martes, 1 de julio de 2014

La Semántica y la Orgánica

Esta es una secuela de La Semántica y el Ornitorrinco.

Desde el anterior artículo en el que ligera y festivamente discutimos sobre los temas de "La Semántica y el Ornitorrinco", se desprende esta segunda parte de la distraída discusión sobre el mismo tema, pero llevada a un nivel más contemporáneo con respecto al uso y abuso de expresiones marrulleras y artificiosas usadas intencionalmente para la fácil y redituable explotación de las abismantes y abundantes oquedades de la ignorancia humana.  Éstas, aunque sutiles maniobras de hipnotismo consumista, son sátrapas y bribonas, pero conllevan una suculenta ganancia monetaria que engorda los amplios y hambrientos bolsillos de los más astutos y ladinos -a costillas por supuesto- de los que nadan en el inmenso océano sin horizontes de la universal ignorancia social imbuída.  Este tipo de Semántica se puede clasificar como Semántica Ideastésica, o Ideastesia a secas.

El concepto de Ideastesia se define como un fenómeno en el que las activaciones de los conceptos o " inductores" evocan experiencias de percepción, o "concurrentes".   Éste es el origen del adagio: "percepción es realidad".  El nombre viene de la palabra Griega "idea" y de aisthesis, que significa "los conceptos de percepción" o "ideas de percepción".  La razón a la que obedece la noción de ideastesia es la evidencia empírica que indica que su término relacionado (sinestesia, o la unión de los sentidos) sugiere una explicación incorrecta al  conjunto de fenómenos que están tradicionalmente cubiertas bajo este titular (sinestesia).

Sinestesia, de donde "Syn" + "aesthesis" denota "co-percepción", conlleva y denota la ceñida asociación de dos elementos sensoriales de poca conexión en el nivel cognitivo.  Sin embargo, la mayoría de los fenómenos que inadvertidamente se han relacionado con la sinestesia son inducidos por las representaciones semánticas (sentido o significado) del estímulo, y no por sus propiedades sensoriales como lo implica el término "sinestesia".  Aunque se le represente con letras Glagolíticas.  

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre Ideastesia y Sinestesia?  Es tan simple como la fusión de un cuantificador sub-atómico gravitacional con partículas hidrocoloidales suspendidas en solvente universal, en un proceso de etiquetado activo nano-molecular durante un  lapso de tráfico reológico multifario en el desarrollo del Averter® y su proceso de Identificación Dinámica.

En otras palabras más asequibles, la sinestesia es un fenómeno bastante raro en el que las experiencias sensoriales reales de una persona evocan experiencias sensoriales irreales; las que no son causadas directamente por los acontecimientos físicos externos, sino que por sus capacidades sensoriales físicas.  Por ejemplo, cuando una persona  sinestésica oye un nombre puede experimentar cierto sabor único asociado con este nombre en particular.  Como cánon regular para una persona sinestésica, cada vez que ésta oye el nombre "Juana", ésta palabra siempre le producirá un sabor a chocolate, o a marisco -según el nivel Sinestésico del individuo.  En otra forma común de sinestesia, las letras y dígitos se asocian con una percepción simultánea de colores; y este fenómeno se conoce como Sinestesia Grafema-color.  Yo estoy convencido y persuadido de que tengo que ser Sinestésico, porque apenas oigo la palabrita "político", siento inmediatamente un horrible sabor a detrito en mis pobres, descuidadas e inocentes papilas.  Vómito siempre le sigue a esta sensación.

Entonces, estos principios de experiencias sensoriales reales e irreales se transportan a la realidad en varios y muy diferentes aspectos.  Yo discutiré sólo uno aquí: La Orgánica.

La Semántica interpretada en "orgánica"


Antes de comenzar y para que no haya alguna infección "Para-Semantoide" de ningún tipo o determinado espécimen, esclarezcamos y especifiquemos puntualmente acerca de qué es el concepto o el paradigma de lo "Orgánico".  Esto es importante porque en los Estados Unidos, y según la Asociación de Comercio Orgánico, los alimentos orgánicos se han convertido en una industria anual de más de $20 Billones.  Es fácil dilucidar esto cuando uno se pasea por las atiborradas islas de los supermercados que anuncian sus alimentos "orgánicos"; pero ¿cuántas personas saben (o creen que saben) lo que están comprando?  Por consiguiente la pregunta lógica es: ¿Exactamente, qué significa y abarca la etiqueta: "Orgánico"?

Les iba a dar una respuesta rápida como el hambre, liviana como la moral sacerdotal, y concisa como la pobreza, pero como estoy aburrido y tengo tiempo les daré una respuesta más "comprensiva e itinerante".

Usted probablemente haya notado hace ya bastante tiempo de que los llamados "productos orgánicos" tienden a ser bastante caros (aparentemente los riegan con agua mineral "Perrier", "Pellegrino" o "Puyehue").  Estos altos precios se derivan en parte a que la certificación para este género de alimentos cuesta bastante dinero, y en parte debido a que el derecho de usar la palabra "orgánico/a" asociada con el alimento en cuestión, requiere el cumplimiento de los estándares del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), los que se establecieron claramente en el año 2002.  Incluso los alimentos importados tienen que cumplir con los estos estándares antes de que puedan ser llamados orgánicos, y venderse como tales.  Hay que tener en cuenta de que las reglas del USDA son tan estrictas como los estatutos de una "Pichanga" escolar.  

Para que un producto pueda recibir la certificación de orgánico, los agricultores no pueden utilizar fertilizantes sintéticos, pesticidas, biocidas u hormonas de ninguna clase en sus plantaciones, sino que hasta por lo menos tres años completos desde el inicio del sembradío.  Además para este mismo efecto, los animales tienen que ser alimentados solamente con alimentos orgánicos en todo momento.  Los cultivos genéticamente modificados son prácticas prohibidas porque éstas son prácticas agriculturales que generan altísimos niveles de contaminación.  Además de esto, los procedimientos de procesamiento, embalaje y envío son monitoreados rigurosamente.  Todos los alimentos orgánicos deben mantenerse separados físicamente y protegidos de cualquier contacto con los no-orgánicos hasta que llegan a la tienda de comestibles.  ¿Usted cree que su supermercado, o el boliche de la esquina donde usted compra sus lechugüitas hace esto?

El problema es que son los organismos no gubernamentales certificados por el USDA los que determinan si un producto puede utilizar esta famosa la etiqueta ecológica.  A pesar de que el gobierno hace esfuerzos para monitorear de cerca cada paso del sistema, son las compañías privadas las que les otorgan el sello de la "O" al producto terminado.  Muchas de estas compañías ni siquiera monitorean los procesos de desarrollo, otras aceptan coimas, y otras no pueden hacer un buen trabajo en representación de los consumidores.  Entonces, aunque los criterios del USDA sobre las reglas de alimentos orgánicos cubren mucho terreno, la etiqueta "orgánico" simplemente no significa mucho y tiene menos valor que el Juramento del Abogado.

Por ejemplo, algunos grupos opositores (los que nunca faltan) demandan de que la certificación debe incluír requerimientos específicos para asegurarse de que los animales sean tratados con humanidad.  Mientras que muchos agricultores orgánicos tratan a sus animales en forma humanitaria como cuestión de principio, la postura del USDA para ejercer autoridad sobre esta materia es como discurso político: endeble y sin alcance.  Las imposiciones actuales solamente requieren de que los animales tengan acceso al aire libre, una regla badulaque e inepta que no se puede hace cumplir, o monitorear.

Un buen ejemplo de cómo saltarse las reglas impunemente, es que una granja hizo caso omiso de los reglamentos de la USDA simplemente cerrando las puertas de sus gallineros y de sus corrales de pollos, pero sin ponerle candado o pestillo.  Técnicamente, los pollos tenían acceso autónomo al aire libre fuera de sus corrales; pero nunca nadie les enseñó a los gallináceos cómo abrir las puertas de sus corrales para poder salir.  ¿Semántica?  Pues sí. 

¿Usted compra alimentos "orgánicos"?  ¿Qué organización orgánica organiza la organicidad organizada de lo orgánico que usted consume inorgánicamente?  El hecho de que las gallinas vivan promiscuamente en un apretado y sucio corral y tengan sexo incontrolado con cuanto gallo adúltero se las quiera "matar", las hace a ellas "orgánicas"?  ¿Y usted se las come?  ¿Cuántas manos desconocidas y sucias cree usted que han manoseado y restregado las manipuladas ubres de las sueltas vacas antes de que usted se tome este blanco fluído corporal animal al que usted llama cándidamente: leche?(*)  ¿Y usted se la toma?  Cuidado con lo que toma y come, porque en cuanto a lo orgánico; nadie sabe exactamente la naturaleza o procedencia del "órgano" del cual estos alimentos provienen.  ¿Y cuánto paga por ellos?  ...digo yo.

(*) Nota del Autor: Por eso es que el Toro se enamoró de la Luna y no de una vaca promiscua.

Pero la Semántica comienza en las palabras con que le ponemos etiquetas a las cosas.  Durante los últimos 6 a 8 años, una preocupación seria y más comprensiva por el contenido de la etiqueta ecológica de la USDA ("Orgánico") se ha intensificado cada vez más.  En Agosto del año 2008, la organización descubrió después de una larga investigación confidencial de que 15 agencias de "control orgánico" no estaban implementando los estándares mandados por la USDA, y amenazó a estas irresponsables agencias con cerrarlas perentoriamente si no corregían todos sus fallidos procedimientos en el lapso de un año.  Si bien esto significó un paso positivo en el esfuerzo por solucionar los problemas vigentes, algunos grupos como la Unión de Consumidores Orgánicos comentaron que los problemas de contaminación se debían a una arbitraria consideración de ínfimas muestras de comida infiltrada o "plantada" por los inspectores mismos (entre los que no estaban incluídos ni el gallo, ni el tipo que apretujó las partes privadas de la vaca Bernardina). 

En realidad los alimentos totalmente orgánicos son casi inexistentes.  El hecho de que parte de alimentos no orgánicos son autorizados a mezclarse con el contenido de aquellos productos con la etiqueta ecológica, en mi modesta opinión, los convierte en alimentos "orgánicos contaminados".  Hasta el año 2007 era perfectamente admisible que se mezclaran cinco ingredientes no ecológicos predeterminados con los "productos orgánicos" certificados.  Es como decir que el agua de la piscina donde usted y su familia se bañan está "limpia" porque contiene solo un 12% de meado.  ¿Qué cosas, no?

Para que lo sepa, los alimentos orgánicos por los que paga demasiado dinero contienen hoy decenas de ingredientes y rellenos no ecológicos, los que le venden a usted como "orgánicos".  Encima de esta basura envasada hay que incluír 19 colorantes de alimentos, los que son anilinas aditivas provenientes de substancias como líquidos, talcos, gelatinas, y pastas provenientes de minerales, vegetales y animales; curiosamente, los mismos aditivos que usted se come en sus productos "orgánicos" son los que le ponen en abundancia a esos horribles cosméticos que usa su suegra para cubrirse el lunar con pelos de la narizota, a los farmacéuticos que le venden en la botica, las que también están en las tiránicas tinturas con que su mujer se tiñe el pelo, en el color de esa corbata infernal con que le propinaron a mansalva la última Pascua, y que también se incluyen en la fabricación de productos hogareños, comida de animales y productos médicos entre otros, los que incluyen deshechos intestinales de cerdo y lúpulo (un primo de la marihuana).

¿Y cuál es la parte Semántica de ésto, su inquisitiva mente le estará preguntando?  Bueno, está en la etiqueta:

La etiqueta semántica dice:
"sin adición de azúcar"         
Lo que en realidad quiere decir:
"no se le ha agregado más azúcar de la que ya le hemos puesto".

La etiqueta semántica dice:
"sin sal"          
Lo que en realidad quiere decir:
"no se le ha agregado más sal del montón que ya le hemos puesto".

La etiqueta semántica dice:
"bajo contenido de aceites no-polisaturados"          
Lo que en realidad quiere decir:
"usted no tiene idea si hablo de aceites vegetales o animales, pero no importa porque usted no tiene la más peregrina idea de qué son aceites no-polisaturados".

La etiqueta semántica dice:
"Cero carbohidratos"
Lo que en realidad quiere decir:
"usted no tiene idea si hablo de sacaroideas o de amilúminas, pero no importa porque usted no tiene la más prostituta idea de lo que es uno, o el otro".

Espero que se acuerde de esto como se acuerda de la dirección de su casa.

Hay muchísimos más ejemplos de Semántica de etiquetas, pero éstos creo son suficientes para ejemplarizar mi caso.  La próxima vez que vea a un gil o a una gilienta en el supermercado tratando de leer (y creer) lo que dice la etiqueta del producto que quiere comprar; muérase de la risa antes de que otro de muera de la risa de usted.

Desde hace unos 10.000 años atrás hasta el año 1945 de la Era Común, toda la agricultura en la faz del planeta era orgánica.  Toda.  En estos momentos y con respecto a lo que sea que compre, sólo una cosa es cierta sobre el futuro de la industria de alimentos orgánicos: mientras haya alimentos biológico procesados, habrá etiquetas falaces, fraudulentas y delusorias como las esperanzas del pobre.

Bueno, suficiente de Semántica Orgánica.  Creo que con esto usted estará sospechoso de cualquier alimento, y con esto espero hacerlo más sano y que se preocupe más de lo que come, y de cuánto paga por ello.  Como es hábito, costumbre y práctica de una sociedad democrática, usted tiene el inalienable derecho de ignorar completamente mis cariñosas advertencias y mis afables exhortaciones para con el cuidado de su salud física y mental; por lo tanto usted tiene el derecho garantizado de convertirse libremente en un guatón grasiento cabeza de chancho que cuando se muera de un ataque al corazón, de una hemorragia cerebral, de una diabetes galopante, o de cualquier otra complicación derivada –y no de una condición de salud que usted no haya elegido y de la que pueda estar padeciendo hoy- sino que de un producto inducido por el dudable beneficio de una completa irresponsabilidad alimenticia, y de una porfía personal empecinada debida a su comportamiento infantil irresponsable.  Entonces muérase cómo, y cuando quiera.  En el Horno habrá siempre espacio para usted.

Si esto le ha convencido sobre algunos conceptos positivos de la Semántica, espero que usted viva una larga y productiva vida, una vida feliz y sana, con un amplio almacenamiento emocional positivo, y un volumen de carácter que le brinde una visión encantadora de los años que le restan por vivir.   Si esto le parece bien, quizá usted se pueda convertir en una persona  sinestésica que cuando ve una hamburguesa del McDonald, sienta en su boca lo mismo que mis vapuleadas papilas gustativas sienten cuando mis oídos escuchan la licenciosa e indecente palabrita: "político", tan orgánica como diarrea de vaca.




El Loco