, y las superficies de tierra seca se calentarán tanto que no nos podremos sentar en ninguna parte sin quemarnos el culo.

Desde un punto de vista más científico

Lo abominable que acaecerá posteriormente con este gran purpúreo gigante es difícil –o imposible-  de afincar.  Un número de estudios preliminares juzgan que para que el Sol se transforme en una nebulosa planetaria brillante, el tamaño inicial de nuestra estrella debería de haber sido casi dos veces más masiva de lo que es ahora.

Ahora, una camarilla internacional de renombrados astrónomos ha estado recurriendo a representaciones y extrapolaciones de modelos computacionales en un esfuerzo de establecer que, tal como el comportamiento del 90 % de otras estrellas en el firmamento, lo más probable es que nuestro Sol se implosione  desde ser un gigante rojo, para convertirse en una diminuta estrella enana blanca; y consecutivamente,  caducar como una nebulosa planetaria.  ¿Qué cosas, no?

Según lo que sabemos y basados en lo que la comunidad científica nos ha enseñado, cuando una estrella muere, produce una asumida aglomeración de gas y polvo, conocida como su “envoltura”.  Esta citada “envoltura” puede abarcar un tamaño aproximadamente al de la mitad coetánea de la masa de nuestro Sol.  Esta drástica reducción en el tamaño o ahora Enana Blanca, desenmascara el núcleo de la estrella.  A este punto, la vida útil del Sol está operando sin carburante, para últimamente; apagarse y fenecer.  Esto es explicado por el astrofísico, astrónomo y profesor de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Manchester en el Reino Unido; Albert Zijlstra.

El Sol antes de sucumbir y en su etapa de Enana Blanca, es cuando su súper urente* y febril núcleo causa que su caparazón de gas y polvo centellee enérgicamente por alrededor de unos 10.000 años, lo que es una etapa muy breve y transitoria en astronomía.  Esta poderosa refulgencia  lo hace claramente evidente y visible en la nebulosa planetaria.  

Algunas Enanas Blancas son tan vernicosas* y refulgentes que se pueden vislumbrar desde distancias siderales de más de centums* de millones de años luz, donde la estrella en su vida normal, habría sido demasiado débil para poder verla a pesar de nuestros avanzados instrumentos de espionaje cósmico.

Las representaciones y extrapolaciones de modelos computacionales de datos que creó este equipo científico, exclusivamente atenta vaticinar el ciclo de vida de heterogéneos tipos de luminarias, para estipular más acertadamente el brillo de cada nebulosa planetaria asociada con diferentes masas de estrellas.  Las nebulosas planetarias existentes son comparativamente habituales en el Universo visible para nosotros, y algunas de las que conocemos son la Nebulosa Helix, la Nebulosa Ojo de Gato, la Nebulosa Anillo y la Nebulosa Burbuja. 

Nebulosa Planetaria

Originalmente y con una ligera parablepsia* teórica, a estas nuevas nebulosas se les bautizó cuando fueron descubiertas con el inconsecuente nombre de “nebulosas planetarias”, a pesar de que no tienen absolutamente nada en común con planetas.  Cuando las primeras nebulosas fueron evidenciadas por el astrónomo alemán nacido en Inglaterra, Frederick William Herschel en el siglo XVIII, éste las juzgó similares en apariencia a los planetas debido a las deficientes tecnologías ópticas de los telescopios de la época.

Herschel construyó su primer gran telescopio en el año 1774 de la Era Común.  Cuando terminó la construcción y el montaje de su nuevo telescopio, se enfrascó durante los siguientes nueve años en el escrutinio y estudio de los cielos para investigar las estrellas dobles.  Herschel publicó catálogos de nebulosas en 1802 (2.500 objetos) y en 1820 (5.000 objetos).  El bajo poder de resolución de su telescopio reveló que muchos de los objetos aludidos como “nebulosas” en el catálogo Messier, eran en realidad cúmulos de estrellas.

Charles Messier

A pesar de llamarse Charles, Messier era francés.  Charles Messier nació en Badonviller en la región francesa de Lorena.  El astrónomo Messier publicó un inventario astronómico que consta de 110 nebulosas y cúmulos de estrellas débiles, el que llegó a ser conocido como el catalogo de los objetos Messier.  El propósito del catálogo era socorrer a los observadores astronómicos de la época, en particular, a los cazadores de cometas como él, para poder distinguir visualmente entre objetos permanentes y objetos transitorios difusos en la bóveda celeste.

El catálogo de Messier, es una de las herramientas más útiles para los aficionados a la astronomía.  A mediados del siglo XVIII de la Era Común, el retorno del cometa Halley patrocinó la veracidad de la teoría newtoniana, y ayudó a suscitar un renovado interés por la astronomía.  Durante este tiempo Charles Messier descubre 15 objetos no aún descubiertos.  El 28 de Junio de 1758, durante una sesión de caza de cometas, Messier descubrió un objeto pequeño lúcido en la constelación de Tauro y comenzó a llevar un diario de éstas nebulosa de manera que no fuesen falsamente confundidos con cometas.

No hace mucho...

Hace alrededor de unos 25 años más o menos, los astrónomos notaron algo peculiar en las vastedades del universo visible: las nebulosas planetarias observables más brillantes en otras galaxias, todas exhiben el mismo paralelismo de brillo.  Esto significa en teoría, que usando la observación del brillo de nebulosas planetarias en otras galaxias, los astrónomos pueden calcular teoréticamente a qué distancia están de la Tierra.

Los datos compilados demostraron que esto era factual, pero los patrones de los modelos diseñados contradicen esta información, lo que se ha desvelado e irritado a los científicos durante los pasados 25 años desde que se hizo este descubrimiento.  Las estrellas de más edad y masa de menos calibre deberían de ser mucho más débiles que las nebulosas planetarias de estrellas más adolescentes y de más amalgama elemental

La información acopiada y analizada sugiere que es posible que haya nebulosas planetarias brillantes provenientes de estrellas de una masa menor que la de nuestro Sol.  Los modelos desarrollados proponen que esto no es realmente factible, porque se piensa que cualquier cuerpo celeste que mida menos o cerca del doble de la masa de nuestro Sol, podría dar a luz una nebulosa planetaria demasiado débil para ser observada claramente.

Modelos desarrollados más recientemente por la comunidad científica han solventado esta incipiente incógnita.  Estos nuevos e intrínsecos modelos muestran que nuestra luminaria está ubicada dentro del nivel del límite inferior de masa que estas estrellas requerirían para poder generar una nebulosa visible.  Esto es, que una luciérnaga sideral que posea una masa subyacente a 1.1 veces de la masa del Sol, no sería capaz de desencadenar nebulosas evidentes o perceptibles a gran distancia.  Aquellas estrellas que comprenden masas de hasta 3 veces superiores o más masivas que el Sol, conseguirían producir nebulosas planetarias más lúcidas.

Estos resultados son muy indicativos porque ahora además de poder detectar y definir y medir estrellas que habitan miles de millones de años luz en remotísimas, abditivas* galaxias, lo que resulta ser una longitud casi imposible de determinar, pero a la postre, hemos dilucidado el secreto de lo que nuestro moribundo Sol forjará cuando sucumba.

En el intertanto, seguiremos investigando sobre la vida secreta del Sol mientras podamos descifrar sus gésticos* aesopianos* avisos.   Mientras dure, observe y respete los servicios de esta esfera casi perfecta de plasma ardiente con su exquisito movimiento convectivo para alumbrarnos y darnos vida diariamente.  Y para que quede claro en el récord, el Sol de Ipanema no es de Ipanema, es de todos nosotros.

Advertencia

Ahora que no tiene que preocuparse más de lo que le va a pasar a usted cuando el Sol se muera, ¡debe de estar más contento que indio con espejo!  Realmente de lo que tiene y debe de preocuparse ahora es de cuidar a nuestra Madre Tierra, porque ésta; no nos va a durar tanto como el Sol.  La estamos destruyendo paulatina y sistemáticamente, y quizá nosotros o nuestros hijos o nietos, se enfrentarán a un fallecimiento prematuro de nuestro planeta, y sufrir las consecuencias de nuestros propios actos.  A este punto, no importa cuando muera el Sol.  ¿Qué cosas, no?

Ahora, no sea huevón y quédese en casa aislado de los peligros del Coronavirus.  No sea tonto y mantenga la distancia social porque no es un juego, pero en esto se juega la vida; no sea estúpido y no salga a exponerse usted ni a exponer a otros porque usted no sabe si usted está infectado o nó, o si otros lo están; y por último, no exhiba su infinita hebetud* (si la tiene), arrastrando y comprometiendo a su familia a esta nueva ruleta mortal.  

Acuérdese que el tiempo es gratis, pero no tiene precio; usted no es dueño de él, pero lo puede usar; no puede quedarse con él, pero puede usarlo; pero cuando lo desperdicia, jamás puede recuperarlo.

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)


Abditivo – Remoto, secreto, oculto
Aesopiano – Que transmite significado solo a aquellos en un ideología secreta
Broddingnagiarismo – Inmenso, inmensidad
Centum – Ciento
Decumenia – Gran cantidad
Géstico - De, cómo, o perteneciente a gestos
Hebetude - Estupidez
Intumescente  Hinchamiento por excesivo calor
Literianístico – Que indica el fin de una enfermedad
Parablepsis – Visión falsa, equivocación
Paranatelónica – una estrella que se eleva al mismo tiempo que otra estrella
Postiche - Agregado excesivo e inapropiado a un trabajo terminado
Urente – Ardiente, escozor
Vernicoso - Brillantemente pulida o barnizada
Vorpálido – Afilado, mortal

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco

martes, 1 de octubre de 2019

Parapraxis* y Pseudocronismo* Parte I de II

¿La teoría de la evolución?  ¡Ha!  Creo firmemente que esta manoseada teoría no es más que una parapraxis y un pseudocronismo mal entendido.   Un día yo seré un fósil, pero ¿quién sabrá mi verdadera edad y como mi especie llegó a ser?

Siempre me ha intrigado el asunto de la evolución, el de la evolución real, no la de los cuentos de hadas ni la de las teorías canulares religiosas.  La evolución sigue siendo un misterio que me mantiene curioso de su origen.  Hay varias teorías que atentan explicar la evolución, pero todas fallan en algún punto el que no se puede explicar porque no es lógico, o simplemente no demuestra la realidad.

Caviat
No estoy en contra de la Teoría de la Evolución como principio evolutivo de las especies.  Esto es porque es claro que todo evoluciona; pero estoy en desacuerdo en la forma y ordenación cronológica en que Darwin la expone con respecto al ciclo temporal de las especiaciones, para lo cual; Darwin no provee ningún tipo de prueba tangible de ello.   Además, esta coloquio electrónico no es adecuado para pacientes que pertenecen a la morgue intelectual o que son quiltros intelectuales.

Charles Robert Darwin (2/12/1809 - 4/19/1882

Charles Robert Darwin fué un naturalista, geólogo y biólogo inglés conocido por sus aportaciones a la “ciencia de la evolución”.   Su propuesta es que todas las especies de vida existentes han descendido de antepasados ​​comunes.  Darwin publicó su teoría de la evolución en su libro de 1859 “Sobre el origen de las especies”.   En la década de 1870, parte de la comunidad científica y parte del público, aceptaron la evolución como un proceso, sin embargo; muchos favorecieron otras explicaciones competitivas las que le daban un rol menor a la selección natural.

Originalmente en una publicación conjunta con Alfred Russel Wallace –otro británico naturalista, explorador, geógrafo, antropólogo y biólogo, presentó su teoría científica de que este patrón de evolución ramificado fué el resultado de un proceso al que llamó la “selección natural”, en el que la lucha por la sobrevivencia y el denuedo por existir tiene un efecto similar a la selección artificial involucrada en la cría selectiva.

En mi honesta e indagadora opinión yo creo y pienso que el problema es la ambigüedad con la supuesta mecánica de la evolución darwiniana, la que va mucho más allá de la falta de evidencia y certidumbre acerca de la especiación frecuente.  Esta teoría está totalmente desprovista de créditos esenciales, o de una dilatada sucesión de eventos accidentales, lo que erode íntegramente los fundamentos básicos de la teoría de la evolución darwiniana, la que en mi opinión, fué construída en el aire bajo presión.  No la desdeño completamente, pero no puedo aceptarla ciegamente como tal como a desacreditado creacionismo religioso.

Alfred Russel Wallace y la Evolución de la Conspiración de Darwin

Muy poco se ha oído de Alfred Wallace, quien, según un libro reciente de Roy Davies (The Darwin Conspiracy), tiene un reclamo más fuerte de la teoría de la evolución por selección natural que Darwin. En 1855, el primer artículo de Wallace sobre la evolución llevó a Charles Lyell a advertir a Darwin que Wallace parecía estar cerca de resolver el "problema de las especies" e instarlo a publicar su propia teoría.

Alfred Russel Wallace (1/8/1823 – 11/7/1913) fué un naturalista, explorador, geógrafo, antropólogo y biólogo británico.  Es mejor conocido por concebir en forma independiente la teoría de la evolución a través de la selección natural.  Su artículo científico sobre este tema fué publicado conjuntamente con algunos de los escritos de Charles Darwin en 1858. Esto puso mucha presión en Darwin por lo que se apuro en publicar sus propias ideas sobre el origen de las especies.  Muchos opinan que por adelantarse a Wallace, Darwin publicó un escrito incompleto y falto de conclusiones respaldadas

Al igual que Darwin, Wallace realizó un extenso trabajo de campo; primero en la cuenca del río Amazonas, y luego en el archipiélago malayo donde identificó la división faunística ahora llamada la línea Wallace.  Esta “línea Wallace” separa el archipiélago indonesio en dos partes muy distintas: una porción occidental en la que los animales son en gran parte de origen asiático, y una porción oriental donde la fauna refleja Australasia.

Tres años más tarde, mientras estudiaba la fauna del archipiélago malayo, Wallace completó su teoría y la envió a Darwin desde la isla de Ternate el 9 de Marzo de 1858. En el mismo barco con destino a Inglaterra, Wallace le envió una carta a Frederick Bates, un entomólogo británico; quien la recibió el 3 de Junio del mismo año.  Aparentemente Darwin se correspondió con Joseph Dalton Hooker, un botánico y explorador británico el 8 de Junio de 1858, diciendo que había encontrado la "piedra angular faltante" que le permitió completar su teoría de la evolución.

En esta carta fechada el 18 de Junio, Darwin relató que acababa de recibir una misiva de Wallace proponiendo una teoría de evolución “idéntica a la suya”, ¡lo que resulta ser una cronología extremadamente sospechosa!  Esta teoría inicialmente se conoció como la teoría de Darwin-Wallace, pero Darwin se asignó la gloria y envió a Wallace al olvido.  Wallace carecía de las amplias conexiones políticas, sociales y económicas de las que Darwin disfrutaba ampliamente, y usando esta influencia en varios niveles, el establecimiento inicua e ignominiosamente desacreditó a Wallace tildándolo como una persona poco fiable.  En realidad, Wallace debería haber sido reconocido como al menos, como igual en la teoría de la evolución de Wallace-Darwin.  Esto me recuerda a los nuevos sicofantas.  ¿Qué cosas, no?

Evolución

Se dice que la evolución es el cambio en las características heredables de las poblaciones biológicas durante generaciones sucesivas.  Esto puede que no sea cierto debido a que la teoría de la evolución sobre “generaciones sucesivas” no ha producido pruebas lo suficientemente convincentes o comprobables de ello. 

Las características evolutivas son las expresiones de genes que se transmiten o se comunican de los progenitores as su prole durante la reproducción.  Las diferentes características de cada especie tienden a existir dentro de cualquier población como resultado de mutaciones, recombinaciones genética y otras mezclas de de combinación genética.

Se dice que la evolución de las especies ocurre cuando procesos evolutivos como la selección natural, incluyendo la selección natural sexual; y la carga genética de las especies apareadas actúan sobre esta nueva variación o producto, lo que resulta en ciertas características que se hacen más comunes o más escasas dentro de una determinada población.  Este proceso de evolución es el que origina biodiversidad en las diferentes categorías de organización o estructura biológica, incluyendo los grados dentro de las especies, de organismos individuales y moléculas.

Realidad

Quizá para muchos no es importante el saber de cómo nos originamos, de dónde venimos y cómo evolucionamos a lo que somos hoy porque éstos jamás sabrán hacia dónde van; pero para mí lo es porque simplemente soy curioso, y no me puedo conformar con la  cavicornia* historiología llena de cuentos infantiles e irracionales que ciertos libritos nos predican sobre una desconocida personalia.

Para su beneficio, repasaré las teorías más sobresalientes que intentan explicar nuestro origen y evolución, y después de esto; le daré mi opinión estrictamente personal sobre lo que yo pienso acerca de la evolución.  Mantendré mi opinión en el contexto científico sin caer en la socarronería religiosa o en la desvariada especulación tan preferida y optada por las masas no pensantes, aparentemente presas de una dislogia* mental, siempre inherente a una tardía ortogenética*.

El concepto general científico sobre el génesis de la vida que creemos que comienza en nuestro planeta, se basa en la inferencia de que la vida brotó por primera vez hace innúmeros miles de millones de años, con la alineación de organismos microscópicos a partir de elementos inertes.  Durante los subsecuentes eones, estos minúsculos organismos evolucionaron hacia formas de vida más eminentes y complejas a salvando una serie de metamorfosis aleatorias, desde donde una especie evolucionó en otra. Y creemos que es así como nosotros y todas las demás formas de vida han evolucionado hasta hoy.

Según profesan y conceptúan nuestros científicos contemporáneos, en el transcurso del tiempo y a través de un proceso nominado "selección natural", aquellas mutaciones y especímenes menos aptos para sobrevivir fueron naturalmente eliminados.  De modo que como consecuencia de este simple proceso, los ejemplares más "fuertes" fueron los que transfirieron su información genética a generaciones ulteriores.

Hasta aquí vamos bién.  Hasta ahora estas explicaciones parecen nomotéticas y aceptables dentro de lo desconocido y remoto, pero a pesar de esto, un examen más detallado y hondo del mecanismo subyacente y del registro fósil, deja muchísimas dudas de que una evolución aleatoria, ya sea de mutación o de cualquier otra naturaleza, pudiese haber podido la causa promotora sosteniendo el desarrollo y evolución de la vida en el planeta, y el resultado de la acción del principio de estabilidad de la sustancia.  Pero antes de seguir, miremos algunas teorías.

Teorias:

Todo comenzó con una chispa eléctrica

Se especula que un gran rayo pudo haber provisto la chispa esencial para el origen de la vida.  Sabemos que las chispas eléctricas pueden generar aminoácidos y sacáridos a partir de una atmósfera saturada de solvente universal (agua), conteniendo además metano, amoníaco e hidrógeno, tal como se demostró en 1953 con el experimento de Miller-Urey, el que creó bloques básicos de construcción para vida en la Tierra, algo que la obtusa iglesia y su generalizada ablepsia no quieren aceptar.

Mientras millones de años transcurrían, podrían haberse formado moléculas de una mayor magnitud y más complejas.  Recientes investigaciones arguyen que la atmósfera temprana de la Tierra estaba desheredada de hidrógeno, pero que podría haber contenido gases tales como metano, amoníaco e hidrógeno.

Moléculas de vida descubiertas en arcilla

El químico orgánico Alexander Graham Cairns-Smith de la Universidad de Glasgow en Escocia, expone que las primeras moléculas de vida podrían haberse hallado empotradas en la arcilla.  Es muy viable que estos suelos contuviesen una concentración de compuestos orgánicos que hubiesen sido la cuna del origen de la vida, pero además pudieron haber  contribuído a ordenar estos complejos en patrones análogos a como lo hacen actualmente nuestros genes.

Recordemos que el papel primordial del Ácido Desoxiribo Nucleico (ADN) es acopiar información sobre la organización física de otras moléculas.  Los encadenamientos genéticos contenidos en el ADN son básicamente la fórmula de la ordenación de los aminoácidos en proteínas.  Cairns-Smith insinúa que los cristales minerales contenidos en la greda podrían haber coordinado moléculas orgánicas en patrones organizados y armónicos.  Con el paso del tiempo, estas moléculas orgánicas adoptaron esta gestión y comenzaron a constituírse independientemente.

La vida comenzó en fumarolas marinas

La teoría del respiradero o fumarolas de aguas profundas propone que la vida pudo haberse causado originalmente en los respiraderos hidrotermales submarinos, los que arrojan moléculas  ricas en hidrógeno.  Los escondrijos en sus bocas rocosas podrían haber acumulado estas moléculas y proveer catalizadores minerales para reacciones químicas fundamentales.   Hoy por hoy, estos profundos respiraderos submarinos ricos en energía química y térmica, sostienen y producen activos y florecientes ecosistemas.

La vida tuvo una gélida inauguración

Los científicos enuncian que hace unos 3.000 millones de años atrás, los casquetes polares podrían haber cubierto la mayoría de los mares y océanos del planeta, esto debido a que nuestro sol era alrededor de un tercio menos refulgente de lo que es ahora.  Entonces, estas capas de hielo, probablemente de cientos de metros de espesor, podrían haber blindado los frágiles compuestos orgánicos protegiéndolos de la luz ultravioleta y de posibles catástrofes de impactos cósmicos de meteoritos y meteoros.  Las bajísimas sub-cero  temperaturas quizá sostuvieron a estas moléculas las que pudieron subsistir resguardadas por más tiempo, accediendo a que reacciones clave pudiesen ocurrir durante o después de este álgido período.

La respuesta radica en el ADN

La solución puede que radique en discernir el misterio de la formación del ADN.  El ADN requiere de proteínas para poder formarse, y las proteínas requieren que se forme ADN.  Esto es un “Catch-22”(1).  Si esto se manifiesta así, entonces, ¿cómo es posible que se hubiese formado la una sin la otra?  La posible respuesta podría ser el Ácido Ribo-Nucleico (ARN), el que es capaz de hacinar información como el ADN, también puede actuar como una enzima parecida a las proteínas, y asistir en la creación tanto del ADN, como la de proteínas.  Más adelante, el ADN y las proteínas sobrevivieron exitosamente en este "ámbito de ARN" meramente porque son más eficientes.

(1) Un catch-22 es una situación paradójica de la que un individuo no puede escapar debido a reglas o limitaciones contradictorias o diacrónicas.

El ARN es todavía coexistente y ejerce variadas labores en los organismos, como por ejemplo actuando como un interruptor para algunos genes.  La incisiva pregunta es  ¿cómo apareció el ARN en primer lugar?  Algunos doctos teóricos explican que esta molécula pudo haber brotado espontáneamente en la Tierra.  Otros eruditos señalan que es improbable que haya ocurrido de esta manera.  También se ha sugerido la posible intervención de otros ácidos nucleicos diferentes al ARN, como los subrepticios Ácido Nucleico Peptídico (ANP) o el Ácido Nucleico Threose (ANT). 

La vida tuvo un comienzo sencillo

En vez de comenzar a desarrollarse a partir de moléculas complejas tales como el ARN, la vida pudo haberse generado a partir de moléculas más simples las que interactuaron entre sí en varios ciclos de reacciones, modificaciones y reposiciones.  Estas hipótesis pueden haber estado entrañadas en cápsulas parecidas a una membrana celular; o en una singular célula.  Con el transcurso del tiempo moléculas más complejas que las que ejecutaron estas reacciones, pudieron haber evolucionado.

Las dudas se presentan en los escenarios denominados “modelos de primer metabolismo", los que están diametralmente opuestos a “modelo de primer gen" en la hipótesis del "mundo del ARN".

La vida fué plantada aquí desde otro lugar en el espacio sideral

Muchos piensan que la vida como la conocemos, no comenzó aquí en la Tierra.  Este concepto evolucionario se llama “Panspermia”.  Por ejemplo, en forma regular peñascos son disparados en direcciona la Tierra desde Marte, generados por impactos cósmicos sobre ese planeta.  Estas rocas y otras piedras similares al igual que meteoritos marcianos han aterrizado en nuestro planeta en muchas ocasiones.

Algunos científicos y otros estudiosos de estas ciencias sugieren que estos cuerpos celestes transportaron y transfirieron microbios a la Tierra lo que potencialmente nos hace a todos Marcianos.  Otros teóricos intelectuales proponen que los bloques originales de vida pudieron haber sido polizones interespaciales viajando en cometas venidos desde otros sistemas estelares u otras galaxias desconocidas.  En base a esto, y si esta peripecia fuese   verídica, la pregunta sería entonces: ¿cómo comenzó y evolucionó la vida allá en el espacio antes de llegar acá?  Cuando veo gente rara, siempre me pregunto si son marcianos...

Bueno, éstas son las teorías más populares a la fecha, y créame que ninguna de ellas las elucubré yo.

Volvamos a donde creo que está el error: El récord fósil.

Antes de contender con este peliagudo tema, debo señalar que la conjeturada mecánica de la especiación.  Las mecánicas de la especiación son el proceso evolutivo por el cual las poblaciones evolucionan para convertirse en especies distintas.  Este concepto se divide en dos distintos sarmientos: la Cladogénesis, que es la división de los linajes; y la Anagénesis -opuesta a la anterior, que es la evolución filética dentro de los linajes.

El gradualismo filético es un modelo de evolución que teoriza que la mayor parte de la especiación es lenta, uniforme y gradual.  La palabra filético deriva del griego φυλετικός phūletikos, que transmite el significado de una línea de descendencia.  El gradualismo filético contrasta con la teoría del equilibrio puntuado, que propone que la mayor parte de la evolución se produce aislada en episodios raros de evolución rápida, cuando una sola especie se divide en dos especies distintas, seguidas de un largo período de estasis o no cambio.

Ambos modelos contrastan con la evolución de velocidad variable ("velocismo variable"), que mantiene que diferentes especies evolucionan a diferentes velocidades, y que no hay razón para enfatizar una tasa de cambio sobre otra.  Entonces, la evolución filética es una permuta evolutiva interna en un mismo linaje, y esto se produce como resultado de un ajuste gradual a los estímulos ambientales.  ¿Qué cosas, no?

El concepto científico de especiación no se basa exactamente en evidencia puntualmente sólida, por esos es que los “resultados” de este empirismo no es completamente correcto, sino deshonesto y engañoso dentro de la literatura científica cuando se trata de evolución.  La existente literatura escrita sobre este tema declara deliberadamente que: "El registro fósil nos dice que las nuevas especies han evolucionado de las preexistentes".

¿Cómo es posible que puedan saber esto?  Con todas las contradicciones contenidas dentro de esta rama literaria, ¿cómo es posible que el registro fósil pueda aseverar cosas como que la especiación ocurre con frecuencia?  ¿Cómo medimos esta “frecuencia”?  Esto es ridículo y sin ningún fundamento evidencial.  Nadie jamás ha observado la evolución para hablar con certeza, solo podemos tratar de adivinar qué pasó, o fabular (como lo hacen las religiones) sobre lo que sucedió; pero jamás afirmar lo que no se conoce.

No somos capaces de determinar, medir u observar la más mínima de las evoluciones, incluso las que ocurren durante nuestras vidas.  Tenemos prole, la observamos crecer y “evolucionar”, y en la gran mayoría de los casos, nos morimos antes de que lo haga nuestra prole y dejamos de observar su “evolución”.  La verdadera evolución de la que hablamos ocurre en eones, la que ningún ser humano podrá jamás observar.

El casino de la evolución

Una de las bases más frágiles de la teoría de la evolución es que un proceso aleatorio es capaz de producir una estructura organizada.  Sin prueba pero asumiendo que éste sea el caso y que esto pueda ser posible, entonces las mutaciones aleatorias pueden con suficiente tiempo disponible, eventualmente engendrar formas de vida más complejas.  Una de las mecánicas que podemos usar para demostrar esto falso y correcto, usaremos un dado.

Para obtener un "5", por ejemplo, tendríamos que arrojar el dado un promedio de seis veces (porque el dado tiene seis caras), por lo que para obtener cualquier 5 tomaría un promedio de seis tiradas.  Con suerte de jugador de casino, podríamos obtener un 5 la primera vez, pero a medida que seguimos tirando el dado, los 5 acontecerán de promedio una vez de cada seis tiradas.  Simples leyes de promedio y estadística ya sea de promedio o inferencial.  El nombre “estadística” es la forma femenina del estadístico alemán, derivado a su vez del italiano statista, "hombre de Estado".  ¿Qué cosas, no?

Esta misma práctica es válida para cualquier proceso circunstancial.  Todos los juegos de azar funcionan de la misma manera, por lo que las opciones de ganar son siempre reversas, es decir, las posibilidades de obtener un resultado correcto son casi nulas, y a veces ni siquiera hay un resultado ganador.  Los casinos nunca pierden porque las mecánicas de procesos aleatorios juegan en su favor.  Es posible que alguna vez gane algo insignificante en un casino, pero el casino es el que se queda con los millones ya que éste genera miserables posibilidades para usted.  No sea gil, no vaya a apostar al casino. 

La lotería de la evolución

Curiosamente, las loterías multimillonarias se basan en forma absoluta en este concepto poco entendido por los apostadores.  Las probabilidades reales de ganar un gran premio mayor son de varios, cuando nó cientos de millones a uno.  En cada ciclo, y si hay uno que gane el premio mayor con la combinación correcta de números, siempre habrá muchos millones de personas que no ganarán nada porque seleccionaron millones de combinaciones de números sin ningún sentido lógico o de otra naturaleza.  Jamás ha habido una lotería en el planeta en la que millones, o miles, o ni siquiera cientos o decenas de personas hayan ganado el premio mayor.  A veces hay algunos pocos que ganan un asomo; o nada.  Estos son los mismos principios dentro de la teoría de la evolución en que a través de un proceso aleatorio pueda producirse una estructura organizada.  ¿Qué cosas, no?

Si tomamos el concepto de aleatoriedad con respecto a la lotería, y si asumimos que tenemos el suficiente tiempo para jugar, quizá podamos ganar el premio mayor.  Esto tomaría una infinidad de tiempo, y gastaríamos una tremenda fortuna en boletos de lotería sin ganar nada en el proceso, pero eventualmente creemos en nuestras mentecitas que podemos ganar millones, y eso nos envicia para seguir jugando.  Es por esto que los dados, los casinos y la lotería siempre ganan, y usted nó.

Me parece que esto es el equivocado acertijo de la teoría de Darwin acerca de la evolución.
El proceso aleatorio descrito en la teoría darwiniana el que supuestamente puede producir formas de vida más complejas, debería haber producido al menos millones de millones de organismos defectuosos que no podrían sobrevivir para producir uno funcional.  

Nuestro mentado “registro fósil” debería estar atiborrado sin límites con trillones (o más) de organismos inservibles acumulados durante interminables y repetitivas etapas de desarrollo evolutivo para cada una de las formas de vida que existen y de las especies que se extinguieron.  ¿Dónde están?  ¿Dónde están las evidencias de prueba y error?  ¿Acaso los principios de prueba y error y el progreso basado en ellos, no se adhieren a la teoría de Darwin?  ¿Dónde está el rastro evidencial y confirmatorio que pruebe y acredite la teoría darwiniana?  Solo los magos hacen el truco sin mostrar la técnica.         

Lo único que este registro fósil realmente manifiesta es una cantidad descomunal de organismos perfectamente formados, sin fallas, producidos perfectamente correctos a la primera intentona, son de catadura eficaz, y raramente con una anomalía notable o discapacitadora.  No hay ningún rastro ni evidencia de especies que se hayan optimizado gradualmente, o que hayan pasado por un proceso de evolución intermedio sin finalizar, a lo que llamamos: eslabón perdido.  Debería haber quedado por lo menos algún vestigio de estos esfuerzos fallidos de la naturaleza, pero ni siquiera hemos encontrado una humilde causa probable que valide estos evocados procesos aleatorios. 

El establecimiento científico señala en refutación (o subterfugio) para justificar la cuantiosa falta de yerros en el registro fósil, es que el código genético tiene un mecanismo intrínseco inherente de resarcimiento, clave que puede detectar y aniquilar un código genético patógeno de que éste sea capaz de perpetuarse en individuos anormales.

Pero, ¿trabaja realmente esta fórmula genética?  Al parecer no trabaja muy bien, y si es que trabaja.  Si las premisas son que el código genético puede detectar, corregir o eliminar sus propias pifias, entonces ¿cómo es posible que tengamos millones de vivientes parapraxis contemporáneas en nuestro planeta?  ¿Cómo así?, se preguntará usted. 

Pues bien, nombraré 5 fallas genéticas que el código genético humano no ha resuelto jamás, y esto solo en el ser humano y sin contar las múltiples anormalidades en animales, insectos y plantas.  El código genético humano presenta varias anomalías que resultan convertirse en un ser humano que no es normal y que no tiene la capacidad promedio del resto que se considera “normal”.  Que quede extremadamente claro que esta opinión no es un ataque ni tampoco ningún tipo de discriminación ofensiva en contra de ningún ser humano, sino que es solamente para probar el punto de que este código genético que se supone que rectifique fallas, no lo hace, y con esto probar mi punto de que la especiación aleatoria sin fallas, es simplemente una teoría cabalística sin base alguna, y no se debe a eutrofización*.

Fin Parte I de II

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Cavicorn  Cacho hueco
Dislogia – Inhabilidad para expresar ideas debido a incompetencia mental
Ortogénesis – Evolución direccional de organismos
Parapraxis – Cometer un error
Cocamamie – Que no tiene sentido, ni pies ni cabeza
Pseudocronismo – Error en citas cronológicas
Abrepsia – Ceguera
Ex-Nihilo - La frase ex nihilo también aparece en la formulación filosófica clásica ex nihilo nihil fit, que significa "de la nada no sale nada".  Cuando se usa fuera de contextos religiosos impensados o metafísicos, ex nihilo también se refiere a algo que proviene de la nada
Eutrofización - La riqueza excesiva de nutrientes en un lago u otro cuerpo de agua, con frecuencia debido a la escorrentía de la tierra, lo que provoca un crecimiento denso de la vida vegetal y la muerte de la vida animal por falta de oxígeno

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco