martes, 1 de enero de 2019

La Mítica Orbe de Atlántida (Parte 2)

Parte II de II

Para combatir una posible anomia* existente o camuflada entre los muchos pliegues de su edad, quisiera recordarles amigablemente que la palabra “Atlantis” (Atlántida) significa: “Isla de Atlas”, y que sus orígenes siguen siendo un evasivo misterio, pero un abditivo* misterio el que quizá esté pronto a resolverse. Concluyamos ahora con esta conventícula* jornada.

Continuación de la estocástica* Parte I

A pesar de que su estatus como figura histórica sigue siendo una cuestión de amplio debate, Sonchis of Saïs o Saïte (594 AEC.) fué un alto sacerdote egipcio a quien se le menciona en los escritos griegos como quien hizo el primer relato, o el relato inicial de Atlántida. 

Los diálogos platónicos de Timeo y Critias cifrados alrededor del año 360 AEC, relatan a través de la voz de Critias sobre los viajes del estadista Ateniense Solón (638–558 AEC) a Egipto. Solón encontró en la ciudad egipcia de Sais a los sacerdotes de la diosa Neith. Uno de estos sacerdotes, uno especialmente anciano; le narró a Solón que unos 9000 años antelares a sí mismo la ciudad-estado de Atenas había estado envuelta en un gran conflicto con el gran poder de Atlántida, pero la que luego fué destruída por una enorme catástrofe.

En el diálogo de Platón no se menciona un nombre para este sacerdote, pero Plutarca (46–120 EC), en su obra “Vida de Solón” identificó a este longevo sacerdote como: Sonchis.

Cerca del delta del río Nilo y adyacente a las orillas de Canopus (nombre Griego para Peguat or Pikuat), un antiquísimo pueblo costero egipcio, Solón dice que pasó un tiempo estudiando con Psenophis de Heliópolis y Sonchis la Saïte. Sonchis fué una sacerdotisa considerada la más sabia de todos los sacerdotes; de quien Solón obtuvo un dilatado conocimiento sobre Atlántida.

En su vademécum: On Isis and Osiris, Plutarca, quien después de nacionalizarse ciudadano Romano tomando el nombre de Lucius Mestrius Plutarchus, ofrece una descripción bastante más pormenorizada de los filósofos griegos que visitaron Egipto en ese entonces, quienes recibieron dictámenes y erudiciones de los sacerdotes egipcios. Estos relatos cuentan que Thales de Mileto, Eudoxo de Cnido, Solón, Pitágoras, Lycurgus de Esparta y Platón viajaron a Egipto y confirieron con estos altos sacerdotes y sacerdotisas.

Entonces, desde los sacerdotes egipcios quienes le expresaron a Solón, y Solón quién le relato a Sócrates, y a su vez, Sócrates le pasó esta información indirectamente a Platón nos muestra una larga y rica tradición oral en tándem. Aparentemente Platón fué el primer muchacho que escribió este fantástico relato a través de sus diálogos, asentando así el registro fundamental para todo lo que se ha escrito después sobre Atlántida, incluyendo más de 40 películas, series de televisión y programas radiales. ¿Qué cosas, no?

De acuerdo a nuestros estudios modernos, Atlántida pasó por tres eras o “Edades” de desarrollo. 

Primera Edad

Durante la “Primera Edad”, los Atlantes consistían en una asociación o entidad tribal nómada primitivista conllevando una vida cotidiana como cazadores y recolectores, pero supuestamente el cálido clima que reina en África del Norte -el que era conductivo para una vegetación exuberante, incitó a los Atlantes a evolucionar hacia una vida agricultural.

Al principio los Atlantes vivían en cuevas o en asentamientos amurallados para protegerse de animales salvajes. Más tarde, estas altas murallas sirvieron de defensa contra sus enemigos humanos, pero durante aquel período, los Atlantes no tenían ningún interés en envolverse en conflictos bélicos. Cualquier combate se relegaba solamente a defenderse de animales depredadores o en un ocasional ataque de otras tribus. Su sobrevivencia y la edificación de una sociedad eran sus únicas actividades e intereses primordiales.

Se piensa que estos humanos prematuros vivieron en dos continentes los que a la fecha están bajo el agua: Lemuria, que se cree haber existido al sur del Océano Pacífico, y Atlántida, que se cree existió en África del Norte (la Estructura de Richat).

Segunda Edad

El cambio climático más desastroso fué el corrección posicional del eje rotacional de la Tierra (conocido como “oblicuidad”) con el consecuente desplazamiento y deriva de las regiones Polares, causaron el naufragio de Lemuria. Este cambio en la posición del eje terrestial también trajo consigo el desplazamiento de las placas tectónicas, grandes erupciones volcánicas, inundaciones masivas, y levantamiento de masas terrestres submarinas entre otras catástrofes, lo que conllevó a una Edad del Hielo. 

Las áreas habitables y cultivables del planeta mayormente desaparecieron y se hicieron escasas, lo que empujó a los desplazados habitantes a buscar y colonizar lugares más apropiados y hospitalarios para la supervivencia. Las bajas temperaturas forzaron a la especie humana a emigrar hacia regiones más cálidas en dirección hacia el cinturón Ecuatorial. Curiosamente, Atlántida se mantuvo substancialmente al margen de estos catastróficos cambios, pero tuvo que comenzar a defenderse de las migrantes hordas humanas exiliadas. Ahora sus defensas contra bestias salvajes tuvo que potencializarse y refinarse para defenderse esta vez, del asedio del inicuo invasor humano.

Este forzado cambio evolucionario en su cultura nativa los obligó a desarrollar estrategias defensivas, tácticas ofensivas, y otros modos de conquista. La civilización Atlante no estaba ideada para requerir un líder en particular, por lo que se gobernaban bajo un grupo de líderes. Las habilidades individuales de cada ciudadano eran evaluadas, entonces los Atlantes basados en este particular surtido de destrezas individuales, asignaban a sus ciudadanos a una actividad la que les era la más adecuada. Sus líderes iniciales eran espirituales y semi-etéreos. Y así, Atlántida progresivamente se comenzó a desarrollar como una civilización eminente.

Tercera Edad

Cronológicamente no hay una separación exacta desde donde comenzó esta tercera etapa de desarrollo, pero los avances hechos por esta civilización -teniendo en cuenta que tomó protensivos* eones para acontecer; manifiestamente muestra esta última etapa como la más espléndida.

La cultura Atlante prosperó y perduró por centurias y progresaron dilatadamente en Arquitectura, Ingeniería, Medicina y en las Artes. Además, florecieron extensamente en las industrias de textiles, cerámicas y en otras variadas artesanías. Asimismo, inventaron muchas maravillas mecánicas y científicas de las cuales continuamos hablando y admirándonos hoy.

Una vez que nuestra Madre Tierra relajó la garra y el serac* de su Edad Glaciar, la cultura Atlante ya había arribado al cenit de su desarrollo y prosperidad a través de la longitud y latitud terrestres.


¿Mito o Realidad?

Quizá Atlántida estuvo ubicada en el lugar y tiempo precisos cuando un magnífico evento estelar ocurrió en nuestro planeta. Se ha dicho por historiadores y por información pasada de boca a oído por miles de años, la que recita que entre la Primera Edad y la Segunda Edad, ocurrió un único, extraordinario y colosal evento decenas de miles de años antelares. Este evento consistió en que un gigantesco cometa cruzó tangencialmente cerca de la Tierra a gran velocidad, y desmoronándose a medida de que viajaba a esta lumínica rapidez.

Esta geromorfista* historia relata que uno de estos trozos desintegrados de este cuerpo celeste y viajero cometa que se fracturaba, cayó hacia la Tierra en dirección donde se encontraba Atlántida y se estrelló; o en la metrópoli de Atlántida, o en la región inmediatamente circundante a ella. Los Atlantes descubrieron que los restos y fragmentos de este quebrantado cometa poseía grandes propiedades desconocidas para los Atlantes en aquella época, las que a la postre, convirtieron a esta –de otra manera- raza normal de gente; en una generación extremadamente poderosa. 

Se ha teorizado por mucho tiempo que los Atlantes encontraron entre los despojos de este pedazo de cometa ciertos cristales que representaban una fuente de múltiples poderes, energía y facultades las que influenciaron cada aspecto de la vida de los Atlantes. Este descubrimiento ejerció una preponderancia no solo en los ciudadanos, pero en la comunidad completa y sus maneras de vida, los protegió y les legó un avance científico pasmoso e inconcebible que los protegió por milenios con paz y prosperidad.

Aristóteles

Este gran filósofo y científico griego antiguo nacido en la ciudad de Stagira, Chalkidiki, en el norte de la Grecia clásica, a la par con Platón, es considerado el "Padre de la Filosofía Occidental", pensaba que todo lo que subía, tenía que bajar. Esto, basado en las leyes de la fuerza Gravitacional. Pero estas leyes se pueden aplicar a otras situaciones, tal como la de Atlántida. Aristóteles comentó que tal vez los Atlantes fueron responsables por su propia destrucción.

El Poder Absoluto Corrompe

Con el tiempo a su favor, los Atlantes ejercieron su poderío tecnológico y bélico para someter a civilizaciones circundantes. Empleando el magnífico poder de estos cristales encontrados en el meteoro, lo usaron para energizar una gigantesca y poderosa armada, y según cuenta la leyenda; usando materiales comunes para labrar delicadas creaturas marinas tales como peces, tiburones y narvales. 

Los pueblos sometidos comenzaron a resistir al conquistador (fenómeno que hemos visto repetidamente a través de nuestra historia conocida), pero a la vez, los Atlantes comenzaron a ser negligentes con sus trabajos y responsabilidades, y tampoco entrenaron a sus descendientes apropiadamente a conllevar y manejar este extraordinario poder que este inesperado cometa les había obsequiado. Estos son signos tempranos e inequívocos en el decline de las civilizaciones

Los Atlantes comenzaron a pelearse y a argüir entre ellos, comprometiendo seriamente la estabilidad de la pacífica vida que hasta ahora llevaban. La población Atlante comenzó a desintegrarse en facciones opuestas y beligerantes. Aquellos que practicaban y observaban virtuosidad a través de ritos buscaron solaz en sus templos, encontrando estas prácticas cada vez más difíciles de llevar a cabo; y aquellos que se disociaron de la virtud se encontraron arrastrados en el vórtice de sus propias naturalezas, y se convirtieron en esclavos de sus bajas naturalezas. (Esto me huele a político barato). ¿Qué cosas, no?

Se profesa que la destrucción de Atlántida ocurrió en las vísperas de los planes de invasión de sus vecinos Atenas y Egipto, regiones que los Atlantes planeaban invadir al unísono.

Cuando los Atlantes iniciaron sus altaneras acciones bélicas con una fiereza y poder increíbles, su arrogancia temeraria sin límites y su negligencia en el uso y cuidado de sus prodigiosos cristales, provocó una catástrofe en donde los irresponsablemente y mal manejados cristales provocaron una fusión nuclear, y el poder de una inmensa reacción termonuclear jamás vista en la historia; esfumó a los Atlantes de la faz de la Tierra. 

Secuela

En el dialogo de Timaeus, Platón reporta que después de esta extraña “explosión”, una serie de violentos terremotos y masivas inundaciones afectaron inmediatamente a la región, y en un solo desafortunado día, esta civilización, ahora belicosa y agresiva; se hundió en el mar océano junto con la isla de Atlántida, desapareciendo ambas en las adalpelágicas* profundidades del planeta y de la historia. 

Emisarios sobrevivientes

Entre las incontables teorías relacionadas con Atlántida, hay varias que consideran a este imperio como desmesuradamente extenso y de gran alcance, con una enorme red de distribución marítima con bases a través de todo el planeta en el conocido mundo antiguo. Previamente a su destrucción, muchos Atlantes reconocieron el inminente peligro de su hecatombe, y decididamente emigraron en un gran escape desde Atlántida a los muchos rincones del mundo conocido en ese entonces, llevando consigo el conocimiento y su entendimiento acumulado por centurias a todas las regiones del globo.

Las culturas centroamericanas y sudamericanas reclaman en su historia transcrita que fueron visitados por “dioses” de gran poder, conocimiento, tecnología, ideas nuevas y enseñanzas nunca antes vistas. Los Mayas hablan de un dios llamado Votán, una figura legendaria o mitológica mencionada en los primeros relatos europeos de la civilización Maya. 

Los Incas también hablan de un dios extraordinario llamado Viracocha, y los Aztecas a su vez, atestiguan de otro ser extraordinario que les visitó llamado Quetzalcóatl. Estas culturas proclaman que estos dioses venidos desde un lugar desconocido, les trajeron ciencia, avances tecnológicos e ideas nuevas y asombrosas. Todas estas culturas precolombinas progresaron conjuntamente durante el mismo periodo de tiempo, alcanzando niveles de desarrollo nunca antes visto.

Según el legado de estas culturas, estos “dioses” inmigrantes aparecieron entre ellas después del “obscurecimiento del sol”. Este obscurecimiento del sol se refiere a los cataclismos sísmicos, masivos siniestros y explosiones volcánicas los cuales arrojaron inmensas cantidades de humo, cenizas y otras partículas en la atmosfera, causando un obscurecimiento del sol al bloquear el paso franco de sus rayos. 

Estos “dioses” no tenían mucho parecido físico con las culturas nativas a las que se integraron. Algunas de las características físicas descritas sobre estos nuevos “dioses” se encontraban ojos redondos, narices estrechas y rectas, amplias frentes verticales, y abundantes barbas y bigotes, características específicas que las gentes de las culturas meso y sudamericanas no poseían. ¿Es posible que el descenso celestial de estos seres se refiera a los Atlantes buscando refugio después de la inmolación de su propia cultura? 

Estos Atlantes en busca de refugio no solo aparecieron en las Américas, pero en varios otros lugares del planeta.

Indus

La civilización del Valle de Indus fué una sociedad que obtuvo un repentino y veloz avance en tecnología y ciencias. Literalmente y en cortísimo tiempo pasaron de ser de un estado de cuasi-civilización a una sociedad que poseía agua potable y corriente a través de cañerías de cerámica, sistemas de alcantarillado y desagües, e inodoros entre otros varios avances tecnológicos no encontrados en ese entones en ninguna otra parte del mundo. Hasta el día de hoy, los Escolares aún no pueden descubrir o ponerse de acuerdo para determinar cuándo y de donde estas gentes vinieron, ni de cómo atesoraban estas tecnologías desconocidas en el resto del planeta. Esta parte de la historia sigue indescifrable. Esta colonia de gentes pudieron haber sido remanentes de la cultura Atlante, la que encontró asilo y cobija en este valle.

Jericó

Una de las incógnitas más antiguas está representada por Jericó, una cuidad asentada en las riberas del río Jordán unos 8,000 años Antes de la Era Común. Se estima y se determina que Jericó es el asentamiento humano más antiguo del planeta, y notablemente el más hondo del mundo. Se encuentra a 244 metros bajo el nivel del mar. Lo más dramático de este caso es que esta ciudad se organizó con nómadas. Es extremadamente raro que las tribus nómadas cambien de estilo de vida. Los pueblos nómadas desde hace miles de años siguen siendo nómadas hoy, sin embargo; en Jericó de la noche a la mañana los nómadas se establecieron en una ciudad organizada con alta tecnología como sistemas de regadío y se transformaron velozmente en un centro de comercio y gobierno. 

Esto es un cambio radical de nomadismo a una organizada vida común, sofisticada y de comercio, transporte, arquitectura, irrigación masiva y administración política. Este drástico cambio ocurrió inmediatamente siguiendo a la destrucción de Atlántida. ¿Coincidencia? También se reporta en descubrimiento en los bancos del rio Jordán enfrente de Jericó, una substancia similar al vidrio o a cristales. La invención del vidrio se le acredita a los Fenicios unos 3,000 años después del establecimiento de Jericó. Hum... ¿Atlantes diría usted?

Angkor Wat

Otro misterio es Angkor Wat. Esta capital del Imperio Kilmer tomó solamente 30 años para construírse completamente. Angkor Wat posee el bajorrelieve más largo del planeta y una cuidadosamente diseñada red de fosos y lagos para representar el océano, una notable y rara característica inexistente en otra región del globo. Se dice que esta civilización era Atlante y que sus habitantes querían asemejar su nueva ciudad a la antigua Atlántida. Ahora, ¿por qué esta ciudad se construyó en medio de la selva? Esto tiene perplejos a los estudiosos de esta cultura.

Pero el misterio se complica. Volviendo a las zonas australes del planeta hay otras “coincidencias históricas” las que lucen más a antinomías que a concurrencia eventual. Una coincidencia es el acto y el resultado de concurrir o converger, de estar de acuerdo, o de convenir. La coincidencia también puede referirse a una coexistencia o una concomitancia. Lo importante de esto es que estos fenómenos (o coincidencias) deben ser conocidos entre sí, de otra manera, no se podría relacionar un hecho con otro para poder llamarlos una coincidencia. Estas culturas de las que hablo, no se conocían entre ellas, ni sabían de la existencia de las unas o las otras. Pero nosotros los humanos que no conocemos muchas palabras, nos conformamos con meter todos estos conceptos en la cazuela llamada: coincidencia. La cazuela es un plato culinario de origen sudamericano hecho de una mescolanza de carnes y verduras.

La Gente de las Nubes

Setenta años antes del descubrimiento de Machu Picchu en el alto Perú, en 1843 en una región remota e inaccesible del Perú se descubrieron los restos de unas ruinas ciclópeas, la que se estima que usó más del doble del material con que se erigió la Gran Pirámide de Giza, en Egipto.

Estas ruinas llamadas Kuelap fueron erigidas por la gente Chachapoya o “Gente de las Nubes” o “Guerreros de las Nubes”. Esta supuestamente pacífica, fecunda y prolífera civilización prosperó grandemente hasta que fué conquistada brutalmente por el Inca cerca del año 1475 de la Era Común. Después de su conquista, esta región se desmoronó y fué diezmada por una variedad de efectos perniciosos y destructores, regalo de los Incas, y seguidamente por los males gratuitos que nos trajeron los perniciosos y cacodóxicos* conquistadores españoles con sus zafias e incivilizados cánones coloniales.

Algunos teoristas aseveran que estos antiguos Chachapoya eran de alta estatura, blancos de piel, y de ojos azules. Otros escolares dicen que a pesar de que los Chachapoya eran bastante más altos que el inca regular y lucían bastante diferentes a los locales, ellos eran Amerindians en el sentido antropológico y lingüístico; pero que no poseían características caucásicas específicas. El que puso en las mentes antiguas esta idea de que los Chachapoya eran altos, blancos y de ojos azules, fué el explorador español Cieza de León, quien dijo que los Chachapoya eran los “indios más blancos” que él jamás había visto. Estas gentes aún habitan esa remota región de las alturas peruanas.

También se dice que los Chachapoya tenían una vasta red de navegación comercial que alcanzaba Europa y Asia usando el río Amazonas para conectarse con el gran sistema marítimo comercial mentado en ese entonces. Pocos restos de la civilización Chachapoya se han encontrado después de los saques sistemáticos del Inca y de los españoles. El nombre Chachapoya le fué dado a esta cultura por los Incas. El verdadero nombre con que los Chachapoya se llamaban a sí mismos no se conoce, y ha quedado perdido en la historia tal como la verdad se ha perdido en la boca de los frailes. Los Incas relatan que adquirieron alta tecnología de regadío y comercio de los Chachapoya, pero no hay prueba de esto. 

Nota:

Todas estas culturas ubicadas en distantes lugares geográficos y sin tener conocimiento de existencia entre ellas, nacieron, florecieron y decayeron durante el mismo intervalo de nuestra conocida y descubierta historia. ¿Qué cosas, no?

Y ésta es la historia que mi tintero escupió en el papel sobre La Mítica Orbe de Atlántida. Espero que se haya entretenido con este largo escrito y haya aprendido algo, aunque sea una conclusión personal.

Conclusión

No hay conclusión. Mis conclusiones pueden deferir de las suyas, eso es si es que usted tiene alguna. Mis conclusiones son basadas en lo que creo y conozco, y estoy seguro de que lo que usted cree y conoce difiere de lo mío. Lo invito a concluír sus propias conclusiones ya que es usted astuto, inteligente y capaz. Y así concluye esta historia de La Mítica Orbe de Atlántida.

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)


Abditivo – Remoto, secreto, oculto

Adalpelágico – Lo más profundo. La zona más profunda del mar se conoce como "Las trincheras" o zona Adalpelágica. Esta zona comienza a aproximadamente 5.800 metros de profundidad y se extiende hasta el fondo del océano.

Anomia – Inhabilidad de recordar nombres

Cacodoxia – Mala doctrina u opinión errada

Conventículo – Asamblea secreta o ilegal

Estocástico – De, cómo o perteneciente a una secuencia de eventos aleatorios

Geromorfismo – La apariencia ser mayor que la edad real de uno

Protensivo – Extenso en tiempo o longitud

Serac – Pilar de hielo glacial


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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us.

Caveat: Mis opiniones personales pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias. 



El Loco