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lunes, 1 de julio de 2019

El Diodo Emisor de Luz

Esta es la intrigante e iluminante (pero corta) historia del desarrollo del Diodo Emisor de Luz o LED (Light-Emitting Diode).  Esta inocente lucecita hizo su debut en la sociedad electrotécnica como un humilde componente electrónico, siendo práctico recientemente en el año 1962 de nuestra Era Común.  No mucho después de esto, este dispositivo se convirtió en un ineluctable* elemento en casi todos los aparatos electrónicos que conocemos hoy. 

Los diodos emisores de luz o simplemente LED, se encuentran entre los más utilizados de los diferentes tipos de diodos semiconductores disponibles en la actualidad y se usan comúnmente en televisores y pantallas a color.  Hay muchos tipos de LED, y en diferentes colores*:

  • Gallium Arsenide (GaAs) – infrarrojo
  • Gallium Arsenide Phosphide (GaAsP) - rojo a infrarrojo, naranja
  • Aluminium Gallium Arsenide Phosphide  (AlGaAsP) - rojo alto brillo, rojo anaranjado, naranja y amarillo
  • Gallium Phosphide (GaP) - rojo, amarillo y verde
  • Aluminium Gallium Phosphide (AlGaP) - verde
  • Gallium Nitride  (GaN) - verde, verde esmeralda
  • Gallium Indium Nitride (GaInN) - casi ultravioleta, azul verdoso y azul
  • Silicon Carbide (SiC) - azul como sustrato
  • Zinc Selenide (ZnSe) – azul
  • Aluminium Gallium Nitride (AlGaN) – ultravioleta

* He puesto los nombres de los diodos  en Inglés porque su traducción es mañosa.  Por ejemplo, Phosphide es Fosfuro y no Fósforo. Entonces para evitar malentendidos  o alguna paragnosia* , los he listado en Inglés.   ¿Qué cosas, no?

Veamos cómo pasó.

El ahora bien conocido diodo emisor de luz (LED) es una fuente de luz semiconductora formado por dos conductores.  Es un diodo de unión p-n que emite luz cuando se activa. Una unión p-n es un límite o una interface entre dos tipos de materiales semiconductores, uno del tipo p (carga positiva) y uno del tipo n (carga negativa), contenidos e integrados ambos dentro de una misma pieza de cristal semiconductor. 

Cuando se aplica una corriente eléctrica adecuada a los cables que están conectados con los diodos, los electrones mediante un proceso de recombinación liberan energía en forma de fotones.  Este efecto se llama electroluminiscencia, y el color de la luz (que corresponde a la energía del fotón) está determinado por el rango de energía del semiconductor.  Los LED suelen ser muy pequeños midiendo menos de 1mm2.   Pero antes de su aparición es escena, muchas cosas pasaron.  Helas aquí.

Érase una Vez…

Desde el principio de la vida humana los Homo Sapiens han precisado luz.  Normalmente la luz solar, la luz selenita y el fuego fueron los primeros básicos aperos para nuestras necesidades de iluminación.  Con la ayuda de la luz, nuestros antepasados podían escudriñar por alimentos durante el día, y aprovechando la luz selenita además de ayudarse con el fuego, obtenían la necesaria iluminación nocturna.

Desde el nacimiento de la humanidad hubo varios pasos en iluminación comenzando con el primer recurso de iluminación; el sol (y su reflejo sobre la luna).   Luego hizo su aparición el fuego alrededor del año 125.000 Antes de la Era Común (AEC) como uno de los primeros descubrimientos del ser humano.  Las lámparas de terracota surgieron alrededor del año 4.500 Antes de la Era Común (AEC) las que como combustible, usaban pasto seco, trozos de madera y grasa animal.

La carrera de la iluminación comenzó en el año 500 Antes de la Era Común (AEC), los Romanos comenzaron a fabricar las primeras velas sólidas sumergiendo una delgada sirga en Tallow.  El tallow es una grasa proveniente de res o de cordero, la que se solidifica a temperatura ambiente.  En el año 1802 de la Era Común (EC) apareció la primera luz eléctrica de Humphry Davy.  En 1807 de la Era Común (EC) Frederick Albert Windsor estrenó en Pall Mall, Londres la primera luz pública de gas.

En el año 1878 Tomás Edison estrenó la primera bombilla eléctrica práctica con la que en el año 1878 las calles de París se iluminaron con electricidad y ampolletas, para celebrar la apertura de la Exposición Universal de París.  Luego en 1902 Georges Claude inventó la primera lámpara de Neón.  En 1907, aparece el cristal de Carborundum el que con la aplicación de 10 voltios, emitía luz amarillenta (luz LED).  En 1962, cuando usted todavía estaba en la escuela; Nick Holonyak Junior desarrollo la luz visible del rayo Láser.

¡Y la carrera de la iluminación sigue!  Recientemente en 1972, M. George Crawford inventó la primera luz LED amarilla, y una luz LED roja mucho más brillante.  En 1976 el iluminado Thomas P. Pearshall desarrolló las luces LED de alta brillantez usando fibra óptica para telecomunicaciones.  Shuji Nakamura en 1979 confeccionó la primera luz LED azul.  Poco tiempo después de esto, en los 1990s Isamu Akasaki, Hiroshi Armano, y Shuji Nakamura inventaron los rayos de luz LED blanca muy brillante, las que usted usa en su automóvil para ver de noche.  Espero que esta pequeña reseña histórica lo haya iluminado un poco...

En más Detalle

Entonces desde el principio, la oscuridad seguía siendo un problema para el hombre (y la mujer aunque en ese tiempo no tenían derecho a voto) y a medida que pasaba el tiempo, la necesidad del humano con respecto a la oscuridad requería y demandaba mejor y más iluminación de la que una apacible fogata parpadeante podía proveer.  Esto gatilló el origen de la historia de la iluminación.

Nos vamos a saltar unos cuantos cientos de miles de años durante los cuales la iluminación era solo un aspecto funcional para el uso cotidiano.  Únicamente durante nuestra generación, se ha incorporado la iluminación decorativa.  Este radical cambio hizo posible una gran disponibilidad como fuente de luz pública, la que probó ser más efectiva, conveniente y segura que las velas, las lámparas de aceite, y la anacrónica luz de gas.

Si es cierto que le damos crédito a Thomas Edison por la invención de su bombilla o ampolleta en el año 1878, debemos tener en cuenta que la iluminación moderna emergió en forma masiva mucho más tarde en el año 1802 gracias a la lámpara de arco de carbón de Sir Humphry Davy, quien fué un químico e inventor proveniente del Condado de Cornwall, Inglaterra.

Cuando la electricidad se hizo más dúctil y moldeable y su uso más flexible y generalizado, se generaron grandes avances en la tecnología de iluminación, además de un incremento acelerado en el uso de esta tecnología.  El descubrimiento de la técnica LED inició su carrera en el año 1907 cuando Henry Joseph Round descubrió que si se aplicaba voltaje a cristales de Carborundum (también conocido como Silicon Carbide), éstos emitían una brillante luz biliosa, y este experimento le dió un veloz nacimiento a esta nueva tecnología LED, la que hoy podemos utilizar en muchos diferentes colores.

Un mundo sin la tecnología LED de hoy sería completamente irreconocible sin contar con ampolletas de bajo consumo, calculadoras, pantallas de computadora, los faros de automóviles, teléfonos, paneles de información, su reloj digital, las pantallas de TV y otros varios inventos, y por supuesto, las icónicas luces para adornar los arbolitos de Navidad entre muchas otras cosas.

Los dispositivos de estado sólido como los diodos LED están sujetos a un deterioro bastante limitado si se operan a bajas corrientes y bajas temperaturas.  La vida útil típica de un diodo es alrededor de 25,000 a 100,000 horas de iluminación.  La configuración de calor y de corriente para operar un LED puede extender o acortar significantemente la vida útil de un LED.

OLED

También tenemos el OLED (diodo orgánico emisor de luz).  Un diodo orgánico emisor de luz (OLED) es un diodo emisor de luz (LED) en que la capa emisora ​​de electroluminiscencia es una película que está hecha de un compuesto orgánico, la que genera luz en respuesta a una corriente eléctrica.  Este manto de capas orgánicas está situado entre dos electrodos; de los cuales al menos uno de éstos es transparente.  Los OLED se utilizan para crear pantallas digitales para televisión, monitores de computadora, sistemas portátiles como teléfonos móviles, consolas de juegos portátiles y PDAs o “tabletas”. 

¿Se acuerda usted de aquellos televisores de nuestra juventud que usaban tubos de rayos catódicos?  Aquellos más grandes eran demasiado pesados ​​para levantarlos, y había que reclutar una cuadrilla para moverlo de la sala de estar al dormitorio.  Los televisores en la década de 1940 eran peores.  Los tubos de rayos catódicos que tenían eran tan largos que tuvieron que instalarse verticalmente, entonces dirigían la hacia arriba, y para poder proyectarla hacia adelante en forma horizontal, tenían un pequeño espejo en la parte superior para reflejar las imágenes de lado.  ¿Qué cosas, no?

Las pantallas de estos televisores eran bastante más pequeñas, y para poder ver bien, había que tener una vista 20/20.  Hoy la mayoría de nosotros tiene computadores y televisores con pantallas LCD (Liquid-Crystal Display), las que son lo suficientemente delgadas como para montarlas en la pared, y para acarrear los computadores portátiles ya no necesitamos una grúa.  Lo mismo ocurre con los teléfonos celulares de hoy los que evolucionaron del tamaño ladrillo al tamaño billetera sin dinero.

La nueva generación de pantallas con tecnología OLED son súper livianos, delgados casi como papel y lo suficientemente flexibles como para imprimir estas pantallas en casi cualquier superficie, incluso en nuestro ropaje.  Y todas estas pantallas producen imágenes muchísimo más brillantes, coloridas y nítidas que las de sus gloriosos antepasados armados con tubos de rayos catódicos.

Ventajas y Desventajas

Los aparatos OLED son más aventajados que sus primos LCD en varios aspectos.  La ventaja más patente es que estas pantallas son bastante más delgadas comparadas con las pantallas estándar de LCD, las que son alrededor de 10 (o más) veces en grosor.  Las pantallas OLED -contrario a las LCD- son más livianas, flexibles, y brillantes; y al no necesitar luz de contra-fondo consumen solo una pequeña porción de energía de lo que las pantallas LCD consumen.  Este consumo mínimo de electricidad extiende la vida de las baterías en los aparatos portátiles.

Las pantallas OLED se refrescan o reaniman más rápido y responden al cambio simultáneo de imágenes hasta 200 veces más rápido que las pantallas LCD.  Esta diferencia de velocidad se puede experimentar viendo deportes transmitidos “en vivo”, o en juegos interactivos de consola o de computador.  Los colores de una pantalla OLED son realistas y poseen un ángulo de visión mucho más amplio.

Uno de los mayores problemas de las pantallas OLED es que tienen una vida útil más limitada comparada con su competidor LCD.  La degradación de las moléculas orgánicas de las primeras versiones de las pantallas OLED se debilitaban cerca de cuatro veces más rápido que las pantallas LCD o LED convencionales.  Las nuevas pantallas han mejorado mucho en este aspecto, haciendo las pantallas OLED más competitivas en el mercado.

Otra reacción desventajosa es que las moléculas orgánicas en las pantallas OLED son sensibles a la humedad y al agua, lo que es una amenaza para elementos portátiles como teléfonos celulares y “tabletas”.

Desarrollo comercial inicial

Los primeros LED comerciales se usaron comúnmente como reemplazos para lámparas incandescentes y de neón, y en pantallas de siete segmentos.  Esto se utilizó al principio en equipos costosos como aquellos de prueba de laboratorio y electrónicas, y luego en aparatos tales como calculadoras, televisores, radios, teléfonos, y en relojes.  Hasta el año 1968, los LED visibles e infrarrojos eran extremadamente costosos de producir por lo que les hacía ser demasiado caros en el mercado -alrededor de US $200 por unidad, lo que rendía su uso poco práctico.  La terrible, deshonesta y piacular* compañía Monsanto fué la primera organización en producir LED visibles en masa, utilizando Gallium Arsenide Phosphide (GaAsP) en 1968 para producir LED rojos adecuados para indicadores.

Hewlett-Packard (HP) estrenó sus  propios LED en 1968, inicialmente utilizando GaAsP suministrado por Monsanto.  Estos LED rojos eran lo suficientemente brillantes solo para usarlos como indicadores, ya que la salida de luz no era suficiente para iluminar un área.  Las lecturas en las calculadoras eran tan pequeñas que se tuvieron que construír lentes de plástico sobre cada dígito para hacerlos legibles.  Más tarde, otros colores se hicieron  ampliamente disponibles, y aparecieron en muchos otros aparatos y en variados equipos electrónicos.

En la década de 1970, la fabricación de dispositivos LED que obtuvieron más éxito comercial aparecieron con un costo de producción de menos de cinco centavos cada uno, los que fueron manufacturados por la compañía Fairchild Optoelectronics. Estos dispositivos emplean chips semiconductores compuestos fabricados con el proceso Planar inventado por el Dr. Jean Hoerni en la compañía Fairchild Semiconductor. 

El proceso Planar es un proceso de fabricación utilizado en la industria de semiconductores para construír componentes individuales para un transistor y a su vez, conectar esos transistores entre sí.  Es el proceso básico con el cual se construyen los modernos circuitos integrados.  El proceso fué desarrollado por Jean Hoerni, uno de los "Ocho Traidores", mientras trabajaba en Fairchild Semiconductor, con una primera patente emitida en 1959.

Los Ocho Traidores

Los llamados Ocho Traidores fué un grupo de ocho empleados que desertaron de Shockley Semiconductor Laboratory en 1957 para fundar Fairchild Semiconductor.  William Shockley había reclutado ya en 1956 a un grupo de jóvenes graduados con un Doctorado con el objetivo de desarrollar y producir nuevos dispositivos semiconductores.  Shockley recibió el Premio Nobel de Física y era un investigador y profesor con muchísima experiencia, pero su gerencia, administración y manejo del grupo era autoritaria y malquista*.

Esto se acentuó por el hecho de que el enfoque de investigación de Shockley no estaba dando los resultados esperados y la compañía estaba preocupada por los costos de investigación y desarrollo, los que no estaban dando frutos.  Después de que la petición de Shockley para ser reemplazado fué rechazada por la compañía, los ocho abandonaron la compañía para formar su propia empresa.

La combinación del proceso Planar utilizado para la fabricación de chips e innovadores métodos de envasado permitieron al equipo de Fairchild liderado por el pionero de la optoelectrónica Thomas Brandt, lograr las reducciones de costos necesarias.  Hoy en día, los productores de LED continúan utilizando estos métodos originarios.

Los primeros LED se empaquetaban en cajas metálicas similares a las de los transistores, con una ventana de vidrio o un lente para liberar la luz.  Los indicadores LED modernos están empacados en cajas de plástico moldeadas transparentes, de forma tubular o rectangular, y con frecuencia se tiñen para que coincidan con el color del dispositivo.  Los dispositivos infrarrojos se tiñen de color para bloquear la luz visible.  Se han adaptado paquetes más complejos para una disipación de calor eficiente en el LED de alta potencia.  

Hay mucho más que decir sobre este tema, pero ya me aburrí. 

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)
Ineluctable - Necesario
Malquista – no popular, impopular
Paragnosia – Malentendido, confusión  
Piacular - Expiatorio; atrozmente malo

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco

martes, 1 de noviembre de 2016

La Criptogénica Historia del Lápiz

¿Se ha preguntado usted alguna vez sobre los orígenes del humilde lápiz?  Sí, ese aparatito largo, delgado y vestido de amarillo que nos sirve (y que nos ha servido por centurias) para escribir, al que en Chile le llaman cariñosamente: “lápiz de mina”.

Antes de hacer su estreno de gala en sociedad el arquetípico lápiz como lo conocemos hoy, éste no existía; y su desarrollo se debió a un fortuito pero notable descubrimiento en el año 1564 de la Era Común.  Pero antes de entrar de lleno en materia, revisemos algunos utensilios de escritura que se usaron hasta la isopiptesis llegada de nuestro humilde y contemporáneo lápiz.

La palabra “lápiz” proviene de la palabra francesa antigua “pincel”.  Del lenguaje Latín del Periodo Post-Clásico, la palabra inglesa “pencil” (lápiz) se deriva de la palabra latina “Penicillus”, lo que significa "colita", y que se refería originalmente a pincel fino de un artista, los cuales estaban hechos de pelo de camello.  Esta palabra: “Penicillus” es también el origen para la palabra “penis” o “pene”.  A pesar de la gran similitud entre “pencil” y “pene”; este último se exclusivamente usa para “escribir” en otra dimensión.

Incluso antes del descubrimiento y el uso de pigmentos (1), el ser humano usaba diferentes instrumentos y métodos para “escribir”.  Coloco la palabra “escribir” entre comillas porque la “escritura” (2) se inventó alrededor de unos 6.000 años atrás durante el comienzo de la Edad del Bronce, pero antes, el erecto habitante de este revuelto planeta se expresaba comunicativa, articulada y artísticamente usando una serie de materiales arcaicos para hacer sus marcas y manifestaciones en cavernas, piedras, árboles y otras variadas y disimilares superficies.  

Ellos utilizaban trozos de carbón encontrados al azar, remanentes de la invención del fuego de la Edad de Piedra, plantas y otros instrumentales y herramientas disponibles en el área en que nuestros peludos y fornidos antepasados sobrevivían.  En caso de que se esté preguntando, la tiza blanca recién se comenzó a utilizar en el siglo XIX en los salones de clases europeos.

(1) Un pigmento es un material que cambia el color de la luz reflejada como resultado de la absorción selectiva de longitud de onda.  Este proceso físico es diferente de la fluorescencia, fosforescencia, y otras formas de luminiscencia, en el que un material emite luz.

(2) Se estima que la escritura fué inventada a finales del IV milenio antes de la Era Común en Mesopotamia, y las marcas que se usaban en ese entonces se denominan escritura cuneiforme.   La invención de la escritura puso la distinción entre la historia y la prehistoria. 

Los Primeros Instrumentos de Escritura

Los incipientes instrumentos y utensilios de escritura específicamente manufacturados para esta civilizada función eran “autónomos”, es decir, tenían una funcionalidad inherente a su vida útil, la que era la longitud de su existencia física.  Entonces, estos instrumentos de uso manual no se consumían, y desafortunadamente también se usaban para otras funciones menos dignas e innobles que el documentar. 

Los había para el uso con y sin pigmento.  En el caso de los instrumentos sin el uso de pigmentos, y quizá los ejemplos más antiguos conocidos de “escritura” que poseemos, fueron creados mediante la hendedura de una superficie plana usando una herramienta rígida.  Para esto no era necesario utilizar un pigmento ya que las marcas de escritura se “tallaban” o “esculpían” sobre una apropiada superficie de uso.

Los chinos tallaban huesos y conchas de tortugas para escribir en su Jiaguwen, los que eran huesos marcados para usar en la adivinación por allá en el segundo milenio antes de la Era Común.  En Sumeria, Babilonia, e incluso en la Grecia Micénica, se produjo escritura cuneiforme pulsando con fuerza física un instrumento triangular sobre tablillas de arcilla blanda, creando así las marcas características de la escritura cuneiforme.  Más tarde, los astutos romanos avanzaron la tecnología, y comenzaron a utilizar manecillas de plomo sobre tablillas aperadas con una blanda superficie hecha de cera de abejas, las cuales podían ser reutilizadas.  Éstos fueron los precursores de la “tableta” (digo yo). 

A su vez, los más modernos instrumentos de escritura que usaban pigmentos también fueron desarrollados por los artificiosos romanos, y éstos también fueron los impulsores de nuestro lápiz moderno.  Estos lápices Romanos fueron el inicial "lápiz de mina" ya que llevaba un cilindro de plomo envuelto en madera el que utilizaban para escribir sobre madera, piel de animales, o sobre papiro entre otras apropiadas superficies.  Los romanos solían llamar “mina” al plomo.

Un Hecho Circumbirúndico

En el año de 1564 y por accidente, los lugareños en Cumbria, Inglaterra, descubrieron un enorme depósito de grafito el que fué descubierto en un lugar montañoso muy alto llamado Seathwaite Fell.  Los lugareños –que eran pastores de Ovis Orientalis Aries (ovejas), encontraron que este material era muy útil para marcar sus mamíferos cuadrúpedos ungulados domésticos.  El 25 de Marzo de ese mismo año ocurrió la Batalla de Angol en la Araucanía chilena, donde el Conquistador Castellano Lorenzo Bernal del Mercado derrotó y mató al Toqui Mapuche Illangulién.

Este recién descubierto depósito de grafito se encontraba en un estado bastante puro, y en bloques que se podían seccionar sin dificultad en pequeñas barritas.  Hasta la fecha, este depósito de grafito sigue siendo el más grande encontrado en esta forma sólida.  Usando este nuevo compuesto, se descubrieron muchas aplicaciones para éste, como por ejemplo para hacer moldes para metales fundidos.  De esta forma el grafito, de la noche a la mañana, pasó a ser de un elemento sin valor, a adquirir un valor enorme.  Más tarde, se encontraron otros depósitos de grafito en diferentes lugares del mundo, pero no poseían la misma pureza y calidad que el grafito de Seathwaite Fell, entonces estos otros grafitos debían de ser pulverizados para eliminar sus impurezas.

Basados en el descubrimiento del grafito, desde el año 1860 los ingleses ostentaron la producción exclusiva de lápices cuadrados de barras de grafito, esto; hasta que se encontró un método de reconstituír el grafito en polvo.   En 1860, paralelamente la “Pony Express” comenzó a correr sus diligencias entre Saint Joseph, Missouri, y la ciudad de Sacramento, en California.  La primera diligencia partió de St. Joseph el 3 de Abril de 1860, y arribó a Sacramento el 13 de Abril de 1860; y en Noviembre 6 de ese mismo año, Abraham Lincoln fué elegido el decimosexto Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.  Este año de 1860 fué muy movido. 

El Lápiz de Conté

En un esfuerzo por crear una herramienta más útil y manejable para hacer marcas y para escribir, el primer ensayo que se hizo para fabricar minas hechas de grafito pulverizado y compactado, se realizó en la alemana ciudad de Núremberg en el temprano año de 1662; para lo cual se utilizó una mezcolanza de grafito, azufre, antimonio y arcilla para mantener la coherencia de este aserrín de grafito.  Ese mismo nefasto año se extinguió el Raphus Cucullatus, conocido por la humanidad como el pájaro Dodo; quien era el hermano del Pezophaps Solitaria, otro pájaro extinto que no volaba.  ¿Qué cosas, no?

Para conseguir que el grafito fuese un poco más sencillo y práctico de usar, usuarios como topógrafos y artistas envolvían o forraban delgadas varillas de grafito con cáñamo o con piel de Ovis Aries.  En el año 1565 mientras que los portugueses estaban ocupados fundando la ciudad de Río de Janeiro en Brasil, el botánico y zoólogo suizo Konrad von Gessner reveló un dibujo de una delgada varita de grafito confinada dentro de un tubo hecho de madera.  Ésta fué la primera representación moderna oficial de un lápiz de madera.  

En el sacudido año de 1794 durante la guerra de la Francia revolucionaria con Gran Bretaña, Francia se encontró completamente carente de la superior calidad del grafito Inglés, por lo que entonces el ministro de Guerra francés Jean Baptiste Noël Bouchotte, le encargó al talentoso pintor e inventor francés tuerto, Nicolas-Jacques Conté, que encontrase una solución urgente y viable para esta carencia de lápices.   El ingenioso Conté entonces molió grafito impuro y de mala calidad y lo mezcló con arcilla húmeda, luego a esta masa amorfa le dió un formato de barras, y luego las metió al horno para cocinarlas.  El resultado final de este mejunje asado fué un lápiz de mina bastante aceptable.  

El Lápiz de Thoreau

La gran innovación de Conté llevó a décadas de experimentación.  Los alemanes decidieron meterse en la carrera del nuevo invento, y comenzaron a experimentar con una infinidad de proporciones entre arcilla y grafito para hacer lápices blandos y duros, y que hiciesen marcas más oscuras, o más claras.  Esta carrera de experimentos no se limitó solo a Europa.   En 1821, en los Estados Unidos de Norteamérica, míster Charles Dunbar descubrió por casualidad un depósito de grafito de buena calidad en Bristol, New Hampshire; y decidió también meterse en la carrera de los lápices con su cuñado John Thoreau.

Esta carrera de lápices era auspiciosa y lucrativa.  En 1820, la primera factoría que produjo lápices en masa fué una establecida por un gil llamado William Munroe, en Concorde, New Hampshire; y a pesar de que sus lápices eran de bastante mediocre calidad, éste se hizo millonario vendiéndolos.  

John Thoreau era un habilidoso hombre de negocios quien después de graduarse de la Universidad, estaba desempleado.  Entonces sin tener otra cosa que hacer, comenzó a ayudar con el nuevo y bisoño negocio de la familia.  Thoreau desarrolló nuevas técnicas en el refinado del grafito, las que hicieron los lápices “Thoreau” menos frágiles y menos grasientos, y en ese entonces éstos se convirtieron en los mejores lápices que América tenía para ofrecer.  Obviamente el negocio adoptó el apellido de la familia (Thoreau) para darle un nombre y una marca a estos afamados lápices.  La empresa de los Thoreau fué capaz de ofrecer una variedad de lápices a los que numeraron desde el Nº 1 (el más blando) hasta el Nº 4 (el más duro).  Este sistema de numeración para los lápices se continúa usando hasta el día de hoy.

El gusto y la preferencia por un lápiz específico se acomodó por sí solo: Los lápices Nº 1 eran muy suaves y blandos, y manchan con facilidad; el Nº 3 era muy duro y por lo tanto, se quebraba fácilmente; el N° 4 era sumamente duro y no era apto para escribir sobre superficies blandas como el papel; pero el lápiz de mina Nº 2 resultó ser el lápiz correcto y apropiado para escribir sobre cualquier superficie, y se convirtió en el lápiz de preferencia para la mayoría de la gente, y como muchos de ustedes ya lo saben, es perfecto para rellenar las burbujas de las tarjetas de la Polla-Gol.

Nota del Autor:
La ligera película dejada por el grafito en el papel es increíblemente delgada.  Esta capa de grafito es mil veces más delgada que un cabello humano.  De acuerdo con el matemático inglés John Barrow, un solo lápiz de mina Nº 2 podría trazar una línea de más de 1.126 kilómetros de longitud hasta llegar a la goma.  ¿Qué cosas, no?

El Color Amarillo

Originalmente, los lápices se pintaban para disfrazar la pobre calidad de la madera en que estaban contenidos, pero los lápices más finos y elegantes forrados con madera de buena calidad estaban terminados sin barniz o pintura.  En la Exposición Universal de 1889 en París, Francia, la que conmemoraba el Centenario de la Revolución Francesa y la toma de La Bastilla; una compañía Austro-Húngara fabricante de lápices reveló un suntuoso lápiz de lujo.  

Este boato nuevo lápiz estaba hecho con los mejores materiales existentes, y fué llamado “Koh-I-Noor” que en el lenguaje Persa significa “Montaña de Luz”, en honor al diamante más grande conocido hasta ese momento.  Este magnífico y hermoso diamante terminó adornando la corona británica.   Se piensa que éste, el más fino de los lápices del planeta fué pintado de color amarillo en honor a la bandera del imperio.  El color se suponía que fuese  dorado, pero el color más cercano al dorado disponible en ese entonces era el amarillo no patito feo.

Esta osada estrategia de marketing trabajó muy bien en un principio, y el color amarillo se comenzó a asociar con “calidad”.  Pero al poco tiempo después y debido a su gran éxito, un enjambre de imitadores comenzó a pintar sus lápices de color amarillo, entonces la “calidad” se hizo invisible quedando disfrazada de amarillo.  ¿Qué cosas, no?

Y Hablando de Coronas...

Durante el primer uso de los lápices de grafito, la gente utilizaba grumos de miga de pan para borrar errores porque la miga era fácil de obtener y de usar; pero este artefacto no era perfecto.  En el año 1770, el ex-teólogo, filósofo natural, químico, educador y teórico político liberal Joseph Priestley notó que el uso de una extraña materia que era recolectada de algunos árboles en Sudamérica, resultó ser especialmente apta para eliminar las marcas del lápiz de grafito.  

Entre otras cosas, Priestley también descubrió el Oxígeno al que llamó "aire defologisticado".  Con este nuevo “gas” descubierto, Priestley después inventó el agua con gas.  Obviamente Priestley no era productivo ni adecuado antes de renunciar al clérigo, pero cuando abrió los ojos y lo hizo; se convirtió en un magnífico y fructífero ciudadano el que ahora se daba cuenta de la realidad.

Como la Corona Británica era muy famosa en todo el mundo, los fabricantes de lápices decidieron “coronar” a sus productos con una práctica corona, pero sin insultar a la Corona Real.  Para esto, usaron el “caucho” de Priestley, y desde entonces, la forma física final del lápiz tomó su forma concluyente y definitiva.    

Los Lápices Modernos

Ningún lápiz moderno contiene una “mina” de plomo como los antiguos romanos solían llamarle; y lo que contienen hoy es una calculada mezcla de polvos de grafito y arcilla finamente molidos.  Antes de mezclar estos dos elementos, ellos se purifican por separado para extraerles cualquier materia ajena a estos materiales, y la mezcla se seca en moldes de forma que crean grandes bloques cuadrados.

Los Lápices de Colores

La historia del lápiz de cera de color no está clara y se pierde entre cuentos y suposiciones, pero el uso de los elementos básicos con que estos lápices eran hechos, está bien documentada y se remonta a la Época de Oro de la Grecia Antigua, historia que más tarde fué propiamente documentada por el escritor, científico, naturalista y militar latino romano Gaius Plinius Secundus, conocido como Plinio el Viejo, amigo personal del Emperador Vespasiano. 

Los materiales a base de cera han sido los preferidos por los artistas durante siglos debido a su resistencia al deterioro, a la intensidad y el brillo de sus colores,  y sus cualidades únicas de manipulación.  A pesar de que los lápices de colores se habían estado utilizado para otras funciones por décadas, no fué hasta principios del siglo XX en que se produjo lápices de cera de colores con una calidad artista aceptable.  

Los primeros fabricantes que iniciaron la producción masiva de lápices de colores de cera de buena calidad, incluyen a la fabrica Faber-Castell en 1908, y después a Caran d'Ache en 1924.  Más tarde, la fabrica Berol Prismacolor se metió en el baile en el año 1938, el mismo año en que Adolfo Hitler abolió el Ministerio de Guerra y creó el Oberkommando der Wehrmacht (Alto Mando de las Fuerzas Armadas.) para reemplazarlo. 

El lápiz de color, lápiz-crayón, o lápiz-pastel como se le conoció al principio, a diferencia de los lápices de grafito y carbón, los lápices-pastel de colores tienen un núcleo en base a cera o aceite, y contienen proporciones variables de pigmentos, aditivos y agentes aglutinantes.  Este lápiz de color -o policromo- es una mezcla de varios elementos minerales como grafito, cera y arcilla, procesados e integrados para hacer la “mina”, la que es una médula de cera con pigmentos y otros aditivos.  Múltiples colores se mezclan para obtener una gran variedad de lápices de diversos colores.

La Parábola del Lápiz

Érase una vez un fabricante de lápices.  Me gusta siempre comenzar mis historias con esta frase porque es la que siempre oía cuando alguien me leía un libro de cuentos, y todos estos cuentos; aún viven almacenados e inquietos en los numerosos pliegues de mi vasta y activa memoria.

Este meditabundo y considerado fabricante de lápices, cada vez que terminaba de construír cuidadosamente uno de ellos, lo hacía a un lado para darle consejos antes de ponerlo en su caja.

-  “Hay 5 cosas que necesitas y debes de saber antes de que yo te envíe al mundo.  Recuerda estas cosas siempre y nunca te olvides de ellas.  Si haces esto, te convertirás en el mejor lápiz que un fabricante pueda soñar" - le dijo concienzudamente al lápiz.

- "La primera es: Tú serás capaz de hacer muchísimas y muy diferentes cosas, pero esto ocurrirá solo siempre y cuando estés en la mano de alguien".

- "La segunda es: Tú experimentarás de vez en cuando un doloroso y agudo proceso de perfeccionamiento, pero lo necesitas para ser un mejor lápiz".

- "La tercera es: Debes de ser capaz de corregir rápidamente y sin constricciones cualquier, y todos los errores que cometas".

- "La cuarta es: No te olvides jamás de los jamases de que la parte más valiosa e importante que posees, es lo que llevas dentro".

- "Y la quinta es: En todas y cualquier de las innumerables superficies en que seas utilizado, debes dejar tu marca, una buena marca, y sin importar las condiciones de las superficies en que escribes; debes de continuar escribiendo".

El lápiz entendió claramente el intrínseco valor de los lúcidos consejos de su bienhechor, y se comprometió a recordar y a practicarlos todos ellos, entonces cuando su hechor lo depositó cuidadosamente dentro de su caja, el lápiz llevaba firmemente arraigados estos propósitos en su corazón.  Fin.

Reflexión

Esta corta y sencilla parábola del lápiz, lleva contenida importantes y sólidas enseñanzas las que he tratado de practicar durante mi exacerbada vida.  

Ahora, si usted pretende momentáneamente que está tomando el lugar del lápiz, evoque, retenga y practique sin titubear estas magníficas enseñanzas, y si lo hace; lo más probable es que se convierta en la mejor persona que usted pueda ser.  Haciendo un paralelo con estos principios para el lápiz, ellos lucen como algo así para nosotros:

Primero: Usted será capaz de hacer muchísimas y muy variadas cosas, pero sólo si usted se permite a sí mismo la libertad y el compromiso de hacerlo; y permitirle a otras personas que tengan acceso a todas las virtudes que usted posee.

Segundo: Usted experimentará un proceso de mejoramiento de vez en cuando, y éste puede llegar a ser bastante duro y doloroso.  Esto ocurre cuando nos enfrentamos con los –a veces- numerosos y complicados problemas y desafíos que se nos presentan en la vida; pero esta adversidad la necesitamos para poder convertirnos en individuos más fuertes y resistentes.

Tercero: Usted debe de ejercer su mejor y más sincero esfuerzo para ser capaz de corregir cualquier error que cometa sin sentirse derrotado o minimizado.  El reconocer errores nos hace más nobles y más fuertes, y lo más importante; nos hace ser sinceros con nosotros mismos.

Cuarto: La parte más importante y más valiosa que siempre poseeremos es la riqueza humana que llevamos dentro.  Éste es un obsequio que le pertenece a usted, y es el material de lo que usted está hecho en su interior.  Nadie le puede quitar esto.

Y quinto: En todas las superficies o condiciones en las que deba caminar o desenvolverse durante su valiosa existencia, siempre deje una buena y saludable marca.  Sin importar cuál sea la situación o lo difícil que ésta sea, siempre debe continuar incansablemente haciendo sus deberes, y manteniendo siempre alta su responsabilidad.

Le traje a colación esta humilde parábola sobre el lápiz para recordarle de que usted es una persona especial y muy valiosa para mí, y para nosotros todos; y para que nunca permita que le desaniman o que usted llegue a pensar de que su vida es insignificante, o que usted no es capaz de realizar un cambio; porque aunque usted no lo piense o no lo crea; le necesitamos mucho.

Esto me trae a la memoria un axioma que siempre se balancea en las inquietas e impacientes olas de mi filosofía de vida: ¿Actuamos basados en el Valor de la Verdad, o lo hacemos fundados en la Verdad del valor?  Dígame usted...

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias.  



El Loco

domingo, 3 de octubre de 2010

Semblanza

Estas son algunas de las entrecortadas memorias que asaltaban mi introversión durante las desasosegadas e impacientes vísperas de mi apremiante e inminente evacuación de las Calderas de Pedro Botero.

Hace mucho tiempo ya que dejé atrás, pero no olvidadas, aquellas injustas y arbitrarias tierras que me vieron crecer, y que vieron mi escuálida alma morir de a poco y lentamente mientras luchaba incesante, pero estérilmente por mi libertad. Luchaba por mi libertad intelectual, por mi libertad moral, y por mi libertad de pensamiento y expresión, los cuales tal como mi vapuleado espíritu; se desangraban a manos de la aridez social de aquellos entonces, en donde no había ni esperanza, ni se veía ninguna luz desde el oscuro fondo de la displicente caverna en donde vivíamos hacinados emocionalmente.

Yo quería salvar a cualquier costo mis bestiales y primitivos sueños de la momificación espiritual e intelectual que se enseñoreaba virulenta alrededor de nuestras vidas desorientadas en esa tierra de negación. Y por sobre todo, porque sabía que mi patria estaba dondequiera que morara la Libertad. Siempre creí que había nacido en el lugar erróneo y estaba convencido de que estaba morando en un tiempo extraviado, así que era menester de que encontrara un lugar apropiado para poder sincronizar mis efímeras y libres ideas, y el desacertado forcejeo existencial de mi alma durante aquellos infelices y desdichados tiempos.

Aquellos eran días aciagos y llenos de desaliento en la tierra de la cruda incertidumbre. Quizá aquestos días estaban acentuados por mi lógica inmadurez y mi falta de experiencia en las cosas de la vida; o quizá esos infaustos días eran protervos debidos al desequilibrio de la caterva inconsciente que vivía en esos autocráticos feudos intelectuales y políticos que consumían a nuestra desvalida sociedad. En aquellos negros y nefastos días aprendí dolorosamente cuándo hay que interrumpir la discusión antes de que se transforme en falsedad, y dónde debemos iniciar la encarnizada oposición y la inflexible resistencia para salvaguardar la libertad; y todo esto, en medio de la horda de bueyes hipnotizados con mentalidad de inconsciente manada que corría ciegamente hacia ninguna parte.

Pero, ¿qué sabe un pendejo imberbe de unos 15 años (más o menos) acerca de Libertad? ¿Dónde anduvo deambulando este aprendiz de Hombre que se le enredó en la sensatez este sedicioso concepto? ¿Cómo se invistió de emancipación este proyecto de Ciudadano en frente de todo el mundo, y nadie lo notó? ¿Dónde aprendió a masticar pensamientos este triste bosquejo de Adulto? No lo sabemos, pero sospechamos que el virus de la manumisión lo infectó en algún lugar entre la tiranía y la injusticia, o quizá fué entre el despotismo y los sucios y babosos tentáculos del establecimiento político gubernamental... No lo sabemos... Lo único que puedo asegurar es que ¡si la Libertad tuviese culo, ya se lo abría agarrado!

Quizá los negreros de cerebros que perseguían a la juventud en aquellos días impávidos de equidad fueron quienes despertaron esos irascibles sueños con avidez de libertad, paridos dolorosamente desde ácido y maloliente vientre de la injusticia, o quizá simplemente fué el extranjero y corrosivo hecho de que una nueva raza estaba germinando en medio de este circo hecho de testículos mentales y rancios escrotos emocionales... No lo sabemos... Nunca lo sabremos...

En aquel entonces en esa tierra bruna rodeada de los colosales edificios del desafuero, el frágil kiosco de La Libertad no existía, era etéreo e imperceptible como el amor. Había almacenes abarrotados de caciquismo moderno y grandes tiendas atiborrados de cinismo y mordacidad. Los supermercados preñados de gusanos políticos infestaban esta macilenta ciudad de cloacas, y el putrefacto aire colmado de vapores bastardos de curas y abogados hacían que el aire da la ciudad fuera denso e irrespirable. Hacia el Centro, siempre se veía el humo de las incansables chimeneas de los crematorios que escaldaban incesantemente los afanes de independencia moral de la raza humana. Y no había ningún boliche o kiosco por ningún lado en donde comprar un humilde trocito, o un frugal mendrugo de libertad.

Eran aquellos tristes y nubosos días en que la muerte caminaba a pasos flacos y largos, en que las esperanzas se esfumaban más vertiginosamente que el vapor de nuestros alientos en aquellas erosionadas praderas de la vida en que no crecía ni la esperanza; en donde la juventud ya era vieja y estaba ya tan cansada de vivir sueños ajenos.

Aunque no todos los paisanos de mi generación estaban atrapados en estos lapsos sociales esquizofrénicos, la mayoría de mis congéneres estábamos siendo sepultados vivos en la inmunda bazofia de la sociedad, de la cual sabíamos que el aceptar una injusticia significaba abrir el camino a todas las que seguirían, y estábamos hartos de peregrinar por las negras sendas de iniquidad y esclavitud, así que decidimos atravesar desiertos intransitables e infecundos en pos de aquellos escurridizos pastos verdes, armados con nuestras juventudes, con nuestros indomables espíritus, y con nuestras indeliberadas ideas hambrientas y escuálidos sueños.

Como muchos otros, en cuanto comprendí que obedecer o aceptar leyes injustas y aquellos decálogos falsos y despóticos era contrario a mi dignidad de hombre libre, ninguna tiranía podría dominarme ni contenerme nunca jamás. Y así, me fuí en pos de mi futuro montado en el lomo de mis más salvajes e indomeñables sueños cargados de fantasías reales. Me fuí un poco triste tal vez, pero me fuí decididamente y sin mirar atrás. A pesar de mi verde edad, yo sabía que el precio de la libertad me costaría mucho más, y que su importe sería mucho más alto y costoso que soportar el peso de la tiranía. Pero yo tenía a mis sueños de mi lado, y además estaba irremediablemente condenado a ser libre porque la libertad es genética y espiritualmente heredada. El desenfrenado caos de aquellos días se me identificó claramente como el más evidente síntoma de libertad.

En aquellos perpetuos momentos que arriaban furiosamente las amargas vísperas de mi éxodo, cuando urgentes pensamientos y ansiosas pasiones inundaban mi ser hecho de astrales deseos y de renovados sueños, mientras deambulaba impotente por mi fantasmagórica ciudad en busca de una luz que no existía, yo pensaba así:

"Hoy hace frío en la ciudad. Tal vez hace más frío que ayer. Las calles acordonadas de casas parecen más húmedas, las nubes blancas de respiración son más nítidas que de costumbre y las caras con ojos llorosos de las gentes van precedidas de narices más rojas aún.

Los apesadumbrados baches en el gastado pavimento de las calles están llorosos y no sonríen, y un cansado barro delinea cuidadosamente sus quebrados y ariscos contornos. Los pájaros decidieron no salir hoy a cantar, solo podía escuchar los sordos ladridos de un perro ronco que aullaba detrás de alguna casa perdida en alguna de las frías calles adyacentes.

El cielo está oscuro. Parece que lloverá. Los automóviles corren soñolientos con empañados vidrios y acurrucados pasajeros. Los árboles están silentes y glaciares, como ignorando al día que hoy será sádico y torturará a las terrenas criaturas con gélidos soplos de cortante aliento empapado de cordilleranos ventisqueros. Los individuos corren ciega y atropelladamente a sus oficinas, en cautivas hordas, presas del pánico laboral.

Todo esto acaece vertiginosamente a mi alrededor, pero yo me paro porfiado y desafiante en medio de la bulliciosa y transitada calle porque yo sé darme mi lugar. Pues para algo tengo 16 años… o un poco menos. No soy altanero, pero soy orgulloso. Miro mis manos… están claras y vacías… El frío viento repentinamente arrancó una ardiente lágrima de mi ojo izquierdo porque a mi ojo derecho ya no le quedan lágrimas para derramar. La vida ya las había bebido todas.

Veo unos niños arrastrados por una madre que les lleva atrasados al colegio. Veo un anciano que en un paradero de bus se limpia las arrugadas narices como si su vida dependiese de ello. Veo un semáforo que se entretiene parpadeando entre rojo y verde y con un sutil pestañeo de amarillo. Te distingo claramente entre el ruido… te oigo manifiestamente en lontananza... pero no puedo verte…

Camino ágilmente entre metálicos edificios infestados de balcones que les tienden sus escarchados brazos a palomas que nunca llegan. Las pintadas rejas que rodean las casas del vecindario se lamen el rocío que el sereno les depositó cuidadosamente durante la noche anterior. Llego al parque y las marchitas flores no se molestan en saludarme. No se interesan en salir de su pálido letargo para descubrir un gris día, peor que el de ayer. Las sombrías bancas del parque están húmedas e impasibles. Imposible sentarse en ellas sin sentir una dentellada de agua y hielo en las tibias nalgas que se aprietan desesperadamente al cuerpo para escamotearle un poco de calor a la espalda.

Veo al glauco Carabinero que se pasea enérgica y nerviosamente de un lado a otro entre dos rigurosos árboles, frotándose las manos y mirando hacia una ventana perdida en medio de un largo edificio flaco como la economía, y sucio como la política, y por la cual se asomará esa mucama que luego bajará presurosa, o a comprar la leche, o a comprar el pan. Es lo mismo. Es sólo un pretexto para verse y capturar mutuamente esa indulgente sonrisa que será su cómplice por el resto de ese día. El sucio y maloliente camión de la basura pasa escupiendo fétidos gases de petróleo sin quemar, y repicando sin cesar su histérica y aguda campanilla hiriendo profundamente mis tímpanos como aquella cruel frase de despedida que tú me diste…

Mis pulmones se estremecen y tiritan incongruentes al recibir el aire frío que irrita mi pobre piel. Veo al destartalado “canilla” que pregona sus periódicos casi sin aliento y con bocaronadas de triste vapor con olor a pobreza. La parroquia toca el llamado a la matutina misa, y las viejas con moños beatos entran al templo a pasitos cortos e indecisos arrastrando sus arrugas, como erales al matadero, como los condenados en el corredor de la muerte. Veo al mendaz cura que busca afanosamente un canasto más grande que el de ayer para recaudar el inmerecido diezmo de sus víctimas, mientras se deleita al ver el desfile de mentecatos entrando al templo de las apariencias. Veo un joven bien peinado que corteja a una sonriente muchacha en la puerta de la panadería de don Pablo…

Mis pies y mis manos están helados… mi alma también. Veo gente que corre escondida entre paquetes de regalos y bolsas delatoras llenas de compras, seguidas por unos ojos colmados de complicidad y sonrisas de satisfacción. Tal vez la Noche Buena sea más cálida que el despiadado día que la precede. En medio del parque, hay una empecinada estatua de bronce olvidada por todos, la cabeza pintada blanca de palomas anémicas y gorriones insolentes. Su pedestal, otrora adornado de jacintos nuevos, de alegres lirios y perennes alelíes, ahora con restos de orina de borrachos y de perros vagabundos.

Veo el cerro allá lejos, oculto en cunclillas detrás la espumosa bruma. Sé que en algún lugar por ahí estás tú. Puedo sentirte... Me duelen los pies, y el corazón también. Hemos caminado mucho y no hemos encontrado nada. Mi alma no habla… ha estado desmenuzada por mucho tiempo ya… Sé que estos son mis postreros momentos en esta ciudad de muertas magnolias y de desinfladas quimeras. Tal vez en otro tiempo mis ojos vean lo mismo, pero con otro cristal.

Regresaré a casa con paso cansino y mirando al cielo mientras arrastro mis pies por las calles atiborradas de difuntas y silentes utopías. Llegaré a casa y me dormiré profundamente sobre mi abultado jergón de sueños, y soñaré otra vez contigo un dulce sueño. Ojalá ese sueño trepane mi piel y me grabe en los tejidos con los pasos de las alondras de oro esos lagos profundos de tu infinita y dulce mirada. Esa mirada que enajenó mi aliento y mi sentir el primer día en que te ví.

Mañana será otro día y quizá entonces pueda ver más claramente a través del los empañados cristales de mi trizada alma. Las doce han dado, y sereno..."

Desde entonces y desde que llegué aquí a esta tierra forastera, he sido capaz de ponerle a mi trizada alma de antaño algunos parches emocionales, algunas cataplasmas morales, y algunos emplastos de amor y paciencia, y le he hecho algunos remiendos variados por aquí y por allá, composturas que la han mantenido en una pieza, y que le han permitido vivir el sueño que salí a buscar temerariamente en un instante de fulminante decisión hace algunos siglos atrás.

Desde entonces he vivido más de mil años y he vivido mi vida más de mil veces. La escurridiza libertad que buscaba a oscuras y a tropezones en mis años mozos, y que encontré de sopetón al hacer un viraje inesperado en una de las muchas ciegas esquinas del destino, fué mucho más de lo que creía que era y mucho más de lo que esperaba encontrar.

Desde entonces, he aprendido a ver la belleza en lo grotesco, la alegría en lo triste, la risa en el llanto, el triunfo en la derrota, la paz en el desasosiego, el amor en el odio; y lo más importante es que he aprendido a distinguirme a mí mismo entre la turba amorfa y el enjambre multitudinario, y ahora puedo levantar mi cabeza por sobre la marea de mediocridad y mezquindad, mientras que el mundo se revuelve en un torbellino de afanados y precipitados giros que rotan maquinalmente cada vez más rápido.

Desde entonces todo esto acaece vertiginosamente a mi alrededor, pero yo me paro porfiado y desafiante en medio de la bulliciosa vida porque yo sé darme mi lugar. Pues para algo tengo ahora más de 16 años… más de 16 ahora... No soy altanero, pero sigo siendo orgulloso. Miro mis manos… siguen estando claras, pero no vacías… El frío viento ahora puede arrancarme ardientes lágrimas en tropel de ambos ojos y dárselas a la sedienta vida que nunca apagará su sed, pero que ahora no podrá bebérmelas todas.

Sueña, porque tus sueños te darán la libertad, y porque las cadenas solo pueden atarte las manos, son tus sueños los que te liberarán. Sueña hermano, porque la libertad como principio no tiene valor alguno, el verdadero valor de la libertad está en la búsqueda de ella y en los logros que ésta te trae.

Sueña hermano porque el amor más grande de tu vida lo forjarás en los colores de la bandera de la libertad. Sueña hermano porque la única forma de sustentar tus sueños y sostener tu libertad, es el estar siempre dispuesto a morir por ellos; y nunca jamás olvides que la libertad solo existe en la tierra de los sueños.

Ven, te invito a soñar la libertad.

El Loco