martes, 1 de febrero de 2022

La Creación de Francia

 

Nota:  Este escrito es en honor de nuestro recordado profesor de Historia Don Jorge Gutiérrez, conocido en los círculos que le amaban como El Chuncho”, quien con tanto cariño y paciencia nos enseñó los inextricables malabares de la historia, y se preocupó de “destontarnos” para que fuésemos hombres de provecho y positivos contribuyentes a nuestras complejas sociedades.  Cuando nos “destontaba” con su excelso amor no intangible para nuestros espíritus, hacía que nuestras imaginaciones se elevaran a un plano excitante y entretenido.  Esta práctica de enseñanza grabó para siempre en mi cerebro mis memorias de la historia.  De lo que hablo aquí, me lo enseñó el “Chunchito” (QEPD). 

 

Filogénesis*

Cuando el glorioso Imperio Romano Occidental se desplomó catastróficamente hacia finales del siglo VI de la Era Común, brotó una neonata hueste de pequeños reinos y territorios gobernados por francos, ostrogodos, visigodos, godos y otras tribus germánicas tales como como los Tungri, Nemetes, Ubii y Batavi entre otras.

 

El primer rey franco que aceptó el cristianismo católico sin saber en qué malandanza .se metía, fué Clovis I (Chlodovechus en Latín); quien se mantuvo vivo entre circa 466 – y el 27 de Noviembre de 511.  Clovis fué el primer rey de los francos en unificar todas las tribus francas bajo un solo líder, permutando el liderazgo de un grupo de jefes reales por un solo rey, y se aseguró de que las líneas de realeza se transfiriesen a sus herederos.  A Clovis I se le considera el fundador de la dinastía merovingia, la que gobernó el reino franco durante los dos siglos siguientes.

 

Clovis I tenía una base cerca de Tours, la que es hoy una de las ciudades más grandes de la región francesa del Valle Central de Loira.  Clovis dilató enormemente su territorio e incorporó a sus dominios a Lutecia, hoy llamada París.  A los territorios de Clovis generalmente se le denominaban Neustria, con base en París y Austrasia (hoy en día Benelux al norte de Alemania).  También en sus dominios se encontraban Borgoña, el centro oeste y suroeste de la Francia moderna, y parte de la Suiza moderna, Aquitania y Gascuña.  Bretaña y sus bretones nunca fueron parte del imperio merovingio, pero Clovis reconoció a los nobles merovingios como señores soberanos.

 

Las generaciones sucesoras de Clovis continuaron el bárbaro y deportivo hábito de guerrear entre ellos, y en ocasiones, se unían para conquistar nuevos territorios.  El último rey merovingio importante fué Dagoberto I Alias “el mono”, quien gobernó entre los años 629 y 638 de la Era Común.  El poder gubernamental no comenzó a ser ejercido por reyes, sino por los alcaldes del palacio real.  El minúsculo Pipino de Heristal, alias “Pepino el Breve”, uno de estos numerosos alcaldes, erigió una base de poder en Austrasia, bajo las incipientes sospechas de los Neustrianos.

 

Pepino era breve solo para ciertas cosas.  Pepino tuvo un hijo ilegítimo llamado Charles Martel (Carlos Martel 686 - 741), quien a pesar de ser bastardo, se convirtió en el siguiente rey franco y fusionó a los antiguos reinos francos, incluída Aquitania.  Los cobardes y alevosos chupasangres del Vaticano encabezados por el inservible, degenerado y cobarde Papa Gregorio III, recurrieron desesperadamente a la ayuda de Pepín solicitándole que los defendiera de los sarracenos y que expulsara a esta delenda* de Europa.   

 

Los sarracenos eran principalmente musulmanes árabes, pero también sus filas eran engrosadas por turcos, persas y guerreros de otras ramas musulmanas, a quien se les refirió como “sarracenos” entre los escritores cristianos en Europa durante la Edad Media.  El significado del término “sarraceno” evolucionó durante su historia.  En los primeros siglos de la era cristiana, los escritos griegos y latinos usaban el término para referirse a las personas que vivían en áreas desérticas en y cerca de la provincia romana de Arabia Petraea, y en Arabia Deserta.  En Europa durante la Alta Edad Media, el término llegó a asociarse con las tribus de Arabia.

 

Después de numerosas trifulcas durante la siguiente generación, el nieto de Carlos Martel, conocido en la historia como Carlomagno (748-814 de la Era Común) extendió los territorios francos a Lombardía (norte de Italia) y los unificó bajo su gobierno.

 

Carlomagno fué reconocido por otro otiose* bufón del Vaticano, el Papa León III; como heredero del Imperio Romano de Occidente, y fué coronado como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico el día de Navidad del año 800 de la Era Común.  Como ven, en esa era, los chupamedias* y sicofantas ya existían en abundancia en nuestro planeta.

 

Carlomagno no solo fué un acometido guerrero extraordinariamente exitoso, sino que también fué un gran administrador y además un magno mecenas del aprendizaje. Carlomagno nombró a sus hijos como sub-reyes; a Pepín como rey de los lombardos y a Luis el Piadoso como rey de los aquitanos.  Pepín murió sin herederos (o porque no tenía buena puntería o no le funcionaba el pepino), por lo que cuando llegó el momento de su muerte, Luis heredó el Imperio.

 

Los hijos de Luis entonces (dos de su primera esposa y uno de su segunda) como buenos hermanos, se pelearon.  Por el Tratado de Verdún, o la Paz de Verdún, en el año 843 de la Era Común, acordaron una división del botín.

 

El Tratado de Verdún fué un pacto firmado en Agosto de 843 entre Lotario, Luis el Germánico y Carlos el Calvo —hijos de Ludovico Pío (Luis) y nietos de Carlomagno—, en la localidad francesa del mismo nombre.  Este tratado tuvo como origen la ordinatio imperio (ordenamiento del gobierno), que decretaba el modo de proceder si falleciese uno de los monarcas subsidiarios sin tener descendencia.

 

Bajo este tratado, Lotario, el mayor, tomó el reino medio, conocido como Lotaringia (de donde se derivó la designación posterior de "Lorena"), Carlos el Temerario tomó la parte occidental, y Ludovico Pío (Luis) el Alemán tomó la parte oriental.

 

Las bélicas generaciones siguientes heredaron la natural particularidad pendenciera y díscola de sus antepasados.  Desde ese momento en el reino occidental (la Francia de hoy), los diversos señores locales a menudo se rebelaban en contra del dominio y la jurisdicción de Carlos el Temerario y sus descendientes, a los que derrocaron por completo en el año 923 de la Era Común, cuando Roberto, Conde de Poitiers, Conde de París, Marqués de Neustria y Orleáns, fué elegido rey de Francia Occidental.  ¿Qué cosas, no?

 

La media naranja de Robert, Beatrice de Vermandois (circa 880) fué una aristócrata carolingia, reina del oeste de Francia por matrimonio con Roberto I y madre de Hugo el Grande.  Como Beatrice de Vermandois era descendiente de Carlomagno, la línea de sangre carolingia persistió.  El nieto de Robert y Beatrice, Hugh Capet (941-996), fué elegido Rey de los Francos occidentales en el año 987 de la Era Común.  Éste título se utilizó para su denominación hasta que más tarde se cambió al título de “Rey de Francia”.

 

Entonces

En la antigüedad, la actual Francia formaba parte del territorio Celta conocido por los Romanos como Galia o Gallia.  Su nombre actual se deriva del latín “Francia”, que significa "país de los francos", un pueblo germánico que conquistó el área durante el siglo V, en el momento de la paracme* del Imperio Romano Occidental.  En el siglo IX de la Era Común, se convirtió en un país separado e independiente.

 

¿Francia tiene un Día de la Independencia?

Sí.  Francia, el aliado más antiguo de los Estados Unidos de Norteamérica celebra su independencia en el Día de la Bastilla.  Esto es en Francia y sus departamentos y territorios de ultramar.  Esta fiesta marca el aniversario de la caída de La Bastilla en París, el 14 de Julio de 1789.  En 1880, el 14 de Julio se convirtió en feriado oficial para celebrar su independencia.

 

¿Por qué pasó el Día de la Bastilla?

Durante el mes de Julio de 1789, Francia estaba experimentado un arduo verano el que vapuleó a los franceses con escasez de alimentos, altos impuestos que Luis XVI exigía para pagar sus deudas, y la militarización de París.  Sintiendo la impaciencia y las peligrosamente crecientes tensiones, Luis XVI llamó a los Estados Generales, una asamblea que no se había reunido en más de cien años, para presentarle al pueblo un nuevo plan fiscal.

 

Estas maquinaciones resultaron en el Tercer Estado, la parte de la asamblea que no es noble ni clérigo, fragmentándose del clero y la nobleza y exigiendo una constitución escrita de Francia.  La proclamación de la asamblea del Tercer Estado formaría la Asamblea Nacional a finales de Junio de ese mismo año (1789).  Semanas más tarde, después de que el rey destituyera a un ministro de finanzas, Jacques Necker, a quien la sucesión había aprobado, comenzaron a inflamarse las aprensiones de que Luis XVI intentaría sofocar por la fuerza cualquier revolución política.

 

Estos temores culminaron el 14 de Julio, primero en una marcha al Hôtel des Invalides para saquear armas de fuego y cañones, y un viaje de seguimiento el que resultó ser el más famoso de todos, a la Bastilla; esto, en busca de las municiones adecuadas.  La búsqueda de pólvora y no la liberación de prisioneros fué la razón principal del asalto a la Bastilla.

 

La Bastilla era un alcázar fortificado en París, conocida formalmente como Bastille Saint-Antoine.  Este edificio ejerció un papel importante en los conflictos internos de Francia, y durante la mayor parte de su historia fué utilizado como prisión estatal por los reyes de Francia.

 

Nota del autor:

En estos momentos cuando Chunchito relataba la historia magistralmente, en mi activa imaginación podía ver el humo, escuchar los balazos y los cañonazos, el griterío de la caterva inflamada, veía correr cabezas dentro del canasto de la guillotina, ¡y hasta podía oler el aroma a pavor y revolución! 

 

Los acontecimientos que siguieron al asalto —la liberación de los pocos prisioneros que quedaban en la Bastilla, pero también una batalla mortal y la brutal decapitación del gobernador de la prisión y sus oficiales— fueron nada más que un efecto secundario de la intención original del caótico y peracute* levantamiento.

 

Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que el simbolismo de la Bastilla cambiase.  Cuando arribaron las violentas noticias al palacio de Versalles de que la chusma había asaltado la Bastilla, la realeza asumió que esto era un desastre mayúsculo y que los Parisinos estaban fuera de control.  Durante las dos semanas siguientes al asalto, la realeza tuvo imperativamente que revisar su narrativa.

 

A raíz de estos acontecimientos, Luis XVI le preguntó a un duque francés si el asalto a la Bastilla fué una revuelta, y el duque respondió: "No señor, una revolución".  Al principio, la respuesta de la realeza fué un intento de ligarse con esta nueva situación.  El rey llegó a París días después, para declarar su apoyo a la revolución y ponerse la escarapela tricolor.

 

Ese evento reforzó el significado político de la revolución y la idea del asalto a la Bastilla como una manifestación contra la tiranía política, más que como un evento violento.  El feudalismo entonces, fué abolido en Agosto.

 

Un año después, Francia convendría la Fête de la Fédération el 14 de Julio para celebrar la monarquía constitucional de Francia y honrar la recién descubierta “unidad” de Francia.  Esa nueva “unidad” no duró mucho, y la revolución finalmente se convirtió en un terrible Reino del Terror.

 

Como toda historia, siempre hay un final feliz.  El día de la Bastilla ha llegado a simbolizar la Revolución Francesa, pero su verdadero símbolo es la guillotina, el inventito de que acabó con la vida del rey Luis XVI y María Antonieta, y de miles de personas vinculadas a la aristocracia en el Reino del Terror.  Esta es la parte feliz.  Deberíamos hacer lo mismo con nuestros políticos.

Joseph-Ignace Guillotin

Joseph-Ignace Guillotin (28 de Mayo de 1738 - 26 de Marzo de 1814) fué un médico, político y francmasón francés, quien propuso el 10 de Octubre de 1789 el uso de un dispositivo para ejecutar penas de muerte en Francia, como un método de ejecución menos doloroso que los métodos existentes.

 

Joseph-Ignace Guillotin no inventó la guillotina y se oponía a la pena de muerte, pero su nombre se convirtió en un epónimo de la misma.  El verdadero inventor del prototipo de este instrumento fué un hombre llamado Tobias Schmidt, que trabajaba con el médico del rey, Antoine Louis.

 

Guillotina

El nombre "guillotina" data de la década de 1790 y de la Revolución Francesa, pero ya existían máquinas de ejecución similares durante varios siglos.  Un dispositivo de decapitación llamado "plancha" se utilizó en Alemania y Flandes durante la Edad Media, y los ingleses tenían un hacha deslizante conocida como Halifax Gibbet, la que puede haber estado cercenando cabezas desde la antigüedad.  

 

La guillotina francesa probablemente se inspiró en dos máquinas anteriores: la "mannaia" de la era del Renacimiento de Italia y la famosa "Scottish Maiden", que cobró las vidas de unas 120 personas entre los siglos XVI y XVIII.  La evidencia también muestra que las guillotinas primitivas pueden haber estado en uso en Francia mucho antes de los días de la Revolución Francesa.  ¿Qué cosas, no?

 

La guillotina originalmente se desarrolló como un método de ejecución más humano.  Los orígenes de la guillotina francesa se remontan a finales de 1789, cuando Joseph-Ignace Guillotin propuso que el gobierno francés adoptara un método de ejecución más bonancible.  Aunque personalmente se oponía a la pena capital, Guillotin argumentó que la decapitación por una máquina veloz sería más humana e igualitaria que las decapitaciones con espada y hacha, que a menudo eran fallidas y causaban grotescas, a veces lentas, y dolorosas muertes.

 

Más tarde, Joseph-Ignace Guillotin ayudó a supervisar el desarrollo del primer prototipo, una imponente máquina diseñada por el médico francés Antoine Louis y construída por un fabricante de clavecines alemán llamado Tobias Schmidt.  El dispositivo cobró su primera víctima oficial en Abril de 1792 y rápidamente se conoció como la "guillotina", para horror de su supuesto inventor.  

 

Guillotin trató de distanciarse de la máquina durante la histeria de la guillotina en la década de 1790, y más tarde su familia solicitó sin éxito al gobierno francés que cambiara el nombre del artefacto a principios del siglo XIX.

 

Las ejecuciones de guillotina se convirtieron en hemiciclos circenses pero centrales para los espectadores.  Durante el Reinado del Terror de mediados de la década de 1790, miles de "enemigos de la revolución francesa" encontraron su fin a manos de la hoja de la guillotina.  Algunos miembros del público inicialmente se quejaron de que la máquina era demasiado rápida y clínica, pero en poco tiempo el proceso se había convertido en un gran entretenimiento gratuito al estilo del glorioso Circo Romano.

 

La gente acudía en masa a la plaza de la Revolución para ver cómo la guillotina hacía su espantoso trabajo, y la máquina era honrada con innumerables canciones, chistes y poemas.  Los espectadores podían comprar souvenirs, leer un programa con los nombres de las víctimas o incluso comer algo rápido en una popina* cercana llamada "Cabaret de la Guillotine" antes de la función.  Algunas personas asistían a diario, las más famosas eran las "Tricoteuses", un grupo de mujeres morbosas que supuestamente se sentaban agrupadas al lado del cadalso y tejían entre decapitaciones; una especie de “cheerleaders”, pero probablemente un montón de viejas feas y copuchentas. (El parecido de estas mujeres con mi suegra es puramente coincidencia y casualidad.)

 

La treatricidad de esto se extendió incluso a los condenados.  Muchos de los condenados ofrecieron bromas sarcásticas o últimas palabras desafiantes antes de ser ejecutados, y otros subieron bailando por los escalones del cadalso.  La fascinación por la guillotina se desvaneció a finales del siglo XVIII, pero las decapitaciones públicas continuaron en Francia hasta 1939.  ¡Qué lástima!  La guillotina aún podría darnos un gran servicio público.

 

Los niños a menudo asistían a ejecuciones de guillotina y durante la década de 1790, y compraban una réplica de guillotinas de dos pies de altura la que era un juguete popular en Francia.  Los niños usaron estas pequeñas y funcionales guillotinas para decapitar muñecas o pequeños roedores.  Algunos pueblos finalmente las prohibieron por temor a que fueran una influencia viciosa.  Las guillotinas novedosas también se abrieron camino en algunas mesas de comedor de clase alta, donde se usaron como rebanadoras de pan y verduras.

 

Los operadores de guillotina eran celebridades nacionales.  A medida que crecía la fama de la guillotina, también lo hacía la reputación y fama de sus operadores.  Los carnifex (verdugos) ganaron mucha notoriedad durante la Revolución Francesa, cuando fueron juzgados de cerca por la rapidez y precisión con la que podían orquestar múltiples decapitaciones.

 

El trabajo era a menudo un negocio familiar.  Varias generaciones de la famosa familia Sanson sirvieron como verdugos estatales desde 1792 hasta 1847, y fueron responsables de ejecutar al rey Luis XVI y María Antonieta, y a muchos miles de personas más.  Durante los siglos XIX y XX, el papel de caudillo en jefe recayó en Louis y Anatole Deibler, una pareja de padre e hijo cuya tenencia combinada se extendió desde 1879 hasta 1939.  

 

La gente solía corear los nombres de los Sanson y Deiblers en las calles, y su elección de ropa en el andamio era conocida por inspirar las tendencias de la moda.  Los verdugos también eran objeto de fascinación mórbida en el inframundo criminal.  Según algunos relatos, los gánsteres y otros encapuchados se tatuaban con eslóganes sombríos como "Mi cabeza va a Deibler".

 

El Tercer Reich

La guillotina cobró muchas vidas en Alemania durante el Tercer Reich.  Adolf Hitler convirtió la guillotina en un método de ejecución estatal en la década de 1930 y ordenó que 20 de las máquinas se colocaran en ciudades a través de Alemania.  Según los registros nazis, la guillotina se utilizó finalmente para ejecutar a unas 16.500 personas entre 1933 y 1945, muchas de ellas combatientes de la resistencia y disidentes políticos.  Eso se llamaba “usar la cabeza”.

 

La guillotina siguió siendo el método estatal de pena capital de Francia hasta finales del siglo XX.  El asesino convicto Hamida Djandoubi se convirtió en el último criminal en encontrar su fin con la "Navaja Nacional" en 1977.  Sin embargo, el reinado de 189 años de la máquina solo llegó a su fin oficialmente en Septiembre de 1981 (no hace mucho), cuando Francia abolió la pena capital.  ¡Qué lástima!

 

“Ciencia”

Desde el comienzo mismo de su uso, abundó la especulación sobre si las cabezas de los guillotinados permanecían conscientes después de ser cortadas.  El debate alcanzó nuevas alturas en 1793, cuando un asistente del verdugo abofeteó la cara de una de sus víctimas y los espectadores afirmaron ver sus mejillas enrojecer de ira.  Más tarde, los “médicos” les pidieron a los condenados que intentaran parpadear o dejar un ojo abierto después de su ejecución para demostrar que aún podían moverse.

 

Otros gritaron el nombre del difunto o expusieron sus cabezas a las llamas de las velas y al amoníaco para ver si reaccionaban.  En 1880, un médico llamado Dassy de Lignieres incluso hizo que le bombearan sangre a la cabeza de un asesino de niños guillotinado para averiguar si volviese a la vida y hablase.  

 

Los espantosos experimentos se detuvieron en el siglo XX, pero los estudios en ratas han encontrado desde entonces que la actividad cerebral puede continuar durante unos cuatro segundos después de la decapitación.  Esto es aplicable a los congéneres de las inocentes Rattus rattus; los sucios políticos, los abogados licenciosos, y los frailes degenerados.

 

Bueno, suficiente de Francia y su joyita de muerte. 

 

Anexiones 

Leeward Islands

La anexión de las Islas de Sotavento o la Guerra de Leewards fué una sucesiva mezcla de trances diplomáticos y bélicos entre la Tercera República Francesa y los nativos reinos de Raiatea-Tahaa, Huahine y Bora Bora, lo que terminó en la ocupación de las Islas de Sotavento, en el archipiélago del Pacífico Sur de la actual Sociedad Polinesia Francesa.

 

Esta conflagración fué el último instante de la resistencia armada indígena contra el dominio francés en las Islas de la Sociedad, pugna que comenzó en 1843 con la imposición por la fuerza de un protectorado sobre el Reino de Tahití en la Guerra Franco-Tahitiana.  A los tres reinos de las Islas de Sotavento les fué posible obtener la independencia gracias a la Convención de Jarnac.

 

La Convención de Jarnac fué un acuerdo bilateral entre el Reino de Francia y el Reino Unido establecida en el año 1847 al final de la Guerra Franco-Tahitiana.  El propósito de esta convención era el de acabar con las incertidumbres diplomáticas franco-británicas para garantizar la independencia de las Islas de Sotavento en Polinesia.  El acuerdo fué abolido en 1887 con el común acuerdo de ambas partes.

 

A raíz de la permanente inestabilidad en los varios regímenes nativos y la creciente amenaza del naciente imperio colonial alemán en el Pacífico, en 1880 Francia declaró el dominio de las islas bajo un auto declarado “protectorado provisional”, en directa violación de la Convención de 1847.  En 1888, Francia y Gran Bretaña acordaron derogar su tratado anterior y permitir a los franceses anexar las Islas de Sotavento.

 

Entre los años de 1888 y 1897, los nativos de la isla de Sotavento desafiaron el dominio francés, mientras que al unísono se detonaron conflagraciones civiles entre las facciones a favor del dominio francés y la mayoría de los sectores en contra del dominio francés.  Esta guerrilla se inició en 1887 con el motín del jefe Teraupo'o en Raiatea contra el rey pro-francés, y el fusilamiento de un oficial e infantes de marina franceses en Huahine.

 

Los nativos de Huahine establecieron un activo gobierno bajo la reina Teuhe para rivalizar y resistir a las facciones pro-francesas al comando de su hermano, el príncipe Marama Teururai.  La resistencia fue más fuerte en Raiatea y Tahaa, donde el jefe Teraupo'o y sus seguidores se atrincheraron en el campo y las montañas y buscaron la intervención británica en la guerra.  El conflicto terminó con la represión violenta de la rebelión de Raiatean y el exilio de los rebeldes en 1897.

Tahití (Polinesia francesa)

Tahití, parte de las islas de la Sociedad, después de su invasión; se convirtió en colonia francesa en al año 1880.  De lance en lance, Francia anexó otras islas para formar la colonia francesa de Oceanía.  En 1946, las islas se convirtieron en territorio de ultramar y en 2004 obtuvieron el estatus de "país de ultramar".

 

En el año 2014, la asamblea de la Polinesia Francesa adoptó una resolución en la que solicita a Francia que se les pagase casi $1.000 millones de dólares en compensación por varios aspectos, tales como el tremendo daño ambiental causado por sus pruebas de bombas atómicas y otras armas nucleares.  La resolución fué presentada por el partido gobernante contra la independencia sin el apoyo del gobierno territorial, lo que indica una ruptura importante dentro de las filas del partido.

 

Treaty of Turin (1860)

básicamente, el Tratado de Turín efectuado bilateralmente entre Francia y el reino de Piamonte-Cerdeña el 24 de Marzo de 1860, es el instrumento oficial por el cual el Ducado de Saboya y el Condado de Niza se anexaron a Francia.

 

El Reino de Cerdeña fué el nombre de las posesiones de la Casa de Saboya en el año 1720, cuando la isla de Cerdeña le fué obsequiada al rey Víctor Amadeo II de Saboya para compensar la pérdida de Sicilia a manos del Imperio austríaco en virtud del tratado de La Haya.  La capital política y económica del Reino de Saboya era Turín.

 

Aparte de Cerdeña, este reino obtuvo Saboya, Piamonte y Niza; y después del Congreso de Viena, en 1815, le fué incluída Liguria con su capital la ciudad de Génova.  Oficialmente el nombre completo del reino era: Reino de Cerdeña, Chipre y Jerusalén, Ducado de Saboya y Monferrato, Principado del Piamonte.  ¿Qué cosas, no?

 

Obviamente hay muchísimo más acerca de la invención de Francia, tales como las anexiones de el Reino de Etruria y el Ducado de Parma en1808; los Estados Papales en 1809; y los reinos de Holanda y Valais en 1810, tiempo durante el cual la Revolución Francesa ya estaba cocinándose desde 1789.

 

Ya no me queda espacio extra en la pantalla del computador así que este asuntito de Francia llega a su final aquí.  Ahora solo me quedan algunas preguntas por hacer.

 

P&R:

¿Por qué los franceses comen escargot (caracoles)?  Porque no les gusta la comida rápida…

 

Si le preguntas a un francés si juega video games, responderá: “Wii!”…

 

¿Qué dice una la baguette cuando la cortan?:    Ouch! Le pain!...

 

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Et sub Glossarium Glossarium – (Cum amore legentibus)

Chupamedias (sicofante) – Adulador halagando a los demás para obtener una ventaja personal.

Delenda – Cosas para ser borradas o destruídas.

Demótico – De, como o perteneciente a la gente común.

Filogénesis – Origen e historia de la evolución de una especie.

Otiose – Superfluo; redundante; fútil; inútil; sin función; inactivo.  Dicho en palabras demóticas*; una mierda.

Paracme – Disminución; período que sigue al cenit o cumbre.

Peracute – Muy agudo o violento.

Popina – Restaurante.

 

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Post scriptum et quorumdam suggestionibus pro futurum: Si hay algún tema sobre el cual usted quisiera leer mis traumáticas y ligeramente psicopatísticas opiniones, por favor sugiéralo a: rguajardo@rguajardo.us. 

Caveat: Mis opiniones pueden resultarle ácidas, demasiado honestas, corrosivas, irreverentes, insultantes, altamente irónicas, acerbas, licenciosas, mordaces y de una causticidad filosófica sin límites conocidos por el ser humano, y quizá no le apetezcan o acomoden intelectualmente; pero es lo que habrá disponible basado en su pedido.  Gracias.  

The Sincipitus Porcus 

El Loco