miércoles, 1 de noviembre de 2017

Desmembrando una Nación

Con alarma y preocupación, el mundo observa el atentado de desmembramiento de España a través de un intento de secesionismo de la región de Catalonia.  A esta alarma y preocupación, yo le adiciono una dosis de merecido sarcasmo personal.

El movimiento independentista catalán (independentisme català); es un movimiento político derivado históricamente del nacionalismo catalán que busca la independencia de Catalonia del Reino de España.  El símbolo que enarbola esta región es la bandera  "L'Estelada Blava" o “Senyera Estelada”.  Esta bandera tiene dos versiones, una azul y una roja, donde ambas representan pro-independencia, y de las cuales, la versión azul se ha convertido en el principal símbolo del separatismo Catalán.

El origen de mi sarcasmo se deriva de que las nuevas “naciones” parecen estar germinando con una regularidad –si nó perturbadora; ridícula.  A inicios del siglo pasado había menos Estados soberanos independientes en el planeta comparado con los que existen hoy.  Normalmente, una vez que se establece una nación –cualquier nación-, ésta tiende a perseverar, lo que hace que el desaparecimiento o descuartizamiento de una nación sea muy raro.  Esto ha sucedido solo en pocas oportunidades durante el siglo pasado, pero cuando ha sucedido, estas naciones fragmentadas desaparecen por completo de la faz del globo terráqueo, arrastrando consigo la destrucción total de sus gobiernos, territorios, banderas y sentido de comunidad como colectividad y sociedad.

Secesión

A la luz de las teorías de secesión, hay una pregunta fundamental relacionada estrictamente con la polisémica filosofía política: ¿Cuál es la base de la autoridad del Estado?

En términos de una entidad política, un estado es cualquier comunidad organizada políticamente dotada de poder soberano e independienteque integra la población que vive bajo un único sistema de gobierno.  Estos estados pueden ser soberanos o nó.  En el caso de los Estados Federados, estos estados son miembros de una unión federal teniendo solo una soberanía parcial, pero sin dejar de ser estados independientes autónomos bajo un claro marco de organización socialpolíticacoactiva, y económica, y regidos por una amalgama de instituciones que regulan su sociedad.

Entonces, la base de la autoridad del Estado en los países federados es una comunidad territorial y constitucional que forma parte integral de una coalición.  En este tipo de constitución, los miembros o estados de los países federados transfieren algunos de sus poderes soberanos a un gobierno federal.

Descuartizando y Disolviendo Estados

¿Cómo y por qué los Estados se disuelven?  Quizá encontremos esta respuesta bajo el polvo del pasado, entre los hipogeos históricos de aquellos olvidados países que ya no existen. 

Se especula que hay muchas razones fundamentales para disolver un país.  La disolución de un Estado no depende de razones exclusivamente políticas, económicas o sociales.  Los motivos de secesión son más amplios que esto y se refieren a cada Estado en forma independiente y específica.  Un ejemplo sarcástico de disolución de Estado yace en el desgarramiento de Prusia, un país que nunca existió, pero que fué “disuelto” en 1947.

Para comprender el estado de esta situación, tenemos que exhumar y re-descubrir algunos pasajes de la historia de Alemania.  Previamente a que “Alemania” se convirtiese en una nación, era un conjunto de varios estados territoriales independientes que decidieron unirse en una forma desdibujada e imprecisa bajo una “confederación”.   En el año de 1866, uno de estos estados territoriales independientes se apodaba: Prusia.

Prusia era un estado beligerante y agresivo el cual declaró guerras y derrotó a Austria y luego a Francia, y en 1871; Prusia decidió unirse a Alemania como un estado federal.   El resto de los demás estados alemanes todavía estaban en existencia, pero funcionaban como lo hacen los estados americanos modernos, manteniendo un gobierno federal y gobiernos estatales separados.  La gran diferencia aquí es que los estados Americanos no son un gentilicio, y aquí es donde yace la ironía de mi sarcasmo.

Esta situación política perduró y se extendió después de la Primera Guerra Mundial a pesar de que estos estados ya no eran monarquías, sino que a esta altura; ya se habían convertido en repúblicas o semi-repúblicas.  Bajo este esquema todavía existían Prusia, Baviera, Sajonia, y otras regiones federales, pero ahora como parte integral de un estado alemán más amplio.

Cuando la Segunda Guerra Mundial rescindió o se convirtió en una paulopastía –para usar una palabra del esperanto más adecuada en este contexto- los aliados objetaban que Prusia fuese tan militarista y belicista, y la consideraban como el semillero y la causa del acentuado militarismo de Alemania, y por consiguiente, decidieron disolver el estado de Prusia.  Los “prusianos” que aún están vivos son el último vestigio de Prusia, los que a su muerte, se llevarán al Horno el último rastro de lo que fue un día: Prusia.

Un Demónimo Común: Gentilicio

Un gentilicio es una palabra específica que identifica a pobladores o nativos de un lugar en inconfundible, y que se deriva del nombre de ese lugar en particular.  Como ejemplos de gentilicio, se dice que un hawaiano es un habitante de la isla de Hawaii; un griego es un habitante de Grecia; un mallorquino es un habitante de Mallorca, en las islas Baleares de España; y un gitano es un “habitante” originario del subcontinente Indio, pero quienes efectuaron un éxodo masivo hacia las regiones del Imperio Romano a principios del siglo XIV, donde se denominaban: “Romani”.

Los demónimos no necesariamente se refieren a un lugar de origen físico o étnico con respecto al lugar de asiento residencial de un grupo, además; diversos demónimos son precedidos por un etnónimo perteneciente a un conjunto étnico específico a una región. Por lo tanto, un “hispano” puede ser cualquier residente o ciudadano del planeta y de cualquier grupo étnico que vive como poblador derivado de Hispania –el nombre que los Romanos le dieron a la Península Ibérica-, o menos rigurosamente; un habitante de España.

Un gentilicio también tiene un ancla pesada en el idioma, lo que une a los habitantes de una región bajo el patrio de su lenguage de origen.  Los indios Alacalufe en la Patagonia chilena hablan el idioma “alacalufe”, y a pesar de que son parte armónica de una población indígena más amplia y homogénea llamada Káwesar, se les denomina: “Alacalufes”.   

El Gentilicio de Castilla

El idioma Castellano es un gentilicio, es la lengua con la que los habitantes de Castilla estaban vinculados.  No había “españoles” en aquel tiempo.  Los gentilicios de España en aquel tiempo era asturianos, cantabreses, castellanos, manchegos, aragoneses, catalanes, valencianos, gallegos, canarios, riojanos, navarros, vascos, murcianos, ¡y quien sabe cuántos más!   Y después tenemos a Extremadura, la tierra de insólitos gentilicios.

En Italia no había “italianos”, sino que sus poblaciones estaban añudadas por una lengua única sin un gentilicio físico.  En Chile no había “chilenos”, sino que “hispanos”, los que evolucionaron a “criollos” y después a “chilenos”.

¿Cuál es la diferencia fundamental entre los estados unidos de los Estados Unidos de Norteamérica y los estados federados de otros países? 

Los estados americanos al sur del continente americano se federaron bajo Castilla para ser luego disociados.  No hay “estados federados” ya, sino algunos “estados unidos”, los que constituyen una nación indivisible; y también hay otros países independientes.  El mismo fenómeno ocurrió en Europa y en otros vecindarios del planeta.  

Algunos ejemplos de “estados unidos” originarios (y ya extintos) son los Estados Unidos de Bélgica, antiguo nombre de Bélgica; los Estados Unidos de Brasil, antiguo nombre de Brasil; los Estados Unidos de América Central, país extinto conformado por los actuales El Salvador, Nicaragua y Honduras; los Estados Unidos de Colombia, antiguo nombre de Colombia; los Estados Unidos de Indonesia, antiguo nombre de Indonesia; los Estados Unidos de Venezuela, antiguo nombre de Venezuela; y los Estados Unidos de las Islas Jónicas, para nombrar algunos entre los muchos existentes.  ¿Sabía usted esto?  ¿Qué cosas, no?

La cohesión que sustentan los estados unidos norteamericanos está basada en el amor a la patria y no porque odien a su país.  La guerra interna de secesión que sostuvo este país no fué en contra de los Estados Unidos de Norteamérica, sino que en contra de una facción opuesta dentro de los territorios federados.  La guerra civil Americana (1861-1865) fué el resultado de una controversia de larga historia sobre la esclavitud, la que estalló en una guerra civil en Abril de 1861.

Entre los 34 estados de EE. UU (La Unión) en Febrero de 1861, siete estados sureños que mantenían la esclavitud declararon en conjunto e individualmente su secesión de los Estados Unidos de Norteamérica para formar los Estados Confederados de América, o Los Estados del Sur.  Esta Confederación aumentó a 11 once estados “esclavos”.  Esta nueva Confederación jamás fué reconocida in facto o diplomáticamente por el gobierno de los Estados Unidos, ni tampoco le fué concedido o aceptado un reconocimiento por ningún país extranjero.  Los estados que permanecieron leales a La Unión abarcando los estados fronterizos donde la esclavitud era legal, se conocieron como La Unión o El Norte. 

Los confederados perdieron la guerra contra una ideología, contra La Unión; y no contra un país, o en contra de su propio país.  ¿Es esto lo mismo que está pasando con España y Cataluña?

¿De Donde se Originan las razones de Catalonia para Independizarse de España?

Necesito repasar mi conocimiento en esto.  Si mi conocimiento difiere del suyo, tendré que culpar a mis educadores por mis inadmisibles errores.  Y si es así, de antemano pido una infinidad de disculpas por mi inaceptable pseudociesis de historia y cultura sobre España.

Para comenzar, Cataluña consistía en una región independiente de la Península Ibérica, hoy en día España y Portugal, la que sustentaba su propio idioma, sus propias leyes y sus particulares tradiciones regionales.

En el año de 1150, el matrimonio de Petronila, Reina de Aragón y Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona, formó una dinastía dejando a uno de sus hijos para heredar todos los territorios de la región de Aragón y Cataluña.  Éstos fueron el Rey Alfonso II de Aragón; Pedro, Príncipe de Aragón, Conde de Cerdeña, Carcassonne y Narbona; Dulce Reina de Portugal; Ramón Berenguer III (Pedro), Conde de Provenza y Sancho y Regente de Aragón.

Esto perduró hasta el advenimiento del Rey Felipe V (1/11/1700 – 15/1/1724).  La Guerra de la Sucesión Española terminó con las derrotas de Valencia en 1707, Cataluña en 1714, y finalmente con el último bastión en las islas en 1715.  Esto trascendió en el origen de la España moderna.  Tiempo después de la intervención militar de Francisco Franco en 1938 en Cataluña, esta región obtuvo un grado de autonomía en 1977, cuando la democracia regresó al país.

Las invocatorias de Cataluña por una independencia completa se fueron acrecentando constantemente hasta Julio de 2010, cuando el Tribunal Constitucional de Madrid revocó parte del estatuto de autonomía de 2006, afirmando que no existe base legal para reconocer Cataluña como nación dentro de España. 

Esto es un claro ejemplo de estados federados con gentilicios independientes, lo que no es el caso de la guerra de Secesión de los Estados Unidos.  Entonces, ¿son estas las razones que impulsan esta secesión?, ¿o es el resultado de un gentilicio enraizado adalpelágicamente?  Usted dirá...

Gentilicios del Sur

Chile, esa larga, flaca, escabrosa y en parte desmembrada porción de tierra en la región Antártica famosa de nuestro atolondrado planeta, también tiene gentilicios, y uno de ellos –los Mapuches- es el más fuerte y cohesionado.  Su acérrima coherencia viene de una lengua común, y con una amplia base de costumbres enraizadas, cultura inclusiva, historia ancestral con tradiciones patrimoniales y uso; y un arraigado terruño común el que han habitado por más de 2.600 años.  Esto los hace un gentilicio.

Antes de que el inconsciente conquistador español invadiera América, el Inca peruano envió repetidas incursiones guerreras hacia el sur de esta franja de tierra, tropas las que se cree que alcanzaron el río Maule y que tuvieron batallas con los Mapuches entre el río Maule y el río Itata.  Esto se reputa así porque ningún contingente de esas algarradas bélicas retornó para decirle al Inca que mierda estaba pasando en esa tierra a la que llamaban con toda razón: “chile”, por lo soberbia, gallarda y belicosa.  Los Incas no sabían decir “picante”.

Los Incas no pudieron derrotar a este gentilicio.

Después, los españoles invadieron el territorio Mapuche desde el Perú.  Su insolente propagación hacia las tierras sureñas fué un corolario de la conquista del Perú, y cuando Pedro de Valdivia llegó a “Chile” en 1541 desde el Cuzco, y sin internarse más hacia el sur, fundó Santiago del Nuevo Extremo.  Las tribus mapuches nortinas resistieron fútilmente al  profano usurpador, pero a pesar de que muy poco se sabe sobre la indocilidad con la que resistieron, se sabe que no fueron conquistados.

Después vino la guerra de Arauco.  Esta fué una larga y sangrienta guerra y durante los años ulteriores a la Batalla de Curalaba, los Mapuches iniciaron una insurrección y con una asonada colectiva entre Mapuches y Huilliches, marcharon en contra del invasor y el resultado fué que las ciudades españolas de Angol, Imperial, Osorno, Santa Cruz de Oñez, Valdivia y Villarrica fueron completamente obliteradas, o fueron abandonadas por sus habitantes en pánico total; y con la mera excepción del archipiélago de Chiloé, todo el territorio chileno al sur del río Bío Bío fué rescatado y redimido del dominio español.

No contentos con esto, la Nación Mapuche entonces cruzó la Cordillera de los Andes para conquistar las actuales provincias argentinas de Chubut, Neuquén, La Pampa y Río Negro. España nunca más intentó recuperar esos territorios.

Los españoles no pudieron derrotar a este gentilicio.

En el conflicto moderno, las abiertas disputas por la tierra Mapuche en Chile aún continúan con enfrentamientos violentos en algunas áreas mapuches, especialmente en las comarcas del norte de la región de la Araucanía, entre Traiguén y Lumaco.  En un esfuerzo por calmar las tensiones, la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas – la que fué creada por Decreto Supremo del 18 de Enero del 2001- emitió un informe en el año 2003 el que pedía cambios drásticos en el tratamiento de los indígenas de Chile, de los cuales más del 80% son actualmente Mapuches.  Entre las recomendaciones se incluyeron el reconocimiento formal de los derechos políticos y "territoriales" para todos los pueblos indígenas Mapuches, y esfuerzos para promover sus identidades culturales.

Lo que nos dice que Chile no ha podido derrotar este gentilicio.

Entonces, la pregunta fundamental relacionada rigurosamente con la polisémica filosofía política de hoy sigue siendo la misma: ¿Cuál es la base de la autoridad del Estado?

Pues así es señor, como se descuartizan naciones.  ¿Qué cosas, no?


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El Loco